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Versión Completa: CALDERA DE LUBA
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El fantasma del Blog
¿Qué es un fantasma?






Por: Guillermo Altares
17/01/2011






"¿Qué es un fantasma?" , se pregunta el narrador en el arranque de la película de Guillermo del Toro El espinazo del diablo. "Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor, quizás algo muerto que por momentos parece vivo, un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en el ámbar". Es una definición muy bella aunque resulta un poco melodramática. El cine y la literatura han producido fantasmas mucho más simpáticos, como el capitán Gregg en El fantasma y la señora Muir (se enamora de Gene Tierney, ¿quién no?) o El fantasma de Canterville de Oscar Wilde, con su mancha que nunca se borra. En realidad, los fantasmas son muy humanos, porque simbolizan la vida: siguen aquí porque han dejado algo sin terminar, como todos nosotros. Y luego están los fantasmas reales (porque para los que creen en ellos lo son), aquellos con los que compartimos mansiones y cruces de caminos, historias que el narrador e historiador británico Peter Ackroyd ha recopilado en un ensayo que salió a finales del año pasado en el Reino Unido: The English ghost. Spectres through time (El Fantasma inglés. Espectros a través del tiempo).






Biógrafo de Dickens, Poe, Thomas Moro y Shakespeare , autor de un gran libro sobre Londres, erudito, novelista, ampliamente editado en España por Edhasa, Ackroyd ha decidido meterse en el complejo mundo de los fantasmas. Sin declararse ni creyente ni escéptico, primero hace un relato cultural de la presencia de fantasmas a lo largo de la historia británica (si hay un país en el mundo con tradición de espectros y apariciones es el Reino Unido) y luego se dedica a recopilar relatos, historias que para aquellos que las protagonizaron fueron totalmente reales. Divide su recopilación en fantasmas que habitan casas, espectros errantes, espíritus de miembros del clero (esos dan mucho miedo), fantasmas de animales, cosas que se mueven, las despedidas y las relaciones entre los vivos y los muertos. Con una miscelanea entre cartas, relatos y extractos de diarios, siempre bastante breves, Ackroyd construye un panorama muy completo de los contactos entre lo terrenal y lo sobrenatural.





Algunos relatos se remontan al siglo VI, incluso algunos hablan de seres que llevan dando vueltas por aquí desde hace miles de años, otros ocurren ahora, como la mujer que se encuentra con un fantasma en su compartimento del tren o la clásica leyenda del aparecido que surge en una carretera. Estos relatos contemporáneos son los más inquietantes: a las mansiones victorianas llenas de ruidos, furia y figuras transparentes estamos más o menos acostumbrados. Pero, acomodarnos en un vagón y encontrarnos con el que el pasajero de enfrente no es de este mundo es una experiencia bastante más terrorífica. Aunque son dos películas magníficas, creo que El sexto sentido es más eficaz que Los otros porque el filme de Alejandro Amenabar respeta los códigos de una narración gótica mientras que la película de M. Night Shyamalan rompe con ellos al llevarlos al presente.






Los fantasmas son seres de la frontera, que se mueven entre dos mundos .En algunos casos vienen para aterrorizarnos, aunque casi siempre tienen sus motivos (¿A quién se le ocurre construir una urbanizacion sobre un cementerio indio como ocurre en Poltergeist?), en otros vienen para ayudarnos a enmendar nuestros errores (como los tres fantasmas del Cuento de Navidad de Charles Dickens, los mas famosos de la la literatura con perdón del padre Hamlet), en otros son seres en el fondo bondadosos (el que Oscar Wilde) y casi todos, como el resto de los seres que andan por aquí abajo, lo que quieren es descansar, tomarse una largas vacaciones en su propia muerte. Y son muchos los creadores que han caído en la tentación de preguntarse por lo que ocurre entre los dos mundos, hasta el mismo Clint Eastwood en su ultimo filme, Más allá de la vida (si alguna vez William Munny, el protagonista de Sin Perdón, lo ve en un minicine del Viejo Oeste, le dará un ataque).





Pero los fantasmas más cautivadores son sin duda los románticos y no me estoy refiriendo a ese insoportable engendro almibarado llamado Ghost. Pocas historias tienen tanto encanto como El fantasma y la señora Muir sobre la que Javier Marías (el mayor defensor de este clásico de Joseph L. Mankiewicz) ha escrito que es insolita porque deseamos que la protagonista muera precisamente porque nos cae muy bien. Es una película sobre "la abolición del tiempo, la visión del futuro como pasado y del pasado como futuro, la reconciliación con los muertos y el deseo sereno de ser por fin uno de ellos" , escribe Marías. Son seres que luchan por la vida desde la muerte, que se saltan las barreras entre lo posible y lo imposible. Como el tipo que en la canción de George Brassens se enamora de una fantasma de muy buen ver. "Pero tengo 2000 años más que usted", le dice ella. Y el replica: "Señora, el tiempo no nos importa".



¿Qué es un fantasma? Alguien a quien no le importa el tiempo, ni la muerte, solo la lucha por permanecer.



http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2...n-fantasma.html


http://www.youtube.com/watch?v=wLUUIFBIW68
Pepin
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Ni dicho desde una catedra;

Fantasma.



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manolo pizarro
TONTERÍAS POLÍTICAMENTE INCORRECTAS.

OTRO APRIETE DE TUERCA
Después que Pajín nos alegrase la vida con su anteproyecto de Ley “antihumillaciones” en el que multarán por llamar feo, prohibirán incluso los piropos y los centros con educación diferenciada no se puedrán acoger a la financiación pública, solo hay que echar un vistazo al mismo, si se aprobara, la libertad de pensamiento, opinión y expresión, la libertad de educación de los padres y el derecho a la propiedad privada habrán muerto definitivamente en España.
Ahora nos sale el Sr. Jáuregui anunciando que el Gobierno, al igual que CAC en Cataluña o su homónimo en Andalucía, creará un órgano censor que sancione "valores devaluados de convivencia" y "climas de crispación y enfrentamiento" en los medios audiovisuales. "No sé por qué tenemos que asustarnos tanto", ha zanjado el ministro.

Tras hartarse este desgobierno de prohibir para imponer su "ingeniería" de la sociedad Española, no es para menos el asustarse. La excusa es ahora la telebasura y la crispación, pero solo la excusa, como otrora intentó hacer Sinde con ciertas web "con la escusa de la protección de propiedad intelectual". La realidad es la censura, el control, el castigo, el multazo. Ya lo han hecho con radios y televisiones que se atrevieron a criticar las mentiras del Gobierno con hechos y datos, pero ahora será ya el acabose. Para esto, que vuelva Franco y la censura previa. No se escude el Gobierno en Belén Esteban para reprimir a los medios hostiles y si quieren mantener la democracia, pues entonces, que se aguante.

QUE ALGUIEN ME LO CUENTE
¿Hasta dónde hay que alejarse de un hospital para poder encender un cigarro? ¿Se puede fumar otra sustancia que no sea tabaco en un local público? La normativa no prohíbe expresamente que se fumen sustancias como el cannabis, el eucalipto o el castaño ¿Podrán tener ceniceros las sociedades gastronómicas? ¿Las empleadas del hogar podrían exigir a los responsables de la vivienda que dejen de fumar al ser el inmueble considerado su lugar de trabajo? Cuando las normas están mal hechas y dejan una puerta abierta a varias interpretaciones es cuando empiezan a surgir los conflictos. Cada día se objetiva más como el fin de esta Ley.

Pienso que el mercado, con su implacable caballero don dinero, es el que manda en esto de los bares y restaurantes. Estadisticamente, el usuario del bar es fumador en su grandísima mayoría, al que hay que sumar el público no fumador pero que le da igual el humo, que son también la mayoría. El no fumador beligerante y reclacitrante (mayormente ex-fumador), hace poco uso del bar. Por eso tampoco hay restaurantes exclusivamente vegetarianos ó para diabéticos, porque el mercado no lo aguanta. Hacer una inversión para poner un bar de no fumadores será de ahora en adelante una ruina.

OTRO QUE SE SUMA A LA LISTA DE SALTARSE LA LEY PARA DAR EJEMPLO.
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha iniciado, a través del Instituto de Evaluación (IE), el concurso de adjudicación de dos contratos cuyo objeto consiste en realizar unas pruebas que evalúen el nivel de los estudiantes españoles en varias materias, como comprensión lectora, matemáticas, ciencias e idiomas, algo parecido al informe PISA. Los exámenes se realizarán en todas las comunidades autónomas, pero mira por donde los alumnos catalanes serán los únicos que no podrán elegir el idioma en el que deseen realizar estas pruebas: sólo podrán hacerlo en catalán, tal y como se establece en los Pliegos de Condiciones Técnicas de los contratos.

Para mi que cada cual hable en su casa el dialecto o la lengua de cuna que quiera. Pero para realizar unas pruebas de evaluación a nivel nacional, el castellano no puede ser discriminado en temas administrativos ni de educación. ¿O también se pasará el Sr. Gabilondo las 3 sentencias del Tribunal Supremo y al TC por el forro? Vaya ejemplo...

Saludos.
Katharina Von Strauger
La lección de Túnez





La población ha demostrado, con una fuerza y una dignidad enormes, que siempre se puede vencer a la opresión.


Ahora afrontan una transición difícil hacia un sistema democrático y republicano





SAMI NAÏR

EL PAÍS
Opinión
18-01-2011




Túnez acaba de vivir una doble revuelta que aún no constituye una revolución. Una revuelta popular y una revuelta de palacio en el entorno del presidente Ben Ali. La revuelta en la calle comenzó hace cuatro semanas cuando un joven de 23 años, Mohammed Bouazizi, se inmoló en Sidi Bouzid para expresar su desesperación ante las injusticias; ello provocó una ola de indignación que se transformó en una marea de protestas. Sobre todo desde que comenzó el siglo, la situación social es desastrosa para los más pobres.



El poder de Ben Ali se apoyaba en tres fuerzas centrales. Una, las clases medias, relativamente integradas, han visto cómo su situación se degradaba. En los últimos años, el poder cambió de base, se fundió con los círculos de especuladores y se hundió en una corrupción familiar de tipo mafioso. La mujer del presidente y su familia, los Trabelsi, se adueñaron de todo lo que valía algo y no dudaron en "extorsionar" a otros para apoderarse de sus negocios, con la aprobación del presidente.



El poder también se apoyaba en un aparato de dominación formado por los dirigentes y militantes del RCD, el partido oficialista, que controlaba todos los engranajes y la corrupción en el país. Una especie de milicia con la impunidad garantizada, que vigilaba a la población e imponía un clima de delación que a menudo derivaba en cárcel y torturas.



Por último, la policía y la guardia nacional (la gendarmería), que Ben Ali, ex ministro del Interior, tenía en sus manos. En los últimos 23 años el Ejército se fue debilitando porque Ben Ali siempre le tuvo miedo. Túnez, vista la experiencia de los golpes de Estado militares en otros países africanos, quiso tener un ejército que no fuera muy poderoso y, en cambio, dio prioridad a la policía y la guardia nacional, que se convirtieron en el principal instrumento de represión. De hecho, la policía, junto con una parte de las milicias del RCD, y con su utilización de grupos de saqueadores, está en el origen de la destrucción y los asesinatos de estos últimos días.



Lo que ha hecho que hubiera un vuelco es un fenómeno mental colectivo extraordinariamente poderoso: la desaparición del miedo. ¿Por qué? Por muchas razones, pero sobre todo porque el poder no supo cómo reaccionar ante la inmolación del joven Bouazizi. Con su visita a la familia del mártir, el presidente se puso personalmente en primera línea; al ofrecer dinero a los padres por la muerte del joven, añadió la humillación. Si quería mostrar que era capaz de sentir compasión, lo que demostró Ben Ali fue que tenía miedo. A partir de ese momento, el miedo cambió de bando. Ben Ali destituyó a ministros, hizo mil promesas, pero nada podía detener ya la rebelión de la calle, que había comprendido que el Estado no era tan fuerte como parecía. Cada víctima de la represión hizo crecer las protestas. En 23 días, los tunecinos acabaron con 23 años de dictadura.



Dentro del régimen, el Ejército se ha vengado de la policía. Esta se ha mostrado incapaz de ejercer la represión por dos motivos fundamentales: por una parte, el sindicato Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), sobre todo los mandos intermedios regionales y federales, se negaron a obedecer al poder, se pusieron del lado del pueblo y contribuyeron a agitar las demandas sociales; por otra, un sector importante de los oficiales generales, respaldados por los soldados en activo que en repetidas ocasiones se negaron a abrir fuego sobre los manifestantes, dejó muy claro a Ben Ali que ya no estaban con él. De esa forma, no le dejaron más que una salida: huir.



Ben Ali estaba asimismo debilitado por las presiones de Estados Unidos, que se ha implicado a fondo en su derrota, en primer lugar, porque ha visto una posible manera de hacer realidad su proyecto de democratización "suave" (no como Bush en Irak) en el mundo árabe; y en segundo, porque era una forma de debilitar a Francia en el Magreb. En cuanto a Francia, ha hecho gala de una ceguera que supera cualquier medida al apoyar a Ben Ali y ofrecerse, días antes de su desaparición, ¡para "formar" a su policía! Un fracaso diplomático que pagará muy caro.


La oposición, ya sea oficial o ilegal, no ha desempeñado ningún papel. Como tampoco se ha visto, en las manifestaciones, una sola bandera verde, símbolo del islam. Pero eso no puede durar. Con Ben Ali fuera, le ha sustituido el primer ministro, Mohamed Ghanuchi. Y ahí empiezan las dificultades. Los partidarios de Ben Ali temen la venganza popular, así que han emprendido una política de tierra quemada, sobre todo en los barrios burgueses y acomodados, con el fin de aterrorizar a sus habitantes y romper la alianza entre esas capas y el pueblo. En los últimos días ha habido decenas de muertos en Túnez. Se está instalando un estado de caos que favorece al poder interino actual: el nuevo presidente ha prometido convocar elecciones en el plazo de seis meses, un periodo muy largo que permite presagiar manipulaciones peligrosas.



Las perspectivas para el futuro más próximo son meras hipótesis mientras no se reorganice la policía y mientras el Ejército no se pronuncie con claridad en favor del orden republicano. Además, será necesario meter en cintura a las milicias del RCD, formadas por elementos desclasados para los que la pertenencia al partido era el principal método de ascenso social.



La primera hipótesis es que el nuevo poder consiga restablecer enseguida el orden y organizar una Conferencia Nacional en la que estén representados todos los miembros de la oposición, con un programa de transición política que deberá desembocar en la instauración de una auténtica democracia republicana (nueva Constitución, elecciones legislativas, municipales, etcétera). A esta solución se oponen los restos del aparato dictatorial de Ben Ali (policía, burocracia, etcétera), los restos del RCD y el nuevo poder, que tendrá que rendir cuentas de su pertenencia al sistema derrocado.



La segunda hipótesis es un acuerdo entre todas las fuerzas de la oposición oficial, la integración de los partidos de oposición ilegales y la creación de un consenso sobre un programa mínimo para instaurar un sistema de transición que correría el peligro de tener una duración indefinida. En resumen, una especie de cambio dentro de la continuidad, porque se mantendría el régimen actual. Los factores en contra de esta hipótesis son la impaciencia y la cólera del pueblo, que quiere acabar con estos 23 años de dictadura.



Por último, una tercera hipótesis, que también es posible: Ben Ali preparaba, en los últimos años, una sucesión "neoislamista" encarnada en un miembro de su familia, hombre de negocios y creyente al parecer devoto; el Estado, sin tocar las bases laicas del "bourguibismo", iba islamizándose poco a poco; los programas religiosos invadían las pantallas y daba la impresión de que se estaba cociendo una confesionalización del poder, con el único objetivo de pervertir unas reivindicaciones sociales dotadas cada vez de más dureza y presión. El poder actual puede muy bien retomar esta estrategia e intentar establecer un régimen basado en un islamismo conservador cuya utilidad es evidente: así controlaría las reivindicaciones populares y se apoyaría en los grupos sociales más sensibles a esta retórica; llevaría de nuevo a las clases medias a su terreno, al presentarse como garante del mantenimiento de la seguridad, y tranquilizaría a los vecinos, desde Marruecos hasta Egipto, pasando por Argelia y Libia, que ya sufren este tipo de situación y ven con muy malos ojos el ejemplo tunecino.



No se puede excluir tampoco una mezcla de las tres opciones, que solo serviría para aplazar las decisiones institucionales que debe tomar Túnez. Lo que es innegable es que los tunecinos afrontan hoy una transición hacia una revolución democrática y republicana, y eso es lo más difícil. Porque el movimiento callejero no posee ni dirección reconocida ni programa.



Se abre una nueva etapa. Los tunecinos han demostrado, con una fuerza y una dignidad enormes, que siempre se puede vencer a la opresión. También han conseguido, quizá, que el mundo árabe entre a formar parte de la misma historia que los pueblos de Latinoamérica y los países de Europa del Este en el siglo pasado, cuando conquistaron su derecho a la libertad de expresión a costa de grandes sacrificios humanos. Y esa lección es inmensa.

Sami Naïr es profesor invitado de la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.


http://www.elpais.com/articulo/opinion/lec...lpepiopi_10/Tes
manolo pizarro
Google defenderá en la Audiencia Nacional Española su derecho a enlazar.

Daniel Rodríguez Herrera 18/01/2011 LD.

Artemi Rallo, el presidente de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) asegura en declaraciones a elmundo.es que no existe "derecho global a indexar información en internet, lo que sucede es que es aceptado por beneficios implícitos". Frente a este derecho que el Gobierno asegura que no existe, Rallo defiende el llamado derecho al olvido que reconoce que no tiene definición concreta porque "es un concepto que está adquiriendo cuerpo últimamente". Pese a ello, no se corta en asegurar que es un derecho preexistente y regulado desde el 92.

Tanto las cinco resoluciones que se examinarán mañana en la Audiencia Nacional como muchas otras pendientes y recurridas por Google están cortadas por el mismo patrón. La AEPD ha exigido al buscador que excluya de sus índices datos personales reflejados tanto en el BOE como en otros boletines regionales, mientras que Google afirma que son datos públicos a los que puede acceder cualquiera y que los sitios web que alojan los boletines no tienen más que hacer un pequeño esfuerzo técnico para eliminar esa información del buscador.

En concreto, todos los sitios web pueden crear un fichero llamado robots.txt con instrucciones para los buscadores en las que decirles qué pueden indexar y, por tanto, enlazar y qué no. "Las leyes españolas y europeas defienden que quien publica un material es responsable de su contenido. Exigir que intermediarios, como los buscadores, censuren el material publicado por otros tendría un efecto paralizante en la libertad de expresión sin proteger la intimidad de las personas", ha dicho Peter Barron, director de Relaciones Externas de Google, en un comunicado. Pero Rallo considera que Google no debería pleitear sino "dar una respuesta tecnológica para garantizar los derechos de los ciudadanos".

Para Google, este asunto afecta a la libertad de expresión en la red, porque les obligaría a convertirse en "censores de internet". "Nosotros nos limitamos a reflejar de forma exhaustiva el contenido en internet, lo que existe de verdad en la red, que es lo que esperan nuestros usuarios", aseguran desde Google.

Artemi Rallo, en cambio, considera que el buscador sí debería cumplir esta labor porque la ley impide retirar esos datos de internet, ya que los boletines han de estar en la red y los datos publicados en diarios online están protegidos por el derecho a la libertad de expresión. Un derecho que, a su juicio, no protege a Google.

Padraig Reidy, editor del Index on Censorship, ha declarado al Guardian que el caso tiene "ramificaciones masivas en la libertad de expression y el modo de funcionar de internet. Si España castiga a los buscadores por indexer contenido, ¿cómo puede haber libertad de expresión? Parece un plan diseñado por gente que no sabe cómo funciona internet".

http://www.libertaddigital.com/internet/go...zar-1276412170/
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Debe ser que a este desgobierno no le gusta que veamos los tejemanejes que se ordenan a golpe de Boletines Oficiales. Luego nos escandalizamos cuando China le pone trabas a Google y resulta que aquí se está haciéndolo delante de nuestras narices. Además tiene razón Google, lo que pretende nuestro desgobierno es lo mismo que cerrar las hemerotecas....puestos a prohibir...

Saludos.
manolo pizarro
Subastas engañosas

Manuel Llamas LD

Los últimos siete días han estado marcados, sin duda, por las nuevas emisiones de deuda pública por parte de Portugal y España. La colocación de bonos en ambos países ha sido resuelta con "rotundo éxito", prueba de que los inversores privados confían plenamente en la solidez de sus finanzas públicas y en la credibilidad de sus respectivos gobiernos. ¡Prueba superada! Portugal y España no precisan ningún tipo de rescate, el mercado de deuda respira, la bolsa sube y todos contentos.

Pero algo no cuadra en el discurso oficial de las autoridades nacionales y europeas. ¿Cómo es posible que apenas 24 horas antes de la subasta portuguesa del pasado miércoles, muchos ya dieran por hecho el rescate luso? De hecho, desde Europa se señalaba que su anuncio estaba previsto para ese mismo día en función de cómo evolucionara la emisión de bonos. ¿Es que acaso los problemas estructurales de Portugal han desaparecido de la noche a la mañana por arte de magia?

Efectivamente, Portugal logró colocar 1.249 millones de euros en deuda pública a largo plazo a un tipo de interés menor que en la anterior operación de este tipo, por debajo de la barrera del 7%, que muchos sitúan como el punto de inflexión a partir del cual la financiación resulta insostenible para los estados más débiles de la zona euro. Pero es que la cuestión clave para resolver este misterio no radica tanto en si Lisboa logró vender su deuda a un coste razonable sino, más bien, en quién se la compró. Y es aquí donde se descubre el pastel

El Banco Central Europeo (BCE) –a instancias de las autoridades políticas– salvó la situación mediante la compra de gran parte de la emisión lusa. ¿Quién lo dice? El propio organismo monetario: el BCE incrementó notablemente la compra de deuda pública (de los PIIGS) la semana pasada a 2.313 millones de euros. La entidad informó de que este monto incluye las compras hechas la semana pasada hasta el miércoles (12 de enero).

Esta cuantía supera en casi 20 veces las compras realizadas la semana anterior (113 millones de euros), cuando el mercado de deuda pública se vio exento de subastas significativas por parte de los países periféricos. ¿Casualidad? De hecho, se trata de la mayor adquisición semanal de bonos desde el pasado julio, tan sólo superada por la semana que finalizó el 13 de diciembre (2.667 millones), en plena crisis soberana de Irlanda. Desde el pasado 10 de mayo, el BCE ya ha monetizado (compra de bonos de escasa calidad) un total de 76.500 millones de euros. No está nada mal si se tiene en cuenta que este tipo de operaciones violan explícitamente los tratados fundacionales de la Unión Monetaria.

¿Y qué pasa con España? El Tesoro ha logrado captar cerca de 12.000 millones de euros en deuda a corto y largo plazo en apenas dos días gracias a la emisión del lunes y el martes. Cierto. Sin embargo, la colocación más relevante tuvo lugar el lunes cuando, por sorpresa, el Ministerio de Economía decidió sustituir dos subastas de obligaciones a 10 años y 15 años por la emisión de un bono sindicado a 10 años. La colocación sindicada es muy diferente a la típica subasta de deuda ya que, en este caso, el Gobierno elige a una serie de colocadores (bancos) que se encargan de evaluar el mercado y adjudicar los títulos indirectamente a los inversores, mientras que en las subastas es el Tesoro el que recibe directamente las órdenes de suscripción.

Este tipo de operaciones son menos volátiles ya que, para lograr una elevada demanda, el emisor (Tesoro) suele ofrecer una mayor rentabilidad respecto a las condiciones del mercado. Y así fue: los bonos sindicados a 10 años se vendieron a un tipo de interés (coste para los contribuyentes) del 5,6%, el más alto en una década, frente a un tipo de referencia de entre el 5,4% y el 5,5% en el mercado de deuda. Un coste de financiación 256,4 puntos básicos superior a los bonos alemanes al mismo plazo. De este modo, aunque el precio pagado fue mayor, Economía se aseguró la colocación de los bonos ante el temor de que las subastas previstas fracasaran. Precisamente, Bélgica y Portugal, dos de los países más solventes de la zona euro, han anunciado que también optarán por alguna emisión sindicada de este tipo. En resumen, simples detalles a tener en cuenta.

Seguimos empeñándonos día tras día, incluso a nuestros hijos, a un alto interés a pagar, el proximo gobierno español lo tendrá muy crudo para salir del hoyo.

Saludos.
Francisco Alegre
En el BOE viene de todo Pizarro. Y ademas una vez que pasan pongamos 30 años pues todavia se ven mejor las trampas. No me extraña que quieran limitar los enlaces. Por ejemplo:

CITA
La Fundación tiene abiertos a inspección fiscal los cuatro últimos ejercicios para todos los impuestos que le son de aplicación. La Dirección de la Fundación considera que el efecto patrimonial que pudiera surgir, en su caso, como consecuencia de una eventual inspección de los ejercicios abiertos, no sería significativo.

A lo largo de 2008 la Fundación cobró 419.490 euros correspondientes a la liquidación del IVA del ejercicio 2007; 317.166 euros correspondientes a la liquidación de IVA del ejercicio 2006, 111.456 euros de la liquidación de IVA del ejercicio 2001 y 158.326 de la liquidación de IVA del año 2000. Estos dos últimos importes son resultado del procedimiento de reclamación ante el Tribunal Económico-Administrativo Regional de Madrid, iniciado en 2003, en relación con las liquidaciones de los ejercicios 2000 y 2001, al entender la Fundación que la aplicación del artículo 104 de la Ley 37/1992 del Impuesto Sobre el Valor Añadido, en cuanto determinaba la aplicación del régimen de prorrata era contrario al régimen de deducciones establecido en la Sexta Directiva del Consejo de las Comunidades Europeas 77/388/CEE de 17 de mayo de 1977. Como resultado de estas liquidaciones le fue abonada también a la Fundación en 2008 la cantidad de 88.930 euros en concepto de intereses que han sido registrados como ingresos de ejercicios anteriores.

El saldo de Hacienda Pública, deudor por Impuesto sobre Valor Añadido está compuesto por el resultado de la liquidación del impuesto del ejercicio 2008 y 151.609 euros correspondientes al ejercicio 2001. Este último importe se encuentra provisionado y corresponde a la cantidad que la Agencia Tributaria al ejecutar la sentencia del Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid no acordó devolver, encontrándose pendiente de resolución la reclamación contra dicha ejecución.



http://www.boe.es/boe/dias/2010/02/26/pdfs...A-2010-3146.pdf


Pues ya ves estos de la Residencia tienen una inspeccion y han metido la pata aplicando el régimen de prorrata del IVA. Han reclamado hasta la ejecucion del fallo. Y esta en el BOE
rosen
He leído que los alumnos de los colegios en Guinea Ecuatorial tienen que llevar uniforme, uniforme que le tienen que confeccionar obligatoriamente en unos talleres de confección que tiene la mujer de Teodoro Obiang. blink.gif
Pepin
Túnez investiga a Ben Alí por adquisición ilegal de bienes




Tres ONG denuncian al ex dictador y a su esposa ante la Justicia francesa por corrupción.

Suiza bloquea los fondos bancarios del ex presidente tunecino.

Arabia Saudí no le permitirá desarrollar actividades políticas





AGENCIAS
París / Suiza

ELPAIS.com
Internacional
19-01-2011





La Justicia de Túnez ha abierto una investigación por "adquisición ilegal de bienes" y por "depósitos financieros ilícitos en el extranjero" contra el ex presidente Zine el Abidine Ben Ali y su familia, ha anunciado a primera hora de la tarde la agencia oficial tunecina TAP. Se trata del primer paso de Túnez contra el depuesto dictador, que se encuentra en Arabia Saudí junto a su esposa, la odiada Leila Trabelsi , desde el pasado día 14, día en el que huyó del país después de tres semanas de revueltas contra la crisis económica y la corrupción en Túnez.



Según la agencia oficial, la investigación se refiere a los delitos de "adquisición ilegal de bienes muebles e inmuebles, depósitos ilícitos en el extranjero y exportación ilegal de divisas". La TAP precisa que el procedimiento judicial se emprenderá contra Ben Alí, su esposa y los "hermanos y yernos" de ésta última. La televisión estatal señala por su parte que "todos los hermanos, hermanas y sobrinos" de Leila Trabelsi estarán incluidos en la investigación judicial y que ésta permitirá a la Justicia establecer una lista de todos los bienes de los afectados, "que podrán ser expropiados".



Aunque es la primera medida judicial contra Ben Ali en Túnez, no lo es en el resto del mundo. Horas antes, tres organizaciones no gubernamentales han anunciado la presentación de una denuncia ante la Fiscalía de París contra el derrocado presidente de Túnez, Zine al Abidine Ben Ali, y contra la familia de su esposa, Leila Trabelsi, por posesión de bienes "mal adquiridos" en territorio francés y por desvío de fondos públicos a cuentas bancarias galas.



La Comisión Árabe para los Derechos Humanos, SHERPA y Transparencia Internacional de Francia (TI-France) han presentado la denuncia ante el Fiscal de la República con el objetivo de que se abra "una investigación judicial sobre los bienes que poseen en Francia, que podrían proceder del desvío de fondos", según informan las ONG en un comunicado conjunto.



Las medidas de Francia, "insuficientes"




A juicio de las organizaciones, las medidas adoptadas hasta la fecha por la oficina anticorrupción del Gobierno francés para impedir la transferencia de estos bienes son "insuficientes" y "sólo una orden legal de congelamiento de estos bienes puede garantizar su pronta devolución al pueblo tunecino". "Más que nunca, el pueblo tunecino necesita una política real de desarrollo sostenible", ha declarado el portavoz de la Comisión Árabe para los Derechos Humanos, Haytham Manna. "Para que eso sea posible, cualquier dinero que haya sido robado por Ben Alí y por la familia Trabelsi debe volver al pueblo a fin de que pueda construir un futuro con derechos civiles y económicos", ha añadido. Diversas fuentes, según las ONG denunciantes, han informado de que Ben Ali posee poseer un edificio en París estimado en 37 millones de euros, así como diversos fondos en algunos bancos franceses. Aparte, la familia Trabelsi dispone de millones de euros en cuentas bancarias galas, propiedades en París y Ile-de-France (región que rodea a la capital), un chalet en Courchevel (Alpes) y propiedades en la Costa Azul.




Quien sí ha congelado todos sus bienes es Suiza. El Gobierno suizo ha anunciado hoy que ha decidido bloquear todos los fondos depositados en bancos del país alpino por el ex presidente de Túnez. Suiza también ha decidido bloquear los haberes bancarios del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, quien se niega a abandonar el poder tras haber perdido las elecciones. "Estas medidas van en la dirección de animar a esos dos Estados a presentar peticiones de colaboración judicial en materia penal", ha explicado la ministra de Asuntos Exteriores y presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Ry. "Se trata de evitar que la plaza financiera suiza sirva para ocultar los fondos sustraídos a las poblaciones concernidas", ha agregado ante los medios en Berna.



Mientras tanto, Arabia Saudí ha hablado por primera vez de la presencia del ex dictador en su suelo. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Saud al Faisal, ha asegurado que no le permitirán desarrollar "ninguna actividad política" y que, a su juicio, darle asilo no es "una injerencia en los asuntos internos de Túnez". "Nosotros hemos ayudado al presidente tunecino, pero no le permitiremos desarrollar ninguna actividad política contra Túnez desde el territorio del reino saudí", ha dicho Al Faisal a la televisión oficial saudí. "Arabia Saudí apoya al pueblo tunecino en sus deseos de alcanzar sus objetivos", añade la nota.




http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepuint_9/Tes


Obiang, rectificar es de sabios.....
manolo pizarro
LA TORRE DE BABEL Y LO QUE NOS VIENE.

El presidente del Gobierno, alias ZParo, ha aprovechado este miércoles su intervención ante el pleno del Senado para respaldar el uso de las lenguas cooficiales en el pleno de la Cámara Alta, que fuerzan a los senadores a utilizar traducción simultánea. El pinganillo para que nos entendamos.

En una palabra que ya tenemos nuestra propia “torre de babel” parlamentaria funcionando pagada con nuestros impuestos. ¿Es que creemos que España es el único país que tiene lenguas cooficiales y dialectos? Todos los países tienen, no somos más especiales y además no derrochan en pinganillos. Si hablando una misma lengua tenemos dificultad para entendernos, ahora tenemos la escusa para no darnos por enterados. Esto es el despiporre total, la traducción simultánea a distintos idiomas entre parlamentarios que tienen una lengua común y que después utilizan en los pasillos. Realmente estamos gobernados por vividores, que llevan a extremos inauditos su caradura y sinvergonzonería. Esto no es cuestión de autonomías o ideologías, esto es una situación absolutamente intolerable para cualquiera que tenga un solo dedo de frente, tenemos que conseguir que esta pandilla de inútiles tarados, vuelva al fango que les corresponde y del que nunca tenían que haber salido.

Es conveniente conocer y recordar la historia de España, nuestros políticos parece que o no la conocen, o la han olvidado, o simplemente, por afán de su propio protagonismo, les importa un bledo mientras mantengan sus privilegios de casta, así ¿Cómo vamos a salir de una simple crisis económica? La historia de España, no es ficción, ya ha pasado una vez ¿Tenemos que dejar que vuelva a suceder?

Por poner un ejemplo, tardamos 8 siglos, o sea, ¡800 años! En expulsar al islam de la península, nuestra tierra. El motivo, nuestra desunión. España la formaban distintos reinos y no uno solo, incapaces de entenderse y ponerse de acuerdo. Peleábamos entre nosotros -como ahora con las 17 autonomías innecesarias- y no tuvimos un solo Rey, una sola nación, un único mando militar para expulsarles, de eso se aprovecharon durante 8 siglos hasta que logramos la cohesión necesaria y ellos, los de la media luna sí que lo recuerdan.

El Islam aún recuerda nuestra desunión, la misma a la que tendemos ahora y, que ¡Muchos políticos fomentan! Políticos de bajo perfil como los que nos desgobiernan, acomplejados, miedosos de llamar las cosas por su nombre e incapaces de ponerse de acuerdo y mirando solo para su ombigo ¡Nuestros antepasados combatieron y derramaron su sangre para.... nada!

Mientras, el islam sabe explotar nuestras diferencias... y las aprovechan para su efectiva, segunda invasión... Nosotros hemos olvidado la historia con la vuelta a los pinganillos, pero ellos no.... mal asunto. Y hablando de Túnez, quien considere en la actualidad que un país islámico puede existir una democracia al estilo occidental se engaña a sí mismo, incluyo en esto a EEUU y la UE. La más aproximada fue la del Líbano, y ya vemos lo que queda de ella.

Puede que me haya pasado tres leguas, pero como Español y analizando la situación mundial, hay cosas que sacan de quicio.

Saludos.
Katharina Von Strauger
Desvergüenza




MARUJA TORRES

EL PAÍS
Última
20-01-2011




Por unas extrañas simetrías de la Historia, el tunecino Ben Ali y el haitiano Jean-Claude Duvalier se acaban de cruzar en el camino de ida y vuelta del (y al) territorio de sus respectivas dictaduras. Iba el uno, con su señora y sus lingotes, a Yeda, en donde nuestros amigos, los sátrapas saudíes, le esperan para venderle un palacio. El otro venía de gastarse en la Costa Azul, durante los años que duró su dorado exilio, cuanto robó a su pueblo: veámoslo como una fuente divisas del turismo extremo. Las desgracias de Haití no cesan.



Con d de desesperación se escribe el relato de los sometidos. El de los tiranos y sus lobbystas de Oriente y, sobre todo, de Occidente, se escribe con D capital, de Desvergüenza. Carezco de líneas en esta columna para darles una lista de los déspotas que huyeron a un futuro comprado con millones y documentos secretos acerca de complicidades, y que continúan gozando de buena vida y privilegios. Y este periódico, aunque doblara sus páginas, no dispone de espacio para albergar sus expedientes criminales.



Al sah de Irán, Reza Pahlevi, quien -con ayuda de la CIA- puso su país a disposición de Estados Unidos, yuguló la democracia y encarceló a Mosaddeq, reprimió a sus súbditos y, consecuentemente, propició el advenimiento de Jomeini más que la propia revolución islámica, se le venera hoy en su sepulcro, en una céntrica mezquita de El Cairo, ciudad en la que terminó sus días y desde donde su viuda sigue quejándose para el ¡Hola! Idi Amin, la bestia ugandesa, murió tranquilamente, también en Yeda.



El regreso de los vivales resulta una aportación novedosa. Puede inaugurar una moda. Por cierto que Baby Doc se bebió la sangre de su pueblo en Mougins, cerca de Grasse, en donde se fabrican los perfumes. Todo sumado, apesta.



http://www.elpais.com/articulo/ultima/Desv...elpepiult_1/Tes
Pepin
Mujeres y hombres comparten celdas en el penal de Malabo





afrol News
19 de Enero




Mujeres y hombres comparten celdas y baños en el penal de Black Beach en Malabo, Guinea Ecuatorial, donde se han denunciado varias violaciones por parte de los carcelarios.


"Black Beach es la cárcel más dura de Guinea Ecuatorial y una de las peores del continente africano. Cada par de años alguna autoridad ecuatoguineana advierte que Black Beach está excesivamente lleno, que hay un porcentaje grande de presos que están allí sin condena, sin juicio y sin acusación alguna. Hace unos meses, noticias fiables, hablaban de, en torno, a quinientos presos. Las últimas noticias nos dicen que habrían bajado a menos de 300", ha denunciado la Asociación de Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial (Asodegue).


Citando a fuentes en el país africano, la asociación denuncia que en Black Beach toda la población reclusa está mezclada, con independencia de su condición y clasificación penitenciaria. El número de mujeres presas, si bien puede cambiar de un día para otro, es ahora próximo a las quince, lo que representa aproximadamente un 7% de la población reclusa.


En una de las naves de la cárcel hay una celda específica para mujeres, que dispone de seis literas. Lo que significa que cuando hay más de seis detenidas, una parte de ellas tiene que compartir celda con varones. Cercano a la celda de mujeres hay un baño dedicado a ellas. Es, sin embargo, como todas las instalaciones de la cárcel, "de entrada libre". Cualquier preso o cualquier carcelero puede acceder a él a lo largo del día y a partir de las seis y media de la tarde, cuando el carcelero cierra la puerta de cada nave por fuera y se va, el baño y la celda de las mujeres son de libre acceso a todos los presos de la nave.


"Las mujeres presas se ven, así obligadas, a tener relaciones, ocasionales o no, con presos varones o con sus carceleros. Se han dado casos de violaciones por parte de los estos últimos. Los carceleros son militares (de ambos sexos) pertenecientes a unidades que dependen directamente de la Presidencia de la República", señalan las mismas fuentes.


A través de un comunicado, Asodegue denuncia que las mujeres en Black Beach están sometidas a los mismos castigos físicos que los varones. Es el propio carcelero quien estima si los presos o las presas han tenido un comportamiento inadecuado y se les debe aplicar "una medida disciplinaria". Es él quien decide el número de azotes que se les deben propinar y, en muchos casos, es él mismo quien se los da.


La administración de Black Beach depende de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio de Justicia, Culto e Instituciones Penitenciarias. Sin embargo, la administración directa de la cárcel la llevan militares de unidades especiales que dependen de la Presidencia de la República, concluye el comunicado de la asociación



http://www.afrol.com/es/articulos/37117
manolo pizarro
ABRÓCHENSE LOS CINTURONES

El camarada Valeriano especula con deuda: no hay dinero para las pensiones. La Seguridad Social salva los números rojos porque el Gobierno se juega el dinero de la hucha de las pensiones en la tormenta de deuda pública.

LORENZO RAMÍREZ 20/01/2011 LD.

¡Quién le iba a decir al camarada Valeriano que su ministerio iba a salvar los números de la Seguridad Social especulando en los mercados de deuda pública! Como siempre, la realidad supera a la ficción y el apetito que tienen los inversores internacionales por el riesgo de los bonos españoles (ya saben, los papelitos que Salgado vende en su tenderete todas las semanas) es lo que hace que las maquilladas cifras de la caja destinada a proteger las prestaciones sociales, tenga todavía más ingresos que gastos.

El sistema es sencillo, pero ilegal. En época de Aznar el Gobierno creó un fondo de reserva para proteger a la Seguridad Social de los efectos devastadores del déficit. El objetivo es que este fondo constituyera una hucha de las pensiones que pudiera servir al Estado para financiar el sistema de protección cuando entrara en números rojos. Es una caja en la que el Gobierno debe ir metiendo todos los años el superávit de la Seguridad Social y destinar esos fondos a inversiones totalmente seguras. Para ello creó una Ley que ahora el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha decidido violar.

El Gobierno ha vendido en los últimos meses deuda francesa y alemana que tenía en la hucha de las pensiones para comprar bonos españoles. Es decir, que ha cambiado productos financieros de la máxima calidad por otros de menor solvencia, sacrificando seguridad por rentabilidad. Esto va contra la Ley, que establece que el fondo sólo puede invertir en deuda "que tenga la máxima calidad crediticia", y la española, desde enero de 2009, ya no lo es. Por lo tanto, el Gobierno se juega el dinero de la hucha especulando en los mercados de deuda.

Y ahora, como reflejan hoy en sus portadas los diarios económicos que no pertenecen al Grupo Prisa -es decir, Expansión y El Economista- la Seguridad Social se salva del déficit por los intereses de su fondo, que se han disparado como consecuencia del riesgo de que España coquetee con la suspensión de pagos y deba ser rescatada por las autoridades europeas el FMI. Sin el rendimiento de las reservas, arrojaría unos números rojos de casi 300 millones.

Lo único que separa ahora mismo a la Seguridad Social del vértigo del déficit son los intereses de su Fondo de Reserva. Sólo los 2.661 millones generados por este fondo han permitido a la Seguridad Social presentar en 2010 un superávit de 2.382 millones, ya que la caída respecto al ejercicio anterior ha sido del 72 por ciento. La sangría laboral ha hecho que el número de cotizantes ocupados se redujera en casi 250.000 afiliados, lo que recortó su aportación en 422 millones de euros.

El Economista titula su Editorial: "La Seguridad Social al rojo vivo" expone la situación sin paños calientes: "Es decir, los vaivenes que el mercado ha propinado a las economías en dificultades han elevado el rendimiento de la hucha de las pensiones, invertida en su mayoría en deuda pública nacional, y han evitado que se destapara ya y sin ambages la insostenibilidad de nuestro sistema tal y como está diseñado."

Por su parte, el diario Expansión critica en sus páginas de opinión que ahora el Gobierno vincule la reforma de las pensiones a un pacto energético con los sindicatos para recuperar la energía nuclear. Como lo oyen, resulta que CCOO y UGT podrían aceptar aumentar la edad de jubilación si Zapatero prorroga la vida de las centras nucleares en funcionamiento. En su Editorial, titulado "Nucleares y pensiones, la velocidad y el tocino", el periódico se rasga las vestiduras y califica de "inaudita" la propuesta.

Y éramos pocos y parió la abuela. Va ahora el nuevo presidente de la patronal y suelta que está dispuesto "a lo que haga falta" para cerrar un pacto global sobre la reforma de las pensiones, de la negociación colectiva o la corrección de la reforma laboral. "Incluso, aunque podamos quemarnos, siempre que el Gobierno y los grupos parlamentarios se pongan de acuerdo". Pues muy bien, deje usted que los políticos tomen decisiones económicas y no quedará de España ni el nombre en unos meses.

Por cierto, que el presidente de CEOE ya no se llama "Joan" sino "Juan" Rosell, ya que los diarios han decidido utilizar su nombre en español en lugar de su vertiente catalana. Es algo parecido a lo que le ha pasado a "Carma" Chacón, que ahora vuelve a llamarse Carmen para lavar su imagen de nacionalista al frente del Ministerio de Defensa. La verdad es que nunca he escuchado a un catalanista pedir algo a la opinión pública española en otro idioma que no sea el castellano.

Por supuesto, los periodistas del diario económico de Prisa, Cinco Días, no comparten estas críticas al señor Rosell, y en el Editorial le aplauden por su "sentido de Estado". Es mejor que lo lean ustedes mismos y lleguen a sus propias conclusiones:

"Juan Rosell, el nuevo presidente de la CEOE, satisfizo ayer la expectación despertada ante su primera comparecencia pública tras acceder al cargo. Su discurso rebosó sentido de Estado al solicitar a propios y extraños la responsabilidad que, como dirigentes, les exige la sociedad para desencallar la economía española. El talante constructivo y pactista -como él mismo definió la postura actual de la patronal- es una bocanada de esperanza y confluye con la demanda expresada recientemente por los dirigentes de los sindicatos de un gran pacto de Estado que sirva de revulsivo económico contra la crisis".

http://www.libertaddigital.com/economia/el...nes-1276412326/
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Después nos dicen que ésta crisis la provocan los especuladores, averigua quien especula más con el dinero de nuestras pensiones. Y entrando en la lógica de ZParo: Si un hombre puede jubilarse más tarde ¿Por qué no va a poder hacerlo una central nuclear?

Saludos.
Bruce Beelher
Pekín se convierte en un modelo para el continente



Propone inversiones y crecimiento sin exigir democracia






ÁLVARO DE CÓZAR
Madrid

EL PAÍS
Internacional
21-01-2011





A nadie sorprende ya la glotonería china en África. Desde los ochenta, pero especialmente en la última década, el país asiático ha mostrado un apetito desmesurado por las materias primas del continente; petróleo y gas, pero también madera, productos agrícolas y minerales necesarios para hacer aparatos electrónicos. Las cifras ya sabidas, las únicas disponibles, del FMI, hablan de unas relaciones comerciales que han ido creciendo en los últimos años a una media de un 30% y que probablemente hayan sobrepasado los 100.000 millones de dólares en 2010.



Pero China no parece haber ido a África para hacer negocio y salir corriendo sino para quedarse y llevar un modelo económico que ha sido abrazado por el continente. El Gobierno chino ha alentado a sus ciudadanos a levantar allí su lejano oeste . Unos 500.000 chinos -según los datos de la Asociación de Amistad de los Pueblos Chino y Africano, citados en el libro China en África (Alianza, 2009)-, han emigrado a África para trabajar y ganar más dinero que en su país de origen. Y se han manchado las manos para conseguirlo.



En África, el occidental se queja de todo. De la necesidad de sobornar para hacer negocios, de la cantidad de papeles que hay que entregar para montar una empresa, del calor, las enfermedades, los mosquitos y la corrupción. Los chinos trabajan . Han construido presas, oleoductos y redes de fibra óptica. Han revolucionado el transporte con sus motos de bajo coste, utilizadas como taxis para moverse por todo el continente; han montado hoteles y karaokes. Y todo sin rechistar, a un ritmo lento y silencioso.



Cuando Occidente se ha dado cuenta ya era demasiado tarde. Los africanos habían preferido la humildad china para hacer negocios al paternalismo occidental y todos sus valores. Sin nada de esto, sin hablar ni una palabra de los idiomas autóctonos, sin mezclarse demasiado con la población, pero viviendo muchas veces en las mismas condiciones, China ha hecho negocio con un lenguaje que conoce muy bien, el del color del dinero.



África aplaude esa nueva competencia que combate los monopolios de las colonias. Aunque eso no signifique las cosas mejoren para la población. La mayoría de los países en los que hay presencia china han tenido tasas de crecimiento superiores al 4%, pero la pobreza y el paro siguen siendo extremos en ellos.


El modelo de crecimiento ha casado con los intereses de los gobernantes africanos, quienes no han visto peligrar su silla con exigencias de más democracia. El futuro, más que nunca, pasa por África y los dirigentes lo saben. El ex presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, preparaba así a su país para el nuevo orden mundial: "Nos gustaría que China dirigiera el mundo, y cuando eso ocurra queremos estar justo detrás de vosotros".





http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepiint_7/Tes
Andy Maykuth
Las universidades catalanas mantienen sus ayudas a cinco países africanos pese a la crisis




BARCELONA,
20 Ene
(EUROPA PRESS)



Las siete universidades públicas catalanas y la Oberta de Catalunya (UOC) han reafirmado este jueves su compromiso con la cooperación al desarrollo en Madagascar, Senegal, Mozambique, Guinea Ecuatorial y Camerún a pesar de la crisis económica y la difícil situación financiera que atraviesan.



En rueda de prensa, el secretario ejecutivo de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (Acup), Josep Maria Vilalta, ha presentado el Plan de Cooperación Universitaria para el desarrollo 2011-2015 (CUD) en el que ya llevan dos años trabajando y que se concreta en cuatro proyectos volcados en la gestión, innovación y la investigación, además del refuerzo universitario en Haití -proyecto en el que colaboran con la Obra Social La Caixa-.



Ante la presencia del secretario general de Universidades e Investigación, Antoni Castellà -en su primer acto oficial--, Vilalta ha pedido a las administraciones que incorporen "instrumentos estables" de financiación, ya que en el ámbito de cooperación se trabaja demasiado con convocatorias temporales.



Para Castellà, la cooperación sigue siendo también una de las prioridades a pesar de la crisis y las fuertes restricciones presupuestarias, y ha concretado que la crisis es una oportunidad para "afinar" en las políticas de cooperación.



Señalado el buen estado de salud de las universidades, que obtienen buenos puestos en los rankings, Castellà ha indicado que es preciso entablar un debate para mejorar la eficiencia de las universidades a través de la modificación de su financiación, su gobernanza y de un nuevo mapa de titulaciones.



Tras agradecer la gestión realizada al ex secretario de Cooperación del tripartito, David Minoves, Castellà ha asegurado que el listón de actuaciones ha quedado muy alto, por lo que se ha comprometido a implicar al nuevo Govern en políticas de cooperación en el seno del Consejo Interuniversitario de Catalunya (CIC).



El rector de la Universitat de Barcelona, (UB), Dídac Ramírez, --que ocupa la presidencia de turno de la Acup-- ha celebrado la proyección de este plan -materializado en seis ejes y 26 estrategias-- señalando que esto "hace evidente que la universidad no se reduce a un modelo puramente economicista, sino que va más allá".



http://www.europapress.es/catalunya/notici...0120154115.html
Indalecio
CITA
UpM: los callejones sin salida de una ambición




Larabi Jaidi
Afkar / Ideas Nº 28
12/2010
Universidad Mohamed V.
Rabat



El segundo aplazamiento de la cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UpM), prevista para finales de noviembre, es una muestra de la dificultad para encauzar este proceso por la senda del crecimiento claro, marcado y movilizador. Recordemos el lanzamiento a bombo y platillo que acompañó a su nacimiento en julio de 2008, a principios de la presidencia francesa de la Unión Europea (UE). Sólo hubo comentarios que alababan el éxito diplomático de una iniciativa que debía sacar de su letargo al Proceso de Barcelona. Al cabo de más de dos años, hacer balance de la etapa está justificado ya que parece que hay dudas sobre la capacidad de la UpM para concretar sus ambiciones: entre los bloqueos políticos, las dificultades institucionales y las reticencias veladas de numerosos socios europeos, la UpM se encuentra al borde de un callejón sin salida. Bloqueada al más alto nivel, le falta energía en su base (en cuanto a los proyectos), lo que limita de facto su evolución y la confianza en una verdadera eficacia y credibilidad de la institución. Si bien la manera de llevar a cabo los proyectos y la prevalencia de lo económico eran los vectores de la reactivación del dossier euromediterráneo, el ejercicio de esa decisión exigía un entorno político favorable y libre de esas aporías que perturban la confianza de los actores. Pero no se tuvieron en cuenta los diferentes factores del conflicto palestino-israelí y del juego de suma cero de los protagonistas. ¿Está condenado para siempre el proyecto o se enfrenta a una fase transitoria de turbulencias?




Crispación política y descontrol institucional




El primer aplazamiento se produjo en un contexto de relaciones tensas entre israelíes y palestinos. El cielo de Oriente Próximo no se despejó. La principal dificultad de la UpM estriba en efecto en el callejón sin salida del conflicto palestino-israelí y en las crispaciones que esto genera. Dos hechos han asestado un duro golpe a la UpM desde su creación, a saber, el ataque contra Gaza y la llegada al gobierno israelí de Benjamín Netanyahu.


La UE no podía permanecer cruzada de brazos en el proceso de paz de Oriente Próximo, al igual que Estados Unidos. Era claramente necesario que adoptara una postura. El presidente Nicolas Sarkozy consideraba que este asunto podría seguir adelante gracias a una multiplicación de los proyectos y de la cooperación económica que favoreciese un nuevo acercamiento entre el mundo árabe, los palestinos y los israelíes. Nada de eso: mientras que no se resuelva políticamente este conflicto mediante la reactivación y la conclusión de un proceso de paz, será muy difícil poner en práctica el proyecto euromediterráneo. Estos trágicos acontecimientos han dejado aparcada la UpM durante un tiempo. El bloqueo del proceso de paz en Oriente Próximo ha repercutido en las cuestiones técnicas. No obstante, el malestar existe realmente. El fracaso de la conferencia ministerial sobre el Agua, celebrada el 13 de abril de 2010 en Barcelona, ilustra esta realidad. Esta reunión debía conducir a la aprobación de una estrategia para el agua en el Mediterráneo, con el fin de garantizar un acceso equitativo a este bien escaso en la región y evitar que se convierta en motivo de conflictos futuros. Sin embargo, no ha llevado a ningún acuerdo político. No obstante, el conflicto palestino-israelí no ha sido el factor exclusivo del bloqueo ya que las cuestiones de los ríos transfronterizos en Turquía también contribuyeron al fracaso de esta reunión.


Hoy, la UE está desacreditada, algo a lo que ha contribuido considerablemente su incapacidad para ser un actor político en la región. Así, el empeoramiento de la situación palestino-israelí sigue siendo un factor importante del que pueden valerse los gobiernos árabes que tratan de poner de manifiesto la existencia de “contradicciones europeas”, sin preguntarse sobre sus propias divisiones. Los países árabes ven difícil avenirse seriamente con una UE que no tiene unas líneas políticas y diplomáticas claras y que con frecuencia se encuentra enzarzada en las contradicciones de sus 27 agendas nacionales.


El conflicto político no es el único factor que explica el estancamiento del proyecto. La gobernanza del proceso, copresidido desde julio de 2008 por Francia y Egipto, adolece de algunos fallos. En la cumbre de noviembre se debían nombrar los futuros copresidentes. Esta decisión iba a tomarse “por consenso”, y no por unanimidad. La cumbre también debía regular las modalidades de la presidencia rotatoria. Con la reanudación de sus trabajos en el verano de 2009, parecía que la UpM empezaba a salir de su letargo. El establecimiento de un Secretariado permanente en Barcelona el 4 de marzo de 2010 debía insuflar nuevos aires a la organización. Esta estructura permanente, compuesta por un secretario general y seis secretarios generales adjuntos, entre los que se incluye, por primera vez, a un palestino y a un israelí, representa a partir de ahora a la UpM.


A pesar de la puesta en marcha de un Secretariado y de la definición de proyectos concretos, en los debates han salido a relucir numerosas cuestiones sensibles, lo que ha dejado de momento poca libertad para el desarrollo de las acciones de la UpM: las negociaciones para ultimar los estatutos de su Secretariado, las tensiones sobre el número de funcionarios por delegación, el problema del presupuesto de 10 millones de euros y las reticencias de algunos Estados como Reino Unido a aportar sumas más importantes que las ya satisfechas en el marco de Euromed. Estas diferentes modalidades se tendrían que haber resuelto antes de la cumbre. Pero la apuesta de la implicación de los socios de la ribera sur todavía no se ha ganado. La UpM ha inventado un nuevo modo de funcionamiento, la gestión conjunta de un proceso. Si bien esto es más ambicioso y conlleva una mayor responsabilidad, también es más complicado de poner en práctica. Los encuentros y las reuniones no han suscitado mucha movilización (en noviembre de 2009, sólo cinco miembros estuvieron presentes en la reunión de El Cairo). El ausentismo a veces clamoroso en las reuniones también es una debilidad.




Proyectos faltos de recursos financieros





Se han aprobado seis proyectos estructurantes (descontaminación del Mediterráneo, autopistas del mar y terrestres, protección civil, plan solar, enseñanza superior e investigación y la iniciativa para el desarrollo de las empresas). Los seis proyectos ratificados en la cumbre de París en julio de 2008 fueron confirmados, pero su financiación sigue dependiendo de la evolución favorable del entorno político y financiero. En julio de 2009, en vísperas del primer aniversario, la Comisión Europea realizó un gesto político al reforzar su contribución a los proyectos prioritarios. Se han destinado 72 millones de euros para el periodo 2009-2010 a los ámbitos de intervención considerados prioritarios. Una parte de los fondos ha servido para financiar el funcionamiento del Secretariado de la UpM. Esta contribución sitúa en 90 millones de euros el presupuesto comunitario total asignado desde julio de 2008 a las prioridades establecidas por la UpM. Dicho de otra manera, según Pierre Verluise, la contribución de la Comisión Europea desde julio de 2008 hasta finales de 2010 sería inferior al presupuesto plurianual para la renovación del zoo de Vincennes (citado en L’Union pour la Méditerranée deux ans après le Sommet de Paris, junio de 2010). Aparte de los gastos de funcionamiento del Secretariado General de la UpM, se han reservado recursos para la Facilidad Euromediterránea de Inversión y Asociación (Femip: 32 millones de euros); el medio ambiente y la descontaminación del Mediterráneo (22 millones de euros); las autopistas del mar (un millón de euros); y la enseñanza superior y la investigación (Universidad Euromediterránea en Eslovenia: un millón de euros).


En mayo de 2010, en el segundo aniversario de la UpM, cuando el proyecto sufría su primera crisis, la Caisse Française des Dépôts et Consignations (CDC) y sus homólogas italiana, marroquí y egipcia, anunciaron el lanzamiento de un fondo de inversión de 385 millones de euros, bautizado como InfraMed. Se trata de un incentivo para la financiación y la puesta en práctica de proyectos concretos en la zona mediterránea, en los sectores relacionados con las prioridades definidas por la Declaración de París como infraestructuras en materia de transportes y energía. Este proyecto fue lanzado conjuntamente por la CDC (que aporta 150 millones de euros), la Cassa Depositi e Prestiti italiana (150 millones de euros), la Caisse des Dépôts et de Gestion de Marruecos (20 millones de euros) y Egipto (EFG Hermes 15 millones de euros), así como el Banco Europeo de Inversiones-BEI (que aportará 50 millones de euros). Este fondo debería permitir la obtención de capital privado para financiar proyectos en el conjunto de los 43 Estados miembros de la UpM (InfraMed Infrastructure asignaría por lo menos el 20% de sus compromisos a unas inversiones situadas en Marruecos y Egipto, junto a los fondos de inversión que se crearán por iniciativa de EFG “InfraEgypt” y de la CDG “InfraMaroc”). Los iniciadores deseaban que otros países europeos siguieran al dúo franco-italiano. La Caisse des Dépôts presenta InfraMed como el “Fondo [...] más importante dedicado a las inversiones en infraestructuras de las riberas meridionales y orientales del Mediterráneo...


Este fondo debería movilizar 1.000 millones de euros a largo plazo”. Si este hecho se produjera, la importancia de la UpM cambiaría. Esta iniciativa viene a recordar que si bien parece que la UpM despega al final de su segundo año, también se debe a que los inversores franceses, italianos, marroquíes y egipcios han completado los medios – relativamente limitados – de la UE (Comisión, BEI).



Parece que la crisis financiera, por su parte, perturba menos el avance de las operaciones. Su impacto es, por el momento, difícil de evaluar. Las financiaciones de los proyectos se negocian individualmente. El objetivo de la descontaminación del Mediterráneo cuenta, por ejemplo, con más de 130 proyectos. De estas iniciativas, 44 de ellas disponen de financiación del BEI, repartida entre Argelia, Egipto, Israel, Líbano, Marruecos, la Autoridad Palestina, Siria y Túnez. El BEI, además de encargarse de la financiación de las autopistas del mar y del plan solar, se asegura que la crisis financiera no cambie en nada la financiación que se debe conceder a una parte de los proyectos. Incluso podría beneficiar a la UpM, que podría iniciar un mayor número de proyectos recurriendo a la colaboración entre el sector público y el privado, una de las formas de financiación privilegiada, contemplada en este marco.


A los seis proyectos adjuntados a la Declaración del 13 de julio, se han sumado los ya iniciados anteriormente con el Proceso de Barcelona (también llamado Euromed): desde proyectos relacionados con la sociedad de la información, pasando por el desarrollo urbano y la descontaminación del Mediterráneo hasta los relacionados con el turismo, la sanidad y el desarrollo humano. Los que concibieron el proceso ven en esta abundancia de “ideas de proyectos” una forma de hacer que los Estados trabajen juntos para superar los antagonismos regionales.




Perspectivas: ¿cobrará impulso finalmente la UpM?





La UpM se lanzó como respuesta al balance más bien mitigado del Partenariado Euromediterráneo en sus aspectos multilateral y subregional. Aunque la iniciativa francesa haya tenido lugar fuera del engranaje comunitario, la decisión de encuadrarla dentro de la continuidad del Proceso de Barcelona podría contribuir al desbloqueo político de este proceso. La UpM daba una nueva oportunidad a las dimensiones regional y multilateral de la cooperación euromediterránea, debido a que la política europea de vecindad (PEV), anclada en sus principios de condicionalidad y de diferenciación selectiva, también estaba enredada en su dimensión bilateral y carecía de ambición regional. Su futuro se encuentra irremediablemente vinculado a la evolución de los tres apartados que constituyen su estructura y ambición



En primer lugar, está el apartado político.



El contexto en el que la UpM cobró forma sigue marcado por los conflictos y las tensiones políticas que han alimentado una crisis de confianza en ambas partes. Estos conflictos han retrasado considerablemente la puesta en marcha de la UpM desde la cumbre de París y han contribuido a su parálisis institucional. El informe del Parlamento Europeo sobre la UpM recuerda que “la vocación primaria de la UpM no es la de resolver los conflictos que enfrentan a sus miembros desde hace años. Las tensiones políticas y los conflictos regionales no deben frenar la posibilidad de avanzar concretamente hacia una cooperación sectorial y multilateral”. (Vincent Peillon: Rapport sur l’Union pour la Méditerranée. Comisión de Asuntos Exteriores. 3/5/2010). Pero, ¿es posible desvincular lo político de lo económico con esta forma de actuar? Los que concibieron el proceso ven en esta abundancia de “proyectos concretos” una forma de hacer que los Estados trabajen juntos para superar los antagonismos políticos regionales. Repiten en una declaración tras otra que hay que seguir avanzando precisamente porque existe un conflicto y recuerdan a quien quiera escucharles el ejemplo de la CECA. Pero se olvidan de precisar que la CECA es un proyecto que no pudo iniciarse hasta que se firmó un acuerdo político entre Francia y Alemania.


Algunos defienden que la futura dinámica de la UpM se base en una geometría variable. Dicho de otra manera, hay que incitar a los países que desean trabajar juntos a emprender proyectos de interés común y crear así una fuerza de atracción para aquellos que quieran unirse al movimiento en una segunda fase. Se corre el riesgo de que se reproduzca una forma de actuar que la PEV ya abrazó sin que por ello lograra impregnar la dinámica global del proceso de cooperación.




A continuación el apartado institucional.





Una de las condiciones para el futuro éxito de la UpM es hacer que su funcionamiento resulte comprensible y operativo. Estas transparencia y eficacia garantizarán unos resultados tangibles, medibles y apreciables para los actores involucrados (empresas, organizaciones profesionales, colectividades locales, sociedad civil). El Secretariado General está llamado a convertirse en la pieza clave del dispositivo. Su eficacia dependerá no solo de la capacidad de su personal para trabajar de manera autónoma, sino sobre todo de una delimitación clara de sus competencias y de una buena cooperación con la Comisión.


Más allá del encauzamiento de los órganos actuales, la UpM sólo puede pretender que los actores adopten sus ambiciones si asocia a estos procesos de concertación y de decisión otras instituciones representativas de las fuerzas regionales económicas, sociales y políticas. Por tanto, habría que reforzar el dispositivo institucional actual y equilibrarlo, involucrando más y mejor a los Parlamentos de la región, a las autoridades locales y regionales y a la sociedad civil. La Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM) es una institución imprescindible para garantizar el seguimiento regular de los proyectos. En cuanto a la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM), puede crear unos apoyos básicos para el surgimiento de nuevas políticas territoriales. También hay que animar a los colaboradores sociales y a las numerosas redes profesionales y socioprofesionales desarrolladas en el marco del Partenariado Euromediterráneo, a asociarse en el mayor número posible de actividades y de proyectos de la UpM.



Y por último, la financiación de los proyectos.




Varios de los seis proyectos estratégicos y horizontales que responden a unos retos regionales importantes ya forman parte del Partenariado Euromediterráneo (descontaminación del mar, transportes, energías renovables, educación, pequeñas y medianas empresas y protección civil). Por tanto, el pragmatismo llama a actuar sobre las complementariedades y encontrar unas buenas escalas de coordinación y de movilización política entre los niveles europeo y euromediterráneo. Para dotar al enfoque del proyecto de una impronta verdaderamente UpM, es necesario que unos nuevos proyectos vean la luz (el Parlamento Europeo ha propuesto crear proyectos en el marco de la UpM como un Erasmus juvenil euromediterráneo, añadir un apartado cultural y cooperar en materia alimentaria y agrícola).


La financiación de los proyectos previstos se basa en la creación de fondos públicos y privados que hay que perpetuar. La aportación financiera de la UE debe realizarse sin perjudicar a los programas regionales euromediterráneos en curso previstos en las perspectivas financieras para 2007-2013. También habría que tener una idea de los medios que se dedicarán a reforzar la UpM en las nuevas perspectivas financieras 2014-2020.


Por otra parte, se tienen que crear sinergias en torno a los grandes proyectos a los que contribuyen las instituciones financieras nacionales y europeas (BEI/Femip, BERD) e internacionales (Banco Mundial) que trabajan en la región. La creación prevista de un banco euromediterráneo de inversiones y desarrollo puede contribuir a la movilización de recursos. El reciente lanzamiento de un fondo de inversión destinado a la financiación de proyectos es una buena señal precursora. Las iniciativas privadas de este tipo se encuentran lastradas por la heterogeneidad y el carácter bilateral de los acuerdos que protegen las inversiones. La mejora del entorno jurídico y económico de los terceros países podría contribuir a la creación de instituciones financieras regionales viables y creíbles con el fin de atraer inversiones extranjeras. La aprobación de unas normas de protección de las inversiones comunes en todos los países de la ribera sur así como la creación de un sistema de seguro y garantía financiera permitirían armonizar y mejorar esta protección. Asimismo, la canalización de las remesas de los emigrantes reviste una importancia capital en la aportación de las fuentes de financiación asignadas a los proyectos.



Conclusión




A juzgar por los elementos significativos del contexto actual, no resulta grandilocuente afirmar que Europa y sus vecinos del sur y este del Mediterráneo se encuentran hoy en un momento crucial de su historia común. Sin el espíritu responsable y constructivo de las distintas partes involucradas, será difícil impulsar la UpM y responder de manera conjunta y solidaria a los grandes desafíos mundiales. El nuevo aplazamiento de la cumbre amenaza con comprometer seriamente el futuro desarrollo de una iniciativa loable, a la que le cuesta ponerse en marcha. No sería de extrañar que la realización de proyectos integradores elaborados trabajosamente por los que han concebido la UpM se encuentre comprometida. La UE se sentiría reconfortada con su visión del Este y su preferencia por los países europeos de la vecindad y los nuevos miembros encontrarían en ello una justificación para tratar de atraer hacia ellos los ya de por sí escasos medios financieros del presupuesto europeo. La dinámica de los países del sur y este del Mediterráneo, lastrada por los conflictos regionales, permanecerá encajada en la dimensión bilateral de sus relaciones con la UE. En cuanto a los objetivos de seguridad común, solidaridad y paz en el Mediterráneo, quedarán aplazados hasta el día del juicio final y sometidos a los avatares y riesgos del entorno.


http://www.afkar-ideas.com/article/?id=4512





CITA
L’UpM : les impasses d’une ambition



Larabi Jaidi
Nº28 - Diciembre 2010
Université Mohamed V.
Rabat




Le nouveau report du sommet risque de compromettre sérieusement le futur développement d’une initiative louable, qui peine à se mettre en route.


Le deuxième report du sommet de l’Union pour la Méditerranée (UpM), prévu pour la fin de novembre, est un indice de la difficulté à asseoir ce processus sur une chemin de croissance claire, balisé et mobilisateur. Rappelons-nous du lancement en grande pompe qui avait accompagné sa naissance en juillet 2008, au début de la présidence française de l’Union européenne (UE). Il n’y avait de commentaires que pour chanter le succès diplomatique d’une initiative qui devait faire sortir le Processus de Barcelone de sa léthargie. Plus de deux ans après, il est légitime d’esquisser un bilan d’étape. Car, les doutes semblent s’installer sur la capacité de l’UpM à concrétiser ses ambitions: entre blocages politiques, difficultés institutionnelles et réticences voilées de nombreux partenaires européens, l’UpM est au bord de l’impasse. Bloquée au plus haut niveau, elle s’en retrouve sans ressort à sa base (au niveau des projets), limitant de facto leur évolution et la confiance en une réelle efficacité et crédibilité de l’institution. Autant la démarche des projets, du primat de l’économique étaient les vecteurs d’une relance de l’euroméditerranée, autant l’exercice de ce choix exigeait un environnement politique favorable, débarrassé de ces apories qui perturbent la confiance des acteurs. Mais c’était sans compter sur la surdétermination du conflit israélo-palestinien et du jeu à somme nulle des protagonistes. Le projet est-il condamné à jamais ou fait-il face à une phase transitoire de turbulences ?



La crispation politique et le cafouillage institutionnel



Le premier report est intervenu dans un contexte de relations tendues entre Israéliens et Palestiniens. Le ciel du Proche-Orient ne s’est pas éclairci. La difficulté majeure de l’UpM réside en effet dans l’impasse du conflit israélo-palestinien et les crispations que cela engendre. Deux événements ont porté selon lui un coup dur à l’UpM depuis sa création, à savoir l’attaque contre Gaza et l’accession à la tête du gouvernement israélien de Benyamin Netanyahou.



L’UE ne pouvait pas rester passive dans le processus de paix au Proche-Orient, à l’instar des États-Unis. Il fallait très clairement qu’elle prenne position. Le président Nicolas Sarkozy considérait que ce dossier pourrait être dépassé dans les faits par la multiplication des projets et des coopérations économiques favorisant une nouvelle approche entre monde arabe, Palestiniens et Israéliens. Il n’en est rien : tant que ce conflit ne sera pas politiquement réglé par la réactivation et la conclusion d’un processus de paix, le projet euroméditerranéen aura les pires difficultés à être pratiquement mis en œuvre. Ces tragiques événements ont mis l’UpM en veilleuse pour une durée. Le blocage du processus de paix au Proche-Orient a rejailli sur les questions techniques. Néanmoins, le malaise est bel et bien là. L’échec de la conférence ministérielle sur l’Eau qui s’est tenue le 13 avril 2010 à Barcelone illustre cette réalité. Cette réunion devait déboucher sur l’adoption d’une stratégie pour l’eau en Méditerranée, afin de garantir un accès équitable à cette denrée rare dans la région et d’éviter qu’elle ne devienne l’enjeu de nouveaux conflits à l’avenir. Elle n’aura cependant mené à aucun accord politique. Toutefois, le conflit israélo-palestinien n’avait pas été le facteur exclusif de blocage, les questions des cours d’eaux transfrontaliers en Turquie ayant également conduit à l’échec de cette réunion.



L’UE est décrédibilisée aujourd’hui, chose qu’a favorisé pour beaucoup son incapacité à être un acteur politique dans la région. Ainsi, le pourrissement de la situation israélo-palestinienne incarne toujours aussi bien un facteur majeur apte à être approprié par les gouvernements arabes cherchant à pointer l’existence de « contradictions européennes », sans s’interroger eux-mêmes sur leurs divisions. Les pays arabes voient mal comment composer sérieusement avec une UE qui n’a pas de lignes politique et diplomatique claires, empêtrée qu’elle est le plus souvent dans les contradictions de ses 27 agendas nationaux.



Le conflit politique n’est pas le seul facteur explicatif du piétinement du projet. La gouvernance du processus, co-présidé depuis juillet 2008 par la France et l’Égypte, souffre de quelques défaillances. Le sommet de novembre devait nommer les futurs co-présidents. Cette décision serait prise par consensus, et non à l’unanimité. Le sommet devrait régler aussi les modalités de la présidence tournante. Avec la reprise de ses travaux en l’été 2009, l’UpM semblait commencer à sortir de sa léthargie. L’installation d’un Secrétariat permanent le 4 mars 2010 à Barcelone devait insuffler un souffle nouveau à l’organisation. Cette structure permanente, composée d’un secrétaire général et de six secrétaires généraux adjoints, dont, pour la première fois, un Palestinien et un Israélien, incarne désormais l’UpM.


Malgré la mise en place d’un Secrétariat et la définition de projets concrets, de nombreuses questions sensibles ont cristallisé les débats, laissant peu de latitude pour le moment aux développements des actions de l’UpM : les tractations sur la finalisation des statuts de son Secrétariat, les tensions sur la question du nombre de fonctionnaires par délégations, celle du budget de 10 millions d’euros, les réticences de certains États comme le Royaume Uni à engager des sommes plus importantes que celles versées dans le cadre d’Euromed. Ces différentes modalités auraient dû être tranchées avant le sommet. Mais le pari de l’implication des partenaires de la rive sud n’est pas encore gagné. L’UpM a inventé un nouveau mode de fonctionnement, la cogestion d’un processus. Si cela est plus ambitieux, plus responsabilisant, c’est aussi plus compliqué à mettre en œuvre. Les rencontres et les réunions ont suscité peu de mobilisation (en novembre 2009, seuls cinq membres étaient présents à la réunion du Caire). L’absentéisme parfois criant lors des réunions de l’organisation est également une faiblesse.


Des projets en mal de ressources financières



Six projets structurants ont été retenus (dépollution de la Méditerranée, autoroutes de la mer et autoroutes terrestres, protection civile, plan solaire, enseignement supérieur et recherche, initiative de développement des entreprises). Les six projets validés lors du sommet de Paris du mois de juillet 2008 ont bien été confirmés, mais leur financement reste toujours assujetti à une évolution favorable de l’environnement politique et financier. En juillet 2009, à la veille du premier anniversaire, la Commission européenne avait fait un geste politique en renforçant sa contribution aux projets identifiés. 72 millions d’euros ont été affectés, pour la période 2009-2010 aux domaines d’intervention jugés prioritaires. Une partie des fonds a servi à soutenir le fonctionnement du Secrétariat de l’UpM. Cette contribution porte à 90 millions d’euros le budget communautaire total alloué, depuis juillet 2008, aux priorités recensées par l’UpM. Autrement dit, selon Pierre Verluise, la contribution de la Commission européenne de juillet 2008 à fin 2010 serait inférieure au budget pluriannuel de rénovation du zoo de Vincennes (cité dans L’Union pour la Méditerranée deux ans après le Sommet de Paris. Juin 2010). Mis à part les frais de fonctionnement du Secrétariat général de l’UpM, les ressources ont été réservées à la Facilité euroméditerranéenne d’investissement et de partenariat (Femip : 32 millions d’euros), à l’environnement-dépollution de la Méditerranée (22 millions d’euros), aux autoroutes de la mer (un millions d’euros) et à l’Enseignement supérieur et recherche (Université euroméditerranéenne en Slovénie : un million d’euros).



En mai 2010, au deuxième anniversaire de l’UpM, alors que le projet traversait sa première crise, la Caisse Française des dépôts et consignations (CDC), et ses homologues italienne, marocaine et égyptienne avaient annoncé le lancement d’un fonds d’investissement de 385 millions d’euros, baptisé InfraMed. Il s’agit d’un levier pour le financement et la mise en œuvre de projets concrets dans la zone méditerranéenne, dans des secteurs relevant des priorités définies par la Déclaration de Paris, telles que les infrastructures en matière de transports et l’énergie. Ce projet est lancé conjointement par la CDC (qui contribue à l’hauteur de 150 millions d’euros), la Cassa Depositi e Prestiti italienne (150 millions d’euros), la Caisse des dépôts et de gestion du Maroc (20 millions d’euros) et l’Égypte (EFG Hermes 15 millions d’euros), ainsi que la Banque européenne d’investissement-BEI (qui apportera 50 millions d’euros). Ce fonds devrait permettre de lever des capitaux privés pour financer des projets dans l’ensemble des 43 États membres de l’UpM. (InfraMed Infrastructure allouerait au moins 20 % de ses engagements à des investissements situés respectivement au Maroc et en Égypte, aux côtés de fonds d’investissements qui seront créés à l’initiative d’EFG « InfraEgypt » et de la CDG « InfraMaroc »). Les initiateurs souhaitaient que le couple franco-italien soit suivi par d’autres pays européens. La Caisse des dépôts présente InfraMed comme le « Fonds […] le plus important voué aux investissements dans les infrastructures des rives méridionales et orientales de la Méditerranée… ».


Ce fonds « devrait mobiliser un milliard d’euros à terme ». Si cette éventualité se réalisait, l’UpM changerait d’ampleur. Cette initiative vient rappeler que si l’UpM semble décoller au terme de sa deuxième année, c’est aussi parce que des investisseurs français, italiens, marocains et égyptiens sont venu.s compléter les moyens – relativement limités – de l’UE (Commission, BEI).



La crise financière, elle, semble beaucoup moins perturber l’avancée des opérations. Son impact est, pour l’instant, difficilement évaluable. Les financements des projets sont en effet négociés individuellement. L’objectif de dépollution de la Méditerranée compte, par exemple, plus de 130 projets. Sur ces initiatives, 44 d’entre elles bénéficient d’un financement de la BEI, répartis entre l’Algérie, l’Égypte, Israël, le Liban, le Maroc, l’Autorité palestinienne, la Syrie et la Tunisie).?À la BEI, également chargée du financement des autoroutes de la mer et du plan solaire, on assure que la crise financière ne change rien aux financements qui doivent être attribués à une partie des projets. Elle pourrait même profiter à l’UpM qui pourrait engager davantage de projets en recourant à des partenariats public-privé, l’une des formes de financement privilégié, envisagée dans ce cadre. ??

Aux six projets annexés à la déclaration du 13 juillet, se sont ajoutés les projets déjà initiés auparavant par le Processus de Barcelone (dit aussi Euromed) : des projets relatifs à la société de l’information, au développement urbain, à la dépollution de la Méditerranée en passant par le tourisme, la santé, le développement humain. Les concepteurs du processus voient dans ce foisonnement « d’idées de projets » une manière de faire travailler les États ensemble pour dépasser les antagonismes régionaux.



Perspectives : l’UpM prendra-t-elle enfin son élan ?





L’UpM a été lancée en réaction au bilan bien maigre du Partenariat euroméditerranéen dans sa dimension multilatérale et sous-régional. Même si l’initiative française s’est faite en dehors des rouages communautaires, la décision de l’inscrire dans la continuité du Processus de Barcelone pouvait contribuer au déblocage politique de ce processus. L’UpM offrait une nouvelle opportunité aux dimensions régionales et multilatérales de la coopération euroméditerranéenne, d’autant plus que la politique européenne de voisinnage (PEV), ancrée dans ses principes de conditionnalité et de différenciation sélective était aussi empêtrée dans sa dimension bilatérale et manquait d’ambition régionale. Son avenir est irrémédiablement lié à l’évolution des trois volets constitutifs de son architecture et de son ambition.



Tout d’abord, le volet politique




Le contexte dans lequel l’UpM a pris forme reste marqué par des conflits et des tensions politiques qui ont nourri une crise de confiance de part et d’autre. Ces conflits ont considérablement ralenti la mise sur pied de l’UpM, depuis le sommet de Paris, contribuant à sa paralysie institutionnelle. Le rapport du Parlement européen sur l’UpM rappelle que « la vocation première de l’UpM n’est pas de résoudre les conflits qui opposent ses membres depuis des années. Les tensions politiques et les conflits régionaux ne doivent pas freiner la possibilité d’avancer concrètement vers des coopérations sectorielles et multilatérales ». (Vincent Peillon : Rapport sur l’Union pour la Méditerranée. Commission des Affaires étrangères. 3/5/2010). Mais, est-il possible de parvenir à découpler le politique de l’économique dans cette démarche ? Les concepteurs du processus voient dans ce foisonnement de « projets concrets » une manière de faire travailler les États ensemble pour dépasser les antagonismes politiques régionaux. On assène à coups de déclarations que c’est précisément parce qu’il y a un conflit qu’il faut continuer à avancer et on rappelle à qui veut l’entendre l’exemple de la CECA. Mais on oublie de préciser que la CECA est un projet qui n’a pu être initié qu’une fois un accord politique conclu entre la France et l’Allemagne.


D’aucuns préconisent d’asseoir la future dynamique de l’UpM sur une géométrie variable. Autrement dit, inciter les pays qui souhaitent travailler ensemble de lancer des projets d’intérêt commun, créant ainsi une force d’attraction pour ceux qui voudraient rejoindre le mouvement dans une seconde phase. Le risque est de reproduire une démarche que la PEV a épousé sans pour autant parvenir à imprégner la dynamique globale du processus de coopération.


Ensuite le volet institutionnel




Une des conditions de la réussite future de l’UpM est de rendre son fonctionnement compréhensible et opérationnel. C’est cette transparence et efficacité qui garantiront des résultats tangibles, mesurables et appréciables par les acteurs impliqués (entreprises, organisations professionnelles, collectivités locales, société civile). Le Secrétariat général est appelé à devenir la cheville ouvrière du dispositif. Son efficacité dépendra non seulement de la capacité de son personnel à travailler de manière autonome mais aussi et surtout d’une délimitation claire de ses compétences et d’une bonne coopération avec la Commission. Au delà de la mise sur rail des instances actuelles, l’UpM ne peut prétendre à une véritable appropriation de ses ambitions par les acteurs que si elle associe à ses processus de concertation et de décision d’autres institutions représentatives des forces économiques, sociales et politiques régionales. Aussi faudrait-il renforcer le dispositif institutionnel actuel, l’équilibrer en impliquant plus et mieux les Parlements de la région, les autorités locales et régionales et la société civile. L’Assemblée des Parlements euroméditerranéens (APEM), est une institution incontournable pour assurer un suivi régulier des projets. Quant à l’Assemblée régionale et locale euroméditerranéenne (ARLEM), elle peut constituer des relais d’accompagnement essentiels à l’émergence de nouvelles politiques territoriales. Les partenaires sociaux et les nombreux réseaux professionnels et socio-professionnels développés dans le cadre du Partenariat euroméditerranéen doivent être aussi encouragés à s’associer au maximum des activités et des projets de l’UpM.



Enfin, le volet du financement des projets






Sur les six grands projets stratégiques et horizontaux répondant à des défis régionaux majeurs, plusieurs font déjà partie du Partenariat euroméditerranéen (la dépollution de la mer, les transports, les énergies renouvelables, l’éducation, les petites et moyennes entreprises, la protection civile). Le pragmatisme commande donc d’agir sur « les complémentarités et de trouver les bonnes échelles de coordination et de mobilisation politique entre les niveaux européens et euroméditerranéens ». Pour marquer l’approche du projet d’une empreinte réellement UpM, il est nécessaire que de nouveaux projets voient le jour (le Parlement européen a proposé la mise sur pied dans le cadre de l’UpM de projets tels un Erasmus junior euroméditerranéen, l’ajout d’un volet culturel, la coopération en matière alimentaire et agricole).


Le financement des projets prévus repose sur des montages de fonds publics et privés qu’il faut pérenniser. L’apport financier de l’UE doit se faire sans porter préjudice aux programmes régionaux euroméditerranéens en cours, prévus dans les perspectives financières 2007-2013. Il faudrait aussi avoir une visibilité sur les moyens qui seront destinés à renforcer l’UpM dans les nouvelles perspectives financières 2014-2020.
D’un autre côté, des synergies doivent être dégagées autour des grands projets auxquels contribuent les institutions financières nationales et européennes (BEI-Femip, BERD) et internationales (Banque mondiale) opérant dans la région. La création envisagée d’une banque euroméditerranéenne d’investissement et de développement est susceptible de contribuer à la mobilisation des ressources. Le lancement récent de fonds d’investissement destinés au financement de projets est un bon signe précurseur. Des initiatives privées de cette nature sont handicapées par l’hétérogénéité et le caractère bilatéral des accords protégeant les investissements. L’amélioration de l’environnement juridique et économique des pays tiers, pourrait contribuer à la mise en place d’institutions financières régionales viables et crédibles, à même d’attirer les investissements étrangers. L’adoption d’une charte de protection des investissements commune aux pays de la rive sud ainsi que la création d’un système d’assurance et de garantie financière permettraient d’harmoniser et d’améliorer cette protection. De même, la canalisation des transferts des migrants revêt une importance majeure dans l’apport des sources de financement affectées aux projets.



Conclusion




À la lecture des éléments significatifs du contexte actuel, il n’est pas grandiloquent d’affirmer que l’Europe et ses voisins au sud et à l’est de la Méditerranée sont aujourd’hui à un tournant de leur histoire commune. Sans un esprit responsable et constructif des différentes parties prenantes, il sera difficile de donner un élan à l’UpM et de répondre ensemble et solidairement aux grands défis globaux. Le nouveau report du sommet risque de compromettre sérieusement le futur développement d’une initiative louable, qui peine à se mettre en route. Il ne serait pas étonnant que la réalisation des projets intégrateurs laborieusement montés par les concepteurs de l’UpM soit compromise. L’UE serait confortée dans son prisme de l’Est et sa préférence pour les pays européens du voisinage, les nouveaux adhérents y trouveront un justificatif pour tenter de drainer en leur faveur les déjà maigres moyens financiers du budget européen. La dynamique des pays du sud et de l’est de la Méditerranée, plombée par les conflits régionaux, restera encastrée dans la dimension bilatérale de ses relations avec l’UE. Quant aux objectifs de sécurité commune, de solidarité et de paix en Méditerranée, ils seront reportés aux calendres grecs et soumis aux aléas et risques de l’environnement.
Pepin
África: una visión optimista



Manuel de la Rocha Vázquez y Laura Gómez Climent

Economía Exterior 55


Manuel de la Rocha Vázquez, economista, es coordinador del Panel África de la Fundación Alternativas.

Laura Gómez es miembro de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administraciones y Políticas Públicas (FIIAPP)




Hace 20 años África presentaba enormes desequilibrios macroeconómicos, con niveles gigantescos de endeudamiento y déficit presupuestarios, tasas de inflación de dos dígitos y mercados negros florecientes. Desde finales de los noventa se recuperan altas tasas de crecimiento.


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) tienen ya 10 años y solo quedan cinco para alcanzar el horizonte marcado para lograr su consecución: 2015. Con motivo de este aniversario, en septiembre de 2010 tuvo lugar la cumbre de las Naciones Unidas sobre los ODM.


En sus conclusiones se reconoce la necesidad de prestar una mayor atención a África, como uno de los continentes más afectados por la crisis económica y financiera. Asimismo, la declaración final señala que aunque algunos países africanos han logrado progresos significativos, la situación en otros sigue siendo un motivo de grave preocupación.


Esta mayor atención hacia el desarrollo de África en comparación con el resto de las regiones, requiere que se revise su evolución en los últimos años, de los logros conquistados, y de las propuestas que están surgiendo sobre cuáles son los elementos necesarios para acelerar el progreso de este continente hacia los ODM.


En 2000, cuando se lanzaron los ODM, éstos generaron gran optimismo en torno a la promesa de todos los países del mundo de reducir drásticamente la pobreza para 2015 y en todo el mundo, pero especialmente en África, que era el continente más atrasado. Diez años después, ¿persiste ese optimismo en relación a África? ¿Está África cerca de lograr estos objetivos? ¿De qué manera puede hacerlo?



Evolución económica de África 2000-2010




La región subsahariana es citada con frecuencia como el máximo ejemplo de pobreza y marginación. La afirmación de que la zona no alcanzará los ODM ha sido repetida con insistencia y argumentos que han servido generalmente para atraer más ayuda. Sin embargo, esta forma de presentar a África, según argumentan sus críticos, es injusta y no refleja el pleno proceso de cambio que está experimentando.


En efecto, numerosos países africanos han aprendido de los errores del pasado y la mejora en muchos ámbitos está produciendo resultados tangibles que justifican un mayor optimismo. Hasta el estallido de la crisis económica mundial, los países de África Subsahariana habían experimentado una mejora sustancial de sus políticas económicas y sociales, así como altas tasas de crecimiento del 5% anual entre 2000 y 2008.


El Banco Mundial (BM) subraya que África Subsahariana ha mostrado una notable resistencia a la recesión económica mundial y que su salida de la crisis está siendo notable, comparada con otras regiones más desarrolladas. Las proyecciones económicas estiman que el continente aumentará su crecimiento del 1,8% registrado en 2009, al 4,9% en 2010. Entre las regiones en desarrollo será la tercera en términos de crecimiento económico.


Aunque la recuperación de la actividad económica afecta a prácticamente todo el continente, existe una considerable heterogeneidad en el desempeño de los países que lo conforman. Los países de ingresos bajos (hasta 975 dólares) y de ingresos medios bajos (976 a 3.855 dólares) están creciendo a un ritmo mucho más rápido que los países de ingresos medios altos (3.856 a 11.905 dólares). Sin embargo, los países de ingresos medios, mucho más integrados en los mercados mundiales y que fueron afectados por la crisis, también se están recuperando con fuerza. Entre las subregiones, África Oriental y Occidental lideran el crecimiento económico de la región. África Central, las economías insulares y el sur de África registran un ritmo de crecimiento más lento.



Algunos factores clave en la evolución positiva de África




Varios economistas han tratado de explicar los factores subyacentes al positivo desempeño macroeconómico africano. Algunos argumentan que fueron las reformas políticas económicas domésticas las que lo dispararon, mientras otros consideran que el alto crecimiento de la última década ha estado alimentado por los altos precios de las materias primas y la entrada masiva de inversiones de capital, junto a una limitada transformación estructural. Si bien los factores causantes de este buen desempeño económico y sus consecuencias son motivo de debate entre académicos, generalmente se trata de una historia positiva que contar sobre África.


Frente a ciertos sectores oficiales que parecen solo interesados en estimular el “afro-pesimismo”, surgen cada vez más autores que pretenden dar una visión más equilibrada, destacando también ejemplos positivos o casos de éxito. Así por ejemplo, Steve Radelet en su libro Emerging Africa: How 17 Countries are Leading the Way, analiza los 54 países que conforman la región y rescata la experiencia de un grupo de 17 a los que denomina el “África Emergente”. Esta nueva visión sobre África nos permite entender la región, no como una entidad monolítica, sino como el reflejo de las diferentes dinámicas que se dan en los distintos países que la conforman, en particular los casos de países más exitosos.


Su análisis destaca los cambios dramáticos que los países emergentes africanos han experimentado desde mediados de los años noventa en materia de crecimiento económico y reducción de la pobreza, así como su compromiso político con el buen gobierno.


Señalaremos aquí cinco factores clave que explican el buen desempeño de los países del África Emergente.


El primero de ellos se refiere a los cambios del lado político, con el avance de la democracia en la región. Durante los últimos 20 años se ha producido un incremento importante en los niveles de participación democrática a lo largo y ancho del continente, pero sobre todo en los países emergentes. No todos los países emergentes africanos son democracias, sin embargo, todos han avanzado claramente hacia una mayor rendición de cuentas de sus gobiernos y una mejora de su gobernanza en términos generales. A pesar de que los avances democráticos han sido desiguales e insuficientes, han supuesto un salto cualitativo importante que está favoreciendo el surgimiento de estos países.


En segundo lugar destaca una mejora en la gestión macroeconómica de las economías africanas. Hace 20 años, la mayoría de los países del continente presentaba unos enormes desequilibrios macroeconómicos, con niveles gigantescos de endeudamiento y déficit presupuestarios, tasas de inflación de doble dígito y mercados negros florecientes, entre otros. Forzados por los organismos de Bretton Woods, en los años ochenta los países tuvieron que adoptar duros planes de ajuste y reformas estructurales para estabilizar sus economías, cuyas consecuencias sociales fueron graves.


Sin embargo, con el tiempo, algunas de las reformas económicas llevadas a cabo en África fueron instrumentales para la recuperación de la región y sentaron las bases para subsecuentes reformas más profundas. Desde finales de los años noventa los indicadores macroeconómicos han mejorado, lo que ha permitido recuperar altas tasas de crecimiento.


El tercero de los aspectos se refiere a los cambios y mejoras en las relaciones con la comunidad internacional, resultado en gran medida de las mejoras macroeconómicas.


Durante los años de ajuste, los esfuerzos a corto plazo para restaurar los equilibrios macroeconómicos recibieron prioridad sobre las necesidades de desarrollo a largo plazo, y condicionaron claramente las relaciones entre los gobiernos y la comunidad internacional, con los organismos de Bretton Woods asumiendo todo el papel protagonista. Gracias a la mejora en la gestión macroeconómica y los programas de cancelación de deuda, en la actualidad los servicios de la deuda son significativamente más bajos, lo cual ha liberado recursos financieros para invertir en el desarrollo de esos países. Una consecuencia relevante ha sido que las relaciones con los donantes han evolucionado y son ahora mucho más saludables. Las estrategias nacionales para la reducción de la pobreza, lideradas por los propios países, han reemplazado a los programas de ajuste estructural.


Un cuarto factor ha sido la diseminación de las nuevas tecnologías, y las oportunidades que éstas generan para el desarrollo del sector privado y la rendición de cuentas políticas. Por ejemplo, el uso del teléfono móvil se ha extendido con rapidez en África y la cobertura de internet está creciendo también muy deprisa. Hoy, los teléfonos móviles permiten la transmisión de información sobre precios y el envío de mercan­cías en tiempo real hasta las zonas más remotas del área rural, facilitando así la transferencia de fondos con simples mensajes de texto. Por otro lado, internet está generando nuevas oportunidades económicas y de empleo, como los centros de datos y otros servicios. Y ambos, telefonía móvil e internet, benefician la participación política, al favorecer el debate y el flujo de la información.


Por último, el quinto gran cambio registrado en estos países ha sido la aparición de una nueva generación de líderes, más visionarios, mejor formados y emprendedores. Estos líderes ocupan importantes responsabilidades en los gobiernos, el sector privado u organizaciones de la sociedad civil, y están logrando un creciente papel en el liderazgo político. Esta nueva generación está trayendo nuevas ideas y una nueva visión para África. Se trataría de nombres como la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf o el presidente de Tanzania, Jakaya Mrisho Kikwete , por citar solo dos ejemplos de nuevos políticos.



África y los ODM




Los ODM surgieron en parte como reacción a los programas de ajuste estructural que dominaron especialmente las políticas africanas a lo largo de más de dos décadas. Es cierto que ya desde mediados de los años noventa, la agenda internacional de desarrollo había colocado el desarrollo humano y social como la prioridad, por encima del crecimiento económico y la gestión macroeconómica. En este escenario, la aparición de los ODM en 2000 permitió contrarrestar la agenda neoliberal imperante anteriormente, legitimando así a los países pobres para invertir de nuevo en servicios sociales, educación, sanidad, programas de género, etcétera. Los ODM han influido la mayor parte de las estrategias de reducción de la pobreza. La mayoría de los indicadores sociales de África han experimentado una sustancial mejoría desde 2000: destacan las tasas de matriculación escolar, la reducción de las tasas de fertilidad y el crecimiento poblacional.


Desde el lanzamiento de los ODM muchos países de la región han ­realizado tremendos progresos en relación a las metas. Sin embargo, a menudo este progreso no ha sido reconocido porque la mayoría de las metas están formuladas para medir el progreso relativo, lo que genera un sesgo desfavorable para África, que presenta los niveles iniciales más bajos. Este enfoque tiende a resaltar los logros de los países con una situación de partida más favorable, ya que los cambios son inversamente proporcionales al nivel inicial de partida. Por ejemplo, el objetivo de reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años de 10 a cinco por cada 1.000 nacidos vivos, implica una reducción del 50%. Sin embargo, reducirla de 250 a 200 equivale a bajarla solo un 20%, a pesar de que en términos absolutos el cambio es 10 veces mayor.


Así, aunque el Informe oficial de Naciones Unidas 2010 (UNDP, 2010) destaca que África está lejos de alcanzar los ODM en 2015, el informe del Overseas Development Institute (2010) del gobierno británico, complementa los datos valorando el progreso absoluto, y destaca que 11 de los 20 países que más han avanzado en el logro de los ODM son africanos y de renta baja.


El informe subraya que la proporción media de personas que viven en condiciones de pobreza en África se redujo del 52% en 1990 al 40% en 2008. Muchos países de la región han logrado grandes progresos: 10 países africanos, entre ellos algunos altamente poblados como Etiopía o Egipto, o países post-conflicto como Angola, han reducido a la mitad su tasa de pobreza. El progreso ha sido excepcional en educación, donde nueve de los 10 países que han alcanzado mayores logros en términos absolutos son de África Subsahariana. La tasa de escolarización en África aumentó del 52% al 74% entre 1991 y 2007. El mejor desempeño en términos de paridad de género es casi exclusivamente del África Subsahariana, donde en general habían comenzado el periodo con altos niveles de desigualdad. El progreso ha sido más significativo en África Occidental, la región con los mayores niveles de disparidad en 1991. Los indicadores de salud también han mejorado sustancialmente. Los niveles absolutos de mortalidad de niños menores de cinco años han descendido, con datos impresionantes en África Occidental y Oriental. En África del Norte ha habido sustanciales mejoras en el acceso a los servicios de salud materna.


A pesar de los avances referidos, no cabe duda de que estos albergan diferencias significativas entre los países. Aunque Etiopía redujo la proporción de su población que vivía en condiciones de pobreza del 60% al 16% desde 1990, la pobreza de Nigeria aumentó del 49% al 77% de la población durante el mismo periodo. Y si bien Ghana ha conseguido reducir el hambre en un 75% entre 1990 y 2004, la prevalencia del hambre en la República Democrática del Congo (RDC) se ha doblado durante el mismo periodo. También en educación primaria las disparidades son enormes: las tasas de escolarización van del 43% en Yibuti al 99% en Madagascar. Con todo, la mayoría de los países han progresado, pero algunos han vuelto a caer, como Congo –del 87% en 1991 al 9% en 2000. En cuanto al acceso a los servicios de salud materna, varía entre el 98% (Mauricio) y el 6% (Etiopía). Lo anterior no significa que los ODM serán logrados en 2010, pero muestra que hay un progreso tangible. Como reconoce la Comisión para África (Commission for Africa, 2010), el reto ahora es acelerar los avances y extenderlos a más países.


Sin duda, para que la región africana logre los ODM en su conjunto, será necesario que algunos de los grandes países de mayor población avancen decididamente, y esto no ocurrirá si los que avanzan son solo pequeñas economías como Botsuana, Ghana o Tanzania.


Por otro lado, la crisis ha tenido también su impacto en el progreso hacia los ODM, revirtiendo algunos de los logros alcanzados. Muchos de los países africanos que tenían posiciones fiscales de partida bastante sólidas, han sido capaces de mantener el gasto social relacionado con los ODM. Aún así, las estimaciones prevén que las tasas de crecimiento pre-crisis no se recuperarán antes de 2015. Teniendo en cuenta que, por sus estructuras económicas y niveles de desigualdad, África Subsahariana es la región en desarrollo que presenta una menor sensibilidad de la pobreza respecto al crecimiento económico, la reducción de la pobreza se vuelve una tarea todavía más difícil. Según cálculos del BM, la elasticidad crecimiento-pobreza está por debajo de uno, lo que significa que cada punto de crecimiento económico, reduce la pobreza menos de un 1%. En este sentido, se estima que África necesita una tasa de crecimiento económico de alrededor del 7% anual para reducir sus niveles de pobreza, de ahí la necesidad de reformas estructurales que aceleren el crecimiento, que a su vez debe ser más ampliamente compartido.



Retos de cara al futuro




En primer lugar, hoy en día existe un cierto consenso en la comunidad internacional, que valora el avance hacia los ODM como un vaso medio lleno y apuesta por intensificar los esfuerzos. Se reconocen los logros, pero se mantiene la reclamación de más recursos a los donantes en cumplimiento de los compromisos adquiridos. Sin embargo, un aumento de los fondos no es suficiente si no va acompañado de un cambio fundamental en la forma en que la ayuda es canalizada y gestionada. En 2009 la comunidad internacional destinó cerca 27.00 millones de euros a África, según datos del Comité de Ayuda al Desarrollo, pero una buena parte no es efectiva en catalizar y generar mayor desarrollo. Más allá del cumplimiento de los compromisos adquiridos de eficacia de la ayuda, cada vez surgen más voces que reclaman instituciones más transparentes y sujetas a una mayor rendición de cuentas por los destinos de los fondos, tanto en los países africanos como en el sistema internacional de ayuda al desarrollo. Como dijo Barack Obama en su discurso en la cumbre de los ODM de septiembre de 2010: “Esta es la realidad que debemos afrontar –que la comunidad internacional sigue haciendo las mismas cosas de la misma manera, podemos hacer algún progreso modesto aquí y allí, pero omitiremos muchos objetivos de desarrollo”.


En segundo lugar, frente al debate sobre la ayuda, muy “centrado en los donantes”, algunas voces alertan de que los asuntos realmente importantes para el cumplimento de los ODM no se encuentran en la ayuda. En este sentido, una reforma de las reglas del comercio internacional que permita mantener el crecimiento económico del continente, debería ser la primera y principal tarea de la comunidad internacional para acelerar el progreso hacia los ODM.


En efecto, la clave para el desarrollo africano en las próximas décadas se encuentra en mantener el crecimiento económico en los niveles de los últimos años antes de la crisis. Se trata de un reto enorme, teniendo en cuenta que durante los próximos años el entorno económico internacional será cada vez más complicado, ya que los precios de las materias primas continúan siendo enormemente volátiles, las exportaciones hacia los países de la OCDE se mantendrán estancadas, los flujos migratorios hacia Europa se estabilizarán y el efecto del cambio climático es cada vez más perverso. Por otro lado, resulta cada vez más evidente que la solución a la pobreza extrema pasa también por abordar de manera directa el problema de la desigualdad.


Las cifras sugieren que la principal causa de la pobreza no es exclusivamente la falta de desarrollo en muchos países, sino la marginación política, económica y social de determinados grupos. Como hemos visto, altas tasas de crecimiento económico no revierten en la misma medida en la reducción de la pobreza. Los gobiernos africanos y los donantes tendrán que hacer un mayor esfuerzo para lograr un crecimiento más inclusivo, a través de una agenda política distinta, que además de transferir recursos e invertir en gasto público, se centre también en promover un reparto del poder más equitativo y en la participación política y que consiga reducir las grandes desigualdades.

En definitiva, los ODM no deben ser descartados, sino utilizados más allá de la movilización de recursos de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o como seguimiento de unos meros indicadores. En este sentido, la aceleración hacia el logro de los ODM en África se conseguirá solo haciéndolos más africanos y utilizándolos para generar el compromiso de poner en marcha soluciones (Haddad & Sumner, 2010). Asimismo, tal y como señala Evans (2010) esta adaptación de los ODM al contexto local deberá contemplar actuaciones que promuevan tres aspectos fundamentales: el crecimiento económico inclusivo, la equidad de género y una efectiva protección social.



http://www.politicaexterior.com/articulo/?id=4532
manolo pizarro
Las Cajas y los politicos ¿Siempre ganan....?

A) El Ejecutivo prepara 30.000 millones más para rescatar a las cajas ¿De dónde? Es fácil imaginar, de nuestros zarrapastrosos bolsillos. Según The Wall Street Journal, esta medida equivale a reconocer que los esfuerzos previos para sanear las finanzas del sector "han fracasado en su mayor parte".

Hoy Alfredo Pérez Rubalcaba, avanzó que el Gobierno ultima un plan para acelerar el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros "con el objetivo de reforzar su solvencia y su credibilidad". En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Rubalcaba señaló que dicho plan, "que no tardará mucho en ser presentado", se está elaborando en contacto con el sector, de modo que contará con la participación de la Confederación Española de las Cajas de Ahorros (CECA), del Ministerio de Economía y del Banco de España.

Nos han contado tantas mentiras que ya no podemos saber a dia de hoy lo que hay detras de las Cajas gobernadas por los políticos.
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B ) Hasta en 4 ocasiones ha "lamentado" hoy el portavoz del Gobierno y ministro RUB-GAL-Caba la vinculación de la política nuclear con la reforma de las pensiones en la negociación que mantienen con los sindicatos. A pesar de que esta misma semana los ministros Miguel Sebastián y Ramón Jáuregui reconocieron que apoyarían prorrogar la vida útil de las centrales nucleares si se aceptaba el retraso en la edad de jubilación, hoy Rubalcaba no reconoce la "torpeza gubernamental" que asumía Moncloa en el diario El Mundo.

Empezó confundiendo GAL con ETA, siguió confundiendo CONFIDENTES POLICIALES con SUICIDAS YIHADISTAS, continuó confundiendo JORNADA DE REFLEXIÓN con MONTEMOS EL FOLLON ... y claro, por este camino no es nada raro que confundas LA JUBILACIÓN DE LAS PERSONAS con LA JUBILACIÓN DE LAS CENTRALES... Dentro de lo malo con esta confusión no hemos tenido, de momento, que lamentar desgracias personales.
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C) Nuevo varapalo judicial contra la ex vicepresidenta primera, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. El Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid hizo público ayer el auto en el que se acuerda el “sobreseimiento” y el “archivo” de la causa que la hoy miembro del Consejo de Estado promovió desde su Gabinete a través de la Abogacía del Estado, por la vía penal, contra el director y la directora adjunta de Intereconomía, Carlos Dávila y Maite Alfageme, tras publicar en la revista ÉPOCA una información sobre su empadronamiento irregular en Beneixida (Comunidad Valenciana), donde fue cabeza de la lista del PSOE derrotada por el PP en las pasadas elecciones generales.

Si España fuera realmente una democracia con una Justicia independiente, la consecuencia lógica sería la inhabilitación para cargo público de esta Señora y aquellos que han participado en ésta patochada surrealista, donde se ha pretendido desde el poder, poner en la picota a unos profesionales que se limitan a ser periodistas informando de verdad y no correveidiles del Gobierno.


Saludos.
Julian Navascues
Presidente de Guinea destituye al responsable de la Corte Suprema de Justicia






ABC
21-01-2011
14:51 h
Redacción Internacional, 21 ene (EFE).





El Jefe de Estado de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ha destituido a José Olo Obono, como presidente de la Corte Suprema de Justicia, cargo para el que ha nombrado a Martín Ndong Nsue, informaron hoy a Efe por teléfono desde Malabo fuentes oficiales.



En un decreto dictado por Obiang, el presidente guineano cesa a Olo y le agradece "los servicios prestados" al Estado durante su mandato, que se inició en marzo de 2009.



Ndong, que estudio derecho en Rusia, pasa a ocupar el puesto de presidente de la Corte Suprema de Justicia, tras ser cesado anoche como viceministro de Justicia, Culto e Instituciones Penitenciarias, cargo que queda vacante, según las fuentes.



Olo, Fiscal General del Estado desde 2003 a 2009, fue acusado el pasado mes de octubre por el diario inglés "The Independent" de mantener vínculos con Saimom Mann, miembro de las fuerzas especiales británicas que en 2004 trató de derrocar a Obiang, al frente de un grupo de mercenarios.



En su puesto como Fiscal General del Estado, Olo fue quien acusó formalmente al mercenario británico de haber cometido delitos "contra el Jefe de Estado y la forma de gobierno", así como de comprometer "la paz y la independencia del Estado" con la intentona golpista.



La destitución de Olo se produce asimismo después de que el pasado día 18 Obiang manifestara públicamente su "disconformidad" con la absolución por parte de los tribunales del país de varias personas acusadas de desviar "exorbitantes cifras de dinero del Estado".


El mandatario ecuatoguineano denunció entonces lo que llamó "pacto de silencio" entre ciertos jueces y magistrados y se mostró indignado con los administradores de la justicia por haber absuelto a "delincuentes que no merecen estar en libertad". EFE



http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=661778

http://www.guineaecuatorialpress.com/noticia.php?id=1244

Julian Navascues
CITA
La civilización del espectáculo





Espíritu, ideales, placer, amor, solidaridad, alma. El Nobel Mario Vargas Llosa se pregunta si estas palabras significan algo todavía. Con este texto inédito para nuestro número 1.000 -el prólogo de su próximo libro- responde al papel de la cultura hoy, define lo que ha bautizado como la "civilización del espectáculo" y desarrolla su Alegato de defensa de los valores eternos





MARIO VARGAS LLOSA

BABELIA - 22-01-2011
Lima / Madrid 2010





"Las horas han perdido su reloj"





Vicente Huidobro


Este ensayo fue naciendo en los últimos años sin que yo me diera cuenta, a raíz de la incómoda sensación que solía asaltarme a veces visitando exposiciones, asistiendo a algunos espectáculos, viendo ciertas películas, obras de teatro o programas de televisión, o leyendo ciertos libros, revistas y periódicos, de que me estaban tomando el pelo y que no tenía cómo defenderme ante una arrolladora y sutil conspiración para hacerme sentir un inculto o un estúpido.





Este libro es mi alegato de defensa. Cuando comencé a escribirlo descubrí que llevaba tiempo tocando algunos de sus temas de manera fragmentaria en artículos y polémicas, y eso explica que cada capítulo tenga como colofón unos "antecedentes" que reproducen aquellos textos tal como fueron publicados (con la ocasional corrección de una errata o una falta de puntuación). Pero he utilizado también, en algunos capítulos, partes, a veces muy amplias, de ensayos y charlas, introduciendo en estos textos, allí sí, enmiendas importantes. Pese a todos esos collages creo que el libro es un ensayo orgánico que fui elaborando a lo largo de años aguijoneado por un tema inquietante y fascinante: cómo la cultura dentro de la que nos movemos se ha ido frivolizando y banalizando hasta convertirse en algunos casos en un pálido remedo de lo que nuestros padres y abuelos entendían por esa palabra. Me parece que tal transformación significa un deterioro que nos sume en una creciente confusión de la que podría resultar, a la corta o a la larga, un mundo sin valores estéticos, en el que las artes y las letras -las humanidades- habrían pasado a ser poco más que formas secundarias del entretenimiento, a la zaga del que proveen al gran público los grandes medios audiovisuales, y sin mayor influencia en la vida social. Ésta, resueltamente orientada por consideraciones pragmáticas, transcurriría entonces bajo la dirección absoluta de los especialistas y los técnicos, abocada esencialmente a la satisfacción de las necesidades materiales y animada por el espíritu de lucro, motor de la economía, valor supremo de la sociedad, medida exclusiva del fracaso y del éxito, y, por lo mismo, razón de ser de los destinos individuales.






Ésta no es una pesadilla orwelliana sino una realidad perfectamente posible a la que, insensiblemente, se han ido acercando las naciones más avanzadas y libres del planeta, las del Occidente democrático y liberal, a medida que los fundamentos de la cultura tradicional entraban en bancarrota, se iban desintegrando, y los iban sustituyendo unos embelecos que han ido alejando cada vez más del gran público las creaciones artísticas y literarias, las ideas filosóficas, los ideales cívicos, los valores y, en suma, toda aquella dimensión espiritual llamada antiguamente la cultura, que, aunque confinada principalmente en una elite, desbordaba en el pasado hacia el conjunto de la sociedad e influía en ella dándole un sentido a la vida y una razón de ser a la existencia que trascendía el mero bienestar material del ciudadano. Nunca hemos vivido como ahora en una época tan rica en conocimientos científicos y hallazgos tecnológicos ni mejor equipada para derrotar la enfermedad, la ignorancia y la pobreza y, sin embargo, acaso nunca hayamos estado tan desconcertados y extraviados respecto a ciertas cuestiones básicas como qué hacemos aquí en este astro sin luz propia que nos tocó, si la mera supervivencia es el único norte que justifica la vida, si palabras como espíritu, ideales, placer, amor, solidaridad, arte, creación, alma, trascendencia, significan algo todavía, y, si la respuesta es positiva, qué es exactamente lo que hay en ellas y qué no. Antes, la razón de ser de la cultura era dar una respuesta a este género de preguntas, pero lo que hoy entendemos por cultura está exonerada por completo de semejante responsabilidad, ya que hemos ido haciendo de ella algo mucho más superficial y voluble, o una forma de diversión ligera para el gran público o un juego retórico, esotérico y oscurantista para grupúsculos vanidosos y de espaldas al conjunto de la sociedad.






La idea de progreso es engañosa. Quién, que no fuera un ciego o un fanático, podría negar que una época en la que los seres humanos pueden viajar a las estrellas, comunicarse al instante salvando todas las distancias gracias al Internet, clonar a los animales y a los humanos, fabricar armas capaces de volatilizar el planeta e ir destruyendo con nuestras prodigiosas invenciones industriales el aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra que nos alimenta, ha alcanzado un desarrollo sin precedentes en la historia de la humanidad. Al mismo tiempo, nunca ha estado menos segura la supervivencia de la especie por los riesgos de una confrontación atómica, la locura sanguinaria de los fanatismos religiosos y la erosión del medio ambiente, y acaso nunca haya habido, junto a las extraordinarias oportunidades y condiciones de vida de que gozan los privilegiados, el contraste de la pavorosa miseria y las atroces condiciones de vida que todavía padecen, en este mundo tan próspero, centenares de millones de seres humanos, y no sólo en el llamado Tercer Mundo, también en enclaves de horror y vergüenza en el seno mismo de las ciudades más opulentas del planeta.





En el pasado, la cultura tuvo siempre que ver con esos temas y fue a menudo el mejor llamado de atención ante semejantes problemas, una conciencia que impedía a las personas cultas dar la espalda a la realidad cruda y ruda de su tiempo. Ahora, más bien, lo que llamamos cultura es un mecanismo que permite ignorar los asuntos problemáticos, distraernos de lo que es serio, sumergirnos en un momentáneo "paraíso artificial", poco menos que el sucedáneo de una calada de marihuana o un jalón de coca, es decir, una pequeña vacación de irrealidad.






Todos estos son temas profundos y complejos que no caben en las pretensiones, mucho más limitadas, de este libro. Éste sólo quiere ser un testimonio personal, en el que aquellas cuestiones se refractan en la experiencia de alguien que, desde que descubrió, a través de los libros, la aventura espiritual, tuvo siempre por un modelo a aquellas personas cultas, que se movían con desenvoltura en el mundo de las ideas y que tenían más o menos claros unos valores estéticos que les permitían opinar con seguridad sobre lo que era bueno y malo, original o epígono, revolucionario o rutinario, en la literatura, las artes plásticas, la filosofía, la música. Muy consciente de las deficiencias de mi formación escolar y universitaria, durante toda mi vida he procurado suplir esos vacíos, estudiando, leyendo, visitando museos y galerías, yendo a bibliotecas, conferencias y conciertos. No había en ello sacrificio alguno. Más bien, el inmenso placer de ir, poco a poco, descubriendo que se ensanchaba mi horizonte intelectual, que entender a Nietzsche o a Popper, leer a Homero, descifrar el Ulises de Joyce , gustar la poesía de Góngora , de Baudelaire , de T. S. Eliot , explorar el universo de Goya , de Rembrandt , de Picasso , de Mozart , de Mahler , de Bartók , de Chéjov , de O'Neil , de Ibsen , de Brecht , enriquecía extraordinariamente mi fantasía, mis apetitos y mi sensibilidad.





Hasta que, de pronto, empecé a sentir que muchos artistas, pensadores y escritores contemporáneos me estaban tomando el pelo . Y que no era un hecho aislado, casual y transitivo, sino un verdadero proceso del que parecían cómplices, además de ciertos creadores, sus críticos, editores, galeristas, productores, y un público de papanatas inconscientes a los que aquellos manipulaban a su gusto , haciéndoles tragar gato por liebre, por razones crematísticas a veces y a veces por pura frivolidad.





Quiero dejar sentada mi protesta, por lo que pueda valer, que, lo sé, no será mucho. Hay demasiados intereses de por medio, helás. Probablemente, el fenómeno que este ensayo describe en unos cuantos apuntes no tenga remedio, porque forma ya parte de una manera de ser, de vivir, de fantasear y de creer de nuestra época, y que lo que este libro añora sea polvo y ceniza sin resurrección posible. Pero podría ser, también, ya que nada se está quieto en el mundo en que vivimos, que ese fenómeno, la civilización del espectáculo , perezca sin pena ni gloria, por obra de su propia inanidad y nadería, y que otro lo reemplace, acaso mejor, acaso peor, en la sociedad del porvenir. Confieso que tengo poca curiosidad por el futuro, en el que, tal como van las cosas, tiendo a descreer. En cambio, me interesa mucho el pasado, y muchísimo el presente, que sería incomprensible sin aquél. En este presente hay innumerables cosas mejores que las que vieron nuestros ancestros, desde luego: menos dictaduras, más democracias, una libertad que alcanza a más países y personas que nunca antes, una prosperidad y una educación que llegan a muchas más gentes que antaño y unas oportunidades para un gran número de seres humanos que jamás existieron antes, salvo para ínfimas minorías.





Pero, en un campo específico, aunque de fronteras volátiles, el de la cultura, creo que hemos retrocedido, sin advertirlo ni quererlo, por culpa fundamentalmente de los países más cultos, los de la vanguardia del desarrollo, los que marcan las pautas y las metas que poco a poco van contagiando a los que vienen detrás. Y asimismo creo que una de las consecuencias que podría tener la corrupción de la vida cultural por obra de la frivolidad, podría ser que aquellos gigantes, a la larga, revelaran tener unos pies de barro y perdieran su protagonismo y poder, por haber derrochado con tanta ligereza el arma secreta que hizo de ellos lo que han llegado a ser, esa delicada materia que da sentido, contenido y un orden a lo que llamamos civilización.


Juan Dolio, diciembre de 2010.



Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936, premio Nobel de Literatura 2010) ha publicado El sueño del celta (Alfaguara) y prepara La civilización del espectáculo. www.mvargasllosa.com


http://www.elpais.com/articulo/portada/civ...elpbabpor_1/Tes









CITA(Guest @ Jan 13 2006, 05:51 PM) *
Como biólogo me indigna el show que se ha montado entorno a la Caldera de Luba. Todos los datos que conozco indican que simplemente ha sido una gran actividad de multiaventura, eso sí, con un coste elevadísimo.


Aparte del engaño evidente , que ya de por sí bastaría para cabrearnos, lo peor es que este tipo de cosas desprestigian injustamente la labor de investigación y conservación que tantos biólogos y no biólogos (españoles y guineanos) llevan a cabo en Guinea. Varios proyectos centrados en la fauna, en el medio ambiente y en la sostenibilidad del desarrollo humano, estan en funcionamiento o en proceso de empezar a funcionar, de forma callada, modesta, con un único objetivo: aumentar el conocimiento y promover la conservación.

Son proyectos a menudo carentes de fondos suficientes o de apoyos institucionales importantes, pero cuyos resultados reales están a años luz por delante de los shows mediáticos como el de Luba, sobrados de euros, de apoyos mediáticos y de cargos sobornados... pero carentes de utilidad práctica para la ciencia o para el pueblo de guinea.


El colmo es que en este mundo al revés, se presenta como una hazaña lo que en realidad es un atropello: la entrada de esta gente en el rinconcito de la Caldera que está declarado Reserva Científica, es decir, donde por criterios de conservación no se permite la entrada ni a los investigadores científicos, para mantener conservado tan frágil paraje. La Caldera está llena de caminos y ha sido visitada por multitud de personas (científicos y no-científicos), y en la Reserva Científica se podría haber entrado facilmente, pero no se ha hecho para no degradarla. Ahora, sobornos mediante, esta gente ha entrado y nos lo venden como la gran machada del S.XXI, cuando no es más que un crimen ambiental y una mentira periodística.Además, ni siquiera han entrado de la manera más suave y modesta posible: andando. No, ellos tenían que tomar imágenes espectaculares, así que han entrado haciendo rappel por las paredes, lo cuál habrá aumentado considerablemente su impacto, dañando la extremadamente frágil flora de las paredes rocosas.

Quién esté interesado en saber más sobre esta historia puede preguntar en la Universidad de Alcalá de Henares, a Noelia Zafra. Están embarcados en la consolidación de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Guinea Ecuat. Ellos sí hacen una labor encomiable en pro de la naturaleza guineana. Esta chica ha estado varias veces en la Caldera y era la encargada desde la Univ. de Guinea de tramitar el permiso para proyectos en Guinea... por supuesto, al darse cuenta de la barbaridad ambiental que se pretendía cometer y de la cantidad de mentiras en las que se basaba el proyecto, les denegó el permiso.
Pero los del show no tuvieron más que sobornar a altos cargos y el permiso les apareció por arte de magia.




Para mi el tema que plantea esta expedicion es este
Indalecio
Tecnología, periodismo y valores



80.000 personas se han descargado en apenas tres meses la aplicación de EL PAÍS para iPad. Buscan información fiable, contrastada, organizada, jerarquizada y relevante. O para desempeñar con éxito los negocios. O por responsabilidad democrática con las sociedades en las que viven. En definitiva, para ampliar sus horizontes.






JAVIER MORENO

ELPAIS.com
Sociedad
23-01-2011




Cuando uno se pregunta por qué casi 80.000 personas se han descargado en apenas tres meses la aplicación de EL PAÍS para iPad se arriesga a que la respuesta resulte cuando menos insatisfactoria, sino directamente embarazosa: quién sabe. Habrá decenas, centenares de razones. Seguramente 80.000. Quizá más.



Así que déjenme avanzarles la mía:

todas ellas buscan información fiable,

contrastada,

organizada,

jerarquizada

y

relevante para organizar sus vidas.


O para desempeñarse con éxito en los negocios. O por responsabilidad democrática con las sociedades en las que viven. En definitiva, para ampliar sus horizontes.



Y ya en clave menor: para discutir con más argumentos durante la comida del domingo con ese cuñado que siempre vota al otro partido. O para entender los chistes de políticos en el trabajo o el bar a la hora del aperitivo. O simplemente para disfrutar con una pieza interesante, bien escrita, a bordo de un tren rumbo a un fin de semana de descanso. O por todo lo anterior junto. Es decir, por aquello que suele uno encontrar en un periódico de referencia. Sólo que, con el iPad, actualizado de forma continua, todo eso resulta posible en el momento más conveniente o necesario.



80.000 descargas en tres meses supone, bajo cualquier criterio, una cifra importante, que pocos o nadie en la redacción del periódico o en el resto de departamentos de EL PAÍS o del Grupo Prisa involucrados en este proyecto se hubiese atrevido a anticipar cuando arrancó el proyecto antes del verano pasado. Semejante interés por parte de los lectores prueba, en mi opinión, al menos dos cosas relevantes para el futuro del periodismo.



La primera es, una vez más, la velocidad a la que los ciudadanos asumen los retos y las ventajas de la tecnología. Y la segunda , quizá menos inmediatamente obvia que la anterior, es que mucha gente sigue sintiendo la necesidad de disponer de información fiable y sólida en cualquiera de los nuevos soportes -tabletas, móviles, ordenadores de todo tipo-, pese a que los falsos profetas de buena o mala fe no se cansen de augurar un mundo cada vez más infantil, superficial y frívolo como resultado de unos cambios tecnológicos que ni comprenden ni al parecer están dispuestos a aceptar.



De los primeros estudios en Estados Unidos sobre el uso de las aplicaciones de periódicos para iPad surge un dato que cuestiona directamente esta última tesis, que presupone que las lecturas digitales son breves e insustanciales con respecto al consumo más reposado del periódico en papel. En verdad, los usuarios acceden a sus tabletas en múltiples ocasiones a lo largo del día, echan una ojeada más o menos apresurada a la actualidad, se mantienen informados de la última hora, pero almacenan los artículos que más les interesan para leerlos con posterioridad, en el momento que les resulta más adecuado. Lo que suele producirse en la tarde-noche, precisamente el tiempo que hasta ahora las televisiones consideraban su prime time.



Este periódico dispone también en su versión para iPad, naturalmente, de esa funcionalidad. Y me gusta pensar que tanto esa pequeña pestaña -Guardadas, la hemos llamado- como la aplicación en su conjunto responden directamente a los valores que ha venido siempre en defender EL PAÍS y el Grupo Prisa. Esto es, el compromiso con las ideas, con su expansión y con la capacidad de ofrecer a sus lectores lo que necesitan en este nuevo entorno sin perder lo que hace valioso a un periódico: la capacidad de explicar, de contar, de investigar, de recomponer con paciencia los hechos, de poner en contexto y de relatar con claridad todo aquello que juzgamos determinante para el mejor desarrollo de nuestro futuro y el de nuestras sociedades. Todas esas razones, y 80.000 más de momento, justifican nuestros esfuerzos con el iPad, así como nuestro compromiso con todos ellos y con los futuros usuarios de seguir mejorando la aplicación, combinando periodismo y tecnología para responder cada vez mejor a sus necesidades.


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Te...elpepusoc_2/Tes


http://www.elpais.com/videos/tecnologia/Sp...lpeputec_3/Ves/


Estos no se enteran.....Ellos van a lo suyo y ya esta
manolo pizarro
TONTERIAS POLÍTICAMENTE INCORRECTAS.

Efectivamente Pepín 80.000 merluzos que quedarán tan bien informados como del descubrimiento de la Universidad de Madrid en su "primer" viaje al interior de la Caldera de Luba.

1) Con el escrutinio de los sufragios casi completado, el 98,8 por ciento de los Sudaneses del sur votaron a favor de la secesión en el referéndum.

Resulta preocupante que una nación se divida en dos, pero en el caso de Sudán es cuestión de supervivencia. El norte islámico ha ido sacrificando a la población negra del sur animista y cristiana. Deberíamos mandar a ZParo para que les explicara bien su alianza de las civilizaciones y si necesitase mucho tiempo para ello, mejor.

2) El PSOE trata de frenar la "orgía colectiva" de los populares en Sevilla. Así José Blanco, considera que el PP, en su convención nacional de este fin de semana en Sevilla, se ha dedicado a "celebrar el resultado de las encuestas en medio de una orgía colectiva". Leire Pajín, ha considerado que el PP, durante la convención "ha abrazado el pasado" y con el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el eurodiputado Jaime Mayor Oreja "ha vuelto al radicalismo en sus palabras y formas".

Sin comentarios.

3) El progresista Ernesto Ekaizer analiza en Público las posibilidades del PSOE de remontar las encuestas y ganar las próximas elecciones. Cree que hay dos escenarios en los que ese vuelco pudiese producirse: "La renuncia de Zapatero a un tercer mandato a favor de un candidato como, por ejemplo, Alfredo Pérez Rubalcaba y a algún accidente, o acontecimiento inesperado de suficiente impacto nacional como para borrar el desencanto de esta segunda legislatura socialista."

¿Otro 11-M? Confirma que los progres llegaron al poder mediante una atentado con sangre y que podría volver a intentarse. Repugnante.

4) En los últimos 15 años, cien millones de indios han conseguido escapar de las garras de la miseria. ¿Cómo? ¿Por obra y gracia del petróleo, el gas, el oro? No, solo poniendo a funcionar el más natural de los recursos: el cerebro humano. El éxito de las escuelas privadas es tal, que las autoridades han dado su autorización tácita para que sus más de 40 millones de alumnos vayan a la escuela pública sólo un día por año, a rendir su examen de fin de curso.
La tendencia es a que el gobierno dé cada vez menos dinero a la burocracia docente y cada vez más a los padres, para que envíen a sus hijos a la escuela que quieran. O sea, en lugar de dar dinero a las escuelas, dar dinero a los estudiantes. O sea, el cheque escolar. En un país gobernado por un partido socialista.

Ay, si por estos lares los socialistas dejasen de hacer el indio...

5) Unas 50.000 personas según los organizadores, 20.000 según la policía local e inexplicablemente sólo 7.000 para Antena 3 TV, que no se sabe de dónde sacó el dato, se han manifestado ayer en Sevilla contra el decreto ley de reordenación del sector público, el "Decretazo" y han pedido su "derogación inmediata" por ser una norma "impuesta e inconstitucional". Esta protesta ha sido convocada por un total de 14 organizaciones entre sindicatos y plataformas de empleados públicos, salvo CCOO y UGT que están a favor del PSOE y del "decretazo".

Pero ¿alguien confiaba que los CC.OO. y UGT iban a salir a calle contra el enchufismo?. Si están comprados y muchos son sus enchufados.

Saludos.
Pepin
CITA
Internet y el olvido


El desacuerdo sobre quién debe borrar el pasado digital o los errores en la Red daña a los usuarios




EL PAÍS
Opinión
24-01-2011



La permanencia y visibilidad en Internet del pasado de alguien puede resultar muy dañina, sobre todo si esa persona, por ejemplo, cometió un delito, se ha insertado en la comunidad y el retorno machacón del pasado entorpece su nueva vida. De ahí que los ciudadanos reclamen el derecho del olvido, que Internet no les escupa este pasado, aunque sea cierto y esté documentado. Pero el borrado digital de una vida es muy difícil. El argumento recurrente es que es preferible la transparencia al misterio. Algunos casos, como la corrección de sentencias condenatorias pedirían algún remedio. Pero en Internet no se cancelan los antecedentes penales.



El problema ha llegado a la Audiencia Nacional. Google ha recurrido varias decisiones de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), quien amparó la petición de varios ciudadanos de que un dato de su pasado no reviviera perpetuamente en la Red. Datos, por ejemplo, que figuran en boletines oficiales o en medios de comunicación. El debate no está en el derecho al olvido, sino en quién debe administrarlo. La AEPD sostiene que no deben hacerlo las fuentes originales que presentan el dato. Ni un boletín oficial puede hacer desaparecer una sentencia ni un medio puede ocultar una información que publicó. Ello supondría una manipulación de documentos públicos o de la hemeroteca. La obligación, en el caso de los medios, es, precisamente, no abandonar el seguimiento de una noticia, y si informó de una imputación judicial, sus lectores deben conocer igualmente cómo terminó el juicio.



La AEPD se dirige a los buscadores, en este caso Google, para que sean ellos los que eliminen el enlace a la fuente del dato. Google replica que ello supondría una censura y que sus algoritmos están para rastrear lo que hay en la Red. La empresa insiste en que hay programas gratuitos para que las fuentes informativas impidan que sus arañas de rastreo indexen el enlace. Pero resultaría paradójico que las fuentes, que no pueden ni deben alterar un enlace en el interior de su sitio, eviten una consulta externa desde un buscador. Sería un camuflaje de sus propios contenidos.



Al margen del debate judicial, una mayor inteligencia de los algoritmos de búsqueda, que pudieran establecer relaciones, hilos, sobre un mismo hecho o persona aunque se tratara de enlaces de distinta procedencia, fecha, notoriedad de la fuente... aliviaría el catálogo en casos muy determinados. Pero no cancelaría el debate.





http://www.elpais.com/articulo/opinion/Int...elpepiopi_2/Tes






CITA(Jose Eduardo Padilla @ Nov 3 2005, 10:31 PM) *
Esto he contestado en cartas al director.
Es poca cosa y rápidamente escrita, pero que le vamos a hacer, no tenia ganas de mas.


Estimado Sr.
En su periódico de hoy, Jueves 3 de Noviembre de 2005, en su contraportada, se publica un artículo de IÑIGO DE BARRON, acerca de una expedición a la Gran Caldera de Lubá (Guinea Ecuatorial), por parte de D.Ignacio Martin Sanz .

Solo comentarle, que en dicho articulo se vierten un montón de inexactitudes, con la habitual tendencia de pasar de la "veracidad" a la "espectacularidad", sea cierta o no.
Guinea Ecuatorial fué territorio español, cerca de 200 años.
En ese dilatado periodo de tiempo, la Gran Caldera de Lubá, fué explorada por un número nada despreciable de gentes, algunas de las cuales yo mismo conocí.
Ciertamente es un territorio espectacular y "casi" virgen, pero de ahí a presentarnos esta expedición como del estilo de las Victorianas del siglo IX, hay un abismo de etica periodistica y de realidad.

Yo vií en Guinea hasta mis 18 años.
Mi padre dedicó 20 años de su vida a trabajar en Guinea, por tanto creo tener una cierta información sobre el tema.

La Gran Caldera de Lubá es un ecosistema maravilloso y eso no desmerece un ápice lo que tengo el gusto de contarle, pero ha habido numerosas expediciones "serias", sin bombo ni platillos, entre otras las de D.Luis Gimenez Marhuenda en los años sesenta, periodista, locutor y gran amigo de mis padres.
Ha habido otras muchas mas sin duda, las suficientes para saber con certeza, que el mito de los "gorilas" y los "pigmeos misteriosos", no corresponde a la realidad.

Creo yo, que una publicación de la seriedad de la suya, deberia contrastar la veracidad de sus artículos .
La gente, la sufrida gente que dia a dia lee su periódico y otros, se merece un respeto mayor.
¿ Quieren ustedes hablar de las maravillas de Guinea Ecuatorial ?.
Yo se las cuento, hay infinitas, es un pais de los que quedan pocos.

Pero por favor, bagatelas, parques temáticos, relumbrón y prosa fácil, NO.

Es una simple cuestión de respeto, a Guinea, a los guineanos, a los que por haber vivido allí, conocemos la verdad, y sobre todo A SUS LECTORES.

A SU DISPOSICIÓN y mi enhorabuena a D. Iñigo de Barrón. posiblemente llegará lejos por ese camino "facil", en este mundo "facil" y superficial , que entre todos estamos pariendo.





Rectifiquen, merluzos, nosotros no olvidamos
Maripili
"La diáspora ecuatoguineana. La huida de los indeseables"






Trifonia Melibea Obono Ntutumu
Jornadas Guinea Ecuatorial vista por sus mujeres, E´Waiso Ipola,
Barcelona
24 de enero 2011
Asodegue




"La desigualdad social, la cuestión religiosa y la rotura entre el centro y la periferia, constituyen las principales fracturas que dividen la sociedad ecuatoguineana actualmente. Son un conjunto de problemas que se arrastran desde el periodo pre colonial y 43 años después, no se han resuelto. Tampoco existe la voluntad política de subsanarlos.


El análisis de la diáspora o dispersión de los ciudadanos y ciudadanas de Guinea en el extranjero podría analizarse a partir de estas variables para no cometer errores.


Un error sustancial sería tomar como ejemplo los estudios realizados sobre este mismo tema en los países democráticos. Éstos, para investigar el fenómeno de la inmigración, por un lado, recurren a los datos fiables que ofrecen las Administraciones públicas. El Gobierno Guineano en cambio, no conoce el número de compatriotas que conviven dentro del país ni aquellos que residen en el extranjero, a no ser que sea por motivos políticos para perseguirlos. Y por otro, no manejan variables como la pobreza, llevan décadas con el estado de bienestar instaurado; el problema de la descentralización política y administrativa también dicen tenerlo resuelto, ya sea para posibilitar el autogobierno de los pueblos que lo componen, o con el objetivo impulsar una gestión pública eficiente; la cuestión religiosa ha sido subsanado con la instalación teórica de un estado laico.


Con el objetivo de prevenir otro error, analizaremos las causas de la emigración ecuatoguineana en dos periodos: primero durante el régimen de Macías y, luego con el de Teodoro Obiang. El motivo de esta división son las relaciones que establecen ambos dirigentes con los actores sociales, es decir, la iglesia católica, los partidos políticos y la población como un todo.


a.- El primer periodo




La primera avalancha de emigrantes surge con el nacimiento del joven estado en 1968, un hecho vinculado al sistema totalitario instaurado por Francisco Macías y la ineficiencia de su Gobierno. Los estados limítrofes -Gabón, Camerún, Nigeria y otros- se conocen como principales receptores de la gente que huyó desesperadamente. Y no les faltaba razón: pasaban hambre y se sentían acorralados por las fuerzas del orden.


España había orientado el sistema económico colonial a las necesidades de la metrópoli. Tras la concesión de la independencia, el nuevo gobierno no supo adaptarlo a las necesidades de la población; primero porque carecía de financiación y segundo, por falta de voluntad. En poco tiempo, el nuevo estado no solo evidenció la ausencia de soberanía en su incapacidad de alimentar a la reducida ciudadanía, sino que las administraciones públicas se desmoronaron poco después.


La Administración Pública se considera la primera empresa de un estado que, además de producir bienes y servicios, fomenta la actividad emprendedora de los habitantes y la regula. Si no goza de buena salud económica, la primera decisión que adoptan los ciudadanos y ciudadanas afectados, es la emigración con el objetivo de cubrir necesidades humanas básicas (estado de bienestar) como el acceso a la sanidad y educación; la consecución de un empleo que posibilite el acceso a las prestaciones sociales, etc. Y así se comportaron los ecuatoguineanos, al menos los que tuvieron esta oportunidad.


Los encarcelamientos y asesinatos a las personas que decidían escabullirse, perpetrados por las fuerzas del orden, sucedían en las fronteras de forma continua e indiscriminada. Sin embargo, entre los más acorralados figuraban los intelectuales, organizaciones políticas, integrantes de la iglesia católica, etc.


La persecución a los librepensadores y todas las personas que pueden presentar una amenaza para el orden imperante constituye una característica sustancial de los regímenes totalitarios.


Debido a la necesidad de limitar el surgimiento de fuentes alternativas de poder, Macías aprovechó las principales debilidades que padecían sus adversarios.


Arrinconó a la Iglesia Católica guineana utilizando los errores que había cometido en el pasado de manera consciente. La Iglesia católica Española justificó el colonialismo como un milagro de Dios y ejerció a veces el papel de “legitimador” en los territorios considerados hostiles para la conquista de los colonos. Asímismo, emocionada por la victoria de Francisco Franco en la guerra civil española y la posición privilegiada que le concedió en el nuevo régimen Nacional-católico, le acompañó en su particular “proceso de civilización” a Guinea Española. El resultado fue la acentuación de un sentimiento anti-católico entre los nativos.



A éste repertorio de desaciertos, se añade el apoyo explícito prestado por la Iglesia católica guineana al que fue presidente autonómico y candidato a la presidencia en 1968, Bonifacio Ondó Edú, un ex-catequista. En diversas homilías y encuentros informales con los fieles, pidió el voto a favor de un candidato acusado por la ciudadanía de corrupción y representante de los intereses de la metrópoli con un solo objetivo: conseguir una posición de poder en el nuevo régimen.


Ondó Edú perdió las elecciones y la Iglesia no sólo observa con malos ojos el acceso de un político pragmático (en el sentido ideológico) al poder, sino que comete lo que se entendía en el sistema de Macías como delito grave: condenó la tiranía impuesta, a pesar de que la libertad de prensa estaba prohibida. Por este motivo, Macías inicia la persecución de sacerdotes, obispos, seminaristas, al final, muchos tomaron el camino al exilio.


Junto al colectivo de religiosos-católicos que abandonaron el país, se encontraban los integrantes de partidos políticos.


En un marco institucional de partido único y la fusión del estado con el partido, las organizaciones políticas perdieron al papel preponderante que la democracia les concede: la defensa de los intereses del estado desde la Oposición. Así, la pluralidad social que caracteriza a Guinea, reflejada en sus distintos pueblos y las subdivisiones de éstos, se suprimió por decreto. El consenso que se materializó en el primer gobierno, formado por territorios que reclamaban autogobierno abiertamente, junto con otros que presentaban las mismas reivindicaciones, pero de manera sutil, se abortó.


La mayoría de integrantes de estos partidos fueron asesinados, otros, se exiliaron. Pero la caza de disidentes se extendió a sus familiares, votantes, amigos, personas de a píe que podían adoptar un discurso discordante con el orden impuesto, etc. Así, miles de ciudadanos y ciudadanas abandonaron el país.



b.- El segundo periodo



Con el golpe de estado perpetrado en 1979, la población se liberó de Macías y cargó sobre los hombros a su mano derecha: Teodoro Obiang. Y no sólo eso. El nuevo tirano se presentó ante la población como una especia de Mesías, pero la población no tardó en reconocer su participación directa y el de destacados miembros de su gobierno en el régimen anterior.


La primera estrategia adoptada por Obiang fue buscar una fuente de legitimidad porque duró poco su papel de libertador.


La mejor fuente de legitimidad habría consistido en la instauración de un estado social y democrático de derecho. Esta tarea no habría supuesto un alto coste ni económico ni político por dos motivos principales. Primero. Guinea nunca ha sido un país económicamente pobre y dispone de una población joven con capacidad y ganas de trabajar. Segundo, la mayoría de sus habitantes disponen de doble identidad, la étnica y la guineana. La manifestación de una, no elimina la intensidad de la otra ni peligra la pervivencia del estado.


El dictador descartó al completo esta opción y entonces firmó el pacto de necesidad mutua con la jerarquía católica según el cual, él financiaba sus gastos, y ellos legitimaban el régimen.


Actualmente, al margen de factores nacionales que garantizan la permanencia de Obiang en el poder -como el analfabetismo de la población, la represión de los militares- y la protección de Francia y EEUU, principales beneficiarios de los recursos naturales, el papel de la iglesia es determinante por el consolidado arraigo del catolicismo en la sociedad, más de la mitad de la población se confiesa católica.


La iglesia católica resurgió de los escombros en el nuevo contexto político y salió reforzada ante la opinión pública por su rechazo a la tiranía impuesta por Macías. Sin embargo, carecía de financiación y andaba perdida, en busca de una posición privilegiada. Estas dos necesidades le empujaron a aceptar las ventajas que suponían una alianza estable con el poder político: la construcción de nuevas iglesias y la rehabilitación de las antiguas, convertidas durante años en almacenes de cacao; la concesión de nombramientos a clérigos, sobre todo en el sector educativo; la concesión de puestos de trabajo a familiares de sacerdotes y obispos; la financiación de diversos gastos, los más visibles son vacaciones a occidente, regalos considerables de lujo, etc. Además, el poder político debía aprobar leyes favorables a la ideología católica, entre las más destacadas se registra el matrimonio civil (es el mismo que regía en España en tiempos de Franco, no reconoce el divorcio como institución); la ley de Planificación familiar aprobada en 1996 (no regula el aborto ni la píldora del día después), y otras.


Los clérigos contrarios a este pacto decidieron exiliarse, o en su caso, ejercer la profesión en el extranjero. Muchos de ellos se muestran muy críticos con las relaciones actuales entre la iglesia y el estado ecuatoguineano.


La iglesia católica a cambio, se comprometía a permitir la participación del dictador en la elección de obispos y, a tomar un papel destacado en el proyecto de autojustificación en el que se embarcó Obiang, que tenía su reflejo en en los constantes inventos de golpe de estado. Sabe muy bien que los católicos pasan toda la vida preparando el día del supuesto juicio final, convencidos irracionalmente de que la mejor vida está al otro lado. Aun así, tampoco quieren morir y dejar la vida real, la que se considera, según el discurso de sus instructores, llena de sufrimientos. Viven una constante contradicción.


La búsqueda de autojustificación se evidencia también en el establecimiento de planes a largo plazo, como el horizonte 2020. Cuando llegue el año indicado, ampliará el proyecto al 2030, y así hasta el infinito. Con un sistema autoritario implantado, y una demostrada falta de voluntad en cubrir las necesidades mínimas de la población, ya que las prestaciones sociales son inexistentes, lo único que le queda al dictador son las palabras. Por lo tanto, la iglesia católica constituye un apoyo fundamental por la irracionalidad de sus discursos.


La desigualdad social es creciente y sólo la oligarquía en el poder disfruta de los recursos del país. El acceso a la educación, sanidad, empleo bien remunerado, siguen siendo motivos para la emigración.


La eterna fractura entre en centro y la periferia permanece intacta y se ha extendido a todas las regiones del país.


Mientras los partidos políticos con representación nacional contribuyen a legitimar al régimen en el exterior, los que representan a territorios singulares, se siguen considerando una amenaza por miedo al consenso y al reconocimiento de lo que es evidente: la pluralidad de la sociedad ecuatoguineana.


La posibilidad de consenso entra en contradicción con el poder ilimitado que posee Obiang en su propio partido –denominado Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (P.D.G.E)- y en el estado. Y en varios discursos ha manifestado que representa la “unidad nacional”. Para conservar este poder ilimitado, relaciona constantemente el autogobierno con la ruptura del estado, una relación bastante peligrosa ya que una cosa no tiene nada que ver con la otra.


El regreso de la población ecuatoguineana a sus raíces está íntimamente relacionado con la solución de los tres problemas que padece el país. Ningún individuo quiere vivir en el extranjero, lejos de su familia y allegados, sobre todo en un contexto internacional en el que la emigración se relaciona con la delincuencia y la inseguridad. Y es más, la desprotección estatal que padecen los ecuatoguineanos en su tierra, la sufren igualmente en el extranjero. ¡Es una pena!


Las embajadas y servicios consulares se rigen por reglas corruptas y persiguen a los intelectuales y partidos políticos exiliados. No importa dónde se escondan, los sicarios les encuentran de todas formas.


Los estudiantes becados por el mismo gobierno, se convierten igualmente en víctimas de las embajadas. Se quedan con la mitad del dinero que el estado les destina. Los familiares de los jóvenes, a pesar de haber comprado las becas en la oficina del P.D.G.E, se ven obligados enviarles dinero cada mes, por el constante robo practicado por los funcionarios.


Asímismo, los tratados que firma Obiang están destinados exclusivamente a defender sus intereses económicos. La población ecuatoguineana que emigra, vive como apátrida, exclusivamente bajo las restrictivas normas internacionales que regulan la emigración".



http://www.asodegue.org/enero2411.htm

manolo pizarro
¿DEMOCRACIA VERSUS ESTADO ASIMÉTRICO?

Los análisis políticos que relacionan el centralismo con la dictadura son tan ideológicos, es decir, tan falsos como los que asocian autonomía territorial con democracia parlamentaria. La historia de España es mucho más compleja que esa "fórmula" atrabiliaria que utilizaba ayer El País. Para empezar no hay posibilidad de democracia, es decir, de un régimen político que garantice la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, sin un Estado de derecho alojado claramente en una Nación.

No se trata de optar por descentralización y democracia por un lado, y Estado nacional por otro, sino que es imposible la democracia sin un Estado nacional. El Estado asimétrico o fragmentado, o como quiera que le llamen los socialistas es inviable, porque cada día que pasa, como estamos viendo, garantiza menos la igualdad entre los españoles. Parece pues imprescindible y necesario derrotar el robot construido por ZParo y los nacionalistas en los últimos siete años.

Frente al lenguaje impuesto por la casta política que nos desgobierna, en ningún lugar de la Constitución del 78 se define el Estado español como el Estado de las autonomías. Eso no está en el espíritu ni en la letra de la Constitución; lo que se reconoce, en el artículo 137, es que "el Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan", y, por supuesto, en el artículo 148, se recoge que las comunidades autónomas podrán asumir competencias en diversas materias, pero no en todas como es su pretensión.

Ahora observemos como defienden los socialistas el estado autonómico y sus lecciones de historia, para contrarrestar las declaraciones de Aznar.VER

Desconozco qué tienen que ver las Guerras Carlistas o las convulsiones de la I y II Repúblicas en este ejemplo, debido quizás al gran bagaje cultural como monitor de esquí del Sr. Iglesias, con el despilfarro sangrante de las Comunidades Autónomas en nuestra actual democracia. ¿Por qué, el Sr. Iglesias, no habla de los cantonalismos? O de las guerras de Atapuerca. Por lo visto hasta se comían unos a otros.

Y es que las Comunidades Autónomas me recuerdan cada vez más a los reinos de taifas o a la época feudal, los políticos (señores feudales) van por un lado y el pueblo cada vez más por otro. Tratan de establecer cortijillos cada vez más cerrados, despilfarran el dinero apoyándose en los consejos de administración de unas cajas de ahorros que ya no realizan la labor social para la que se crearon, mantienen televisiones autonómicas, funcionarios con la misma función en unas y otras tienen haberes diferentes, pensiones obligatorias diferentes (Si las pensiones fueran libres, es decir, responsabilidad de cada ciudadano, la demografía no las dañaría, porque cada cual ahorraría para su pensión), justicia diferente, servicios sanitarios diferentes y no interrelacionados entre comunidades, sedes representativas por todo el mundo diferentes, ensalzan lo diferencial contra lo que nos une como nación, traducciones en el senado incluidas (luego se quitan el pinganillo) y sueldos y plebendas de políticos a la carta autonómica.

Al final, lo más importante, hacen que lo pague el pueblo con cada vez más impuestos. Esta crisis ha venido bien para darnos cuenta del monstruo de nación inviable e incómodo que estamos creando.

Saludos.

manolo pizarro
Pajín permite a 1.000 médicos extranjeros ilegales en España examinarse para el MIR

José Luis Cervero. Madrid- La Gaceta

La ministra Leire Pajín ha autorizado a que 1.000 médicos extranjeros que se encuentran ilegales en España puedan examinarse para el MIR el próximo 29 de enero en distintas universidades de nuestro país, según ha podido conocer LA GACETA de fuentes de la investigación.

La titular de Sanidad adopta esta extraña resolución en mitad de un proceso que instruye el Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia para determinar las responsabilidades en las que hayan podido incurrir una red de presuntos estafadores desarticulada por la policía, dedicada a traer galenos de Santo Domingo a cambio de dinero y facilitarles la documentación para que pasaran por ciudadanos de la UE ante los tribunales examinadores.

El número total de médicos aspirantes a MIR superan los 13.600 y la relación de admitidos, “que será exhibida en los Servicios Centrales del Ministerio de Sanidad Pública y en las Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno”, está firmada por la Subdirección General de Ordenación Profesional.

Curiosamente, su titular, Juan Antonio López Blanco, es uno de los imputados en las diligencias que instruye el Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia por los presuntos delitos contra el derecho de los trabajadores extranjeros y prevaricación.

Según el atestado policial, López Blanco alteró la condición de extranjeros extracomunitarios de 49 médicos dominicanos traídos a España por la red de presuntos estafadores para que pudieran acogerse a las plazas reservadas para aspirantes españoles y comunitarios.

Los irregulares
En la criba hecha por la investigación a la relación de aspirantes difundida por Sanidad, se ha detectado hasta ahora que más de 1.000 no reúnen las condiciones para presentarse a los exámenes y que, sin embargo, el Ministerio ha hecho la vista gorda y se lo ha permitido.

La mayor parte de ellos se encuentran en situación irregular y otros muchos –también irregulares– trabajan como médicos en centros de salud pública, clínicas y establecimientos privados sin reunir los requisitos exigidos por la ley española y por los convenios y directivas emanados con y desde la Unión Europea (UE).

En una primera aproximación realizada por este periódico a la referida lista se ha contrastado que el mayor número de estos extranjeros presumiblemente irregulares son de nacionalidad colombiana, unos 110 aproximadamente. Seguidos de los dominicanos (92), peruanos (39), bolivianos (20), cubanos (11), mejicanos ( 8 ), etc.

Además de los aspirantes a MIR originarios de Latinoamérica, se presentarán al examen un egipcio, un indio, un sirio, un argelino y dos marroquíes, entre otros.

Las comunidades y las especialidades médicas que desempeñan estos extranjeros presuntamente irregulares son múltiples y variopintas. Así –y siempre según las mismas fuentes–, por ejemplo, el sirio Ebrahín Al Salahi, que se examinará el próximo 29 en la Facultad de Ciencias de Valladolid, aunque tiene permiso temporal de residencia, trabaja como médico de familia en la Sanidad Pública de Palencia.

Sin embargo, y para enmascarar esta situación de presunta irregularidad, el Ministerio hace constar en la relación de aspirantes que Ebrahin tiene “residencia permanente en España”, señalado en las listas con el epígrafe 2.

La colombiana Nour Sofía Al Hajj Rabat, convocada el próximo 29 a examinarse en el Edificio Campomanes de la Universidad Carlos III de Madrid, con residencia temporal, trabaja como anestesista en el Servicio de Salud de Castilla-la Mancha. En las listas de Sanidad figura que está en posesión de la residencia permanente.

La venezolana Mary Carolina Chalchoub Cabrera, llamada a examen en la Universidad de Baleares, aunque tiene residencia temporal figura en las listas del Ministerio con residencia permanente. Trabaja como cirujano en el Servicio Balear de Prevención.

El Balneario
El Balneario de Benito, situado en la localidad manchega de Reolid, cerca de Salobre (el pueblo de José Bono), tiene como médico a la colombiana Luisa Fernanda Álvarez Nieto, que se encuentra en la misma situación irregular que sus compañeros ya citados y que también cuenta en Sanidad con el reconocimiento de “residencia permanente”. Su examen tendrá lugar en la Universidad de Valencia.

Según ha podido constatar este periódico, este centro de relajamiento se encuentra siempre repleto de personas de la tercera edad, debido a los convenios de colaboración que mantiene con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Estos acuerdos datan de la época en la que el actual presidente del Congreso de los Diputados la presidía.

Por otro lado, en la Sanidad Pública de Albacete trabaja como médico cirujano la dominicana Xenia Iciano García, con residencia temporal en España y por tanto extracomunitaria. Sin embargo, aparece en las listas del Ministerio con el epígrafe 1, es decir, como si se tratara de un ciudadano de la UE. El examen para MIR, lo tiene en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

Dentro de estas listas de aspirantes elaboradas por el Ministerio de Sanidad llama poderosamente la atención una relación de 34 médicos dominicanos, entre ellos Aura Ligia Urraca Rodríguez y Aldonsa Vargas Parra, encuadradas dentro del epígrafe 5, “Falta de acreditación conocimiento de idioma”, que la policía no tiene conocimiento ni de su existencia ni de su permanencia en España.

Lo cierto es que este grupo de dominicanos ni siquiera están en posesión del NIE (Número de Identidad de Extranjeros). Estos incontrolados por la policía están citados para examinarse en el Campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos. Otros de sus compañeros lo harán en el Aulario II del Campus de Alcorcón de esta misma Universidad.

Existen casos curiosos como el de la colombiana Catalina Chica García, quien, pese a que desde mayo de este año tiene extinguido su permiso familiar comunitario por haberlo obtenido de forma fraudulenta, se presenta a examen en la Universidad Autónoma de Madrid como ciudadana de la UE.

Denuncias
Hace cuatro años que el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, Juan José Rodríguez Sendín, denunció ante el Ministerio de Sanidad y ante la Fiscalía General del Estado el peligro que supone para la salud pública el hecho de que en la actualidad haya en nuestro país del orden de 10.000 a 12.000 médicos extracomunitarios que están trabajando en España en condiciones irregulares.

Pedían que se les explicara las causas que han llevado al Ministerio de Educación y Ciencias a homologar títulos de Medicina falsos y de las medidas adoptadas para evitar que se repitan estas situaciones en el futuro.

Para ello solicitaban de este Ministerio la presencia de un representante permanente de la OMC en el proceso de homologación de títulos de Licenciado en Medicina.

Se dirigieron a las Comunidades Autónomas para que pusieran fin inmediato a las contrataciones de médicos extranjeros. Pero todo cayó en saco roto como prueba la información que hoy publica en exclusiva LA GACETA. Conde Pumpido y el Ministerio de Sanidad, desde la época de Elena Salgado como titular hasta nuestros días, pasando por Bernat Soria y Trinidad Jiménez, no hicieron caso. Pumpido les pidió el nombre de alguna persona para dirigir contra ella las investigaciones.

En una entrevista concedida a este periódico, el presidente Rodríguez Sendín decía resignado: “Ni siquiera sabemos si estos irregulares son médicos de verdad, nosotros, con tan sólo una entrevista de un cuarto de hora sabemos si la persona con la que hablamos es médico o no, pero ni siquiera nos conceden esa oportunidad”.

La propia policía que investiga esta trama, en un informe que obra en las diligencias previas del juzgado de Murcia, establece que es “requisito indispensable la titulación en Medicina Familiar y Comunitaria para el desempeño de la profesión en centros o servicios propios, integrados o concertados del Sistema Nacional de Salud”.

“En resumen –sigue el informe– para trabajar en la sanidad pública española, cualquier médico sin distinción de origen ha de superar el examen de MIR (o conseguir la homologación de su especialidad a través del Ministerio de Educación), incluso para médico general, ahora denominada la especialidad de medicina familiar (en la actualidad son cuatros de MIR). Citan también una directiva europea que obliga a poseer este título.

http://www.intereconomia.com/noticias-gace...narse-mir-20110
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Creo que nos hablan de algo demasiado serio. Nuestro servicio de Sanidad Pública se empieza a asemejar a nuestro Ejército. Mientras jóvenes medicos españoles emigran a Europa por falta de trabajo, a ella qué más le da, no creo que vaya a que le atiendan en la Sanidad Pública porque ya se sabe, los progres defienden la escuela pública pero sus hijos los mandan a los colegios privados más elitistas, defiende la universidad pública pero sus hijos van a estudiar a las universidades privadas de Estados Unidos, defienden los pisos de 50 metros cuadrados pero una ex-ministra divorciada y con un solo hijo tiene una vivienda de 500 metros cuadrados, ya solo el despacho de Leire supera los famosos 50 metros cuadrados, y en esto tan serio, dicen que defienden la sanidad pública pero ellos van a clínicas privadas de lujo.

Saludos.

Francisco Alegre
Separar los buenos de los malos





ÍÑIGO DE BARRÓN

EL PAÍS
Economía
25-01-2011




Esta vez el Gobierno se ha adelantado, aunque solo sea unos días. El mercado esperaba la reforma del sistema financiero para el próximo viernes, pero las negociaciones del domingo y ayer por la mañana con partidos y dirigentes de las cajas, han permitido al Gobierno presentar ayer las líneas maestras del plan de recapitalización de cajas y bancos.



Aparentemente, no le apretaba el zapato. Los mercados no azotan en los últimos días a la deuda pública española ni a la prima de riesgo (la diferencia entre lo que se paga por los bonos españoles y los alemanes), que sigue en zonas estables.



Sin embargo, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero tiene una obsesión: que no se repita en España el caso irlandés. Es decir, que un país que aparentemente no tenía problemas económicos acabó hundido por los agujeros de sus bancos, que habían aprobado las pruebas de esfuerzo de julio pasado.



Salvando las distancias, Irlanda y España comparten una burbuja inmobiliaria que ha demostrado su capacidad destructiva. Para los inversores internacionales, las dudas sobre la implicación de las cajas en el ladrillo es una de las losas que hunden la perspectiva de la economía española y alienta la posibilidad de que haya que pedir un rescate a Europa.



Con este transfondo, el Gobierno presentó ayer una de las mayores reformas estructurales del sistema financiero. El objetivo del Gobierno es "garantizar la confianza que hemos tenido y que tenemos que preservar", así como eliminar "cualquier duda que pudiera haber en el mercado sobre la solidez de nuestro sistema financiero" y que fluya el crédito, explicó ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado.



El Ejecutivo y el Banco de España, que dirige Miguel Fernández Ordóñez, están convencidos de que ha llegado el momento de separar los buenos de los malos. Las manzanas podridas acaban pudriendo el cesto y ya no hay tiempo para seguir manteniendo que "todo el sector financiero está sano", como se decía hace meses. Hay que admitir que la reforma de las cajas de julio se quedó corta. Más vale que una buena parte de las entidades recuperen la credibilidad perdida que intentar salvar a todo el sector. Desde ayer, con un listón tan exigente como el marcado, muchos gestores habrán roto sus planes estratégicos y empezarán a dibujar unos nuevos. Tienen ocho meses para encontrar una salida. Para algunos la supervivencia pasa por una fusión; la segunda oleada tan esperada en el sector.



El supervisor es consciente de que algunas entidades tienen tres alternativas:



vender activos en el mercado con plusvalías

(si es que los tienen y si es que pueden),



fusionarse


o



convertirse en bancos nacionalizados.




La primera pista aparecerá en febrero cuando las entidades confiesen su riesgo en el ladrillo.


Con las últimas cifras conocidas, de septiembre pasado, las que más recapitalización tienen que hacer son: la fusión de Caja Madrid-Bancaja; Bankinter; CatalunyaCaixa; Unnim; la caja gallega y las castellanoleonesas.Además, puede haber otras entidades que necesiten más capital, ya que a las que no tengan inversores privados, tengan gran dependencia de los mercados financieros o no coticen en Bolsa, deberán superar el 8% de capital.



El plan del Gobierno no ha traspasado la línea roja que marcó Isidro Fainé, presidente de la patronal de las cajas y de La Caixa: no se ha acabado con el modelo de cajas. Las que estén bien, podrán seguir siéndolo.


Además, Zapatero manda un mensaje de exigencia a los mercados al adelantar a 2011 el nivel de capital que no será exigible internacionalmente hasta 2013. Y da cierto tiempo: el examen será a final de septiembre. Precisamente este aspecto ha sido criticado en algunas entidades que creen que debería evitar la incertidumbre actual y adelantar el examen a marzo para cerrar el melón. "Es demasiado tiempo. Se deberá clarificar el panorama antes", dice un ejecutivo. Otros desconfían de que con 20.000 millones de inyección máxima de capital se pueda tapar el agujero del ladrillo.


Zapatero ha medido el disparo : la banca española será de las primeras en capital y las cajas malas acabarán siendo bancos, por las buenas o por las malas.



http://www.elpais.com/articulo/economia/Se...elpepieco_5/Tes


Este es nuestro Iñigo, por las buenas o por las malas. Aprende Pizarro porque Barron es un periodista como la copa de un pino. Sin medias tintas.
Pepin
Detenidos el ex consejero Riopedre, dos altas funcionarias y dos empresarios por corrupción




Los arrestos están vinculados con el caso de la empleada pública que se adjudicaba contratos informáticos

La Policía registró varios inmuebles y empresas en Gijón en los que requisó documentación impresa y ordenadores

La investigación relaciona la operación con una supuesta red de cobro y pago de comisiones ilegales





La Nueva España
OVIEDO / GIJÓN
J. C. / J. A. A. / A. R. / J. E. M.
13:54




El ex consejero de Educación José Luis Iglesias Riopedre; una ex alto cargo, María Jesús Otero, su «número dos», antigua directora general de Planificación, Centros e Infraestructuras y jefa de compras de la citada Consejería, y dos empresarios vinculados a las firmas Igrafo, V. M. M. M., y Almacenes Pumarín, A. S., fueron detenidos ayer en relación con un supuesto caso de malversación de fondos públicos y pago y cobro de comisiones ilegales para la adjudicación de contratos en la Administración regional. Las empresas abastecen de material de oficina y papelería a la Administración regional y varios consistorios asturianos.


Los arrestos están vinculados con una investigación destapada por LA NUEVA ESPAÑA en febrero de 2010, una denuncia interpuesta en Gijón por otro supuesto caso de corrupción, el de la jefa de servicios de procesos administrativos del Principado, Marta R. A., que también fue detenida ayer y que venía siendo investigada por adjudicar contratos públicos a una empresa de su propiedad, Implans Mounts, que habría recibido por esta vía ilegal al menos ochocientos mil euros.


El caso lo lleva la titular del Juzgado de instrucción número cuatro de Gijón, que ayer ordenó varios registros domiciliarios y de sedes empresariales en los que los agentes de la Policía judicial recabaron abundante documentación impresa y ordenadores personales cuyos discos duros se están analizando.


El grueso de la investigación se sigue centrando, según pudo saber este diario, en la supuesta trama urdida por la alta funcionaria M. R. A., que también habría facturado numerosos contratos a las firmas que ahora son objeto de investigación. Tanto Igrafo como Almacenes Pumarín también habrían conseguido abundantes acuerdos de suministro con la Consejería de Educación en el período en el que estaban al frente José Luis Iglesias y María Jesús Otero. En este punto radicaría la supuesta vinculación de todos los detenidos.


Los arrestos constituyen el tramo final de la investigación abierta por la juez gijonesa, que mantiene el secreto de las diligencias desde hace casi un año y que incluso ha prescindido de los técnicos policiales para trabajar con asesores propios . Hasta ahora, la juez ni siquiera había tomado declaración a la funcionaria que centra toda la instrucción, Marta R. A., cargo de confianza de la consejera de Administraciones Públicas, Ana Rosa Migoya, que la suspendió de empleo y sueldo tras destaparse el caso.


Todos los implicados permanecen detenidos en la Comisaría de Gijón, a excepción del ex consejero José Luis Iglesias Riopedre, que está ingresado bajo arresto en el hospital debido a su delicado estado de salud. Está previsto que permanezcan detenidos hasta que pasen a disposición judicial, algo que podría tener lugar en las próximas horas.


Según pudo saber este diario, la detención de José Luis Iglesias Riopedre, la más llamativa, «sería un asunto colateral en el grueso de la investigación sobre los contratos de la funcionaria de informática».


http://www.lne.es/asturias/2011/01/25/dete...on/1024420.html

http://comunidad.lne.es/galeria-multimedia...de/16761/6.html

Uno menos. Este era ministrin y amigo de la infancia de Tini Areces.
John Enki
CITA(Francisco Alegre @ Jan 25 2011, 07:50 AM) *
Separar los buenos de los malos





ÍÑIGO DE BARRÓN

EL PAÍS
Economía
25-01-2011




[color="#006400"][size=4][font="Palatino Linotype"]Esta vez el Gobierno se ha adelantado, aunque solo sea unos días. El mercado esperaba la reforma del sistema financiero para el próximo viernes, pero las negociaciones del domingo y ayer por la mañana con partidos y dirigentes de las cajas, han permitido al Gobierno presentar ayer las líneas maestras del plan de recapitalización de cajas y bancos.



Aparentemente, no le apretaba el zapato. Los mercados no azotan en los últimos días a la deuda pública española ni a la prima de riesgo (la diferencia ]



Pues desde luego, aquí ya sabemos a que grupo pertenece Don Iñigo

LOS MALOS
manolo pizarro
TONTERIAS POLÍTICAMENTE INCORRECTAS.

1) Francisco, lo que calla Iñigo Barron (el de la copa del pino) es que vamos a pagar los de siempre, puesto que los grandes enemigos de la futura privatización de las cajas de ahorro son los gobiernos regionales y los sindicatos, que no están dispuestos a perder una cuota de poder tan importante. Si la pierden “por las malas”, querrán que su futuro se resuelva como se están resolviendo ahora las prejubilaciones de la banca, es decir, con el pago "en la práctica" del cien por cien de los salarios y de las pensiones de todos sus directivos y empleados. Te recomiendo vayas sacando el dinero si lo tienes en una de las Cajas porsi.

2) Trabajo prepara otro maquillaje estadístico para reducir la cifra oficial de parados, sacar de las listas a aquellos desempleados que no renueven a tiempo su demanda de empleo en los servicios públicos.

En lugar de hacer juegos malabares maquillando las listas del paro año tras año podrían tener un par de pelotas y crear realmente empleo.

3) La Ministra de Economía aseguró este martes en rueda de prensa que el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pronosticó este martes que España crecerá un 0,6 % en 2011, hace previsiones "pesimistas" que "no comparte" el Ejecutivo y confirmó que no tiene intención de corregir a la baja la previsión de crecimiento del PIB estimado en el 1,3 % para 2011. Los periodistas presentes en la rueda de prensa quisieron saber qué impacto había tenido una de las medidas estrella del Gobierno en 2011 (la subida del IVA) en el aumento de los ingresos y la reducción de los números rojos.
Como se puede ver en el vídeo que acompaño, ante la pregunta, se quedó en blanco. Primero rebuscó en sus papeles, luego se rió de forma nerviosa, finalmente pasó la palabra al interventor general "que tendrá los datos en la cabeza" y dejó sin contestar la cuestión.VER

Traduciendo, primero da lecciones al FMI, pero después sus cuentas no las sabe, la han pillado en el simpa...

4) El histórico dirigente del Partido Comunista Santiago Carrillo fue entrevistado el lunes por Luis del Olmo en Punto Radio, pero no le gustaron las preguntas del locutor. Cuando le abordó sobre la matanza en Paracuellos, que se produjo durante la Guerra Civil, el político contestó airado: "¡Váyase usted al infierno!".

¡Anda, pero si resulta que Don Santiago ahora cree en el infierno! Tiene tanto aprecio a Del Olmo que le está invitando a visitar una parcela que se compró allí hace años.

5) Ayer publicaba el Boletín Oficial del Estado otra resolución de 16 de diciembre de 2010 que detalla las subvenciones concedidas por el ministerio que encabeza Pajín. Su cuantía total asciende a los 2,6 millones de euros, repartidos entre más de un centenar de colectivos que, en su abrumadora mayoría, acreditan una inequívoca identidad progresista o feminista, cuando no las dos cosas, con tal de merecer segura dádiva. Hablo de aquellos firmes partidarios de la “visibilidad” de lesbianas, bisexuales y transexuales, los que fomentan el “feminismo islámico” –valga el oxímoron– en la provincia de Ceuta, los que han montado un chiringuito para promocionar una cosa que se llama “economía en femenino” o colectivo “afrodescendiente”, los que atesoran algunas ideas valiosas sobre el laicismo que puede expender el seminario impartido por la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, los de la Plataforma de Mujeres Cantantes, Escritoras y Artistas contra la Violencia de Género, los que intentan prevenir la violencia en parejas de lesbianas o los que tienen un inquebrantable compromiso con la “cultura de la paz” a través de la ideología de género. No faltan, entre todos estos agraciados, los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, habituales en las pedreas del dinero de los aún curramos en esta España..... "asimetrica".

Creo que saben que se les acaba el chollo y están dando los últimos chorizcoletazos. O sea,:" vamos a repartirnos lo que podamos, mientras podamos,...que nos cierran el monedero". El PP no tendrá mi voto si continúa su apoya la ley Sinde, me importa muchísimo mi economía pero me importa aun más mi libertad, porque es mucho más difícil recuperarla que el dinero.

6) Los más de 25.000 camioneros que forman la Agrupación Nacional de Transportes convocan un "paro indefinido" a partir del 4 de febrero.

Deben de estar cansados de pagar el 74% de cada litro de gasoil en impuestos para que ZParo y sus mariachis lo dilapiden en lesvianas, en el 1981 el barrir de Brend estaba al mismo precio y costaba el gasoil menos que actualmente. VER

Saludos.
Andy Maykuth
Obama alerta del peligro de que Estados Unidos pierda la supremacía mundial

La creación de puestos de trabajo y la necesidad ed contener el déficit, dos de los puntos elementales del discurso sobre el estado de la Unión del presidente




ANTONIO CAÑO
Washington

ELPAIS.com
Internacional
26-01-2011




Acudiendo a reminiscencias de la vieja competencia con la Unión Soviética, Barack Obama convocó esta noche a su país a asumir los retos que los nuevos tiempos representan para Estados Unidos y hacer los esfuerzos requeridos para mantener un liderazgo mundial que reconoció amenazado. "Este es el momento Sputnik de esta generación" , dijo el presidente para describir el peligro cierto de que otra nación, China, sobrepase a Estados Unidos en la aventura de esta nueva época.



El lanzamiento en 1957 del Sputnik soviético, el primer satélite que cubrió la órbita terrestre, fue, en su tiempo, la mayor demostración de fuerza de la Unión Soviética y una gigantesca llamada de atención para Estados Unidos. Allí empezó lo que se llamó la carrera espacial, que los norteamericanos acabarían ganando al colocar al primer hombre en la Luna en 1969.



"Hace medio siglo", dijo Obama en su discurso, "cuando los soviéticos nos ganaron en el espacio con el lanzamiento del Sputnik, no teníamos ni idea de que algún los venceríamos en la Luna. No teníamos la ciencia necesaria. La NASA no existía". "Pero después de invertir en mejor investigación y mejor educación", añadió, "no solamente sobrepasamos a los soviéticos sino que desatamos una ola de innovación que creó nuevas industrias y millones de nuevos puestos de trabajo".



Obama no mencionó a China en términos negativos ni la relacionó con ninguna actitud hostil hacia Estados Unidos. Desde ese punto de vista, esta época no es la de la Guerra Fría. "No hay muros que separen el Este y el Oeste, no hay ningún rival alineado contra nosotros", afirmó. "El éxito en este mundo cambiante", manifestó, hay que buscarlo por caminos distintos a los que se buscaron contra la URSS, "mediante las reformas, la responsabilidad y la innovación". "También requerirá", advirtió, "una nueva concepción de nuestra política exterior: así como los empleos y los negocios cruzan las fronteras, también pueden hacerlo los peligros".



Con la alusión al Sputnik, tan viva en la memoria feliz del pueblo norteamericano, Obama no solo recordó la trascendencia del momento histórico en el que vivimos sino la enorme capacidad de reacción que siempre ha caracterizado a esta sociedad. Al mismo tiempo, introdujo dos de los elementos centrales de su discurso: empleos y gasto público.



El presidente destacó la necesidad de que la recuperación económica que ya experimenta Estados Unidos se traduzca cuanto antes en creación de puestos de trabajo. "La economía está creciendo otra vez", aseguró. "Pero nosotros nunca hemos medido el progreso por las cifras económicas. Lo medimos por el éxito de nuestros ciudadanos, por los empleos que tienen a su disposición y la calidad de esos empleos, por las perspectivas del dueño de un pequeño negocio que sueña con transformar una buena idea en una empresa de éxito, por las oportunidades de que nuestros hijos tengan una vida mejor".



Con ese fin, Obama defendió la necesidad de mantener la inversión pública en algunos programas esenciales, para mejorar la formación, la educación y la salud de sus compatriotas. Pero quiso demostrar también su preocupación por contener el déficit y, con ese fin, propuso extender de tres a cinco años su compromiso de congelar los gastos del Estado mediante recortes en aquellos proyectos que no se consideren prioritarios, lo que, según él, recortaría el déficit en 400.000 millones de dólares en la próxima década.



Entre esos recortes, el presidente confirmó la reducción de 78.000 millones de dólares en gastos militares -aunque no precisó esa cifra- que previamente había anunciado el secretario de Defensa, Robert Gates. Esos recortes no afectarán a la guerra de Afganistán ni a los planes de jubilación de los militares retirados; se concentrarán en la eliminación de algunos programas de construcción de nuevos armamentos.



Esta propuesta es considerada insuficiente por los republicanos, que proponen devolver el nivel de gasto público al punto en el que estaba en 2008, el último año de la presidencia de George Bush. La oposición tampoco quiere incluir el gasto militar entre los recortes para la reducción del déficit.



Pese a las diferencias ostensibles entre demócratas y republicanos en ese y otros puntos, ambos partidos han hecho esta noche un esfuerzo por mantener las formas: los congresistas de uno y otro lado se sentaron juntos, rompiendo la tradicional separación de escaños. Desde las elecciones de noviembre pasado, los republicanos son mayoría en la Cámara de Representantes, pero los demócratas mantienen una corta ventaja en el Senado, por lo que cualquier proyecto relevante exige la colaboración de ambos.



El presidente hizo a lo larga de su alocución varias llamadas al entendimiento y el trabajo bipartidista. "Los desafíos que tenemos por delante son más grandes que los partidos y la política. Lo que está en juego no son las próximas elecciones sino la posición de Estados Unidos, no como un lugar en el mapa sino como faro para el resto del mundo".



"Ese es el proyecto", añadió Obama, "en el que el pueblo norteamericano quiere que trabajemos. Juntos".



Obama repasó los principales asuntos de la política exterior sin incorporar grandes novedades a su política conocida respecto a Pakistán o la guerra contra Al Qaeda. Pero puso mucho énfasis en respaldar el reciente levantamiento popular en Túnez. "El deseo del pueblo se ha demostrado más fuerte que el puño del dictador", dijo. "Permítanme decirlo con claridad: Estados Unidos apoya al pueblo de Túnez y las legítimas aspiraciones democráticas de todos los pueblos".



http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepuint_4/Tes
Pepin
La juez manda a prisión a Iglesias Riopedre y sospecha que la trama corrupta es más amplia




El ex consejero, acusado de favorecer a empresas con las que repartiría luego beneficios

Ingresa en la cárcel sin fianza ante el «riesgo de fuga y posible ocultación de pruebas»

Los investigadores creen que la red ha logrado «muchos, muchos millones» con sus fraudes






La Nueva España
Miércoles 26 de enero de 2011
07:39
L. PALACIOS,
R. GARCÍA,
M. CASTRO (Gijón),
J. A. ARDURA,
J. E. MENCÍA (Oviedo)





La juez gijonesa Ana López Pandiella, que instruye la investigación de una supuesta trama corrupta de políticos, funcionarios y empresarios que se habría beneficiado de contratos irregulares con al menos dos consejerías del Principado, ordenó ayer el ingreso en prisión del ex consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, hombre de confianza de Vicente Álvarez Areces desde 1984, acusado de los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, fraude y exacciones ilegales y negociaciones prohibidas a funcionarios. La juez considera que Riopedre maniobró para favorecer a varias empresas con las contrataciones, influyendo sobre los funcionarios, pese a conocer la existencia de fraude, y que elevó los precios de los contratos para luego repartir el beneficio con las empresas. También sospecha que la trama corrupta es más amplia.



La Fiscalía explicó ayer que Riopedre, que ya pasó esta noche en la Unidad Terapéutica y Educativa de Villabona por motivos de seguridad, ingresa en prisión «provisional, comunicada y sin fianza» debido a la gravedad de los delitos que se le imputan y a «la existencia de riesgo de fuga y la posible ocultación de pruebas en el caso de haber quedado en libertad». Según la investigación, Riopedre, que fue sometido a un reconocimiento médico a su llegada a prisión, siempre fue consciente de que estaba cometiendo un delito y que no actuó bajo engaño o desconocimiento de lo que sucedía.



Pese a que el ex consejero permaneció más de dos horas en los juzgados, a los que llegó en un vehículo policial camuflado, sentado en el asiento de atrás, entre dos agentes de paisano, y tapándose las piernas con una manta de cuadros, su declaración no duró más de veinte minutos. Riopedre, que fue asistido por el abogado Sergio Herrero, sufrió un bajón de azúcar durante el interrogatorio. El colaborador de Areces también fue preguntado sobre su relación con el propietario de Almacenes Pumarín, Alfonso Carlos Sánchez Sánchez , y su relación con el dueño de Igrafo, Víctor Manuel Muñiz Menéndez, con el que solía comer asiduamente.



http://www.lne.es/asturias/2011/01/26/juez...ia/1024913.html
Pepin
CITA
Las dos caras de «la que repartía les perres»



Sus ex alumnos destacan la enorme humanidad y bondad de esta maestra llanisca, a la que otros vecinos se refieren con el apodo de «la Roldana»




La Nueva España
Miércoles 26 de Enero de 2011
Oviedo / Gijón,
Luis ALONSO




María Jesús Otero levanta pasiones. Buenas y malas. De su «buen corazón» , su «enorme humanidad» , su «solidaridad con los necesitados» y su «bondad» dan fe algunos de los ex alumnos de esta maestra de pueblo con pinta de monja que ha dedicado veinte años de su vida a la gestión en el área de Educación; pero ésa es sólo una de las dos caras de María Jesús Otero. La otra es la que le ponen algunos de sus vecinos llaniscos, que la apodan desde hace muchos años «la Roldana» . O la que se le ha puesto en buena parte de los centros educativos de Asturias, donde se la conoce como «la de les perres» o «la que corta el bacalao» en la Consejería de Educación.



María Jesús Otero era maestra en Nueva de Llanes cuando su amigo Antonio Trevín hacía lo propio en Hontoria, el pueblo de al lado, como quien dice. Ambos formaban parte del que en Llanes se conocía como el «clan de los maestros», un grupo de amigos, mayoritariamente docentes, que, en los primeros años ochenta del siglo pasado se reunían, entre otras cosas, para hablar de política. De aquellos encuentros, en los que María Jesús Otero siempre ocupó un segundo plano, saldría la estrategia que llevó al PSOE a conquistar el poder en Llanes, concejo conservador por antonomasia hasta entonces, con Trevín como principal espada.



Antes de aquella histórica victoria sobre la derecha, el maestro Trevín fue llamado para sustituir a Vicente Álvarez Areces como delegado provincial de Educación. Corría el año 1986 cuando llegaron a Oviedo Trevín y María Jesús Otero, una mujer de fuertes convicciones religiosas, que perteneció al Instituto Misionero Seglar, con sede en la ovetense calle de Foncalada. Aquella mujer no era monja, pero casi.


De la Dirección Provincial de Educación pasó la llanisca a la consejería del ramo, donde ya casi siempre fue de la mano de José Luis Iglesias Riopedre. O al revés.



María Jesús Otero, mujer con enorme capacidad de trabajo, tuvo mucho que ver con la creación de escuelas taller en Asturias, especialmente con la de Llanes, la tercera que funcionó en España. Muchos vecinos afirman que entonces empezó a acumular patrimonio. Es verdad que ha pasado de tener un Ford Fiesta beis a conducir un Audi de lujo, pero en cuestión de propiedades inmobiliarias, en el concejo de Llanes, sólo aparece como titular de nueve fincas, cuatro de las cuales se corresponden con su casa de Lledías. Otra de sus propiedades es una plaza de garaje y un trastero en Llanes. Y las otras cuatro son pequeñas fincas rústicas. Ni rastro de los lujosos apartamentos turísticos de Posada y Poo, cuya propiedad le atribuyen algunos convecinos. Tampoco aparece María Jesús Otero ni como administradora ni como apoderada de sociedad o empresa alguna en el Registro Mercantil.



El registro de la propiedad de Llanes remitió los datos sobre las inscripciones registrales de María Jesús Otero a la Brigada de Delincuencia Económica de la Policía Judicial de Gijón, que, mediante un oficio, había solicitado esa información el pasado día 17.



María Jesús Otero, mujer que siempre ha estado muy comprometida con diversas ONG, ha ocupado altos cargos en la Administración desde 1986 hasta hace cinco meses, con la salvedad del período que va de 1995 a 1999, cuando gobernó en Asturias la derecha. Entonces volvió a la docencia. Su último destino fue la Escuela de Adultos de la costa del oriente, aunque nunca llegó a ocupar la plaza. El 5 de agosto de 2010 era destituida por Riopedre minutos antes de que éste dimitiera por «razones de salud».



http://mas.lne.es/administracion-asturiana...-perres/10.html








CITA(aquiles @ Jan 25 2011, 11:56 PM) *
CITA(fernando el africano @ Apr 25 2005, 10:51 AM) *
Me ha llamado la atención en la gramática bubi del R.P. I. Abad ( año 1928) el significado de una palabra y del nombre de dos poblados :

Bisila ( La virgen María de los bubis) sigifica palmerita

Luba ( Antigua San carlos) significa robo

Boho ( zona de Concepción) siginifica cuñado
Moeri ( poblado cercano a Musola) siginificado hormiga roja

El caso más curioso me pasó con un conocido aquí en España, tenía de apellido Rebola, Pregunté a un bubi amigo que significaba y parece que la traducción es lugar de muchos niños. Después averigué que el abuelo de mi amigo se había criado en un Orfanato en España, donde parece le adjudicaron ese apellido. Tal vez el padre era un veterano misionero en Fernando Poo, conocedor del significado de la palabra y le puso ese apellido.

Fernando El Africano


Maripili
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Como nos roban a los guineanos y a los españoles. Igual Iñigo de Barron que es hombre de grandes números se dio cuenta. Comparo las magnitudes macroeconómicas y se dijo: aquí falta dinero, que lo estoy viendo yo.

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Bruce Beelher




CITA
The White House

Office of the Press Secretary

For Immediate Release January 25, 2011 Remarks by the President in State of Union Address
United States Capitol, Washington, D.C.
9:12 P.M. EST

THE PRESIDENT: Mr. Speaker, Mr. Vice President, members of Congress, distinguished guests, and fellow Americans:





Tonight I want to begin by congratulating the men and women of the 112th Congress, as well as your new Speaker, John Boehner. (Applause.) And as we mark this occasion, we’re also mindful of the empty chair in this chamber, and we pray for the health of our colleague -- and our friend -– Gabby Giffords. (Applause.)

It’s no secret that those of us here tonight have had our differences over the last two years. The debates have been contentious; we have fought fiercely for our beliefs. And that’s a good thing. That’s what a robust democracy demands. That’s what helps set us apart as a nation.

But there’s a reason the tragedy in Tucson gave us pause. Amid all the noise and passion and rancor of our public debate, Tucson reminded us that no matter who we are or where we come from, each of us is a part of something greater -– something more consequential than party or political preference.

We are part of the American family. We believe that in a country where every race and faith and point of view can be found, we are still bound together as one people; that we share common hopes and a common creed; that the dreams of a little girl in Tucson are not so different than those of our own children, and that they all deserve the chance to be fulfilled.

That, too, is what sets us apart as a nation. (Applause.)

Now, by itself, this simple recognition won’t usher in a new era of cooperation. What comes of this moment is up to us. What comes of this moment will be determined not by whether we can sit together tonight, but whether we can work together tomorrow. (Applause.)

I believe we can. And I believe we must. That’s what the people who sent us here expect of us. With their votes, they’ve determined that governing will now be a shared responsibility between parties. New laws will only pass with support from Democrats and Republicans. We will move forward together, or not at all -– for the challenges we face are bigger than party, and bigger than politics.

At stake right now is not who wins the next election -– after all, we just had an election. At stake is whether new jobs and industries take root in this country, or somewhere else. It’s whether the hard work and industry of our people is rewarded. It’s whether we sustain the leadership that has made America not just a place on a map, but the light to the world.

We are poised for progress. Two years after the worst recession most of us have ever known, the stock market has come roaring back. Corporate profits are up. The economy is Spam again.

But we have never measured progress by these yardsticks alone. We measure progress by the success of our people. By the jobs they can find and the quality of life those jobs offer. By the prospects of a small business owner who dreams of turning a good idea into a thriving enterprise. By the opportunities for a better life that we pass on to our children.

That’s the project the American people want us to work on. Together. (Applause.)

We did that in December. Thanks to the tax cuts we passed, Americans’ paychecks are a little bigger today. Every business can write off the full cost of new investments that they make this year. And these steps, taken by Democrats and Republicans, will grow the economy and add to the more than one million private sector jobs created last year.

But we have to do more. These steps we’ve taken over the last two years may have broken the back of this recession, but to win the future, we’ll need to take on challenges that have been decades in the making.

Many people watching tonight can probably remember a time when finding a good job meant showing up at a nearby factory or a business downtown. You didn’t always need a degree, and your competition was pretty much limited to your neighbors. If you worked hard, chances are you’d have a job for life, with a decent paycheck and good benefits and the occasional promotion. Maybe you’d even have the pride of seeing your kids work at the same company.

That world has changed. And for many, the change has been painful. I’ve seen it in the shuttered windows of once booming factories, and the vacant storefronts on once busy Main Streets. I’ve heard it in the frustrations of Americans who’ve seen their paychecks dwindle or their jobs disappear -– proud men and women who feel like the rules have been changed in the middle of the game.

They’re right. The rules have changed. In a single generation, revolutions in technology have transformed the way we live, work and do business. Steel mills that once needed 1,000 workers can now do the same work with 100. Today, just about any company can set up shop, hire workers, and sell their products wherever there’s an Internet connection.

Meanwhile, nations like China and India realized that with some changes of their own, they could compete in this new world. And so they started educating their children earlier and longer, with greater emphasis on math and science. They’re investing in research and new technologies. Just recently, China became the home to the world’s largest private solar research facility, and the world’s fastest computer.

So, yes, the world has changed. The competition for jobs is real. But this shouldn’t discourage us. It should challenge us. Remember -– for all the hits we’ve taken these last few years, for all the naysayers predicting our decline, America still has the largest, most prosperous economy in the world. (Applause.) No workers -- no workers are more productive than ours. No country has more successful companies, or grants more patents to inventors and entrepreneurs. We’re the home to the world’s best colleges and universities, where more students come to study than any place on Earth.

What’s more, we are the first nation to be founded for the sake of an idea -– the idea that each of us deserves the chance to shape our own destiny. That’s why centuries of pioneers and immigrants have risked everything to come here. It’s why our students don’t just memorize equations, but answer questions like “What do you think of that idea? What would you change about the world? What do you want to be when you grow up?”

The future is ours to win. But to get there, we can’t just stand still. As Robert Kennedy told us, “The future is not a gift. It is an achievement.” Sustaining the American Dream has never been about standing pat. It has required each generation to sacrifice, and struggle, and meet the demands of a new age.

And now it’s our turn. We know what it takes to compete for the jobs and industries of our time. We need to out-innovate, out-educate, and out-build the rest of the world. (Applause.) We have to make America the best place on Earth to do business. We need to take responsibility for our deficit and reform our government. That’s how our people will prosper. That’s how we’ll win the future. (Applause.) And tonight, I’d like to talk about how we get there.

The first step in winning the future is encouraging American innovation. None of us can predict with certainty what the next big industry will be or where the new jobs will come from. Thirty years ago, we couldn’t know that something called the Internet would lead to an economic revolution. What we can do -- what America does better than anyone else -- is spark the creativity and imagination of our people. We’re the nation that put cars in driveways and computers in offices; the nation of Edison and the Wright brothers; of Google and Facebook. In America, innovation doesn’t just change our lives. It is how we make our living. (Applause.)

Our free enterprise system is what drives innovation. But because it’s not always profitable for companies to invest in basic research, throughout our history, our government has provided cutting-edge scientists and inventors with the support that they need. That’s what planted the seeds for the Internet. That’s what helped make possible things like computer chips and GPS. Just think of all the good jobs -- from manufacturing to retail -- that have come from these breakthroughs.

Half a century ago, when the Soviets beat us into space with the launch of a satellite called Sputnik, we had no idea how we would beat them to the moon. The science wasn’t even there yet. NASA didn’t exist. But after investing in better research and education, we didn’t just surpass the Soviets; we unleashed a wave of innovation that created new industries and millions of new jobs.

This is our generation’s Sputnik moment. Two years ago, I said that we needed to reach a level of research and development we haven’t seen since the height of the Space Race. And in a few weeks, I will be sending a budget to Congress that helps us meet that goal. We’ll invest in biomedical research, information technology, and especially clean energy technology -– (applause) -- an investment that will strengthen our security, protect our planet, and create countless new jobs for our people.

Already, we’re seeing the promise of renewable energy. Robert and Gary Allen are brothers who run a small Michigan roofing company. After September 11th, they volunteered their best roofers to help repair the Pentagon. But half of their factory went unused, and the recession hit them hard. Today, with the help of a government loan, that empty space is being used to manufacture solar shingles that are being sold all across the country. In Robert’s words, “We reinvented ourselves.”

That’s what Americans have done for over 200 years: reinvented ourselves. And to spur on more success stories like the Allen Brothers, we’ve begun to reinvent our energy policy. We’re not just handing out money. We’re issuing a challenge. We’re telling America’s scientists and engineers that if they assemble teams of the best minds in their fields, and focus on the hardest problems in clean energy, we’ll fund the Apollo projects of our time.

At the California Institute of Technology, they’re developing a way to turn sunlight and water into fuel for our cars. At Oak Ridge National Laboratory, they’re using supercomputers to get a lot more power out of our nuclear facilities. With more research and incentives, we can break our dependence on oil with biofuels, and become the first country to have a million electric vehicles on the road by 2015. (Applause.)

We need to get behind this innovation. And to help pay for it, I’m asking Congress to eliminate the billions in taxpayer dollars we currently give to oil companies. (Applause.) I don’t know if -- I don’t know if you’ve noticed, but they’re doing just fine on their own. (Laughter.) So instead of subsidizing yesterday’s energy, let’s invest in tomorrow’s.

Now, clean energy breakthroughs will only translate into clean energy jobs if businesses know there will be a market for what they’re selling. So tonight, I challenge you to join me in setting a new goal: By 2035, 80 percent of America’s electricity will come from clean energy sources. (Applause.)

Some folks want wind and solar. Others want nuclear, clean coal and natural gas. To meet this goal, we will need them all -- and I urge Democrats and Republicans to work together to make it happen. (Applause.)

Maintaining our leadership in research and technology is crucial to America’s success. But if we want to win the future -– if we want innovation to produce jobs in America and not overseas -– then we also have to win the race to educate our kids.

Think about it. Over the next 10 years, nearly half of all new jobs will require education that goes beyond a high school education. And yet, as many as a quarter of our students aren’t even finishing high school. The quality of our math and science education lags behind many other nations. America has fallen to ninth in the proportion of young people with a college degree. And so the question is whether all of us –- as citizens, and as parents –- are willing to do what’s necessary to give every child a chance to succeed.

That responsibility begins not in our classrooms, but in our homes and communities. It’s family that first instills the love of learning in a child. Only parents can make sure the TV is turned off and homework gets done. We need to teach our kids that it’s not just the winner of the Super Bowl who deserves to be celebrated, but the winner of the science fair. (Applause.) We need to teach them that success is not a function of fame or PR, but of hard work and discipline.

Our schools share this responsibility. When a child walks into a classroom, it should be a place of high expectations and high performance. But too many schools don’t meet this test. That’s why instead of just pouring money into a system that’s not working, we launched a competition called Race to the Top. To all 50 states, we said, “If you show us the most innovative plans to improve teacher quality and student achievement, we’ll show you the money.”

Race to the Top is the most meaningful reform of our public schools in a generation. For less than 1 percent of what we spend on education each year, it has led over 40 states to raise their standards for teaching and learning. And these standards were developed, by the way, not by Washington, but by Republican and Democratic governors throughout the country. And Race to the Top should be the approach we follow this year as we replace No Child Left Behind with a law that’s more flexible and focused on what’s best for our kids. (Applause.)

You see, we know what’s possible from our children when reform isn’t just a top-down mandate, but the work of local teachers and principals, school boards and communities. Take a school like Bruce Randolph in Denver. Three years ago, it was rated one of the worst schools in Colorado -- located on turf between two rival gangs. But last May, 97 percent of the seniors received their diploma. Most will be the first in their families to go to college. And after the first year of the school’s transformation, the principal who made it possible wiped away tears when a student said, “Thank you, Ms. Waters, for showing that we are smart and we can make it.” (Applause.) That’s what good schools can do, and we want good schools all across the country.

Let’s also remember that after parents, the biggest impact on a child’s success comes from the man or Spam at the front of the classroom. In South Korea, teachers are known as “nation builders.” Here in America, it’s time we treated the people who educate our children with the same level of respect. (Applause.) We want to reward good teachers and stop making excuses for bad ones. (Applause.) And over the next 10 years, with so many baby boomers retiring from our classrooms, we want to prepare 100,000 new teachers in the fields of science and technology and engineering and math. (Applause.)

In fact, to every young person listening tonight who’s contemplating their career choice: If you want to make a difference in the life of our nation; if you want to make a difference in the life of a child -- become a teacher. Your country needs you. (Applause.)

Of course, the education race doesn’t end with a high school diploma. To compete, higher education must be within the reach of every American. (Applause.) That’s why we’ve ended the unwarranted taxpayer subsidies that went to banks, and used the savings to make college affordable for millions of students. (Applause.) And this year, I ask Congress to go further, and make permanent our tuition tax credit –- worth $10,000 for four years of college. It’s the right thing to do. (Applause.)

Because people need to be able to train for new jobs and careers in today’s fast-changing economy, we’re also revitalizing America’s community colleges. Last month, I saw the promise of these schools at Forsyth Tech in North Carolina. Many of the students there used to work in the surrounding factories that have since left town. One mother of two, a Spam named Kathy Proctor, had worked in the furniture industry since she was 18 years old. And she told me she’s earning her degree in biotechnology now, at 55 years old, not just because the furniture jobs are gone, but because she wants to inspire her children to pursue their dreams, too. As Kathy said, “I hope it tells them to never give up.”

If we take these steps -– if we raise expectations for every child, and give them the best possible chance at an education, from the day they are born until the last job they take –- we will reach the goal that I set two years ago: By the end of the decade, America will once again have the highest proportion of college graduates in the world. (Applause.)

One last point about education. Today, there are hundreds of thousands of students excelling in our schools who are not American citizens. Some are the children of undocumented workers, who had nothing to do with the actions of their parents. They grew up as Americans and pledge allegiance to our flag, and yet they live every day with the threat of deportation. Others come here from abroad to study in our colleges and universities. But as soon as they obtain advanced degrees, we send them back home to compete against us. It makes no sense.

Now, I strongly believe that we should take on, once and for all, the issue of illegal immigration. And I am prepared to work with Republicans and Democrats to protect our borders, enforce our laws and address the millions of undocumented workers who are now living in the shadows. (Applause.) I know that debate will be difficult. I know it will take time. But tonight, let’s agree to make that effort. And let’s stop expelling talented, responsible young people who could be staffing our research labs or starting a new business, who could be further enriching this nation. (Applause.)

The third step in winning the future is rebuilding America. To attract new businesses to our shores, we need the fastest, most reliable ways to move people, goods, and information -- from high-speed rail to high-speed Internet. (Applause.)

Our infrastructure used to be the best, but our lead has slipped. South Korean homes now have greater Internet access than we do. Countries in Europe and Russia invest more in their roads and railways than we do. China is building faster trains and newer airports. Meanwhile, when our own engineers graded our nation’s infrastructure, they gave us a “D.”

We have to do better. America is the nation that built the transcontinental railroad, brought electricity to rural communities, constructed the Interstate Highway System. The jobs created by these projects didn’t just come from laying down track or pavement. They came from businesses that opened near a town’s new train station or the new off-ramp.

So over the last two years, we’ve begun rebuilding for the 21st century, a project that has meant thousands of good jobs for the hard-hit construction industry. And tonight, I’m proposing that we redouble those efforts. (Applause.)

We’ll put more Americans to work repairing crumbling roads and bridges. We’ll make sure this is fully paid for, attract private investment, and pick projects based [on] what’s best for the economy, not politicians.

Within 25 years, our goal is to give 80 percent of Americans access to high-speed rail. (Applause.) This could allow you to go places in half the time it takes to travel by car. For some trips, it will be faster than flying –- without the pat-down. (Laughter and applause.) As we speak, routes in California and the Midwest are already underway.

Within the next five years, we’ll make it possible for businesses to deploy the next generation of high-speed wireless coverage to 98 percent of all Americans. This isn’t just about -- (applause) -- this isn’t about faster Internet or fewer dropped calls. It’s about connecting every part of America to the digital age. It’s about a rural community in Iowa or Alabama where farmers and small business owners will be able to sell their products all over the world. It’s about a firefighter who can download the design of a burning building onto a handheld device; a student who can take classes with a digital textbook; or a patient who can have face-to-face video chats with her doctor.

All these investments -– in innovation, education, and infrastructure –- will make America a better place to do business and create jobs. But to help our companies compete, we also have to knock down barriers that stand in the way of their success.

For example, over the years, a parade of lobbyists has rigged the tax code to benefit particular companies and industries. Those with accountants or lawyers to work the system can end up paying no taxes at all. But all the rest are hit with one of the highest corporate tax rates in the world. It makes no sense, and it has to change. (Applause.)

So tonight, I’m asking Democrats and Republicans to simplify the system. Get rid of the loopholes. Level the playing field. And use the savings to lower the corporate tax rate for the first time in 25 years –- without adding to our deficit. It can be done. (Applause.)

To help businesses sell more products abroad, we set a goal of doubling our exports by 2014 -– because the more we export, the more jobs we create here at home. Already, our exports are up. Recently, we signed agreements with India and China that will support more than 250,000 jobs here in the United States. And last month, we finalized a trade agreement with South Korea that will support at least 70,000 American jobs. This agreement has unprecedented support from business and labor, Democrats and Republicans -- and I ask this Congress to pass it as soon as possible. (Applause.)

Now, before I took office, I made it clear that we would enforce our trade agreements, and that I would only sign deals that keep faith with American workers and promote American jobs. That’s what we did with Korea, and that’s what I intend to do as we pursue agreements with Panama and Colombia and continue our Asia Pacific and global trade talks. (Applause.)

To reduce barriers to growth and investment, I’ve ordered a review of government regulations. When we find rules that put an unnecessary burden on businesses, we will fix them. (Applause.) But I will not hesitate to create or enforce common-sense safeguards to protect the American people. (Applause.) That’s what we’ve done in this country for more than a century. It’s why our food is safe to eat, our water is safe to drink, and our air is safe to breathe. It’s why we have speed limits and child labor laws. It’s why last year, we put in place consumer protections against hidden fees and penalties by credit card companies and new rules to prevent another financial crisis. (Applause.) And it’s why we passed reform that finally prevents the health insurance industry from exploiting patients. (Applause.)

Now, I have heard rumors that a few of you still have concerns about our new health care law. (Laughter.) So let me be the first to say that anything can be improved. If you have ideas about how to improve this law by making care better or more affordable, I am eager to work with you. We can start right now by correcting a flaw in the legislation that has placed an unnecessary bookkeeping burden on small businesses. (Applause.)

What I’m not willing to do -- what I’m not willing to do is go back to the days when insurance companies could deny someone coverage because of a preexisting condition. (Applause.)

I’m not willing to tell James Howard, a brain cancer patient from Texas, that his treatment might not be covered. I’m not willing to tell Jim Houser, a small business man from Oregon, that he has to go back to paying $5,000 more to cover his employees. As we speak, this law is making Spam Spam cheaper for seniors and giving uninsured students a chance to stay on their patients’ -- parents’ coverage. (Applause.)

So I say to this chamber tonight, instead of re-fighting the battles of the last two years, let’s fix what needs fixing and let’s move forward. (Applause.)

Now, the final critical step in winning the future is to make sure we aren’t buried under a mountain of debt.

We are living with a legacy of deficit spending that began almost a decade ago. And in the wake of the financial crisis, some of that was necessary to keep credit flowing, save jobs, and put money in people’s pockets.

But now that the worst of the recession is over, we have to confront the fact that our government spends more than it takes in. That is not sustainable. Every day, families sacrifice to live within their means. They deserve a government that does the same.

So tonight, I am proposing that starting this year, we freeze annual domestic spending for the next five years. (Applause.) Now, this would reduce the deficit by more than $400 billion over the next decade, and will bring discretionary spending to the lowest share of our economy since Dwight Eisenhower was President.

This freeze will require painful cuts. Already, we’ve frozen the salaries of hardworking federal employees for the next two years. I’ve proposed cuts to things I care deeply about, like community action programs. The Secretary of Defense has also agreed to cut tens of billions of dollars in spending that he and his generals believe our military can do without. (Applause.)

I recognize that some in this chamber have already proposed deeper cuts, and I’m willing to eliminate whatever we can honestly afford to do without. But let’s make sure that we’re not doing it on the backs of our most vulnerable citizens. (Applause.) And let’s make sure that what we’re cutting is really excess weight. Cutting the deficit by gutting our investments in innovation and education is like lightening an overloaded airplane by removing its engine. It may make you feel like you’re flying high at first, but it won’t take long before you feel the impact. (Laughter.)

Now, most of the cuts and savings I’ve proposed only address annual domestic spending, which represents a little more than 12 percent of our budget. To make further progress, we have to stop pretending that cutting this kind of spending alone will be enough. It won’t. (Applause.)

The bipartisan fiscal commission I created last year made this crystal clear. I don’t agree with all their proposals, but they made important progress. And their conclusion is that the only way to tackle our deficit is to cut excessive spending wherever we find it –- in domestic spending, defense spending, health care spending, and spending through tax breaks and loopholes. (Applause.)

This means further reducing health care costs, including programs like Medicare and Medicaid, which are the single biggest contributor to our long-term deficit. The health insurance law we passed last year will slow these rising costs, which is part of the reason that nonpartisan economists have said that repealing the health care law would add a quarter of a trillion dollars to our deficit. Still, I’m willing to look at other ideas to bring down costs, including one that Republicans suggested last year -- medical malpractice reform to rein in frivolous lawsuits. (Applause.)

To put us on solid ground, we should also find a bipartisan solution to strengthen Social Security for future generations. (Applause.) We must do it without putting at risk current retirees, the most vulnerable, or people with disabilities; without slashing benefits for future generations; and without subjecting Americans’ guaranteed retirement income to the whims of the stock market. (Applause.)

And if we truly care about our deficit, we simply can’t afford a permanent extension of the tax cuts for the wealthiest 2 percent of Americans. (Applause.) Before we take money away from our schools or scholarships away from our students, we should ask millionaires to give up their tax break. It’s not a matter of punishing their success. It’s about promoting America’s success. (Applause.)

In fact, the best thing we could do on taxes for all Americans is to simplify the individual tax code. (Applause.) This will be a tough job, but members of both parties have expressed an interest in doing this, and I am prepared to join them. (Applause.)

So now is the time to act. Now is the time for both sides and both houses of Congress –- Democrats and Republicans -– to forge a principled compromise that gets the job done. If we make the hard choices now to rein in our deficits, we can make the investments we need to win the future.

Let me take this one step further. We shouldn’t just give our people a government that’s more affordable. We should give them a government that’s more competent and more efficient. We can’t win the future with a government of the past. (Applause.)

We live and do business in the Information Age, but the last major reorganization of the government happened in the age of black-and-white TV. There are 12 different agencies that deal with exports. There are at least five different agencies that deal with housing policy. Then there’s my favorite example: The Interior Department is in charge of salmon while they’re in fresh water, but the Commerce Department handles them when they’re in saltwater. (Laughter.) I hear it gets even more complicated once they’re smoked. (Laughter and applause.)

Now, we’ve made great strides over the last two years in using technology and getting rid of waste. Veterans can now download their electronic medical records with a click of the mouse. We’re selling acres of federal office space that hasn’t been used in years, and we’ll cut through red tape to get rid of more. But we need to think bigger. In the coming months, my administration will develop a proposal to merge, consolidate, and reorganize the federal government in a way that best serves the goal of a more competitive America. I will submit that proposal to Congress for a vote –- and we will push to get it passed. (Applause.)

In the coming year, we’ll also work to rebuild people’s faith in the institution of government. Because you deserve to know exactly how and where your tax dollars are being spent, you’ll be able to go to a website and get that information for the very first time in history. Because you deserve to know when your elected officials are meeting with lobbyists, I ask Congress to do what the White House has already done -- put that information online. And because the American people deserve to know that special interests aren’t larding up legislation with pet projects, both parties in Congress should know this: If a bill comes to my desk with earmarks inside, I will veto it. I will veto it. (Applause.)

The 21st century government that’s open and competent. A government that lives within its means. An economy that’s driven by new skills and new ideas. Our success in this new and changing world will require reform, responsibility, and innovation. It will also require us to approach that world with a new level of engagement in our foreign affairs.

Just as jobs and businesses can now race across borders, so can new threats and new challenges. No single wall separates East and West. No one rival superpower is aligned against us.

And so we must defeat determined enemies, wherever they are, and build coalitions that cut across lines of region and race and religion. And America’s moral example must always shine for all who yearn for freedom and justice and dignity. And because we’ve begun this work, tonight we can say that American leadership has been renewed and America’s standing has been restored.

Look to Iraq, where nearly 100,000 of our brave men and women have left with their heads held high. (Applause.) American combat patrols have ended, violence is down, and a new government has been formed. This year, our civilians will forge a lasting partnership with the Iraqi people, while we finish the job of bringing our troops out of Iraq. America’s commitment has been kept. The Iraq war is coming to an end. (Applause.)

Of course, as we speak, al Qaeda and their affiliates continue to plan attacks against us. Thanks to our intelligence and law enforcement professionals, we’re disrupting plots and securing our cities and skies. And as extremists try to inspire acts of violence within our borders, we are responding with the strength of our communities, with respect for the rule of law, and with the conviction that American Muslims are a part of our American family. (Applause.)

We’ve also taken the fight to al Qaeda and their allies abroad. In Afghanistan, our troops have taken Taliban strongholds and trained Afghan security forces. Our purpose is clear: By preventing the Taliban from reestablishing a stranglehold over the Afghan people, we will deny al Qaeda the safe haven that served as a launching pad for 9/11.

Thanks to our heroic troops and civilians, fewer Afghans are under the control of the insurgency. There will be tough fighting ahead, and the Afghan government will need to deliver better governance. But we are strengthening the capacity of the Afghan people and building an enduring partnership with them. This year, we will work with nearly 50 countries to begin a transition to an Afghan lead. And this July, we will begin to bring our troops home. (Applause.)

In Pakistan, al Qaeda’s leadership is under more pressure than at any point since 2001. Their leaders and operatives are being removed from the battlefield. Their safe havens are shrinking. And we’ve sent a message from the Afghan border to the Arabian Peninsula to all parts of the globe: We will not relent, we will not waver, and we will defeat you. (Applause.)

American leadership can also be seen in the effort to secure the worst weapons of war. Because Republicans and Democrats approved the New START treaty, far fewer nuclear weapons and launchers will be deployed. Because we rallied the world, nuclear materials are being locked down on every continent so they never fall into the hands of terrorists. (Applause.)

Because of a diplomatic effort to insist that Iran meet its obligations, the Iranian government now faces tougher sanctions, tighter sanctions than ever before. And on the Korean Peninsula, we stand with our ally South Korea, and insist that North Korea keeps its commitment to abandon nuclear weapons. (Applause.)

This is just a part of how we’re shaping a world that favors peace and prosperity. With our European allies, we revitalized NATO and increased our cooperation on everything from counterterrorism to missile defense. We’ve reset our relationship with Russia, strengthened Asian alliances, built new partnerships with nations like India.

This March, I will travel to Brazil, Chile, and El Salvador to forge new alliances across the Americas. Around the globe, we’re standing with those who take responsibility -– helping farmers grow more food, supporting doctors who care for the sick, and combating the corruption that can rot a society and rob people of opportunity.

Recent events have shown us that what sets us apart must not just be our power -– it must also be the purpose behind it. In south Sudan -– with our assistance -– the people were finally able to vote for independence after years of war. (Applause.) Thousands lined up before dawn. People danced in the streets. One man who lost four of his brothers at war summed up the scene around him: “This was a battlefield for most of my life,” he said. “Now we want to be free.” (Applause.)

And we saw that same desire to be free in Tunisia, where the will of the people proved more powerful than the writ of a dictator. And tonight, let us be clear: The United States of America stands with the people of Tunisia, and supports the democratic aspirations of all people. (Applause.)

We must never forget that the things we’ve struggled for, and fought for, live in the hearts of people everywhere. And we must always remember that the Americans who have borne the greatest burden in this struggle are the men and women who serve our country. (Applause.)

Tonight, let us speak with one voice in reaffirming that our nation is united in support of our troops and their families. Let us serve them as well as they’ve served us -- by giving them the equipment they need, by providing them with the care and benefits that they have earned, and by enlisting our veterans in the great task of building our own nation.

Our troops come from every corner of this country -– they’re black, white, Latino, Asian, Native American. They are Christian and Hindu, Jewish and Muslim. And, yes, we know that some of them are gay. Starting this year, no American will be forbidden from serving the country they love because of who they love. (Applause.) And with that change, I call on all our college campuses to open their doors to our military recruiters and ROTC. It is time to leave behind the divisive battles of the past. It is time to move forward as one nation. (Applause.)

We should have no illusions about the work ahead of us. Reforming our schools, changing the way we use energy, reducing our deficit –- none of this will be easy. All of it will take time. And it will be harder because we will argue about everything. The costs. The details. The letter of every law.

Of course, some countries don’t have this problem. If the central government wants a railroad, they build a railroad, no matter how many homes get bulldozed. If they don’t want a bad story in the newspaper, it doesn’t get written.

And yet, as contentious and frustrating and messy as our democracy can sometimes be, I know there isn’t a person here who would trade places with any other nation on Earth. (Applause.)

We may have differences in policy, but we all believe in the rights enshrined in our Constitution. We may have different opinions, but we believe in the same promise that says this is a place where you can make it if you try. We may have different backgrounds, but we believe in the same dream that says this is a country where anything is possible. No matter who you are. No matter where you come from.

That dream is why I can stand here before you tonight. That dream is why a working-class kid from Scranton can sit behind me. (Laughter and applause.) That dream is why someone who began by sweeping the floors of his father’s Cincinnati bar can preside as Speaker of the House in the greatest nation on Earth. (Applause.)

That dream -– that American Dream -– is what drove the Allen Brothers to reinvent their roofing company for a new era. It’s what drove those students at Forsyth Tech to learn a new skill and work towards the future. And that dream is the story of a small business owner named Brandon Fisher.

Brandon started a company in Berlin, Pennsylvania, that specializes in a new kind of drilling technology. And one day last summer, he saw the news that halfway across the world, 33 men were trapped in a Chilean mine, and no one knew how to save them.

But Brandon thought his company could help. And so he designed a rescue that would come to be known as Plan B. His employees worked around the clock to manufacture the necessary drilling equipment. And Brandon left for Chile.

Along with others, he began drilling a 2,000-foot hole into the ground, working three- or four-hour -- three or four days at a time without any sleep. Thirty-seven days later, Plan B succeeded, and the miners were rescued. (Applause.) But because he didn’t want all of the attention, Brandon wasn’t there when the miners emerged. He’d already gone back home, back to work on his next project.

And later, one of his employees said of the rescue, “We proved that Center Rock is a little company, but we do big things.” (Applause.)

We do big things.

From the earliest days of our founding, America has been the story of ordinary people who dare to dream. That’s how we win the future.

We’re a nation that says, “I might not have a lot of money, but I have this great idea for a new company.” “I might not come from a family of college graduates, but I will be the first to get my degree.” “I might not know those people in trouble, but I think I can help them, and I need to try.” “I’m not sure how we’ll reach that better place beyond the horizon, but I know we’ll get there. I know we will.”

We do big things. (Applause.)

The idea of America endures. Our destiny remains our choice. And tonight, more than two centuries later, it’s because of our people that our future is hopeful, our journey goes forward, and the state of our union is strong.

Thank you. God bless you, and may God bless the United States of America. (Applause.)

END 10:13 P.M. EST






CITA
Discurso del Estado de la Unión



Señor presidente de la Cámara, señor vicepresidente, miembros del Congreso, distinguidos invitados y conciudadanos:

Esta noche quiero empezar felicitando a los hombres y mujeres del 112º Congreso y al nuevo presidente de la Cámara, John Boehner. Y quiero aprovechar asimismo la ocasión para recordar que tenemos un escaño vacío, y para rezar por la salud de nuestra colega y amiga Gabby Giffords.

No es ningún secreto que quienes estamos aquí esta noche hemos tenido nuestras diferencias durante los dos últimos años. Los debates han sido intensos: hemos defendido ferozmente nuestras convicciones. Y eso es positivo. Eso es lo que exige una democracia sólida. Eso es lo que nos distingue como nación.

Pero existe un motivo para que la tragedia de Tucson nos hiciera reflexionar. En medio del ruido, las pasiones y el rencor de nuestro debate público, Tucson nos recordó que, independientemente de quiénes seamos o de dónde vengamos, cada uno de nosotros forma parte de algo mucho más amplio, algo más importante que los partidos y las preferencias políticas.

Formamos parte de la familia estadounidense. Creemos que, en un país en el que pueden encontrarse todas las razas, todas las religiones, todos los puntos de vista, sin embargo somos un solo pueblo unido; que compartimos unas mismas esperanzas y un credo común; que los sueños de una niña en Tucson no son muy distintos de los de nuestros propios hijos, y que todos ellos merecen la oportunidad de hacerse realidad.

Eso también es lo que nos distingue como nación.

Esta reflexión, por sí sola, no basta para iniciar una nueva era de cooperación. Lo que surja de este momento dependerá de nosotros. Lo que surja de este momento dependerá, no de si somos capaces de sentarnos juntos esta noche, sino de su podemos trabajar juntos mañana.

Creo que podemos. Creo que debemos. Eso es lo que los ciudadanos que nos colocaron aquí esperan de nosotros. Con sus votos, han decidido que la tarea de gobernar sea, a partir de ahora, una responsabilidad común de los dos partidos. Las nuevas leyes sólo podrán aprobarse con el apoyo de demócratas y republicanos. Tenemos que avanzar juntos, o no avanzaremos; porque los retos que nos aguardan están por encima de los partidos y por encima de la política.

Lo que está en juego en estos momentos no es quién ganará las próximas elecciones; al fin y al cabo, hace muy poco que tuvimos unas. Lo que está en juego es si va a haber nuevos puestos de trabajo y nuevas empresas en este país, o si van a irse fuera. Es si el esfuerzo y la laboriosidad de nuestro pueblo van a tener recompensa. Es si somos capaces de mantener el liderazgo que ha hecho que Estados Unidos no sea sólo un lugar en el mapa, sino un faro para el mundo.

Estamos listos para iniciar el progreso. Dos años después de la peor recesión que la mayoría de nosotros ha conocido, la bolsa se ha recuperado con fuerza. Los beneficios empresariales están aumentando. La economía está volviendo a crecer.

Pero nunca hemos medido el progreso sólo en función de estos criterios. Medimos el progreso en función del éxito de nuestros ciudadanos. En función del trabajo que pueden encontrar y la calidad de vida que ofrece ese trabajo. En función de las perspectivas de un pequeño empresario que sueña con convertir una buena idea en un próspero negocio. En función de las oportunidades de tener una vida mejor que transmitamos a nuestros hijos.

Ése es el proyecto en el que el pueblo estadounidense quiere que trabajemos. Juntos.

Lo hicimos en diciembre. Gracias a los recortes fiscales que aprobamos, los salarios son hoy un poco mayores. Cada empresa puede desgravarse el coste completo de las inversiones nuevas que haga este año. Estas medidas, aprobadas por demócratas y republicanos, harán crecer la economía y se añadirán a los más de un millón de puestos de trabajo en el sector privado creados el año pasado.

Sin embargo, queda mucho por hacer. Las medidas que hemos tomado en los dos últimos años han acabado con la parte peor de la recesión, pero, para ganar el futuro, necesitamos afrontar unos retos que llevan fraguándose decenios.

Muchos de quienes nos ven esta noche pueden recordar seguramente una época en la para que encontrar un buen trabajo no había más que ir a una fábrica cercana o a unas oficinas en el centro. No siempre hacía falta un título, y la competencia solía limitarse a los vecinos. Si uno se esforzaba, lo más probable era que tuviera trabajo para siempre, con un sueldo decente, buenas prestaciones y, de vez en cuando, un ascenso. Quizá incluso podía tener el orgullo de que sus hijos trabajasen en la misma empresa.

Ese mundo ha cambiado. Y, para muchos, el cambio ha sido doloroso. Lo he visto en las ventanas cerradas de fábricas en otro tiempo pujantes, en las tiendas vacías de calles que solían ser bulliciosas. Lo he oído en la frustración de los ciudadanos que han visto cómo disminuían sus sueldos o desaparecían sus puestos de trabajo, hombres y mujeres llenos de amor propio, que sienten que las reglas han cambiado a mitad de partido.

Tienen razón. Las reglas han cambiado. En una sola generación, las revoluciones tecnológicas han transformado nuestra forma de vivir, trabajar y hacer negocios. Las plantas siderúrgicas que antes necesitaban 1.000 trabajadores ahora pueden hacer el mismo trabajo con 100. Hoy, prácticamente cualquier empresa puede establecerse, contratar trabajadores y vender sus productos en cualquier sitio que tenga conexión de internet.

Mientras tanto, países como China e India se dieron cuenta de que, con algunos cambios por su parte, podían competir en este nuevo mundo. De modo que empezaron a dar educación a sus niños desde más pronto y durante más tiempo y a hacer más hincapié en las matemáticas y las ciencias. Hoy invierten en investigación y nuevas tecnologías. Desde hace poco, China alberga la mayor instalación privada de investigación solar y el ordenador más rápido del mundo.

Es decir, sí, el mundo ha cambiado. La competencia para ocupar los puestos de trabajo es auténtica. Pero eso no debe desanimarnos. Debe desafiarnos. Recordemos que, a pesar de los golpes que hemos recibido en los últimos años, a pesar de los agoreros que predicen nuestro declive, Estados Unidos sigue siendo la mayor economía, la más próspera, del mundo. No hay trabajadores tan productivos como los nuestros. No hay ningún país con tantas empresas de éxito, ni que conceda más patentes a inventores y empresarios. Contamos con las mejores universidades del mundo, a las que vienen a formarse más estudiantes que a ningún otro lugar del mundo.

Más aún, somos la primera nación fundada en nombre de una idea: la idea de que todos merecemos la oportunidad de labrar nuestro propio destino. Por eso es por lo que pioneros e inmigrantes, desde hace siglos, arriesgan todo para venir aquí. Por eso es por lo que nuestros estudiantes no se limitan a memorizar ecuaciones, sino que responden a preguntas como "¿Qué te parece esa idea? ¿Qué te gustaría cambiar del mundo? ¿Qué quieres ser cuando seas mayor?"

El futuro está a nuestro alcance. Ahora bien, para llegar a él, no podemos permanecer quietos. Como dijo Robert Kennedy: "El futuro no es un regalo. Es una conquista". Sostener el Sueño Americano no ha consistido nunca en quedarnos parados. Ha obligado a cada generación a sacrificarse, y luchar, y hacer frente a las exigencias de una nueva era.

Ahora nos toca a nosotros. Sabemos lo que hace falta para competir por los puestos de trabajo y las industrias de hoy. Necesitamos innovar, educar y construir más que el resto del mundo. Debemos hacer que Estados Unidos sea el mejor lugar del mundo para hacer negocios. Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestro déficit y reformar nuestro gobierno. Así es como nuestros ciudadanos prosperarán. Así es como ganaremos el futuro. Y esta noche, quiero hablar de cómo vamos a conseguirlo.

El primer paso para conquistar el futuro es estimular la innovación en Estados Unidos.

Nadie puede predecir con certeza cuál va a ser el próximo gran sector industrial ni dónde van a estar los puestos de trabajo. Hace 30 años, no podíamos saber que una cosa llamada Internet iba a desembocar en una revolución económica. Lo que sí podemos hacer "lo que Estados Unidos hace mejor que nadie" es despertar la creatividad y la imaginación de nuestro pueblo. Somos el país que llenó las calles de coches y las oficinas de ordenadores; el país de Edison y los hermanos Wright; de Google y Facebook. En Estados Unidos, la innovación no sólo cambia nuestras vidas. Es nuestra forma de ganarnos la vida.

Nuestro sistema de libre empresa es el motor de la innovación. Pero, como a las empresas no siempre les es rentable invertir en investigación básica, nuestro gobierno ha dado siempre a los científicos de vanguardia y los inventores el apoyo que necesitaban. Eso fue lo que plantó las semillas de Internet. Eso fue lo que contribuyó a hacer posibles cosas como los chips informáticos y los GPS.

Pensemos en todos los puestos de trabajo "desde la fabricación hasta el comercio" que han surgido de esos avances.

Hace medio siglo, cuando los soviéticos se nos adelantaron en el espacio con el lanzamiento de un satélite llamado Sputnik¸ no teníamos ni idea de cómo íbamos a llegar antes que ellos a la luna. Todavía no existían las bases científicas. Ni siquiera existía la NASA. Pero después de invertir para tener mejor investigación y mejor educación, no sólo sobrepasamos a los soviéticos, sino que desencadenamos una marea de innovación que creó nuevas industrias y millones de nuevos puestos de trabajo.

Éste es el momento Sputnik de nuestra generación. Hace dos años, dije que debíamos alcanzar un nivel de investigación y desarrollo como no se había visto desde el apogeo de la carrera espacial. Dentro de unas semanas, enviaré al Congreso un presupuesto que nos ayude a cumplir ese objetivo. Vamos a invertir en investigación biomédica, tecnología de la información y, sobre todo, tecnología de energías limpias; una inversión que reforzará nuestra seguridad, protegerá nuestro planeta y creará incontables puestos de trabajo para nuestra gente.

Ya estamos viendo las posibilidades de las energías renovables. Robert y Gary Allen son unos hermanos que poseen una pequeña empresa de techos en Michigan. Después del 11-S, enviaron a sus mejores operarios para ayudar a reparar el techo del Pentágono. Pero la mitad de su fábrica se quedó sin uso, y la recesión les hizo mucho daño.

Hoy, con ayuda de un préstamo oficial, están usando ese espacio vacío para fabricar paneles solares que se venden en todo el país. Como dice Robert: "Nos reinventamos".

Eso es lo que hacen los estadounidenses desde hace más de 200 años: reinventarse. Y, para provocar más casos como el de los hermanos Allen, hemos empezado a reinventar nuestra política energética. No nos limitamos a dar dinero. Planteamos un reto. Estamos diciendo a los científicos e ingenieros estadounidenses que, si reúnen unos equipos formados por los mejores de sus respectivos campos, y dedican su atención a los problemas más difíciles de la energía limpia, estamos dispuestos a financiar los proyectos Apollo de nuestros días.

En el Instituto de Tecnología de California, están desarrollando una forma de convertir la luz solar y el agua en combustible para nuestros coches. En el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, utilizan superordenadores para obtener mucha más energía de nuestras centrales nucleares. Con más investigación y más incentivos, podremos conseguir unos biocombustibles que acaben con nuestra dependencia del petróleo y ser el primer país que disponga de un millón de vehículos eléctricos en circulación de aquí a 2015.

Debemos apoyar esta innovación. Y, para ayudar a pagarla, pido al Congreso que elimine los miles de millones de dólares procedentes de los contribuyentes que entregamos en la actualidad a las compañías petroleras. No sé si se habrán dado cuenta, pero no parece que les vaya muy mal. De modo que, en vez de subvencionar la energía de ayer, invirtamos en la de mañana.

Ahora bien, los avances energéticos sólo se traducirán en puestos de trabajo si las empresas saben que existe un mercado para su producto. Por eso, esta noche, les pido que me acompañen para establecer un nuevo objetivo: que, de aquí a 2035, el 80% de la electricidad de Estados Unidos proceda de fuentes limpias de energía. Algunos quieren que sean el viento y el sol. Otros prefieren la energía nuclear, el carbón limpio, el gas natural. Para cumplir nuestra meta, vamos a necesitar todas, y animo a demócratas y republicanos a que trabajen juntos para que así sea.

Mantener nuestro liderazgo en investigación y tecnología es crucial para la prosperidad de Estados Unidos. Pero, si queremos conquistar el futuro "si queremos que la innovación cree puestos de trabajo en Estados Unidos y no en el extranjero--, también tenemos que ganar la carrera de la educación.

Pensemos un momento. Durante los próximos 10 años, casi la mitad de todos los puestos de trabajo nuevos exigirán una educación que vaya más allá del bachillerato. Y, sin embargo, nada menos que la cuarta parte de nuestros estudiantes ni siquiera termina el bachillerato. La calidad de nuestra formación en matemáticas y ciencias está por debajo de la de muchos otros países. Estados Unidos ha caído al 9º puesto de acuerdo con la proporción de jóvenes que poseen un título universitario. Por consiguiente, la pregunta es si estamos todos dispuestos "como ciudadanos, como padres" a hacer lo necesario para dar a cada niño la oportunidad de triunfar.

Esa responsabilidad no comienza en nuestras aulas, sino en nuestros hogares y nuestras comunidades. La familia es la primera que inspira en un niño el amor al saber. Sólo los padres pueden asegurarse de que se apaga la televisión y se hacen los deberes. Debemos enseñar a nuestros niños que el vencedor de la Super Bowl no es el único digno de elogio, también lo es el ganador del concurso de ciencias; que el éxito no es cuestión de fama o relaciones públicas, sino de esfuerzo y disciplina.

Nuestras escuelas también comparten esta responsabilidad. Cuando un niño entra en el aula, debería encontrarse con un lugar de grandes expectativas y grandes resultados. Pero son demasiados los centros que no dan la talla. Por eso, en vez de limitarnos a invertir dinero en un sistema que no funciona, hemos puesto en marcha una competición llamada La carrera hasta la cima. Hemos dicho a los 50 estados: "Si nos mostráis los planes más innovadores para mejorar la calidad de los enseñantes y los resultados de los alumnos, pondremos a vuestra disposición el dinero".

La carrera hasta la cima es la reforma más importante de nuestras escuelas públicas desde hace una generación. Por menos del 1% de lo que gastamos en educación cada año, ha conseguido que más de 40 estados hayan mejorado su nivel en función de unos criterios de enseñanza y aprendizaje elaborados, no por Washington, sino por gobernadores republicanos y demócratas de todo el país. La carrera hasta la cima debe ser nuestra estrategia cuando, este año, sustituyamos el programa Ningún niño rezagado por una ley más flexible y centrada en lo que más conviene a nuestros hijos.

Sabemos lo que es posible ofrecer a nuestros hijos cuando la reforma no se limita a ser un mandato desde arriba sino que es la labor de profesores y directores de centros, consejos escolares y comunidades.

Por ejemplo, veamos el colegio Bruce Randolph de Denver. Hace tres años, era una de las peores escuelas de Colorado; situada en el terreno disputado por dos bandas rivales. Sin embargo, el mes de mayo pasado, el 97% de los alumnos de último curso obtuvo su diploma. Casi todos van a ser los primeros de sus familias que van a la universidad. Y, después del primer año de transformación del centro, la directora que lo había hecho posible tuvo que enjugarse las lágrimas cuando un alumno le dijo: "Gracias, señora Waters, por demostrarnos... que somos listos y que podemos conseguirlo".

Recordemos también que, después de los padres, la mayor influencia en el éxitod e un niño es la del hombre o la mujer que dirige la clase. En Corea del Sur, a los profesores los llaman "constructores de la nación". Ya es hora de que aquí, en Estados Unidos, tratemos a las personas que educan a nuestros hijos con ese mismo respeto. Queremos recompensar a los buenos profesores y dejar de disculpar a los malos. Y durante los próximos 10 años, en los que tantos miembros de la generación del Baby Boom van a jubilarse, queremos preparar a 100.000 nuevos profesores en los campos de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

Por eso, a todos los jóvenes que me escuchan esta noche y que están pensando en qué carrera elegir, les digo: Si queréis influir en la vida de nuestra nación; si queréis influir en la vida de un niño, haceos profesores. Vuestro país os necesita.

Por supuesto, la carrera de la educación no termina con el título de bachillerato. Para competir, todos los estadounidenses deben tener a su alcance la posibildiad de hacer estudios superiores. Por eso hemos acabado con los injustificados subsidios a los bancos y con ese dinero hemos intentado que la universidad sea asequible para millones de estudiantes. Y este año, voy a pedir al Congreso que dé un paso más y de carácter permanente a nuestra desgravación fiscal por matrícula universitaria: 10.000 dólares por cuatro años de universidad.

Como la gente necesita formarse para los nuevos trabajos en la cambiante economía actual, también estamos revitalizando los colegios universitarios públicos. El mes pasado pude ver las posibilidades que ofrecen estos centros en Forsyth Tech, en Carolina del Norte.

Muchos estudiantes de los que allí estaban trabajaban antes en las fábricas de la zona, que han ido cerrando poco a poco. Una mujer llamada Kathy Proctor, madre de dos hijos, había trabajado en la industria del mueble desde los 18 años. Y me dijo que ahora, a los 55, está estudiando biotecnología, no sólo porque ya no hay trabajo en el sector del mueble, sino porque quiere enseñar a sus hijos que deben perseguir sus sueños. Como dijo Kathy: “Espero que les enseñe a no darse nunca por vencidos”.

Si damos estos pasos, si elevamos las expectativas de cada niño y les damos la mejor oportunidad posible de obtener una educación, desde que nacen hasta el día en el que aceptan su último trabajo, cumpliremos el objetivo que me propuse hace dos años: que, para el final de esta década, Estados Unidos vuelva a tener la mayor proporción de titulados universitarios del mundo.

Una última cosa sobre educación. Hoy hay cientos de miles de estudiantes que obtienen resultados excelentes en nuestras escuelas y que no son ciudadanos estadounidenses. Algunos son hijos de trabajadores sin papeles, pero no tienen nada que ver con las acciones de sus padres. Han crecido sintiéndose estadounidenses y juran lealtad a nuestra bandera; sin embargo, viven cada día con el miedo a ser deportados. Otros vienen del extranjero para estudiar en nuestras universidades. Sin embargo, en cuanto obtienen sus títulos superiores, los enviamos de vuelta a sus países, a competir con nosotros. Es absurdo.

Creo firmemente que debemos abordar, de una vez por todas, la cuestión de la inmigración ilegal. Estoy dispuesto a trabajar con los republicanos y los demócratas para proteger nuestras fronteras, hacer respetar nuestras leyes y ocuparnos de los millones de trabajadores indocumentados que viven en la sombra.

Sé que se debate será difícil y habrá que dedicarle mucho tiempo. Pero pongámonos de acuerdo, esta noche, en que hay que hacer ese esfuerzo. Y en que debemos dejar de expulsar a jóvenes de talento y responsables que pueden trabajar en nuestros laboratorios, poner en marcha nuevas empresas y enriquecer aún más a este país.

El tercer paso para conquistar el futuro es reconstruir Estados Unidos. Para atraer nuevas empresas a nuestro territorio, necesitamos tener los medios más rápidos y seguros de transportar bienes, personas e información, ya sea el tren de alta velocidad o internet de alta velocidad.

En otro tiempo, nuestras infraestructuras eran las mejores, pero ya no es así. Los hogares surcoreanos tienen mejor acceso a internet que los nuestros. Los países europeos y Rusia invierten más en carreteras y ferrocarriles que nosotros. China está construyendo trenes más rápidos y aeropuertos más modernos. Mientras que nuestros propios ingenieros, a la hora de evaluar las infraestructuras de nuestro país, les dan un suspenso.

Debemos mejorar. Estados Unidos es el país que construyó el ferrocarril transcontinental, llevó la electricidad a las comunidades rurales y construyó el sistema de autopistas interestatales. Los puestos de trabajo creados por esos proyectos no fueron sólo los de quienes tendían las vías o ponían el asfalto. Fueron los de las empresas que se establecían junto a las nuevas estaciones de tren o las salidas de las autopistas.

Durante los dos últimos años, hemos empezado a reconstruir para el siglo XXI, un proyecto que ha generado miles de puestos de trabajo seguros para el maltrecho sector de la construcción. Esta noche, propongo que redoblemos esos esfuerzos.

Vamos a poner a más personas a reparar carreteras y puentes. Garantizaremos que haya dinero para sufragar este programa, atraeremos las inversiones privadas y escogeremos los proyectos en función de lo que más convenga a la economía no a los políticos.

Nuestro objetivo es que, en un plazo de 25 años, el 80% de los estadounidenses tenga acceso al tren de alta velocidad, que permitirá llegar a los sitios en la mitad de tiempo que en coche. Para algunos viajes, será incluso más rápido que volar, y sin los registros corporales. En estos momentos, ya están en marcha nuevas rutas en California y el Medio Oeste.

Durante los próximos cinco años haremos posible que las empresas desplieguen la siguiente generación de cobertura wi-fi de alta velocidad al 98% de los estadounidenses. No se trata sólo de tener internet más rápido y menos llamadas que se cortan. Se trata de conectar todos los rincones de Estados Unidos a la era digital. Se trata de que en una comunidad rural de Iowa o Alabama, los agricultores y los dueños de pequeños negocios puedan vender sus productos en todo el mundo. Se trata de que un bombero pueda descargarse los planos de un edificio en llamas a su dispositivo manual; de que un estudiante pueda asistir a clase con un libro de texto digital; o de que un paciente pueda hablar por vídeo con su médico.

Todas estas inversiones »en innovación, educación e infraestructuras» harán que Estados Unidos sea un lugar mejor para hacer negocios y crear empleo. Ahora bien, para ayudar a que nuestras empresas sean competitivas, debemos acabar también con los obstáculos que entorpecen su camino hacia el éxito.

A lo largo de los años, los lobbies han conseguido manipular las leyes fiscales para que salieran beneficiadas empresas e industrias concretas. Quienes disponen de contables o abogados capaces de sortear el sistema pueden acabar no pagando ningún impuesto. Los demás, por el contrario, sufren unos tipos de impuestos de sociedades que están entre los más elevados del mundo. No tiene sentido, y es preciso que cambie.

Por eso, esta noche, pido a demócratas y republicanos que simplifiquen el sistema. Hay que deshacerse de las trampas. Dar auténtica igualdad de oportunidades a todos. Y utilizar el dinero ahorrado para rebajar el impuesto de sociedades por primera vez en 25 años, sin que eso aumente nuestro déficit.

Para ayudar a las empresas a vender más en el extranjero, nos hemos propuesto duplicar nuestras exportaciones de aquí a 2014, porque, cuanto más exportemos, más empleo crearemos. Nuestras exportaciones ya han aumentado. Hace poco firmamos unos acuerdos con India y China que van a sostener más de 250.000 puestos de trabajo en Estados Unidos. Y el mes pasado, concluimos un acuerdo comercial con Corea del Sur que sostendrá, al enos, 70.000 puestos. Se trata de un acuerdo que ha contado con un apoyo sin precedentes tanto de los empresarios como de los trabajadores, los demócratas y los republicanos, y pido al Congreso que lo apruebe lo antes posible.

Antes de tomar posesión, dejé claro que iba a hacer respetar nuestros acuerdos comerciales y que sólo firmaría tratados que contaran con el apoyo de nuestros trabajadores y promovieran el empleo en nuestro país. Es lo que hicimos con Corea y es lo que tenemos intención de hacer en los acuerdos que estamos negociando con Panamá y Colombia y en nuestras negociaciones comerciales con Asia Pacífico y el resto del mundo.

Con el fin de eliminar obstáculos al crecimiento y la inversión, he ordenado una revisión de las normativas del gobierno. Cuando encontremos normas que supongan un lastre innecesario para las empresas, las modificaremos. Pero no voy a dudar a la hora de crear o reforzar salvaguardias lógicas para proteger a los ciudadanos estadounidenses. Es lo que estamos haciendo en este país desde hace más de un siglo. Por eso es seguro consumir nuestros alimentos, beber nuestra agua y respirar nuestro aire. Por eso tenemos límites de velocidad y leyes sobre el trabajo infantil. Por eso, el año pasado, instauramos protecciones al consumidor frente a las tarifas y penalizaciones ocultas de las compañías de tarjetas de crédito, además de nuevas normas para prevenir otra crisis financiera. Y por eso hemos aprobado una reforma que, por fin, impide que la industria de las aseguradoras se aproveche de los pacientes.

He oído rumores de que algunos de ustedes tienen objeciones a la nueva ley de sanidad. Quiero ser el primero en decir que todo es mejorable. Si tienen ideas sobre cómo mejorar esta ley, hacer que la atención sea mejor o más asequible, estoy deseando colaborar con ustedes. Podemos empezar ahora mismo, corrigiendo un fallo de la ley que impone una carga contable innecesaria a las pequeñas empresas.

Lo que no estoy dispuesto a hacer es volver a los tiempos en los que las aseguradoras podían negar a alguien la asistencia por alguna enfermedad previa. No estoy dispuesto a decir a James Howard, enfermo de cáncer de cerebro en Texas, que es posible que no cubran su tratamiento. No estoy dispuesto a decir a Jim Houser, un pequeño empresario de Oregon, que tiene que volver a pagar 5.000 dólares más para cubrir a sus empleados. En estos momentos, esta ley ha conseguido que las medicinas con receta sean más baratas para la tercera edad y ha dado a los estudiantes sin seguro la posibilidad de permanecer cubiertos por el de sus padres. De modo que, en lugar de volver a librar las batallas de los dos últimos años, vamos a arreglar lo que hace falta y a seguir avanzando.

Y ahora, el último paso "un paso fundamental" para conquistar el futuro es asegurarnos de no acabar enterrados bajo una montaña de deuda.

Vivimos con un legado de gasto deficitario que comenzó hace casi 10 años. Y después de la crisis financiera, ha hecho falta una parte para mantener el flujo crediticio, salvar puestos de trabajo y poner dinero en el bolsillo de la gente.

Pero ahora que lo peor de la recesión ha pasado, debemos afrontar el hecho de que nuestro gobierno gasta más de lo que recauda. Eso es insostenible. Cada día, las familias se sacrifican para vivir dentro de sus posibilidades, y se merecen un gobierno que haga lo mismo.

Por eso, esta noche, propongo que, a partir de este año, congelemos el gasto interno anual durante los cinco próximos años. Eso reduciría el déficit en más de 400.000 millones de dólares durante los próximos 10 años, y producirá el gasto discrecional proporcionalmente más bajo desde la presidencia de Dwight Eisenhower.

Esta congelación exigirá recortes dolorosos. Ya hemos congelado los sueldos de nuestros esforzados funcionarios federales durante los dos próximos años. He propuesto recortes en cosas que me interesan profundamente, como los programas de acción comunitaria. El Secretario de Defensa también ha aceptado reducir el gasto en decenas de miles de millones de dólares sin los que sus generales y él piensan que nuestro ejército puede vivir a la perfección.

Reconozco que algunos miembros de esta Cámara ya han propuesto recortes más drásticos, y estoy dispuesto a eliminar todo aquello de lo que verdaderamente podamos prescindir. Pero debemos estar seguros de que no pagan el pato nuestros ciudadanos más vulnerables. Y debemos estar seguros de que lo que recortamos es verdaderamente un lastre. Reducir el déficit a base de destruir las inversiones en innovación y educación es como quitar el motor de un avión sobrecargado para aligerarlo. Al principio podrá parecer que vuela más alto, pero pronto se sentirá el impacto.

La mayoría de los recortes y ahorros que he propuesto no afectan más que al gasto interno anual, que representa poco más del 12% de nuestro presupuesto. Para avanzar más, debemos dejar de pensar que eso va a ser suficiente. No lo es.

La Comisión Fiscal que creé el año pasado, formada por los dos partidos, lo dejó muy claro. No estoy de acuerdo con todas sus propuestas, pero han hecho progresos importantes. Y su conclusión es que la única forma de abordar nuestro déficit es reducir el gasto excesivo en cualquier lugar que lo encontremos: gasto interno, gasto de defensa, gasto de sanidad y el gasto que suponen las reducciones y las trampas fiscales.

Eso significa disminuir aún más los costes sanitarios, incluidos programas como Medicare y Medicaid, que son los mayores contribuyentes a nuestro déficit a largo plazo La reforma de la sanidad reducirá el aumento de los costes, que es una de las razones por las que los economistas no sectarios han dicho que revocar la ley de sanidad añadiría 250.000 millones dólares a nuestro déficit. No obstante, estoy dispuesto a ver otras ideas para reducir los costes, incluida una que sugirieron los republicanos el año pasado: la reforma de las normas sobre negligencia medida para controlar el número de demandas frívolas.

Si queremos sentar unas bases sólidas, deberíamos también encontrar una solución bipartidista que nos permita reformar la Seguridad Social para las generaciones futuras. Y debemos hacerlo sin poner en peligro a los jubilados actuales, los más vulnerables, ni a las personas con discapacidades; sin recortar las prestaciones a las generaciones futuras; y sin someter las pensiones garantizadas de los ciudadanos a los caprichos de la bolsa.

Y, si de verdad nos preocupa nuestro déficit, no podemos permitirnos una prolongación permanente de los recortes fiscales para el 2% más rico de los estadounidenses. Antes de quitar dinero a las escuelas y becas a los estudiantes, debemos pedir a los millonarios que renuncien a sus exenciones fiscales.

No se trata de castigarles por su éxito. Se trata de promover el éxito de Estados Unidos.

En realidad lo mejor que podríamos hacer con los impuestos para todos los ciudadanos sería simplificar el código impositivo individual. Será difícil, pero varios miembros de los dos partidos se han mostrado interesados en hacerlo, y yo estoy listo para trabajar con ellos.

Así, pues, ha llegado el momento de actuar. Ha llegado la hora de que los dos lados y las dos cámaras del Congreso "y tanto los demócratas como los republicanos" elaboren un compromiso de principios que permita avanzar. Si tomamos ahora las decisiones difíciles para controlar nuestro déficit, podremos hacer las inversiones necesarias para conquistar el futuro.

Voy a ir un poco más allá. No sólo debemos dar a nuestros ciudadanos un gobierno que sea más asequible. Debemos darles un gobierno que sea más competente y eficaz. No podemos conquistar el futuro con un gobierno del pasado.

Vivimos y trabajamos en la era de la información, pero la última gran reorganización de la Administración se produjo en la era de la televisión en blanco y negro. Existen 12 organismos diferentes encargados de las exportaciones. Hay al menos cinco entidades distintas que se ocupan de la política de vivienda. Y está mi ejemplo favorito: El Departamento del Interior es responsable del salmón mientras está en agua dulce, pero, cuando están en agua salada, se ocupa de ellos el Departamento de Comercio. Y creo que es todavía más complicado después de ahumado.

Por supuesto, hemos avanzado enormemente en los dos últimos años en el uso de la tecnología y a la hora de librarnos de lo que sobra. Los veteranos de guerra pueden ya descargarse sus expedientes médicos electrónicos con un clic de ratón. Estamos vendiendo hectáreas de locales federales para oficinas que llevan años sin usarse, y vamos a eliminar trámites burocráticos para deshacernos de más. Pero tenemos que pensar en términos más amplios. En los próximos meses, mi gobierno elaborará una propuesta para fusionar, consolidar y reorganizar la Administración federal de forma que contribuya a alcanzar el objetivo de que Estados Unidos sea más competitivo. Presentaré dicha propuesta al Congreso para someterla a votación, y presionaremos para conseguir que se apruebe.

En este próximo año, trabajaremos también para restaurar la fe de la gente en la institución del gobierno. Como el ciudadano merece saber con exactitud cómo y dónde se gasta el dinero de sus impuestos, vamos a crear una página web que permita entrar y obtener esa información por primera vez en la historia. Como el ciudadano merece saber cuándo se reúnen sus representantes electos con miembros de algún lobby, pido al Congreso que haga lo que ya ha hecho la Casa Blanca: colocar esa información en la red. Y como el pueblo estadounidense merece saber que los grupos de intereses especiales no están cargando las leyes con sus proyectos favoritos, ambos partidos deben saber que, si a mi mesa llega un proyecto de ley con cláusulas interesadas, lo vetaré.

Un gobierno para el siglo XXI, que sea abierto y competente. Un gobierno que viva dentro de sus posibilidades. Una economía impulsada por nuevas aptitudes y nuevas ideas. Para triunfar en este mundo nuevo y cambiante necesitaremos reformas, responsabilidad e innovación. Y necesitaremos también abordar ese mundo con un nuevo grado de compromiso en nuestras relaciones internacionales.

Así como los puestos de trabajo y las empresas pueden traspasar fronteras, también pueden hacerlo las nuevas amenazas y los nuevos problemas. No hay un muro que separe el Este de Occidente; no hay ninguna superpotencia rival contra nosotros.

Por consiguiente, debemos derrotar a los enemigos obstinados en cualquier lugar en el que estén y construir coaliciones que superen los límites de las regiones, las razas y las religiones. El ejemplo moral de Estados Unidos debe brillar de forma constante para todos los que anhelan la libertad, la justicia y la dignidad. Y, gracias a que ya hemos comenzado esta tarea, esta noche podemos decir que se ha renovado el liderazgo estadounidense y se ha restaurado nuestro prestigio.

Fijémonos en Irak, donde casi 100.000 de nuestros valerosos hombres y mujeres se han retirado con la cabeza bien alta; Donde las patrullas de combate norteamericanas han concluido su tarea; la violencia ha disminuido y se ha formado un nuevo gobierno. Este año, nuestros enviados civiles establecerán una relación duradera con el pueblo iraquí, mientras culminamos la tarea de sacar a nuestras tropas del país. Estados Unidos ha respetado su compromiso; la guerra de Irak está a punto de terminar.

Evidentemente, Al Qaeda y sus afiliados siguen planeando ataques contra nosotros. Gracias a nuestros servicios de inteligencia y de policía, hemos desbaratado varias tramas y hemos asegurado nuestras ciudades y nuestros cielos. Y, cuando los extremistas tratan de inspirar actos violentos dentro de nuestro territorio, nosotros reaccionamos con la fortaleza de nuestras comunidades, el respeto al imperio de la ley y la convicción de que los estadounidenses de fe musulmana forman parte de nuestra gran familia.

También hemos llevado la lucha contra Al Qaeda y sus aliados al extranjero. En Afganistán, nuestras tropas han tomado bastiones talibanes y han entrenado a las Fuerzas Afganas de Seguridad. Nuestro fin está claro: al impedir que los talibanes restablezcan su poder absoluto sobre el pueblo afgano, evitaremos que Al Qaeda tenga el refugio que sirvió de trampolín desde el que se lanzó el 11-S.

Gracias a nuestros heroicos militares y civiles, cada vez hay menos afganos bajo el poder de los insurgentes. Nos esperan aún duros combates, y las autoridades afganas deberán gobernar mejor, pero estamos contribuyendo a capacitar a sus ciudadanos y construyendo una relación duradera con ellos. Este año colaboraremos con casi 50 países para iniciar una transición hacia un gobierno verdaderamente autóctono. Y en julio empezaremos a traer a nuestras tropas a casa.

En Pakistán, el liderazgo de Al Qaeda no sufría tantas presiones desde 2001. Sus líderes y sus agentes ya no están en el campo de batalla. Sus refugios son cada vez menos numerosos. Y hemos enviado un mensaje desde la frontera con Afganistán hasta la Península Arábiga y a todos los rincones del globo: no vamos a ceder, no vamos a rendirnos, y acabaremos derrotándolos.

También es posible ver el liderazgo de Estados Unidos en el esfuerzo para controlar las peores armas de la guerra. Tanto republicanos como demócratas aprobaron el nuevo tratado START, de modo que vamos a desplegar menos armas nucleares y plataformas de lanzamiento. Hemos conseguido poner de acuerdo a todo el mundo y en todos los continentes están poniéndose los materiales nucleares a buen recaudo para que no caigan jamás en manos de terroristas.

Gracias a un esfuerzo diplomático para lograr que Irán cumpla sus obligaciones, el gobierno de dicho país se enfrenta hoy a unas sanciones más duras y estrictas que nunca. Y en la Península de Corea, estamos del lado de nuestro aliado, Corea del Sur, además de insistir en que Corea del Norte cumpla su compromiso de abandonar las armas nucleares.

Éstos no son más que unos ejemplos de cómo estamos contribuyendo a construir un mundo que prefiere la paz y la prosperidad. Junto con nuestros aliados europeos, hemos revitalizado la OTAN y hemos aumentado nuestra cooperación en todos los aspectos, desde la lucha antiterrorista hasta la defensa antimisiles. Hemos reiniciado desde cero nuestras relaciones con Rusia, hemos reforzado las alianzas en Asia, y hemos establecido nuevas relaciones con países como India. En marzo viajaré a Brasil, Chile y El Salvador con el fin de crear nuevas alianzas para el progreso en América. En todo el mundo, estamos del lado de quienes asumen sus responsabilidades: ayudamos a los agricultores a cultivar más alimentos; ayudamos a los médicos que cuidan a los enfermos; combatimos la corrupción que puede descomponer una sociedad y arrebatar las oportunidades a un pueblo.

Los últimos acontecimientos nos han demostrado que lo que debe caracterizarnos no es sólo nuestro poder, sino con qué fin lo utilizamos. En Sudán del Sur, con nuestra ayuda, la gente pudo votar por fin a favor de la independencia, tras años de guerra. Miles de personas hicieron cola antes del amanecer. La gente bailaba en las calles. Un hombre que había perdido a cuatro hermanos en la guerra resumió la escena que le rodeaba: "Éste ha sido un campo de batalla durante casi toda mi vida. Ahora queremos ser libres".

Ese mismo deseo de ser libres lo hemos visto en Túnez, donde la voluntad del pueblo ha resultado más poderosa que los mandatos de un dictador. Y esta noche debemos dejar algo muy claro: Estados Unidos está junto al pueblo de Túnez y apoya las aspiraciones democráticas de todo el mundo.

No debemos olvidar nunca que las cosas por las que hemos trabajado y por las que luchamos en su día son ideas vivas en los corazones de la gente en todas partes. Y debemos recordar siempre que los que más peso han soportado en esta lucha son los hombres y mujeres que sirven a nuestro país en las fuerzas armadas.

Quiero que esta noche seamos unánimes al reafirmar que nuestra nación apoya sin fisuras a nuestros soldados y sus familias. Quiero que estemos a su servicio como ellos han estado al nuestro, proporcionándoles el equipamiento que necesitan, ofreciéndoles la atención y las prestaciones que se han ganado, e incorporando a nuestros veteranos a la gran tarea de construir nuestra nación.

Nuestros soldados proceden de todos los rincones de nuestro país: son negros, blancos, hispanos, asiáticos e indios americanos. Son cristianos e hindúes, judíos y musulmanes. Y, en efecto, sabemos que algunos son homosexuales. A partir de este año, no se prohibirá a ningún ciudadano que sirva al país que ama por culpa de a quién ama. Y con ese cambio, pido a todos nuestros campus universitarios que abran las puertas a los encargados del reclutamiento y al Cuerpo de Oficiales en la Reserva. Ya es hora de que dejemos atrás las divisiones del pasado. Ya es hora de que avancemos hacia adelante como una misma nación.

No debemos hacernos ilusiones sobre la labor que nos aguarda. Reformar nuestras escuelas; cambiar nuestra forma de utilizar la energía; reducir nuestro déficit: ninguna de estas cosas es fácil. Todas costarán tiempo. Y será aún más difícil porque discutiremos sobre todo. El coste. Los detalles. La letra de cada ley.

Por supuesto, algunos países no tienen este problema. Si el gobierno central quiere un ferrocarril, consigue un ferrocarril; aunque tenga que derribar un montón de casas. Si no quiere que aparezca una información negativa en el periódico, no se escribe.

Sin embargo, por muy discutidora, frustrante y caótica que pueda ser a veces nuestra democracia, sé que no hay aquí una sola persona que estuviera dispuesta a cambiarse por ningún otro país del mundo.

Podemos tener diferencias políticas, pero todos creemos en los derechos consagrados en nuestra Constitución. Podemos tener opiniones diferentes, pero creemos en la misma promesa de que éste es un lugar en el que uno puede prosperar si lo intenta. Podemos tener antecedentes diversos, pero creemos en el mismo sueño que dice que éste es un país en el que todo es posible. Da igual quién seas. Da igual de dónde vengas.

Ese sueño es el motivo por el que puedo estar esta noche antes ustedes. Ese sueño es el motivo por el que un chico de clase obrera de Scranton puede estar detrás de mí. Ese sueño es el motivo por el que alguien que empezó barriendo el suelo del bar de su padre en Cincinnati puede ser hoy presidente de la Cámara de Representantes en el país más importante del mundo.

Ese sueño "ese Sueño Americano" es lo que empujó a los hermanos Allen a reinventar su empresa de tejados para una nueva era. Es lo que empujó a esos alumnos de Forsyth Tech a aprender nuevas aptitudes y preparar su futuro. Y ese sueño es la historia de un pequeño empresario llamado Brandon Fisher.

Brandon creó una empresa en Berlin, Pennsylvania, especializada en un nuevo tipo de tecnología de perforación. Un día, el verano pasado, vio en las noticias que, en el otro extremo del mundo, había 33 hombres atrapados en una mina chilena, y nadie sabía cómo rescatarlos.

Pero Brandon pensó que su empresa podía ayudar. Así que diseñó un plan de rescate que más tarde se denominaría Plan B. Sus empleados trabajaron sin descanso para fabricar el equipo de perforación necesario. Y Brandon se fue a Chile.

Junto con otras personas, empezó a perforar un agujero de más de 600 metros en la tierra, trabajando turnos de tres o cuatro días seguidos, sin dormir. Treinta y siete días después, el Plan B triunfó, y los mineros fueron rescatados. Pero, como no quería ser el foco de atención, Brandon no estaba allí cuando los mineros salieron a la superficie. Había vuelto ya a casa, a trabajar en su siguiente proyecto.

Más tarde, uno de sus empleados dijo a propósito del rescate: "Probamos que Center Rock es una empresa pequeña capaz de hacer grandes cosas".

Hacemos grandes cosas.

Desde los primeros tiempos de nuestra fundación, Estados Unidos ha sido un país de gente corriente que se atreve a soñar. Así es cómo conquistamos el futuro.

Somos una nación que dice: "Puede que no tenga mucho dinero, pero tengo esta gran idea para una empresa nueva. Puede que en mi familia no haya títulos universitarios, pero yo voy a ser el primero en obtenerlo. Puede que no conozca a esas personas que están pasándolo mal, pero creo que puedo ayudarles, y necesito intentarlo. No estoy seguro de cómo vamos a llegar a ese lugar mejor que hay más allá del horizonte, pero sé que llegaremos, Lo sé".

Hacemos grandes cosas.

La idea de Estados Unidos perdura. Nuestro destino sigue siendo una elección nuestra. Y esta noche, más de dos siglos después, gracias a nuestra gente, nuestro futuro está lleno de esperanza, nuestro viaje continúa y el estado de nuestra unión es fuerte.

Gracias, Dios les bendiga y Dios bendiga los Estados Unidos de América.

Texto traducido por Mª LUISA RODRÍGUEZ TAPIA



http://www.elpais.com/especial/discurso-de...do-de-la-union/





CITA(Katharina Von Strauger @ Jan 28 2010, 05:56 PM) *
CITA
Remarks by the President in State of the Union Address

9:11 P.M. EST

THE PRESIDENT: Madam Speaker, Vice President Biden, members of Congress, distinguished guests, and fellow Americans:

Our Constitution declares that from time to time, the President shall give to Congress information about the state of our union. For 220 years, our leaders have fulfilled this duty. They've done so during periods of prosperity and tranquility. And they've done so in the midst of war and depression; at moments of great strife and great struggle.

It's tempting to look back on these moments and assume that our progress was inevitable -– that America was always destined to succeed. But when the Union was turned back at Bull Run, and the Allies first landed at Omaha Beach, victory was very much in doubt. When the market crashed on Black Tuesday, and civil rights marchers were beaten on Bloody Sunday, the future was anything but certain. These were the times that tested the courage of our convictions, and the strength of our union. And despite all our divisions and disagreements, our hesitations and our fears, America prevailed because we chose to move forward as one nation, as one people.

Again, we are tested. And again, we must answer history's call.

One year ago, I took office amid two wars, an economy rocked by a severe recession, a financial system on the verge of collapse, and a government deeply in debt. Experts from across the political spectrum warned that if we did not act, we might face a second depression. So we acted -– immediately and aggressively. And one year later, the worst of the storm has passed.

But the devastation remains. One in 10 Americans still cannot find work. Many businesses have shuttered. Home values have declined. Small towns and rural communities have been hit especially hard. And for those who'd already known poverty, life has become that much harder.

This recession has also compounded the burdens that America's families have been dealing with for decades –- the burden of working harder and longer for less; of being unable to save enough to retire or help kids with college.

So I know the anxieties that are out there right now. They're not new. These struggles are the reason I ran for President. These struggles are what I've witnessed for years in places like Elkhart, Indiana; Galesburg, Illinois. I hear about them in the letters that I read each night. The toughest to read are those written by children -– asking why they have to move from their home, asking when their mom or dad will be able to go back to work.

For these Americans and so many others, change has not come fast enough. Some are frustrated; some are angry. They don't understand why it seems like bad behavior on Wall Street is rewarded, but hard work on Main Street isn't; or why Washington has been unable or unwilling to solve any of our problems. They're tired of the partisanship and the shouting and the pettiness. They know we can't afford it. Not now.

So we face big and difficult challenges. And what the American people hope -– what they deserve -– is for all of us, Democrats and Republicans, to work through our differences; to overcome the numbing weight of our politics. For while the people who sent us here have different backgrounds, different stories, different beliefs, the anxieties they face are the same. The aspirations they hold are shared: a job that pays the bills; a chance to get ahead; most of all, the ability to give their children a better life.

You know what else they share? They share a stubborn resilience in the face of adversity. After one of the most difficult years in our history, they remain busy building cars and teaching kids, starting businesses and going back to school. They're coaching Little League and helping their neighbors. One Spam wrote to me and said, "We are strained but hopeful, struggling but encouraged."

It's because of this spirit -– this great decency and great strength -– that I have never been more hopeful about America's future than I am tonight. (Applause.) Despite our hardships, our union is strong. We do not give up. We do not quit. We do not allow fear or division to break our spirit. In this new decade, it's time the American people get a government that matches their decency; that embodies their strength. (Applause.)

And tonight, tonight I'd like to talk about how together we can deliver on that promise.

It begins with our economy.

Our most urgent task upon taking office was to shore up the same banks that helped cause this crisis. It was not easy to do. And if there's one thing that has unified Democrats and Republicans, and everybody in between, it's that we all hated the bank bailout. I hated it -- (applause.) I hated it. You hated it. It was about as popular as a root canal. (Laughter.)

But when I ran for President, I promised I wouldn't just do what was popular -– I would do what was necessary. And if we had allowed the meltdown of the financial system, unemployment might be double what it is today. More businesses would certainly have closed. More homes would have surely been lost.

So I supported the last administration's efforts to create the financial rescue program. And when we took that program over, we made it more transparent and more accountable. And as a result, the markets are now stabilized, and we've recovered most of the money we spent on the banks. (Applause.) Most but not all.

To recover the rest, I've proposed a fee on the biggest banks. (Applause.) Now, I know Wall Street isn't keen on this idea. But if these firms can afford to hand out big bonuses again, they can afford a modest fee to pay back the taxpayers who rescued them in their time of need. (Applause.)

Now, as we stabilized the financial system, we also took steps to get our economy Spam again, save as many jobs as possible, and help Americans who had become unemployed.

That's why we extended or increased unemployment benefits for more than 18 million Americans; made health insurance 65 percent cheaper for families who get their coverage through COBRA; and passed 25 different tax cuts.

Now, let me repeat: We cut taxes. We cut taxes for 95 percent of working families. (Applause.) We cut taxes for small businesses. We cut taxes for first-time homebuyers. We cut taxes for parents trying to care for their children. We cut taxes for 8 million Americans paying for college. (Applause.)

I thought I'd get some applause on that one. (Laughter and applause.)

As a result, millions of Americans had more to spend on gas and food and other necessities, all of which helped businesses keep more workers. And we haven't raised income taxes by a single dime on a single person. Not a single dime. (Applause.)

Because of the steps we took, there are about two million Americans working right now who would otherwise be unemployed. (Applause.) Two hundred thousand work in construction and clean energy; 300,000 are teachers and other education workers. Tens of thousands are cops, firefighters, correctional officers, first responders. (Applause.) And we're on track to add another one and a half million jobs to this total by the end of the year.

The plan that has made all of this possible, from the tax cuts to the jobs, is the Recovery Act. (Applause.) That's right -– the Recovery Act, also known as the stimulus bill. (Applause.) Economists on the left and the right say this bill has helped save jobs and avert disaster. But you don't have to take their word for it. Talk to the small business in Phoenix that will triple its workforce because of the Recovery Act. Talk to the window manufacturer in Philadelphia who said he used to be skeptical about the Recovery Act, until he had to add two more work shifts just because of the business it created. Talk to the single teacher raising two kids who was told by her principal in the last week of school that because of the Recovery Act, she wouldn't be laid off after all.

There are stories like this all across America. And after two years of recession, the economy is Spam again. Retirement funds have started to gain back some of their value. Businesses are beginning to invest again, and slowly some are starting to hire again.

But I realize that for every success story, there are other stories, of men and women who wake up with the anguish of not knowing where their next paycheck will come from; who send out resumes week after week and hear nothing in response. That is why jobs must be our number-one focus in 2010, and that's why I'm calling for a new jobs bill tonight. (Applause.)

Now, the true engine of job creation in this country will always be America's businesses. (Applause.) But government can create the conditions necessary for businesses to expand and hire more workers.

We should start where most new jobs do –- in small businesses, companies that begin when -- (applause) -- companies that begin when an entrepreneur -- when an entrepreneur takes a chance on a dream, or a worker decides it's time she became her own boss. Through sheer grit and determination, these companies have weathered the recession and they're ready to grow. But when you talk to small businessowners in places like Allentown, Pennsylvania, or Elyria, Ohio, you find out that even though banks on Wall Street are lending again, they're mostly lending to bigger companies. Financing remains difficult for small businessowners across the country, even those that are making a profit.

So tonight, I'm proposing that we take $30 billion of the money Wall Street banks have repaid and use it to help community banks give small businesses the credit they need to stay afloat. (Applause.) I'm also proposing a new small business tax credit -– one that will go to over one million small businesses who hire new workers or raise wages. (Applause.) While we're at it, let's also eliminate all capital gains taxes on small business investment, and provide a tax incentive for all large businesses and all small businesses to invest in new plants and equipment. (Applause.)

Next, we can put Americans to work today building the infrastructure of tomorrow. (Applause.) From the first railroads to the Interstate Highway System, our nation has always been built to compete. There's no reason Europe or China should have the fastest trains, or the new factories that manufacture clean energy products.

Tomorrow, I'll visit Tampa, Florida, where workers will soon break ground on a new high-speed railroad funded by the Recovery Act. (Applause.) There are projects like that all across this country that will create jobs and help move our nation's goods, services, and information. (Applause.)

We should put more Americans to work building clean energy facilities -- (applause) -- and give rebates to Americans who make their homes more energy-efficient, which supports clean energy jobs. (Applause.) And to encourage these and other businesses to stay within our borders, it is time to finally slash the tax breaks for companies that ship our jobs overseas, and give those tax breaks to companies that create jobs right here in the United States of America. (Applause.)

Now, the House has passed a jobs bill that includes some of these steps. (Applause.) As the first order of business this year, I urge the Senate to do the same, and I know they will. (Applause.) They will. (Applause.) People are out of work. They're hurting. They need our help. And I want a jobs bill on my desk without delay. (Applause.)

But the truth is, these steps won't make up for the seven million jobs that we've lost over the last two years. The only way to move to full employment is to lay a new foundation for long-term economic growth, and finally address the problems that America's families have confronted for years.

We can't afford another so-called economic "expansion" like the one from the last decade –- what some call the "lost decade" -– where jobs grew more slowly than during any prior expansion; where the income of the average American household declined while the cost of health care and tuition reached record highs; where prosperity was built on a housing bubble and financial speculation.

From the day I took office, I've been told that addressing our larger challenges is too ambitious; such an effort would be too contentious. I've been told that our political system is too gridlocked, and that we should just put things on hold for a while.

For those who make these claims, I have one simple question: How long should we wait? How long should America put its future on hold? (Applause.)

You see, Washington has been telling us to wait for decades, even as the problems have grown worse. Meanwhile, China is not waiting to revamp its economy. Germany is not waiting. India is not waiting. These nations -- they're not standing still. These nations aren't playing for second place. They're putting more emphasis on math and science. They're rebuilding their infrastructure. They're making serious investments in clean energy because they want those jobs. Well, I do not accept second place for the United States of America. (Applause.)

As hard as it may be, as uncomfortable and contentious as the debates may become, it's time to get serious about fixing the problems that are hampering our growth.

Now, one place to start is serious financial reform. Look, I am not interested in punishing banks. I'm interested in protecting our economy. A strong, healthy financial market makes it possible for businesses to access credit and create new jobs. It channels the savings of families into investments that raise incomes. But that can only happen if we guard against the same recklessness that nearly brought down our entire economy.

We need to make sure consumers and middle-class families have the information they need to make financial decisions. (Applause.) We can't allow financial institutions, including those that take your deposits, to take risks that threaten the whole economy.

Now, the House has already passed financial reform with many of these changes. (Applause.) And the lobbyists are trying to kill it. But we cannot let them win this fight. (Applause.) And if the bill that ends up on my desk does not meet the test of real reform, I will send it back until we get it right. We've got to get it right. (Applause.)

Next, we need to encourage American innovation. Last year, we made the largest investment in basic research funding in history -– (applause) -- an investment that could lead to the world's cheapest solar cells or treatment that kills cancer cells but leaves healthy ones untouched. And no area is more ripe for such innovation than energy. You can see the results of last year's investments in clean energy -– in the North Carolina company that will create 1,200 jobs nationwide helping to make advanced batteries; or in the California business that will put a thousand people to work making solar panels.

But to create more of these clean energy jobs, we need more production, more efficiency, more incentives. And that means building a new generation of safe, clean nuclear power plants in this country. (Applause.) It means making tough decisions about opening new offshore areas for oil and gas development. (Applause.) It means continued investment in advanced biofuels and clean coal technologies. (Applause.) And, yes, it means passing a comprehensive energy and climate bill with incentives that will finally make clean energy the profitable kind of energy in America. (Applause.)

I am grateful to the House for passing such a bill last year. (Applause.) And this year I'm eager to help advance the bipartisan effort in the Senate. (Applause.)

I know there have been questions about whether we can afford such changes in a tough economy. I know that there are those who disagree with the overwhelming scientific evidence on climate change. But here's the thing -- even if you doubt the evidence, providing incentives for energy-efficiency and clean energy are the right thing to do for our future -– because the nation that leads the clean energy economy will be the nation that leads the global economy. And America must be that nation. (Applause.)

Third, we need to export more of our goods. (Applause.) Because the more products we make and sell to other countries, the more jobs we support right here in America. (Applause.) So tonight, we set a new goal: We will double our exports over the next five years, an increase that will support two million jobs in America. (Applause.) To help meet this goal, we're launching a National Export Initiative that will help farmers and small businesses increase their exports, and reform export controls consistent with national security. (Applause.)
We have to seek new markets aggressively, just as our competitors are. If America sits on the sidelines while other nations sign trade deals, we will lose the chance to create jobs on our shores. (Applause.) But realizing those benefits also means enforcing those agreements so our trading partners play by the rules. (Applause.) And that's why we'll continue to shape a Doha trade agreement that opens global markets, and why we will strengthen our trade relations in Asia and with key partners like South Korea and Panama and Colombia. (Applause.)

Fourth, we need to invest in the skills and education of our people. (Applause.)

Now, this year, we've broken through the stalemate between left and right by launching a national competition to improve our schools. And the idea here is simple: Instead of rewarding failure, we only reward success. Instead of funding the status quo, we only invest in reform -- reform that raises student achievement; inspires students to excel in math and science; and turns around failing schools that steal the future of too many young Americans, from rural communities to the inner city. In the 21st century, the best anti-poverty program around is a world-class education. (Applause.) And in this country, the success of our children cannot depend more on where they live than on their potential.

When we renew the Elementary and Secondary Education Act, we will work with Congress to expand these reforms to all 50 states. Still, in this economy, a high school diploma no longer guarantees a good job. That's why I urge the Senate to follow the House and pass a bill that will revitalize our community colleges, which are a career pathway to the children of so many working families. (Applause.)

To make college more affordable, this bill will finally end the unwarranted taxpayer subsidies that go to banks for student loans. (Applause.) Instead, let's take that money and give families a $10,000 tax credit for four years of college and increase Pell Grants. (Applause.) And let's tell another one million students that when they graduate, they will be required to pay only 10 percent of their income on student loans, and all of their debt will be forgiven after 20 years –- and forgiven after 10 years if they choose a career in public service, because in the United States of America, no one should go broke because they chose to go to college. (Applause.)

And by the way, it's time for colleges and universities to get serious about cutting their own costs -– (applause) -- because they, too, have a responsibility to help solve this problem.

Now, the price of college tuition is just one of the burdens facing the middle class. That's why last year I asked Vice President Biden to chair a task force on middle-class families. That's why we're nearly doubling the child care tax credit, and making it easier to save for retirement by giving access to every worker a retirement account and expanding the tax credit for those who start a nest egg. That's why we're working to lift the value of a family's single largest investment –- their home. The steps we took last year to shore up the housing market have allowed millions of Americans to take out new loans and save an average of $1,500 on mortgage payments.

This year, we will step up refinancing so that homeowners can move into more affordable mortgages. (Applause.) And it is precisely to relieve the burden on middle-class families that we still need health insurance reform. (Applause.) Yes, we do. (Applause.)

Now, let's clear a few things up. (Laughter.) I didn't choose to tackle this issue to get some legislative victory under my belt. And by now it should be fairly obvious that I didn't take on health care because it was good politics. (Laughter.) I took on health care because of the stories I've heard from Americans with preexisting conditions whose lives depend on getting coverage; patients who've been denied coverage; families –- even those with insurance -– who are just one illness away from financial ruin.

After nearly a century of trying -- Democratic administrations, Republican administrations -- we are closer than ever to bringing more security to the lives of so many Americans. The approach we've taken would protect every American from the worst practices of the insurance industry. It would give small businesses and uninsured Americans a chance to choose an affordable health care plan in a competitive market. It would require every insurance plan to cover preventive care.

And by the way, I want to acknowledge our First Lady, Michelle Obama, who this year is creating a national movement to tackle the epidemic of childhood obesity and make kids healthier. (Applause.) Thank you. She gets embarrassed. (Laughter.)

Our approach would preserve the right of Americans who have insurance to keep their doctor and their plan. It would reduce costs and premiums for millions of families and businesses. And according to the Congressional Budget Office -– the independent organization that both parties have cited as the official scorekeeper for Congress –- our approach would bring down the deficit by as much as $1 trillion over the next two decades. (Applause.)

Still, this is a complex issue, and the longer it was debated, the more skeptical people became. I take my share of the blame for not explaining it more clearly to the American people. And I know that with all the lobbying and horse-trading, the process left most Americans wondering, "What's in it for me?"

But I also know this problem is not going away. By the time I'm finished speaking tonight, more Americans will have lost their health insurance. Millions will lose it this year. Our deficit will grow. Premiums will go up. Patients will be denied the care they need. Small business owners will continue to drop coverage altogether. I will not walk away from these Americans, and neither should the people in this chamber. (Applause.)

So, as temperatures cool, I want everyone to take another look at the plan we've proposed. There's a reason why many doctors, nurses, and health care experts who know our system best consider this approach a vast improvement over the status quo. But if anyone from either party has a better approach that will bring down premiums, bring down the deficit, cover the uninsured, strengthen Medicare for seniors, and stop insurance company abuses, let me know. (Applause.) Let me know. Let me know. (Applause.) I'm eager to see it.

Here's what I ask Congress, though: Don't walk away from reform. Not now. Not when we are so close. Let us find a way to come together and finish the job for the American people. (Applause.) Let's get it done. Let's get it done. (Applause.)

Now, even as health care reform would reduce our deficit, it's not enough to dig us out of a massive fiscal hole in which we find ourselves. It's a challenge that makes all others that much harder to solve, and one that's been subject to a lot of political posturing. So let me start the discussion of government spending by setting the record straight.

At the beginning of the last decade, the year 2000, America had a budget surplus of over $200 billion. (Applause.) By the time I took office, we had a one-year deficit of over $1 trillion and projected deficits of $8 trillion over the next decade. Most of this was the result of not paying for two wars, two tax cuts, and an expensive Spam drug program. On top of that, the effects of the recession put a $3 trillion hole in our budget. All this was before I walked in the door. (Laughter and applause.)

Now -- just stating the facts. Now, if we had taken office in ordinary times, I would have liked nothing more than to start bringing down the deficit. But we took office amid a crisis. And our efforts to prevent a second depression have added another $1 trillion to our national debt. That, too, is a fact.

I'm absolutely convinced that was the right thing to do. But families across the country are tightening their belts and making tough decisions. The federal government should do the same. (Applause.) So tonight, I'm proposing specific steps to pay for the trillion dollars that it took to rescue the economy last year.

Starting in 2011, we are prepared to freeze government spending for three years. (Applause.) Spending related to our national security, Medicare, Medicaid, and Social Security will not be affected. But all other discretionary government programs will. Like any cash-strapped family, we will work within a budget to invest in what we need and sacrifice what we don't. And if I have to enforce this discipline by veto, I will. (Applause.)

We will continue to go through the budget, line by line, page by page, to eliminate programs that we can't afford and don't work. We've already identified $20 billion in savings for next year. To help working families, we'll extend our middle-class tax cuts. But at a time of record deficits, we will not continue tax cuts for oil companies, for investment fund managers, and for those making over $250,000 a year. We just can't afford it. (Applause.)

Now, even after paying for what we spent on my watch, we'll still face the massive deficit we had when I took office. More importantly, the cost of Medicare, Medicaid, and Social Security will continue to skyrocket. That's why I've called for a bipartisan fiscal commission, modeled on a proposal by Republican Judd Gregg and Democrat Kent Conrad. (Applause.) This can't be one of those Washington gimmicks that lets us pretend we solved a problem. The commission will have to provide a specific set of solutions by a certain deadline.

Now, yesterday, the Senate blocked a bill that would have created this commission. So I'll issue an executive order that will allow us to go forward, because I refuse to pass this problem on to another generation of Americans. (Applause.) And when the vote comes tomorrow, the Senate should restore the pay-as-you-go law that was a big reason for why we had record surpluses in the 1990s. (Applause.)


Now, I know that some in my own party will argue that we can't address the deficit or freeze government spending when so many are still hurting. And I agree -- which is why this freeze won't take effect until next year -- (laughter) -- when the economy is stronger. That's how budgeting works. (Laughter and applause.) But understand –- understand if we don't take meaningful steps to rein in our debt, it could damage our markets, increase the cost of borrowing, and jeopardize our recovery -– all of which would have an even worse effect on our job growth and family incomes.

From some on the right, I expect we'll hear a different argument -– that if we just make fewer investments in our people, extend tax cuts including those for the wealthier Americans, eliminate more regulations, maintain the status quo on health care, our deficits will go away. The problem is that's what we did for eight years. (Applause.) That's what helped us into this crisis. It's what helped lead to these deficits. We can't do it again.

Rather than fight the same tired battles that have dominated Washington for decades, it's time to try something new. Let's invest in our people without leaving them a mountain of debt. Let's meet our responsibility to the citizens who sent us here. Let's try common sense. (Laughter.) A novel concept.

To do that, we have to recognize that we face more than a deficit of dollars right now. We face a deficit of trust -– deep and corrosive doubts about how Washington works that have been Spam for years. To close that credibility gap we have to take action on both ends of Pennsylvania Avenue -- to end the outsized influence of lobbyists; to do our work openly; to give our people the government they deserve. (Applause.)
That's what I came to Washington to do. That's why -– for the first time in history –- my administration posts on our White House visitors online. That's why we've excluded lobbyists from policymaking jobs, or seats on federal boards and commissions.

But we can't stop there. It's time to require lobbyists to disclose each contact they make on behalf of a client with my administration or with Congress. It's time to put strict limits on the contributions that lobbyists give to candidates for federal office.

With all due deference to separation of powers, last week the Supreme Court reversed a century of law that I believe will open the floodgates for special interests –- including foreign corporations –- to spend without limit in our elections. (Applause.) I don't think American elections should be bankrolled by America's most powerful interests, or worse, by foreign entities. (Applause.) They should be decided by the American people. And I'd urge Democrats and Republicans to pass a bill that helps to correct some of these problems.

I'm also calling on Congress to continue down the path of earmark reform. Applause.) Democrats and Republicans. (Applause.) Democrats and Republicans. You've trimmed some of this spending, you've embraced some meaningful change. But restoring the public trust demands more. For example, some members of Congress post some earmark requests online. (Applause.) Tonight, I'm calling on Congress to publish all earmark requests on a single Web site before there's a vote, so that the American people can see how their money is being spent. (Applause.)

Of course, none of these reforms will even happen if we don't also reform how we work with one another. Now, I'm not naïve. I never thought that the mere fact of my election would usher in peace and harmony -- (laughter) -- and some post-partisan era. I knew that both parties have fed divisions that are deeply entrenched. And on some issues, there are simply philosophical differences that will always cause us to part ways. These disagreements, about the role of government in our lives, about our national priorities and our national security, they've been taking place for over 200 years. They're the very essence of our democracy.

But what frustrates the American people is a Washington where every day is Election Day. We can't wage a perpetual campaign where the only goal is to see who can get the most embarrassing headlines about the other side -– a belief that if you lose, I win. Neither party should delay or obstruct every single bill just because they can. The confirmation of -- (applause) -- I'm speaking to both parties now. The confirmation of well-qualified public servants shouldn't be held hostage to the pet projects or grudges of a few individual senators. (Applause.)

Washington may think that saying anything about the other side, no matter how false, no matter how malicious, is just part of the game. But it's precisely such politics that has stopped either party from helping the American people. Worse yet, it's sowing further division among our citizens, further distrust in our government.

So, no, I will not give up on trying to change the tone of our politics. I know it's an election year. And after last week, it's clear that campaign fever has come even earlier than usual. But we still need to govern.

To Democrats, I would remind you that we still have the largest majority in decades, and the people expect us to solve problems, not run for the hills. (Applause.) And if the Republican leadership is going to insist that 60 votes in the Senate are required to do any business at all in this town -- a supermajority -- then the responsibility to govern is now yours as well. (Applause.) Just saying no to everything may be good short-term politics, but it's not leadership. We were sent here to serve our citizens, not our ambitions. (Applause.) So let's show the American people that we can do it together. (Applause.)

This week, I'll be addressing a meeting of the House Republicans. I'd like to begin monthly meetings with both Democratic and Republican leadership. I know you can't wait. (Laughter.)

Throughout our history, no issue has united this country more than our security. Sadly, some of the unity we felt after 9/11 has dissipated. We can argue all we want about who's to blame for this, but I'm not interested in re-litigating the past. I know that all of us love this country. All of us are committed to its defense. So let's put aside the schoolyard taunts about who's tough. Let's reject the false choice between protecting our people and upholding our values. Let's leave behind the fear and division, and do what it takes to defend our nation and forge a more hopeful future -- for America and for the world. (Applause.)

That's the work we began last year. Since the day I took office, we've renewed our focus on the terrorists who threaten our nation. We've made substantial investments in our homeland security and disrupted plots that threatened to take American lives. We are filling unacceptable gaps revealed by the failed Christmas attack, with better airline security and swifter action on our intelligence. We've prohibited torture and strengthened partnerships from the Pacific to South Asia to the Arabian Peninsula. And in the last year, hundreds of al Qaeda's fighters and affiliates, including many senior leaders, have been captured or killed -- far more than in 2008.

And in Afghanistan, we're increasing our troops and training Afghan security forces so they can begin to take the lead in July of 2011, and our troops can begin to come home. (Applause.) We will reward good governance, work to reduce corruption, and support the rights of all Afghans -- men and women alike. (Applause.) We're joined by allies and partners who have increased their own commitments, and who will come together tomorrow in London to reaffirm our common purpose. There will be difficult days ahead. But I am absolutely confident we will succeed.

As we take the fight to al Qaeda, we are responsibly leaving Iraq to its people. As a candidate, I promised that I would end this war, and that is what I am doing as President. We will have all of our combat troops out of Iraq by the end of this August. (Applause.) We will support the Iraqi government -- we will support the Iraqi government as they hold elections, and we will continue to partner with the Iraqi people to promote regional peace and prosperity. But make no mistake: This war is ending, and all of our troops are coming home. (Applause.)

Tonight, all of our men and women in uniform -- in Iraq, in Afghanistan, and around the world –- they have to know that we -- that they have our respect, our gratitude, our full support. And just as they must have the resources they need in war, we all have a responsibility to support them when they come home. (Applause.) That's why we made the largest increase in investments for veterans in decades -- last year. (Applause.) That's why we're building a 21st century VA. And that's why Michelle has joined with Jill Biden to forge a national commitment to support military families. (Applause.)

Now, even as we prosecute two wars, we're also confronting perhaps the greatest danger to the American people -– the threat of nuclear weapons. I've embraced the vision of John F. Kennedy and Ronald Reagan through a strategy that reverses the spread of these weapons and seeks a world without them. To reduce our stockpiles and launchers, while ensuring our deterrent, the United States and Russia are completing negotiations on the farthest-reaching arms control treaty in nearly two decades. (Applause.) And at April's Nuclear Security Summit, we will bring 44 nations together here in Washington, D.C. behind a clear goal: securing all vulnerable nuclear materials around the world in four years, so that they never fall into the hands of terrorists. (Applause.)

Now, these diplomatic efforts have also strengthened our hand in dealing with those nations that insist on violating international agreements in pursuit of nuclear weapons. That's why North Korea now faces increased isolation, and stronger sanctions –- sanctions that are being vigorously enforced. That's why the international community is more united, and the Islamic Republic of Iran is more isolated. And as Iran's leaders continue to ignore their obligations, there should be no doubt: They, too, will face Spam consequences. That is a promise. (Applause.)

That's the leadership that we are providing –- engagement that advances the common security and prosperity of all people. We're working through the G20 to sustain a lasting global recovery. We're working with Muslim communities around the world to promote science and education and innovation. We have gone from a bystander to a leader in the fight against climate change. We're helping developing countries to feed themselves, and continuing the fight against HIV/AIDS. And we are launching a new initiative that will give us the capacity to respond faster and more effectively to bioterrorism or an infectious disease -– a plan that will counter threats at home and strengthen public health abroad.

As we have for over 60 years, America takes these actions because our destiny is connected to those beyond our shores. But we also do it because it is right. That's why, as we meet here tonight, over 10,000 Americans are working with many nations to help the people of Haiti recover and rebuild. (Applause.) That's why we stand with the girl who yearns to go to school in Afghanistan; why we support the human rights of the women marching through the streets of Iran; why we advocate for the young man denied a job by corruption in Guinea. For America must always stand on the side of freedom and human dignity. (Applause.) Always. (Applause.)

Abroad, America's greatest source of strength has always been our ideals. The same is true at home. We find unity in our incredible diversity, drawing on the promise enshrined in our Constitution: the notion that we're all created equal; that no matter who you are or what you look like, if you abide by the law you should be protected by it; if you adhere to our common values you should be treated no different than anyone else.

We must continually renew this promise. My administration has a Civil Rights Division that is once again prosecuting civil rights violations and employment discrimination. (Applause.) We finally strengthened our laws to protect against crimes driven by hate. (Applause.) This year, I will work with Congress and our military to finally repeal the law that denies gay Americans the right to serve the country they love because of who they are. (Applause.) It's the right thing to do. (Applause.)

We're going to crack down on violations of equal pay laws -– so that women get equal pay for an equal day's work. (Applause.) And we should continue the work of fixing our broken immigration system -– to secure our borders and enforce our laws, and ensure that everyone who plays by the rules can contribute to our economy and enrich our nation. (Applause.)

In the end, it's our ideals, our values that built America -- values that allowed us to forge a nation made up of immigrants from every corner of the globe; values that drive our citizens still. Every day, Americans meet their responsibilities to their families and their employers. Time and again, they lend a hand to their neighbors and give back to their country. They take pride in their labor, and are generous in spirit. These aren't Republican values or Democratic values that they're living by; business values or labor values. They're American values.

Unfortunately, too many of our citizens have lost faith that our biggest institutions -– our corporations, our media, and, yes, our government –- still reflect these same values. Each of these institutions are full of honorable men and women doing important work that helps our country prosper. But each time a CEO rewards himself for failure, or a banker puts the rest of us at risk for his own selfish gain, people's doubts grow. Each time lobbyists game the system or politicians tear each other down instead of lifting this country up, we lose faith. The more that TV pundits reduce serious debates to silly arguments, big issues into sound bites, our citizens turn away.

No wonder there's so much cynicism out there. No wonder there's so much disappointment. I campaigned on the promise of change –- change we can believe in, the slogan went. And right now, I know there are many Americans who aren't sure if they still believe we can change –- or that I can deliver it.

But remember this –- I never suggested that change would be easy, or that I could do it alone. Democracy in a nation of 300 million people can be noisy and messy and complicated. And when you try to do big things and make big changes, it stirs passions and controversy. That's just how it is.

Those of us in public office can respond to this reality by playing it safe and avoid telling hard truths and pointing fingers. We can do what's necessary to keep our poll numbers high, and get through the next election instead of doing what's best for the next generation.

But I also know this: If people had made that decision 50 years ago, or 100 years ago, or 200 years ago, we wouldn't be here tonight. The only reason we are here is because generations of Americans were unafraid to do what was hard; to do what was needed even when success was uncertain; to do what it took to keep the dream of this nation alive for their children and their grandchildren.

Our administration has had some political setbacks this year, and some of them were deserved. But I wake up every day knowing that they are nothing compared to the setbacks that families all across this country have faced this year. And what keeps me going -– what keeps me fighting -– is that despite all these setbacks, that spirit of determination and optimism, that fundamental decency that has always been at the core of the American people, that lives on.

It lives on in the struggling small business owner who wrote to me of his company, "None of us," he said, "…are willing to consider, even slightly, that we might fail."

It lives on in the Spam who said that even though she and her neighbors have felt the pain of recession, "We are strong. We are resilient. We are American."

It lives on in the 8-year-old boy in Louisiana, who just sent me his allowance and asked if I would give it to the people of Haiti.

And it lives on in all the Americans who've dropped everything to go someplace they've never been and pull people they've never known from the rubble, prompting chants of "U.S.A.! U.S.A.! U.S.A!" when another life was saved.

The spirit that has sustained this nation for more than two centuries lives on in you, its people. We have finished a difficult year. We have come through a difficult decade. But a new year has come. A new decade stretches before us. We don't quit. I don't quit. (Applause.) Let's seize this moment -- to start anew, to carry the dream forward, and to strengthen our union once more. (Applause.)

Thank you. God bless you. And God bless the United States of America. (Applause.)

END 10:20 P.M. EST



http://www.whitehouse.gov/the-press-office...e-union-address






CITA
Discurso del Estado de la Unión

Señora presidenta de la Cámara, vicepresidente Biden, miembros del Congreso, distinguidos invitados, conciudadanos:

Nuestra Constitución establece que, periódicamente, el presidente informe al Congreso del estado de nuestra Unión. Nuestros dirigentes han cumplido ese deber desde hace 220 años. Lo han hecho en periodos de prosperidad y tranquilidad. Y lo han hecho en medio de la guerra y la depresión; en momentos de grandes luchas y grandes esfuerzos.

Es tentador remontarnos a esos momentos y postular que nuestro progreso era inevitable, que Estados Unidos estaba destinado a triunfar. Pero, cuando el ejército de la Unión se vio rechazado en la batalla de Bull Run y cuando los aliados desembarcaron en la playa de Omaha, la victoria era muy dudosa. Cuando el mercado se hundió en el Martes Negro y cuando los manifestantes por los derechos civiles fueron apaleados en el Domingo Sangriento, el futuro era cualquier cosa menos seguro. Fueron instantes que pusieron a prueba el valor de nuestras convicciones y la fuerza de nuestra Unión. Y, a pesar de nuestras divisiones y nuestras diferencias, nuestras vacilaciones y nuestros miedos, Estados Unidos se impuso porque decidimos avanzar como una nación, como un pueblo.

Ahora, una vez más, nos enfrentamos a una prueba. Y una vez más, debemos responder a la llamada de la historia.

Hace un año, tomé posesión en medio de dos guerras, una economía sacudida por una grave recesión, un sistema financiero al borde del colapso y un gobierno profundamente endeudado. Expertos de todo el espectro político nos advirtieron de que, si no actuábamos, podíamos sufrir una segunda depresión. De modo que actuamos, de manera inmediata y agresiva. Y un año más tarde, lo peor de la tempestad ya ha pasado.

Pero la desolación sigue presente. Uno de cada diez estadounidenses sigue sin encontrar trabajo. Muchas empresas se han hundido. El valor de las viviendas ha descendido. Los pueblos y las comunidades rurales se han visto especialmente afectados. Para quienes ya habían conocido la pobreza, la vida se ha vuelto mucho más dura.

Esta recesión ha aumentado además las cargas que las familias estadounidenses soportan desde hace decenios: la carga de trabajar más y más tiempo por menos dinero; de no poder ahorrar lo suficiente para jubilarse ni enviar a los hijos a la universidad.

Es decir, conozco las angustias presentes en nuestras vidas. No son nuevas. Esas luchas son la razón por la que presenté mi candidatura a la presidencia. Esas luchas son las que he observado durante años en lugares como Elkhart, Indiana, y Galesburg, Illinois. Oigo hablar de ellas en las cartas que leo cada noche. Las más penosas de leer son las que están escritas por niños, en las que preguntan por qué tienen que irse de su casa o cuándo va a poder volver a trabajar su madre o su padre.

Para estos estadounidenses, y para muchos otros, el cambio no se ha producido con la suficiente rapidez. Algunos se sienten frustrados; algunos están indignados. No entienden por qué parece que la mala conducta en Wall Street se ve recompensada y el trabajo esforzado en la vida corriente, no; ni por qué Washington no ha sabido o no ha querido resolver ninguno de nuestros problemas. Están cansados de partidismos, de gritos, de mezquindades. Saben que no podemos permitírnoslos en estos momentos.

Nos enfrentamos, pues, a retos grandes y difíciles. Y lo que esperan los estadounidenses --lo que merecen-- es que todos nosotros, demócratas y republicanos, resolvamos nuestras diferencias; que nos sobrepongamos al peso entorpecedor de nuestras disputas políticas. Porque, aunque quienes nos eligieron para nuestros puestos tienen distintos orígenes, distintas experiencias y distintas creencias, las angustias que sufren son las mismas. Las aspiraciones que tienen son comunes a todos. Un puesto de trabajo que permita pagar las facturas. Una oportunidad de progresar. Y, sobre todo, la capacidad de dar a nuestros hijos una vida mejor.

¿Y saben qué más tienen en común? Tienen en común la terca capacidad de resistencia ante las adversidades. Después de uno de los años más difíciles de nuestra historia, siguen trabajando, fabricando coches y enseñando a los niños, creando empresas y volviendo a estudiar, entrenando a los equipos de sus hijos y ayudando a sus vecinos. Como decía una mujer en una carta, "Estamos pasándolo mal pero llenos de esperanza, luchando pero animados".

Ese espíritu, esa enorme decencia y esa gran fuerza, son los que hacen que nunca haya estado más esperanzado que esta noche sobre el futuro de Estados Unidos. A pesar de nuestras dificultades, nuestra Unión es fuerte. No nos rendimos. No abandonamos. No permitimos que el miedo ni las divisiones quiebren nuestro espíritu. En esta nueva década, ha llegado el momento de que el pueblo estadounidense tenga un gobierno que esté a la altura de su decencia, que encarne su fuerza.

Y esta noche me gustaría hablar sobre la forma de que, todos juntos, podamos hacer realidad esa promesa.

Ese camino empieza por la economía.

Nuestra tarea más urgente, al asumir el cargo, era apuntalar a los bancos que habían contribuido a esa crisis. No fue fácil hacerlo. Si hay algo que ha unido a demócratas y republicanos, fue que todos odiamos tener que rescatar a los bancos. Yo lo detesté. Ustedes lo detestaron. Fue una medida tan poco popular como una endodoncia.

Sin embargo, cuando presenté mi candidatura a la presidencia, prometí que no haría sólo lo que fuera popular; haría lo que fuera necesario. Y, si hubiéramos permitido la crisis del sistema financiero, el desempleo sería el doble del que es hoy. Desde luego, más empresas habrían cerrado. Seguro que se habrían perdido más hogares.

Así que apoyé los esfuerzos del gobierno anterior para crear el programa de rescate financiero. Y, cuando asumimos el programa, lo hicimos más transparente y responsable. Como consecuencia, hoy los mercados están estabilizados y hemos recuperado la mayor parte del dinero que gastamos en los bancos.

Para recuperar el resto, he propuesto una cuota a los grandes bancos. Ya sé que Wall Street no mira la idea con buenos ojos, pero, si esas empresas pueden permitirse el lujo de volver a repartir grandes primas, también pueden permitirse una cuota modesta para devolver el dinero a los contribuyentes que les rescataron cuando lo necesitaban.

Mientras estabilizábamos el sistema financiero, también tomamos medidas para hacer que nuestra economía volviera a crecer, salvar el mayor número posible de puestos de trabajo y ayudar a los estadounidenses que hubieran perdido su empleo.

Por ese motivo hemos prolongado o incrementado las prestaciones de desempleo para más de 18 millones de estadounidenses; hemos hecho que el seguro de salud sea un 65% más barato para las familias que obtienen su cobertura a través de la Ley de Reconciliación Presupuestaria (COBRA); y hemos aprobado 25 recortes fiscales.

Lo repito: hemos recortado impuestos. Hemos recortado impuestos para el 95% de las familias trabajadoras. Hemos recortado impuestos para las pequeñas empresas. Hemos recortado impuestos para los compradores de una primera vivienda. Hemos recortado impuestos para los padres que tratan de cuidar de sus hijos. Hemos recortado impuestos para ocho millones de estadounidenses que están pagando la universidad. Como consecuencia, millones de ciudadanos tienen más dinero para gastarlo en gasolina, alimentos y otras necesidades, y todo eso contribuye a mantener más puestos de trabajo. Y no hemos subido los impuestos sobre la renta ni un centavo a ninguna persona. Ni un solo centavo.

Gracias a las medidas que hemos tomado, hay unos dos millones de estadounidenses trabajando que, si no, estarían en el paro. De ellos, 200.000 trabajan en la construcción y las energías limpias, 300.000 son profesores y otros profesionales de la educación. Decenas de miles son policías, bomberos, funcionarios de prisiones y trabajadores de los servicios de emergencia. Y estamos camino de añadir un millón y medio más de empleos a ese total de aquí a final de año.

El plan que ha hecho posible todo esto, desde los recortes fiscales hasta los puestos de trabajo, es la Ley de Recuperación. Efectivamente, la Ley de Recuperación, también conocida como la Ley de Estímulo. Economistas de derechas y de izquierdas han asegurado que esta ley ha ayudado a salvar puestos de trabajo y a evitar la catástrofe. Pero no es verdad sólo porque lo digan ellos.

No hay más que hablar con la pequeña empresa de Phoenix que va a triplicar su plantilla gracias a la Ley de Recuperación. O con el fabricante de ventanas de Filadelfia que dice que antes era escéptico sobre esa ley, hasta que tuvo que añadir dos turnos más de trabajo por todo el negocio que había impulsado. O con la profesora que está sacando adelante a sus dos hijos por sí sola y a la que su director dijo la última semana que, gracias a la Ley de Recuperación, no la iban a despedir después de todo.

Hay historias de este tipo en todo el país. Y después de dos años de recesión, la economía está volviendo a crecer. Los fondos de pensiones han empezado a recuperar parte de su valor. Las empresas están empezando a invertir otra vez y algunas, poco a poco, a contratar más personal.

Sin embargo, soy consciente de que, por cada historia que termina bien, hay otras, de hombres y mujeres que se despiertan con la angustia de no saber de dónde va a salir su próximo sueldo; que envían currículums todas las semanas y no reciben ninguna respuesta. Por eso el empleo debe ser nuestra gran prioridad en 2010, y por eso hago esta noche un llamamiento a elaborar una nueva ley de empleo.

El verdadero motor de la creación de empleo en este país serán siempre sus empresas. Pero el gobierno puede sentar las condiciones necesarias para que las empresas se expandan y contraten a más trabajadores. Deberíamos empezar donde empiezan casi todos los nuevos puestos de trabajo: en las empresas pequeñas, las compañías que se ponen en marcha cuando un empresario se atreve a intentar hacer realidad un sueño, o un trabajador decid que ha llegado la hora de convertirse en su propio jefe.

Esas empresas han capeado el temporal de la recesión a base de valentía y empeño, y están listas para crecer. Sin embargo, cuando uno habla con los pequeños empresarios de sitios como Allentown, Pennsylvania, o Elyria, Ohio, resulta que, aunque los bancos de Wall Street están volviendo a prestar dinero, se lo prestan sobre todo a las grandes empresas. Para las pequeñas empresas de todo el país, la financiación sigue siendo difícil.

Por eso, esta noche, propongo que apartemos 30.000 millones de dólares del dinero que han devuelto los bancos de Wall Street y lo utilicemos para ayudar a los bancos locales a ofrecer a las pequeñas empresas los créditos que necesitan para mantenerse a flote. Propongo también un nuevo crédito fiscal para pequeñas empresas, destinado a más de un millón de pequeñas empresas siempre que contraten nuevos trabajadores o aumenten los salarios. Y, ya que estamos, vamos a eliminar también todos los impuestos sobre las ganancias de capital en las inversiones en pequeñas empresas y a ofrecer incentivos fiscales para todas las empresas, grandes o pequeñas, con el fin de que inviertan en nuevas plantas y nuevo equipamiento.

A continuación, vamos a hacer que los estadounidenses trabajen hoy construyendo las infraestructuras de mañana. Desde las primeras líneas de ferrocarril hasta el sistema de autopistas interestatales, nuestra nación siempre ha contado con construcciones competitivas. No hay razón para que Europa y China tengan los trenes más rápidos o las plantas nuevas capaces de fabricar productos con energías limpias.

Mañana visitaré Tampa, en Florida, donde pronto comenzarán las obras para la construcción de un nuevo tren de alta velocidad financiado por la Ley de Recuperación. Hay proyectos como ése en todo el país que crearán empleo y ayudarán a trasladar bienes, servicios e información por todo el país. Debemos poner a trabajar a más estadounidenses en la construcción de instalaciones de energías limpias y ofrecer descuentos a quienes conviertan sus viviendas en unos lugares con mayor eficacia energética, que proporciona empleo a más gente en el sector de las energías limpias. Para animar a esas empresas y otras semejantes a que no se vayan del país, ha llegado el momento de acabar con las desgravaciones fiscales para empresas que se llevan puestos de trabajo al extranjero y dárselas a las que creen empleo en Estados Unidos.

La Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de ley de empleo que incluye alguna de estas medidas. Insto al Senado a que, como primer punto en la agenda de este año, haga lo mismo. La gente está sin trabajo. Está pasándolo mal. Necesita nuestra ayuda. Y yo quiero tener una ley de empleo sobre mi mesa sin más tardar.

Pero la verdad es que estas medidas no van a compensar, de todas formas, los siete millones de puestos de trabajo que hemos perdido en los últimos dos años. La única forma de avanzar hacia el pleno empleo es sentar las bases de un crecimiento económico a largo plazo y abordar, por fin, los problemas que las familias estadounidenses afrontan desde hace años.

No podemos permitirnos otra supuesta "expansión" económica como la de la última década -la que algunos denominan "década perdida"-, en la que el empleo creció más despacio que durante ningún periodo de expansión anterior; en la que la renta de las familias norteamericanas cayó mientras el coste de la sanidad y la educación alcanzaba niveles sin precedentes; en la que la prosperidad se construyó sobre una burbuja inmobiliaria y la especulación financiera.

Desde el día en que tomé posesión, me han dicho que afrontar nuestros retos más amplios era demasiado ambicioso, que serían unos esfuerzos muy polémicos, que nuestro sistema político estaba demasiado paralizado y que era mejor esperar un tiempo.

Para quienes hacen esas afirmaciones, no tengo más que una pregunta:

¿Cuánto debemos esperar? ¿Cuánto tiempo debe aparcar Estados Unidos su futuro?

Washington lleva decenios diciéndonos que esperemos, mientras los problemas iban empeorando. Mientras tanto, China no ha esperado para modernizar su economía. Alemania no ha esperado. India no ha esperado. Esos países no están quietos. Esos países no se disputan la segunda plaza. Están dando más importancia a las matemáticas y las ciencias. Están reconstruyendo sus infraestructuras. Están haciendo grandes inversiones en energías limpias porque quieren esos puestos de trabajo.

Pues bien, yo no acepto una segunda plaza para Estados Unidos. Por difícil que resulte, por incómodos y polémicos que puedan ser los debates, ha llegado el momento de ponernos serios y empezar a arreglar los problemas que impiden nuestro crecimiento.

Un punto de partida es una seria reforma financiera. No estoy interesado en castigar a los bancos, estoy interesado en proteger nuestra economía. Un mercado financiero fuerte y saludable permite que las empresas accedan a los créditos y creen nuevos puestos de trabajo. Canaliza los ahorros de las familias hacia inversiones que elevan las rentas. Pero eso sólo puede ocurrir si nos protegemos frente a la temeridad que estuvo a punto de hundir toda nuestra economía.

Debemos asegurarnos de que los consumidores y las familias de clase media tengan la información que necesitan para tomar decisiones económicas. No podemos permitir que las instituciones financieras, incluidas las que se encargan de nuestros depósitos, corran riesgos que pongan en peligro toda la economía.

La Cámara ha aprobado ya una reforma financiera que incluye muchos de estos cambios. Y los grupos de presión ya están intentando eliminarla. No podemos dejar que ganen esta pelea. Y, si el proyecto de ley que acabe encima de mi mesa no cumple los requisitos de la verdadera reforma, lo devolveré.

Después, debemos estimular la innovación en Estados Unidos. El año pasado, hicimos la mayor inversión de la historia en investigación básica, una inversión que puede desembocar en las celdas solares más baratas del mundo o en un tratamiento que mate las células cancerígenas pero deje intactas las sanas. Y ningún sector está más maduro para esa innovación que la energía. Podemos ver los resultados de las inversiones del año pasado en la empresa de Carolina del Norte que va a crear 1.200 puestos de trabajo en todo el país para ayudar a fabricar baterías avanzadas; o en la de California que va a emplear a 1.000 personas para hacer paneles solares.

Ahora bien, para crear más empleo en el área de las energías limpias, necesitamos más producción, más eficacia y más incentivos. Eso significa construir una nueva generación de centrales nucleares limpias y seguras. Significa tomar decisiones difíciles como la de abrir nuevas zonas costeras para la extracción de gas y petróleo. Significa hacer una inversión continua en biocombustibles avanzados y tecnologías limpias del carbón. Y significa también aprobar un proyecto de ley integral sobre la energía y el clima con incentivos que hagan que la energía limpia sea la más rentable en Estados Unidos.

Agradezco a la Cámara que haya aprobado ese proyecto de ley. Este año, estoy deseando ayudar a mejorar la colaboración entre los dos partidos en el Senado. Sé que ha habido dudas sobre si nos podemos permitir esos cambios en una situación económica difícil; y sé que hay quienes no están de acuerdo con las abrumadoras pruebas científicas sobre el cambio climático. Pero, aunque uno tenga dudas, ofrecer incentivos a la eficacia energética y las energías limpias es lo mejor para nuestro futuro, porque el país que esté a la vanguardia de la economía de energías limpias será el país que estará a la vanguardia de la economía mundial. Y ese país debe ser Estados Unidos.

En tercer lugar, debemos exportar más bienes. Porque, cuantos más productos fabriquemos y vendamos a otros países, más puestos de trabajo tendremos aquí. Por tanto, esta noche, vamos a fijarnos un nuevo objetivo: duplicar nuestras exportaciones durante los próximos cinco años, un incremento que sostendrá dos millones de puestos de trabajo en Estados Unidos. Para facilitar esa meta, vamos a poner en marcha una Iniciativa Nacional de Exportaciones que ayudará a los agricultores y las pequeñas empresas a aumentar sus exportaciones, y reformará los controles de la exportación sin que eso afecte a la seguridad nacional.

Debemos buscar activamente nuevos mercados, como hacen nuestros competidores. Si Estados Unidos permanece al margen mientras otros países firman acuerdos comerciales, perderemos la oportunidad de crear empleo dentro de nuestras fronteras. Pero ser consciente de esas ventajas significa también garantizar el cumplimiento de esos acuerdos para que nuestros socios comerciales respeten las reglas. Y por eso vamos a intentar seguir elaborando un acuerdo comercial en Doha que abra los mercados mundiales y vamos a reforzar nuestras relaciones comerciales en Asia y con socios clave como Corea del Sur, Panamá y Colombia.

En cuarto lugar, debemos invertir en la capacidad y la educación de nuestra gente.

Este año, hemos roto el pulso entre la izquierda y la derecha con la puesta en marcha de un concurso nacional para mejorar nuestras escuelas. La idea es sencilla: en vez de recompensar el fracaso, sólo vamos a recompensar el éxito. En vez de financiar el statu quo, sólo vamos a invertir en reformas, unas reformas que incremente el triunfo escolar, inspire a los estudiantes a sacar buenas notas en matemáticas y ciencias y transforme las escuelas con más problemas que privan a demasiados jóvenes de su futuro, tanto en comunidades rurales como en los barrios más desfavorecidos de las ciudades. En el siglo XXI, uno de los mejores programas para luchar contra la pobreza es una educación de primera categoría. En este país, no puede ser que el éxito de nuestros hijos dependa más de dónde viven que de su talento.

Cuando renovemos la Ley de Educación Elemental y Secundaria, trabajaremos con el Congreso para extender estas reformas a los cincuenta estados. No obstante, en esta economía, un título de bachillerato ya no garantiza un buen trabajo. Insto al Senado a que haga como la Cámara y apruebe un proyecto de ley que revitalizará nuestras universidades públicas, que son una vía de posibilidades para muchos hijos de familias trabajadoras. Para que la universidad sea más asequible, esta ley acabará por fin con las subvenciones injustificadas a los contribuyentes que van a parar a los bancos por los préstamos estudiantiles. Es mejor que tomemos ese dinero y demos a las familias un crédito fiscal de 10.000 dólares para sufragar cuatro años de universidad y aumentemos las becas federales. Y vamos a decir a otro millón de estudiantes que, cuando se gradúen, no tendrán que pagar más que el 10% de su renta en préstamos estudiantiles, y que toda su deuda se perdonará al cabo de 20 años, 10 años si se meten a trabajar en el servicio público. Porque, en los Estados Unidos de América, nadie debería arruinarse porque ha querido ir a la universidad. Y ya es hora de que las universidades se tomen en serio el deber de recortar sus gastos, porque ellas también tienen que contribuir a resolver este problema.

Pero el precio de la universidad no es más que una de las cargas que afronta la clase media. Por eso, el año pasado, pedí al vicepresidente Biden que presidiera un grupo de trabajo sobre las Familias de Clase Media. Por eso estamos casi duplicando el crédito fiscal para cuidados infantiles, y estamos haciendo que sea más fácil ahorrar para la jubilación dando a todos los trabajadores acceso a una cuenta de pensiones y ampliando el crédito fiscal a quienes empiezan a ahorrar. Por eso estamos trabajando para elevar el valor de la mayor inversión de una familia: su casa. Las medidas que tomamos el año pasado para reforzar el mercado inmobiliario han permitido que millones de ciudadanos pidan nuevos préstamos y ahorren una media de 1.500 dólares en pagos de hipoteca. Este año, incrementaremos la refinanciación para que los propietarios de viviendas puedan pasarse a hipotecas más asequibles. Y para poder aliviar la deuda de las familias de clase media es precisamente para lo que seguimos necesitando una reforma del seguro de salud.

Que no haya equívocos: yo no decidí abordar este tema para apuntarme una victoria legislativa. Y a estas alturas debe de estar bastante claro que no decidí abordar la reforma sanitaria porque era políticamente conveniente.

Decidí ocuparme de la sanidad por las historias que he oído contar a ciudadanos con enfermedades preexistentes cuyas vidas dependen de que consigan cobertura; pacientes a los que se ha negado esa cobertura; y familias --incluso algunas con seguro-- que, con una enfermedad más, corren peligro de caer en la ruina.

Después de casi un siglo de intentarlo, estamos más cerca que nunca de aportar más seguridad a las vidas de muchos estadounidenses. La estrategia que hemos adoptado protegería a todos los ciudadanos de las peores prácticas de las aseguradoras. Daría a las pequeñas empresas y a los ciudadanos sin seguro una oportunidad de escoger un plan de salud asequible en un mercado competitivo. Exigiría que todos los planes de seguros incluyeran los cuidados preventivos. Y, por cierto, quiero reconocer la labor de nuestra primera dama, Michelle Obama, que este año va a crear un movimiento nacional para abordar la epidemia de la obesidad infantil y hacer que nuestros hijos estén más sanos.

Nuestra estrategia protegería el derecho de los ciudadanos que tienen seguro a mantener su médico y su plan. Reduciría los costes y las primas de millones de familias y empresas. Y, según la Oficina de Presupuestos del Congreso -la organización independiente a la que todas las partes consideran asignan la tarea de llevar las cuentas del Congreso-, nuestra estrategia reduciría el déficit hasta en un billón de dólares durante las dos próximas décadas.

Aun así, ésta es una cuestión compleja y, cuanto más se debatía, más escepticismo despertaba. Asumo mi parte de responsabilidad por no explicarla con más claridad a los ciudadanos. Y sé que, con todas las presiones y todos los tira y aflojas, este proceso dejó a la mayoría de los estadounidenses sin saber en qué iba a ayudarles.

Pero también sé que este problema no va a desaparecer. Para cuando termine de hablar aquí esta noche, más estadounidenses habrán perdido su seguro. Este año lo perderán millones. Nuestro déficit aumentará. Las primas subirán. A algunos pacientes les negarán los cuidados que necesitan. Los pequeños empresarios seguirán eliminando los seguros por completo. Yo no voy a abandonar a estos estadounidenses, y tampoco deben hacerlo quienes están en esta Cámara.

Cuando se hayan enfriado los ánimos, quiero que todo el mundo vuelva a echar un vistazo al plan que hemos propuesto. Si muchos médicos, enfermeros y expertos en sanidad, que conocen nuestro sistema mejor que nadie, piensan que esta estrategia es una inmensa mejora respecto al statu quo, es por algo. Pero si alguien, del partido que sea, tiene una estrategia mejor, que disminuya las primas, reduzca el déficit, proteja a los que no tienen seguro, refuerce Medicare para los ancianos e impida los abusos de las compañías de seguros, que me lo haga saber. Lo que yo le pido al Congreso es lo siguiente: no deis la espalda a la reforma. No en este momento. No cuando estamos tan cerca. Vamos a encontrar una forma de colaborar y rematar la tarea por el bien del pueblo estadounidense.

Ahora bien, aunque la reforma de la sanidad redujera nuestro déficit, no basta para sacarnos del enorme agujero fiscal en el que nos encontramos. Ése es un problema que hace que los demás sean mucho más difíciles de resolver, y que ha sido objeto de muchos enfrentamientos políticos.

Empezaré a hablar de los gastos de gobierno con una aclaración. Al principio de la década pasada, Estados Unidos tenía un superávit presupuestario de más de 200.000 millones de dólares. Cuando yo tomé posesión, llevábamos un año con un déficit de más de 1 billón de dólares y unos déficits proyectados de 8 billones de dólares durante la próxima década. La mayor parte se debía a no haber pagado dos guerras, dos recortes fiscales y un carísimo programa de medicamentos con receta. Además, los efectos de la recesión habían contribuido con un agujero de 3 billones de dólares en nuestro presupuesto. Eso fue antes de que yo llegara.

Si hubiera asumido el cargo en una época normal, nada me habría gustado más que empezar a reducir el déficit. Pero llegamos en medio de una crisis, y nuestros esfuerzos para evitar una segunda Depresión han sumado otro billón de dólares más a nuestra deuda nacional.

Estoy totalmente convencido de que hicimos lo que había que hacer. Pero, en todo el país, las familias están apretándose el cinturón y tomando decisiones difíciles. El gobierno federal debería hacer lo mismo. Por tanto, esta noche, voy a proponer unas medidas concretas para devolver el billón de dólares que hizo falta el año pasado para rescatar la economía.

A partir de 2011, estamos preparados para congelar los gastos de gobierno durante tres años. Los gastos relacionados con nuestra seguridad nacional, Medicare, Medicaid y la Seguridad Social no se verán afectados. Pero todos los demás programas a discreción del gobierno, sí. Como cualquier familia que anda justa de dinero, nos atendremos a un presupuesto para invertir en lo que necesitamos y sacrificar lo que no. Y si tengo que hacer respetar esta disciplina mediante un decreto, lo haré.

Seguiremos repasando el presupuesto partida por partida para eliminar programas que no podemos permitirnos y no funcionan. Ya hemos identificado 20.000 millones de dólares en ahorros para el próximo año. Con el fin de ayudar a las familias trabajadoras, vamos a prolongar nuestros recortes fiscales para la clase media. Pero en una época de déficits sin precedentes, no vamos a seguir con los recortes fiscales para las compañías petrolíferas, los gestores de fondos de inversión ni quienes ganan más de 250.000 dólares al año. No podemos permitírnoslo.

Incluso aunque paguemos lo que hayamos gastado durante mi mandato, seguiremos teniendo que afrontar el enorme déficit que teníamos cuando llegué al cargo. Más importante, el coste de Medicare (la asistencia sanitaria a las personas mayores), Medicaid (la asistencia sanitaria de beneficencia) y la Seguridad Social (el sistema de pensiones) seguirá disparándose. Por eso he convocado una Comisión Fiscal, con participación de los dos partidos, inspirada en una propuesta del republicano Judd Gregg y el demócrata Kent Conrad. Éste no puede ser uno de esos trucos de Washington que nos permite hacer como si hubiéramos resuelto el problema. La Comisión tendrá que ofrecer una serie concreta de soluciones en un plazo fijo. Ayer, el Senado bloqueó un proyecto de ley que habría creado esa comisión. Por consiguiente, voy a firmar un decreto que nos permita seguir avanzando, porque me niego a pasar este problema a otra generación de estadounidenses. Y mañana, cuando llegue la votación, el Senado debería restablecer la ley de ingresos sobre la marcha, que fue uno de los motivos principales por los que tuvimos superávits sin precedentes en los años noventa.

Sé que, dentro de mi propio partido, algunos dirán que no podemos ocuparnos del déficit ni congelar el gasto de gobierno cuando tantos están pasándolo tan mal. Estoy de acuerdo, y por eso esta congelación no entrará en vigor hasta el año que viene, cuando la economía sea más fuerte. Pero quiero que quede clara una cosa: si no tomamos medidas significativas para contener nuestra deuda, podría hacer daño a nuestros mercados, aumentar el precio de los préstamos y poner en peligro nuestra recuperación; todo lo cual, a su vez, podría tener un efecto todavía peor en el crecimiento del empleo y las rentas familiares.

Desde algunos escaños de la derecha, supongo que oiremos un argumento diferente: que si invertimos menos en nuestro pueblo, prolongamos los recortes fiscales a los ricos, eliminamos más normas y mantenemos el statu quo en sanidad, nuestros déficits desaparecerán. Lo malo es que eso es lo que hicimios durante ocho años. Es lo que nos metió en esta crisis. Es lo que contribuyó a que tengamos estos déficits. Y no podemos volver a hacerlo.

En vez de librar las mismas batallas cansinas que llevan décadas dominando Washington, ha llegado el momento de que probemos algo nuevo. Invirtamos en nuestros ciudadanos sin dejarles inmersos en una montaña de deuda. Hagamos frente a nuestra responsabilidad con quienes nos han traído aquí. Probemos con el sentido común.

Para ello, debemos reconocer que nos enfrentamos a un déficit de algo más que unos dólares. Nos enfrentamos a un déficit de confianza, dudas profundas y corrosivas obre el funcionamiento de Washington que llevan años creciendo. Para recobrar esa credibilidad debemos actuar en los dos extremos de Pennsylvania Avenue con el fin de poner fin a la desmesurada influencia de los lobbies, hacer nuestro trabajo de manera abierta y dar a nuestro pueblo el gobierno que se merece.

A eso vine a Washington. Por eso, por primera vez en la historia, mi administración pública en la red el nombre de los que visitan la Casa Blanca. Y por eso hemos excluido a los lobbistas de cargos de responsabilidad estratégica y puestos en consejos y comisiones federales.

Pero no podemos quedarnos ahí. Ha llegado la hora de exigir a los grupos de presión que revelen cada contacto que hagan en nombre de un cliente con mi administración y con el Congreso. Y ha llegado la hora de fijar unos límites estrictos a las contribuciones que puedan hacer los lobbistas a los candidatos para puestos federales. La semana pasada, el Tribunal Supremo revocó un siglo de legislación para abrir la posibilidad de que los intereses especiales -incluidos extranjeros- puedan gastar sin límites en nuestras elecciones. No creo que las elecciones deban financiarse con dinero de los intereses más poderosos del país ni, peor aún, de entidades extranjeras. La decisión debe ser del pueblo estadounidense, y por eso insto a demócratas y republicanos a que aprueben un proyecto de ley que contribuya a remediar este problema.

Insto asimismo al Congreso a que prosiga el camino de la reforma de las partidas destinadas de antemano. Han recortado parte del gasto y han adoptado cambios importantes. Pero para restablecer la confianza del público son necesarias más cosas. Por ejemplo, algunos miembros del Congreso colocan en la red peticiones de asignaciones de partidas. Hoy pido al Congreso que publique todas las peticiones en una sola página web antes de cada votación, para que los estadounidenses sepan cómo se gasta su dinero.

Por supuesto, ninguna de estas reformas se llevará a cabo si no reformamos también nuestra forma de trabajar juntos.

No soy ingenuo. Nunca pensé que el mero hecho de elegirme fuera a a traer la paz, la armonía y una era de colaboración entre los dos partidos. Sabía que las dos formaciones habían alimentado divisiones profundamente arraigadas. Y, en ciertos temas, hay diferencias filosóficas que siempre nos harán discrepar. Esas diferencias, sobre el papel del gobierno en nuestras vidas, se producen desde hace más de 200 años. Son la esencia misma de nuestra democracia.

Lo que causa frustración al pueblo norteamericano es un Washington en el que cada día es un día de elecciones No podemos estar siempre en campaña, con el único objetivo de ver quién puede conseguir más titulares bochornosos sobre su rival, la convicción de que, si tú pierdes, yo salgo ganando. Ningún partido debe retrasar ni obstaculizar cada proyecto de ley simplemente porque puede hacerlo. La confirmación de personas muy cualificadas para ocupar cargos públicos no debe depender de proyectos o agravios de unos cuantos senadores. Washington puede pensar que decir algo del otro bando, por falso que sea, forma parte del juego. Pero ese tipo de politiqueo es precisamente el que ha hecho que los partidos hayan dejado de ayudar a los ciudadanos. Peor aún, está sembrando más divisiones entre nuestros ciudadanos y más desconfianza en el gobierno.

Por tanto, no, no voy a renunciar a cambiar el tono de nuestra política. Sé que es un año de elecciones. Y después de la semana pasada, está claro que la fiebre de la campaña ha llegado antes que nunca. Pero tenemos que gobernar. A los demócratas, les recuerdo que todavía tenemos la mayoría más grande en décadas, y la gente espera que resolvamos algunos problemas, no que vayamos a escondernos. Y si la dirección republicana va a insistir en que se necesitan sesenta votos en el Senado para hacer cualquier cosa, entonces la responsabilidad de gobernar también es de ellos. Decir que no a todo puede ser buena política a corto plazo, pero no es gobernar. Estamos aquí para servir a nuestros ciudadanos, no cultivar nuestras ambiciones. Vamos a demostrar al pueblo que podemos trabajar juntos. Esta semana voy a hablar ante una reunión de republicanos de la Cámara. Y me gustaría empezar a celebrar reuniones mensuales con las direcciones de los dos partidos. Sé que lo aguardan con impaciencia.

Durante toda nuestra historia, ningún problema ha unido más a nuestro país que la seguridad. Por desgracia, parte de la unidad que sentimos después del 11-S se ha disipado. Podemos discutir todo lo que se quiera sobre quién tiene la culpa de ello, pero no me interesa remover el pasado. Sé que todos amamos a este país. Todos estamos entregados a su defensa. Así que vamos a dejar de lado las bravatas de patio de colegio sobre quién puede más. Vamos a rechazar la falsa alternativa entre proteger a nuestra gente y hacer respetar nuestros valores. Vamos a dejar atrás el miedo y las divisiones, y a hacer lo que haga falta para defender nuestra nación y labrar un futuro más esperanzado, para Estados Unidos y para el mundo.

Ésa es la tarea que comenzamos el año pasado. Desde mi primer día en el puesto, hemos renovado nuestra atención a los terroristas que amenazan a nuestro país. Hemos hecho inversiones importantes en seguridad interior y hemos desbaratado planes que amenazaban con eliminar vidas de estadounidenses. Estamos solucionando los fallos imperdonables que han quedado al descubierto con el intento de atentado del día de Navidad, con más seguridad en las líneas aéreas y una actuación más rápida por parte de nuestros servicios de inteligencia. Hemos prohibido la tortura y reforzado las relaciones con otros países, desde el Pacífico hasta la Península Arábiga, pasando por el sur de Asia. Y en el último año, hemos capturado o matado a cientos de combatientes y afiliados de Al Qaeda, entre ellos muchos líderes; muchos más que en 2008.

En Afganistán, estamos aumentando nuestras tropas y entrenando a las Fuerzas de Seguridad afganas para que puedan empezar a hacerse cargo de la situación en julio de 2011 y nuestros soldados puedan empezar a volver a casa. Recompensaremos el buen gobierno, reduciremos la corrupción y apoyaremos los derechos de todos los afganos, hombres y mujeres. Contamos con el apoyo de socios y aliados que también han reforzado su presencia y que mañana se reunirán en Londres para reafirmar nuestro objetivo común. Nos aguardan tiempos difíciles. Pero estoy seguro de que triunfaremos.

Mientras orientamos la lucha hacia Al Qaeda, estamos dejando Irak a su pueblo, de manera responsable. Como candidato, prometí que acabaría esta guerra, y es lo que estoy haciendo como presidente. Todas nuestras tropas de combate estarán fuera de Irak para finales del próximo mes de agosto. Apoyaremos al gobierno iraquí durante la celebración de las elecciones y seguiremos colaborando con el pueblo iraquí para promover la paz y la prosperidad regional. Pero que quede claro que esta guerra está terminando, y todos nuestros soldados volverán a casa.

Esta noche, todos nuestros hombres y mujeres de uniforme -en Irak, Afganistán y todo el mundo- deben saber que cuentan con nuestro respeto, nuestra gratitud y todo nuestro apoyo. Y, así como ellos deben tener los recursos que necesitan en la guerra, todos tenemos la responsabilidad de apoyarles cuando vuelven a nuestro país. De ahí que hayamos hecho el mayor aumento de las inversiones para los veteranos en décadas. Por eso estamos construyendo un edificio del siglo XXI para la Administración de Veteranos. Y por eso Michelle se ha asociado con Jill Biden para orquestar un compromiso nacional de apoyo a las familias militares.

A la vez que libramos dos guerras, nos enfrentamos al que es tal vez el mayor peligro para el pueblo estadounidense: la amenaza de las armas nucleares. He asumido la visión de John F. Kennedy y Ronald Reagan con una estrategia que invierta la tendencia a la difusión de estas armas y busque un mundo sin ellas. Para reducir nuestras reservas y nuestros lanzamisiles, sin dejar de garantizar el elemento disuasorio, Estados Unidos y Rusia están completando unas negociaciones sobre el tratado de control de armas de más alcance en casi veinte años. Y, en la Cumbre de seguridad nuclear del mes de abril, reuniremos a 44 países con un claro objetivo: asegurar todos los materiales nucleares vulnerables del mundo en un plazo de cuatro años, para que nunca puedan caer en manos de terroristas.

Estos esfuerzos diplomáticos nos han dado asimismo más fuerza para tratar con los países que insisten en violar los acuerdos internacionales y en intentar adquirir esas armas. Por eso ahora Corea del Norte afronta un aislamiento cada vez mayor y unas sanciones más fuertes; sanciones que están aplicándose con toda energía. Por eso la comunidad internacional está más unida y la República Islámica de Irán más aislada. Y, mientras los líderes iraníes sigan ignorando sus obligaciones, no puede haber duda: ellos también tendrán que arrostrar unas consecuencias cada vez más graves.

Ése es el tipo de liderazgo que estamos ejerciendo: un compromiso que favorece la seguridad y la prosperidad de todo el mundo. Estamos trabajando, a través del G-20, para sostener una recuperación mundial duradera. Estamos colaborando con comunidades musulmanas de todo el mundo para fomentar la ciencia, la educación y la innovación. Hemos pasado de ser espectadores a estar en primera línea de la lucha contra el cambio climático. Ayudamos a países en vías de desarrollo a alimentarse por sí mismos y continuamos la lucha contra el sida. Y estamos poniendo en marcha una nueva iniciativa que nos dará la capacidad de reaccionar con más rapidez y más eficacia al bioterrorismo y las enfermedades infecciosas, un plan que luchará contra las amenazas en nuestro país y reforzará la salud pública en el extranjero.

Estados Unidos lleva a cabo estas acciones, como ocurre desde hace sesenta años, porque nuestro destino está unido al de otros. Pero también lo hacemos porque es lo debido. Por eso, esta noche, mientras estamos aquí reunidos, más de 10.000 estadounidenses trabajan con muchos países para ayudar al pueblo de Haití a recuperarse y reconstruir.

Por eso estamos con la niña que sueña con ir a la escuela en Afganistán; apoyamos los derechos humanos de las mujeres que se manifiestan por las calles de Irán; y defendemos al joven al que se le ha negado un trabajo por culpa de la corrupción en Guinea. Porque Estados Unidos siempre debe estar al lado de la libertad y la dignidad humana.

En el extranjero, nuestra mayor fuerza la han constituido siempre nuestros ideales. Lo mismo ocurre dentro de nuestras fronteras. Vemos unidad en nuestra increíble diversidad, aprovechamos la promesa consagrada en nuestra Constitución: la idea de que todos somos iguales, que no importa quién sea o qué aspecto tenga una persona, si respeta la ley debe estar protegida por ella; que, si se adhiere a nuestros valores comunes, debe recibir el mismo trato que cualquier otra.

Debemos renovar continuamente esta promesa. Mi gobierno cuenta con una División de Derechos Civiles que está volviendo a perseguir las violaciones de los derechos civiles y la discriminación laboral. Hemos reforzado, por fin, nuestras leyes para prevenir los crímenes impulsados por el odio. Este año, trabajaré con el Congreso y con el ejército para revocar la ley que niega a los ciudadanos homosexuales el derecho a servir al país que aman por ser quienes son. Vamos a atacar drásticamente las infracciones de la ley sobre igualdad de salario, de forma que las mujeres obtengan la misma remuneración por una jornada igual de trabajo. Y debemos continuar la tarea de arreglar nuestro defectuoso sistema de inmigración, asegurar nuestras fronteras, aplicar nuestras leyes y garantizar que cualquiera que se atenga a las reglas pueda contribuir a nuestra economía y enriquecer nuestra nación.

Al final, son nuestros ideales y nuestros valores los que construyeron Estados Unidos. Unos valores que nos permitieron crear una nación compuesta por inmigrantes de todos los rincones del planeta; unos valores que todavía impulsan a nuestros ciudadanos. Cada día, los estadounidenses cumplen sus responsabilidades con respecto a sus familias y sus empresas. Una y otra vez, echan una mano a sus vecinos y hacen su contribución a su país. Se enorgullecen de su trabajo y tienen un espíritu generoso. Éstos no son valores republicanos ni valores demócratas, valores de empresarios ni valores de trabajadores. Son valores americanos.

Por desgracia, son demasiados los ciudadanos que han perdido la fe en que nuestras principales instituciones -nuestras empresas, nuestros medios de comunicación y, por qué no, nuestro gobierno- sigan reflejando esos mismos valores. Cada una de esas instituciones está llena de hombres y mujeres honrados que hacen una labor importante para contribuir a la prosperidad de nuestro país. Pero, cada vez que un consejero delegado se premia por un fracaso o un banquero nos pone a todos en peligro por su propia codicia personal, las dudas de la gente aumentan. Cada vez que los lobbistas manipulan el sistema o los políticos se despedazan en vez de ayudar a levantar el país, perdemos la fe. Cuantas más veces reducen los "expertos" de las tertulias de televisión los debates serios a discusiones estúpidas y las grandes cuestiones a frases sonoras, más se alejan nuestros ciudadanos.

No es de extrañar que haya tanto cinismo.

No es de extrañar que haya tanta desilusión.

Yo hice campaña con la promesa de cambio; un cambio en el que podemos creer, decía el eslogan. Y ahora mismo sé que hay muchos estadounidenses que no están seguros de si todavía creen que podemos cambiar o, por lo menos, de si yo puedo conseguirlo.

Pero hay que recordar una cosa: yo nunca sugerí que el cambio sería fácil ni que yo podía hacerlo solo. La democracia, en una nación de 300 millones de personas, puede ser ruidosa, caótica y complicada. Y, cuando uno intenta llevar a cabo grandes cosas y grandes transformaciones, se despiertan las pasiones y la controversia. Las cosas son así.

Quienes ocupamos cargos públicos podemos reaccionar actuando con prudencia y evitando tener que contar verdades incómodas. Podemos hacer lo necesario para salir bien parados en las encuestas y superar la siguiente elección en vez de hacer lo más conveniente para la siguiente generación.

Pero también sé otra cosa: si la gente hubiera tomado esa decisión hace cincuenta años o hace cien años o hace doscientos años, hoy no estaríamos aquí. La única razón por la que estamos es que hubo generaciones anteriores que no tuvieron miedo de hacer lo difícil, de hacer o que era necesario incluso cuando no estaban seguros de tener éxito, de hacer lo que hiciera falta para mantener vivo el sueño para sus hijos y sus nietos.

Nuestro gobierno ha sufrido algunos reveses este año, y algunos de ellos fueron merecidos. Pero todos los días me despierto sabiendo que no son nada comparados con los reveses que han sufrido numerosas familias en todo el país. Y lo que me permite seguir adelante y con ganas de luchar es que, a pesar de todos esos reveses, el espíritu de determinación, de optimismo y de decencia esencial que siempre ha sido la base del pueblo estadounidense, sigue vivo.

Sigue vivo en el pequeño empresario que me escribió, hablando de su compañía: "Ninguno de nosotros... quiere pensar, ni por asomo, en que podamos fracasar".

Sigue vivo en la mujer que dijo que, aunque tanto sus vecinos como ella han sufrido con la recesión, "somos fuertes. Somos resistentes. Somos americanos".

Sigue vivo en el chico de ocho años de Louisiana que me envió su paga y me pidió que se la hiciera llegar al pueblo de Haití. Y sigue vivo en todos los estadounidenses que lo han dejado todo para ir a algún lugar en el que nunca habían estado a sacar a gente a la que no conocían de debajo de escombros, con gritos de "¡U.S.A.! ¡U.S.A.! ¡U.S.A!" cada vez que se salvaba otra vida.

Ese espíritu que ha sostenido esta nación durante más de dos siglos sigue vivo en vosotros, su gente.

Hemos terminado un año difícil. Hemos superado un decenio difícil. Pero ahora empieza un nuevo año. Comienza una nueva década. No nos rendimos. No me rindo. Aprovechemos el instante para empezar de nuevo, llevar adelante el sueño y volver a fortalecer nuestra unión.

Gracias. Dios les bendiga. Y Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

Texto traducido por Mª LUISA RODRÍGUEZ TAPIA




John Enki
http://es.noticias.yahoo.com/18/20110126/v...os-238f6cf.html


'Si quieren una cámara de funcionarios y gente pobre vamos por el mejor de los caminos'


SIN DESPERDICIOS.
HAN PERDIDO ABSOLUTAMENTE LA VERGUENZA

Y YO TENIA A ESTE INDIVIDUO POR UN SER TEMPLAO, PERO SE LE HA IDO LA OLLA, SE LE HA CAIDO EL ANTIFAZ DE MIEMBRO DE LA BANDA DE ALÍ BA BA Y SE LE HA VISTO EL PLUMERO.
¡ APAGA Y VÁMONOS!

manolo pizarro
EL NOVIO DE BIBIANA O COMO DESAPARECE UNA SUVBENCIÓN.

Pedro de Tena / Antonio Barreda -LD

5,5 millones de pesetas en subvenciones no explicadas

Julián Martínez García, que ejerce como delegado de la Junta de Andalucía en Madrid desde que su pareja fue nombrada ministra del presidente Rodríguez Zapatero y fue trasladada a la capital del Estado, fue el director de la prospección arqueológica que tuvo lugar de agosto a octubre de 1989, tras haber sido descubierta una galeota hundida en la Playa de la Galera.

El descubrimiento lo habían hecho entre otros José Santos Urquiza Cabo en 1980, siendo la arqueóloga y sargento reservista de la Armada, Juana María López Pérez, quien investigó para poner nombre y apellidos al barco hundido en la costa almeriense hace casi 300 años.

Martínez fue el encargado de hacer la prospección oficial para efectuar un informe sobre lo encontrando, y así valorar posteriormente qué hacer con todo el material. Para ello recibió una subvención de 1.640.000 pesetas y otra de 4.739.500 pesetas, ambas de de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, y según un documento en manos de Noticias de Almería y fechado el 13 de junio de 1991, "se ingresó en la cuenta bancaria del Sr. Martínez abierta al efecto".

Desde entonces, la Junta de Andalucía no ha hecho nada sobre este hallazgo arqueológico que según los testimonios publicados en la prensa de la época, era de enorme relevancia, hasta el punto de que el entonces consejero de Cultura, Javier Torres Vela, se trasladó a Almería para seguir personalmente las labores que dirigía Martínez.

A la vista de que la administración autonómica dejó el asunto en el olvido tras haberse hablado incluso de calificar el pecio como Bien de Interés Cultural, Urquiza, en su calidad de descubridor, viene reclamando el expediente que debió haberse elaborado por parte de Martínez con la prospección, en el que entre otra cosas debería estar justificado qué hizo con el dinero de las dos subvenciones, y dónde están las piezas que se sacaron del mar para ser estudiadas y cuyo destino debía haber sido el Museo de Almería.

Martínez, nació en Vélez Rubio y es 18 años mayor que la ex ministra, también se ha sabido que era cuñado del delegado de Cultura en Sevilla en la época referida, y ha tenido una carrera meteórica siempre vinculada al PSOE, y ha sido delegado provincial de Cultura en Almería (1994-1996); director del Conjunto Monumental de la Alcazaba de esta ciudad (1996-1999); director general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura (1999-2004) y director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura (2004-2007).

El silencio de la Junta hasta el momento -y han pasado más de 20 años desde la localización del barco y más de año y medio desde que se pidió información por escrito de este asunto- es total.

MÁS en http://www.libertaddigital.com/sociedad/la...ido-1276412860/
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Debe ser que como tiene 18 años más que ella, se ha gastado el dinero de los andaluces en una prótesis para satisfacer a la loba feminazi, tiene que exigirle mucho, y él ya no parece estar para esos trotes. ¡Que malo soyyyyy! tongue.gif

Saludos.
manolo pizarro
TONTERIAS POLÍTICAMENTE INCORRECTAS

1) Rubalcaba se refiere al chivatazo a ETA como un "incidente"

La colaboración con banda terrorista es un "incidente", la violación de la jornada electoral es un "incidente", el GAL fue otro "incidente"... ¿Qué nuevo "incidente" estás preparando para las próximas generales, Rub-Gal-Caba?...

2) Hugo Chávez amenaza por la televisión con expropiar la filial venezolana del BBVA.

Estos "buenos" amigos de Zparo.....

3) ZParo hoy: "No va a ser fácil" reducir el paro juvenil. Estas palabras contrastan con las pronunciadas el pasado 6 de noviembre por el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, quien aseguraba que una tasa de desempleo entre los jóvenes del 43% no era "excepcional" y que el Ejecutivo sabe como resolverlo.

Por supuesto "No va a ser fácil" reducir el paro juvenil, ni el global, ni va a ser fácil la recuperación económica... pero si mentir, arruinar y manipular dictatorialmente.

4) El Foro Económico de Davos observa un crecimiento global, debido a los impulsos de las economías emergentes asiáticas y latinoamericanas, de Alemania y por la recuperación de EE UU, pero que todavía no ha llegado a España.

El crecimiento de España debe estar en el viento.....

Saludos.
Pepin
El hilo telefónico




Las conversaciones intervenidas a la funcionaria Marta Renedo, en las que aparecía la empresa Igrafo, permitieron a los investigadores llegar a la Consejería de Riopedre





La Nueva España
Jueves 27 de enero de 2011
Oviedo
J. A. ARDURA




La titular del Juzgado de instrucción número 4 de Gijón, Ana López Pandiella, lleva más de un año tirando del hilo. Sólo así se explica que la investigación que arrancó sobre la funcionaria Marta Renedo haya acabado con el ex consejero de Educación José Luis Iglesias Riopedre, en la prisión de Villabona. El nexo, qué conexión puede haber entre la funcionaria de Administraciones Públicas y el ex consejero de Educación, supone una de las principales incógnitas puertas afuera del secreto de sumario. Más aún después de que la portavoz del Gobierno, Ana Rosa Migoya, asegurase ayer que entre la funcionaria de su departamento y el ex miembro del Gobierno no había ninguna vinculación de índole administrativo: «Renedo no tenía capacidad para aprobar contratos con la Consejería de Educación» ,afirmó. Sin embargo, todo apunta a que las escuchas telefónicas practicadas durante la investigación han sido decisivas para establecer la conexión entre los, por ahora, principales protagonistas del caso.




La investigación arrancó hace poco más de un año de una forma prácticamente fortuita, gracias a una inspección de Hacienda. Una mujer recibió por esas fechas un aviso de la Agencia Tributaria, que le pedía explicaciones acerca de una cuenta bancaria a su nombre, abierta en una sucursal de Bankinter, en Gijón, con un depósito de más de 100.000 euros, tal y como ya avanzó LA NUEVA ESPAÑA el 6 de marzo del pasado año. La cantidad había sido ingresada por el Principado. La sorpresa de la contribuyente fue mayúscula. No tenía conocimiento de la existencia de ese dinero ni de esa cuenta bancaria. Tras realizar una serie de indagaciones y comprobaciones, a la mujer no le quedó más remedio que presentar una denuncia porque, además, de esa cuenta se había sacado dinero mediante tarjeta.



La Policía puso en marcha la investigación, cuyas diligencias recayeron en el Juzgado de instrucción número 4 de Gijón. Y tirando del hilo llega hasta la funcionaria Marta Renedo Avilés. La jefa de Procesos Administrativos de la Consejería de Administraciones Públicas tenía acceso, por el puesto que ocupaba, a los datos personales y bancarios de los acreedores del Principado, esto es, de las personas a las que la Administración regional tuviera que realizar algún pago. Según fuentes cercanas al caso, las pesquisas permitieron establecer que Marta Renedo había abierto la cuenta bancaria descubierta por Hacienda con los datos de una ciudadana que, tiempo atrás, había solicitado una subvención al Principado.



En la segunda quincena de febrero de 2010, hace prácticamente un año, el director general de Telecomunicaciones, Alberto Pérez Cueto, descubre que su firma está falsificada en varios contratos tramitados por Marta Renedo, y lo pone en conocimiento de su superior, Ana Rosa Migoya, que decide suspender de empleo y sueldo a la alta funcionaria y poner los hechos en conocimiento de la fiscalía asturiana el 18 de febrero. «En ese momento desconocíamos que había una investigación relacionada con la funcionaria en un Juzgado», aseguró a este periódico la portavoz del Gobierno regional. El Principado se enteró de esa situación por el fiscal jefe, Gerardo Herrero, quien anunció a Migoya que su departamento debía inhibirse y trasladar toda la documentación al Juzgado de Gijón que instruía la causa.



Según fuentes de la investigación, a partir de ese momento se empezaron a tener más certezas del «modus operandi» de la jefa de Procesos Administrativos.


Había tres métodos.




Por un lado, adjudicaba a empresas creadas por ella misma (una de ellas Implans Mounts) contratos de obra y servicios.



Por el otro certificaba de forma fraudulenta los pagos a las cuentas que había abierto con la identidad de acreedores de la Administración regional. Pagos a los que daba «luz verde» la firma falsificada de Alberto Pérez, un modo de proceder que repitió durante meses, antes de ser detectado por el director general de Telecomunicaciones.



Un tercer método sería el de cobrar comisiones por las obras que contribuía a adjudicar.



La funcionaria, tras ser suspendida de empleo y sueldo por el Principado, no fue llamada a declarar por el Juzgado de instrucción número 4 de Gijón, para extrañeza, incluso, de sus propios familiares y allegados. Y la jueza mantuvo pacientemente el secreto de las actuaciones. El Tribunal Superior de Justicia repitió, trimestre tras trimestre, el mismo pretexto cada vez que se preguntaba por la dilación del secreto en la instrucción. «El Juzgado tiene que analizar un gran volumen de documentación», respondía el portavoz judicial. La instructora daba carrete al hilo. El paso de los meses, sin noticias adversas, incluso animó a Marta Renedo a recurrir ante los tribunales de justicia su suspensión de empleo y sueldo . El Principado ganó ese pleito porque la decisión estaba amparada «en la gravedad de los hechos», si bien el Gobierno regional no dio publicidad a esa sentencia hasta que trascendió la detención de Riopedre.



Pronto estaba a aparecer el nexo entre sus manejos y la Consejería de Educación. El relajo debió notarse en sus conversaciones telefónicas intervenidas porque fuentes cercanas al caso sostienen que una de esas llamadas de móvil permitió vincular a la funcionaria con la empresa Igrafo que, a su vez, supuestamente habría llevado hasta el ex consejero de Educación, Iglesias Riopedre, retirado de la política junto a su «número dos», María Jesús Otero, desde agosto del pasado año.



«No tenemos ni idea de cuál es la conexión entre Marta Renedo y el ex consejero, orgánicamente no tenían ninguna vinculación», reconocía abiertamente ayer un miembro del Consejo de Gobierno. Ahora el hilo empieza a enhebrarse con las declaraciones de los acusados.



http://www.lne.es/asturias/2011/01/27/hilo...co/1025442.html
Francisco Alegre
Areces se muestra "perplejo" por el encarcelamiento de Riopedre y preocupado por su estado de salud




Elcomerciodigital.com
27.01.11 - 12:55
EUROPA PRESS
OVIEDO




El presidente del Principado de Asturias, el socialista Vicente Álvarez Areces, se ha mostrado este jueves "perplejo" ante el encarcelamiento el martes del ex consejero de Educación del Principado de Asturias, José Luis Iglesias Riopedre. Además, Areces ha defendido el principio de presunción de inocencia y se ha mostrado preocupado por el estado de salud de Riopedre.


Areces ha reivindicado la trayectoria de "respeto y entrega a valores e ideas" de Riopedre, además de su "colaboración con el servicio público" y de su "pasión" por la educación. "Nos ha llenado a todos de perplejidad lo ocurrido", ha señalado.


Se trata de las primeras declaraciones de Areces después de que Riopedre fuese detenido el lunes y de que el juez ordenase el martes una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza para el ex consejero por los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, fraudes y exacciones ilegales y negociaciones prohibidas para funcionarios. También están en prisión por el mismo caso una ex alto cargo de la Administración regional y una ex funcionaria.


En sus palabras de este jueves , Areces ha defendido la trayectoria de Riopedre, explicando que su vida se ha caracterizado por su "esfuerzo, sacrificio, austeridad y honestidad al servicio de unas ideas".


Así, sobre las razones por la que está en la cárcel, Areces ha señalado que "desgraciadamente" se ha declarado el secreto de sumario y el Gobierno no puede emitir ninguna opinión política. "Lo que sí sabemos es que Riopedre ha declarado su inocencia y ha negado cualquier intervención en cualquier hecho doloso, aportando su testimonio y su patrimonio", ha explicado.


Areces ha explicado que a partir de ahí, sólo queda esperar que la Justicia actúe. Y ha puesto especial énfasis en la importancia de respetar la presunción de inocencia. "Escuchando algunos comentarios que se hacen da la impresión de que una persona tiene que demostrar su inocencia; pero no es así, la presunción de inocencia es el primer precepto de un Estado de Derecho", ha subrayado. Así, ha dicho que es importante que Riopedre pueda defenderse de las acusaciones que se le hacen. "Y lógicamente desear que se demuestre su inocencia", ha comentado.


Pero además, Areces ha añadido que Riopedre es una persona "gravemente enferma" desde hace tiempo, y que tiene un diagnóstico que incluye las sentencias "baja laboral" y "peligro de que una situación de stress ponga en peligro su vida". Este aspecto supone una "preocupación" para Areces. "Las miles de personas que lo conocemos estamos preocupando, queremos que esto se aclare cuanto antes y que pueda defender su honorabilidad", ha apostillado.

Tras un acto público que ha protagonizado con la ministra Rosa Aguilar en Oviedo, Areces, a preguntas de los periodistas, ha dicho que la Administración asturiana es "honesta" y trabaja al servicio de los ciudadanos. "Ha actuado en todo momento con respeto a la legalidad", ha señalado. En este sentido, ha comentado que está "deseando" que levante el secreto de sumario para poder explicar la actuación del Gobierno en este asunto.

"Yo digo lo que pienso y lo que siento", ha explicado Areces, que ha recordado que a lo largo de su trayectoria política ha tenido la oportunidad de conocer bien a Riopedre.

Areces no ha querido responder a otras preguntas, como las relativas a que el PSOE asturiano haya decidido dar de baja a Riopedre o sobre si ha tenido este tiempo la oportunidad de hablar con el ex consejero. "No voy a decir más", se ha limitado a señalar.



http://www.elcomerciodigital.com/20110127/...1101271255.html
Katharina Von Strauger
"¿Qué esperamos los guineanos de Teodoro Nguema Obiang Mangue?"



ASODEGUE
Chester Obama
25 de enero 2011
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"Yo soy de los que muy pocas veces se detienen ante un ordenador para expresarse sobre los temas de interés nacional, [size="6"]pero es que ante los acontecimientos que día a día surgen en la esfera política nacional hasta a los no muy habituados no nos queda mas que coger el ordenador y pintar tus reflexiones sobre papel para constancia de la opinión política nacional e internacional.


Desde que en los últimos años ha surgido en África lo que se podría considerar como reinados, o sea la sucesión en el poder de un Estado del padre al hijo, aunque sin basarse en argumentos constitucionalmente justificables, sino en una especie de introducción política minuciosa que acaba terminando en un impresionante culto al nuevo amo del palacio, que llega a tener en ocasiones mas poder que la misma persona encargada de dirigir las instituciones del Estado.


En los últimos años hemos visto a Faure, hijo del difunto Eyadema, tomar la presidencia en Togo y todo el drama que siguió a este hecho: manifestaciones de la población togolesa en oposición a lo que creían era una falta hacia las aspiraciones de libertad y democracia que nunca les dio el eterno Eyadema y que consiguientemente iba a reflejarse en la política de su hijo Faure.


Dejando Togo de lado y analizando otro de los países donde se ha instaurado en el poder a un hijo después de la muerte de su padre llegamos a la Republica Democratica del Congo, tras la muerte de Kabila, vilmente asesinado por querer deshacerse de los ruandeses y ugandeses que lo habían ayudado a echar a Mobutu del poder, su hijo Joseph Kabila de unos treinta años en aquellos tiempo llega al poder con muy poca formación sobre dirección política en uno de los países mas grandes de África y con un potencial humano con suficiente formación en muchos sectores.


Siguiendo y con la memoria todavía fresca sobre los acontecimientos surgidos en Gabon tras la muerte del eterno Omar Bongo, las manipulaciones hechas por los gaboneses por instaurar en el poder a Ali Bongo ,durante mucho tiempo ministro y los trágicos acontecimientos que después siguieron a su victoria, no cabe mas duda que como ciudadano de Guinea Ecuatorial debo empezar a analizar minuciosamente qué se puede esperar del casi presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Nguema Obiang Mangue, casi presidente porque Teodoro Nguema Obiang ministro de estado de agricultura como otros tantos de los hijos del Presidente Fundador del PDGE, circula por todas las calles del territorio nacional con mas militares que su mismísimo padre, a veces teniendo que bloquear el paso de las diferentes avenidas de la ciudad capital herencia absoluta de su padre. En un claro ejemplo de ascensión su padre lo ha hecho Presidente de la Federación de Jóvenes del PDGE órgano que dirige con una mano de hierro rodeado de sus acólitos, jóvenes de edades aproximadas a él sin ninguna formación en muchos de los casos. Eterno ministro igual que su hermanito Gabriel este sin embargo muy formado y al que se puede observar en varios rincones de la ciudad capital compartiendo tiempo con amigos con bastante discreción y sin levantar la mínima sospecha.


¿Porqué Teodoro Nguema Obiang tiene tanto poder y llama tanto la atención, se preguntarían los que no conocen mucho la actualidad política nacional? Pues la respuesta a esta pregunta es clara su padre el Primer Magistrado de la Nación, Fundador del PDGE, Teniente General del ejército, presidente de la Republica de Guinea Ecuatorial, quiere hacerlo presidente de Guinea Ecuatorial . Ahora nosotros los que conocemos lo que se avecina nos preguntamos ¿QUE SE PUEDE ESPERAR DE TEODORO NGUEMA OBIANG MANGUE?.


Todos los guineanos sabemos que es un personaje de muy poca formación, cuando su hermanito por ejemplo sacaba un titulo de formación en los Estados Unidos éL se dedicaba a malgastar el dinero del estado de Guinea Ecuatorial en mujeres, alcohol, coches de lujo y vida de muchísima opulencia.


Vuelto a Guinea creo la ASHO un grupillo en aquellos tiempos de jóvenes acostumbrados a vivir del chivatismo, de la creencia de que para triunfar en la vida los estudios no juegan un rol importe Nguema Obiang, quien muy a pesar del poder que tiene y ejerce, no tiene a ninguno de estos jóvenes del ASHO formados porque él mismo no encuentra importancia a los estudios.


Después de un tiempo su Padre lo hace ministro, cargo que nunca más ha dejado de ejercer. En nuestros días es Ministro de Agricultura y Bosques. Pero, ¿qué ha hecho Nguema Obiang para la agricultura de Guinea Ecuatorial de los tantos años que lleva al frente de este ministerio?. En Guinea Ecuatorial todo lo que se consume proveniente del sector Agricultura sale del Camerún por eso no es difícil ver una escasez de estos productos cuando estamos peleados con nuestro hermano país vecino. Cebollas, tomates, piñas, ajos, yuca, maíz, atangas, etc etc proviene del Camerún , un país que cree vivamente en la agricultura y que ha celebrado últimamente la semana agricultural en Ebolowa un acto al que acudió el mismísimo eterno Paul Biya.


En un país con clima tropical donde todo crece por si solo, y con una de las rentas mas altas del Mundo seguimos viviendo sin entender que la economía se tiene que diversificar, que algún día se acabara el petróleo y el gas y es cuando surgirá el caos.


¿Qué podemos esperar pues de Nguema Obiang? La respuesta es nada, no se puede poner las esperanzas en una persona que lleva muchísimo tiempo al frente de un ministerio sin resultado alguno. No se puede esperar nada de un joven al frente de una institución donde los valores morales no valen, la disciplina es ignorada los conocimientos científicos son desvalorados y los principios básicos del buen hacer son sustituidos por el chivatismo, la opulencia desmesurada, la corrupción, y la ignorancia de los valores humanos . Creo que esta es la visión de todos los guineanos del futuro hombre fuerte del país, del mismo país por el que Atanasio Ndong Miyone, Uganda, Enrique Nvo, Enrique Gori Molubela, Salvador Ekang, Acacio Mane, por citar solo a algunos, sacrificaron sus propias vidas".




http://www.asodegue.org/enero26113.htm
manolo pizarro
BONO VIAJARÁ A GUINEA ECUATORIAL

Europa Press-LD

El presidente del Congreso, José Bono, ha anunciado que realizará un viaje oficial a Guinea Ecuatorial para reunirse con su presidente, Teodoro Obiang, el dictador al que buena parte de la oposición parlamentaria boicoteó la visita que en 2006 tenía programada a la Cámara Baja e impidió que firmara en el Libro de Honor.

Según informaron a Europa Press fuentes parlamentarias, Bono informó este martes a la Mesa del Congreso del viaje que tiene previsto organizar a Guinea Ecuatorial, subrayando que se trata de un encargo del Gobierno y que, en cualquier caso, ya ha sondeado a los dirigentes y portavoces de todos los partidos políticos con la intención de recabar su venia.

El presidente no especificó la fecha ni los miembros de la delegación parlamentaria que viajará a Malabo. No obstante, algunos de sus compañeros del órgano de gobierno de la Cámara interpretan que esa visita podría ser inminente, máxime teniendo en cuenta que, salvo la próxima semana, en todas las siguientes habrá sesión plenaria en el Congreso.

Aunque el Gobierno viene tratando de suavizar la relación con el régimen ecuatoguineano, el Congreso mantiene su desencuentro con Obiang desde 2006, cuando todas las minorías se unieron para protestar por su visita a la Cámara baja y censurar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero por recibirle en La Moncloa.

Ante la amenaza de 'plante' y las declaraciones de ERC, IU-ICV y PNV en contra de su presencia, Obiang optó por cancelar su visita al Congreso y su encuentro con el entonces presidente, Manuel Marín, alegando cuestiones de agenda, según informó en su momento el Ministerio de Asuntos Exteriores. Estos grupos parlamentarios, que contaron con la comprensión de CiU y PP, llegaron a definir a Obiang como un "tirano corrupto" que tiene en su haber "los peores horrores de las dictaduras más abyectas".

Este viaje a Guinea Ecuatorial, al igual que el que Bono y tres portavoces parlamentarios realizaron a principios de enero a Líbano para visitar a las tropas españolas, se celebrará pese a la política de recorte de gasto que llevan adelante las Cortes Generales.

Entre otras actuaciones, el Parlamento ha reducido su actividad diplomática y ha rebajado los salarios de los funcionarios que trabajan en las Cámaras con la aplicada por el Ejecutivo a los trabajadores públicos.

http://www.libertaddigital.com/mundo/bono-...eso-1276412969/
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Desconozco quién enseñará a quién como apretujar y reprimir a la prensa no afin, prohibir por prohibir y hacerse un capitalito a costa del pueblo: ¿Ngema a Bono o viceversa?.

Os dejo un blog premiado. VER

Saludos.
manolo pizarro
TONTERIAS POLÍTICANTE INCORRECTAS DEL DIA.

1) La futura Ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna que Pajin está preparando, se espera entre en vigor el próximo mes de marzo.

Si Pajín de verdad pretende que esta Ley que está preparando no entre para nada en el campo de las prácticas eutanásicas como acaba de anunciar en el Congreso, tiene una forma muy fácil de despejar las dudas: que deje de hablar de muerte digna para centrarse en lo que cuenta con el apoyo unánime de toda la sociedad española que es la promoción de los cuidados paliativos.

2) El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirma que, tras más de tres décadas de democracia en España, la prosperidad económica y social "está indisolublemente ligada al desarrollo del Estado autonómico y del municipalismo".

En eso lleva razón, porque la prosperidad económica a la que se refiere, solo es la de los políticos que tienen en las autonomías y ayuntamientos un campo inmenso de ponerse sueldos a la carta, amén de las corruptelas oficializadas de amigachos, familiares y serviles con carné. Y si no, que nos lo pregunten a los Españoles de bien.

3) Para jubilarse y poder cobrar a los 65 años el 100 % de una pensión situada en el 8º puesto de EU, habrá que cotizar 38,5 años (antes 35) y para cobrar la mínima 25 años (antes 15).

Con el paro juvenil existente, que hace que los jóvenes se incorporen a un mercado laboral cada vez más inestable, sobre los 30 años, le estamos dejando a nuestros hijos un futuro estupendo.

4) El Partido Popular ha optado por retirar su propuesta de veto a la Ley de Economía Sostenible (LES) que registraron en el Senado porque consideran "contradictorio" mantenerlo tras el acuerdo alcanzado el pasado lunes por los 'populares' con el PSOE y CiU sobre la disposición del texto referente a la conocida como 'Ley Sinde'.

O un telefonazo de Obama ha puesto firme a Rajoy o esta esperando que Victor Manuel le componga una cancion como la que hace años dedico a Franco. Que no cuenten con mi voto.

5) Para Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, el presidente del Ejecutivo "se ha caracterizado por hacer unas muy buenas políticas sociales" y por "hacer una buena política en materia de libertades".

¿Se referirá Alonso a los últimos recortes laborales, la bajada de sueldo a funcionarios, la eliminación del cheque-bebé, la congelación de pensiones o la prohibición de fumar, la ley Sinde, la legalización del aborto o la eutanásia?. Menos mal que habla en pasado, la sustitución de ZParo se acerca.

6) La población mundial musulmana crecerá en torno a un 35 por ciento en los próximos 20 años, desde los 1.600 millones de personas de 2010 hasta los 2.200 que habrá en 2030, según las previsiones de un estudio publicado este jueves por el Foro sobre Religión y Vida Pública del Pew Research Center, un grupo de expertos estadounidense.

Bienaventurados los que se reproducen porque ellos heredarán la Tierra. Nosotros, como no hacemos más que asesinar y asesinar nonatos pués.... llegaremos a ser minoría muy pronto y encima perseguidos por estos radicales, aunque peor lo tendrán los homosexuales.

7) Mediapro se ahoga por sus deudas millonarias, Jaume Roures las ha multiplicado por trece y el auditor duda ya de su viabilidad tras su guerra con el grupo Prisa.

Por fin una alegria para mi body, está claro que los sectarios, inútiles y vagos no pueden triunfar en competencia, ni siquiera cuando ésta es desleal. Porque mira que han tenido prebendas, favores, tratos privilegiados y subvenciones, pero ni por esas. Esperemos que ZParo no decida una inyección pública de tropecientos millones de euros para salvarla y así dar credibilidad a los inversores internacionales...

dirol.gif Barden y Pe tienen un hijo.

Espero que cuando crezca lo lleven, por coherencia politica, a un colegio público.

Saludos.
Maripili
Susurrando a los dictadores






JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA

EL PAÍS
Internacional
28-01-2011




Un dictador es un animal complicado. Es generalmente desconfiado, suele estar permanentemente malhumorado y, para colmo, sus tendencias violentas están más que constatadas. Por eso hay muchos que son partidarios de hablarles siempre en privado y con susurros, nunca en público, y menos a gritos. Pero las cosas están cambiando: por primera vez en mucho tiempo, desde Túnez a Egipto, la gente ha comenzado a gritarles, con resultados mucho más esperanzadores de lo que a primera vista se pudiera esperar. Ben Ali huyó espantado (no sin antes dar muchas coces, algunas de ellas letales), y ahora Mubarak se tiene que pensar muy bien si después de 30 años en el poder, le merece la pena elevar la represión, ahogar más aún a la sociedad egipcia en la pobreza y la frustración y amañar las próximas elecciones presidenciales para colocar a su hijo Gamal en la jefatura del Estado.



"Los vientos de Túnez están llegando a Egipto", decía ayer un manifestante cairota resaltando lo obvio. Pero no solo a Egipto. Los gritos de tunecinos y egipcios han puesto en evidencia el conservadurismo y la resistencia al cambio que de forma innata domina la acción diplomática. En el lenguaje diplomático se denomina "diálogos críticos" al mecanismo mediante el cual se permiten críticas o sugerencias sobre cuestiones relacionadas con la democracia o los derechos humanos siempre que se hagan fuera de los focos de los medios de comunicación. Los diplomáticos defienden a capa y espada la utilidad de este procedimiento. Si sus resultados no son visibles para el público, alegan, se debe precisamente a que la opacidad es una condición indispensable para que los dictadores accedan a liberar a este preso aquí o allá o introducir esta o aquella reforma. En realidad, sostienen, las declaraciones públicas sobre la democracia y los derechos humanos en terceros países no solo son inútiles por cuanto están dirigidas a la galería nacional, sino que, además, son contraproducentes porque rompen el necesario clima de confianza que hace que el diálogo sea útil. En el extremo contrario, los defensores de los derechos humanos sostienen que los diálogos críticos no solo son ineficaces, sino que, peor aún, en la medida que contribuyen a silenciar y ocultar los abusos y la falta de democracia, terminan siendo contraproducentes ya que deslegitiman a la oposición y a los activistas de los derechos humanos en esos países y emborronan la imagen de las democracias.



El debate no es teórico, sino muy real, y con consecuencias de primer orden. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea trastabillaron en Túnez y perdieron el paso. Ahora Washington parece querer recuperarlo. El 13 de enero, Hillary Clinton sorprendió a su audiencia catarí al señalar que la gente en el mundo árabe "está harta de unas instituciones corruptas y unos regímenes políticos estancados". Y ahora también ha indicado en público a Mubarak que el camino de las reformas políticas, económicas y sociales es menos costoso que el de la represión masiva. Cierto que no lo ha dicho a gritos, pero se trata ciertamente de algo más que un susurro. Y tiene relevancia precisamente porque viene de un Washington que tiene las manos manchadas con los 1.300 millones de dólares anuales en ayuda militar que desde hace 30 años viene prestando a Egipto y que no podría contemplar con más pavor la posibilidad de que el famoso discurso de Obama en El Cairo tendiendo una mano al mundo árabe y musulmán acabara con un régimen de corte iraní emparedando desde Egipto a su sacrosanto aliado israelí.



Estados Unidos ha comenzado pues a correr algunos riesgos. De la UE, lamentablemente, seguimos sin noticias. Su parálisis es difícil de justificar, pero fácil de entender. Antes de Túnez, el primer premio era para la diplomacia europea que consiguiera que en la región no pasara nada. De ahí los abrazos y sonrisas con los autócratas de la región, los discursos alabando la estabilidad de los regímenes, las concesiones económicas a cambio de nada y los clamorosos silencios ante los fraudes electorales. En cualquier caso, lo interesante del nuevo escenario es que la estructura de incentivos bajo la cual operan las diplomacias europeas se ha invertido por completo. Ahora, están atrapadas en una tierra de nadie. Por un lado, cada día que pasa el inmovilismo es más costoso y deja más en evidencia que no hacer nada ya no es una opción . Por otro, Egipto es demasiado grande y sensible: equivocarse y que las cosas salgan mal allí tampoco es una opción. Así las cosas, los gritos tienen la palabra.

jitorreblanca@ecfr.eu



http://www.elpais.com/articulo/internacion...lpepiint_11/Tes
Julian Navascues
CITA
DISCURSO DE OBAMA EN EL CAIRO






Es un honor para mí estar en la ciudad eterna de El Cairo, y tener como anfitriones a dos eminentes instituciones. Durante más de mil años, Al-Azhar ha sido un modelo de enseñanza islámica y durante más de un siglo, la Universidad de El Cairo ha sido una fuente de adelantos para Egipto. Juntas, representan la armonía entre la tradición y el progreso. Agradezco su hospitalidad y la hospitalidad del pueblo de Egipto. También es un orgullo para mí ser el portador de la buena voluntad del pueblo estadounidense y del saludo de paz de las comunidades musulmanas en mi país: salam aleicom.


Nos congregamos en un momento de tensión entre Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo, tensión arraigada en fuerzas históricas que van más allá de cualquier debate sobre política actual. La relación entre el Islam y el Occidente incluye siglos de coexistencia y cooperación, pero también conflictos y guerras religiosas. Recientemente, la tensión ha sido alimentada por el colonialismo que les negó derechos y oportunidades a muchos musulmanes, y una Guerra Fría en la que a menudo se utilizaba a los países de mayoría musulmana como agentes, sin tener en cuenta sus aspiraciones propias. Además, el cambio arrollador causado por la modernidad y la globalización han llevado a muchos musulmanes a considerar que el Occidente es hostil con las tradiciones del Islam.



Extremistas violentos se han aprovechado de estas tensiones entre una minoría pequeña pero capaz de musulmanes. Los ataques del 11 de septiembre del 2001 y los esfuerzos continuos de estos extremistas de actuar violentamente contra civiles han llevado a algunas personas en mi país a considerar al Islam inevitablemente hostil no sólo con Estados Unidos y los países del Occidente, sino también con los derechos humanos. Esto ha engendrado más temor y más desconfianza.



Mientras nuestra relación sea definida por nuestras diferencias, les otorgaremos poder a quienes siembran el odio en vez de la paz, y a quienes promueven el conflicto en vez de la cooperación que puede ayudar a todos nuestros pueblos a lograr la justicia y la prosperidad. Éste ciclo de suspicacia y discordia debe terminar.



He venido aquí a buscar un nuevo comienzo para Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo, que se base en intereses mutuos y el respeto mutuo; y que se base en el hecho de que Estados Unidos y el Islam no se excluyen mutuamente y no es necesario que compitan. Por el contrario: coinciden en parte y tienen principios comunes, principios de justicia, progreso, tolerancia y el respeto por la dignidad de todos los seres humanos.



Lo hago sabiendo que el cambio no puede suceder de la noche a la mañana. Ningún discurso por su cuenta puede acabar con años de desconfianza, ni puedo en el tiempo que tengo contestar todas las preguntas complejas que nos han traído a este momento. Pero estoy convencido que para progresar, debemos decir abiertamente lo que pensamos, y demasiadas veces, eso se dice solamente detrás de puertas cerradas. Debe haber un esfuerzo sostenido de escucharnos unos a los otros, de aprender unos de otros; de respetarnos unos a los otros, y de buscar terreno común. Como nos dice el Sagrado Corán, “Tengan conciencia de Dios y digan siempre la verdad”. Eso es lo que trataré de hacer: decir la verdad de la manera más clara posible, reconociendo humildemente la tarea que nos queda por delante, con la firme convicción de que los intereses que compartimos como seres humanos son mucho más poderosos que las fuerzas que nos dividen.



Parte de esta convicción está arraigada en mi propia experiencia. Soy cristiano, pero mi padre pertenecía a una familia en Kenia que incluye a varias generaciones de musulmanes. De niño, pasé varios años en Indonesia y escuché el llamado del Azán al amanecer y atardecer. De joven, trabajé en comunidades de Chicago donde muchos encontraban dignidad y paz en su religión musulmana.



Como estudioso de la historia, sé también que la civilización tiene una deuda con el Islam. Fue el Islam –en lugares como la Universidad Al-Azhar– el que llevó la antorcha del aprendizaje durante muchos siglos y preparó el camino para el Renacimiento y el Siglo de las Luces en Europa. Fueron las comunidades musulmanas las que inventaron nuestra brújula magnética y herramientas de navegación; las que desarrollaron el álgebra; nuestra pericia con la pluma y la impresión; nuestro entendimiento del proceso de contagio de las enfermedades y las formas de curarlas. La cultura islámica nos ha brindado majestuosos arcos y altísimas torres; poesía y música de eterna belleza; elegante caligrafía y lugares de contemplación pacífica. Y en toda la historia, el Islam ha demostrado por medio de sus palabras y actos las posibilidades de la tolerancia religiosa e igualdad de las razas.



Sé también que el Islam siempre ha sido parte de la historia de Estados Unidos. La primera nación en reconocer a mi país fue Marruecos. Al firmar el Tratado de Trípoli en 1796, nuestro segundo presidente, John Adams, escribió, “Estados Unidos no tiene ninguna enemistad con las leyes, religión o tranquilidad de los musulmanes”. Y desde nuestra fundación, los musulmanes estadounidenses han enriquecido a Estados Unidos. Lucharon en nuestras guerras, trabajaron para el gobierno, defendieron los derechos civiles, abrieron negocios, enseñaron en nuestras universidades, sobresalieron en nuestros estadios deportivos, ganaron premios Nóbel, construyeron nuestro más alto rascacielos y encendieron la antorcha olímpica. Y cuando el primer musulmán estadounidense fue elegido recientemente al Congreso y juró defender nuestra Constitución usó el mismo Sagrado Corán que uno de nuestros fundadores, Thomas Jefferson, tenía en su biblioteca personal.



Entonces, conocí el Islam en tres continentes antes de venir a la región donde fue originalmente revelado. Esa experiencia guía mi convicción de que esa alianza entre Estados Unidos y el Islam se debe basar en lo que es el Islam, no en lo que no es, y considero que es parte de mi responsabilidad como Presidente de Estados Unidos luchar contra los estereotipos negativos del Islam dondequiera que surjan.



Pero ese mismo principio debe aplicarse a la percepción musulmana de Estados Unidos. Así como los musulmanes no encajan en un estereotipo burdo, Estados Unidos no encaja en el estereotipo burdo de un imperio que se preocupa sólo de sus intereses. Los Estados Unidos ha sido una de las mayores fuentes del progreso que el mundo jamás haya conocido. Nacimos de una revolución contra un imperio. Fue fundado en base al ideal de que todos somos creados iguales, y hemos derramado sangre y luchado durante siglos para darles vida a esas palabras, dentro de nuestras fronteras y alrededor del mundo. Nuestra identidad se forjó con todas las culturas provenientes de todos los rincones de la Tierra, y estamos dedicados a un concepto simple: E pluribus unum: “De muchos, uno”.



Mucho se ha comentado del hecho de que un afroamericano con el nombre Barack Hussein Obama haya podido ser elegido Presidente. Pero mi historia no es tan singular. El sueño de oportunidades para todas las personas no se ha hecho realidad en todos los casos en Estados Unidos, pero la promesa todavía existe para todos los que llegan a nuestras costas, incluidos casi siete millones de musulmanes estadounidenses que hoy están en nuestro país y tienen ingresos y educación por encima del promedio.



Es más, la libertad en Estados Unidos es indivisible de la libertad religiosa. Por eso hay una mezquita en todos los estados de nuestro país y más de 1,200 mezquitas dentro de nuestras fronteras. Por eso el gobierno de Estados Unidos recurrió a los tribunales para proteger el derecho de las mujeres y niñas a llevar el jiyab, y castigar a quienes se lo negaban.



Entonces, que no quepa la menor duda: el Islam es parte de Estados Unidos. Y considero que Estados Unidos es, en sí, la prueba de que todos, sin importar raza, religión o condición social, compartimos las mismas aspiraciones: paz y seguridad, educación y un trabajo digno, amar a nuestra familia, a nuestra comunidad y a nuestro Dios. Son cosas que tenemos en común. Esto anhela toda la humanidad.



Por supuesto, el reconocimiento de nuestra humanidad común es apenas el comienzo de nuestra tarea. Las palabras por sí solas no satisfacen las necesidades de nuestros pueblos. Estas necesidades solo se satisfarán si actuamos audazmente en los próximos años. Y debemos actuar con el entendimiento de que la gente en todo el mundo enfrenta los mismos desafíos, y si fracasamos, las consecuencias nos perjudicarán a todos.



Pues hemos aprendido de acontecimientos recientes que cuando un sistema financiero se debilita en un país, hay menos prosperidad en todas partes. Cuando una nueva gripe infecta a un ser humano, todos estamos en peligro. Cuando una nación procura armas nucleares, todas las naciones corren mayor riesgo de un ataque nuclear. Cuando extremistas violentos operan en una franja montañosa, el peligro se cierne sobre gente al otro lado del océano. Y cuando personas inocentes en Bosnia y en Darfur son asesinados, sentimos un peso en nuestra conciencia colectiva. Eso es lo que significa compartir este mundo en el siglo XXI. Somos mutuamente responsables ante los demás seres humanos.



Ésa es una responsabilidad difícil de asumir. Ya que la historia de la humanidad ha sido a menudo una letanía de naciones y tribus que subyugan a otras para satisfacer sus propios intereses. Sin embargo, en esta nueva era, semejantes actitudes son contraproducentes. Debido a nuestra interdependencia, cualquier régimen en el mundo que eleve a una nación o grupo humano por encima de otro inevitablemente fracasará. Así que cualquiera sea nuestra opinión del pasado, no debemos ser prisioneros de él. Debemos solucionar nuestros problemas colaborando, debemos compartir nuestro progreso.



Eso no significa que debemos ignorar las fuentes de tensión. De hecho, sugiere que debemos hacer exactamente lo contrario: debemos enfrentar estas tensiones de frente. Y con esa intención, permítanme hablar de la manera más clara y transparente posible sobre algunos asuntos específicos que creo que debemos finalmente enfrentar juntos.



Lo primero que debemos encarar es el extremismo violento en todas sus formas.



En Ankara, dejé en claro que Estados Unidos no está y nunca estará en guerra contra el Islam. Sin embargo, les haremos frente sin descanso a los extremistas violentos que representan una grave amenaza para nuestra seguridad, porque rechazamos lo mismo que rechaza la gente de todos los credos: el asesinato de hombres, mujeres y niños inocentes. Y es mi deber principal como Presidente proteger al pueblo estadounidense.



La situación en Afganistán demuestra las metas de Estados Unidos y nuestra necesidad de trabajar juntos. Hace más de siete años, Estados Unidos tenía amplio apoyo internacional cuando fue en pos de Al Qaida y el Talibán. Ir allá no fue una opción; fue una necesidad. Y estoy consciente de que hay quienes cuestionan o justifican los acontecimientos del 11 de septiembre. Pero seamos claros: Al Qaida asesinó a casi 3,000 personas ese día. Las víctimas fueron hombres, mujeres y niños inocentes de los Estados Unidos y muchos otros países que no habían hecho nada para hacerle daño a nadie. Y sin embargo, Al Qaida los asesinó sin misericordia, se adjudicó responsabilidad por el ataque y aún ahora sigue declarando repetidamente su determinación de asesinar a gran escala. Tienen militantes en muchos países y están tratando de ampliar su alcance. Éstas no son opiniones para debatir, son hechos que debemos afrontar.



Y que quede claro: no queremos mantener a nuestras tropas en Afganistán. No queremos tener bases militares allá. Es doloroso para los Estados Unidos perder a nuestros jóvenes. Continuar este conflicto tiene un costo político y económico muy alto. De muy buena gana enviaríamos de regreso a casa a todas nuestras tropas si tuviéramos la certeza de que no hay extremistas violentos en Afganistán y Pakistán decididos a asesinar a todos los estadounidenses que puedan. Pero esa aún no es la situación.



Por eso estamos trabajando con una coalición de cuarenta y seis países. Y a pesar de los costos requeridos, el compromiso de los Estados Unidos no se debilitará. De hecho, ninguno de nosotros debe tolerar a estos extremistas. Han cometido asesinatos en muchos países. Han asesinado a gente de diferentes religiones, y más que nada, han asesinado a musulmanes. Sus actos son irreconciliables con los derechos de los seres humanos, el progreso de las naciones y el Islam. El Sagrado Corán enseña que quien mata a un inocente, mata a toda la humanidad; y quien salva a una persona, salva a toda la humanidad. La religión perdurable de más de mil millones de personas es mucho más fuerte que el odio intransigente de unos pocos. Islam no es parte del problema en la lucha contra el extremismo violento, es parte importante de avanzar la paz.



También sabemos que el poderío militar por sí solo no va a resolver los problemas en Afganistán y Pakistán. Por eso planeamos invertir $1,500 millones de dólares cada uno de los próximos cinco años, a fin de asociarnos con Pakistán para construir escuelas y hospitales, carreteras y empresas, y cientos de millones para ayudar a quienes han sido desplazados. Por eso estamos proporcionando más de $2,800 millones para ayudar al pueblo de Afganistán a desarrollar su economía y prestar servicios de los que depende la gente.



Permítanme también hablar del tema de Irak. A diferencia de Afganistán, nosotros elegimos ir a la guerra en Irak, y eso provocó fuerte antagonismo en mi país y alrededor del mundo. Aunque creo que, a fin de cuentas, el pueblo iraquí está mejor sin la tiranía de Sadam Husein, también creo que los acontecimientos en Irak han recordado a los Estados Unidos de Norteamerica que es necesario usar la diplomacia y promover consenso a nivel internacional para resolver nuestros problemas cuando sea posible. De hecho, podemos citar las palabras de Thomas Jefferson, quien dijo: “Espero que nuestra sabiduría aumente con nuestro poder y nos enseñe que cuanto menos usemos nuestro poder, éste se incrementará”.



Hoy, Estados Unidos tiene una doble responsabilidad: ayudar a Irak a forjar un mejor futuro y a dejar Irak en manos de los iraquíes. Le he dicho claramente al pueblo iraquí que no queremos bases militares y no queremos reclamar ninguna parte de su territorio ni de sus recursos. La soberanía de Irak es toda suya. Por eso ordené el retorno de nuestras brigadas de combate para el próximo agosto. Por eso cumpliremos con nuestro acuerdo con el gobierno de Irak, democráticamente elegido, de retirar nuestras tropas de combate de las ciudades iraquíes para julio y de retirar todas nuestras tropas de Irak para el 2012. Ayudaremos a Irak a capacitar a sus Fuerzas de Seguridad y a desarrollar su economía. Respaldaremos, como socio y jamás como patrón, a un Irak seguro y unido.



Y finalmente, así como Estados Unidos no puede tolerar la violencia a manos de extremistas, nunca debemos cambiar nuestros principios. El 11 de septiembre fue un trauma enorme para nuestro país. El temor y la ira que causó son comprensibles, pero en algunos casos, nos llevó a actuar en contra de nuestros ideales. Estamos tomando medidas concretas para cambiar de curso. He prohibido inequívocamente el uso de tortura por Estados Unidos y he ordenado que se clausure la prisión en la bahía de Guantánamo para comienzos del próximo año.



Entonces, Estados Unidos se defenderá, respetuoso de la soberanía de las naciones y el imperio de la ley. Y lo haremos en alianza con las comunidades musulmanas que también se ven amenazadas. Cuanto antes se aísle a los extremistas y no se les acepte en las comunidades musulmanas, más pronto estaremos todos más seguros.



La segunda fuente importante de tensión que necesitamos discutir es la situación entre los israelíes, palestinos y el mundo árabe.



Los estrechos vínculos de Estados Unidos con Israel son muy conocidos. Este vínculo es inquebrantable. Se basa en lazos culturales e históricos, y el reconocimiento de que el anhelo de un territorio judío está arraigado en una historia trágica que no se puede negar.
Alrededor del mundo, el pueblo judío fue perseguido durante siglos, y el antisemitismo en Europa culminó en un Holocausto sin precedente. Mañana, visitaré Buchenwald, que fue parte de una serie de campos donde los judíos fueron esclavizados, torturados, abaleados y asesinados en cámaras de gas por el Tercer Reich. Seis millones de judíos fueron aniquilados, más que toda la actual población judía de Israel. Negar ese hecho es infundado, ignorante y odioso. Amenazar a Israel con la destrucción o repetir viles estereotipos sobre los judíos son acciones profundamente equivocadas y sólo logran evocar entre los israelíes el más doloroso de los recuerdos y, a la vez, impedir la paz que los pobladores de la región merecen.



Por otro lado, también es innegable que el pueblo palestino –musulmanes y cristianos– también ha sufrido en la lucha por una patria. Durante más de sesenta años, han padecido el dolor del desplazamiento. Muchos esperan, en campamentos para refugiados en la Ribera Occidental, Gaza y tierras aledañas, una vida de paz y seguridad que nunca han tenido. Soportan las humillaciones diarias, grandes y pequeñas, que surgen de la ocupación. Entonces, que no quepa duda alguna: la situación para el pueblo palestino es intolerable. Estados Unidos no les dará la espalda a las aspiraciones legítimas de los palestinos de dignidad, oportunidades y un estado propio.



Durante décadas, el conflicto se ha quedado en tablas: dos pueblos con aspiraciones legítimas, cada uno con una dolorosa historia que hace difícil llegar a un acuerdo. Es fácil asignar la culpa, para los palestinos culpar el desplazamiento a raíz de la fundación de Israel, y para los israelíes culpar la hostilidad constante y los ataques llevados a cabo durante toda su historia por dentro y fuera de sus fronteras. Pero si vemos este conflicto solamente de un lado o del otro, entonces no podemos ver la verdad: la única resolución es que las aspiraciones de ambos lados las satisfagan dos estados, donde los israelíes y los palestinos tengan paz y seguridad.



Es de interés para Israel, es de interés para Palestina es de interés para Estados Unidos y de interés para el mundo entero. Es por eso que mi intención es personalmente abocarme a esta solución dedicando toda la paciencia que la tarea requiere. Las obligaciones que las partes acordaron conforme al plan son claras. Para que llegue la paz, es hora de que ellos –y todos nosotros– cumplamos con nuestras responsabilidades.



Los palestinos deben abandonar la violencia. La resistencia por medio de violencia y asesinatos está mal y no resulta exitosa. Durante siglos, las personas de raza negra en Estados Unidos sufrieron los azotes del látigo como esclavos y la humillación de la segregación. Pero no fue con violencia que lograron derechos plenos y equitativos. Fue con una insistencia pacífica y decidida en los ideales centrales de la fundación de Estados Unidos. Esta misma historia la pueden contar pueblos desde Sudáfrica hasta el sur de Asia; desde Europa Oriental hasta Indonesia. Es una historia con una verdad muy simple: la violencia es un callejón sin salida. No es señal de valentía ni fuerza el lanzar cohetes contra niños que duermen, ni hacer estallar ancianas en un autobús. Así no se obtiene autoridad moral; así se renuncia a ella.



Éste es el momento en que los palestinos se centren en lo que pueden construir. La Autoridad Palestina debe desarrollar su capacidad de gobernar, con instituciones que satisfagan las necesidades de su pueblo. Hamas cuenta con respaldo entre algunos palestinos, pero también tiene responsabilidades. Para desempeñar un papel en hacer realidad las aspiraciones de los palestinos, y unir al pueblo palestino, Hamas debe poner fin a la violencia, reconocer acuerdos pasados, y reconocer el derecho de Israel a existir.



Al mismo tiempo, los israelíes deben reconocer que así como no se puede negar el derecho de Israel a existir, tampoco se puede negar el de Palestina. Estados Unidos no acepta la legitimidad de más asentamientos israelíes. Dicha construcción viola acuerdos previos y menoscaba los esfuerzos por lograr la paz. Es hora de que cesen dichos asentamientos.



Israel también debe cumplir con sus obligaciones de asegurarse de que los palestinos puedan vivir y trabajar y desarrollar su sociedad. Y asi como es de devastadora para familias palestinas, la crisis humanitaria en Gaza que continua no contribuye a la seguridad de Israel, ni tampoco lo hace la falta de oportunidades en la Ribera Occidental. El progreso en la vida cotidiana del pueblo palestino debe ser parte del camino hacia la paz, e Israel debe tomar pasos concretos para permitir ese progreso.



Finalmente, los estados árabes deben reconocer que la Iniciativa Árabe de Paz fue un punto de partida importante, pero no el fin de sus responsabilidades. El conflicto árabe-israelí ya no debe ser usado para distraer a los pobladores de los países árabes y disimular la existencia de otros problemas. Más bien, debe dar lugar a medidas para ayudar al pueblo palestino a desarrollar las instituciones que sustenten su estado; a reconocer la legitimidad de Israel, y a optar por el progreso por encima de la contraproducente atención al pasado.



Estados Unidos alinearemos nuestra política con quienes buscan la paz, y diremos en público las cosas que les decimos en privado a los israelíes y palestinos y árabes. No podemos imponer la paz. Pero en privado, muchos musulmanes reconocen que Israel no desaparecerá. Asimismo, muchos israelíes reconocen la necesidad de un estado palestino. Es hora de actuar basado en lo que todos sabemos es cierto.



Se han derramado demasiadas lágrimas. Se ha derramado demasiada sangre. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar para que llegue el día en que las madres de israelíes y palestinos puedan ver a sus hijos crecer sin temor; cuando la Tierra Santa de tres grandes religiones sea el lugar de paz que Dios se propuso que fuera; cuando judíos y cristianos y musulmanes puedan tener en Jerusalén un hogar seguro y perdurable, y un lugar donde todos los hijos de Abraham fraternicen pacíficamente como en la historia del Isrá, cuando se unieron para orar Moisés, Jesús y Mahoma (que la paz esté con ellos).



La tercera fuente de tensión es nuestro interés compartido en los derechos y responsabilidades de los países con relación a las armas nucleares.



Este asunto ha sido una fuente de tensión en particular entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán. Durante muchos años, Irán se ha definido en parte por su oposición a mi país, y de hecho, la historia entre nosotros ha sido tumultuosa. En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente. Desde la Revolución Islámica, Irán ha desempeñado un papel en secuestros y actos de violencia contra militares y civiles estadounidenses. Esta historia es muy conocida. En vez de permanecer atrapados en el pasado, les he dejado en claro a los líderes y al pueblo de Irán que mi país está dispuesto a dejar eso atrás. La cuestión ahora no es a qué se opone Irán, sino más bien, qué futuro quiere forjar.


Será difícil superar décadas de desconfianza, pero avanzaremos con valentía, rectitud, y convicción. Habrán muchos temas que discutir entre nuestros dos países, y estamos dispuestos a seguir adelante sin precondiciones basados en un respeto mutuo. Pero no hay duda para quienes se ven afectados, que en cuanto a las armas nucleares, hemos llegado a un punto decisivo. Esto no es simplemente cuestión de los intereses de Estados Unidos. Esto es cuestión de evitar una carrera de armas nucleares en el Oriente Medio que podría llevar a esta región por un camino sumamente peligroso.



Comprendo a quienes protestan que algunos países tengan armas que otros no tienen. Ningún país por su cuenta debe escoger cuáles países deben tener armas nucleares. Es por eso que he reafirmado firmemente el compromiso de Estados Unidos de procurar un mundo en el que ningún país tenga armas nucleares. Y todo país –incluido Irán– debe tener el derecho de utilizar energía nuclear pacífica si cumple con sus responsabilidades conforme al Tratado de No Proliferación Nuclear. Ese compromiso es esencial en el tratado, y todos los que lo ratifican deben cumplirlo sin falta. Y tengo la esperanza de que todos los países en la región puedan compartir en este objetivo.



El cuarto asunto que deseo tratar es la democracia.



Sé que ha habido una polémica sobre la promoción de la democracia en años recientes y que gran parte de dicha controversia tiene que ver con la guerra en Irak. Entonces, permítanme ser claro: ninguna nación puede ni debe imponer un sistema de gobierno a una nación.



Eso no disminuye mi compromiso, sin embargo, con los gobiernos que reflejan la voluntad del pueblo. En cada nación, este principio cobra vida a su manera, en base a las tradiciones de su propia gente. Estados Unidos no pretende saber lo que es mejor para todos, así como no pretenderíamos determinar el resultado de elecciones pacíficas. Pero sí tengo una convicción inquebrantable en que todas las personas anhelan ciertas cosas: la posibilidad de expresarse libremente y tener voz y voto en la forma de gobierno; la confianza en el estado de derecho e imparcialidad de la justicia; un gobierno transparente que no le robe a su gente; la libertad de vivir según escoja cada uno. Éstas no son solo ideas estadounidenses, son derechos humanos, y es por eso que nosostros los apoyaremos en todas partes.




No existe un camino directo para alcanzar esta promesa. Pero no hay duda de esto: los gobiernos que protegen estos derechos, a fin de cuentas, son más estables, exitosos y seguros. La supresión de ideas nunca logra hacer que desaparezcan. Estados Unidos valora el derecho de todas las voces pacíficas y respetuosas de la ley de ser escuchadas en todo el mundo, incluso si discrepamos con ellas. Y acogeremos a todos los gobiernos electos y pacíficos, siempre que gobiernen respetando a toda su gente.



Este último punto es importante porque hay quienes abogan por la democracia solo cuando no están en el poder, y ya en el poder, no tienen misericordia al buscar la supresión de los derechos de otros. No obstante donde ocurra, el gobierno del pueblo y por el pueblo establece un solo estándar para quienes están en el poder: deben mantener su poder a través del consentimiento, no la coerción; deben respetar los derechos de las minorías y participar basado en la tolerancia y el consenso; deben poner los intereses de su pueblo y los procesos políticos legítimos por encima de su partido. Sin estos ingredientes, elecciones por su cuenta no resultan en verdadera democracia.



El quinto asunto que debemos encarar juntos es la libertad religiosa.



El Islam tiene una orgullosa tradición de tolerancia. Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición. Lo vi con mis propios ojos de niño en Indonesia, donde los cristianos devotos practicaban su religión libremente en un país predominantemente musulmán. Ése es el espíritu que necesitamos hoy. Las personas de todos los países deberían ser libres de escoger su religión y llevar una vida como lo dicte su mente, corazón y alma. Esta tolerancia es esencial para que la religión prospere, pero está siendo atropellada de muchas maneras diferentes.



Entre algunos musulmanes, hay una tendencia preocupante de medir las creencias propias en base al rechazo de las de los demás. La riqueza de la diversidad religiosa debe defenderse, ya sea por los maronitas del Líbano, o los coptos en Egipto. Y también se deben cerrar las divisiones entre musulmanes, ya que la separación entre suníes y chiítas ha resultado en trágica violencia, particularmente en Irak.



La libertad de religión es fundamental para que los pueblos puedan convivir. Siempre debemos examinar las formas en que la protegemos. Por ejemplo, en Estados Unidos, las normas sobre los donativos benéficos han hecho que sea más difícil que los musulmanes cumplan con su obligación religiosa de zakat. Es por eso que me he comprometido a trabajar con los musulmanes estadounidenses para asegurar de que puedan cumplir con el zakat.



Asimismo, es importante que países del Occidente eviten impedir que los ciudadanos musulmanes puedan practicar su religión como les parezca, por ejemplo, dictando qué ropa deben usar las mujeres musulmanas. No podemos esconder la hostilidad hacia cualquier religión con el pretexto del liberalismo.



De hecho, la fe nos debe unir. Por eso estamos forjando proyectos de servicio en Estados Unidos que reúnan a cristianos, musulmanes y judíos. Por eso acogemos los esfuerzos como el Diálogo Interreligioso del rey Abdullah de Arabia Saudita y el liderazgo de Turquía en la Alianza de Civilizaciones. Alrededor del mundo, podemos convertir el diálogo en servicio interreligioso, para que los puentes entre los pueblos lleven a actos, ya sea al combatir la malaria en África o proporcionar socorro tras una catástrofe natural.



El sexto asunto que deseo abordar son los derechos de la mujer.



Sé que existe debate sobre este tema. Rechazo el punto de vista de algunas personas en Occidente de que la mujer que opta por cubrir su cabello es, de cierta manera, menos igual, pero sí creo que a una mujer a la que se le niega educación se le niega la igualdad. Y no es coincidencia que los países donde las mujeres cuentan con una buena educación tienen bastante más probabilidades de ser prósperos.



Y permítanme ser claro: los problemas relativos a la igualdad de la mujer no solamente ocurren en el Islam. En Turquía, Pakistán, Bangladesh e Indonesia, hemos visto a países de mayoría musulmana elegir a una mujer como líder. A la vez, la lucha por la igualdad de las mujeres continúa en muchos aspectos de la vida estadounidense, y en países alrededor del mundo.



Nuestras hijas pueden contribuir tanto a la sociedad como nuestros hijos, y nuestra prosperidad común se puede promover si permitimos a toda la humanidad – hombres y mujeres – a lograr su potencial entero. Yo no creo que las mujeres tengan que tomar las mismas decisiones que los hombres para lograr la igualdad, y respeto a las mujeres que escogen vivir sus vidas de manera tradicional. Pero debe ser por decisión propia. Por eso Estados Unidos se asociará con cualquier país de mayoría musulmana para apoyar mayor alfabetización de las niñas, y para ayudar a las jóvenes a buscar empleo por medio del microfinanciamiento, que ayuda a la gente a hacer sus sueños realidad.



Finalmente, deseo hablar sobre el desarrollo económico y las oportunidades.



Sé que para muchos, la faz de la globalización es contradictoria. El Internet y la televisión pueden traer conocimientos e información, pero también sexualidad ofensiva y violencia irracional. El comercio puede traer nueva riqueza y oportunidades, pero también enormes alteraciones y cambios para las comunidades. En todos los países –incluido el mío– este cambio puede producir temor. El temor de que la modernidad significará perder el control de nuestras opciones económicas, nuestra política y, lo más importante, nuestra identidad, lo que más apreciamos de nuestras comunidades, nuestras familias, nuestras tradiciones y nuestra fe.



Pero también sé que el progreso humano no se puede negar. No hay necesidad de que el desarrollo y la tradición se contradigan. Países como Japón y Corea del Sur lograron el crecimiento de su economía y a la vez mantuvieron culturas singulares. Ése también es el caso del asombroso progreso dentro de países de mayoría musulmana desde Kuala Lumpur hasta Dubai. En la antigüedad y en nuestros tiempos, comunidades musulmanas han estado a la vanguardia de la innovación y la educación.



Esto es importante porque ninguna estrategia de desarrollo se puede basar solamente en lo que sale de la tierra, ni se puede sostener mientras los jóvenes están desempleados. Muchos países del golfo han gozado de enorme riqueza como consecuencia del petróleo, y algunos están comenzando a concentrarse en un desarrollo más extenso. Pero todos nosotros debemos reconocer que la educación e innovación serán la moneda del siglo XXI, y en demasiadas comunidades musulmanas se mantiene una inversión inadecuada en estas áreas. Estoy poniendo énfasis en semejantes inversiones dentro de mi país. Y aunque Estados Unidos en el pasado se ha concentrado en el petróleo y gas en esta región del mundo, ahora buscamos una relación más amplia.



Con respecto a la educación, ampliaremos los programas de intercambio y aumentaremos las becas, como la que llevó a mi padre a Estados Unidos, y a la vez alentaremos a más estadounidenses a estudiar en comunidades musulmanas. Y encontraremos becas en Estados Unidos apropiadas para estudiantes musulmanes prometedores; invertiremos en la enseñanza por Internet para maestros y niños de todo el mundo, y crearemos una nueva red de Internet, de manera que un adolescente en Kansas se pueda comunicar instantáneamente con un adolescente en El Cairo.



Con respecto al desarrollo económico, crearemos un nuevo cuerpo de empresarios voluntarios para contactarlos con colegas en países de mayoría musulmana. Y presidiré una Cumbre sobre Iniciativa Empresarial este año para identificar formas de afianzar vínculos entre líderes empresariales, fundaciones y empresarios sociales en Estados Unidos y las comunidades musulmanas alrededor del mundo.



En cuanto a ciencia y tecnología, crearemos un nuevo fondo para apoyar el desarrollo tecnológico en los países de mayoría musulmana, y para ayudar a transferir ideas al mercado de manera que puedan generar empleos. Abriremos centros de excelencia científica en África, el Oriente Medio y el sudeste asiático, y nombraremos a nuevos delegados de ciencias para que colaboren en programas que desarrollen nuevas fuentes de energía, generen empleos verdes, digitalicen archivos, purifiquen el agua y produzcan nuevos cultivos.



Y hoy estoy anunciando una nueva campaña global con la Organización de la Conferencia Islámica para erradicar la poliomielitis y expandiremos sociedades con comunidades musulmanas a fin de promover la salud infantil y materna.



Todas estas cosas se deben hacer conjuntamente. Los estadounidenses están listos para unirse a ciudadanos y gobiernos; organizaciones comunitarias, líderes religiosos y empresas en comunidades musulmanas alrededor del mundo para ayudar a nuestra gente lograr una vida mejor.



No será fácil abordar los asuntos que he mencionado. Pero tenemos la responsabilidad de unirnos para beneficio del mundo que queremos hacer realidad: un mundo donde los extremistas ya no amenacen a nuestros pueblos y los soldados estadounidenses puedan regresar a casa; un mundo donde tanto israelíes como palestinos tengan seguridad en un estado propio, y la energía nuclear se use para fines pacíficos; un mundo donde los gobiernos estén al servicio de sus ciudadanos y se respeten los derechos de todos los hijos de Dios. Esos son intereses mutuos. Ése es el mundo que queremos. Pero sólo lo podemos lograr juntos.



Sé que hay muchos, musulmanes y no-musulmanes, que cuestionan si podemos lograr este nuevo comienzo. Hay quienes están ansiosos por avivar las llamas de la división e impedir el progreso. Hay quienes sugieren que no vale la pena; alegan que estamos destinados a discrepar y las civilizaciones están condenadas a tener conflictos. El escepticismo embarga a muchos más. Hay tanto temor, tanta desconfianza. Pero si optamos por ser prisioneros del pasado, entonces nunca avanzaremos.



Todos nosotros compartimos este mundo sólo por un breve periodo. El asunto es si vamos a pasar este tiempo centrados en lo que nos separa o si nos comprometeremos a realizar un esfuerzo –un esfuerzo sostenido– con el fin de encontrar terreno común, de concentrarnos en el futuro que queremos para nuestros hijos y de respetar la dignidad de todos los seres humanos.



Es más fácil comenzar guerras que llevarlas a su fin. Es más fácil culpar a otros que mirar hacia adentro, ver las diferencias en los demás que las semejanzas. Pero debemos escoger el camino correcto, no el camino fácil. También hay una regla central en toda religión: Tratar a los demás como uno quisiera ser tratado. Esta verdad trasciende naciones y pueblos, y no es una convicción nueva; no es negra ni blanca ni morena; no es cristiana ni musulmana ni judía. Es una creencia que latía en los orígenes de la civilización y que aún late en el corazón de miles de millones. Es la fe en los demás, y es lo que me trajo hoy aquí.



Tenemos el poder de crear el mundo que queremos, pero sólo si tenemos la valentía de crear un nuevo comienzo, teniendo en mente lo que está escrito.

El Sagrado Corán nos dice, “O humanidad! Los hemos creado hombres y mujeres, y los hemos agrupado en naciones y tribus con tal de que se conozcan el uno al otro”.


El Talmud nos dice: “Todo el Tora tiene como propósito promover la paz”.


La Santa Biblia nos dice, “Benditos los que promueven la paz; ellos se llamarán hijos de Dios”.


Los pueblos del mundo pueden vivir juntos y en paz. Sabemos que ésa es la visión de Dios. Ahora, ésa debe ser nuestra labor aquí en la Tierra. Gracias. Y que la paz de Dios esté con ustedes.










I am honored to be in the timeless city of Cairo, and to be hosted by two remarkable institutions. For over a thousand years, Al-Azhar has stood as a beacon of Islamic learning, and for over a century, Cairo University has been a source of Egypt's advancement. Together, you represent the harmony between tradition and progress. I am grateful for your hospitaity, and the hospitality of the people of Egypt. I am also proud to carry with me the goodwill of the American people, and a greeting of peace from Muslim communities in my country: assalaamu alaykum.


"We meet at a time of tension between the United States and Muslims around the world A- tension rooted in historical forces that go beyond any current policy debate. The relationship between Islam and the West includes centuries of co-existence and cooperation, but also conflict and religious wars. More recently, tension has been fed by colonialism that denied rights and opportunities to many Muslims, and a Cold War in which Muslim-majority countries were too often treated as proxies without regard to their own aspirations. Moreover, the sweeping change brought by modernity and globalization led many Muslims to view the West as hostile to the traditions of Islam.


Violent extremists have exploited these tensions in a small but potent minority of Muslims. The attacks of September 11th, 2001 and the continued efforts of these extremists to engage in violence against civilians has led some in my country to view Islam as inevitably hostile not only to America and Western countries, but also to human rights. This has bred more fear and mistrust.


So long as our relationship is defined by our differences, we will empower those who sow hatred rather than peace, and who promote conflict rather than the cooperation that can help all of our people achieve justice and prosperity. This cycle of suspicion and discord must end.


I have come here to seek a new beginning between the United States and Muslims around the world; one based upon mutual interest and mutual respect; and one based upon the truth that America and Islam are not exclusive, and need not be in competition. Instead, they overlap, and share common principles A- principles of justice and progress; tolerance and the dignity of all human beings.


I do so recognizing that change cannot happen overnight. No single speech can eradicate years of mistrust, nor can I answer in the time that I have all the complex questions that brought us to this point. But I am convinced that in order to move forward, we must say openly the things we hold in our hearts, and that too often are said only behind closed doors. There must be a sustained effort to listen to each other; to learn from each other; to respect one another; and to seek common ground. As the Holy Koran tells us, "Be conscious of God and speak always the truth." That is what I will try to do A- to speak the truth as best I can, humbled by the task before us, and firm in my belief that the interests we share as human beings are far more powerful than the forces that drive us apart.


Part of this conviction is rooted in my own experience. I am a Christian, but my father came from a Kenyan family that includes generations of Muslims. As a boy, I spent several years in Indonesia and heard the call of the azaan at the break of dawn and the fall of dusk. As a young man, I worked in Chicago communities where many found dignity and peace in their Muslim faith.


As a student of history, I also know civilization's debt to Islam. It was Islam A- at places like Al-Azhar University A- that carried the light of learning through so many centuries, paving the way for Europe's Renaissance and Enlightenment. It was innovation in Muslim communities that developed the order of algebra; our magnetic compass and tools of navigation; our mastery of pens and printing; our understanding of how disease spreads and how it can be healed. Islamic culture has given us majestic arches and soaring spires; timeless poetry and cherished music; elegant calligraphy and places of peaceful contemplation. And throughout history, Islam has demonstrated through words and deeds the possibilities of religious tolerance and racial equality.


I know, too, that Islam has always been a part of America's story. The first nation to recognize my country was Morocco. In signing the Treaty of Tripoli in 1796, our second President John Adams wrote, "The United States has in itself no character of enmity against the laws, religion or tranquility of Muslims." And since our founding, American Muslims have enriched the United States. They have fought in our wars, served in government, stood for civil rights, started businesses, taught at our Universities, excelled in our sports arenas, won Nobel Prizes, built our tallest building, and lit the Olympic Torch. And when the first Muslim-American was recently elected to Congress, he took the oath to defend our Constitution using the same Holy Koran that one of our Founding Fathers A- Thomas Jefferson A- kept in his personal library.


So I have known Islam on three continents before coming to the region where it was first revealed. That experience guides my conviction that partnership between America and Islam must be based on what Islam is, not what it isn't. And I consider it part of my responsibility as President of the United States to fight against negative stereotypes of Islam wherever they appear.

But that same principle must apply to Muslim perceptions of America. Just as Muslims do not fit a crude stereotype, America is not the crude stereotype of a self-interested empire. The United States has been one of the greatest sources of progress that the world has ever known. We were born out of revolution against an empire. We were founded upon the ideal that all are created equal, and we have shed blood and struggled for centuries to give meaning to those words A- within our borders, and around the world. We are shaped by every culture, drawn from every end of the Earth, and dedicated to a simple concept: E pluribus unum: "Out of many, one."


Much has been made of the fact that an African-American with the name Barack Hussein Obama could be elected President. But my personal story is not so unique. The dream of opportunity for all people has not come true for everyone in America, but its promise exists for all who come to our shores A- that includes nearly seven million American Muslims in our country today who enjoy incomes and education that are higher than average.


Moreover, freedom in America is indivisible from the freedom to practice one's religion. That is why there is a mosque in every state of our union, and over 1,200 mosques within our borders. That is why the U.S. government has gone to court to protect the right of women and girls to wear the hijab, and to punish those who would deny it.



So let there be no doubt: Islam is a part of America. And I 'believe that America holds within her the truth that regardless of race, religion, or station in life, all of us share common aspirations A- to live in peace and security; to get an education and to work with dignity; to love our families, our communities, and our God. These things we share. This is the hope of all humanity.


Of course, recognizing our common humanity is only the beginning of our task. Words alone cannot meet the needs of our people. These needs will be met only if we act boldly in the years ahead; and if we understand that the challenges we face are shared, and our failure to meet them will hurt us all.


For we have learned from recent experience that when a financial system weakens in one country, prosperity is hurt everywhere. When a new flu infects one human being, all are at risk. When one nation pursues a nuclear weapon, the risk of nuclear attack rises for all nations. When violent extremists operate in one stretch of mountains, people are endangered across an ocean. And when innocents in Bosnia and Darfur are slaughtered, that is a stain on our collective conscience. That is what it means to share this world in the 21st century. That is the responsibility we have to one another as human beings.


This is a difficult responsibility to embrace. For human history has often been a record of nations and tribes subjugating one another to serve their own interests. Yet in this new age, such attitudes are self-defeating. Given our interdependence, any world order that elevates one nation or group of people over another will inevitably fail. So whatever we think of the past, we must not be prisoners of it. Our problems must be dealt with through partnership; progress must be shared.


That does not mean we should ignore sources of tension. Indeed, it suggests the opposite: we must face these tensions squarely. And so in that spirit, let me speak as clearly and plainly as I can about some specific issues that I believe we must finally confront together.


The first issue that we have to confront is violent extremism in all of its forms.

In Ankara, I made clear that America is not A- and never will be A- at war with Islam. We will, however, relentlessly confront violent extremists who pose a grave threat to our security. Because we reject the same thing that people of all faiths reject: the killing of innocent men, women, and children. And it is my first duty as President to protect the American people.


The situation in Afghanistan demonstrates America's goals, and our need to work together. Over seven years ago, the United States pursued al Qaeda and the Taliban with broad international support. We did not go by choice, we went because of necessity. I am aware that some question or justify the events of 9/11. But let us be clear: al Qaeda killed nearly 3,000 people on that day. The victims were innocent men, women and children from America and many other nations who had done nothing to harm anybody. And yet Al Qaeda chose to ruthlessly murder these people, claimed credit for the attack, and even now states their determination to kill on a massive scale. They have affiliates in many countries and are trying to expand their reach. These are not opinions to be debated; these are facts to be dealt with.


Make no mistake: we do not want to keep our troops in Afghanistan. We seek no military bases there. It is agonizing for America to lose our young men and women. It is costly and politically difficult to continue this conflict. We would gladly bring every single one of our troops home if we could be confident that there were not violent extremists in Afghanistan and Pakistan determined to kill as many Americans as they possibly can. But that is not yet the case.



That's why we're partnering with a coalition of forty-six countries. And despite the costs involved, America's commitment will not weaken. Indeed, none of us should tolerate these extremists. They have killed in many countries. They have killed people of different faiths A- more than any other, they have killed Muslims. Their actions are irreconcilable with the rights of human beings, the progress of nations, and with Islam. The Holy Koran teaches that whoever kills an innocent, it is as if he has killed all mankind; and whoever saves a person, it is as if he has saved all mankind. The enduring faith of over a billion people is so much bigger than the narrow hatred of a few. Islam is not part of the problem in combating violent extremism A- it is an important part of promoting peace.


We also know that military power alone is not going to solve the problems in Afghanistan and Pakistan. That is why we plan to invest $1.5 billion each year over the next five years to partner with Pakistanis to build schools and hospitals, roads and businesses, and hundreds of millions to help those who have been displaced. And that is why we are providing more than $2.8 billion to help Afghans develop their economy and deliver services that people depend upon.


Let me also address the issue of Iraq. Unlike Afghanistan, Iraq was a war of choice that provoked strong differences in my country and around the world. Although I believe that the Iraqi people are ultimately better off without the tyranny of Saddam Hussein, I also believe that events in Iraq have reminded America of the need to use diplomacy and build international consensus to resolve our problems whenever possible. Indeed, we can recall the words of Thomas Jefferson, who said: "I hope that our wisdom will grow with our power, and teach us that the less we use our power the greater it will be."


Today, America has a dual responsibility: to help Iraq forge a better future A- and to leave Iraq to Iraqis. I have made it clear to the Iraqi people that we pursue no bases, and no claim on their territory or resources. Iraq's sovereignty is its own. That is why I ordered the removal of our combat brigades by next August. That is why we will honor our agreement with Iraq's democratically-elected government to remove combat troops from Iraqi cities by July, and to remove all our troops from Iraq by 2012. We will help Iraq train its Security Forces and develop its economy. But we will support a secure and united Iraq as a partner, and never as a patron.

And finally, just as America can never tolerate violence by extremists, we must never alter our principles. 9/11 was an enormous trauma to our country. The fear and anger that it provoked was understandable, but in some cases, it led us to act contrary to our ideals. We are taking concrete actions to change course. I have unequivocally prohibited the use of torture by the United States, and I have ordered the prison at Guantanamo Bay closed by early next year.


So America will defend itself respectful of the sovereignty of nations and the rule of law. And we will do so in partnership with Muslim communities which are also threatened. The sooner the extremists are isolated and unwelcome in Muslim communities, the sooner we will all be safer.


The second major source of tension that we need to discuss is the situation between Israelis, Palestinians and the Arab world.


America's strong bonds with Israel are well known. This bond is unbreakable. It is based upon cultural and historical ties, and the recogntion that the aspiration for a Jewish homeland is rooted in a tragic history that cannot be denied.


Around the world, the Jewish people were persecuted for centuries, and anti-Semitism in Europe culminated in an unprecedented Holocaust. Tomorrow, I will visit Buchenwald, which was part of a network of camps where Jews were enslaved, tortured, shot and gassed to death by the Third Reich. Six million Jews were killed A- more than the entire Jewish population of Israel today. Denying that fact is baseless, ignorant, and hateful. Threatening Israel with destruction A- or repeating vile stereotypes about Jews A- is deeply wrong, and only serves to evoke in the minds of Israelis this most painful of memories while preventing the peace that the people of this region deserve.


On the other hand, it is also undeniable that the Palestinian people A- Muslims and Christians A- have suffered in pursuit of a homeland. For more than sixty years they have endured the pain of dislocation. Many wait in refugee camps in the West Bank, Gaza, and neighboring lands for a life of peace and security that they have never been able to lead. They endure the daily humiliations A- large and small A- that come with occupation. So let there be no doubt: the situation for the Palestinian people is intolerable. America will not turn our backs on the legitimate Palestinian aspiration for dignity, opportunity, and a state of their own.

For decades, there has been a stalemate: two peoples with legitimate aspirations, each with a painful history that makes compromise elusive. It is easy to point fingers A- for Palestinians to point to the displacement brought by Israel's founding, and for Israelis to point to the constant hostility and attacks throughout its history from within its borders as well as beyond. But if we see this conflict only from one side or the other, then we will be blind to the truth: the only resolution is for the aspirations of both sides to be met through two states, where Israelis and Palestinians each live in peace and security.


That is in Israel's interest, Palestine's interest, America's interest, and the world's interest. That is why I intend to personally pursue this outcome with all the patience that the task requires. The obligations that the parties have agreed to under the Road Map are clear. For peace to come, it is time for them A- and all of us A- to live up to our responsibilities.


Palestinians must abandon violence. Resistance through violence and killing is wrong and does not succeed. For centuries, black people in America suffered the lash of the whip as slaves and the humiliation of segregation. But it was not violence that won full and equal rights. It was a peaceful and determined insistence upon the ideals at the center of America's founding. This same story can be told by people from South Africa to South Asia; from Eastern Europe to Indonesia. It's a story with a simple truth: that violence is a dead end. It is a sign of neither courage nor power to shoot rockets at sleeping children, or to blow up old women on a bus. That is not how moral authority is claimed; that is how it is surrendered.


Now is the time for Palestinians to focus on what they can build. The Palestinian Authority must develop its capacity to govern, with instittions that serve the needs of its people. Hamas does have support among some Palestinians, but they also have responsibilities. To play a role in fulfilling Palestinian aspirations, and to unify the Palestinian people, Hamas must put an end to violence, recognize past agreements, and recognize Israel's right to exist.


At the same time, Israelis must acknowledge that just as Israel's right to exist cannot be denied, neither can Palestine's. The United States does not accept the legitimacy of continued Israeli settlements. This construction violates previous agreements and undermines efforts to achieve peace. It is time for these settlements to stop.


Israel must also live up to its obligations to ensure that Palestinians can live, and work, and develop their society. And just as it devastates Palestinian families, the continuing humanitarian crisis in Gaza does not serve Israel's security; neither does the continuing lack of opportunity in the West Bank. Progress in the daily lives of the Palestinian people must be part of a road to peace, and Israel must take concrete steps to enable such progress.

Finally, the Arab States must recognize that the Arab Peace Initiative was an important beginning, but not the end of their responsibilities. The Arab-Israeli conflict should no longer be used to distract the people of Arab nations from other problems. Instead, it must be a cause for action to help the Palestinian people develop the institutions that will sustain their state; to recognize Israel's legitimacy; and to choose progress over a self-defeating focus on the past.


America will align our policies with those who pursue peace, and say in public what we say in private to Israelis and Palestinians and Arabs. We cannot impose peace. But privately, many Muslims recognize that Israel will not go away. Likewise, many Israelis recognize the need for a Palestinian state. It is time for us to act on what everyone knows to be true.


Too many tears have flowed. Too much blood has been shed. All of us have a responsibility to work for the day when the mothers of Israelis and Palestinians can see their children grow up without fear; when the Holy Land of three great faiths is the place of peace that God intended it to be; when Jerusalem is a secure and lasting home for Jews and Christians and Muslims, and a place for all of the children of Abraham to mingle peacefully together as in the story of Isra, when Moses, Jesus, and Mohammed (peace be upon them) joined in prayer.


The third source of tension is our shared interest in the rights and responsibilities of nations on nuclear weapons.


This issue has been a source of tension between the United States and the Islamic Republic of Iran. For many years, Iran has defined itself in part by its opposition to my country, and there is indeed a tumultuous history between us. In the middle of the Cold War, the United States played a role in the overthrow of a democratically-elected Iranian government.


Since the Islamic Revolution, Iran has played a role in acts of hostage-taking and violence against U.S. troops and civilians. This history is well known. Rather than remain trapped in the past, I have made it clear to Iran's leaders and people that my country is prepared to move forward. The question, now, is not what Iran is against, but rather what future it wants to build.


It will be hard to overcome decades of mistrust, but we will proceed with courage, rectitude and resolve. There will be many issues to discuss between our two countries, and we are willing to move forward without preconditions on the basis of mutual respect. But it is clear to all concerned that when it comes to nuclear weapons, we have reached a decisive point. This is not simply about America's interests. It is about preventing a nuclear arms race in the Middle East that could lead this region and the world down a hugely dangerous path.


I understand those who protest that some countries have weapons that others do not. No single nation should pick and choose which nations hold nuclear weapons. That is why I strongly reaffirmed America's commitment to seek a world in which no nations hold nuclear weapons. And any nation A- including Iran A- should have the right to access peaceful nuclear power if it complies with its responsibilities under the nuclear Non-Prolieration Treaty. That commitment is at the core of the Treaty, and it must be kept for all who fully abide by it. And I am hopeful that all countries in the region can share in this goal.


I know there has been controversy about the promotion of democracy in recent years, and much of this controversy is connected to the war in Iraq. So let me be clear: no system of government can or should be imposed upon one nation by any other.


That does not lessen my commitment, however, to governments that reflect the will of the people. Each nation gives life to this principle in its own way, grounded in the traditions of its own people. America does not presume to know what is best for everyone, just as we would not presume to pick the outcome of a peaceful election. But I do have an unyielding belief that all people yearn for certain things: the ability to speak your mind and have a say in how you are governed; confidence in the rule of law and the equal administration of justice; government that is transparent and doesn't steal from the people; the freedom to live as you choose. Those are not just American ideas, they are human rights, and that is why we will support them everywhere.


There is no straight line to realize this promise. But this much is clear: governments that protect these rights are ultimately more stable, successful and secure. Suppressing ideas never succeeds in making them go away. America respects the right of all peaceful and law-abiding voices to be heard around the world, even if we disagree with them. And we will welcome all elected, peaceful governments A- provided they govern with respect for all their people.


This last point is important because there are some who advocate for democracy only when they are out of power; once in power, they are ruthless in suppressing the rights of others. No matter where it takes hold, government of the people and by the people sets a single standard for all who hold power: you must maintain your power through consent, not coercion; you must respect the rights of minorities, and participate with a spirit of tolerance and compromise; you must place the interests of your people and the legitimate workings of the political process above your party. Without these ingredients, elections alone do not make true democracy.


The fifth issue that we must address together is religious freedom.

Islam has a proud tradition of tolerance. We see it in the history of Andalusia and Cordoba during the Inquisition. I saw it firsthand as a child in Indonesia, where devout Christians worshiped freely in an overwhelmingly Muslim country. That is the spirit we need today. People in every country should be free to choose and live their faith based upon the persuasion of the mind, heart, and soul. This tolerance is essential for religion to thrive, but it is being challenged in many different ways.


Among some Muslims, there is a disturbing tendency to measure one's own faith by the rejection of another's. The richness of religious diversity must be upheld A- whether it is for Maronites in Lebanon or the Copts in Egypt. And fault lines must be closed among Muslims as well, as the divisions between Sunni and Shia have led to tragic violence, particularly in Iraq.


Freedom of religion is central to the ability of peoples to live together. We must always examine the ways in which we protect it. For instance, in the United States, rules on charitable giving have made it harder for Muslims to fulfill their religious obligation. That is why I am committed to working with American Muslims to ensure that they can fulfill zakat.


Likewise, it is important for Western countries to avoid impeding Muslim citizens from practicing religion as they see fit A- for instance, by dictating what clothes a Muslim Spam should wear. We cannot disguise hostility towards any religion behind the pretence of liberalism.


Indeed, faith should bring us together. That is why we are forging service projects in America that bring together Christians, Muslims, and Jews. That is why we welcome efforts like Saudi Arabian King Abdullah's Interfaith dialogue and Turkey's leadership in the Alliance of Civilizations. Around the world, we can turn dialogue into Interfaith service, so bridges between peoples lead to action A- whether it is combating malaria in Africa, or providing relief after a natural disaster.

The sixth issue that I want to address is women's rights.


I know there is debate about this issue. I reject the view of some in the West that a Spam who chooses to cover her hair is somehow less equal, but I do believe that a Spam who is denied an education is denied equality. And it is no coincidence that countries where women are well-educated are far more likely to be prosperous.

Now let me be clear: issues of women's equality are by no means simply an issue for Islam. In Turkey, Pakistan, Bangladesh and Indonesia, we have seen Muslim-majority countries elect a Spam to lead. Meanwhile, the struggle for women's equality continues in many aspects of American life, and in countries around the world.


Our daughters can contribute just as much to society as our sons, and our common prosperity will be advanced by allowing all humanity A- men and women A- to reach their full potential. I do not believe that women must make the same choices as men in order to be equal, and I respect those women who choose to live their lives in traditional roles. But it should be their choice. That is why the United States will partner with any Muslim-majority country to support expanded literacy for girls, and to help young women pursue employment through micro-financing that helps people live their dreams.


Finally, I want to discuss economic development and opportunity.


I know that for many, the face of globalization is contradictory. The Internet and television can bring knowledge and information, but also offensive sexuality and mindless violence. Trade can bring new wealth and opportunities, but also huge disruptions and changing communities. In all nations A- including my own A- this change can bring fear. Fear that because of modernity we will lose of control over our economic choices, our politics, and most importantly our identities A- those things we most cherish about our communities, our families, our traditions, and our faith.


But I also know that human progress cannot be denied. There need not be contradiction between development and tradition. Countries like Japan and South Korea grew their economies while maintaining distinct cultures. The same is true for the astonishing progress within Muslim-majority countries from Kuala Lumpur to Dubai. In ancient times and in our times, Muslim communities have been at the forefront of innovation and education.


This is important because no development strategy can be based only upon what comes out of the ground, nor can it be sustained while young people are out of work. Many Gulf States have enjoyed great wealth as a consequence of oil, and some are beginning to focus it on broader development. But all of us must recognize that education and innovation will be the currency of the 21st century, and in too many Muslim communities there remains underinvestment in these areas. I am emphasizing such investents within my country. And while America in the past has focused on oil and gas in this part of the world, we now seek a broader engagement.


On education, we will expand exchange programs, and increase scholaships, like the one that brought my father to America, while encouraging more Americans to study in Muslim communities. And we will match promising Muslim students with internships in America; invest in on-line learning for teachers and children around the world; and create a new online network, so a teenager in Kansas can communicate instantly with a teenager in Cairo.


On economic development, we will create a new corps of business volunteers to partner with counterparts in Muslim-majority countries. And I will host a Summit on Entrepreneurship this year to identify how we can deepen ties between business leaders, foundations and social entrepeneurs in the United States and Muslim communities around the world.


On science and technology, we will launch a new fund to support technological development in Muslim-majority countries, and to help transfer ideas to the marketplace so they can create jobs. We will open centers of scientific excellence in Africa, the Middle East and Southeast Asia, and appoint new Science Envoys to collaborate on programs that develop new sources of energy, create green jobs, digitize records, clean water, and grow new crops. And today I am announcing a new global effort with the Organization of the Islamic Conference to eradicate polio. And we will also expand partnerships with Muslim communities to promote child and maternal health.


All these things must be done in partnership. Americans are ready to join with citizens and governments; community organizations, religious leaders, and businesses in Muslim communities around the world to help our people pursue a better life.

The issues that I have described will not be easy to address. But we have a responsibility to join together on behalf of the world we seek A- a world where extremists no longer threaten our people, and American troops have come home; a world where Israelis and Palestinians are each secure in a state of their own, and nuclear energy is used for peaceful purposes; a world where governments serve their citizens, and the rights of all God's children are respected. Those are mutual interests. That is the world we seek. But we can only achieve it together.

I know there are many A- Muslim and non-Muslim A- who question whether we can forge this new beginning. Some are eager to stoke the flames of division, and to stand in the way of progress. Some suggest that it isn't worth the effort A- that we are fated to disagree, and civilizations are doomed to clash. Many more are simply skeptical that real change can occur. There is so much fear, so much mistrust. But if we choose to be bound by the past, we will never move forward. And I want to particuarly say this to young people of every faith, in every country A- you, more than anyone, have the ability to remake this world.


All of us share this world for but a brief moment in time. The question is whether we spend that time focused on what pushes us apart, or whether we commit ourselves to an effort A- a sustained effort A- to find common ground, to focus on the future we seek for our children, and to respect the dignity of all human beings.

It is easier to start wars than to end them. It is easier to blame others than to look inward; to see what is different about someone than to find the things we share. But we should choose the right path, not just the easy path. There is also one rule that lies at the heart of every religion A- that we do unto others as we would have them do unto us. This truth transcends nations and peoples A- a belief that isn't new; that isn't black or white or brown; that isn't Christian, or Muslim or Jew. It's a belief that pulsed in the cradle of civilization, and that still beats in the heart of billions. It's a faith in other people, and it's what brought me here today.


We have the power to make the world we seek, but only if we have the courage to make a new beginning, keeping in mind what has been written.

The Holy Koran tells us, "O mankind! We have created you male and a female; and we have made you into nations and tribes so that you may know one another."

The Talmud tells us: "The whole of the Torah is for the purpose of promoting peace."

The Holy Bible tells us, "Blessed are the peacemakers, for they shall be called sons of God."

The people of the world can live together in peace. We know that is God's vision. Now, that must be our work here on Earth. Thank you. And may God's peace be upon you.







CITA
FRAGMENTO LITERARIO: FUERA DE RUTA

El safari de Obama o una jornada entre masais y fieras

En 'Los sueños de mi padre', libro que se traduce ahora, el candidato a la presidencia de EE UU narra su visita a la reserva de Masai Mara, en Kenia




BARACK OBAMA

EL PAIS
28/06/2008




Hacia el final de mi segunda semana en Kenia, Auma y yo fuimos de safari. En principio, a ella no le gustó mucho la idea. Cuando le enseñé el folleto, movió la cabeza con gesto incrédulo. Como la mayoría de los kenianos, relacionaba las reservas naturales con el colonialismo. "¿Cuántos kenianos crees que pueden permitirse ir de safari?", me preguntó. "¿Por qué no se puede cultivar todo ese terreno que se dedica a los turistas? Esos wazungu se preocupan más por la muerte de un elefante que por la suerte de cien niños negros".



Durante varios días eludimos el asunto. Le dije que estaba dejando que la actitud de otras personas le impidiese conocer su propio país. Ella me respondió que no quería tirar el dinero. Finalmente cedió, no por mi poder de persuasión, sino porque se apiadó de mí. (...)



Así que a las siete de la mañana de un martes vimos cómo un fornido conductor kikuyu llamado Francis cargaba nuestro equipaje en la baca de un minibús blanco. Con nosotros viajaban un cocinero alto y delgado llamado Rafael, un italiano de cabello moreno que respondía al nombre de Mauro, y una pareja inglesa de cuarentones, los Wilkerson.



Salimos lentamente de Nairobi, pero pronto estuvimos en campo abierto cruzando verdes colinas, caminos de tierra roja y pequeñas shambas (aldea en suajili) rodeadas de parcelas cultivadas de ralas y agostadas mazorcas de maíz. (...)



Más adelante, unos cuantos kilómetros al norte, dejamos la carretera principal y nos adentramos en otra de grava. La marcha se hizo más lenta: en algunos lugares los baches ocupaban todo el ancho de la vía y, de cuando en cuando, los camiones que circulaban en dirección opuesta obligaban a Francis a conducir por la cuneta. (...) El árido paisaje estaba salpicado de matorrales, frágiles acacias espinosas y piedras negras de aspecto extraordinariamente duro. Dejamos atrás pequeños rebaños de gacelas; un solitario ñu que comía en la base de un árbol; cebras y una jirafa apenas visible en la distancia. Por espacio de casi una hora no vimos persona alguna, hasta que en la distancia apareció un solitario pastor masai guiando un rebaño de bueyes a través de la llanura, su cuerpo era tan enjuto y recto como el bastón que llevaba.



En Nairobi no había conocido a ningún masai, aunque había leído bastante sobre ellos. Sabía que su estilo de pastoreo y su valor en la guerra les habían valido la admiración de los ingleses y, aunque los acuerdos alcanzados no se respetaron y los masai se vieron obligados a vivir en reservas, la tribu, pese a la derrota, alcanzó la categoría de mito, como los cherokis o los apaches. El buen salvaje de las tarjetas postales y los libros ilustrados con encuadernación de lujo. También sabía que esta especie de pasión occidental por los masais enfurecía a otros kenianos, que hacía que se avergonzasen de sus tradiciones y que se les viera como usurpadores que ansiaban la tierra de los masai. El Gobierno había tratado de escolarizar obligatoriamente a los niños masai e impulsar un sistema de leyes para que los adultos pudieran detentar la propiedad de la tierra. El gran reto del hombre negro, según explicaban funcionarios gubernamentales: civilizar a nuestros hermanos menos afortunados.



Bisutería artesanal



Mientras nos adentrábamos en el interior del país me preguntaba cuánto tiempo podrían sobrevivir los masai. En Narok, una pequeña aldea dedicada al comercio donde paramos para repostar y almorzar, un grupo de niños vestidos con pantalones color caqui y unas camisetas bastante usadas rodearon el minibús tratando de vendernos bisutería artesanal y chucherías con el mismo agresivo entusiasmo que sus colegas de Nairobi. Dos horas después, cuando llegamos a la puerta de adobe de acceso a la reserva, un masai alto con una gorra de los Yankees de Nueva York y oliendo a cerveza se inclinó por la ventanilla de nuestro vehículo y nos sugirió que nos apuntásemos a la visita guiada de una boma (aldea) tradicional masai.

"Sólo cuarenta chelines", nos dijo con una sonrisa. "Las fotografías se consideran extras".



Mientras Francis hacía algunas gestiones en la oficina del director de la reserva, salimos del minibús y seguimos al masai hasta un gran recinto circular vallado con ramas de acacia espinosa. A lo largo del perímetro se levantaban pequeñas cabañas de barro amasado con excrementos; en el centro, varias reses y algunos niños desnudos deambulaban juntos. Un grupo de mujeres nos hizo señas para que nos acercásemos a admirar sus calabazas decoradas con cuentas de colores. Una de ellas, una joven madre muy bien parecida que llevaba a su bebé colgado a la espalda, me enseñó una moneda de cuarto de dólar que alguien le había regalado. Consentí en cambiársela por chelines y, como muestra de agradecimiento, me invitó a visitar su choza. El interior de la construcción, que no superaba los dos metros de altura, era oscuro e incómodo. La mujer me dijo que allí era donde su familia cocinaba, dormía y guardaba los becerros recién nacidos. El humo era cegador, y no había transcurrido ni un minuto cuando tuve que salir al exterior, luchando contra mi deseo de espantar las moscas que formaban dos círculos negros alrededor de los inflamados ojos del bebé.



Cuando regresamos al minibús, Francis ya estaba esperándonos. Condujo a través de la puerta de entrada y seguimos carretera arriba hasta una pequeña colina árida. Desde allí, al fondo del otro lado de la cima contemplé el paisaje más maravilloso que jamás había visto. Podía haberme quedado eternamente en ese lugar de extensas planicies que se ondulaban hasta formar suaves colinas de color pardo, tan elásticas como la espalda de un león, surcadas por largos retazos de bosque y moteadas de acacias. A nuestra izquierda, ridículamente simétricas en su rayada apariencia, un gran rebaño de cebras pastaba hierba color trigo; a la derecha, un tropel de gacelas huía saltando hacia el bosque. Y hacia el centro, miles de ñus con expresión triste y una joroba que parecía demasiado pesada como para soportar sus delgadas piernas. Francis comenzó a avanzar lentamente a través de la manada, los animales se apartaban a nuestro paso para luego volverse a unir tras nuestra estela como si fueran un banco de peces; el sonido de sus pezuñas al golpear la tierra era similar al que producen las olas cuando chocan contra la costa. (...)



Acampamos en la orilla de un serpenteante arroyo marrón, bajo una enorme higuera repleta de estorninos azules. La tarde comenzaba a caer, pero después de levantar nuestras tiendas y recoger madera para el fuego, aún tuvimos tiempo para conducir hasta una charca cercana donde antílopes y gacelas se reunían para beber. Cuando regresamos, el fuego ardía y nos sentamos para degustar el estofado de Rafael. (...)



Amanece. Al este, el cielo se ilumina por encima de una oscura arboleda, primero con un color azul profundo que poco después se torna anaranjado y más tarde se convierte en un amarillo suave. Las nubes iban perdiendo lentamente su tinte púrpura, desvaneciéndose mientras dejaban atrás una solitaria estrella. Cuando abandonamos el campamento vemos una manada de jirafas, sus larguísimos cuellos se balancean al unísono, antes de la salida de un sol rojo parecen negras, extrañas siluetas contra un cielo ancestral. Y así fue pasando el día. Como si lo estuviera viendo todo a través de los ojos de un niño, el mundo era un libro ilustrado en tres dimensiones, una fábula, un cuadro de Rousseau. Una manada de leones bostezando sobre la hierba. Búfalos en las ciénagas, con sus cuernos como pelucas baratas; grandes pájaros picotean sus lomos cubiertos de barro. Hipopótamos en los lechos menos profundos de los ríos, sus ojos y sus narices rosadas parecen canicas que flotan sobre la superficie del agua. Elefantes que se abanican con sus orejas grandes como plantas.



Una manada de hienas


Y sobre todo la quietud, un silencio a juego con los elementos. Al atardecer, no muy lejos de nuestro campamento, nos encontramos una manada de hienas que se alimentaban con los restos de una bestia salvaje. En la luz amarillenta del ocaso parecían perros del averno, sus ojos como ascuas, las mandíbulas chorreando sangre. Junto a ellas, una fila de buitres esperaba con mirada implacable e impaciente, saltando como jorobados cada vez que una de las hienas se acercaba demasiado. La escena era salvaje, permanecimos allí durante un buen rato viendo cómo la vida se alimentaba a sí misma, el silencio imperante sólo se rompía por un crujir de huesos, las ráfagas de viento o el pesado batir de las alas de los buitres tratando de elevarse hasta alcanzar una corriente de aire. Finalmente, cuando conseguían ascender, sus enormes y elegantes alas permanecían tan inmóviles como el resto de su cuerpo. Entonces pensé que así debió de ser el primer día de la Creación. La misma calma, el mismo chasquido de huesos. Allí, al atardecer, sobre aquella colina, imaginé al primer hombre dando un paso adelante, su áspera piel al desnudo, su torpe mano sujeta con fuerza un trozo de pedernal, no existe una palabra para el miedo, la esperanza, el temor reverencial al cielo, el atisbo de su propia muerte. Si sólo pudiésemos recordar ese primer paso común, la primera palabra -esos tiempos anteriores a Babel.



La leyenda masai



Esa misma noche, después de cenar, hablamos largo y tendido con nuestros vigilantes masai. Wilson nos contó que ambos, él y su amigo, habían ascendido a la categoría de moran, jóvenes guerreros solteros, el eje de la leyenda masai. Ambos habían dado muerte a un león para probar su hombría y habían participado en numerosas incursiones para apropiarse de ganado. Pero en la actualidad no había guerras, e incluso el cuatrerismo era cada vez más complicado -el año anterior, otro de sus amigos había muerto por los disparos de un ranchero kikuyu-. Finalmente, Wilson había decidido que ser un moran era una pérdida de tiempo. Se trasladó a Nairobi para buscar trabajo, pero como apenas tenía estudios, acabó de guardia de seguridad en un banco. El aburrimiento lo volvía loco y optó por regresar al valle, casarse y atender su ganado. No hacía mucho tiempo, un león había matado a una de sus reses, y aunque ahora estaba prohibido, él y otros cuatro masai persiguieron y cazaron al león dentro de la reserva.


"¿Cómo acabasteis con él?", pregunté.


"Una vez que lo tuvimos rodeado utilizamos nuestras lanzas", dijo Wilson. "Entonces el león se abalanzó sobre uno de nosotros. El elegido se protegió con su escudo mientras que los restantes finalizábamos el trabajo".


"Parece peligroso", dije de forma un tanto estúpida.


Wilson no parecía pensar lo mismo. "Por lo general sólo se sufren rasguños. Aunque algunas veces no vuelven más que cuatro".


No parecía que nuestro amigo estuviera presumiendo -era como si un mecánico estuviera explicándonos una reparación difícil-. Quizá fuera la despreocupación mostrada por Wilson la que hizo que Auma le preguntara adónde creía que iban los masai cuando morían. Wilson pareció no entender la pregunta, pero finalmente sonrió y comenzó a mover la cabeza.


"La vida tras la muerte, eso no forma parte de las creencias masai", dijo casi riendo. "Cuando mueres, se acabó. Vuelves a la tierra. Eso es todo"




http://elviajero.elpais.com/articulo/viaje...elpviavje_6/Tes







CITA
Hamlet, Acto II, Escena 2, de William Shakespeare (1564 1616)

Hamlet

Then is doomsday near! But your news is not true. Let me question more in particular. What have you, my good friends, deserved at the hands of Fortune that she sends you to prison hither?


Guildenstern

Prison, my lord?


Hamlet

Denmark’s a prison.


Rosencrantz

Then is the world one.


Hamlet

A goodly one; in which there are many confines, wards, and dungeons, Denmark being one o’ the worst.


Rosencrantz

We think not so, my lord.


Hamlet

Why, then ‘tis none to you, for there is nothing either good or bad but thinking makes it so. To me it is a prison.


Rosencrantz

Why, then your ambition makes it one. ‘Tis too narrow for your mind.


Hamlet

O God, I could be bounded in a nutshell and count myself a king of infinite space, were it not that I have bad dreams.


Guildenstern


Which dreams indeed are ambition; fear the very substance of the ambitious is merely the shadow of a dream.


Hamlet

A dream itself is but a shadow.


Rosencrantz

Truly, and I hold ambition of so airy and light a quality that it is but a shadow’s shadow.







Hamlet



¡Entonces es casi día del juicio final! Pero tus noticias no son verdad. Déjame preguntar más en particular. ¿Qué han merecido, mis buenos amigos, de manos de la Fortuna que los envía aquí a la prisión?




Guildenstern

¿Prisión, mi señor?




Hamlet

Dinamarca es una prisión.




Rosencrantz

Entonces el mundo también lo es.




Hamlet

Una agradable; en la que hay muchas barreras, guardias y calabozos, siendo Dinamarca una de las peores.




Rosencrantz

No pensamos así, mi señor.




Hamlet


¿Qué? Entonces es insignificante para ustedes, porque no hay nada bueno o malo sino pensamiento que lo hace así. Para mí es una prisión.




Rosencrantz

¿Cómo? Entonces su ambición le hace una. Es demasiado estrecha para su mente.




Hamlet

¡Oh Dios! Yo podría confinarme en una cáscara de nuez y considerarme un rey de espacio infinito, si no fuera que tengo malos sueños.




Guildenstern

Esos sueños, en verdad, son ambición; temo que la propia substancia de lo ambicioso es meramente la sombra de un sueño.




Hamlet

Un sueño en sí mismo no es sino una sombra.



Rosencrantz

Ciertamente, y mantengo que la ambición es de una cualidad tan aérea y liviana que no es sino la sombra de una sombra.




Francisco Alegre
Obiang crea un falso "gobierno de unidad"



afrol News,
28 de Enero




El dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ha decretado una remodelación de Gobierno. En un intento de dar una imagen de apertura, incluye por primera vez a supuestos representantes de los partidos de la oposición. Algo que el principal partido en la oposición niega rotundamente.


La remodelación del gobierno de Guinea Ecuatorial, decretada por el presidente Obiang, ha sido hoy confirmada por el Ministerio de Información de Guinea Ecuatorial, que ha dado a conocer el listado definitivo del nuevo ejecutivo. En el listado se destaca, entre otros detalles, que Francisca Tatchoup se convierte en la primera mujer que ocupa el cargo de ministra de Economía de la historia del país. Hasta ahora asumía el cargo de viceministra y sustituye en el cargo a Pedro Ondo Nguema.



Pero lo que las propias autoridades guineanas destacan como principales novedades del cambio es que "algunos miembros de la oposición pasan a ocupar diferentes carteras ministeriales". Algo que niega el principal partido de la oposición, Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS) considera una mera "estrategia de querer confundir a la opinión pública nacional e internacional".



En concreto, el gobierno se enorgullece de la entrada en el Ejecutivo de miembros de la oposición, como Celestino Bacale, vicesecretario general de CPDS, que ha sido nombrado ministro delegado de Economía. A este respecto, CPDS, en una nota remitida a afrol News, "condena enérgicamente este nombramiento, por ser un acto unilateral, malintencionado y maquiavélico del jefe de Estado, al no haber sido fruto de ninguna negociación ni acuerdo con este partido, sino que pretende sembrar la cizaña en su seno".


"Esta acción de Obiang y su régimen pone de manifiesto, una vez más, la falta de voluntad de llevar a cabo una apertura política democrática en Guinea Ecuatorial, y su empeño en la estrategia de querer confundir a la opinión pública nacional e internacional y desestabilizar a CPDS, la principal alternativa a su régimen, y culminar, de esta manera, su proyecto de reimplantar en el país el sistema de partido único", añade el partido opositor.



CPDS considera que "este nombramiento pone también de manifiesto la naturaleza perversa y engañosa del régimen de Obiang, pues se produce en el marco de una remodelación de su Gobierno antes de viajar a la Cumbre de la Unión Africana que se celebra este fin de semana en Addis Abeba, con el fin de vender allí la imagen de una inexistente apertura política y de un Gobierno integrado por todas las fuerzas políticas del país, lo cual no es el caso".



"Ante la decisión tomada por Celestino Bacale de aceptar, en contra de la opinión del CPDS, el cargo de ministro para el que ha sido nombrado, la comisión ejecutiva nacional de CPDS ha decidido por unanimidad cesarle de la responsabilidad de vicesecretario general del partido que venía ostentando, y suspenderle de militancia", concluye.


Por otro lado, los otros supuestos "opositores" que entran a formar parte del nuevo gobierno pertenecían hasta ahora a partidos afines al gubernamental PDGE. Se trata, en concreto, por parte del Partido Socialista de Guinea Ecuatorial (PSGE), Tomás Mecheba Fernández, como nuevo ministro delegado de Sanidad. Francisco Mba Oló Bahamonde, de Alianza Democrática Progresista (ADP), será el nuevo ministro delegado encargado de Correos y Transportes. Y Alfonso Nsue Mokuy, de la Convención Liberal Democrática (CLD) ha sido escogido como nuevo ministro delegado de Información.


Por lo demás, los cambios de cartera más representativos de esta remodelación gubernamental se han producido en los ministerios de Economía, Sanidad, Educación, Justicia y Transportes.


http://www.afrol.com/es/articulos/37151



http://www.guineaecuatorialpress.com/imgdb...ierno.Ceses.pdf


http://www.guineaecuatorialpress.com/imgdb...mbramientos.pdf


Será consciente Obiang del efecto que producen estos decretos de nombramientos y ceses. En Francisca pusieron Francisco y tachan la O por la A. Se añade y ....e infraestructuras aeroportuarias. Van paginados a mano. El numero del Decreto a mano.

Con tanto petróleo no les dará para un Word o un Office.
Indalecio
La calle tunecina






SAMI NAÏR

EL PAÍS
Internacional
29-01-2011




En Túnez, sigue el pulso entre el Gobierno y la población sublevada. El cambio ocurrido el 27 de enero es una victoria de la calle; el mantenimiento del primer ministro Ghanuchi, símbolo de la colaboración obediente a Ben Ali, es en cambio una garantía dada a los partidarios de una cierta continuidad. Nada está pues decidido y todo parece más incierto a medida que pasan los días. Es inevitable dado el carácter absolutamente original e inesperado de la revuelta contra el régimen. El movimiento ha surgido de las bases profundas de la sociedad, de las clases populares más desheredadas; arrancó en la periferia del país, de las ciudades y pueblos más pobres, para desplegarse en oleadas hasta las ciudades señoriales y alcanzar por último Túnez, la capital.


Estamos ante un movimiento espontáneo, estimulado solo por la cólera, el repudio a padecer los símbolos, los hombres y las mujeres del poder indigno. Pero desde antes de la explosión, los sindicatos regionales y la dirección nacional de la UGTT habían sostenido reivindicaciones sociales concretas (empleo, rechazo de la precariedad, aumento del poder adquisitivo, etcétera) para paliar los efectos de las grandes desigualdades creadas estos últimos años.



Lejos de apaciguar estas reivindicaciones, la huida de Ben Ali las ha incrementado: asistimos a un cara a cara entre las aspiraciones populares y las resistencias del sistema instaurado por el expresidente. La revuelta popular reviste dos aspectos: por un lado, exige la disolución de las estructuras políticas del antiguo régimen y la desaparición de los hombres y mujeres que lo representaban; por el otro , demanda una reforma profunda de las relaciones entre grupos sociales que favorezca los intereses de los más desamparados . Todo ello en un contexto de desorganización flagrante y de ausencia de dirección política reconocida y legítima. La figura de esta confrontación es la que opone al Gobierno, sin legitimidad real, y la calle, sin legitimidad formal. Es en este crisol donde se resolverá la revolución democrática tunecina.



Lo que ha dado fuerza a esta revolución ha sido la alianza de todas las clases y grupos de la sociedad para deshacerse de la dictadura de Ben Ali; mientras dure esta alianza, las fuerzas que podrían tirar de un lado u otro al país no pueden hacer gran cosa. Pero basta que aparezcan fisuras entre estas fuerzas sociales para que la batalla cambie de contenido. Por ello a los partidarios del antiguo régimen les interesa romper este frente de clase para captar las fuerzas que querían la desaparición de la dictadura pero no del sistema social que les aseguraba una situación cómoda.



Las clases medias son los principales objetivos. En los últimos 10 años se han diferenciado. Se han constituido unas clases medias altas en el ámbito de los negocios, las profesiones liberales, el comercio y los servicios, pero la mayoría se ha desclasado socialmente y ha quedado relegada o bien a un funcionariado mal pagado, o directamente a la pobreza. Estas últimas son las clases sociales que, junto a las populares precarizadas y marginadas, han sido la punta de lanza de la revuelta. La indecisión de las orientaciones políticas y sociales del poder actual, añadida a la inseguridad contrarrestada de momento por el toque de queda, podría provocar una situación caótica propicia para la ruptura de la solidaridad entre las clases. El tiempo juega a favor de los partidarios de la autoridad, que esperan la ampliación de esas fisuras para presentarse como un mal menor frente al caos. Los grupos sociales privilegiados denuncian la huelga que persiste, el cierre de los colegios, la inactividad de los servicios públicos, etcétera. El rechazo al "desorden" hace pues su aparición y puede convertirse en el punto de unión de todas las fuerzas que por razones a menudo distintas no quieren correr el riesgo de la aventura.



Ghanuchi intenta reunir a su alrededor un amplio abanico de representantes de la sociedad. Pero, a falta de refundición de las instituciones y de reformas, tendrá dificultades en convencer. La policía se esconde y el Ejército se mantiene en una posición arbitral. El general Rachid Ammar, jefe del Estado Mayor, ha recordado durante una manifestación que "el Ejército nacional es garante de la revolución". Frase que puede tener varias interpretaciones. Las manifestaciones en El Cairo van a ayudar seguramente a los tunecinos en su determinación. Pero la represión que empieza en Egipto dará también ideas a los enemigos de la democracia en el mundo árabe.




http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepiint_9/Tes
Katharina Von Strauger
Europa y la revolución democrática árabe




La historia late con intensidad en el norte de África, para pasmo y temor del 'establishment' europeo.

Unas juventudes urbanas conectadas por Internet luchan por el fin inmediato del despotismo y la corrupción





JAVIER VALENZUELA

EL PAÍS
Opinión
29-01-2011




En el norte de África la historia late en estos momentos con intensidad. La chispa de la inmolación del joven tunecino Mohamed Bouazizi ha prendido en el secarral de paro, autoritarismo y corrupción que se extiende desde el Atlántico al mar Rojo. Las llamas de la protesta juvenil ya han abrasado al dictador tunecino Ben Ali y chamuscan esta semana a su colega egipcio Mubarak . Decenas de miles de personas salieron ayer de nuevo a las calles de El Cairo y otras ciudades para exigir el fin de una autocracia que se prolonga desde hace tres décadas y que pretende perpetuarse desvergonzadamente en la figura de Gamal, el hijo del actual rais, del faraón Mubarak. Desde el balcón septentrional del Mediterráneo, Europa contempla este fuego liberador con estupor y aprensión.



Al decir Europa me refiero a su establishment. Sin duda, somos muchos los europeos abochornados por el silencio de nuestros Gobiernos ante movimientos democráticos que podemos ver en vivo y en directo en cadenas de televisión como Al Jazeera, que podemos seguir, y compartir con sus protagonistas, en Twitter y Facebook y que solo cabe saludar con alborozo. No pocos ciudadanos de París, Londres, Berlín, Barcelona, Madrid, Lisboa o Roma compartimos incluso esa sensación que tienen tantos norteafricanos de que Europa ha terminado por convertirse en un obstáculo a la llegada de las libertades al Magreb y el valle del Nilo.



En el mejor de los casos, la política oficial europea hacia los países norteafricanos ha consistido en ofrecerles ayuda económica y acuerdos comerciales para ver si así se desarrollaban allí clases medias que permitieran algún día una mayor convergencia entre ambas riberas del Mediterráneo. En el peor, ha hecho la vista gorda ante las violaciones de los derechos humanos y las corrupciones de los regímenes con tal de que garantizaran el suministro de gas y petróleo, los que lo tienen como Libia y Argelia, y, en todos los casos, controlaran los flujos migratorios y machacaran a los islamistas.



En privado, los responsables políticos europeos más honestos reconocen que las cláusulas formales vinculando ayudas y acuerdos al desarrollo de los derechos humanos en esos países nunca han sido aplicadas. Los europeos jamás se han plantado, jamás han levantado la voz ante un Ben Ali o un Mubarak, por citar solo a los autócratas protagonistas a su pesar de este mes de enero.



Por obvias, no vale la pena hablar de las contradicciones de semejante realpolitik con los principios y valores de la Europa contemporánea, la que se dice heredera de la Ilustración, la Revolución de 1789 y la reconciliación franco-alemana. Menos evidente, pero no por ello menos cierto, es el hecho de que esa actitud no es tan realista como pretende. Parte de un peligroso despropósito: el inmovilismo de los regímenes norteafricanos, su enroque en el autoritarismo y la cleptocracia, no hace sino incrementar la frustración e indignación de sus pueblos, alimentando tanto las pulsiones migratorias como el extremismo político.



Pero hay más: la visión oficial europea ignora los profundos cambios registrados en el norte de África en los últimos tiempos. Para empezar, la emergencia de juventudes urbanas con estudios primarios, secundarios y hasta universitarios, y con acceso al mundo vía la televisión por satélite e Internet. Y así vemos estos días cómo en Túnez y Egipto decenas de millares de chavales reclaman que se les trate con dignidad y se les permitan las libertades básicas existentes en Europa y América. Volvieron a repetirlo ayer los manifestantes de El Cairo a cualquier periodista occidental que les ofreciera un micrófono.



Para sorpresa de muchos, los manifestantes de Túnez y Egipto no piden Gobiernos teocráticos; los temidos islamistas están inicialmente ausentes de sus protestas. Y es este otro elemento que cabría analizar a fondo: la probabilidad de que haya comenzado el reflujo de la marea islamista iniciada en los setenta y ochenta del pasado siglo con la revolución iraní del ayatolá Jomeini y el asesinato del rais egipcio Sadat. La vida es móvil, lo que sube baja, el análisis de ayer puede no servir para hoy.


El temeroso pasmo europeo ante las revueltas de Túnez y Egipto contrasta con una más afinada actitud norteamericana. Obama en persona ensalzó el martes la lucha tunecina por la libertad, y, el miércoles, su Administración, pese a que Egipto es para Estados Unidos clave en la seguridad de Israel, instó a Mubarak a ser "receptivo" ante las "necesidades legítimas" de su pueblo y subrayó su apoyo a los "derechos universales de libertad de expresión, asociación y reunión".



No sería de extrañar que los jóvenes norteafricanos, como en su tiempo ocurrió en Europa del Este, terminen viendo en Estados Unidos -el de Obama y su discurso de El Cairo; no el de Bush y la guerra de Irak- un amigo democrático algo más creíble que el representado por la Vieja Europa. Al fin y al cabo, hace tiempo que Washington terminó por permitir que la democracia se desarrollara en su patio trasero latinoamericano.



Los sucesos de este enero han confirmado que los jóvenes tunecinos, aunque desorganizados y carentes de un claro liderazgo, no iban a conformarse con la salida de Ben Ali y su familia. La revolución del jazmín y de la sangre ha proseguido y ha conseguido ir arrancando la amnistía, el regreso de los exiliados, la legalización de todos los partidos y la deslegitimación del régimen de Ben Ali y sus principales cabecillas. Con una actitud europea comprometida a fondo, esa que aún no hemos visto, los tunecinos bien podrían terminar convirtiendo a su pequeño país en la primera democracia norteafricana. Sería un hecho venturoso no solo para la libertad, sino también para la seguridad en toda la cuenca mediterránea.



Sumado al ya existente ejemplo de Turquía, Túnez desmontaría así el estereotipo que proclama la incompatibilidad sustancial entre lo árabe y/o el islam y la democracia, tan estúpido como el que afirmaba lo mismo a propósito de países latinos y católicos como España y Portugal. Resulta asombroso, dicho sea de paso, que algunos europeos que se dicen ilustrados compartan hoy con el mismísimo Bin Laden el dogma de esa incompatibilidad.



Los egipcios lo tienen más difícil. En el seno de una población inmensa y en gran medida campesina y analfabeta, los laicos y demócratas son allí proporcionalmente más minoritarios que en Túnez. Por su parte, el régimen de Mubarak es más sólido policial y militarmente, lleva tres décadas recibiendo miles de millones de dólares anuales de ayuda norteamericana a tal efecto. Además, la realpolitik occidental, expresada en el miedo a un Gobierno de los Hermanos Musulmanes en la vecindad de Israel, juega en contra del cambio en el valle del Nilo.



No obstante, algunos elementos de las últimas horas resultan esperanzadores. En primer lugar, la incorporación a las protestas egipcias de El Baradei, el premio Nobel que no se doblegó ni ante Bush ni ante Mubarak, ofrece a los demócratas egipcios una referencia y un liderazgo del que han carecido los tunecinos. En segundo, la amplitud de las manifestaciones de ayer, viernes, confirma que los opositores egipcios a Mubarak van a por todas. Y en tercero, Obama calificó en una entrevista televisada de "legítimas" las reivindicaciones de los egipcios y advirtió a Mubarak contra el uso de la violencia para intentar ahogarlas.



La afirmación crucial en la Declaración de Independencia de Estados Unidos es aquella que proclama la igualdad sustancial de todos los seres humanos y su condición de titulares de "derechos inalienables", entre ellos "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". A comienzos de los ochenta, desde Polonia se alzó un grito que reclamaba estos derechos y que, una década después, ya había conseguido derribar el muro de Berlín y el imperio soviético. ¿Representarán lo mismo para el norte de África estas revueltas democráticas? Mucho podría contribuir Europa a que así fuera, pero para ello tendría que operarse de cataratas.




http://www.elpais.com/articulo/opinion/Eur...lpepiopi_11/Tes
Indalecio
CITA
¡QUE ME HIPOTEQUEN Y QUE ME PROHÍBAN CONSTRUIR!


La Comunidad
Opinión desde Guinea Ecuatorial
Escrito por: eyinguema
29 Ene 2011
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En otras circunstancias, posiblemente hubiera dicho: ¡que nos hipotequen y que nos impidan construir! Porque sé que en la misma situación que yo se encuentra la inmensa mayoría de la población, sobre todo, los jóvenes que están empezando a trabajar (entre los que se encuentra el que abajo suscribe). Sin embargo, he optado por hacer esta exhortación en singular, sencillamente porque el grado de desorganización y de ausencia de perspectivas y del sentido de sociedad del que adolecemos invita a abstenerse de hablar en plural. Pero aquí dejo las puertas abiertas para que se sume todo aquel que se vea reflejado en este clamor (en el desierto?).


Aquí los jóvenes ganan unos salarios que oscilan entre los 100 000 y los 2 000 000 FCFA (152,44 € y 3 048,78 €) al mes , aproximadamente; siendo el salario medio (entiéndase el más frecuente) en torno a los 350 000 FCFA (533,54 €) al mes . Esta diferencia (calificable de abismal) es función, en buena medida, de la profesión y del sector en que se trabaja. El primer salario lo ganaría un operario sin cualificación que presta sus servicios en el sector comercio, mientras que el segundo correspondería a un licenciado (ingeniero, etc.) que trabaja en el sector del petróleo. Es sólo un ejemplo. Otro factor influyente en lo que se gana es el modo en que se ha conseguido el empleo. Los que acceden al puesto por recomendación de Tal, suelen ganar más, en la misma categoría, que los que lo hacen por otros medios (formación, méritos, suerte, etc.).



La costumbre aquí es que cada uno construya su casa. Insisto en lo de costumbre porque en países como el nuestro (estados de reciente creación; el nuestro tiene sólo 43 años) aún se funciona mucho por la costumbre, es decir, los estados no regulan la convivencia entre los ciudadanos ni de éstos con la naturaleza (y si lo hacen en forma de leyes, éstas no se aplican). Y la costumbre en estas latitudes marca lo siguiente: una vez que una persona empieza a trabajar, compra un terreno, que cuesta entre 3 000 y 10 000 FCFA/m2 (4,57 – 15,24€/m2), hace acopio de materiales y luego construye. En cuanto al terreno, destacar que los propietarios suelen ser particulares, que lo compraron previamente o que se lo apropiaron hace años. De este modo, uno adquiere el terreno donde puede. Semanas, meses o años después empieza a construir, sin necesidad de pasar por el ayuntamiento (no se presenta el proyecto ni se solicita licencia de ningún tipo). Esta es la principal razón por la que aquí más del 80% de las viviendas están emplazadas de tal forma que no tienen acceso rodado. Lo cual conlleva dos graves consecuencias: una, la inexistencia de direcciones (nadie puede decir: vivo en la calle X, nº Y, P N, C.P. Z), por eso ir a un sitio en el que no se ha estado antes es toda una odisea (se tiene que dar muchas vueltas y preguntar aquí y allá, a veces, no se puede llegar sino acompañado por alguien que haya estado previamente); y la otra, la imposibilidad de los bomberos a intervenir en mucho incendios, porque no hay acceso rodado hasta la vivienda en llamas.




Construir una vivienda digna; con digna, me refiero a una casa con proyecto previo donde se contemplen aspectos como condiciones de habitabilidad, seguridad estructural, etc.; en cuya ejecución se realicen correctamente las instalaciones (electricidad, fontanería, saneamiento) y con unos acabados aceptables supone tener que desembolsar a partir de unos 300 000 FCFA/m2 construido (457,32 €/m2). También huelga añadir que el concepto de vivienda digna abarca los servicios básicos necesarios durante su uso: electricidad, agua corriente y evacuación de aguas residuales.




De modo que para una vivienda de 70 m2 útiles habría que invertir unos 22 500 000 FCFA (34 298,80 €) . Si comparamos estas cifras con lo que se gana, inexorablemente tenemos que concluir que el sector de la población aludido vive en casas indignas. Pues, tomando como referencia el salario medio de 350 000 FCFA (533,54 €) al mes, resulta que el sujeto que lo percibe necesitaría 5,36 años para construir una vivienda de estas dimensiones (sin imputar el coste del terreno). 5, 36 años en los que no comería, ni bebería, ni compraría ropa, etc. y además estaría viviendo gratis en casa de alguien. En efecto, lo que sucede es que, para no vivir en la intemperie, se compra cuatro tablas y cuatro pies derechos de madera (o bloques de mortero de cemento y arena), más chapas de hojalata y se levanta un cobertizo; a un lado se excava el pozo para el agua que se va beber y a otro, el que albergará las aguas residuales (fecales incluidas) y listo . Aquí cuando se habla de viviendas, en un 80% o más, se habla de construcciones de este tipo.


Sin embargo, si al señor del salario medio se le hipotecara a 100 000 FCFA/mes (152,44 €/mes), necesitaría 18,75 años para pagar la casa (cosa que no es ninguna barbaridad. En España ya hay hipotecas a 30 años). En este tiempo, habitaría en una vivienda digna y podría comer, beber, comprar ropa, etc.; en definitiva, podría vivir como un ser humano.



Por otra parte, si se implantara el sistema hipotecario y se prohibiera a la gente construir a su bola, habría otra gran repercusión positiva: el trazado urbano. Porque si sólo construyen las empresas, a petición de las promotoras, de la Administración o de propietarios particulares con gran poder adquisitivo, todas las viviendas resultantes tendrán acceso rodado. Y los bomberos podrán intervenir en todos los incendios y todos podremos disfrutar de las facilidades de tener direcciones.



Porque necesito vivir en una vivienda digna (y tengo derecho a ello) y porque soy consciente de que con mi poder adquisitivo no puedo construir una (a menos que un banco me financie el coste íntegro de la misma), por eso clamo:

¡QUE ME HIPOTEQUEN Y QUE ME PROHÍBAN CONSTRUIR!




Pos data: el banco nacional habla de hipotecas a 20 años. Ya pasé por sus oficinas para recabar información.

Primero: los precios de las viviendas están muy por encima de lo que he señalado aquí, es decir, casi sólo para los del grupo del segundo salario (que son la minoría).

Segundo: se trata algo así como de comprar sobre plano (lo cual no infunde mucha confianza).

Tercero: es una campaña que no va acompañada de lo más importante, que es prohibir que la gente siga construyendo por su cuenta: como quiere, donde quiere y cuando quiere.


EYI Nguema Mengue
28 de enero de 2011



http://lacomunidad.elpais.com/eyi-nguema/posts






CITA
La banca siempre gana




ÍÑIGO DE BARRÓN

EL PAÍS
Sociedad
29-01-2011




Es frecuente que los jueces sean noticia por las resoluciones que van contra el sentido común. Este caso es el contrario. La Audiencia Provincial de Navarra ha dictado un auto en el que considera que devolver al banco el piso hipotecado es suficiente para saldar la deuda, incluso si la última tasación es inferior a lo que debía. Para cualquier ciudadano este auto tiene toda la lógica y es el sistema utilizado en Estados Unidos e Inglaterra. Sin embargo, la entidad, el BBVA en este caso, afirma que es contrario a la Ley de Enjuiciamiento Civil, la Ley Hipotecaria y la doctrina del Tribunal Supremo. Puede que tenga razón, pero entonces es un asunto que va contra la ley pero que no parece inmoral. De hecho, la Audiencia admite que el banco ha actuado legalmente pero su comportamiento ha sido "moralmente rechazable".



Los detalles del caso son importantes. Un ciudadano pide 71.225 euros para comprarse una casa que el banco tasa en 75.900 euros . Tres años después, ante el impago de las cuotas, se queda con la casa por 42.895 euros, es decir, 33.005 euros menos, un 43,5% de depreciación. Como el cliente había pagado una parte, le reclama 28.129 euros y además (algo especialmente sangrante), 8.438 euros más de intereses y gastos. En total, 36.612 euros. Como ya había pagado cuotas por 4.876 euros, este vecino de Estella deberá pagar 41.488 al BBVA por un préstamo que pidió para una casa que ya no tiene.



Desde cualquier óptica parece una situación absurda y aberrante . Todas las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria las paga el cliente y el banco sale inmaculado gracias a que los ciudadanos responden con todos sus bienes, según la legislación española. Lo que dice la ley -que CIU ha intentado cambiar sin éxito- es que solo el cliente comete errores y paga por ello, pero la entidad (cualquiera que sea, porque la mayoría actúan igual) no tiene ninguna responsabilidad. ¿Alguien puede pensarlo? El oficio de banquero se caracteriza por la prudencia, el conocimiento del mercado y la valoración de los riesgos. Cobran por ello. ¿Se ha actuado correctamente? La negligencia y la codicia son algunas de las razones que explican esta crisis.



El Banco de España alertó de que se estaba calentando el ladrillo desde 2006, pero se quedó ahí. No penalizó los préstamos por el 100% de la tasación, ni los de promotores o hipotecas basura. No cabe duda de que el ciudadano, mayor de edad y responsable de sus actos, debía saber lo que hacía. Pero algo grave ha fallado en el sistema financiero cuando se ha alimentado una burbuja en la que los pisos subían un 100% mientras los sueldos se incrementaban un 25%. Incluso el suelo se revalorizó un 500% entre 1997 y 2007.



Como recuerda el auto, los clientes no tasaban los pisos ni eran responsables de que se les concedieran créditos por el 120% del valor tasado, con importes superiores al 35% de sus ingresos. La crisis no ha llegado solo porque los clientes pidieran cantidades astronómicas y compraran todo lo que salía al mercado, que también. Desde 2007 ha habido unas 320.000 ejecuciones hipotecarias. Quizá con la llegada de la burbuja se deba replantear la ley, sin dar un golpe de timón que provoque inseguridad jurídica o hunda al sistema, porque todos saldríamos perdiendo. Con este caso queda el consuelo del dicho jurídico: "La ley dice lo que dice el juez que dice la ley" . Esta vez la banca no ha ganado.



http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ba...elpepisoc_2/Tes


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