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Invitado_Invitado_el fantasma del blog_*_*
mensaje Mar 8 2008, 07:54 PM
Publicado: #1381





Invitado






Sombras y fantasmas aterradores, irónicos y malévolos

Una selección de los 16 relatos más originales y terribles del género. Los autores resucitan a los muertos y conducen al lector a un mundo sobrecogedor, encantado y también divertido.

ALBERTO MANGUEL

BABELIA
08-03-2008

Otra vuelta de tuerca

Henry James


Henry James, autor de algunos de los más originales y aterradores fantasmas de la literatura, logró en Otra vuelta de tuerca una obra maestra. Basada en una anécdota que le fue referida cierta noche de invierno, cuenta la historia de una nodriza encargada de cuidar a dos niños en una solitaria casa de campo inglesa. Los niños parecen felices, las habitaciones cómodas, los jardines soleados, pero la nodriza siente algo en la atmósfera que le incomoda. Entonces el ama de llaves le cuenta que un apuesto mayordomo y la nodriza que le precedió murieron poco antes de su llegada y deja sospechar circunstancias bochornosas. Paso a paso, la nodriza se convence de que esos dos muertos rondan por la casa y quieren apoderarse de los niños. James no nos permite asegurar ni negar esas infames apariciones: magistralmente, cada palabra de la novela a la vez afirma y rechaza la interpretación fantástica.


Sombras suele vestir


José Bianco


Sombras suele vestir es una de las mejores historias de fantasmas de la literatura en lengua castellana. En un inquilinato de Buenos Aires viven Jacinta, su hermano enfermo mental y su madre, mujer incapaz de resignarse a la pobreza. Para satisfacer los pedidos de esta última, Jacinta se prostituye. Cuando la madre muere, uno de los clientes de Jacinta lleva a la muchacha a vivir con él y coloca al hermano en un sanatorio. Pronto el cliente confiesa sentir una extraña atracción hacia el hermano enfermo y él, a su vez, se interna en el mismo sanatorio. La novela entonces se corrige: el lector se entera de que Jacinta está muerta y que, para cada personaje, la realidad es leída de otra manera, tangible o soñada. El título es de Quevedo: "El sueño, autor de representaciones / en su teatro sobre el viento armado / sombras suele vestir de bulto bello".


El hombre verde


Kingsley Amis


El hombre verde es una taberna a unas cuarenta millas de Londres, famosa por sus vinos y sus fantasmas. El tabernero, Maurice Allington, empieza a obsesionarse con uno de los fantasmas, un cierto clérigo del siglo XVII quien (según la leyenda) asesinó salvajemente a su esposa. Allington empieza a ver imágenes espectrales y monstruosas, caras sin cuerpo, piernas y brazos cortados, un pecho o una nalga de mujer. Gradualmente, la curiosidad de Allington se convierte en desasosiego, sobrecogimiento y terror, y su familia asiste, sin poder ayudarlo, a una suerte de "secuestro psíquico", mientras Allington se interna más y más en un mundo de visiones incomprensibles y horribles quimeras. Amis, gran conocedor de la literatura fantástica y la ciencia-ficción, confesó alguna vez querer escribir una historia de fantasmas que fuese a la vez "irónica y malévola". Con El hombre verde logró su propósito.


Memento mori


Muriel Spark


En la mayor parte de los casos, la tarea de un fantasma es reducida: basta con mostrarse o con dejarse intuir, y su misión se ve cumplida. En Memento mori sus deberes son aún más escuetos. Invisible, lúgubre, ausente, el fantasma de esta novela tiene por única y atormentadora obligación llamar por teléfono a un grupo de octogenarios y decirles aquella frase que en la Edad Media, inscrita sobre calaveras decorativas y vanidades pintadas, era parte de la vida cotidiana: "Recuerda que vas a morir". A partir de esa advertencia, cada una de sus ancianas víctimas debe hallar un modo de enfrentarse a su fantasmagórico eco, hacer suyo el mensaje y construir un plan de acción ante lo inevitable. Conocida sobre todo por su novela sobre la vida de una maestra escocesa, La plenitud de la señorita Brodie, Spark creó en Memento mori uno de los espectros más originales y terribles del género.


La danza de Gengis Cohn

Romain Gary


Gengis Cohn es en realidad Moishe Cohn, actor cómico judío conocido en los cabarés yídish de la entreguerra. Deportado a Auschwitz, milagrosamente logra escapar de ese infierno; meses más tarde es detenido por un contingente de las SS bajo las órdenes de un tal Schatz, y asesinado. Pero el fantasma de Cohn decide no abandonar a su asesino. Schatz (a quien Cohn llama "Schatzchen" o "Tesorito") debe soportar, a lo largo de los años, aun después del fin de la guerra, la presencia de su implacable víctima. Noche y día Cohn lo persigue, le habla, le hace bromas, e implacablemente obliga a Schatz a enfrentarse con las atrocidades que ha cometido. "¡Cierra los ojos!", dice uno de los personajes en las últimas páginas del libro. "¡Mira con el corazón, porque es con el corazón que debemos mirar!". Romain Gary reunió en ésta lo ferozmente imaginativo y lo atrozmente inconcebible.


La excursión de las niñas muertas

Anna Seghers


Los fantasmas encarnan el pasado: son lo que fue. En esta corta novela de la escritora alemana Anna Seghers son también lo que será. Anna Seghers (protagonista de la historia), exiliada del terror hitleriano en un pequeño pueblo de México, oye un día que la llaman por el apodo que le daban de niña. Bajando al río, se encuentra de pronto con un grupo de estudiantes jugando en la ribera, y se da cuenta de que son sus compañeras de antaño, tal como eran cuando asistían juntas a la escuela en Alemania. Seghers reconoce a sus amigas y a sus maestras, y recuerda al mismo tiempo sus macabros destinos. Los pequeños fantasmas desconocen las cosas terribles que ocurrirán en su futuro, pero Seghers sí lo sabe, y del contraste entre la ignorancia de las niñas y el conocimiento de la mujer adulta nace el conmovedor espanto que da su fuerza a esta gran novela.


Calle Katalina


Magda Szabò


Cada guerra crea sus propios fantasmas con sus propios códigos y ritos. La II Guerra Mundial pobló Europa de vastas poblaciones incorpóreas que siguen enracimadas en nuestras vidas. Magda Szabò, la magistral novelista húngara, quiso dar a esos espectros rasgos y rostros individuales. En un conjunto de casas de la calle Katalina, en Budapest, sobreviven tres familias de carne y hueso, junto con su heredado fantasma, la joven Henrieta. Todos, vivos y muertos, se ven estrechamente unidos por secretos de infamia, amor y culpa, las inevitables consecuencias de la guerra. Los fantasmas de Szabò no pecan nunca de irrealidad: son tanto si no más verosímiles que los otros, sus sólidos vecinos. En Calle Katalina protagonizan la historia y es Henrieta quien guía al lector a través de las vidas cruzadas de esas tres familias. En 2007 el libro ganó el Premio Cevennes a la mejor novela europea.


Pedro Páramo

Juan Rulfo


Hay realidades en las que los verdaderos fantasmas son los vivos. Los habitantes autóctonos son los muertos, los que permanecen porque para ellos nada cambia. Pedro Páramo es la crónica del pueblo de Comala, uno de estos lugares perdidos en la llanura mexicana que parecen abandonados desde siempre y para siempre. A Comala llega Juan Preciado, por encargo de su madre moribunda, en busca de su padre desaparecido. A partir de ese inicio, nada sucede salvo en el recuerdo, en un pasado que Preciado no conoce: son los fantasmas, las voces de los fantasmas, que en este reino de los muertos van dando pautas para narrar la historia del hombre Pedro Páramo, desde su infancia hasta su muerte, componiendo para el hijo el retrato de un padre brutal, traicionero, amoroso, vengativo, codicioso y heroico, y para el lector una de las novelas más perfectas de la literatura latinoamericana.


El caballero inexistente


Italo Calvino


“No existo, señor”, dice el caballero de Selimpia Citeriore y Fez a Carlomagno, que está pasando revista a sus paladines ante los muros rosados de París. Dentro de su armadura no hay nada: es un fantasma absoluto, vestido sólo de su “fuerza de voluntad y una gran fe en nuestra santa causa”. Hermano mayor de aquel otro héroe invisible de H. G. Wells, comparte con él los inconvenientes de no tener cuerpo tangible, o más bien de existir sólo a través de sus sensaciones. Calvino pasea a su fantasma a través de un medioevo vivaz y caótico, haciéndolo testigo y protagonista de batallas, entuertos, lances amorosos y derrotas, y probando así que el mero hecho de no existir no nos libera de la común condición humana. Junto con El barón rampante y El vizconde dividido, El caballero inexistente forma parte de la trilogía de figuras emblemáticas del hombre moderno que tituló Nuestros antepasados.


Mi vida en la selva con fantasmas


Amos Tutuola


Amos Tutuola renovó y dio a conocer la literatura de Nigeria. Nacido en 1920 y educado en una escuela del Ejército de Salvación, trabajó como calderero y como empleado de la fuerza aérea de su país. Publicó su primera novela, El bebedor de vino de palma, en 1952, escrita, como el resto de su obra, en una lengua inglesa redescubierta o reinventada en el África Occidental, y cuya calidad poética fue saludada por Dylan Thomas y T. S. Eliot. Su segunda novela, Mi vida en la selva con fantasmas, es una suerte de Alicia en el País de las Maravillas salvaje y espectral, en la que un niño debe enfrentarse solo a los fantasmas que habitan la impenetrable jungla africana. Encantos, embrujos, transformaciones y monstruos de toda especie lo persiguen a través de su peregrinación nocturna hasta que por fin comprende que él también forma parte de ese mundo encantado y terrible.


Cuento de Navidad


Charles Dickens


Puede decirse que la Navidad, tal como la festejamos hoy en día, es un invento de Dickens. El árbol decorado, los regalos, el pavo asado y el budín inglés son emblemas de ese espíritu de hermandad y alegría universal con la que Dickens dotó al día más jubiloso del calendario cristiano. Ebenezer Scrooge, el avaro ejemplar que desdeña la Navidad y rehúsa dar limosna a los pobres huérfanos, recibe en Nochebuena la visita de tres fantasmas que le hacen recorrer sus navidades pasada, presente y futura, para que, como Dante atravesando los tres mundos del más allá, pueda arrepentirse y cambiar su vida. Pedagógica, exagerada, descaradamente sentimental, maravillosamente lacrimógena, Cuento de Navidad logra sin embargo emocionarnos auténticamente con personajes que se han hecho inmortales y escenas que ahora forman parte de la mitología del mundo occidental.


La dama de Picas


Alexandr Pushkin


El género que mejor conviene a los fantasmas es el relato breve, quizás porque una aparición que se extiende en el tiempo de una novela puede permitir al lector sobreponerse del horror y refugiarse en el detenido análisis racional; mientras tanto, el fantasma desaparece. Pushkin eligió para La Dama de Picas una extensión intermedia, la nouvelle o cuento extenso. Dividida en seis capítulos y una corta conclusión, la narración traza la decadencia y caída de un empedernido jugador, figura emblemática de la literatura rusa. Humor, horror, sátira social se combinan en esta historia alucinante. La dama fantasmagórica que persigue al protagonista es muchas cosas —némesis, conciencia, ángel de la retribución— pero sobre todo es una aristocrática anciana muerta, capaz de transformarse, literalmente, en la fatal y última carta del condenado jugador.


La invención de Morel


Adolfo Bioy Casares


“Viejas como el miedo”, escribió Bioy Casares, “las ficciones fantásticas son anteriores a las letras”. Cada época se inventa las suyas: las sombras aullantes con las que Homero asustó a Ulises en el infierno se transformaron en los malévolos Poltergeists de la Edad Media y en los encadenados espectros del siglo XVIII. Los fantasmas que Bioy Casares instala en la isla a la que llega su pobre y enamoradizo náufrago son un producto del siglo XX y de sus nuevas tecnologías. Criaturas inmateriales y modernas, son proyecciones cinematográficas que materializan para siempre el recuerdo de personas queridas y muertas. Los fantasmas del inventor Morel, patrón de la isla, no tienen voluntad propia. Condenados a una intangible existencia, causan menos temor que curiosidad y parecen menos fantásticos que maravillosamente imposibles. Vale la pena recordar que Borges juzgó esta novela “perfecta”.


La lechuza ciega


Sadegh Hedayat


Obra maestra de la literatura persa del siglo XX, La lechuza ciega es la crónica de un descenso a la locura, como la que llevó al propio autor al suicidio en 1951, a los 48 años. Los extraños y constantes fantasmas que persiguen al protagonista se resuelven en un hombre viejo con una risa diabólica, cuatro caballos raquíticos que tosen o ladran y, sobre todo, una mujer misteriosa de belleza sobrecogedora cuya visión lo turba hasta el punto de hacerle perder el sentido. “Hay heridas”, confiesa, “que lentamente corroen la mente de quien está solo, como una suerte de cáncer”. Para tratar de hallar alivio, dice, “escribo sólo para mi sombra, proyectada sobre la pared por la luz de mi lámpara. Debo hacer que ella sepa que estoy aquí”. Heredero de Edgar Allan Poe, Franz Kafka y del existencialismo francés, Sadegh tradujo La colonia penitenciaria, de Kafka, y las obras de Sartre al persa.


La mujer de negro


Susan Hill


La tradición anglosajona de la novela de fantasmas nació en 1764 con la publicación de El castillo de Otranto, de Horace Walpole, una de las más pobres y malogradas del género. Con las convenciones ya perfeccionadas a lo largo de dos largos siglos, Susan Hill creó con La mujer de negro (publicada primero en 1983 y luego llevada con mucho éxito a la escena) una eficacísima historia de terror. Aparecen aquí todos los elementos tradicionales: la antigua mansión aislada que se alza junto al mar; el joven e inocente abogado que llega una noche de invierno sin saber los misterios que la corroen; el terrible secreto de un evento pasado a causa del cual el espectro que da su título al libro ronda por las habitaciones, y la sangrienta venganza que inevitablemente se desatará sobre todos los protagonistas. La mujer de negro es una novela de fantasmas clásica, aterradora y verosímil.


El fantasma de Canterville


Oscar Wilde

Todo género literario acaba burlándose de sí mismo. Al parodiar las historias de fantasmas, Wilde creó un subgénero: la novela de terror cómica. Su espectral héroe es una víctima del progreso. Enracimado en las más añejas costumbres anglosajonas y orgulloso de su repertorio de abominaciones, se ve de pronto confrontado a una familia de yanquis nuevos ricos para quienes lo tradicional es meramente pintoresco y lo fantástico superstición. Cuando el ama de llaves les explica que la mancha que ven en el piso es “sangre vertida en un crimen ancestral y no desaparece nunca”, los yanquis cogen un moderno detergente y limpian enérgicamente la inmemorial mancha, y el pobre fantasma se ve obligado a pintarla de nuevo con acuarelas. Sin traicionar el género (como lo exige la tradición, la maldición es finalmente exorcizada por un amor inocente), la novela resulta una de las más originales y divertidas del canon.




http://www.elpais.com/articulo/narrativa/S...pbabnar_10/Tes/




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Invitado_Pepin_*
mensaje Mar 8 2008, 08:35 PM
Publicado: #1382





Invitado






Fantasma, nos esta quedando el tema niquelao. Yo no quiero ser impertinente pero veo a Navascues y a Ataulfo muy despistados.
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Invitado_Invitado_el fantasma del blog_*_*
mensaje Mar 8 2008, 09:05 PM
Publicado: #1383





Invitado






Hombre, Pepin, es que le estoy dando una patina cultural a este tema que no le dan otros. Y además Ataulfo sabe cuatro cositas y de memoria. Yo no digo que no tenga nivel, pero el tio lo confunde todo.
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Invitado_Andy Maykuth_*
mensaje Mar 9 2008, 11:21 AM
Publicado: #1384





Invitado






Los últimos ‘hammams’ de El Cairo


VICENTE MOLINA FOIX

EL PAIS SEMANAL
09-03-2008

Su húmedo encanto ha perdurado durante siglos. Abiertos al lujo de la conversación en libertad, ahora la desidia y los integristas los están cerrando. Ya sólo quedan seis

A El Cairo no se va uno a bañar, sino a ver pirámides y tratar de distinguir, en el polvoriento aunque maravilloso Museo Egipcio, el atrezo fúnebre de Tutankamón, los retratos hiperrealistas de El Fayum o las distintas narices de Nefertiti. A bañarse y a sufrir los masajes más ásperos del mundo se va a Estambul, por ejemplo, o a Budapest, donde los denigrados turcos dejaron, entre otras huellas, el gusto y la fábrica de unas espléndidas casas de baños. Pero Egipto, como cualquier otro país musulmán, practica sagradamente el rito acuático, y Egipto, más que cualquier otro país de su entorno, vive además del agua, pues no habría cultura, agricultura, economía, ni siquiera vida sin el riego del Nilo, que cruza su territorio de norte a sur. Por eso la noticia de que los hammams de El Cairo están desapareciendo, y hasta son hostigados con una mezcla de celo integrista y suciedad mental, produce, más allá de la tristeza, la sensación de algo incongruente y hasta sacrílego.

Siempre han estado allí, y se dice que Egipto tuvo los primeros baños públicos, los más numerosos del Oriente, los más bellos, y tan apreciados por sus pobladores que existe la leyenda de que, en algunas épocas de penuria, los libros de la Biblioteca de Alejandría fueron quemados para calentar el agua de los baños de esa ciudad costera. Hay testimonios antiguos y muy admirativos de los hammams de El Cairo: el viajero árabe por excelencia, Ibn Batutta, menciona satisfecho unas abluciones vistas en uno de ellos en el año 1326, y los dibujó primorosamente el equipo de artistas que, bajo la dirección del gran escritor y erudito Vivant Denon, realizó para Napoleón Bonaparte la monumental Description de l’Egypte; pero yo llevaba en la cabeza, antes de visitar por vez primera la ciudad, la guía de un autor que fue mucho tiempo mi poeta de cabecera, Gérard de Nerval. Como tantos románticos europeos, Nerval viajó hacia el sur, y los cientos de páginas inspiradas por sus andanzas egipcias, sirias y turcas constituyen uno de los textos más perdurables del orientalismo decimonónico, en su peculiar mezcla de crónica, relato y diario íntimo.


Aunque cueste creerle hoy cuando uno entra en el hammam cairota de Bichri, o ve el conjunto de fotos hermosas y lacerantes de este reportaje, Nerval, que los frecuentó en 1843, cuenta que la mayor parte eran “verdaderos monumentos que servirían muy bien de mezquitas o de templos”, describiendo sus columnas de mármol, sus gabinetes abovedados, sus fuentes de traza elegante. “Allí podéis aislaros o mezclaros con la muchedumbre, que no tiene nada del aspecto malsano de nuestras congregaciones de bañistas, y se compone generalmente de hombres sanos y de hermosa raza, cubiertos, a la antigua, de una larga tela de lino. Las formas se dibujan vagamente a través de la lechosa bruma atravesada por los rayos blanquecinos de la bóveda, y uno puede creerse en un paraíso poblado de sombras dichosas”.


Nerval experimentó también el purgatorio de las piscinas de agua hirviente, donde “el bañista sufre diversas clases de cocción”, y el castigo de los rudos masajes practicados en la zona por “esos terribles estafermos con las manos armadas de guantes de crin, que os desprenden de la piel largos rollos moleculares cuyo espesor os asusta, haciéndoos temer que acabaréis siendo usados gradualmente como una vajilla demasiado lavada”. Después viene el alivio de los hervores y las palizas, en tiempos de Nerval más mullido de lo que hoy lo es; el escritor francés describe, en el capítulo sobre ‘Las mujeres de El Cairo’ de su Voyage en Orient, la toma del café y los sorbetes, el humo enajenante de su pipa de narguilé, recostado en unas otomanas desde las que la clientela dominaba la sucesión de salas limpias y relucientes.


Fui a El Cairo con esas fantasías producidas por la palabra de Nerval y no encontré lujo asiático ni sabias manos férreas que después de darte una tunda te dejan como nuevo. El hammam de Bab el Bahr, situado en el barrio comercial de Mouski, es uno de los menos dilapidados de la capital, pero sus salas no tienen gracia ni atmósfera, al contrario que las de los más antiguos baños cairotas de Beshtak (siglo XIV) y Sinaniye (siglo XVI); ninguno llega, en todo caso, a la altura de los mejores baños turcos de Estambul, aquellos –como el situado frente al Gran Bazar– que construyó en la primera mitad del siglo XVI Sinán, uno de los grandes arquitectos civiles y religiosos de lo que podríamos llamar el Renacimiento paneuropeo. Frente a la dramática disposición de espacios, luces y sombras que caracterizan las obras maestras de Sinán, las construcciones de los baños de El Cairo, al menos tal y como hoy se encuentran, ofrecen estancias abigarradas, pero más acogedoras, donde el repinte en colores chillones no siempre esconde la vejez ruinosa de los materiales. El de Bichri tiene algunos rincones que producen la impresión de un patchwork donde los paños colgados a secar, el amontonamiento de los divanes y la mancha de sus ventanas y puertas pintadísimas parecen la obra de un anónimo artífice que un día fuese adepto del pop art y al siguiente se levantara practicando el arte povera.


Tampoco el viajero actual encontrará en los hammams de El Cairo la posibilidad del vicio que tanto atrajo a otro ilustre personaje, Gustave Flaubert. El autor de Madame Bovary viajó por Oriente Próximo pocos años después de Nerval, entre octubre de 1849 y junio de 1851, acompañado por el escritor y (excelente) fotógrafo Maxime du Camp. “El Oriente siempre”, escribía ya un Flaubert de 19 años a principios de 1841, y aunque la devoción resulte inverosímil en razón de su vida posterior, Gustave siguió diciendo hasta el fin de sus días que había nacido para vivir allí. En las cartas que escribe desde Egipto, muchas de ellas a su gran amigo y consejero Louis Bouilhet, el novelista se muestra explícito respecto a sus aventuras amorosas. Así, mientras recorre el Alto Egipto se entera de que el sultán Abbas Pacha ha cerrado los burdeles y prohibido el espectáculo de las danzarinas; Flaubert se las arregla para entrar en contacto con una prostituta clandestina, estableciendo la mujer y el cliente “una extraña relación en la que los dos se miran sin poder hablarse”. También asiste a una “danza de las abejas” ejecutada en un garito por hombres disfrazados de mujer, y tanto le atrae esa peculiar exhibición de “parloteo muscular” de los travestidos que los va siguiendo por los baños turcos donde actúan. Ninguna indecencia les resulta, a él y a Maxime, desdeñable, fuera o dentro de los hammams; a Flaubert se le ve disfrutar refiriéndole a Bouilhet la escena –vista en un mercado de El Cairo– de un asno masturbado por un mono.


Esta lubricidad no brilla tan públicamente en los barrios y calles de El Cairo actual, pero aun así las noticias que llegan respecto a la amenaza oficial contra los últimos baños públicos supervivientes de la época de los mamelucos y los fatimíes apuntan, una vez más en nuestros días, y una vez más con mayor virulencia en el ámbito musulmán, a operaciones de policía moral. Y no por la eventualidad de que, como sucede con disimulo en uno o dos céntricos baños turcos de Estambul, se practique entre sus aguas calientes la homosexualidad. Se trataría, más simplemente, de represaliar el concepto civil de estos lugares cerrados, pero abiertos a la palabra, íntimos y sensoriales, placenteros y purificadores, donde tradicionalmente se ha practicado, más que el amor, el lujo de la conversación. No sólo entre los hombres, que han proporcionado por razones sabidas una mayor cantidad de iconografía bañista. Las mujeres (al margen de las huríes y favoritas del harén) han sido siempre usuarias, en horario distinto al masculino, de estos espacios de relajación, intercambio social e higiene del cuerpo; según una de las más perspicaces viajeras del siglo de las luces, lady Mary Wortley Montagu, esposa del embajador británico en Constantinopla, los hammams –que ella visitó en 1717– constituían para las mujeres árabes unos formidables centros de ocio no vigilado y libertad genérica.


En España tenemos, naturalmente, una larga memoria y una presencia física de los baños árabes y, antes, de la obsesión acuática de los romanos, grandes cultivadores de una cultura y una innovadora ingeniería del agua. Siempre me ha gustado creer, pese a su aire de falsedad manifiesta, la anécdota, leída en un libro de historia de las termas, que hace al emperador Nerón inventor de la palabra spa, tan de moda hoy. Nerón, según esa leyenda, habría exclamado, al ver una noche las magníficas fuentes de Roma en pleno funcionamiento, la frase "¡sanitas per aquas!"(la salud a través del agua), formando sus tres iniciales el rampante término balneario.


No se me ocurriría llamar spa a ninguno de estos pequeños y decaídos templos para la salvación del cuerpo que ahora pueden desaparecer del rico tejido urbano de la capital egipcia. Guardo recuerdos de toallas cairotas transparentes por el mucho uso, de sillas de reposo desvencijadas, de un jabón que me dieron tan espeso y oscuro que me hizo pensar en el que usaban los griegos de la palestra, hecho de cenizas y grasa de cabra, e idóneo, por lo visto, para la limpieza del poro y la eliminación de todo lo que el cuerpo destila de malo. Esos recuerdos, mezclados en mi repaso triste a las fotos que ilustran estas páginas, me han llevado a Cavafis. El refinado poeta alejandrino no fue muy proclive a los baños, pero la sensualidad amenazada le atañe. Peligroso se llama uno de sus poemas mejores, un himno a la alianza entre la reflexión y la pasión, puesto en boca de un estudiante sirio de Alejandría, Mirtias (cito un fragmento en la traducción de Ramón Irigoyen):

"Entregaré mi cuerpo a los placeres,
a los goces soñados,
a los más atrevidos deseos eróticos,
a los lascivos ímpetus de mi sangre, sin
miedo alguno, porque cuando yo quiera
–y lo querré, fortalecido
como estaré con la contemplación y los estudios–
en los momentos críticos encontraré otra vez,
como en tiempos, ascético, mi espíritu".



http://www.elpais.com/articulo/portada/ult...lpepspor_11/Tes


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Invitado_Bruce Beelher_*
mensaje Mar 11 2008, 08:00 AM
Publicado: #1385





Invitado






El Sáhara lastra a Marruecos

El control de la antigua colonia española impide el desarrollo del país magrebí

IGNACIO CEMBRERO
Madrid

EL PAÍS
Internacional
11-03-2008

Marruecos podría ser Tailandia o Colombia con una renta per cápita que rondaría en 2007 los 8.000 dólares (5.220 euros), pero está en menos de la mitad (3.800 dólares). La desigualdad entre ambas cifras tiene una causa fundamental: el coste del conflicto del Sáhara Occidental que entorpece su desarrollo económico. El precio que paga por controlar esos 266.000 kilómetros cuadrados de desierto que le entregó España en 1975 es un tema tabú en Rabat. Hasta ahora sólo algún centro de estudios privado, como el International Crisis Group (ICI), o alguna institución internacional, como el Banco Mundial, lo abordaron, pero ningún marroquí lo investigó.

Fouad Abdelmoumni, de 50 años, un economista independiente, se ha atrevido a hacerlo sorteando la escasez de estadísticas fiables. Los datos que arroja su investigación son llamativos. Su conclusión lo es más aún: "el coste es sencillamente el no desarrollo de Marruecos".

El esfuerzo militar ha supuesto, indirectamente, un desembolso para Marruecos de 95.000 millones de dólares (62.000 millones de euros) en 33 años para mantener y equipar a un Ejército que llegó a alcanzar los 360.000 hombres, de los que entre 130.000 y 160.000 están hoy en día desplegados en el Sáhara.

A esa cantidad hay que añadir otros 25.000 millones de dólares en gasto civil. "Son inversiones que no responden a la racionalidad económica y social, pero que conviene efectuar por razones de imagen o de clientelismo", señala Abdelmoummi. "En condiciones normales no se hubiesen hecho determinadas carreteras, puertos o desaladoras".

Es probable que en condiciones normales Rabat no mostrara el mismo afán cultural tradicional y moderno. El primer Salón Internacional del Dromedario, con sus consiguientes carreras, cerró el sábado en El Aaiún mientras que una semana antes concluía en Dajla un gran festival de música rap.

"El coste económico se recarga aún más con las múltiples primas otorgadas a los funcionaros marroquíes nombrados en el Sáhara, que gozan de un plus salarial de entre el 25% y el 75% y disfrutan además de un acceso a productos básicos subvencionados (...)", añade un informe del ICI de hace seis meses. "Las personas del norte que se instalan en el Sáhara gozan de numerosas exenciones fiscales".

En total, el Sáhara mermó entre un 1% y un 2% el crecimiento anual del PIB de Marruecos. De ahí que la renta per cápita podría duplicar con creces a la actual, según Abdelmoumi. Estas estimaciones figuran en un estudio preliminar que el economista reveló recientemente a su paso por la Casa Árabe de Madrid.

Son cantidades ingentes sobre todo para un país como Marruecos, cuyo PIB se sitúa en los 73.000 millones de dólares (el de España lo multiplica por 19) y los presupuestos del Estado en 21.000 millones (los de España los multiplican por 26). El 5% del PIB de Marruecos está dedicado, según la CIA, a las Fuerzas Armadas, algo más que Argelia (3,3%), pero la riqueza argelina es un 67% superior a la marroquí.

Las autoridades marroquíes no facilitan datos sobre el coste de sus desvelos saharianos. El rey Mohamed VI reconoció hace tres años, en una entrevista con EL PAÍS, que el Sáhara suponía una "carga, pero no un lastre".

El conflicto, con el consiguiente cierre de la frontera entre Argelia y Marruecos y la paralización de la Unión del Magreb Árabe, tiene consecuencias para toda la región. El Banco Mundial estimó en un estudio publicado hace dos años que si hubiera normalidad en la zona, las exportaciones marroquíes a Argelia no serían, como ahora, simbólicas, sino que alcanzarían los mil millones de dólares generando un incremento de hasta el 2% de su PIB. También Argelia saldría ganando.

Incluso el sur de Europa sacaría provecho. Un estudio encargado en 2002 por el Ministerio de Economía de Italia preveía que, si se pusiera en marcha la integración del Magreb, el crecimiento de la zona se situaría en un 8%. La onda expansiva haría que el PIB de España aumentase en un 0,3% adicional.

Si el coste económico-militar ha sido hasta ahora ignorado, el humano sí es evocado con frecuencia. Incluye desde los miles de refugiados saharauis en Tinduf hasta los presos marroquíes que se pudrieron en las mazmorras del Polisario, pasando por los independentistas desaparecidos años atrás a manos de la policía secreta de Marruecos o las 200.000 minas esparcidas por el territorio que dificultan el nomadismo y causan estragos en los rebaños.


El Polisario lleva su capital a la 'zona liberada'

Tifarity no es más que un caserío erigido en medio de una meseta pedregosa en el que el principal edificio es un ambulatorio bautizado pomposamente Hospital Navarra, porque fue construido con la ayuda de esa comunidad.

Está a 280 kilómetros al suroeste de Tinduf, la ciudad argelina en cuyos alrededores se asientan los campamentos de refugiados saharauis, pero como carece de carretera asfaltada, los todoterreno del Frente Polisario tardan no menos de ocho horas en llegar hasta Tifarity por caminos polvorientos.

Está, sobre todo, a 50 kilómetros del muro construido por el Ejército marroquí en el Sáhara y en esa quinta parte del territorio de la ex colonia española que el Polisario considera zona liberada. Ahora su líder, Mohamed Abdelaziz, quiere "afianzar la soberanía saharaui" sobre el poblado.

Con tal propósito anunció el traslado a Tifarity del Consejo Nacional Saharaui, el Parlamento de 53 miembros, la atribución de parcelas a la población civil local para que construya viviendas y la edificación de un ayuntamiento.

A más largo plazo, "atraerá un número apreciable de saharauis, sobre todo de los campamentos de refugiados", pronostica la agencia de prensa del Polisario. Un traslado masivo de refugiados de Tinduf a Tifarity requeriría un enorme apoyo logístico argelino.

África del Sur, el gran aliado de Polisario, costeará además un complejo deportivo que incluye un campo de fútbol. La cooperación española, en este caso el Ayuntamiento de Sevilla, pagará un pequeño embalse de 3.000 metros cúbicos de agua. El subsuelo de la zona contiene reservas.

El empeño por potenciar Tifarity irrita a Marruecos, que insiste en que el caserío está en una zona tapón que quedó desmilitarizada en 1991 tras el acuerdo de alto el fuego entre Rabat y el Polisario.

El enojo marroquí quedó plasmado hace diez días en un comunicado de su Ministerio de Exteriores en el que asegura que "no tolerará una ruptura del status quo". Rabat, concluye, está "determinado a preservar por todos los medios su integridad territorial".

El próximo domingo se iniciará en Manhasset (Nueva York) la cuarta ronda negociadora entre Rabat y el Polisario. Las tres anteriores no dieron ningún resultado y el incremento de la tensión hace prever que la que empieza ahora tampoco registre avances.

http://www.elpais.com/articulo/internacion...lpepiint_14/Tes
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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Mar 12 2008, 03:39 PM
Publicado: #1386





Invitado






El Supremo confirma la condición de asilado político al opositor guineano Severo Moto

El Gobierno recurrió su asilo por considerarlo implicado en intentonas golpistas en Guinea Ecuatorial

AGENCIAS
Madrid

ELPAIS.com
España
12-03-2008

El Tribunal Supremo (TS) ha anulado el acuerdo del Consejo de Ministros de 2006 por el que fue revocada la condición de asilado del opositor de Guinea Ecuatorial Severo Moto, según ha informado el alto tribunal en una nota de prensa. Así lo ha acordado la sección quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TS al estimar el recurso interpuesto por Moto contra la decisión del Gobierno, que fue suspendida cautelarmente por el Supremo en el verano de 2006 mientras se resolvía el asunto.

En enero de 2006, el Gobierno español retiró la condición de refugiado político a Moto tras demostrarse su participación en diversos intentos de golpe de Estado contra el Gobierno de Guinea Ecuatorial.

Simon Mann implica a España


Por otra parte, el antiguo militar de las fuerzas especiales británicas Simon Mann, presunto "cerebro" de un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial, ha acusado a los Gobiernos de España, Reino Unido y Sudáfrica de haber estado implicados en el intento de derrocar en marzo de 2004 al presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo para situar en su lugar al dirigente opositor Severo Moto, exiliado en Madrid.


En una entrevista exclusiva al canal de televisión Channel 4, emitida anoche, Mann aseguró desde el penal de Black Beach, en Malabo, que él fue el "gestor, no el arquitecto", del intento de golpe de Estado y que el "hombre principal" en la trama fue el empresario petrolero libanés Ely Calil. "Había muchas personas por debajo mío, incluidos los que fueron detenidos conmigo en Zimbabue, y muchas otras detrás en la maquinaria" de la operación, prosiguió, en el que supone su primer reconocimiento de culpabilidad. Según Channel 4, Mann no aportó ninguna prueba física que corroborase sus acusaciones.


Según Maan, el golpe de Estado formaba parte de un plan para cambiar el régimen de Obiang Nguema en beneficio de Severo Moto, actual presidente del autoconstituido Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio. Reino Unido y España apoyaban a Moto, aseguró Simon Mann, en respuesta a la pregunta sobre qué gobiernos estuvieron implicados en la operación.


Channel 4 aseguró que el Gobierno español ha negado categóricamente su implicación en los hechos y ha afirmado que las acusaciones son "completamente infundadas". Por su parte, Severo Moto ha negado siempre cualquier implicación en estos hechos y en esta ocasión se negó a comentar a Channel 4 las acusaciones vertidas por Simon Mann en la entrevista.


Un hijo de Margaret Thatcher


En la entrevista, Mann implicó también a Mark Thatcher (hijo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher), quien ha negado los hechos y llegó a un acuerdo con las autoridades de Pretoria para reducir su pena a cambio de su cooperación. Thatcher declaró recientemente a Channel 4 que Mann es un "viejo amigo" y que siente una gran "solidaridad" con él en todo lo relacionado con este asunto.

http://www.elpais.com/articulo/espana/Supr...lpepunac_18/Tes

http://www.elpais.com/todo-sobre/persona/Severo/Moto/5609/


http://www.elpais.com/todo-sobre/pais/Guinea/Ecuatorial/GNQ/

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/12/e...mp;t=1205332240

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/12/e...1205318523.html

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080312/53445002710.html


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Invitado_Pepin_*
mensaje Mar 12 2008, 08:41 PM
Publicado: #1387





Invitado






Blakbeach por dentro

http://www.channel4.com/player/v2/player.jsp?showId=11401


http://www.guardian.co.uk/media/2008/mar/1...&feed=media

http://www.aarongardner.net/blog/archives/000132.html

http://www.piensachile.com/content/view/69/5/

http://www.libertaddigital.com/noticias/no...1276325620.html

Pétrole du golfe de Guinée. Les hommes de pouvoir, biographies exclusives :

Ely Calil, Trader.

REFERENCIAS: Trader especializado en proyectos petroleros en África del Oeste - Consejero en temas del petróleo del presidente senegalés Abdoulaye Wade y del presidente del Chad Idriss Deby.

INFLUENCIA: Índice de poder: Máximo (cinco sobre cinco)

Trader y consejero de jefes de Estado: De origen libanés, Elie Khalil, que ha transformado su nombre en Ely Calil, es un trader con base en Londres que ha montado en estos últimos años proyectos de refinanciación petroleros de importancia en Nigeria, en Angola y en el Congo-Brazzaville. En Nigeria, Calil era uno de los traders del ex-presidente Soni Abacha - en el poder desde 1993 hasta su muerte en 1998. Calil es también consejero de otros presidentes africanos, entre ellos Abdulaye Wade (Senegal) e Idriss Deby (Chad)


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Invitado_Katharina Von Strauger_*
mensaje Mar 13 2008, 08:04 AM
Publicado: #1388





Invitado






El Supremo mantiene a Severo Moto como asilado


J. M. L.
Madrid

EL PAÍS
España
13-03-2008

El dirigente del opositor Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, Severo Moto, podrá seguir en España como asilado político, después de que la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo anulase ayer la decisión del Consejo de Ministros que en 2006 le revocó la condición de asilado.

Severo Moto disfruta desde hace más de 20 años del estatuto personal de refugiado político en España, situación que fue revocada el 10 de enero de 2006 al entender el Gobierno que sus actividades contra el régimen guineano pusieron "en grave peligro los intereses generales de España".

En concreto, sendos informes de la Comisaría General de Información y el Centro Nacional de Inteligencia pusieron de relieve que Moto realizó "actos fundamentales" para reclutar mercenarios y comprar armas con las que intentar derrocar al régimen de Teodoro Obiang.

En julio de 2006, el Supremo suspendió cautelarmente la retirada del asilo a Moto por entender que le llevaría a "una situación de inseguridad jurídica", a pesar de descartar que la pérdida de condición de refugiado implicase la entrega a su país de origen. En realidad, España había dado garantías de que en ningún caso Moto sería entregado al régimen guineano de Obiang, y de que la retirada de su condición de asilado implicaría su expulsión a un tercer país.

La sentencia del Supremo, cuyo fallo fue anticipado ayer, se conocerá en los próximos días. Entretanto, el Gobierno, aunque se mostró "convencido" de que Severo Moto ha abusado de su estatus en España, informó de que "acata y respeta" la decisión del Tribunal Supremo, según manifestó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.


http://www.elpais.com/articulo/espana/Supr...lpepinac_12/Tes
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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Mar 15 2008, 10:26 AM
Publicado: #1389





Invitado






"La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor"


AURORA INTXAUSTI
Madrid

EL PAÍS
Cultura
15-03-2008

El inspector Kurt Wallander, personaje literario creado por el escritor sueco Henning Mankell (Estocolmo, 1948), ha arrastrado a la Suecia menos idílica que uno puede imaginar a millones de lectores en todo el mundo. Su próxima obra, Moriré, pero mi memoria sobrevivirá (Tusquets), se editará en España en abril y es una reflexión sobre el devastador impacto del sida en África. El escritor lleva al lector a través de sus palabras por algunos poblados de Uganda. Habla del terror de los occidentales a esa enfermedad, pero sobre todo del dolor y la angustia de los africanos. Mankell estuvo ayer en España para recibir el Premio Reina Cristina de Suecia que le han otorgado por la promoción cultural que hace de su país en España, en donde ha vendido un millón de libros. El escritor reparte su vida entre Suecia y Mozambique, país al que destina importantes ayudas económicas para la educación.

Pregunta. ¿Qué ha aprendido de sus años en África?

Respuesta. Especialmente sobre la condición humana. Cuando llegué a África estaba buscando las diferencias y lo único que he encontrado son similitudes. Hoy sé que todos estamos relacionados, pero con algunas diferencias destacables. En África uno se topa con mucha pobreza que lleva a diferencias en las formas de vivir. La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor. La democracia en Europa es el mejor sistema político que existe. Hay todavía muchos problemas en África por la falta de democracia. En Europa tenemos una importante falta de comprensión sobre nuestra historia. Las generaciones jóvenes saben muy poco sobre la historia y eso es muy peligroso porque eso nos podría llevar a una repetición de los errores del pasado. En África, por el contrario, la gente cuida más de su historia.

P. ¿Su vida en ese continente le ha hecho mejor persona?

R. Sé que sé más de lo que hubiera sabido si tan sólo hubiese vivido en Europa.

P. En abril se edita en España Moriré, pero mi memoria sobrevivirá, una reflexión sobre el sida.

R. Uno de los grandes problemas de África es el sida. En Europa hoy no es una enfermedad mortal, pero allí sí y tenemos que considerar que sigue siendo nuestro problema y estar dispuestos a ayudar a esa gente en nombre de la solidaridad y humanidad. Ayudamos, pero podríamos ayudar mucho más. Todo lo que hacemos llega demasiado tarde. Hagamos lo que hagamos, podemos hacer más y esto es un desafío para nosotros.

P. ¿Qué piensa cuando contempla las decenas de pateras llegando a España?

R. Los países europeos tienen que asumir su responsabilidad para poder ayudar a España. Está absolutamente sola y eso es terrible. No es un problema español sino europeo, y deberíamos ayudar a encontrar las soluciones adecuadas. La solución no es dejar que la gente se muera en sus orillas. Es un hecho terrible.

P. ¿Su proyecto en el teatro Avenida, de Maputo, es un paso más para acabar con el analfabetismo?

R. El analfabetismo es una enfermedad más. Cuando la gente no puede leer, y es mucha, no puede conseguir la información necesaria para protegerse, por ejemplo, del sida y eso trae consigo otros importantes problemas. Es triste y terrible que en 2008 no se haya resuelto el hecho de que tantas personas no sepan leer y escribir. El teatro vivo y la radio son las únicas formas que tiene la gente para ver una exposición de su vida de forma artística. El teatro es tremendamente importante. Sería magnífico presentar Hamlet. Tenemos los recursos, pero hemos optado por no hacerlo porque hay otras obras más importantes para ellos como las que hablan de la vida cotidiana. Se ha representado La casa de Bernarda Alba, de Lorca, porque en la forma en que vive la familia y la situación de la mujer tiene mucho que comunicar a las mujeres de ese continente. Tenemos que pensar y darnos cuenta de que el 75% de nuestro público no sabe leer ni escribir.

P. Tan sólo se ha subido en una ocasión a un escenario. ¿Sentido del ridículo o miedo?

R. Tengo mucho respeto por los actores porque creo que es una de las profesiones más difíciles y complicadas en la vida. Sería una hipocresía pensar que yo tengo algo que hacer en un escenario. No me atrevería, y si lo hiciera espero que los actores me echen. Prefiero funcionar como director o como dramaturgo.

P. Con su inspector Wallander ha mostrado una Suecia bastante terrible. ¿Le gusta el realismo social?

R. Hay que utilizar los crímenes o los delitos como un espejo de la sociedad. Es una tradición antigua en la literatura. Desde el principio los escritores han entendido que la situación dramática que conlleva el delito es una manera muy buena de escribir sobre la sociedad. Tengo que decir que Macbeth es una historia de crímenes magnífica. Hay una parte de las historias de ficción en la que hay crímenes y delitos que no me gusta, es puro entretenimiento. Hay otra en que se relatan historias que me resultan más apetecibles.

P. Su personaje Wallander no es el más simpático del mundo. ¿Se lo llevaría de copas?

R. Para nada, menudo aburrimiento. Dudo que el inspector Wallander y yo fuéramos buenos amigos. Y para escribir no está mal porque resulta más interesante hablar sobre una persona que no te gusta mucho. Puede resultar más divertido. Lo único que tenemos en común él y yo es la edad, nuestra pasión por la ópera italiana y que somos muy trabajadores. En lo demás, afortunadamente, no tengo ninguna similitud con él. Qué aburrido.

P. ¿Tiene intención de recuperarlo como protagonista? ¿Lo llevará a África?

R. He dado muchas vueltas a la cabeza sobre ese asunto. Algún día volveré con él y tengo que encontrar una razón para mandarlo a África. Hay que esperar y ver lo que pasa. Dejé de escribir sobre él por respeto hacia mí y mis lectores. No quería escribir algo en poco tiempo y que la gente viera que me estaba cansando un poco o que se había convertido en rutina. Paré de trabajar mientras estaba contento.


http://www.elpais.com/articulo/cultura/exp...elpepicul_5/Tes
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Invitado_Julian Navascues_*
mensaje Mar 15 2008, 04:37 PM
Publicado: #1390





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Literatura sin papel


WINSTON MANRIQUE SABOGAL

BABELIA
15-03-2008

Novelas cibernéticas, comunidades culturales en internet, librerías y bibliotecas virtuales, autores online, marketing en la red, información en las wikis y soportes electrónicos de lectura muestran el comienzo de una revolución digital. El ciberespacio y las tecnologías emergentes aceleran la transformación hacia una nueva era cultural.


Este es un atisbo al porvenir de pasado mañana. Como si Jorge Luis Borges tuviera razón y el futuro viniera al encuentro del presente.

Imperturbables ante la algarabía matinal, Lucía y Friedrich parecen estatuas vivas sobre la hierba de un parque de Atenas. Están sentados espalda con espalda, con un ciberlibro abierto entre las manos cada uno. Es como sostener sólo las portadas de un libro en el que van pasando páginas virtuales. Él lee una novela y ella corrige su exposición para defender a un cliente. De repente, él dice que le apetece leer otra cosa y toca con el índice uno de los iconos de la página izquierda, tras lo cual aparece un catálogo de novelas. Las mira, y toca la portada del último título de Fred Vargas, que al instante despliega sus primeras páginas. Empieza a leer, pasa página y se sorprende de una palabra, la toca y de ella surge un rótulo con su definición y referencias y enlaces relevantes. A su espalda, ella, con un bolígrafo en la mano, tacha y añade apuntes sobre el texto. Minutos después: "Ya está. Lo voy a enviar". Así es que toca otro icono y desaparece el texto. Entonces gira el ciberlibro que se convierte en un ordenador portátil. Escribe un e-mail, adjunta el texto corregido y lo envía a su bufete de abogados. Pone el ciberlibro de nuevo verticalmente y toca el icono de los periódicos para echarles una ojeada, hasta que pregunta: "¿Nos vamos?". Él responde cerrando su lectura. Se levantan y él abre de nuevo el ciberlibro donde, ahora, aparece una guía de viajes de Atenas. Buscan el parque donde están y seleccionan una ruta visual con GPS, y pasean mientras siguen sus instrucciones y escuchan la información de los sitios de interés por donde pasan hasta perderse por las calles atenienses...


Eso se vería en un asomo a un tiempo borgeano que fluye hacia este presente que vive una transformación derivada del ciberespacio. "Estamos en el comienzo de una revolución de cambio comparable a la invención de la imprenta de Gutenberg en 1440 y al largo proceso de la Revolución Industrial hace 200 años", afirma Rosental Calmon Alves, catedrático de la Universidad de Austin en Tejas, Estados Unidos, periodista brasileño y uno de los expertos y pioneros de periódicos en internet. Una revolución digital con una decisiva influencia en el mundo del libro porque, advierte Calmon Alves, se trata de una gran ruptura de los modelos de creación, promoción, venta y lectura donde no hay fronteras y todo está por ver y descubrir. ¡Conquistar!


Un salto hacia el futuro que ya se ve en las búsquedas de un lenguaje más acorde a las tecnologías emergentes, en una literatura que explora nuevas formas de escribir y narrar, en la redefinición de la industria editorial, en las transformaciones del soporte del libro digital y en la evolución de hábitos de los lectores.
Es el big bang del ciberlibro.




Porque aunque internet cumplirá en 2009 cuatro décadas, éstos son los primeros y trascendentales destellos de los cambios que se avecinan en las prácticas sociales, profesionales y culturales, dice José Antonio Millán, filólogo, escritor, experto en la red y bloguero de El futuro del libro. Un proceso imparable de magia tecnológica con más de 1.200 millones de usuarios de internet que lleva a los adultos a cambiar de chip para, poco a poco, adaptarse a una época que empieza a poblarse de generaciones que tienen en la red su espacio casi natural.


Como esa futurista pareja que pasea por Atenas con un ciberlibro en el cual convergerían servicios hoy dispersos, como internet, telefonía, reproductor de música o GPS. Una cosa los une: el ciberespacio e internet donde todo lo que él contiene y de él sale y hacia él va gana fuerza y popularidad. Así es que los predecesores de ese ciberlibro platónico, a punto de abandonar la caverna de las ideas, tienen nombres que se prestan tanto a un juego como a un trabalenguas: Bookeen Cybook, Kindle, Reader, Keitai Shousetsu, Starebook STK-101 o Hanlin ebook. Y otros cuantos prometidos para este año. Las empresas saben que parte de su éxito estará en no traicionar al libro como artefacto casi perfecto en forma y contenido.
Siguen la ruta de la música. Buscan ser el iPod de los libros. Por ahora.




"Estos avances no son una amenaza para el libro. Es una forma distinta de hacerlos. Una oportunidad de crecer que obliga a modificar el negocio", asegura Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). "La red ya es parte de la vida y debemos sacarle el mejor provecho para avanzar", reconoce Ángeles Aguilera, directora de Comunicación y Marketing de Santillana y una de las responsables del viaje de este grupo editorial al ciberespacio.


Es un periodo de transición donde la literatura roza la idea babélica de su biblioteca ideal. Y más allá. No sólo es el acceso casi infinito a los libros y a la información, sino también a las posibilidades de su propia creación como instrumento del saber, del arte y del entretenimiento. De tener claro que más que conocer la información lo que importa es saber dónde hacer clic para encontrarla, bajo la trinidad de creer, arriesgar e interactuar.




La reinvención del escritor


Dos dimensiones paralelas y convergentes que se retroalimentan conviven hoy en el mundo del libro: lo tradicional y lo digital. "Más que la concepción de libro, lo que ha cambiado internet es la concepción de arte o de expresión artística", aclara Jaime Alejandro Rodríguez, escritor de hipernovelas y profesor de literatura de la Universidad Javeriana de Colombia. Y recuerda que esto ha traído nuevos soportes para la expresión: "Los e-books (versiones digitales de libros), los hipertextos, los hipermedias, que posibilitan nuevas formas de expresión donde, por un lado, la palabra se hace relativa frente al poder de otros medios, frente al poder del multimedia, y por el otro, se entrega el poder al lector gracias a la ampliación de la interactividad".


Una vez en el ciberespacio, la creación literaria ha inaugurado dos eras: la del creador novato y la del lector interactivo. La primera tiene que ver con el hecho de que una de las ventajas de la democracia abierta de internet es que permite a cualquier persona exponer, o colgar, allí sus ideas y trabajos. ¿El resultado? Una fiebre de autorías amparadas en la protección de la anonimia de la red. Es la parte más popular de este big bang que incentiva la creación literaria en múltiples versiones.
Es el ciberedén de la literatura.




Y a él acuden toda clase de autores. Desde los que ponen en la red su novela en e-book, como hizo Stephen King en el año 2000 con Riding Bullet, hasta aquellos que buscan la multiautoría con los cibernautas. Uno de los pioneros fue John Updike cuando en 1997 escribió en la red el comienzo de Murder makes the magazine, que continuaron los internautas con la condición de que él mismo escribiría el final un mes después. Una variante de la multiautoría es la del escritor que empieza a escribir en la red y los cibernautas le sugieren por dónde y cómo debe continuar. En España, uno de los primeros en explorar este campo fue Lorenzo Silva, cuando en 2001, y durante diez semanas, escribió La isla del fin de la suerte. Una de las nuevas puertas la abrió Paulo Coelho cuando colgó en la red la cuarta parte de su novela La bruja de Portobelo, dos meses antes de su publicación, abrió un blog y un foro con los lectores. Una iniciativa con la que un autor podría cambiar la obra, según los comentarios de los lectores.



Pero todo esto son recursos demasiado terrenales para las verdaderas posibilidades que ofrece la red al permitir adentrarse en el ADN de sus circuitos. Ahí están las novelas electrónicas que utilizan el hipertexto, el vídeo y el audio. El colombiano Jaime Alejandro Rodríguez ha contribuido a despejar ese camino con su hipernovela Gabriela infinita, una obra metamórfica que primero fue libro, luego hipertexto y finalmente hipermedia. Después conquistó nuevos predios ciberliterarios con Golpe de gracia, con la cual obtuvo el año pasado el I Premio UCM/Microsoft a Literatura en español del texto hipermedia. Una obra donde el lector interactúa en un juego literario multimedia (www.javeriana.edu.co/golpedegracia/).


Más populares son los formatos del blog y videoblog. Penúltimo hallazgo y legado de estas rutas divergentes forjada por los cibernautas. Apenas sobrepasa la década de su nacimiento y ya hay 27 millones de blogs, una insospechada cifra de seguidores-lectores y un incalculable número de blognovelas y bloglibros para los que ya se ha creado un premio literario, si pasan al formato libro: el Blooker. La primera edición la inauguró en 2007 el soldado estadounidense Colby Buzzell, que contó online sus vivencias en la guerra de Irak desde una tienda de campaña. La experiencia del blog fue recogida en el libro My war. Killing time in Irak (Mi guerra. Matando el tiempo en Irak). Un hecho que agita el debate sobre si los blogs son un nuevo género literario. En esta convivencia y ajuste de eras, las galeradas originales de los libros empiezan a ser reliquias. Los autores envían sus obras en formato digital o PDF a agentes y editores, que los leen en su ordenador o en un soporte de lectura digital portátil. Una de ellas es la agente Mónica Martín, que ha reconocido que algunos autores sólo le entregan los manuscritos como un gesto simbólico. Blanca Rosa Roca, de Roca Editorial, cree que los lectores digitales son "un buen medio para leer manuscritos, se pueden cargar muchos y se ahorra papel e impresión". Y cuenta que Hachette ya ha entregado a sus editores los Sony Reader. Además, las editoriales ya tienen en sus webs un apartado donde los escritores pueden enviar sus propuestas literarias.




La redefinición del mundo editorial

La industria editorial parece la más dudosa frente a esta transformación del libro. "La gente está acostumbrada al libro de toda la vida", es una de las frases que más se escucha. Una frase hecha que no tiene en cuenta a las nuevas generaciones, más familiarizadas con tecnologías emergentes.


"Los libros son más que la literatura. El gran comercio está en los ejemplares de texto o de profesionales", aclara Antonio María Ávila. Recuerda que la literatura representa sólo el 30% del mercado editorial y que el sector jurídico es uno de los pioneros en ediciones y ventas digitales, "porque sus profesionales necesitan estar al día continuamente". Y da un dato: entre el 60% y el 70% de los títulos que se venden en España de ese sector son e-books. Para que esta expansión llegue a otros géneros, asegura, primero hay que solucionar problemas como los derechos de autor o colocar códigos de seguridad para evitar descargas ilegales. "Hoy por hoy la gente no los demanda".


Aunque la realidad empieza a mostrar otro panorama. El 80% de los lectores españoles tiene ordenador en casa y el 65% usa internet; y de ellos, el 19% descarga literatura, sobre todo los menores de 24 años y los mayores de 65, revela el informe de la FGEE.



Es el atajo hacia un futuro donde agentes y editores redefinen sus papeles. La venta de títulos por internet crece en el mundo, y aunque en España sólo representa el 1% del total de la facturación, entre los usuarios de la red ya es del 11,1%. Librerías virtuales pioneras como Amazon.com, que en 1995 empezó a vender e-books, o editoriales como Random House y HarperCollins en 2002 y, más recientemente, Google Books, que tienen la misma estrategia, han crecido. Un sistema que ha revitalizado el comercio del libro antiguo y está acabando con el almacenamiento tradicional.


Una salida que han encontrado varias editoriales de todo el mundo es unirse en el proyecto ReadonTime para abordar el comercio del libro electrónico sobre demanda (POD, Print on Demand). Los asociados depositan ahí sus contenidos para que el título solicitado llegue al cliente en un plazo máximo de cinco días, utilizando la planta de impresión más próxima del comprador. Lo que, según José Antonio Millán, suscita interrogantes como el papel de las librerías. "¿Qué cambiaría en un panorama con ReadonTime a pleno funcionamiento?", se pregunta, y él mismo se responde: "Que parte de la irracionalidad de un sistema que mueve libros para no venderlos podría desaparecer. Sobre todo cuando en España uno de cada tres ejemplares es devuelto a los editores". Por eso sugiere que las librerías se conviertan en punto de petición/recogida de libros impresos sobre demanda.
Desafíos y amenazas que no se quedan ahí y siguen emboscando.




Hay nuevas editoriales que permiten a los autores editar y vender sus propios libros con más ganancias. Una de las pioneras es Lulu.com, cuyo eslogan es: "El ingrediente secreto de Lulu.com es que damos al autor el 80% de los beneficios". O que facilitan la autoedición, www.ciberautores.com.


Toma fuerza la creación de títulos personalizados. El TasteBook, por ejemplo, es una web que ofrece a cada usuario la posibilidad de crear su propio libro de recetas, un primer paso para otra clase de temas.


Avanzan las máquinas de hacer libros como la Espresso, que puede imprimir dos ejemplares cada siete minutos, de hasta 500 páginas y en varios idiomas.


Sin contar con la posibilidad de imprimir cada uno en casa una vez se solucionen asuntos jurídicos y códigos de seguridad. El director de la FGEE aboga por una legislación de escala mundial para asuntos como los derechos de autor.


Pero el principal temor para editores, distribuidores y libreros, aunque sea el mejor regalo para los lectores, es hallar el dispositivo de lectura digital ideal. Está próximo. Los formatos están cambiando velozmente. De los primeros lectores de e-books como Rocket eBook y Softbook, hace diez años, se ha pasado al Sony Reader o al Kindle, de Amazon, que acaba de incorporar el audiolibro. Además, existen lectores digitales para ciegos a través de un conversor de voz. Y para este año se espera otro gran salto hacia el futuro con el Readius (de Polymer Vision), un híbrido de móvil y lector e-book con una pantalla extensible y enrollable de papel electrónico, o con el prototipo de Asus Eee, o el de HP, o el que preparan Iriver y Philips.


Pero "¿por qué los libros son el último bastión de lo analógico?", preguntó en otoño pasado Jeff Bezos, fundador de la librería online Amazon.com, durante la presentación de Kindle. Y de inmediato se respondió: "Porque los libros son objetos muy sofisticados y sirven tan bien a su propósito que era difícil superarlos". Ése es el reto. Por eso los actuales lectores electrónicos y los prototipos por salir buscan emular al libro tradicional con efectos del papel y la tinta, y quizá añadirle audio e internet. Les quedan obstáculos como el hecho de que los modelos comercializados aún no son del todo abiertos; por ejemplo, el Kindle sólo admite los 90.000 títulos digitalizados de Amazon.


La evolución cibernética continúa. "Es la ruptura de los modelos de producción y negocio. Creo que el libro como lo conocemos será un lujo", vaticina Rosental Calmo.
"A lo mejor esto de internet sólo es la punta del iceberg de la revolución digital".



La era de los lectores


Los que sí han cambiado de chip son los de marketing de las editoriales. Saben que la red es una gran plataforma de promoción y lanzamiento de libros y autores. De conquista de lectores. También saben que estar ahí ya no tiene mucho mérito, lo difícil es hacerse notar, saber dónde hay que estar, cuenta Ángeles Aguilera, de Santillana: "Dar facilidad para que te localicen, tener enlaces, y que te encuentren rápidamente en la red".
Del boca a boca se ha pasado al clic a clic.



Es la ruta donde se juega parte del futuro con singulares estrategias. Desde los tradicionales samplers, o fragmentos de capítulos, que han saltado a la red a manera de primicia con semanas de antelación a la llegada del libro a las librerías, hasta las webs donde los propios escritores hacen sus videonovelas o se presentan y comentan sus obras, como en www.conoceralautor.com. Todo ello apoyado por oficinas de prensa virtuales de las editoriales con toda la información de éstas, catálogos, múltiples enlaces, performances de autores, tráilers de novelas, acciones para sondear la opinión de los libros antes de sacarlos al mercado y los famosos blogs.


Casi todas las editoriales han reforzado sus páginas web y creado minisites específicas para libros como www.lasombradel viento.net, de Planeta; www.seelprimeroen leerlo.com, de Random House Mondadori; o www.alfaguarainfantilyjuvenil.com/ crepúsculo, de Santillana, que da cuenta del fenómeno que ha representado Stephenie Meyer, con 1.700 vídeos en YouTube. Las comunidades de lectores, o grupos sociales, son fundamentales para Santos Palazzi, director general del área de Mass Market de Planeta: "Es donde los lectores opinan, promueven debates y relatan sus experiencias y proponen títulos o autores a publicar"; cita como ejemplos las de www.scyla.com y www.mascercadeti.com. "No sólo queremos dar información al lector sino recibir información de él", asegura Carmen Ospina, responsable de Nuevos Proyectos de Marketing en RHM.


Interactuar es la clave en internet. Un espacio que, en palabras del brasileño Rosental Calmo, "requiere poca inversión, mucha rentabilidad, pero gran dedicación". Algunos escritores lo saben y ellos mismos toman las riendas de su destino. Es el caso de la valenciana Laura Gallego, que tiene una dinámica página web personal con blog y foros donde mantiene un diálogo constante con los seguidores de su exitosa trilogía fantástica Memorias de Idhún.


Las estrategias online de las editoriales han encontrado un aliado en canales digitales como YouTube o MySpace, donde, por ejemplo, los tres grupos editoriales consultados cuelgan tráilers y verdaderos cortometrajes de sus títulos. También existen sellos creados exclusivamente para el ciberespacio. Uno de ellos es Manderley, de novela romántica, que además de su web tiene el foro www.pasionmanderley.com. Lo que se nota en internet, señala Ángeles Aguilera, "es el target o tipo de público: los mayores de 50 años lo usan para informarse, y los de 12 a 25, como medio de comunicación". Y todos tienen como uno de sus ciberlugares preferidos a las wikis, esas web informativas donde cualquier persona puede crear, añadir o editar información. Confirmación de que los hábitos de adquirir conocimiento han cambiado.


Otra tendencia es la de que las giras promocionales de los escritores empiezan a reemplazarse por videoconferencias o videopresentaciones. Otra muestra del impacto y poder de la red es que antes del 27 de febrero, cuando se falló el XI Premio de Novela Alfaguara, el nombre del ganador, el cubano Antonio Orlando Rodríguez, tenía muy pocas referencias en Google y Yahoo. Hoy, 17 días después, esas referencias se acercan a las 300.000. Una confirmación de que quien no está en el ciberespacio es como si no existiera.


Todos reconocen que deben tomarse en serio la filosofía de "el lector es primero". El mismo lector que a su vez ha convertido el ciberespacio en un festín del cuarto de hora warholiano, sin temor a la advertencia de Victor Hugo de que "la popularidad es la gloria en calderilla".


Pruebas de la naturaleza proteica de la red. Prueba de que éste es el siglo del creador novato y del lector. Él es quien manda más que nunca gracias al poder que le concede el ciberespacio, mientras todos lo cortejan. Son la quinta parte de la humanidad, 1.200 millones de personas conectadas a internet. Son los baquianos que van espantando los miedos del futuro cibernético y liderando la evolución de una raza que empieza a mudar de terrícola a cibernícola.



http://www.elpais.com/articulo/semana/Lite...elpbabese_2/Tes

http://www.elpais.com/graficos/tecnologia/...lpeputec_1/Ges/

http://www.elpais.com/articulo/semana/blog...elpbabese_4/Tes

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http://www.elpais.com/articulo/semana/resc...elpbabese_5/Tes

http://www.elpais.com/articulo/semana/Webs...elpbabese_6/Tes

http://www.elpais.com/articulo/semana/bibl...elpbabese_7/Tes

http://www.elpais.com/articulo/viajes/Sena...lpviavje_6/Tes/


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Invitado_Andy Maykuth_*
mensaje Mar 16 2008, 12:14 PM
Publicado: #1391





Invitado






Más pobres que nunca

Paul Collier, profesor de economía en Oxford, explica en 'El club de la miseria' (editorial Turner) por qué, pese a que el progreso llega también al Tercer Mundo, hay aún mil millones de personas que viven en condiciones de extrema pobreza

Paul Collier

DOMINGO
16-03-2008

El Tercer Mundo se ha reducido. Durante los últimos cuarenta años, el desafío del desarrollo consistió en el enfrentamiento entre un mundo rico de mil millones de personas y otro pobre de cinco mil millones. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por las Naciones Unidas para supervisar el progreso en materia de desarrollo hasta 2015 sintetizan ese enfoque. Sin embargo, cuando lleguemos a 2015, esta forma de considerar el desarrollo se habrá quedado obsoleta. La mayoría de esos cinco mil millones, un 80%, vive en países que, efectivamente, están desarrollándose, y con frecuencia a una velocidad increíble. El verdadero desafío del desarrollo viene planteado por la permanencia en los últimos puestos de la economía mundial de un grupo de países rezagados y, en no pocos casos, sumidos en un estrepitoso fracaso.

Este auténtico club de la miseria convive con el siglo XXI, pero su realidad es la del siglo XIV: guerras civiles, epidemias, ignorancia. La inmensa mayoría de sus miembros se concentra en África y Asia central, a los que hay que añadir algunos casos aislados en otras latitudes. Incluso en la década de 1990, que en retrospectiva se antoja una etapa dorada entre el final de la guerra fría y los atentados del 11 de septiembre, las rentas en ese grupo disminuyeron en un 5%. Tenemos que acostumbrarnos a invertir las cifras a las que estábamos habituados: ahora hay un total de cinco mil millones de personas que ya son prósperas o, cuando menos, van camino de serlo, y mil millones que están estancadas en la miseria.


Es un problema importante, y no sólo para esos mil millones de personas que viven y mueren en condiciones propias de la Edad Media, sino también para nosotros. El mundo del siglo XXI, este mundo de bienestar material, viajes internacionales e interdependencia económica, será cada vez más vulnerable ante estas grandes bolsas de caos económico y social. Y el problema es importante ahora mismo, pues, a medida que los países del club de la miseria se vayan descolgando de una economía mundial cada vez más compleja, la integración les resultará cada vez más difícil. Sin embargo, éste es un problema que los que se dedican al desarrollo, tanto en su vertiente empresarial como en la propagandística, se niegan a reconocer. La vertiente empresarial la integran los organismos de cooperación y las compañías que obtienen los contratos para los proyectos de las primeras. Ambos se oponen, con tenacidad de burócratas que ven peligrar su estatus, a la tesis que vengo formulando, pues prefieren que las cosas se queden tal como están. Una definición de desarrollo que englobe a cinco mil millones de personas les da vía libre para introducirse en todas partes o, mejor dicho, en todas partes menos en el club de la miseria. Ahí, en el furgón de cola de la economía mundial, las condiciones son bastante duras. Todos los organismos de desarrollo tienen dificultades para que su personal acepte trabajar en Chad o en Laos; los destinos más glamourosos son China o Brasil. El Banco Mundial tiene grandes oficinas en todos los países de renta media de cierta importancia, pero ni un solo funcionario en la República Centroafricana. Así pues, que nadie espere que el brazo empresarial del desarrollo vaya a cambiar de enfoque por iniciativa propia.



La propaganda del desarrollo la generan las estrellas de rock, los famosos y las ONG, y, dicho sea en su honor, sirve para centrar la atención en la situación desesperada de los miembros del club de la miseria. Gracias a su labor, África figura en la agenda del G-8. Sin embargo, este brazo propagandístico del desarrollo, obligado a generar eslóganes, imágenes e indignación, no tiene más remedio que simplificar sus mensajes. Por desgracia, aunque la penosa situación de los mil millones más pobres del mundo se presta a simplezas moralizantes, las soluciones exigen algo más. Estamos ante un problema que debe abordarse mediante varias medidas simultáneas, algunas de ellas aparentemente contrarias al sentido común, y no podemos basar la estrategia en esta especie de farándula del desarrollo, que en ocasiones es todo corazón y nada de cabeza.



Por lo que respecta a los Gobiernos de los países más pobres, las condiciones imperantes propician los casos extremos. A veces sus dirigentes son psicópatas que han llegado al poder mediante el asesinato, otras veces son sinvergüenzas que lo han hecho a base de comprar a todo el mundo, y otras son personas valerosas que, por increíble que parezca, se empeñan en construir un futuro mejor para su país. En estos Estados, la apariencia de gobierno moderno no es en ocasiones más que una simple fachada, como si sus dirigentes representasen un papel teatral. Se sientan a las mesas de negociación internacionales, como la Organización Mundial de Comercio, pero no tienen nada que negociar. Ni siquiera cuando sus sociedades se van a pique dejan de ocupar esos sillones: años después de que el Gobierno de Somalia dejara de existir como tal, sus "representantes" oficiales todavía se presentaban en los foros internacionales. Por consiguiente, no cabe esperar que los Gobiernos de los países del club de la miseria vayan a unirse para formular estrategias de tipo práctico: se encuentran divididos entre héroes y villanos, y de algunos apenas si puede decirse que ejerzan un poder real. Para que en el futuro nuestro mundo sea habitable, los héroes deberán hacerse con la victoria, pero los villanos cuentan con las armas y con el dinero, y por ahora van ganando. Así seguirán las cosas a menos que cambiemos radicalmente de enfoque.



En su día, todas las sociedades fueron pobres, pero la mayoría está levantando cabeza; ¿por qué las demás no lo consiguen? La respuesta está en las trampas. La pobreza en sí no es una trampa; de lo contrario, todos seguiríamos siendo pobres. Visualicemos, por un momento, el desarrollo como una serie de toboganes y escaleras. En el moderno mundo globalizado existen algunas escaleras fabulosas: la mayoría de las sociedades las está utilizando para subir. Pero también hay unos cuantos toboganes, por los que se precipitan ciertas sociedades. Los países más pobres son una minoría sin suerte, y además están estancados. (...)



Esta brecha entre los mil millones de miserables y los demás países en vías de desarrollo, ¿ha existido siempre o se ha abierto porque los primeros se han quedado atrapados? Para averiguarlo hay que desglosar las estadísticas que se han venido usando en la descripción de aquellos que venimos catalogando como "países en vías de desarrollo". Pongamos un ejemplo hipotético. Prosperia es un país con una boyante economía que crece a un ritmo del 10%, pero tiene pocos habitantes. Catastrofia tiene una pequeña economía que decrece a un 10%, pero su población es numerosa. El método habitual, el que usa, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su publicación bandera, el World Economic Outlook, es calcular el promedio de cifras relacionadas con el tamaño de la economía de un país. En virtud de este método, la economía de Prosperia, grande y pujante, introduce un sesgo al alza y hace que suba la media, de tal forma que, considerados a la par, los dos países aparecen como economías en crecimiento. El problema es que este método describe lo que ocurre desde el punto de vista de la unidad de renta, no desde la perspectiva del individuo. La mayoría de las unidades de renta están en Prosperia, pero la mayoría de las personas están en Catastrofia. Si lo que queremos es describir cómo vive el habitante tipo de los países del club de la miseria, tendremos que manejar cifras basadas en la población de un país, no en su renta. ¿No da lo mismo? Si, tal y como sostengo en este libro, los países más pobres están efectivamente descolgándose del resto, la respuesta es que no, no da lo mismo, porque los promedios en función de la renta niegan toda importancia a estos países. La experiencia de sus habitantes no cuenta gran cosa precisamente porque son pobres: su renta es insignificante


Si promediamos los datos como es debido, ¿qué nos encontramos? Los países en vías de desarrollo que no forman parte del club de la miseria, los cuatro mil millones que están en medio, han experimentado un crecimiento rápido y acelerado en materia de renta per cápita. Veámoslo década por década. En la década de 1970 crecieron a un 2,5% anual, un ritmo esperanzador pero no extraordinario. En las décadas de 1980 y 1990, el crecimiento se aceleró hasta llegar a un 4%. Durante los primeros años del presente siglo volvió a acelerarse hasta el 4,5%. Puede que estos índices no resulten sensacionales, pero no tienen precedentes en la historia. Significan que los niños de esos países van a tener unas vidas adultas radicalmente diferentes: siguen siendo pobres, ofrecen motivos para la esperanza: el tiempo juega a su favor.



¿Qué ha ocurrido, en cambio, con los países del club de la miseria? Analicémoslo de nuevo década a década. Durante la década de 1970, su renta per cápita creció un 0,5% anual, de modo que en términos absolutos mejoraban ligeramente, pero a un ritmo apenas perceptible. Dada la elevada inestabilidad de las rentas individuales en estas sociedades, lo más probable es que esa ligera tendencia general hacia la mejora haya quedado sepultada bajo los riesgos individuales. En el clima social habrán pesado más los miedos individuales a caer que la esperanza que pudiera derivarse del progreso de la sociedad en su conjunto. En la década de 1980, el rendimiento de los países más pobres del mundo empeoró muchísimo y sus economías decrecieron un 0,4% anual; en términos absolutos, a finales de esta década habían retrocedido al nivel de 1970. La única experiencia económica de quienes vivieron en estas sociedades durante ese periodo de veinte años fue la volatilidad: a unos les fue bien, y a otros, fatal. Desde el punto de vista del conjunto de la sociedad, no había ningún motivo para la esperanza. Entonces llegó la década de 1990 -ese intervalo entre la guerra fría y el 11 de septiembre-, que, visto ahora, se nos antoja una década dorada: la década de los cielos despejados y los mercados en auge. Para los mil millones del club de la miseria, sin embargo, no fue tan dorada: el ritmo de crecimiento negativo de sus países se aceleró hasta llegar al 0,5% anual, es decir, que al terminar el milenio eran más pobres que en 1870. (...)


No vamos a conseguir que la pobreza "pase a la historia" a menos que las economías de los países del club de la miseria empiecen a crecer, y no van a crecer sólo porque los convirtamos en Cuba. Cuba es un país igualitario, de renta baja y económicamente estancado, que cuenta con buenos servicios sociales. Si los países más míseros imitaran a Cuba, ¿solucionarían así sus problemas? Pienso que la inmensa mayoría de los habitantes de esos países -y hasta la inmensa mayoría de los cubanos- lo consideraría un fracaso sin fin. A mi modo de ver, de lo que se trata en materia de desarrollo es de infundir en la gente la esperanza de que sus hijos van a vivir en una sociedad que se ha puesto al nivel del resto del mundo. Si se acaba con esa esperanza, los individuos más inteligentes no dedicarán sus energías a desarrollar su sociedad, sino a escapar de ella, tal y como han hecho millones de cubanos. Para que esas sociedades alcancen al resto del mundo tendrán que aumentar radicalmente su ritmo de crecimiento. El hecho de que lleven tanto tiempo estancadas indica que va a ser una labor difícil. ¿Qué podemos hacer, aparte de preocuparnos?


El problema de los mil millones de habitantes del club de la miseria es grave, pero se puede solucionar. Es mucho menos imponente que los dramáticos problemas que se superaron en el siglo XX: las enfermedades, el fascismo y el comunismo. Eso sí, como todos los problemas serios, es complicado. El cambio tendrá que originarse en el interior de esas sociedades, pero las medidas y las políticas que nosotros adoptemos ayudarán a que las iniciativas propias tengan más probabilidades de acometerse y fructificar.



Vamos a necesitar un abanico de herramientas políticas para animar a los países más míseros a adoptar medidas que propicien el cambio. Hasta ahora hemos usado mal esas herramientas, luego hay un amplio margen para la mejora. El principal reto es que requieren la participación de diversos agentes gubernamentales, y éstos no siempre se muestran dispuestos a colaborar. Las cuestiones de desarrollo se han encomendado tradicionalmente a los organismos de cooperación, que ocupan uno de los últimos lugares en la jerarquía de casi todos los Gobiernos. El Departamento de Defensa de Estados Unidos no está dispuesto a seguir las recomendaciones de su Agencia de Desarrollo Internacional. El Ministerio de Comercio e Industria británico no va a hacer caso al de Desarrollo Internacional. Para llevar a cabo una política coherente de desarrollo hará falta adoptar un enfoque que englobe a todo el Gobierno. Este nivel de coordinación exige que los jefes de gobierno presten atención al problema, y comoquiera que el éxito depende de muchos más factores que de lo que haga Estados Unidos o cualquier otro país por separado, será necesaria la acción conjunta de los principales Gobiernos del mundo. El único foro donde los líderes de estos Gobiernos se reúnen de manera periódica es el G-8. Abordar el problema de los mil millones de miserables es un asunto ideal para el G-8, pero supone emplear todo el abanico de políticas disponibles y, en consecuencia, ir más allá de lo acordado en la cumbre de Gleneagles de 2005, donde los líderes de los ocho países miembros se comprometieron a duplicar los programas de ayuda. África volvió a figurar en la agenda de la cumbre que el G-8 celebró en Alemania en 2007. "África +" debería permanecer en la agenda del G-8 hasta que los países del club de la miseria se liberen de las trampas que impiden su desarrollo. Este libro establece un plan de acción eficaz para el G-8. -




http://www.elpais.com/articulo/reportajes/...lpdmgrep_6/Tes/


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Invitado_Invitado_el fantasma del blog_*_*
mensaje Mar 16 2008, 09:10 PM
Publicado: #1392





Invitado






CITA
Una fría noche como esta, un monje oculto en un recóndito lugar el libro mas anhelado de la historia; “Un mundo sin fin”. Algunos dicen que lo oculto en el cementerio de la Isla de los Leprosos, otros que esta custodiado en la celda del prior Goldwyn y los mas sabios cuentan que el libro esta enterrado en el bosque de Kingsbridge. Pero lo único cierto es que si quieres encontrarlo deberás enfrentarte a los veinte enigmas. Las respuestas a estos enigmas están en las páginas de Los Pilares de la Tierra.

A partir de ahora el tiempo será tu peor enemigo....



CITA
Empédocles

Fragmento

Proemio

Es cosa de Necesidad,
y determinación antigua, eterna de los Dioses,
con amplios juramentos resellada,
que si alguno tal vez de los Demonios
a quienes cayó en suerte vida larga,
por sí y ante sí profanare
con criminoso asesinato
amables miembros,
o, si hubiere faltado en algo,
aun además jurare en falso,
errático ande el tal Demonio
por triples diez mil años
distante de lugar de Bienaventurados;
y que naciendo vaya tal Demonio
bajo todas las formas variadas de Mortales,
de cabo a cabo de los tiempos,
a lo largo
de tornadizas sendas molestas de la vida



II

Como Yo voy ahora vagabundo
y prófugo del cielo,
obediente a la maniática Discordia.
Que ya Yo mismo doncella y doncel fui una vez,
ave y arbusto,
y en el Salado fui pez mudo.
Ay de mí, porque a tiempo
no me deshizo el Día despiadado,
aun antes que en mis labios intentara
de la voracidad los gestos posesores.
De tal holgada beatitud y de tal honra
desdichado de mí,
al prado me volví de los mortales.



III

Lloré y me lamenté
porque en lugar extraño me veía;
lugar desagradable
en que el Asesinato
y Rabia y la ralea entera de los Hados,
y las Enfermedades
secas, contagiosas, las de fluyentes obras
de Desvarío por el prado
vagan y por la sombra.
Aquí se hallaban Chtonia,
y la de vista de largo alcance, Heliopea;
Pelea, la sanguinaria,
Armonía, la de ojos sosegados;
Fealdad y Belleza;
Retardación y Prisa;
Sinceridad, la amable,
y Disimulación, la de negras pupilas;
Nacimiento y Perecimiento;
Dulce Sueño y Vigilia;
y la Inmovilidad y Movimiento;
Miseria y multicoronada Grandeza:
Celeste Voz y divino Silencio.
Con ellos llegué a esa caverna bien cubierta



IV

Ay de ayes...
oh, progenie de los mortales,
despavorida y malafortunada.
de qué discordia fuiste y en qué aperturas engendrada.
Que etérea Fuerza
hasta el Mar va acosando a los mortales;
pero el Mar de sí los escupe
hacia la firme Tierra;
la Tierra a su vez los expone
del Sol a los fulgores incansables,
mas el Sol los embala
en remolinos de Aire.
Que, así, uno de otro los recibe
mas todos los maldicen



V

Planes
de estrechas miras
van esparcidos por los miembros de los mortales
y los asaltan de repente
mil temerosos males
embotadores de la mente.
Mas, al considerar la breve parte de la invivible vida
-oh, en breve morideros-
que, semejante al humo,
se levanta y se vuela,
persuadidos de este único sesgo
cada cual procura lo suyo,
todos, de todas las maneras,
convulsos e impelidos



VI

En cuanto al Todo, cada cual se congratula
de haberlo comprendido;
cuando parejas cosas no son para varones
ni visibles ni audibles
ni comprensibles por entendimiento



VII

Mas Tú,
puesto que aquí te retiraste,
persuádete,
de que no has de ver más de lo que ve mente perecedera



VIII

Y vosotros, Dioses
apartad de la lengua
un maniático hablar de tales cosas;
haced brotar, más bien, la fuente pura de los labios santificados.
Y a ti, Musa,
virgen de múltiple memoria y blancos brazos,
te suplico, si es lícito
en estas cosas, oír a los mortales,
que a las riendas me envíes dócil carro
por Piedad conducido.
Que no me forzará a decir más de aquello
a que la reverencia me obligare
las flores del honor,
de ese honor de buena opinión
que de mortales se consigue
.


IX

Osa, pues,
y en atrevimiento,
a la cima de la sabiduría
asciende apresurado;
y, entonces, mirarás con todo empeño
que es, en cada cosa, lo manifiesto;
y ni aún teniendo vista
la creas más que a las pupilas;
y ni aun oyendo ruidos extremados
los creas más que a claros sonidos de la lengua.
Y donde el pensar este presto
de las demás cosas ninguna creas;
vuelve la espalda a la fe de los miembros;
más bien piensa
que es, en cada cosa, lo manifiesto
.



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Invitado_pastor arturo_*
mensaje Mar 20 2008, 06:43 AM
Publicado: #1393





Invitado






CITA(Raimon @ Dec 11 2005, 11:33 PM) *
Pienso, no obstante, que Jep tiene toda la credibilidad, es obvio que lo de de ser el primer humano que va la caldera es incierto.

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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Mar 22 2008, 01:50 PM
Publicado: #1394





Invitado






El gran viaje de la cultura

El tema de la inmigración, tratado habitualmente en el cine y la música, se hace cada vez más visible en el teatro y las artes plásticas y coge fuerza en la literatura

WINSTON MANRIQUE SABOGAL

BABELIA
22-03-2008

De la calle del Desengaño a la calle Mayor hay siete años culebreros: trabajos insospechados, una escuela de mentiras, una ligera transformación física y los sueños sordos de Lilián Pallares ante el zumbido de preguntas mutantes venidas de: "¿Quién diablos me mandó a mí aquí?". Hasta que tres años después de llegar a Madrid mandó al carajo esas preguntas, cuando una noche se vio contando el dinero de una de las tiendas de piercings y tatuajes donde trabajaba y la asaltó su propia voz: "¡Yo no quiero contar billetes!, ¡yo lo que quiero es contar historias!".

Y mientras ella intentaba reconducir su destino, el tema de la inmigración entraba sigiloso en el imaginario y la inspiración de las artes españolas. Un desembarco temático más antiguo y visible en el cine, que ha ido aumentando su volumen en la música y ganando imagen en la pintura, la fotografía y el teatro, y más páginas en la literatura, donde aún tiene una presencia discreta.

Obras que recuerdan que España es una tierra de cruce de caminos desde que se hiciera tierra. Un territorio que también ha pasado a la historia por ir en busca de Eldorado y que ahora muchos ven como el mismo Eldorado

Mezcla de colores y culturas de inmigrantes que aún no se ha trasladado a las artes en proporción a lo que significa como fenómeno en España, reconoce José Guirao, director del centro social y cultural La Casa Encendida, de Madrid. ¿Dónde queda, entonces, la función oteadora de las artes frente a la realidad? "Un tema importante no tiene necesariamente por qué ser motivo de inspiración artística. La creación tiene sus propios códigos y la sociedad otros. No siempre arte y problema social tienen que ir aparejados", explica Guirao. Al contrario, aclara que la creación lo que hace es descubrir fenómenos que no están a la vista, o que pasan desapercibidos. "El arte tiene más capacidad de sacar a la luz lo que no es obvio ni está claramente identificado, pero digiere mal los temas masivos con una presencia tan fuerte como el de la inmigración".

Cinco años habían pasado desde esa mañana del 8 de enero de 2001 cuando Lilián Pallares llegó al aeropuerto Barajas, de Madrid, con 24 años cómodamente vividos en Barranquilla (Colombia) y la sola compañía de las palabras de su padre: "Sólo te pago el pasaje y la escuela, pero allí te buscas tú la vida". Era el precio que había aceptado por no estudiar el máster de Producción Audiovisual que él quería y empecinarse en ser escritora, porque estaba convencida de que sí era un sueño valioso y no como esos de pipiripao. Entonces ya aumentaban los inmigrantes que llegaban a España. Hoy son la décima parte de sus 45 millones de habitantes, y en algunas comunidades, como Madrid, representan el 13%. En total, son 4,5 millones de personas, la mayoría latinoamericanas (36%), que han sido necesarias para el impulso del país, pero casi invisibles para muchos y convertidas en mercancía política en los últimos meses.

Menos por artistas y escritores como Lilián Pallares. Pese a que a ella nunca se le pasó por la cabeza que escribiría sobre la inmigración. Menos aún cuando vivía en la madrileña y céntrica calle del Desengaño donde estuvo los primeros meses tras su llegada, mientras estudiaba creación literaria en la Escuela de Letras y hacía un máster de castings para entrevistas de trabajo corriendo por toda la ciudad. Lo empezó tras leer un anuncio en Segundamano: "Se necesita bailarina para una orquesta". Fue el comienzo de una serie de trabajos tras el cual siguieron el de cuidadora de un tetrapléjico, profesora de baile tropical para prostitutas, cajera en una tienda donde hacían tatuajes y piercings, instructora de aeróbic, guionista de monólogos, cronista de una revista latina, metida a pequeña empresaria y escritora y ganadora de dos concursos de cuentos en sus ratos felices.

Un tropel de cambios que embolataron su futuro y que también llegaron de súbito a España a finales de los años noventa. La inmigración empezó a ser tenida más en cuenta por los artistas que querían contar, inspirarse o denunciar la nueva realidad, sobre todo la de aquellos inmigrantes cuyo camino está lleno de trampas, tramposos y trampantojos.

Mientras las artes plásticas y el teatro recibieron el siglo XXI con el tema in crescendo y la cartelera de teatros lo anuncia cada vez más, la literatura ha empezado a mirarlo de frente, tanto por parte de autores españoles como extranjeros. Las razones de esa débil presencia son múltiples, según José Ovejero, que aborda el tema en Nunca pasa nada (Alfaguara). Y cita cuatro razones: que la inmigración masiva es reciente en España y la literatura suele reaccionar con lentitud a los cambios sociales; que en España, al menos en los medios intelectuales, el realismo social está muy desprestigiado; que muy pocos escritores tienen trato con inmigrantes ("es verdad que tampoco tienen trato con asesinos a sueldo y, sin embargo, se cultiva la novela negra: pero hay muchos referentes literarios que te permiten hacer esto último sin salir de tu casa"). Y, por último, que al ser un fenómeno nuevo tampoco hay una literatura escrita por la segunda generación como en Francia o Inglaterra.

"Uno de los secretos mejor guardado de la literatura es el de la importancia que tiene el hecho de no pertenecer para escribir bien. No pertenecer a lo que sea (la lengua literaria, el país, la clase dominante, la religión, las costumbres aceptadas) de manera radical, frontal, sostenida", afirma Jesús Aguado. Para el poeta y traductor se trata de "un acto de ruptura mental y física que define la vida y la obra de la inmensa mayoría de los grandes escritores, que lo fueron por su talento para las palabras y las historias tanto como para la distancia, la crítica y la duda. Escribir es, o debería ser, negarse a aceptar las directrices del centro, exiliarse del centro, borrar el centro. En este sentido, cualquier escritor de verdad es una suerte de inmigrante: un mestizo que extrae de los sufrimientos que le provoca esa impertinencia a cualquier centro su fuerza expresiva, sus imágenes, sus ideas, sus temas o sus personajes. Algo que, pasando de la explicación teórica a la sociología en acto, se comprueba en las naciones en las que la inmigración real ha acabado haciéndose un hueco, quizás por las buenas pero en más ocasiones a gritos y a codazos, en las culturas de acogida, en las literaturas de llegada".

Cuando Lilián se plantó en España en 2001 esa presencia de la inmigración en la literatura era testimonial. Ella se preocupaba por adaptarse, estudiar creación literaria y sobrevivir. Buscar trabajo. Cada día hacía colas para los castings. El primero que le dio resultado fue el de bailarina para el Trío Bravo. Un trabajo en el que duró menos que una fiesta de boda en el Hotel Palace. Fue el debut laboral en España de una caribeña morena, de melena larga y ensortijada y no muy alta, encaramada en unos tacones, mientras sus brazos y manos improvisaban sevillanas por aquí y naturales movimientos de caderas y hombros salseros por allá. Y fue el final de su estrellato cuando en medio del ritmo se deslizó, y adiós vestido...

Vuelta a los castings. Vuelta a enterarse de otras experiencias en las horas de espera y comprobar que su situación era privilegiada comparada con la de ellos. "Vivimos rodeados de personas de otros países. Compartimos con ellos un banco en el parque... Pero ¿qué sabemos de ellos, de su situación, de sus países, de su cultura? Nada o casi nada", reflexiona la autora jienense Carmen Jiménez, ganadora del Premio de Novela Café Gijón 2007 por Madre mía que estás en los infiernos (Siruela), cuya protagonista es una inmigrante a través de la cual narra cómo los afectos y lazos familiares pueden convertirse en una atadura mortal. Para ella, esa desinformación sobre esa nueva realidad y su falta de mezcla en España es una de las claves de su poca presencia en la literatura.

Cinco años después de su llegada empezaría a hacerlo Lilián. Pero al principio andaba a la brega por sobrevivir. En esas búsquedas, aprendió a acomodar mentiras para conseguir trabajos; como decir que en Colombia había hecho de enfermera de su abuela y así poder atender a un tetrapléjico. El primer día pensó que no aguantaría cuando tuvo que llevarlo al cuarto de baño y luego ducharlo y ver que él parecía sobrepasarse con un besemaniculitanteo amparado en su invalidez. Aguantó una semana. Pero él se convirtió en su primer lector de relatos surgidos del desvelo.

"Es que escribir un libro requiere, fundamentalmente, tres cosas: capacidad, capacitación y tiempo. La inmensa mayoría de los inmigrantes que llegan a España carecen de las dos primeras, y el proceso de escritura de un libro puede durar años", reconoce el escritor de Guinea Ecuatorial Donato Ndongo, que en la novela El metro (El Cobre) describe las razones que llevan a los africanos a dejar sus tierras y viajar a Europa. Y sentencia: "Por desgracia para escribir hay que tener dinero".

Justo lo que no tenía Lilián y que la llevó a una entrevista para dar clases de baile a domicilio en un tal Kinder Garden. Apuntó la dirección del periódico, y cuando se dio cuenta estaba timbrando en un chalet de lujo. Una vez abierta la puerta se percató de lo que era. La mujer que la recibió le dijo que sólo tenía que enseñar a bailar a sus chicas. Dudó. Pero la paga no era cualquier chichigua por dos mañanas a la semana. Con eso se las apañó unos cuantos meses. Para entonces, ya había cambiado Desengaño por Lavapiés.

Por esa misma época, hacia 2003, los inmigrantes empezaron a interesar más a los escritores. No es para menos, asegura José Ovejero: "Se trata del fenómeno que más está alterando las sociedades europeas -desde un punto de vista social, político y cultural-. Ya no se trata sólo de la criada filipina que aparecía en un segundo plano en novelas de los años ochenta. Hoy esa presencia es tan fuerte que empieza a reclamar cierto protagonismo". Destaca que, además, aportan a la imaginación colectiva nuevas historias, lo exótico, "que no debe entenderse como lo pintoresco ni lo típico sino aquello que trae lenguajes, significados y experiencias de fuera, a menudo distintas de las nuestras. Y el escritor, por mucho que se base en su propia experiencia para escribir, tiende a absorber las de los demás".

Sin darse cuenta, Lilián también lo hacía. Sobre todo cuando en sus clases de baile a la veintena de chicas de diferentes nacionalidades del Kinder Garden descubrió que ellas, más que bailar, querían hablar. De sus vidas y sus planes.

Pliegues emocionales que un autor no debe olvidar y que cuentan en sus libros escritores como Donato Ndongo. "En El metro sentí la necesidad de recordar que los inmigrantes somos personas como las demás, con una historia, una cultura, una familia, unos paisajes, que tenemos que abandonar en busca de nuevos horizontes. A menudo, en nombre de una integración que no es sino una extensión del dominio, se nos obliga a arrojar toda esa vida por el borde del cayuco al desembarcar. Había que dotar de personalidad, de humanidad, a ese vendedor ambulante para que no sea una sombra que pasa a nuestro lado. Llegar a las costas europeas no es el problema; la cuestión principal es por qué se emigra",afirma.

¿Pero por qué una realidad tan transformadora no saltaba a las páginas de la literatura española? Ndongo no duda en reconocer que para España es un fenómeno reciente comparado con países como Inglaterra o Francia donde ya hay inmigrantes de tercera o cuarta generación y el tema se ha incorporado a la literatura, tanto por personas que vienen por necesidades económicas como por quienes lo hacen en busca de conocer y aprender. Por eso prevé que en España también será cada vez más notorio el tema de la inmigración en los libros.

Ya se empieza a notar con inmigrantes como Lilián. Ella se graduó en Colombia en periodismo y producción y aquí ha tenido que trabajar en todo. Un día dejó la enseñanza en el Kinder Garden y trabajó como secretaria y consiguió regularizar su situación. Después, para poder trabajar en una tienda de tatuajes y piercings debió cambiar de estilo: teñirse el pelo, modernizar el vestuario y ponerse a tono para que los clientes se creyeran lo que ella estaba vendiendo. Y escribiendo en sus recreos laborales. Comprobó que el tema de la inmigración lo abordaban los escritores españoles. "Aquí es pronto para que surja una literatura hecha por inmigrantes y, sobre todo, descendientes de inmigrantes", dice el gallego Suso Mourelo, autor de La frontera Oeste (Caballo de Troya), libro sobre la inmigración de Europa oriental en España. Recuerda que los emigrantes siempre han existido y siempre se ha hecho literatura con ellos, "lo novedoso es que en pocos años han llegado millones de ellos, de gente en busca de una nueva vida". Y un futuro.

El que tenía extraviado Lilián después de cuatro años y que reencontró una noche cuando en la tienda de tatuajes y piercings hacía caja y se escuchó exclamando: "¡Yo no quiero contar billetes!, ¡yo lo que quiero es contar historias!". Al poco tiempo, en 2004, se enteró de un concurso de monólogos y se presentó. Escribía pero no actuaba, así es que le dijo a un estudiante a actor que leyera sus monólogos. Era en el Palacio de Gaviria. El jurado no los eligió, pero el administrador del local se dio cuenta de que había gustado al público y la contrató para los Miércoles de Cabaret. Un compatriota suyo dice ignorar el motivo de por qué en España no se ha desarrollado una literatura de la inmigración escrita por inmigrantes. "Pero puestos a buscar motivos, podría estar relacionado con el hecho de que no existe una tendencia clara hacia la literatura de compromiso social", reflexiona Mauricio Bernal, que también ha tenido su travesía y ahora trabaja en El Periódico de Catalunya y ha escrito La dificultad de las cosas (Villegas Editores). Según Bernal, esto no quiere decir que a los escritores inmigrantes no les importe el drama de la inmigración; "les importa, pero utilizan otras tribunas, como la prensa, para expresarse o denunciar. No hay indicios de que haya un escritor dedicado hoy a dejar constancia de las miserias de los extranjeros en una especie de Germinal moderno, pero también es cierto que, sin ser la columna vertebral de sus novelas, algunos autores tocan el tema de soslayo. O escriben de España. En ese sentido son identificables como novelas de la inmigración, o novelas de inmigrantes".

O de literatura oral, como la de Los monólogos de Biocomicoides, nombre que Lilián puso a su primer intento de compañía de monologuistas. Pero insuficiente para vivir. Y pronto estuvo dando saltos en un gimnasio como monitora de aeróbicos. Ocho meses después empezó a trabajar en la revista latina Mas in que cerró a los siete meses. Tuvo claro que no quería volver a ser empleada tras haber tenido cerca de una quincena de jefes en cinco años. En 2006 montó la agencia de eventos Twenty Four Seven.

Toda esta presencia de los inmigrantes, señala Carmen Jiménez, "es una inyección de vitalidad para nuestra narrativa. Nuevas voces, nuevas miradas, nuevas culturas. ¿Refrescante, no? A veces mis amigos y yo hemos compartido la misma sensación de cansancio ante los temas recurrentes de nuestra literatura: Guerra Civil o novela histórica. Me gusta la diversidad en el arte y en la literatura. Ojalá veamos, también, más novelas que incorporen visiones de nuestra sociedad de hoy". Se refiere a los mileuristas, las parejas homosexuales o a los problemas del medioambiente.

Sentada en la orilla de ese tiempo que la misma Lilián ha ayudado a forjar, empieza una nueva y renovada concepción estética en España. "Una que hace visible todo lo que está oculto y la gente no quiere ver. El arte borra las cifras y vuelve a los inmigrantes humanos", afirma Luz Ángela Lizarazo que ha inaugurado la exposición elDorado, en la galería Magda Belloti, de Madrid.

Cambios estéticos que se aprecian en concursos literarios donde el tema es la inmigración. Dos de ellos los ha ganado Lilián Pallares, el último en noviembre pasado. Lo convocó la revista Fusión Latina, con jurados como Santiago Gamboa, Santiago Roncagliolo y Antonio Caballero, todos reconocidos escritores latinoamericanos e inmigrantes. Servicio anónimo, título con el que ganó, narra la persecución a un inmigrante del top manta en el centro de Madrid. Una carrera diferente que ha vivido la propia Lilián. Ahora, siete años separan la calle del Desengaño de la calle Mayor donde hoy vive y escribe convencida de que su ilusión no era un sueño de pipiripao.


http://www.elpais.com/articulo/semana/gran...pbabese_16/Tes/
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Invitado_Katharina Von Strauger_*
mensaje Mar 22 2008, 09:39 PM
Publicado: #1395





Invitado






Ruanda: nueve voces que ya no podrán silenciar


JUAN CARRERO


EL PAÍS
Opinión
21-03-2008

En febrero, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu dictó 40 órdenes de arresto internacional por delito de genocidio en Ruanda y la República Democrática del Congo contra otros tantos militares que ocupan altos cargos en el actual Gobierno. Entre los muertos, nueve españoles: seis misioneros y tres miembros de Médicos del Mundo.

En Ruanda, el misionero Joaquim Vallmajó, poco antes de ser torturado y asesinado junto a otros cinco compañeros, fue abofeteado por el coronel Rwahama mientras le espetaba "No volverás a informar a nadie, Vallmajó". Sin embargo, su voz silenciada resuena hoy más ampliada. Las denuncias de Quim eran certeras y perturbadoras. En diversas cartas a sus amigos de Figueres les rogaba que denunciasen que los "invasores" del FPR (Frente Patriótico Ruandés) buscaban el poder a cualquier precio. O que habían "puesto en marcha una campaña de desinformación para hacer creer que las víctimas son los verdugos y los verdugos son las víctimas". Tres días antes de su secuestro -desapareció en abril de 1994- inevitablemente tuvo que oír en su casa parroquial los alaridos, explosiones y ametralladoras de la matanza a medianoche de unos 2.500 campesinos hutu en el estadio de Byumba.

Quim fue la primera víctima española, pero tanto los seis misioneros como los tres miembros de Médicos del Mundo fueron testigos incómodos de crímenes masivos contra civiles hutu, realizados por la cúpula del FPR, que actualmente gobierna Ruanda. Eran testigos que cuestionaban la versión oficial, que se ha logrado imponer internacionalmente, sobre lo sucedido allí en la última década del siglo XX. Una versión parcial, ya que todo lo reduce a las grandes masacres de abril-junio de 1994, realizadas por los extremistas hutu y calificadas de genocidio. Y una versión distorsionada, porque presenta como nobles liberadores a aquellos contra los que ahora la justicia española -conforme al principio de justicia universal- ha dictado orden internacional de captura, acusándolos a su vez de genocidio por crímenes aún mayores cometidos desde 1990 hasta la actualidad, tanto en Ruanda como en la República Democrática del Congo.

En el vértice, controlando hasta los más pequeños detalles y temido por todos, está el entonces rebelde y ahora presidente Paul Kagame. Los múltiples testimonios son concordantes: sus repetidas órdenes son siempre de screening, código interno que significa "eliminación sin distinción" de miles de civiles desarmados. Aunque en el caso de los tres obispos y diversos sacerdotes y religiosas asesinados en Kabgayi junto a una multitud de civiles, usó una variante: "Limpiad esa basura".

No sólo sorprende la magnitud de estos crímenes, también el grado de perversidad en los métodos usados para alcanzar el poder. El FPR pretendía un poder absoluto, no compartido ni siquiera con sus partidos coaligados: el MDR, el PL y el PSD. Un poder total que el FPR, dada su realidad minoritaria, jamás alcanzaría por el voto sino sólo si dinamitaba los Acuerdos de Paz de Arusha y llevaba al país a una dinámica de caos y guerra, de la que se sabían vencedores. Tenía objetivos muy claros: el asesinato de líderes hutu y tutsi, incluso los de los partidos aliados, y su adjudicación al Gobierno de Habyarimana; el asesinato de este mismo, ya que entonces era el único capaz de representar un mínimo orden y consenso en el país; no impedir las matanzas de tutsis del interior tras el magnicidio, orientando intencionadamente sus tropas hacia otros objetivos, para abandonar a estos "traidores" de su propia etnia a los machetes de los extremistas hutu. Todos estos objetivos fueron alcanzados y están abundantemente probados. Además de la reconquista de la idílica Ruanda, cuyo Gobierno, según su ancestral imaginario feudal, les correspondía desde siempre, el FPR pretendía otro gran objetivo: los importantes recursos naturales del vecino Zaire. Los crímenes de pillaje sistemático de coltan, diamantes y oro son descarados y masivos.

El triste papel de la ONU, manipulada por EE UU y decenas de multinacionales mineras, ha sido especialmente lamentable en todo lo referente al ACNUR. Este organismo, en contra de su propio mandato y del Informe Gersony (que denunció crímenes contra al menos 30.000 personas) forzó el retorno de los refugiados hutu desde el Zaire a Ruanda, a sabiendas que conllevaría en muchos casos la desaparición, la prisión o la muerte violenta de los refugiados que tenía encomendado proteger.

A pesar de que el secretario de Estado adjunto para Asuntos Africanos y el director general de la Agencia de Cooperación estadounidenses ofrecieron al FPR embargar tal Informe si detenían las matanzas, éste sigue aún ocultado en la ONU. Las matanzas no cesaron en Ruanda ni en la República Democrática del Congo.

La fiscal del Tribunal Internacional para Ruanda TPIR, Carla del Ponte, fue inmediatamente destituida cuando pretendió imputar a uno sólo de estos 40 presuntos terroristas de estado en activo. Ahora el juez Fernando Andreu, con su integridad y profesionalidad, en un auto sólidamente fundamentado, ha marcado un hito, ha procesado por crímenes internacionales por primera vez en la historia a los vencedores.


Este artículo lo firman Juan Carrero, presidente del Fórum Internacional por la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos, y Jordi Palou-Loverdos, representante legal de las víctimas españolas y ruandesas y del Fórum ante la Audiencia Nacional.



http://www.elpais.com/articulo/opinion/Rua...elpepiopi_5/Tes



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