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> CALDERA DE LUBA, Expedición y más .. muchísimo más
Invitado_Julian Navascues_*
mensaje Dec 2 2008, 08:11 AM
Publicado: #1861





Invitado






CITA
Secretos oficiales


EL PAÍS
Opinión
15-08-1976


Con arreglo a la ley este periódico sería secuestrado si publicara la noticia de que el señor Francisco Macías, presidente de Guinea Ecuatorial, se ha fracturado un tobillo al caer por las escaleras de su palacio. A tal extremo conduciría la aplicación de una ley tan discutiblemente democrática como la de Secretos Oficiales.No parece probable que sea un catarro presidencial o la composición del Gobierno guineano o las cifras del intercambio comercial entre España y Guinea, las cuestiones que los españoles no deben conocer so pena de poner en grave riesgo la seguridad del Estado o el interés de la colectividad.

La seguridad del Estado español o la convivencia nacional en modo alguno pueden peligrar porque los españoles lean las noticias que sobre Guinea publican todos los periódicos del mundo, menos los españoles. Lo que aquí podría verse en serio aprieto es la reputación o el interés de algunos personajes españoles relacionados de alguna manera con la reciente historia de Guinea y a quienes el secreto ampara generosamente.

A la postre, que al pueblo español le esté vedada la información sobre lo que ocurre en el único país africano de habla española sólo es la anécdota reveladora de un modo de gobernar: aquél en que el Gobierno no tiene la obligación de explicar sus decisiones ante unas Cortes representativas.

Lo grave es la multiplicación de esta anécdota y la utilización del noble objetivo de la protección del Estado con fines políticos contingentes: amparar una gestión administrativa desafortunada o una conducta individual abusiva.

La ley de Secretos Oficiales debe ser derogada. En materias de información el poder Ejecutivo debe reducir al mínimo su margen de discrecionalidad y someter sus decisiones en la materia a un control imparcial.

La ley de Secretos Oficiales, es adecuada a la situación política en que fue creada, hace ocho años: entonces, cuando el sistema de poder personal entraba en su fase de decadencia, sintió el Régimen la necesidad de arbitrar unos instrumentos de emergencia para mantener la delicada situación. La ley de Prensa había entreabierto en 1966 la primera ventana a la libertad de información y el a la más autoritaria del Gobierno quiso cerrarla, dos años después, con la ley de Secretos Oficiales. Ahora la situación es distinta: no presenciamos el final de un sistema sino el comienzo de otro. No es hora de resolver emergencias sino de buscar la estabilidad. Hay que desterrar vestigios de excepcionalidad, y optar con valor por la transparencia informativa.

De otro modo -dicho sea con todos los respetos-, la ley de Secretos mas bien parecía hoy un sistema de cortinas de humo que una verdadera norma jurídica.

Cuando un Gobierno como el actual, pone en duda por boca de su ministro de Información, la virtualidad de la ley de Prensa (ver declaraciones en pág. dirol.gif, da un paso hacia la democracia. Cuando ese mismo Gobierno renueva el secreto oficial sobre Guinea, y no levanta el que pesa sobre las actuaciones judiciales en relación con los malos tratos a los detenidos, no hace otra cosa que dar un paso atrás en su credibilidad.



http://www.elpais.com/articulo/opinion/ESP...elpepiopi_1/Tes




CITA
Cómplices de la vergüenza

Ningún alto cargo del PP expresó reservas sobre el traslado ilegal de personas a Guantánamo



EL PAÍS
Opinión
02-12-2008


No basta con decir que el Gobierno de Aznar conocía la existencia de vuelos ilegales y secretos con destino al limbo jurídico de Guantánamo. La maquinaria de la Administración española se puso al servicio de la Administración de Bush para facilitarlos y para disimular las evidencias de su tránsito por España. En la operación participaron altos funcionarios de los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, y también del gabinete internacional de la Presidencia del Gobierno. Dejaron constancia escrita de las comunicaciones para dar respuesta inmediata a una petición de Washington que los convertía en cómplices de una de las mayores vergüenzas de nuestro tiempo.

Al igual que ocurrió con los diputados populares a la hora de votar en el Congreso sobre la participación española en la invasión de Irak, perpetrada al margen de Naciones Unidas, ni uno solo de los altos cargos nombrados por el PP y por cuyas manos transitaron la información y los documentos sobre los vuelos secretos expresó la más mínima reserva política o moral frente a la iniquidad que iba a llevarse a cabo. Su celo llegó al extremo de sugerir los aeropuertos más "discretos" y las fórmulas más apropiadas para ocultar a la opinión pública la grave decisión que el Gobierno iba a adoptar. Incluso previeron las consecuencias de que alguno de los trasladados tuviera nacionalidad europea. Pero no para objetar el plan, sino para evitar que se supiera.

Aznar hizo de la lucha contra el terrorismo la bandera de su presidencia, e insistió en que, para vencerlo, no valían los atajos. Pero era un principio cuya validez dependía de las circunstancias. Si todos los terrorismos le parecían iguales, como no cesó de repetir para justificar la participación española en Irak, también deberían parecérselo todos los episodios de guerra sucia.

Y, sin embargo, no consta que pusiera ningún reparo a la hora de convertir a nuestro país en una pieza del engranaje que facilitó la tortura de decenas de acusados de terrorismo, invocando la seguridad, la libertad y la democracia. Todavía hoy lo sigue haciendo, para desgracia de la actual dirección de su partido, que intenta evitar verse salpicada por este nuevo escándalo.

La Audiencia Nacional viene investigando los vuelos secretos con destino a Guantánamo desde que se supo que algunos de ellos transitaron por España. El proceso se encontraba paralizado a falta de pruebas y documentos: ahora se han conocido pruebas de vuelos militares, diferentes a los de la CIA pero con implicaciones similares. El Gobierno actual asegura desconocer que su predecesor concediera de manera expresa autorización para los vuelos a Guantánamo, y el ministro de Exteriores se ha comprometido a abrir una investigación. Sorprende que esa investigación sólo se inicie ahora, como si la causa abierta en su día por la Audiencia Nacional, y que ha estado a punto de decaer, no hubiera sido un estímulo suficiente y se hubiera estado modulando la colaboración con la justicia



http://www.elpais.com/articulo/opinion/Com...elpepiopi_1/Tes

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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Dec 2 2008, 09:21 PM
Publicado: #1862





Invitado






CITA
Des chefs d'Etat africains visés à Paris par une nouvelle plainte

LE MONDE
02.12.08 | 10h50
Mis à jour le 02.12.08 | 16h02


Les chasseurs de "biens mal acquis" par les chefs d'Etat africains reviennent à la charge. Un an après la fin d'une enquête de police qui a mis au jour l'impressionnant patrimoine immobilier de plusieurs chefs d'Etat africains en France, une nouvelle plainte a été déposée, mardi 2 décembre, devant le doyen des juges d'instruction de Paris visant les chefs d'Etat du Gabon, du Congo-Brazzaville et de Guinée équatoriale ainsi que leurs entourages pour "recel de détournement de fonds publics".

Les plaignants – l'organisation non gouvernementale Transparency Internationalet un contribuable gabonais – accusent les présidents Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso et Teodoro Obiang, d'avoir acquis leur fortune au détriment du budget de leur pays, et donc de leur population. "Personne ne peut croire, écrivent-ils dans la plainte, que ces biens immobiliers dont la valeur est (…) de l'ordre de plusieurs millions d'euros, ont pu être acquis par le seul fruit de leurs rémunérations".

Ils estiment que la justice française est compétente car, selon eux, le délit de recel, constitué par l'achat d'immeubles et de voitures de luxe, a été commis en France.

Une nouvelle plainte est déposée car la première a été classée sans suite, en novembre 2007, pour "infraction insuffisamment caractérisée". Si l'enquête policière a dressé l'inventaire de l'opulence des dirigeants de ces pays pauvres, elle n'a pas, faute de mandat dans ce sens, déterminé l'origine des fonds ayant permis ces somptueuses acquisitions concentrées entre les 16e, 8e et 7e arrondissements de Paris.

C'est précisément pour obtenir la désignation d'un juge d'instruction apte à diligenter une enquête approfondie, qu'une nouvelle plainte, appuyée par les résultats de l'enquête de police, est déposée.

Cette fois, la plainte est assortie d'une "constitution de partie civile" qui emporte, en principe, l'ouverture d'une information et donc la désignation d'un magistrat instructeur. Mais pour en arriver là, la plainte doit être considérée comme "recevable". Elle ne le sera que si le doyen des juges d'instruction reconnaît l'"intérêt à agir" des plaignants.

La position du parquet, lié au gouvernement, sera très attendue, s'agissant d'une procédure visant des chefs d'Etat "amis de la France".

Les promoteurs de la première plainte assurent avoir "bétonné" cet aléa juridique en cédant la place à Transparency international (TI), ONG reconnue, dont la vocation est précisément la lutte contre la corruption. "Nous avons décidé de nous placer plus résolument aux côtés des victimes de la corruption, explique Daniel Lebègue, président de TI-France. La solide enquête déjà menée ne peut rester sans suite. Mais notre but n'est pas de régler des comptes. Ce que nous visons c'est la restitution aux populations des bien mal acquis." Le ressortissant gabonais qui signe la plainte aux côtés de TI, allègue du "préjudice" qu'il aurait subi en tant que contribuables, par suite des détournements supposés de fonds publics.

Si l'avenir judiciaire de la procédure reste incertain, l'écho favorable qu'elle a suscité dans les opinions publiques africaines et, a contrario, la fureur qu'elle a déclenchée chez les chefs d'Etat visés, semble traduire un réel retentissement.

Les pressions et les menaces, les visites d'intercesseurs mystérieux et les appels téléphoniques anonymes rapportés par les plaignants tendent à montrer que l'affaire est prise au sérieux. Ainsi, l'avocat William Bourdon, président de l'association de défense des droits de l'homme Sherpa, maître d'œuvre des plaintes, affirme avoir fait l'objet d'une "tentative de corruption privée" en septembre. Un avocat se disant mandaté par les autorités gabonaises est venu lui proposer "une somme d'argent pour Sherpa via la création d'une fondation en Suisse".

D'autre part, Me Bourdon dit aussi avoir reçu la visite d'un personnage énigmatique se présentant comme émissaire du président Bongo et l'informant de menaces pesant sur sa personne. Me Bourdon affirme que le visiteur lui a déclaré que le président gabonais était prêt à vendre un hôtel particulier à Paris au profit d'ONG de son pays, en contrepartie du retrait de la plainte.

"La pression sur nos coplaignants est énorme", assure M. Lebègue, le président de Transparency International-France. Si forte, semble-t-il, que deux contribuables congolais appartenant à une "plate-forme contre la corruption et l'impunité", qui devaient cosigner la plainte y ont renoncé, vendredi 28novembre, après avoir reçu des menaces explicites contre leurs familles.

Intimidation, mais aussi pressions sur le microcosme associatif de la diaspora : la nouvelle plainte sur les "biens mal acquis" a déclenché de multiples réactions. A Libreville (Gabon), une association baptisée "Touche pas à mon président" s'est constituée cet été pour dénoncer la "cabale" visant M. Bongo.

A Paris aussi, l'affaire est suivie de près. En avril, Nicolas Sarkozy avait fait prévaloir l'amitié d'Omar Bongo, doyen des chefs d'Etat africains influent mais controversé, sur ses déclarations de campagne favorables à un aggiornamento des relations franco-africaines et à la fin des "complaisances" à l'égard de certains régimes africains.

Il avait dépêché au palais présidentiel de Libreville le secrétaire général de l'Elysée, Claude Guéant, afin d'apaiser la colère du président gabonais suscitée par l'enquête sur ses immeubles à Paris et les critiques de Jean-Marie Bockel, alors secrétaire d'Etat à la coopération.

Avant d'être écarté de ce poste, M. Bockel avait affirmé que "certains pays ont d'importantes ressources pétrolières mais [que] leur population n'en bénéficie pas". Une assertion qui sonnait comme une approbation officielle de la plainte visant les "biens mal acquis"


Philippe Bernard

http://www.lemonde.fr/afrique/article/2008...25784_3212.html




CITA
Jefes de Estado africanos bajo los focos por una nueva demanda en París

Los cazadores de " bienes mal adquiridos " por los jefes de Estado africanos vuelven a la carga. Un año después de finalizar una investigación de la policía que dejo a la luz el impresionante patrimonio inmobiliario de varios jefes de Estado africanos en Francia, una nueva demanda ha sido presentada, el martes, 2 de diciembre, delante del decano de los jueces de instrucción de París y afecta a los jefes de Estado de Gabón, del Congo-Brazzaville y de Guinea ecuatorial así como sus allegados por " malversación de fondos públicos”.

Los demandantes - la organización no gubernamental Transparency Internationalet y un contribuyente gabonés - acusan a los presidentes Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso y Teodoro Obiang, de haber adquirido su fortuna a costa del presupuesto de su país, y en consecuencia de su población. “Nadie puede creer, escriben en la demanda, que estos bienes inmuebles cuyo valor es (…) del orden de varios millones de euros, pudieron ser adquirido únicamente con sus sueldos".

Consideran que la justicia francesa es competente porque, según ellos, el delito de malversación, constituido por la compra de edificios y de coches de lujo, ha sido cometido en Francia.

La nueva demanda ha sido interpuesta porque la primera fue archivada, en noviembre de 2007, por " infracción fundamentada de forma insuficiente". Si bien la investigación policial dejo constancia de la inmensa riqueza de los dirigentes de estos países pobres, sin embargo no aclaro el origen de los fondos que ha permitido estas suntuosas adquisiciones concentradas en los distritos de París 16, 8a y 7a.

Es precisamente para conseguir el nombramiento de un juez de instrucción con poder para instruir en profundidad, que se ha presentado la nueva demanda apoyándose en los resultados de la investigación policial.

Esta vez, la demanda se acompaña de una "petición de daños y perjuicios" que conlleva, en principio, la apertura de un expediente y después el nombramiento de un magistrado instructor. Pero para llegar a allí la demanda debe estar considerada como "procedente". No lo será si el decano de los jueces de instrucción reconoce " parte interesada" a los demandantes.

La posición que adopte el ministerio fiscal, vinculado al gobierno, será muy esperada, tratándose de un procedimiento que se refiere a jefes de Estado " amigos de Francia”.

Los promotores de la primera demanda aseguran haber "amarrado" este acto jurídico cediéndole el sitio a Transparency international (TI), ONG reconocida, cuya vocación precisamente es la lucha contra la corrupción. “Decidimos situarnos más resueltamente del lado de las víctimas de la corrupción, explica Daniel Lebègue, presidente de TI-FRANCIA. La investigación es sólida y no puede quedarse sin continuación. Pero nuestro fin no es ajustar cuentas. Lo que nosotros queremos es la restitución al pueblo de los bienes mal adquiridos. “El gabonés que firma la queja al lado de TI, alega el "perjuicio" que habrían sufrido los contribuyentes como consecuencia de la malversación de fondos públicos.

Aunque el futuro del procedimiento judicial sea incierto, el eco favorable que ya suscitó en las opiniones públicas africanas y, a contrario, el recelo que puso en marcha entre los jefes de Estado demandados, parece dar ya sus frutos.

Las presiones y las amenazas, las visitas de personajes misteriosos y las llamadas telefónicas anónimas que han recibido los demandantes muestran que el asunto es tomado en serio. Así, el abogado William Bourdon, presidente de la asociación de defensa de los derechos humanos Sherpa, director de las demandas, afirma haber sido objeto de una " tentativa de corrupción privada " en septiembre. Un abogado que se decía autorizado por las autoridades gabonesas vino proponerle para él " una suma de dinero para Sherpa vía la creación de una fundación en Suiza”.

Por otra parte, Sra Bourdon dice también haber recibido la visita de un personaje enigmático que se presenta como emisario del presidente Bongo y le hace saber que existen amenazas de peso sobre su persona. La Sra Bourdon afirma que el visitante le declaró que el presidente gabonés estaba dispuesto a vender una casa particular en París en provecho de ONG de su país, si se retiraba la demanda.

“La presión sobre nuestros codemandantes es enorme ", asegura Sr. Lebègue, presidente de Transparency International- France. Al parecer dos contribuyentes congoleses que pertenecían a una " plataforma contra la corrupción y la impunidad ", que debían firmar la demanda han renunciado, el viernes, 28 noviembre, después de haber recibido amenazas explícitas contra sus familias.

Intimidación, y también presiones sobre el microcosmos asociativo de la diáspora: la nueva demanda sobre los " bienes mal adquiridos " puso en marcha de reacciones múltiples. En Libreville (Gabón), una asociación bautizada " No toquen a mi presidente " se constituyó este verano para denunciar la "maquinación" con el visto bueno del Sr. Bongo.

También en París, el asunto es seguido de cerca. En abril, Nicolás Sarkozy había puesto de manifiesto la amistad con Omar Bongo, decano de los jefes de Estado africanos influyentes pero controvertidos, en sus declaraciones de campaña favorables a un aggiornamento de las relaciones franco-africanas para "complacer" a ciertos regímenes africanos.

En visita al palacio presidencial de Libreville el Secretario General del Elíseo, Claude Guéant, intento aplacar la cólera del presidente gabonés suscitada por la investigación sobre sus inmuebles en París y las críticas de Jean-Marie Bockel , entonces secretario de Estado en la cooperación.

Antes de ser apartado de este puesto, Sr. Bockel había afirmado que " ciertos países tienen importantes recursos petroleros pero su población no se beneficia de esto". Una afirmación que sonó a una aprobación oficial de la demanda sobre los " bienes mal adquiridos”.


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Invitado_Brece Beelher_*
mensaje Dec 3 2008, 07:56 AM
Publicado: #1863





Invitado






De África a España, vía Cuba

Profesionales universitarios que hablan español representan otra cara de la emigración subsahariana

Y. GÓMEZ-CORNEJO / M. VICENT
Madrid / La Habana

ELPAIS.com
Internacional
03-12-2008


El concepto "inmigrante subsahariano" trae a la cabeza de la mayoría de los españoles imágenes de pateras, vendedores ambulantes o jornaleros alojados en chabolas. Pero hay otro tipo de inmigrantes, que hablan español, tienen estudios y, en muchos casos, ocupan puestos cualificados. Llegaron a España en avión, en tren o como turistas y no sufrieron las dificultades de comunicación de sus compatriotas. Son algunos de los más de 35.000 africanos que se han educado en Cuba en las últimas cuatro décadas.

Muchos llegaron a la isla siendo niños. Otros eran adolescentes. Había también jóvenes con cierta formación académica que sus Gobiernos enviaban a especializarse. Estudiaron becados en escuelas y universidades cubanas que eran verdaderas torres de Babel. Había nicaragüenses, vietnamitas, afganos... miles de jóvenes del Tercer Mundo estudiando juntos y, sobre todo, de África. Terminados sus estudios, muchos regresaron a países, donde reina el desempleo o que son periódicamente pasto de las hambrunas o de la guerra. Y no pocos decidieron emigrar.

Es el caso del congoleño Pacôme Mabiala, que encontró su país en guerra tras terminar su carrera de Agronomía, o de Moussa Ki, ingeniero de Telecomunicaciones nacido en Burkina Faso. "Salí por mi madre. El sistema está muy bien, pero no te permite ayudar a nadie, sólo da para ti".

En diciembre de 1985, Cuba sufrió el azote del huracán Kate. El ojo del ciclón pasó justo por el corazón de La Habana. En la residencia de estudiantes de 12 y Malecón, en el barrio del Vedado, vivían en aquel momento 1.500 jóvenes, la mitad de ellos extranjeros becados gratuitamente por el Gobierno cubano. Había muchos latinoamericanos, pero también africanos, palestinos y asiáticos. Cuando empezó la destrucción en el edificio, en medio del pánico general a un estudiante surafricano llamado Makusa le dio un ataque de risa. Requerido por los cubanos, Makusa se explicó: "Aquí, ciclones, igual para blancos que para negros; en mi país, fusilamientos, y sólo para negros".

Makusa era miembro del Congreso Nacional Africano (ANC) y estaba estudiando Historia en la Universidad de La Habana. Se graduó con notas brillantes. En 12 y Malecón había pocos estudiantes surafricanos, pero muchos de Namibia, país por aquel entonces ocupado por las tropas del Ejército de Pretoria. Años después, desaparecido el régimen del apartheid, muchos de aquellos jóvenes regresaron a La Habana como altos funcionarios de su Gobierno o como profesionales cualificados en misión de negocios.

Para Cuba, la cooperación en la esfera educativa era una forma de apoyar a los países del Tercer Mundo en sus esfuerzos de independencia y para garantizar el desarrollo de las jóvenes naciones. Era el principio general, pero en África es donde la isla echó el resto como aporte importante al proceso de descolonización. Del total de 46.000 estudiantes extranjeros graduados en Cuba desde 1961 (en los niveles básico, medio y superior) más del 70%, unos 35.000, proceden del continente africano. Otros 2.400 estudian actualmente en las universidades cubanas, un millar de ellos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

La ayuda brindada por Cuba a estos países, en algunos casos, es espectacular. En un reciente viaje a La Habana, el ministro de Enseñanza y Educación de la República Árabe Saharaui Democrática, Bachir Mustafá Sabed, reveló que en tres décadas 2.000 estudiantes se han graduado en las universidades cubanas e igual cantidad se han titulado como técnicos. La cifra, dijo Sabed, contrasta con las dos personas que pudieron terminar la universidad durante los 100 años de dominación del colonialismo español en el entonces Sáhara Occidental.

En 12 y Malecón y en otras residencias del país, la mayoría de los estudiantes africanos dejaron buenos recuerdos. En general, eran gente con ganas de superarse y vencían las grandes lagunas que traían de sus países con voluntad y esfuerzo. Algunos, como Makusa, resultaron ser verdaderos genios. Se formaban en Cuba para contribuir al desarrollo de su país, pero muchos no pudieron aguantar el panorama que encontraron a su regreso y decidieron emigrar. Son los africubanos que hoy uno encuentra por los países del Primer Mundo. Están preparados. Son listos. Hablan español perfectamente y bromean en cubano. Sólo esperan que pase cerca de ellos la oportunidad para atraparla.

Ki, de 35 años, llegó a la isla con 13 y se considera "burkinabe y cubano, aunque no tengo ningún documento que ponga 'nacionalidad de Cuba", pero, "como dice José Martí, cubano no es el que haya nacido allí, sino el que la quiera y la defienda". "Mantengo toda la cultura de Burkina y de África en general y he ganado cosas de Cuba y de España. Creo que he sabido aprender lo bueno de cada país, de cada continente, y tengo una visión global". Sin embargo, lo que no pudo mantener fue su lengua materna, el samo, dialecto de la provincia burkinabe de Tougan, porque en los 13 años que pasó en Cuba sólo pudo viajar una vez a su país. "Son más de 20 años sin hablar el samo, y como es un dialecto, no hay libros. Sólo recuerdo algunas frases". Cuando visita a su familia, necesita que alguien le traduzca para hablar con su madre.

Ki estudió en Cuba ingeniería de Telecomunicaciones, después hizo un máster de dos años en Telemática, y obtuvo una beca para realizar el doctorado en la isla. Pero decidió emigrar para ayudar a su familia. "Dudé hasta el último momento", explica Ki, que para viajar a España aprovechó el año 2000 el billete de avión que debía devolverle a Cuba para seguir estudiando. Hacía escala en París, pero no tomó el segundo avión y viajó en tren hasta Barcelona, donde pasó la frontera gracias al visado de tránsito.

Tras alojarse unos días en casa de dos compatriotas en Barcelona y Madrid, Ki solicitó el asilo político. Vivió tres meses en un albergue de Cruz Roja en Madrid y colaboró con la ONG Karibu, Amigos del Pueblo Africano dando clases de informática. "Para Karibu, en cierta forma, los que veníamos de Cuba no éramos africanos al cien por cien. "Ustedes hablan español, búsquense la vida", nos decían. Así que no me pagaban el abono de transporte, como a los demás africanos a los que les daba clase".

Mientras esperaba la resolución de su petición de asilo, el Gobierno de José María Aznar abrió un proceso de regularización. "Después de casi un año, me denegaron el asilo por falta de pruebas y, al mismo tiempo, me concedieron el permiso de residencia y trabajo" dentro del proceso de regularización.

Ki trabaja desde hace años en una multinacional española con proyectos en África y acaba de mudarse a Ciudad Real, donde espera su primera hija junto a su pareja española. Además, dirige un proyecto para reciclar materiales de Europa para llevar a África y crear puestos de trabajo allí, inicialmente en Costa de Marfil y Burkina Faso (www.europegoodbye.com).

La llegada de Ki a Cuba fue fruto de un acuerdo entre el país caribeño y Burkina Faso, entonces gobernado por Thomas Sankara, también llamado el Che negro. Sankara fue asesinado un año después, en octubre de 1987.

Pacôme Mabiala, de 36 años, llegó a Cuba desde su Brazzaville natal a los 14, gracias a un acuerdo entre los Gobiernos de Cuba y Congo. Cada tres años viajaba de vacaciones a su tierra, lo que impidió que, como le ocurrió a Ki, perdiera su lengua materna. Además de español, habla francés, quicongo y linegala. Llegó a España en el año 2000 y recibió asilo debido al conflicto bélico en su país. "Al tener superada la barrera más grande, el idioma, todo fue más fácil que para otros". Una ONG le ayudó a solicitar el asilo y tras un tiempo en un Centro de Asilo al Refugiado (CAR) en Vallecas, trabajó en la recogida de la fresa en Huelva.

Tras varios años pensando en ir a Francia, Pacôme ha echado raíces en España, donde ha formado una familia en Ontígola (Toledo) junto a Rosa, asturiana, y su hija, Judith, aún un bebé, a la que quiere llevar a Congo de vacaciones cada tres años para que mantenga los vínculos con la tierra de su padre. "Mi hija hablará español, francés y quicongo", dice orgulloso.

Mabiala no ha podido convalidar aún su título de ingeniero agrónomo en España, porque "tendría que hacer un examen de conjunto y no puedo dejar de trabajar para estudiar", pero, tras hacer cursos de poda y paisajismo, trabaja en una empresa de jardinería. "Hago desde la planificación hasta la ejecución de los jardines", la mayoría de ellos públicos. Espera poder montar algún día su propia empresa. También le gustaría participar en un proyecto en su país. "De tener los medios, haría una plantación de bananas y hortalizas a gran escala". Pero ahora su país "no ofrece oportunidades, no hay trabajo. El 90% de mis amigos de Cuba están desempleados en Congo. Sólo trabajan los médicos".

Precisamente, muchos médicos africanos formados en Cuba han acabado en España, como el etíope Nesa. Nesa, que trabaja en una clínica privada de Madrid, llegó a Cuba con 18 años para estudiar la carrera. "Hace 20 años era un mundo bipolar", dividido entre países capitalistas y comunistas, explica. "El que ha vivido en los dos sistemas conoce los defectos y las ventajas de cada uno". Nesa cree que para los países pobres es mejor el sistema socialista, en el que "todo el mundo tiene derecho a la educación". Este médico etíope mantiene los vínculos con su país, al que viaja "todos los años, porque puedo permitírmelo. Allí veo de cerca el dolor de la población". Le gustaría ayudar a cambiar las cosas en su tierra. "Nunca es fácil, pero siempre se intenta. Veo que con cosas muy sencillas se puede cambiar el sitio donde vivo". Después de ocho años en España y sus años de estudios en Cuba, Nesa sigue refiriéndose así a Etiopía.

No todo son historias de éxito. El burkinabe Augustin Chanvoedoo, de 44 años, y licenciado en Técnicas de Planificación (Economía) con un expediente académico brillante, no ha conseguido hacerse hueco. "Cuando terminé de homologar mi título estaba muy interesado en conseguir un trabajo acorde con mi formación", explica. Hizo cursos para mantenerse al día, envió currículos, hizo entrevistas, pero sin éxito. "Muchas veces me decían que buscaban a alguien más joven. ¿Qué culpa tengo yo de no tener 20 años?", dice Chanvoedoo.

Casado con una ecuatoguineana a la que conoció en Cuba, llegó a España como turista en 1999 tras intentar varias veces conseguir una beca de cooperación española, alentado por el ejemplo de un compatriota que llegó a España en 1995 para estudiar el doctorado en Mecánica de Fluidos y ahora es profesor en la Universidad de Zaragoza.

Pero le denegaron la solicitud. "No entendía que no me dieran la beca, después de haberme licenciado con un diploma de honor", y explica que sólo tras una segunda denegación se enteró de los motivos: en su país existen los estudios de doctorado para su licenciatura. "Ése ha sido mi mundo, pero ese vínculo se ha cortado aquí. Ahora trabajo en lo que salga", dice con tristeza





CITA
El cuaderno y la azada

En 1969 se inauguraron en Cuba las primeras Escuelas Secundarias Básicas en el Campo (Esbec), por las que pasaron muchos estudiantes africanos. Se constituyeron tomando como base la idea de José Martí de que un niño debía "manejar por la mañana el cuaderno y por la tarde la azada".

Moussa Ki llegó con 13 años a uno de estos centros, situado en la Isla de la Juventud, en septiembre de 1985, dentro de un cupo de 150 alumnos de Burkina Faso becados para estudiar en Cuba.

El viaje en barco de La Habana a la Isla de la Juventud duró cinco horas, y desde la localidad costera Nueva Gerona se continuó en guaguas, porque la escuela estaba en el interior de la isla. "Fue un viaje interminable", recuerda Ki. "A la izquierda, campos de toronjas, a la derecha, campos de naranjas. En mitad de la nada, en el campo, la Esbec".

"El plan de educación cubano se basaba en el trabajo y en el estudio", explica. Se dividía la escuela en dos grupos. Tras el desayuno, a las siete de la mañana comenzaban las clases, para uno de los grupos, y el trabajo agrícola, para el otro. Tras el almuerzo se cambiaban los roles. Todavía quedaba tiempo por la tarde para el "autoestudio" y el deporte.




http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepuint_1/Tes
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Invitado_Katharina Von Strauger_*
mensaje Dec 3 2008, 08:04 PM
Publicado: #1864





Invitado






CARTA DE F. GAMBOA SOBRE GUINEA ECUATORIAL

FundacionSur
03/12/2008


Alguien dijo una vez que ’Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada’.

Es posible que algunos ya lo conozcáis pero no está de más recordarlo. Al fin y al cabo también nosotros le sostenemos Para que los que no me conozcan, me llamo Fernando Gamboa, y hace unos meses terminé una nueva novela de aventuras titulada GUINEA que en este mes de Octubre saldrá a la venta publicada por Ediciones El Andén.

El motivo de este mail, es mi deseo de compartir con la mayor cantidad de personas posibles, y no sólo con las que adquieran la novela, todo aquello que he averiguado en los meses de investigación previos a la redacción del libro. Lo que a continuación detallo, aunque pueda parecer exagerado o tendencioso (cuando no simplemente increíble), es rigurosamente cierto y puede ser contrastado por las fuentes que cito.

A muy pocos les debe sonar un pequeño país llamado Guinea Ecuatorial, aún menos sabrían dónde situarlo en un mapa de África, y serán contados los que recuerden que, hasta hace exactamente cuarenta años, los ecuatoguineanos eran tan ciudadanos españoles como un alicantino o un gaditano. Por entonces, Guinea Ecuatorial era una provincia más de España enclavada en la costa Africana del Golfo de Guinea; ’La perla de África’ la llamaban.

Hoy, cuatro decenios después de su independencia, bajo el yugo dictatorial de la familia Obiang Nguema y con el beneplácito de las grandes potencias cuyas empresas explotan sus campos de petróleo y expolian sus reservas madereras, Guinea Ecuatorial se ha convertido uno de los países más subdesarrollados y corruptos del mundo, y el pueblo ecuatoguineano en uno de los más aterrorizados a manos de su propio gobierno.

El actual presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, quien lleva 29 largos años en el poder tras ejecutar al anterior presidente (su propio tío, otro asesino), ha saqueado, robado y asesinado sistemáticamente hasta extremos inconcebibles, amasando una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta, en uno de los países más pobres de África. Aunque para ser exactos, no puede decirse que el país en sí sea pobre, pues alberga una de las mayores reservas petrolíferas del continente, cuyos beneficios de explotación reportan al régimen guineano miles de millones de euros. Lo que sucede, es que la familia Obiang se queda con ABSOLUTAMENTE TODO lo que pagan gobiernos y petroleras extranjeras (norteamericanas y chinas sobre todo) por los derechos de extracción. Pero aunque parezca mentira, la familia Obiang no se limita sólo a quedarse con esa ingente cantidad de dinero, sino que además se dedican a robar propiedades privadas (se han apoderado aproximadamente la mitad de los terrenos edificables del país, y no han pagado un céntimo por ellos), salarios (muchos trabajadores han de pagar a la familia del presidente gran parte de lo que ganan) o negocios de los guineanos no afines al gobierno o a la familia Obiang (que al fin y al cabo es lo mismo), cuya ignominia llega al punto de despojar impune y caprichosamente a sus empobrecidos compatriotas de cualquier bien que posean sin justificación alguna.

Teodoro Obiang y su clan gobiernan Guinea Ecuatorial como lo haría un esclavista con su hacienda. Para ellos, los ciudadanos guineanos son esclavos a su disposición, y el país una finca privada que saquear sin tener que dar cuentas a nadie.

A pesar del río de dinero que fluye desde este desdichado rincón de África, sus habitantes no disponen de servicios sanitarios, educación, seguridad o justicia. Por ejemplo, ante cualquier emergencia médica el Hospital de Malabo es la única opción de asistencia, pero eso sí, bajo ciertas condiciones como: pagar la estancia y el tratamiento por adelantado, y además, llevar todo lo necesario para dicha estancia y tratamiento (y con todo, me refiero a TODO: desde las jeringas o medicamentos necesarios, al colchón, las sábanas o la comida). Sin ir más lejos, cuando hace unos años estuve en Guinea, para realizarle a mi pareja un análisis de sangre el método de extracción consistió en hacerle un corte en la mano con un trozo de cristal. Pero, por inaceptable que resulte, esto es sólo el principio, y ni mucho menos la peor parte.

Lo que convierte a Teodoro Obiang (conocido como ’El Jefe’) y sus acólitos no sólo en ladrones, sino en peligrosos criminales, es la política de detenciones arbitrarias, encarcelamientos injustificados, torturas y asesinatos cometidos contra sus propios ciudadanos. Se calcula que durante su mandato, el actual gobierno guineano ha exterminado a nada menos que el 10% de la población del país, y una cantidad indeterminada ha desaparecido o se encuentra encarcelada ilegalmente y sin juicio previo. Según el último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la policía y el ejército son torturados sistemáticamente con métodos tan brutales como mutilaciones, rotura de huesos, violaciones, descargas eléctricas en los genitales o, atención: clavar tenedores en la vagina de las detenidas...

Y para quien guste de datos e imparciales estadísticas, ahí van unas cuantas.

Guinea Ecuatorial produce 400.000 barriles diarios de petróleo.

Exporta casi 1.000.000 de metros cúbicos de madera tropical al año.

Su Renta per Cápita la sitúa en el número 38 del ranking mundial (por encima de Kuwait o Arabia Saudita).

En cambio, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU ocupa el puesto 121.

El 151 sobre 163 en corrupción, según Transparency International.

La esperanza de vida es de sólo 43,3 años, según Amnistía Internacional.

La élite gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional.

El 80% de la población vive con menos de 20 euros al mes.

El gobierno de Obiang ha convertido a Guinea Ecuatorial en el centro del tráfico de drogas de África Occidental.

Teodoro Obiang ganó las últimas elecciones con un 99,5% de los votos. Los 13 partidos políticos autorizados, estaban formados por miembros del gobierno.

En una reciente visita a Estados Unidos, la secretaria de estado Condoleezza Rice describió a Obiang como ’buen amigo’.

En Julio de 2003, la radio estatal anunció que: ’El presidente es un dios que está en contacto permanente con el todopoderoso, y puede matar a cualquiera sin que nadie le pida cuentas y sin ir al infierno, porque es el Dios mismo’.

Sobran comentarios.

Y lo que personalmente hace que esta vergüenza común me resulte aún más dolorosa, es que el pueblo guineano, uno de los más amables, hospitalarios y generosos que he conocido, haya sido, como cité al principio, parte integrante del estado español. La atropellada y negligente descolonización de Guinea Ecuatorial por parte de España en 1968, es el origen de la inadmisible situación que ahora sufren los guineanos y a la que hoy asistimos con absoluta indiferencia y desafecto.

Pero hay que recordar que los ecuatoguineanos no sólo siguen hablando en castellano, si no que muchas de sus costumbres, celebraciones y tradiciones siguen siendo las mismas que las nuestras. Sus hijos cantan las mismas canciones que cantan los nuestros en el colegio, sus bromas son las mismas, hasta sus palabrotas son las mismas que las nuestras. Son, por decirlo así, unos primos cercanos de los que nos hemos olvidado totalmente, una parte de nuestra familia de la que nos hemos desentendido, ajenos y a veces cómplices de un castigo que de ningún modo merecen. Porque probablemente, mientras lee este mensaje, una anciana agonizando de malaria pide un médico que nunca llegará.

Un niño está preguntando dónde están sus padres desaparecidos. Una mujer implora a Dios que la mate, mientras es violada y torturada salvajemente en una comisaría.

Y cada día, Guinea Ecuatorial se hunde un poco más en las tinieblas. Cada día, nuestra ignorancia nos hace más culpables.

Cada día cuenta.

Alguien dijo una vez que ’Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada’.

Quizá este sea un buen momento, para averiguar qué tipo de hombres y mujeres somos en realidad.

Y si te estás diciendo en este instante ’Pero bueno, ¿y yo qué puedo hacer? Aquello está muy lejos’. Lo cierto es que, por desgracia, no vas mal encaminado. Guinea Ecuatorial es víctima de la maldición del petróleo, y como puedes imaginar, estados como China, U.S.A. o Francia harán todo lo posible para mantener a Obiang en su poltrona y así garantizar un suministro fiable de crudo para sus compañías petroleras. Así que será muy difícil cambiar las cosas a corto plazo en la maltratada pero aún hermosa Guinea.

Y sin embargo, sí hay algo que podemos hacer por aquella gente: correr la voz.

Estos dictadores de opereta, sólo se mantienen gracias al desconocimiento que tiene el resto del mundo de las fechorías que cometen. Cuantos más de nosotros sepamos lo que sucede, y por qué sucede, más probabilidades hay de que un día quizá no muy lejano, seamos suficientes para decir basta. Cuando políticos propios y ajenos sientan vergüenza de tratar con asesinos como Obiang, o descubran que darse abrazos con dictadores que no respetan los más elementales derechos humanos tiene un costo político que sus votantes les van a hacer pagar, puede que las cosas cambien, y entre todos expulsemos de una vez por todas a esos demonios del paraíso Pero esta carta es sólo el primer paso, ahora te toca a ti dar el siguiente ayudando a que llegue a la mayor cantidad posible de personas. Si crees que esta lucha tiene sentido y deseas poner tu grano de arena, reenvía este mensaje a todos tus contactos.

Gracias por tu tiempo y tu ayuda.

FERNANDO GAMBOA



http://www.africafundacion.org/spip.php?article2342
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Invitado_Pepin_*
mensaje Dec 4 2008, 08:00 AM
Publicado: #1865





Invitado






"Esta versión propone una amistad auténtica"


B. PORTINARI
Madrid

EL PAÍS
04-12-2008


Ante el dilema de ser o no ser de Hamlet, Juan Diego Botto elige sin pensarlo: ser. Tras seis meses de festivales, el actor argentino estrena hoy en Madrid un Hamlet que protagoniza y dirige en una producción del Centro de Nuevos Creadores. En el teatro María Guerrero el elenco cinematográfico de este Hamlet "vigoroso y enérgico" escenificará la tragedia de Shakespeare hasta el 4 de enero. La dramaturgia corre por cuenta de Borja Ortiz de Gondra y el mismo Botto sobre la traducción de Leandro Fernández de Moratín. "Es una historia entretenida; creo que siendo una tragedia es también divertida e irreverente", dice José Coronado, que interpreta al villano tío Claudio. Completan el elenco Ernesto Arango (Reinaldo), Nieves de Medina (Gertrudis) y la joven Marta Atura (Ofelia). Y esta vez Horacio, el amigo incondicional del príncipe, se mete en la piel del actor de origen guineano Emilio Buale..


"Horacio, tú que vivirás, refiere la verdad y los motivos de mi conducta a quien los ignore". Y así un agónico Hamlet se despide de su amigo, que intenta suicidarse para seguirle y finalmente soporta la carga de vivir por él. Este ejemplo de amistad absoluta se traduce en un imponente Emilio Buale (Guinea Ecuatorial, 1972), el nuevo Horacio que rompe moldes shakespearianos.

"Reconozco que me sorprendió mucho que Juan me llamara, que le diese igual un Horacio negro, azul o gris perla, porque no es lo habitual en el teatro o el cine", recuerda Buale, que saltó a la fama en 1996 con la nominación a los Goya por su debut en Bwana, de Imanol Uribe.

Desde entonces, este intérprete curtido en la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha conocido el éxito y también el olvido de los grandes directores, que sólo se acuerdan de su nombre para interpretar clichés. "Resulta irónico que en pleno siglo XXI sólo llamen a los asiáticos o africanos para determinados papeles. Algunos actores intentamos abrir paso para que dentro de unos años esto no sea la excepción, sino algo más normal".

Mientras, Buale compagina ensayos y giras con su trabajo como bombero. "En este Hamlet se refleja un aspecto que compartimos los bomberos: arriesgaríamos la vida unos por otros, sin que medie atracción sexual. Siempre planeó el fantasma de la homosexualidad de Horacio, de ahí que fuera interpretado por actores más femeninos o delgados. Pero lo que se propone en esta versión es una amistad auténtica sin más", advierte Buale
.

http://www.elpais.com/articulo/madrid/vers...04elpmad_15/Tes

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Invitado_Maripili_*
mensaje Dec 4 2008, 03:29 PM
Publicado: #1866





Invitado






Ciudadanos de Granada: Magos del alma


laopinióndegranada.es
Jueves 04 de diciembre de 2008
E. FUENTES


Dos ilusionistas del Zaidín, ‘Luisma’ Salmerón y Pablo ‘Clabó’, llevan sus trucos hasta aldeas remotas y deprimidas de Guinea Ecuatorial. “Los niños nos tomaban por chamanes”, comentan.

Luis Manuel Salmerón y Pablo Torres –Pablo ‘Clabó’– son una extraña pareja de hecho. Eso sí, sólo mágica, que quede claro, no se vaya a enfadar la chica con la que el primero comparte buenos y malos ratos en los momentos que pasa en la capital granadina –no muchos últimamente –. Son dos grandes del ilusionismo. Lo han vuelto a demostrar en la presente edición del Hocus Pocus, donde han puesto el rostro humano al festival internacional promovido por el popular ‘MagoMigue’.

Mayores, menores y alguna que otra ONG han disfrutado de la calidad técnica exhibida por estos dos no tan jóvenes talentos de una disciplina que pide a gritos una consideración artística que, por otro lado, estaría justificada. ‘Luisma’ y ‘Clabó’ han actuado en centros de día, hospitales y locales de instituciones benéficas. ¿Por qué? “Porque nos encanta la profesión, vivimos con pasión lo que hacemos y nos esforzamos para que nadie se quede al margen, para que todos puedan disfrutar de un espectáculo así, para que no haya excluidos.

La magia es nuestra vocación, la gasolina que nos mueve”, asegura Pablo en una cafetería del corazón del Zaidín, barrio en el que ha crecido y donde forjó su alianza con el compañero y vecino que le da la alternativa durante sus originales y variopintas actuaciones. Se ganan el pan con notable habilidad, con trucos que dejan boquiabiertos a los asistentes. Su formación les avala, aunque advierten de que “los que estamos en esto nunca dejamos de adquirir conocimientos.

El aprendizaje dura toda la vida”. Miguel Aparicio fue un buen espejo en el que mirarse. Cuentan que les apoyó y les enseñó las claves del oficio. ‘Luisma’ pasó bastante tiempo con él. Entre risas, niegan que ‘Magia Borras’ se encontrara entre los juegos de mesa que todo crío almacena en el armario del dormitorio. La profesión y sus dotes les han llevado fuera de España. Salmerón ha llegado hasta el Castillo Mágico de Hollywood, un lugar por el que, según matizan los iniciados, sólo pasan los mejores. También ha viajado a Francia, Inglaterra y otros estados europeos.

Ahora ultima una gira por Estados Unidos y le han invitado a Colombia. Clabó también cuenta con curriculum internacional. Sin embargo, no son estas las experiencias que más les han marcado. Pocos conocen la faceta altruista del ilusionismo que practican. Han participado en programas del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Han exhibido todo el potencial de los trucos ‘made in Granada’ en poblados de la selva guineana, ante un público que, de otro modo, jamás habría podido soñar con disfrutar de un espectáculo así. Cambiar su mundo. “Las caras de aquellos niños, que salían adelante con lo justo, son inolvidables. Ni siquiera sabían lo que era la magia. Se sorprendían por cualquier pequeña cosa, por el mínimo movimiento. Nos tomaban por chamanes o algo parecido, casi como personajes con poderes extraordinarios. Al terminar una fase del espectáculo, aunque fuera de lo más simple, daban saltos de pura alegría y se abrazaban”, explica ‘Clabó’.

El relato no ha perdido ni una pizca de emoción. Para él, que lo habrá contado mil veces, tampoco: “Aún se me ponen los pelos de punta al recordar situaciones como la que nos llevó a actuar en un ‘pueblecito’ lleno de niños. Todos –habría unos 300–, entraron en la iglesia. Realizamos el truco de sacar dinero de la mano. Les animamos a que convirtieran en monedas las partículas del aire. Repetíamos el movimiento una y otra vez y fuimos depositándolas en un recipiente. Miraban fuera de sí. No daban crédito a aquello. Nos imitaban como locos. Resultó genial”.

“Seguramente, hablamos de la situación que nos ha tocado más profundamente desde que estamos en esto”, resaltan con sinceridad estos dos granadinos que por una semana se llegaron a sentir magos ante “espectadores completamente vírgenes”. Iniciaron a algunos chavales en los misterios de la disciplina para que gozaran de su gran momento en la gala final que tuvo lugar antes de que emprendieran la marcha: “Lo vivían con una pasión descomunal. Prepararon capas con bolsas de basura y varitas con palos. Demostraban una capacidad infinita para ser felices, pese a las enormes carencias y dificultades del penoso día a día”.

“No hemos vuelto para comprobar el efecto de aquellas actividades en la población local, pero los responsables del programa nos comentan que la ilusión perdura entre los chicos, que meses después continuaban hablando de lo que vieron”, señala ‘Luisma’, quien no esconde que es un buen argumento para seguir participando en proyectos de esta naturaleza, “con los que no engorda la cuenta del banco, pero sí la riqueza emocional y la propia satisfacción, que hace que el esfuerzo siempre merezca la pena”.

Recompensa. “Las sensaciones que nos trajimos en la maleta no se pueden pagar con dinero”, añade Pablo. Esperan repetir en próximas fechas. Les han propuesto una aventura similar en Paraguay, país al que se desplazarán con total seguridad en los próximos meses. Sus trucos también curan dolores en Granada. Por ejemplo, el de los pequeños enfermos ingresados en el hospital Materno-Infantil.

Una ilusión para olvidar problemas, que arrancan con esmero de chavales que acaban de someterse a duras sesiones de quimioterapia. Son risas que ensañan a valorar cada minuto de salud, que salvan. Luis Manuel Salmerón y Pablo Torres son magos del alma.


http://www.laopiniondegranada.es/secciones...nada-Magos-alma
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Invitado_Andy Maykuth_*
mensaje Dec 4 2008, 07:33 PM
Publicado: #1867





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La voz de las víctimas de la guerra del Congo

La organización Médicos Sin Fronteras pone en marcha desde hoy una página web que recoge los testimonios de los desplazados en Kivu

FERNANDO NAVARRO
Madrid

ELPAIS.com
Internacional
04-12-2008


Un mes después de que estallase el enésimo conflicto armado en el este de la República Democrática del Congo (RDC), todavía parece lejano que el Gobierno de Joseph Kabila y los rebeldes tutsis de Laurent Nkunda alcancen un acuerdo político, pero, en todo este tiempo, más lejana ha estado la movilización internacional para ofrecer la ayuda humanitaria necesaria para una población civil que es la primera víctima de los enfrentamientos. Y lo peor de esta situación es, precisamente, el tiempo. Cientos de miles de personas llevan 15 años aguantando en un escenario de emergencia bajo las penurias y las atrocidades de una guerra que nunca acaba.

El este de Congo es el gran olvidado de esta guerra. Allí se hacinan decenas de miles de desplazados que malviven en campamentos bajo condiciones precarias. Son los habitantes de los Kivus, llamados así por las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, enclaves codiciados por sus recursos naturales por vecinos como Zaire, Ruanda y Uganda pero verdaderas bases de pobreza y desesperanza del África Central desde la década pasada.

En esa rica zona por la que extiende la cuenca del río Congo y las montañas de Virunga, Naciones Unidas (ONU) ha constatado la violación de los derechos humanos por todas las partes involucradas en el conflicto, tanto los soldados del Ejército -que se dan al pillaje, el asesinato y la violación mientras se baten -, como los 6.000 hombres de Nkunda, los hutus organizados o las milicias progubernamentales Mai Mai. Los habitantes de los Kivus son, a ojos de Naciones Unidas (ONU) y varias organizaciones humanitarias que operan en la zona, los tristes protagonistas de una de las situaciones humanitarias que con más urgencia necesitan ayuda exterior. Pero a ojos del exterior, no existen.

Ante esta falta de atención internacional, la organización Médicos Sin Fronteras, que opera en la zona en distintos campamentos, ha puesto en marcha hoy una página web para dar voz a las víctimas del conflicto. Su nombre: Estado: Crítico (www.condition-critical.org/es/). El casi nulo eco de los medios de comunicación y organismos políticos sobre la abominación diaria a la que población civil congoleña de los Kivus es sometida se intentará superar recogiendo testimonios de estos protagonistas anónimos desde hospitales, clínicas y campos de desplazados durante un año.

A través de vídeos, fotogalerías, entrevistas, blogs y noticias de terreno, el portal de Internet recopila testimonios que dan cuenta de la emergencia diaria en la que viven los habitantes de Kivu Norte y Kivu Sur. El fotógrafo ganador del premio World Press, Cédric Gerbelage, ha colaborado con imágenes sobre el terreno.



http://www.elpais.com/articulo/internacion...lpepuint_10/Tes

http://www.condition-critical.org/es/
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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Dec 4 2008, 07:51 PM
Publicado: #1868





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Guinea Ecuatorial en perspectiva
José María Ridao - 01/11/1996 - Política Exterior Nº54
Diplomático

Guinea es uno de los capítulos menos conocidos de la política exterior española. Los errores de la descolonización y las crisis internas bajo el régimen de Franco han motivado una falta de análisis desde la independencia del país en 1968


https://www.politicaexterior.com/?m=1&p...85b15b86672cc29

Con toda seguridad un buen articulo. Para pudientes; 20 euros
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Invitado_Pepin_*
mensaje Dec 5 2008, 11:53 AM
Publicado: #1869





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Presentación de libro "Ya no queda nada que robar."

Traficantes de Sueños
Fecha de creación
04dic 19:39



 
Tendrá lugar el miércoles 10 de diciembre a las 19.30h y contaremos con la presencia Juan Carlos de la Cal, periodista especializado en temas africanos, Rafael Sánchez, director del Departamento África de la Fundación Sur y el autor, Agustín Velloso. Tras la presentación se procederá a un debate abierto.

Se dice que en la entrada de la academia de Platón había un letrero que decía: “No entre aquí quien no sepa geometría”. Pues queda el lector avisado al hojear estas páginas de “que no lea esta obra quien no se oponga a Obiang y a los que le apoyan”.

Este aviso viene a cuento de que no es principalmente un libro lo que tiene el lector entre sus manos, sino una denuncia contra el régimen que saquea Guinea Ecuatorial y viola los derechos humanos de la mayoría de su población con la complicidad de la comunidad internacional.

Sin duda, el que lo lea adquirirá al tiempo algunos conocimientos sobre el tremendo cambio reciente en la economía, la reacción de la gente, el funcionamiento de la política, la intervención internacional, en definitiva sobre el malhadado devenir de este pequeño país de África Occidental, colonia española hasta hace 40 años.

Hay mucha información al respecto en diversas fuentes sobre muchas más parcelas de la realidad ecuato-guineana: literatura, historia, costumbres, fauna, etc., así que probablemente lo que caracteriza a esta publicación es que está dictada por ciudadanos de Guinea Ecuatorial. El autor la ha escrito a partir de las comunicaciones de éstos y de su propia experiencia en el país, además de que se ha apoyado en los datos que ofrece la abundante literatura gris publicada sobre el país.

De todo esto se da cuenta en el capítulo de Orientación bibliográfica sobre Guinea Ecuatorial y en el de Guinea Ecuatorial en Internet. Una persona sin contacto previo sobre el país puede encontrar una buena introducción al mismo con la información que se contiene en ambos capítulos.

¿Qué se pretende entonces con este volumen? Dos son los objetivos. El primero es dar la oportunidad a los ecuato-guineanos de denunciar públicamente lo que sufren en silencio bajo el régimen de Obiang, ya que no pueden hacerlo en su país sin correr un riesgo grave.

Niñas y jóvenes obligadas a trabajar en régimen de semiesclavitud en las calles de Malabo y Bata, capital y segunda ciudad en importancia respectivamente; trabajadores explotados por multinacionales del petróleo y la construcción con el beneplácito de las autoridades; enfermos usados como conejillos de indias por codicia, ante la mirada –vuelta hacia otro lado- del organismo de cooperación sanitaria de la antigua metrópoli; niños desprotegidos a las puertas de las más importantes agencias internacionales representadas en el país; gente humilde que sufre el abandono de los gobiernos de las potencias occidentales, que han optado por apoyar a la elite del país a cambio de recibir un pedazo de su tarta petrolífera, en lugar de exigirle que respete los derechos humanos y la democracia…

Éstas y otras víctimas anónimas exponen ante el mundo su situación y de paso dejan sentado que los demás ya no pueden decir: no sabíamos lo que ocurría en Guinea Ecuatorial cuando nuestro propio gobierno recibía a Obiang en España como el presidente legítimo de ese país.

El segundo es contrarrestar la manipulación informativa que los grandes medios de comunicación al servicio del poder, así como los lobbies políticos, jurídicos y empresariales a sueldo de Obiang, llevan a cabo desde hace años con total impunidad.

Con el fin de hacer presentable un crimen fenomenal, bajo el cansino discurso de “pasos y muestras por parte del régimen de Obiang hacia la democracia, aunque dentro de la singularidad africana”, su tóxica labor es en realidad un valioso apoyo a la dictadura que saquea y viola gravemente los derechos humanos desde hace muchos años sin visos de cambiar en el porvenir.

Además de los dos capítulos citados, el resto de la obra está formado por los artículos que sobre Guinea Ecuatorial he publicado en Internet en los últimos años, es decir, los problemas surgidos con la explotación del petróleo, las carencias de la sanidad, la educación y los servicios sociales en general a pesar de los tremendos ingresos en el tesoro, la corrupción de las autoridades, la persecución política de los opositores, los problemas vitales de la gente corriente, la falacia de la cooperación internacional y el papel de los países occidentales respecto del régimen, en particular de España, además de otras cuestiones tangenciales.



Ver libro
www.traficantes.net/index.php/trafis/libreria/catalogo/libros/ya_no_qued/

CITA
Librería asociativa Traficantes de Sueños
C/Embajadores 35 local 6
28012 Madrid
Tfno. 91 5320928
Horario de lunes a viernes,
de 10.30h a 14h y de 17h a 20.30h
Sábados de 11h a 14h y de 17h a 20.30h
www.traficantes.net


http://www.traficantes.net/index.php/trafi...nea_ecuatorial/

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Invitado_Katharina Von Strauger_*
mensaje Dec 5 2008, 12:17 PM
Publicado: #1870





Invitado






CITA
Muchos guineanos, sobre todo los ancianos, echan de menos la colonización

Escritor y aventurero, acaba de publicar su segunda novela 'Guinea', una crítica del tirano gobierno que se vive en la ex colonia española

Fernando Gamboa es de esos escritores nómadas que viven su vida a ritmo de "carpe diem", sin casa, ni coche, ni familia. No le hace falta, asegura convencido. Hasta hace unos años, Gamboa se consideraba de profesión aventurero y, realizando trabajos temporales, como jugar al póquer o dar clases de español a extranjeros, se costeaba sus viajes. Una lesión de espalda le obligó a quedarse en casa y es cuando decidió coger la pluma y escribir. "Llevo el mismo estilo de vida, sólo ha cambiado una cosa, que tengo trabajo fijo", asegura el autor. Acaba de publicar "Guinea", su segunda novela, que narra la inquietante aventura que vive una cooperante española de UNICEF al ser detenida en un control de policía, torturada y condenada a veinte años de prisión. Lejos de ser una ficción, Guinea reúne los testimonios de las personas que Fernando Gamboa conoció en su viaje a la ex colonia española, un país asediado por un gobierno tirano y corrupto, y que, según el autor 'este libro era una deuda que tenía pendiente con esa maravillosa gente, tan amable y hospitalaria hasta límites absurdos'.


Al principio de la novela usted conversa con la protagonista del libro lo que da mucha veracidad a la historia. ¿Cuánto de real tiene?

Está basada en historias que, o bien me han sucedido a mi, o me las han contado gente que conocí en Guinea Ecuatorial. Otras, como el momento en que violan a una niña con un tenedor o las brutales torturas por parte de los militares, son denuncias textuales extraídas de un informe de Amnistía Internacional. En la novela no me invento nada por muy alucinante que parezca.

La protagonista del libro, Blanca, una cooperante de UNICEF, ¿está inspirada en alguien?

Me contaron la historia de una cooperante que en un control de carretera fue detenida porque en su diario criticaba al gobierno de Guinea. La mataron allá mismo.

Hábleme de su viaje a Guinea.

Estuve muy poco tiempo, no por falta de ganas, sino porque la policía me hizo la vida imposible. Siempre viajo con una mochila y un billete de ida pues mi intención es quedarme un tiempo largo pero en Guinea no me dieron la opción y tuve que irme por el acoso policial.

¿No les gusta el turismo?

Si vas a tu aire, mezclándote con la gente, no les hace ni pizca de gracia. Conseguir el visado es peor que pedirle una instancia al Papa. Has de pedir permiso para desplazarte, sacar fotos, quedarte en un hotel, etc. Aunque si eres americano los militares te sacan la alfombra roja. Los españoles no tenemos ningún negocio, sólo proyectos de desarrollo y, por este motivo, no somos bienvenidos.

¿Por qué desconocemos tanto de un país que hace cuarenta años fue colonia española?

Pues es una duda que yo también tengo y me da mucho que pensar. Franco declaró Guinea materia reservada cuando ésta se independizó. Eso quiere decir que no podía salir a la luz nada sobre el país.

Y eso que aún no se había descubierto el petróleo…

Se sospechaba que podía haber. Las empresas españolas contrataron a una compañía americana para buscar el petróleo y ésta negó rápidamente la existencia de reservas de crudo. Cuando los españoles se fueron, apareció todo el petróleo. Ahora es la segunda reserva más importante de África, produciendo los mismos barriles que Kuwait. EEUU, China, Francia e Inglaterra tienen intereses económicos en Guinea, pero España no con lo que no se entiende porque se sigue guardando tanto silencio en torno a esta dictadura.

El malo de la novela es el presidente de Guinea, Teodoro Obiang. ¿Qué papel juega en este entramado sucio entre gobierno y empresas petrolíferas?

Él es la marioneta que las multinacionales apoyan para que puedan seguir saqueando el petróleo y haciendo dinero. Es uno de los personajes más ricos del mundo, con una cuenta corriente que no deja de inflarse. Por otro lado, ha sido el responsable de que el diez por ciento de la población de su país haya 'desaparecido'.

Gabriel es el héroe de la novela, un guineano revolucionario que está dispuesto a arriesgar su vida para acabar con la represión. ¿Has conocido alguna vez un personaje así en el Tercer Mundo?

Es muy complicado. Cuando vas allí no entiendes porque la gente no hace nada. Los militares son una pandilla de inútiles pero la población les teme.

Pandilla de inútiles pero armados…

Pero a veces ni siquiera las saben usar. Hace poco entraron unos piratas nigerianos a las costas guineanas, concretamente, a la segunda ciudad más importante, Bata, y estuvieron diez horas saqueando todo lo que encontraron. El ejército no podía ni sacar los tanques porque las llaves del cuartel se las había llevado la señora del mercado. El helicóptero que salió a perseguir a los piratas no llevaba munición. Era todo un chiste.

¿Mantienen muchas de nuestras costumbres?

Muchas. Hablan castellano perfectamente y con un acento impecable. Usan las mismas expresiones, mismos tacos, cantan las mismas canciones. Esto hace que te enfades más porque te sientes muy identificado con ellos.

¿Qué recuerdo guardan de la época colonial?

Muchos guineanos, sobretodo los ancianos, echan de menos la colonización y se sienten aún españoles. Desde luego que nosotros no lo hicimos nada bien pero ahora el país está en la ruina. Un abuelito se me acercó un día y me dijo: 'Yo soy español y esto es una mierda. Antes aquí había un cine, un colegio, un hospital, luz eléctrica, alcantarillado.' Es como si ahora hubieran vuelto a la edad de piedra y, encima, en un contexto de corrupción, tiranía y miedo.

¿Y qué hay de los jóvenes?

No piensan así porque no les llega información. Las radios y los canales son oficiales y todos ellos emiten mensajes del tipo: 'Obiang es dios por eso puede matar a quien quiera sin pedir cuentas.'

¿Hay esperanza para las futuras elecciones en 2009?

Las elecciones son de risa en Guinea. En las últimas el presidente consiguió el 99.5 por ciento de los votos. ¿Quién se lo cree? Lo que más me enoja es que una delegación de políticos españoles se encargó de supervisar las pasadas elecciones y al volver dijeron que Guinea era el paraíso de la democracia. Una de dos, o eran idiotas o corruptos. A mí sólo me costó un mes para darme cuenta de la tiranía del gobierno, la injusticia, la represión, la manipulación.

Al leer este libro, a pesar del drama, el lector siente ganas de visitar Guinea.

Guinea es un país con unos paisajes impresionantes y una gente maravillosa. Me pregunto de dónde habrá salido el presidente y su pandilla. Los guineanos te ofrecen la comida suya de ese día a cambio de nada, aunque sea el último alimento que les quede. Recuerdo cuando en la ciudad preguntaba a alguien por una dirección y en vez de decírtela, esa persona te acompañaba hasta el lugar, aunque estuviera al otro lado. Jamás sucedería en Europa. Y la selva… ¡qué lugar! Aunque la están talando a ritmo de vértigo.

¿No existe un plan de conservación?

Hay un parque natural donde habita el gorila que está gestionado y protegido por la Unión Europa pero cuando yo estuve allí escuchaba las 24 horas del día la sierra mecánica. No oyes ni los pájaros, ni los monos, porque todos están muertos de miedo y no sólo por la tala de árboles, también porque la única entrada de proteína que tiene la población es a través de la caza.

¿Qué hay de los pollos, vacas y ovejas?

No pueden criarlos por la malaria y la mosca Tsé-Tsé. En el mercado sólo encuentras cocodrilo, iguana, mono, cosas de este estilo.

En el libro describe la selva como un lugar tenebroso, ¿cuál fue su experiencia allá?

Tengo un recuerdo alucinante de la selva. Un lugar oscuro porque sólo se filtra el dos por ciento de la luz, es decir, aquí habría más luz de noche que en la selva en pleno día. No ves por dónde pisas. Otra cosa impactante es la cantidad de insectos que circulan por el suelo, les oyes correr...¡y esos ejércitos de hormigas que devoran todo lo que se cruza en su camino!


http://www.lavanguardia.es/cultura/noticia...lonizacion.html




CITA(Julian Navascues @ Jul 15 2008, 02:24 PM) *
CITA
MINISTERIO DE INDUSTRIA


DECRETO 595/1966, de 12 de marzo, por el que se adjudican dos permisos de investigación de hidrocarburos, solicitados conjuntamente por las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), en la zona II (Fernando Poo). (BOE de 14 de marzo de 1966 num. 62)


Vistas las solicitudes de permisos de investigación de hidrocarburos presentadas en competencia y conjuntamente por las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA) sobre las cuadriculas números siete y ocho de la zona II (Fernando Poo), y teniendo en cuenta que dichas solicitudes están de acuerdo con lo que la ley dispone; que los peticionarios han demostrado tener la capacidad financiera y técnica necesaria; que proponen unos programas de trabajos razonados y superiores en cuanto a inversiones al mínimo legal, y que, aunque se han presentado solicitudes para dichas cuadriculas en primera petición y en competencia, se consideran estas propuestas mas favorables, procede otorgar a las entidades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), dos premisos e investigación solicitados en la zona II (Fernando Poo).


En su virtud, a propuesta de Ministro de Industria y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día once de marzo de mil novecientos sesenta y seis,

DISPONGO:

Articulo primero.- Se otorgan a las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), conjuntamente, los siguientes premisos de investigación de hidrocarburos sobre las cuadriculas del mapa oficial de la zona II (Fernando Poo) que se mencionan:

Expediente numero veinticinco.- Cuadricula numero siete, de cuarenta y siete mil novecientas hectáreas.

Expediente numero veintiséis.- Cuadricula numero ocho, de ciento dos mil ciento setenta y tres hectáreas.

Articulo segundo.- Los permisos de investigación a que se refiere el articulo anterior quedan sujetos a todo cuanto disponen la Ley de Régimen Jurídico de la Investigación y Explotación de Hidrocarburos de veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho, Reglamento para su aplicación de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, Decreto de veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y nueve sobre normas reglamentarias especiales para las provincias españolas de África, Decreto de veintidós de junio de mil novecientos sesenta y dos por el que se reorganiza la Comisión de Coordinación para la aplicación de la Ley de Hidrocarburos en las provincias españolas de África, así como a las ofertas presentadas por las sociedades adjudicatarias que no se opongan a lo que especifica en el presente Decreto.

Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para complementar este decreto mediante Orden Ministerial en la que se puntualicen las condiciones que procediera concretar con las entidades adjudicatarias, dentro de las especificaciones propuestas por ellas que constituyen la base de este Decreto de otorgamiento.

Articulo tercero.- Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para dictar las disposiciones necesarias para el cumplimiento de lo que en este Decreto se dispone.


Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a doce de marzo de mil novecientos sesenta y seis.


FRANCISCO FRANCO


El Ministro de Industria


GREGORIO LOPEZ BRAVO DE CASTRO




CITA
MINISTERIO DE INDUSTRIA


DECRETO 1846/1967, de 13 de julio, por el que se adjudican tres permisos de investigación de hidrocarburos solicitados conjuntamente por las sociedades “Spanish Gulf Oil Company” y Compañía Española de Minas de Riotinto, SA” en la zona II (Fernando Poo) (BOE de 24 de agosto de 1967, num. 202)


Vistas las solicitudes de tres permisos de investigación de hidrocarburos en la zona II (Fernando Poo), presentadas por las sociedades “Spanish Gulf Oil Company” (SPANGOC), y Compañía Española de Minas de Riotinto, SA” (RIOTINTO), y teniendo en cuenta que dichas solicitudes están de acuerdo con lo que la ley dispone; que los peticionarios han demostrado tener la capacidad financiera y técnica necesaria; que proponen unos programas de trabajos razonados y superiores en cuanto a inversiones al mínimo legal, y que, aun cuando se han presentado propuestas en competencia sobre las mismas cuadriculas , se consideran mas favorables las propuestas de (SPANGOC) y (RIOTINTO), procede otorgar a estas Compañías los tres premisos de investigación solicitados en la zona II (Fernando Poo).

En su virtud, a propuesta de Ministro de Industria y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día siete de julio de mil novecientos sesenta y siete;


DISPONGO:

Articulo primero.- Se otorgan a las sociedades“Spanish Gulf Oil Company” (SPANGOC), y Compañía española de minas de Riotinto, SA” (RIOTINTO), los siguientes premisos de investigación de hidrocarburos sobre tres cuadriculas del mapa oficial de la zona II (Fernando Poo).

Expediente numero cuarenta, cuadricula numero cinco, de cincuenta y dos mil dieciséis hectáreas.

Expediente numero cuarenta y uno, cuadricula numero seis, de cincuenta y seis mil cuatrocientas sesenta y tres hectáreas.

Expediente numero cuarenta y dos, cuadricula numero diez, de cuarenta y siete mil setecientas veinticinco hectáreas.


Articulo segundo.- Los permisos de investigación a que se refiere el articulo anterior quedan sujetos a todo cuanto disponen la Ley de Régimen Jurídico de la Investigación y Explotación de Hidrocarburos de veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho, Reglamento para su aplicación de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, Decreto de veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y nueve sobre normas reglamentarias especiales para las provincias españolas de África, Decreto de veintidós de junio de mil novecientos sesenta y dos por el que se reorganiza la Comisión de Coordinación para la aplicación de la Ley de Hidrocarburos en las provincias españolas de África, así como a las ofertas presentadas por las sociedades adjudicatarias que no se opongan a lo que especifica en el presente Decreto y a las siguientes condiciones.


Primera.- los titulares vienen obligados a invertir como mínimo durante los dos primeros años de vigencia de los permisos, las cantidades que se expresan a continuación:

En la cuadricula numero cinco, cuatrocientas dieciséis mil ciento veintiocho pesetas oro.
En la cuadricula numero seis, cuatrocientas cincuenta y una mil setecientas cuatro pesetas oro, y en la cuadricula numero diez, dos millones trescientas noventa y una mil ochocientas treinta pesetas oro.

Dichas cantidades; de acuerdo con las propuestas de los adjudicatarios se destinaran, para el caso de las cuadriculas números cinco y seis, a la realización de los estudios y trabajos geológicos y geofísicos que señalan, y para el caso de la cuadricula numero diez, además de la ejecución de tales trabajos, habrán de realizar, como mínimo, un sondeo de investigación que deberá ser empezado antes de finalizar el primer año de vigencia del permiso y será situado en un punto escogido razonablemente por los titulares.

Si antes de la finalización del segundo año de vigencia los titulares hubiesen iniciado la perforación de un primer sondeo de investigación, dentro del perímetro de la cuadricula cinco y/o de la numero seis, o un segundo sondeo en la cuadricula numero diez, los titulares podrán continuar la investigación de dicha cuadricula o cuadriculas después de dicho segundo año, debiendo realizar una inversión mínima media de dos pesetas oro por hectárea durante el tiempo que mantengan los permisos.

En aquella o aquellas cuadriculas en que no se hubiese iniciado, respectivamente, el mencionado sondeo antes de finalizar el segundo año de su vigencia los titulares continuaran la investigación en el cincuenta por ciento de la superficie de la respectiva cuadricula escogido a su elección, con una inversión mínima media anual de dos pesetas oro por hectárea de la superficie del primitivo permiso, conforme a lo previsto en el articulo ciento cuarenta y tres del Reglamento. El otro cincuenta por ciento de dicha superficie de cada cuadricula revertirá al Estado en calidad de reserva.

Para la conversión de pesetas oro a pesetas papel se estará a lo dispuesto en el artículo treinta y siete del Reglamento.

Segunda.- De acuerdo con su propuesta las participaciones de los adjudicatarios serán un setenta y cinco por ciento (SPANGOC), y un veinticinco por ciento (RIOTINTO)

Tercera.- La vigencia de la adjudicación de las cuadriculas cinco, seis y diez de la zona II (Fernando Poo), queda condicionada al cumplimiento por los adjudicatarios de las propuestas señaladas en el párrafo dos-A de sus Pliegos de Mejoras.

Cuarta.- Los titulares dentro de los términos de sus propuestas, abonaran, por el concepto de canon de superficie que determina la Ley de Hidrocarburos la cantidad de cien mil dólares USA por los ocho años de vigencia de los tres permisos, y deberán pagar dicha cantidad de una sola vez, por anticipado, dentro del plazo limite que señala el articulo cuarenta de la Ley de Hidrocarburos para el pago del primer plazo y en la forma señalada en el articulo ciento veinticinco del Reglamento.

Quinta.- En el caso de renuncia total o parcial de uno o varios de los permisos de los adjudicatarios durante los dos primeros años de su vigencia, los titulares justificaran debidamente ante la Administración, haber invertido en los permisos abandonados las cantidades señaladas para cada permiso en la condición primera, y de no efectuar dicha justificación, si la renuncia fuera total de uno o varios permisos, ingresara en el Tesoro la diferencia entre la cantidad total realmente invertida en cada permiso, justificada satisfactoriamente a juicio de la Administración y la correspondiente de las citadas cantidades mínimas comprometidas para los dos primeros años. Si la renuncia fuese parcial, porque se trate de partes de permisos, se estará a lo dispuesto en el artículo ciento cuarenta y tres del Reglamento.

Si una vez transcurridos los dos primeros años de vigencia los titulares decidieran continuar la investigación en la totalidad del área de uno o varios de los permisos por haber iniciado la perforación de un sondeo en la cuadricula numero cinco y/o la numero seis y un segundo sondeo en la cuadricula diez, o solamente en el cincuenta por ciento de su superficie, por no haber realizado los mencionados sondeos, deberán justificar debidamente ante la Administración haber invertido en cada permiso de los que continúen las cantidades mínimas comprometidas para los dos primeros años de vigencia. En caso contrario, ingresaran en el Tesoro la diferencia entre la cantidad total realmente invertida, debidamente justificada a juicio de la Administración y las citadas cantidades.

Si la renuncia total se efectuara después de transcurridos los dos primeros años de vigencia y de haber dado debido cumplimiento a lo señalado en los párrafos anteriores, los titulares solamente vendrán obligados a ingresar en el Tesoro la diferencia que pudiera existir entre las cantidades realmente invertidas en el permiso, a partir del tercer año, debidamente justificadas a juicio de la Administración y la cantidad total resultante de multiplicar la mínima legal por el numero de años, contados año por año, que hayan mantenido los permisos a partir del tercer año.

Si una vez transcurridos dichos dos primeros años la renuncia fuera parcial porque se trate de partes de permisos, los titulares previa justificación de sus intenciones, podrán acumular las inversiones no realizadas a las que tengan que realizar en las partes de los permisos que conserven.

Sexta.- Los peticionarios deberán presentar para su aprobación por la Administración, en el plazo de treinta días contados a partir de la publicación de este Decreto en el “Boletín Oficial del Estado”, el Convenio que regule su colaboración, en el que designaran el representante común a través del cual se desarrollaran sus relaciones con la Administración y en el que se establecerán las normas para el régimen de administración y contabilidad que permita aplicar las disposiciones de la Ley y de su Reglamento de un modo unitario. La validez de la adjudicación de los permisos a que se refiere este Decreto, esta supeditada a la aprobación de dicho Convenio por la Administración.

Si el convenio de colaboración es aprobado, las Entidades participes serán titulares de los tres permisos de investigación a que se refiere el articulo primero mancomunada y solidariamente teniendo cada una el carácter de titular a los efectos de la Ley veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho y disposiciones complementarias.

Séptima.- La valoración de las aportaciones del titular extranjero que no se efectúen precisamente en divisas, deberá ser sometida a la aprobación del Ministerio de Industria, que tendrá en cuenta para ello los precios normales en el país de origen.

Octava.- De acuerdo con el contenido del articulo treinta y tres del Reglamento de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, las condiciones anteriores primera, segunda, tercera, quinta y séptima son condiciones esenciales cuya inobservancia lleva aparejada la caducidad de los permisos.

Novena.- La caducidad de los permisos de investigación será únicamente declarada, según el articulo ciento sesenta y tres del Reglamento por causas imputables a los titulares, y, por implicar de hecho la renuncia de estos a los permisos, será de aplicación, en este caso, lo dispuesto en el articulo ciento cuarenta y cuatro del Reglamento.


Articulo tercero.- Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para dictar las disposiciones necesarias para el cumplimiento de lo que en este Decreto se dispone.


Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a trece de julio de mil novecientos sesenta y siete.



FRANCISCO FRANCO



El Ministro de Industria


GREGORIO LOPEZ BRAVO DE CASTRO



CITA
Y eso que aún no se había descubierto el petróleo…

Se sospechaba que podía haber. Las empresas españolas contrataron a una compañía americana para buscar el petróleo y ésta negó rápidamente la existencia de reservas de crudo. Cuando los españoles se fueron, apareció todo el petróleo. Ahora es la segunda reserva más importante de África, produciendo los mismos barriles que Kuwait. EEUU, China, Francia e Inglaterra tienen intereses económicos en Guinea, pero España no con lo que no se entiende porque se sigue guardando tanto silencio en torno a esta dictadura
.

Gamboa no se ha estudiado el tema. Lastima. ¡Gamboa espabila!
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Invitado_Julian Navascues_*
mensaje Dec 5 2008, 08:39 PM
Publicado: #1871





Invitado






Guinea Ecuatorial en perspectiva

POLITICA EXTERIOR. 54, X
Noviembre / Diciembre 1996


PESE a su recurrente y con frecuencia espectacular aparición en los medios españoles de comunicación, las relaciones con Guinea Ecuatorial constituyen uno de los capítulos paradójicamente menos conocidos de la política exterior de nuestro país. El convencimiento de que en el origen del problema existe una descolonización plagada de errores, realizada bajo la presión de las Naciones Unidas y llevada a cabo en medio de fuertes tensiones en el interior del régimen de Franco, parece haber excusado cualquier análisis que intente, no ya explicar las razones de una crispación permanente desde la misma fecha de la independencia en 1968, sino sobre todo fundamentar una política de largo alcance que, a falta de resolver el contencioso, lo reduzca al menos a sus justas proporciones y permita, al mismo tiempo, gestionarlo con eficacia para nuestros intereses reales y de acuerdo con las exigencias del respeto a los derechos humanos y la democratización.


Uno de los hechos que quizá más ha marcado la situación política y económica del continente africano tras la descolonización ha sido la contradicción ideológica que subyacía a los planteamientos nacionalistas: éstos no reivindicaban la salida del colonizador para recuperar las estructuras políticas previas a la ocupación, sino para erigir un Estado sobre el modelo europeo, fuera en su variante socialista o, más raramente, liberal. La consecuencia más inmediata de esta paradoja en origen, y que sigue determinando en gran medida la evolución actual de los países al sur del Sáhara, es que se establece una coexistencia en muchos casos aberrante de la reciente estructura estatal y formas de organización precoloniales, normalmente de carácter familiar o tribal. De este modo, un buen número de Estados africanos sólo lo son hacia el exterior, mientras que hacia el interior conservan una estructura de poder que nada tiene que ver con la fachada externa. Si se tiene en cuenta que en Guinea Ecuatorial existen zonas como Mongomo y otras poblaciones próximas a la frontera continental, que no tuvieron ningún contacto con la cultura europea hasta bien entrado el siglo XX, se comprenderá la compleja naturaleza de la estructura del poder guineano: la fórmula estatal acaba de cumplir veinticinco años, en tanto que las instituciones tribales han sido las únicas que existían en el interior del país hasta pocas fechas antes de la independencia.


Esta complejidad, una de las más acusadas del continente africano, no puede llevarnos a creer, sin embargo, que los incidentes con España sean resultado de la inexperiencia en el manejo de los resortes del Estado por parte del gobierno de Malabo. Antes al contrario, los sectores radicales del régimen de Guinea Ecuatorial han desarrollado una prodigiosa habilidad para utilizar el Estado como pantalla, haciendo de los modos habituales en las relaciones internacionales, un laberinto burocrático que utilizan según su conveniencia. Por ello, la actitud de comprensión o apaciguamiento que han defendido tradicionalmente algunos sectores políticos en España, así como un buen número de españoles residentes en Guinea, parten del error de creer en la inocencia o cuando menos la incompetencia de las autoridades de Malabo. Pero del mismo modo, ciertas actitudes de firmeza a ultranza, tan irreales como cerradas a cualquier posibilidad de diálogo por incierta que sea, olvidan que muchos de los gestos y declaraciones internacionales del Estado guineano tienen un valor diferente, unas veces, sin duda, más grave pero otras también menos relevante, si se analizan a la luz de la estructura interna de poder.


Pero con ser una idea imprescindible para comprender la conflictividad de las relaciones con nuestra única ex colonia africana, la complejidad y precariedad de los equilibrios entre el Estado y las formas de organización precoloniales en Guinea Ecuatorial no bastan para explicar el constante rosario de tensiones y desavenencias con España que han marcado las casi tres décadas de historia independiente. Sobre la realidad de fondo de un Estado de difícil consolidación, no sólo por el sustrato tribal sino también por la fragmentación territorial del país, incidió a principios de los años setenta un factor de distorsión que parece haber pasado inadvertido. Probablemente como reacción al discurso anticomunista que mantenía el régimen de Franco, Macías –quien no hay que olvidar que resultó elegido presidente de la República pese a la abierta beligerancia española en favor de la candidatura de Bonifacio Ondó– inició una aproximación hacia la Unión Soviética cuyo resultado más palpable fue el establecimiento de una base militar en Luba. La antigua colonia pasó a ser así, por sus excepcionales condiciones estratégicas, una de las piezas clave en la política de Moscú hacia el golfo de Guinea, donde la presencia francesa y británica –del bloque occidental, por tanto– resultaba decisiva. La inhibición de los gobiernos de Franco ante los abusos, insultos y provocaciones de Macías se explicarían por la exigüidad del margen de maniobra con que contaba España: alterar la situación interna en Guinea podía conllevar una reordenación geoestratégica en el golfo, y la Unión Soviética no estaba dispuesta a correr ese riesgo para aliviar la posición del antiguo colonizador, sobre todo cuando éste apareció en su día como un antiguo aliado de las potencias del Eje. Las bases de las relaciones de España con Guinea se establecen, pues, en unas condiciones que difícilmente cabría imaginar más adversas: la antigua metrópoli arrinconada internacionalmente y la ex colonia gobernada por un psicótico, amparado en el interés estratégico de una superpotencia.


Esta situación se mantuvo inalterada hasta 1975. Contra lo que parece, los factores de cambio no tuvieron tanta relación con los sucesos internos en España como con los roces de Macías con sus mentores soviéticos y, sobre todo, con la independencia de las antiguas colonias portuguesas. El acceso al poder del Movimiento para la Liberación de Santo Tomé y Príncipe, tan sólo tres meses antes de la muerte de Franco, relativizó para Moscú la importancia estratégica de Guinea Ecuatorial, en la medida en que la ex colonia portuguesa –cuya situación geográfica es equivalente a la de la antigua Santa Isabel, hoy Bioko– constituía una alternativa idónea para la política soviética en el área. Desde ese instante, el tiempo de Macías inició una imparable cuenta atrás que, jalonada por los desafueros sanguinarios de un enajenado, concluyó con el golpe de Estado que llevaría al poder a Obiang Nguema, en agosto de 1979.


El balance de esta primera década de independencia resultó aterrador: una población literalmente diezmada, un país en bancarrota, con ese aire de existencia fantasmal, herida en lo más íntimo, que pervive aún hoy en los poblados y ciudades de Guinea. En estas condiciones, la generosa respuesta del gobierno de Adolfo Suárez a la petición de ayuda que formuló el recién llegado presidente Obiang no sólo resultó comprensible, sino simple y llanamente inexcusable. Pero con serlo, el esquema de cooperación que se fraguó en aquellos momentos llegó a convertirse en el tercer gran factor de distorsión de las relaciones bilaterales.


Política de cooperación


Por una parte, cuando el gobierno de Madrid puso en marcha los planes de cooperación con Guinea, España seguía siendo un país receptor de ayuda y, por tanto, sin ninguna experiencia en la gestión de fondos destinados al desarrollo. De ahí que esta cooperación no se planteara en términos ortodoxos desde el punto de vista técnico, sino que, en lugar de identificar programas y proyectos concretos y viables, ejecutados por expertos de los que carecía nuestro país, España asumió la tarea de sustituir al gobierno guineano en todos y cada uno de los sectores de actividad. Un elevado número de ministerios y organismos españoles se implicó generosamente en la tarea, enviando a una legión de funcionarios y profesionales que, desde la radiotelevisión a los aeropuertos, desde la banca a la minería y la extracción de petróleo, desde la sanidad y la educación hasta el turismo, desembarcaban en la antigua colonia con el propósito de sacar al país de su postración. Hasta 1985, la historia de la cooperación española con Guinea Ecuatorial ha constituido, sin duda, la crónica de uno de los mayores desbarajustes administrativos que haya conocido la acción exterior de nuestro país.


La firma del Primer Plan Marco en ese año supuso algo tan básico como conocer con exactitud la cuantía y el destino de los fondos, así como la estructura administrativa encargada de gestionarlos. El documento afirmaba, además, que la sanidad y la educación constituían los sectores prioritarios de nuestra acción, idea que se repetiría en el nuevo Plan de 1989 y en las declaraciones públicas y debates parlamentarios que precederían al recorte de 1994, decidido en virtud de la grave crisis que venían atravesando las relaciones desde dos años antes. Pero, nuevamente en contradicción con las apariencias, la fijación de prioridades establecidas a partir de 1985 no procedía de una elección razonada, de carácter técnico o político, entre sectores alternativos. Un simple vistazo a los resultados cosechados por los entusiasmos iniciales basta para comprender que, bajo la cobertura de un discurso humanitario cada vez más en boga desde entonces, la cooperación española se limitó a declarar prioritarios los sectores donde su presencia no se había saldado con un rotundo fracaso.


Con todo, la fijación de prioridades para nuestra cooperación tuvo un efecto positivo, aunque quizá no completamente voluntario: el abandono de la inabarcable pretensión de globalidad de la ayuda y que España siguiera presente en todos y cada uno de los sectores de actividad de la ex colonia. El efecto negativo procedió, en cambio, del mantenimiento del esquema de sustitución de responsabilidades entre el gobierno guineano y la cooperación española. De ahí que la nueva página que inauguraron los planes-marco no supusieron en este sentido un auténtico cambio de rumbo, en la medida en que la formulación de los nuevos programas sanitarios y educativos seguían sin considerar que, por más fondos, asesoría y ayuda que España estuviera dispuesta a prestar, el adecuado funcionamiento de estos sectores era responsabilidad exclusiva de Obiang y su gobierno, como sucede en cualquier Estado soberano. Antes al contrario, lo que los planes-marco consagraron era justamente la idea opuesta: la sanidad y la educación eran responsabilidad única de España, y el papel de Obiang y su gobierno era el de actuar como jueces de los eventuales éxitos y, sobre todo, de los errores que cometiera la antigua metrópoli. Por insólito que resulte, España quedó como rehén de su propia ayuda.


Junto a los fallos estrictamente técnicos, fruto de la inexperiencia española en el ámbito de la política de desarrollo, el envío masivo de cooperación a partir de 1979 adoleció además de la falta de un proyecto político paralelo. Mientras la ayuda no dejó de llegar puntualmente, las exigencias de democratización fueron sistemáticamente pospuestas, de modo que la ingente inyección de recursos no pudo tener otro efecto que el previsible: el de consolidar un régimen que desde muy pronto se mostró digno continuador no sólo del autoritarismo de Macías, sino también de sus gestos y maneras en las relaciones con España. Vista con una perspectiva de más de quince años desde el golpe de Estado encabezado por Obiang, la consolidación de esta continuidad entre su régimen y el de Macías ha tenido un doble efecto en el trato bilateral.


En primer lugar, el grado de agresividad de Macías contra España había alcanzado tales extremos y, sobre todo, tal impunidad, que Obiang llegó a forjarse entre los suyos una imagen de proespañolista paradójico, basada no tanto en signos positivos de amistad –por lo demás dudosos o inexistentes– cuanto en la constatación de que, disponiendo en efecto de los mismos resortes de poder y de la misma capacidad para hostigar nuestra presencia, él nunca ha querido llegar a los extremos de su tío, pudiendo y teniendo razones para hacerlo según piensan él y su entorno. Pero, en segundo lugar, la inalterada continuidad del régimen de Malabo explica la contradicción que, siempre a ojos de los dirigentes guineanos, atenazó cualquier actitud de firmeza que quisiera aplicar el gobierno español. Por sorprendente que pueda resultar, para Obiang y los suyos no era comprensible –y así lo han manifestado expresamente en no pocas ocasiones– que se respondiera a la “nimiedad” de detener españoles o de atacar al gobierno o las instituciones de la metrópoli cuando, mucho más allá, Macías los vejaba y humillaba sin que Madrid aventurase la más tímida reacción. Sólo haciendo un esfuerzo por colocarse dentro de este peculiar y enrarecido imaginario de los dirigentes políticos guineanos se puede comprender que, pese a ser ellos quienes llevaban sistemáticamente la iniciativa en la multiplicación de los incidentes, no dejaran nunca de considerarse víctimas de la hostilidad y la animadversión de España.


El potencial de conflictividad presente en unas relaciones asentadas sobre bases como las descritas, se vio reforzado a partir de 1985, fecha en que Guinea Ecuatorial se adhirió a la zona económica patrocinada por Francia en el África central. A partir de entonces y casi durante una década, el gobierno de Malabo llevó a cabo una persistente política dirigida a enfrentar a Madrid y París en el expediente guineano. Contra toda lógica una vez más, los esfuerzos de Obiang y de su entorno se saldaron con éxito, pese a las estrechas relaciones hispano-francesas en sectores, no ya de mayor complejidad, sino también de una trascendencia política infinitamente superior. Salvo que se considere que el régimen de Malabo dispone de una excepcional habilidad diplomática, sin proporción alguna con su peso relativo en la esfera internacional ni con la dimensión del país –trescientos cincuenta mil habitantes diseminados en el espacio geográfico equivalente a una provincia española– la explicación del prolongado desencuentro entre las políticas de dos socios europeos hacia un diminuto Estado africano habría que buscarlas en otros ámbitos. Así, resulta evidente que, por parte francesa, existía un cierto límite en sus tomas de posición sobre Guinea Ecuatorial, consistente en la imposibilidad de que París fijara para la antigua colonia española una política que contradijera la que había seguido, desde hacía décadas, en el resto de los países de la región. Por parte de Madrid, en cambio, no resultó fácil descubrir las ventajas de una política de mayor condescendencia, similar a la de Francia, puesto que, salvo efímeras excepciones, esa es la única aplicada desde la fecha misma de la independencia, sin evitar por ello unos incidentes que, en contra de lo que parecieron creer algunos diplomáticos y funcionarios, su mayor o menor reflejo en la prensa, ni añadía ni restaba a su carácter absolutamente inaceptable.


España y Francia


Pero si el desencuentro hispano-francés en el expediente guineano tuvo su origen en la disparidad de estos dos enfoques, la imposibilidad de encontrar un punto de equilibrio entre ambos se debió al equívoco mensaje que transmitió nuestra diplomacia al fijar en 1985 las dos líneas de acción de la política española en África subsahariana. Nuestro país buscó, por un lado, incrementar la presencia en las antiguas colonias lusas en un intento de rentabilizar la relativa ventaja comparativa que supuso nuestra proximidad con la lengua y cultura portuguesas. Por otro, intentó convertir Guinea en una plataforma desde la que propiciar el desembarco comercial en la región, aún hoy considerada zona de exclusiva influencia francesa. Con toda probabilidad, los autores de este segundo enunciado eran conscientes de estar formulando una propuesta de relleno, dictada más por la imposibilidad de construir una política africana que no hiciera siquiera mención de nuestra única ex colonia, que por una auténtica voluntad de dar una dimensión distinta a las relaciones de España con Guinea Ecuatorial. Porque, aun en el supuesto de que ésta última hubiese sido la verdadera intención, ¿cómo se articularía esa ofensiva comercial a gran escala desde un país cuya única comunicación con España era un vuelo semanal y un barco al mes, al tiempo que carecía de cualquier comunicación practicable con los países limítrofes? ¿Qué recursos adicionales pondría el gobierno español al servicio de esta estrategia, teniendo en cuenta que los millonarios presupuestos de cooperación estaban año tras año comprometidos en mantener unas estructuras de ejecución hipertrofiadas y, además, de dudosa eficacia para Guinea y ninguna en absoluto para la defensa de nuestros intereses?


Para París, sin embargo, el simple hecho de que España afirmase la voluntad de lanzar desde Guinea una ofensiva comercial en su área de influencia africana exigía la adopción de medidas tendentes a neutralizarla. La incorporación de la antigua colonia a la zona del franco sería, en este sentido, la más contundente, ya que al mismo tiempo que daba respuesta a una vieja aspiración del gobierno de Malabo –disponer de una moneda convertible– conllevaba el que Guinea adoptase una legislación arancelaria muy restrictiva para el acceso de los productos no franceses a los mercados regionales. Curiosamente, ni Madrid ni París se plantearon en ningún momento la manifiesta inviabilidad del proyecto que pretendía Guinea: una cabeza de puente española, sino que, por el contrario, iniciaron una escalada inverosímil en la que, como en una obra de enredo, cualquier movimiento del otro era interpretado con independencia de sus verdaderas intenciones. Así, el interés de Francia en incorporar a Guinea a la zona del franco fue juzgada por Madrid como prueba de la pujanza del proyecto esbozado en 1985, no como lo que era en realidad, una prevención desmesurada ante una declaración de intenciones no menos desmedida.


Del mismo modo, cualquier intento por parte española de reconducir las insostenibles relaciones con el régimen de Obiang, incluida la propia visita del entonces presidente Felipe González en 1991, fue entendido por París no como un último intento por relanzar ese proyecto político ausente desde la llegada al poder de Obiang, sino como el prólogo de nuestra anunciada ofensiva. La mutua desconfianza llegó tan lejos que cuando España trató de consensuar con los principales donantes una acción común en Guinea Ecuatorial, la diplomacia francesa interpretó que lo que Madrid deseaba era propiciar el aislamiento internacional de la ex colonia para preparar un regreso en solitario.


La realidad es que, pese a los temores de Francia, los intereses españoles en Guinea Ecuatorial fueron reduciéndose a un ritmo vertiginoso. A principios de los años noventa, sectores tradicionales como el café habían desaparecido por completo, mientras que el cacao o la construcción no generaban ya más que una actividad meramente testimonial. Sólo el comercio minorista, dirigido a abastecer a la población de cooperantes y funcionarios internacionales a través de unos cuantos colmados de Bioko y Río Muni, así como la extracción de madera, amparada en la despreocupación ecológica de las autoridades locales, mantenían un cierto volumen de negocio, insuficiente en cualquier caso para desencadenar nada parecido a una ofensiva comercial en la región. Pese a ello, Francia mantuvo su política de penetración en las áreas institucionales guineanas –bancos, aeropuertos, aduanas, ministerios económicos– desde las que mejor podría hacer frente a cualquier movimiento español en los países limítrofes. Al producirse la crisis de diciembre de 1993, desencadenada por la decisión de Obiang de expulsar al cónsul general de España en Bata, la situación estaba igualmente enrarecida entre los representantes franceses y españoles. Estos reprochaban a aquéllos la permanente quiebra de la solidaridad comunitaria; aquéllos seguían recelando de las verdaderas intenciones de estos, sobre todo cuando advirtieron la estrecha coordinación de sus posiciones con las de Washington. Una coordinación que, para complicar aún más el problema, París no pareció interpretar en clave exclusivamente guineana, sino como parte de la estrategia global de Estados Unidos en África, contraria a sus intereses.


El último episodio en la historia de las relaciones con Guinea Ecuatorial –una vez restablecido el intercambio de embajadores entre Madrid y Malabo en noviembre de 1994– vino marcado por el reciente anuncio del descubrimiento de considerables reservas petrolíferas por parte de una compañía norteamericana, que ha localizado importantes yacimientos en zonas intensamente exploradas durante varios años por Repsol y a cuya concesión renunció, por falta de resultados positivos, a finales de los años ochenta. El hallazgo ha sido recibido por Obiang no sólo como un motivo más de agravio en contra de nuestro país, sino también y, sobre todo, como una buena noticia para su propósito de afianzarse indefinidamente en el poder. En ello coinciden además no pocos observadores, en la medida en que el incremento de los recursos propios, y por tanto no ligados a eventuales exigencias políticas por parte de los donantes, no augura buenas expectativas para el respeto a los derechos humanos y la democratización en la antigua colonia española. Tampoco, quizá, para las relaciones bilaterales con España, como lo prueba la recientemente reiterada exigencia de suspender la emisión de Radio Exterior para Guinea o la utilización, no exenta de oportunismo por parte de las autoridades de Malabo, de la repatriación de dieciséis inmigrantes africanos llegados a Madrid en el vuelo regular de Iberia.


Pese a ello, no habría que descartar que la súbita conversión de Guinea Ecuatorial en país productor pudiera acarrear problemas para su estabilidad interna. Durante la época de Macías, el encaje regional de nuestra antigua colonia se basó en dos factores, la vinculación hispánica, por un lado, y la relevancia estratégica que su situación geográfica ofrecía a la política soviética en el área, por otro. Desaparecida ésta, los días del dictador resultaron contados. Obiang, por su parte, ha tenido que rentabilizar desde el principio de su llegada al poder la insignificancia del país, el simple hecho de que a ningún vecino le iba nada en uno de los Estado más pobres del planeta, para preservarlo de las posibles influencias regionales. El proceso de aproximación a la francofonía que emprendió Obiang hace unos años puede acabar mermando su especificidad hispánica, uno de los soportes de la independencia guineana en el contexto regional. La eventual prosperidad petrolífera puede acabar privándole del otro, en la medida en que si Guinea empieza a pesar económicamente en la región, las opciones de su gobierno pueden afectar a los intereses de las potencias más próximas, quienes, por tanto, tal vez empiecen a prestar mayor atención a las distintas alternativas políticas internas.


Con todo, es difícil augurar cuál puede ser el futuro. España tiene desde hace ya algunos años, crecientes relaciones con no pocos países africanos, por lo que la importancia relativa de Guinea Ecuatorial en el conjunto de nuestra política subsahariana se ha reducido de manera sustancial. Paradójicamente, ni el volumen de los recursos que nuestra cooperación le dedica, ni el carácter atípico de los esquemas de aplicación de esa ayuda, como tampoco el despliegue de nuestra presencia diplomática en el país, han experimentado una evolución paralela, dando lugar a una sobredimensión en la que con toda seguridad radican no pocas de nuestras desdichas. Por ello, quizá tendría que haber empezado hace ya tiempo a considerar llegada la hora de la normalización, de dar por cancelada la supuesta deuda histórica, de prescindir de excepcionalidades de cualquier tipo y empezar a gestionar las relaciones con Guinea Ecuatorial con los criterios corrientes que ha homologado nuestra experiencia, política y de cooperación, con otros países del Tercer Mundo. Puesto que el trato de privilegio que España le ha dedicado a su ex colonia no ha servido ni para mejorar sus condiciones de vida ni para defender nuestros intereses, lo más razonable parecería entonces hacer tabla rasa y no persistir en el error, tantas veces cometido bajo la advocación de un pragmatismo de cortos vuelos, de seguir encubriendo estériles políticas de apaciguamiento con unos presupuestos de ayuda no menos estériles.


José María Ridao, diplomático, ha sido consejero de la embajada de España en Malabo (1992-94).
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Invitado_Maripili_*
mensaje Dec 6 2008, 04:59 PM
Publicado: #1872





Invitado






La democracia posible

Europa ante los problemas africanos

POLITICA EXTERIOR

Donato Ndongo-Bidyogo


Desde hace una década, los europeos, y particularmente los españoles, se hallan anonadados ante el fenómeno de la creciente inmigración de africanos que abandonan su continente para buscar mejores horizontes de vida en los países desarrollados. Esa preocupación ha adquirido una nueva dimensión a raíz de la rebelión protagonizada en Francia hace un año por jóvenes inmigrantes de segunda generación, y por la dramática irrupción de subsaharianos en la frontera sur de España, en Ceuta y Melilla. La imparable afluencia de frágiles pateras e inseguros cayucos en las costas canarias está obligando al gobierno español a buscar de forma urgente soluciones a este drama, que debe ser considerado desde la perspectiva social y humanitaria, pero, también, desde los ángulos económicos y, sobre todo, políticos.


Las medidas que están adoptando los países europeos –en particular España y Francia– ponen el acento en la contención de los movimientos migratorios y en la represión. Sin embargo, la reflexión desapasionada sobre el problema lleva a la constatación de que la detención y expulsión de inmigrantes clandestinos no son suficientes para disuadirles de reintentar la travesía, ni tienen efecto alguno sobre la decisión de emigrar. La dureza de las condiciones en que realizan los africanos su periplo desde sus países respectivos hasta alcanzar las costas de lo que consideran el edén, atravesando desiertos y mares en condiciones penosas, tampoco ha sido hasta ahora suficiente argumento para impedir el flujo continuo.


Ante esta realidad, solo cabe preguntarse cuáles son las razones profundas por las que cientos de miles, quizá ya millones, de africanos prefieren abandonar su terruño, arriesgarse de forma tan patética, para arrostrar sacrificios que a menudo les conducen a la muerte en el desierto y en el mar. ¿Por qué tan ingente cantidad de seres humanos prefiere adentrarse en lo incógnito, guiados por las ilusiones, renunciando a la seguridad de sus familias, sus paisajes, sus costumbres y tradiciones?


Los europeos intentan entender el fenómeno de la inmigración africana, y han buscado su explicación desde todas las posibilidades teóricas que ofrecen las ciencias sociales. Se ha puesto el acento en las causas económicas, en las guerras supuestamente tribales que asolan el continente, en la pobreza en que se debaten las poblaciones subsaharianas. Se argumenta que la irresistible atracción que ejerce la opulencia europea ante las míseras sociedades subdesarrolladas actúa como un “efecto llamada”. Se habla de las enfermedades, de las sequías y hambrunas, de los desastres naturales. Pero todos estos argumentos son pretextos, o razones parciales, que no responden a la cuestión principal, que sigue siendo la misma: ¿Por qué África es tan pobre e inestable para que sus hijos tengan que huir en masa? Las bases de la solución están en la respuesta correcta a esta cuestión, y solo cuando los países desarrollados abran sus ojos a la realidad del mundo actual y asuman que su bienestar es compatible con el de las poblaciones africanas, se empezará a ver la luz al final del túnel.


Alguno dirá que no es preciso remontarse a situaciones pretéritas que pudieran tener un tinte revanchista. Pero parece necesario recordar que, desde hace cinco siglos, desde que se produjo el gran encuentro entre africanos y europeos poco después del descubrimiento de América, las relaciones entre África y Europa se han caracterizado por la violencia y la explotación. La historia debe servir para entender el presente, no para suscitar odios ni recrear rencores, ahondando las diferencias, sino para lo contrario: avanzar en la comprensión, profundizar las relaciones entre los humanos y buscar ese territorio común que lleve a una solidaridad sin complejos. Y para eso es imprescindible tener memoria, saber.


No resulta ocioso recordar que los últimos cinco siglos de relaciones entre África y Europa todavía gravitan sobre los africanos y condicionan su desarrollo económico, y también el político y cultural. Cinco siglos de esclavitud, colonialismo y neocolonialismo. Imposible resumirlos en el reducido espacio de un artículo, pero baste su enunciado para comprender que la tarea de abordar las soluciones que lleven a África a salir de su postración actual debe iniciarse con la dignificación del africano, devolviéndole la autoestima y su personalidad, imprescindibles para que asuma en positivo la propia vida, sin la sensación de que depende de los demás.


Lo primero a tener en cuenta es que, a pesar de los pavorosos datos que nos ofrecen los índices de desarrollo humano de las Naciones Unidas, puede afirmarse que no existe ningún país pobre en África. Todos y cada uno disponen de los recursos económicos y humanos suficientes para desarrollarse de manera armónica. La explicación de esta aparente paradoja está en que tales riquezas ni están controladas por los propios países productores, ni sirven a los intereses del desarrollo de sus poblaciones. Se pueden poner tantos ejemplos como países africanos, pero bastan unos pocos: Níger, que ocupa uno de los últimos lugares en todos los indicadores de desarrollo, posee importantes minas de uranio, explotadas por empresas europeas; a pesar de ser ya el tercer productor de petróleo de África subsahariana, con 700.000 barriles diarios, el 80 por cien de los escasos 500.000 habitantes de Guinea Ecuatorial sigue viviendo en la miseria; la guerra que desde hace una década asola la República Democrática de Congo no tiene un origen tribal, como arteramente se presenta en los medios de comunicación occidentales, sino que la promueven y alimentan determinadas empresas occidentales, que luchan entre ellas por medio de africanos interpuestos para controlar las inmensas riquezas mineras del país, sobre todo el coltán, componente importante para la fabricación de teléfonos móviles. Otros conflictos como los que tuvieron lugar en Angola, Sierra Leona, Sudán, o los recientemente desencadenados en Costa de Marfil y Chad solo se explican desde esta perspectiva. Y no son éstas afirmaciones gratuitas: están avaladas por diversos informes de la ONU, del Fondo Monetario Internacional, y de prestigiosas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.


Cuando se produjeron la caída del muro de Berlín y el fin del apartheid surafricano, hace tres lustros, el mundo volvió los ojos hacia África, donde subsistían los regímenes más criminales e inmovilistas del mundo. En la Conferencia Franco-Africana de 1991, celebrada en La Baule, François Mitterrand, entonces presidente de Francia, conminó a sus homólogos africanos a reformar sus regímenes en el sentido democrático, y condicionó la continuidad de la cooperación francesa al cese de gobiernos de partido único, la apertura al multipartidismo y la democracia, así como la erradicación de la corrupción. Esta posición de inequívoco compromiso con la libertad produjo una verdadera convulsión en todo el continente, ilusionando a pueblos sojuzgados durante décadas por castas militares a cual más cruel, y cayeron algunos de los sistemas políticos más represivos. Otros se maquillaron y adoptaron reformas mínimas que les permitieran seguir en el poder, suavizándose en cualquier caso la represión. Pero poco antes de abandonar el poder, en la última Conferencia Franco-Africana de Biarritz, en 1994, que Mitterrand presidió, cambió radicalmente su discurso, y abrazó públicamente a Mobutu Sese Seko, el dictador de Zaire (hoy República Democrática de Congo), al que se había negado a recibir anteriormente.


¿Qué ocurrió en tan poco tiempo? Sencillamente, Francia –y con ella el resto de Europa– había dado prioridad a los “intereses de Estado” frente a la necesaria libertad de los africanos. Una vez más, la economía y el comercio dictaban sus reglas a la ética, e incluso a la estética. Porque las verdaderas razones del desinterés de Francia por el bienestar de los africanos se evidenciarían al poco, cuando el depuesto dictador de Congo-Brazzaville, Denis Sassu-Nguesso, desencadenó en 1997 una cruenta guerra civil para recuperar el poder, poniendo fin a la corta experiencia democrática representada por el gobierno de Pascal Lissuba. Respaldado por intereses galos, Sassu-Nguesso sigue desde entonces en el poder.


El decisivo papel desempeñado por determinadas empresas europeas, por ejemplo la petrolera francesa Elf (que cambió de nombre ante tanto desprestigio), en la trama de corrupción que llevó a esta y otras crisis africanas quedó evidenciado en el juicio que se siguió en París contra su cúpula, sentándose en el banquillo destacadas personalidades políticas de la etapa socialista, y en el encarcelamiento de uno de los hijos de Mitterrand, Jean-Christophe, que había sido consejero de su padre para los asuntos africanos. Con todo ello quedó patente que Europa crea y sostiene a los dictadores africanos, y que es inútil perseguir a los corruptos sin tener en cuenta a los corruptores.


Éstos son solo algunos ejemplos que explican por qué la causa de la democracia está estancada en África. Porque algunos europeos, poderosos en la política o empresarios influyentes, consideran que ese continente no está preparado para la democracia, que los africanos son incapaces de organizarse en libertad, que los negros deben ser dirigidos por los blancos. Son tópicos recurrentes, heredados del racismo más rancio, a veces expresados públicamente. La consecuencia de esta ideología dominante es que África debe ser tutelada, y los africanos gobernados por regímenes “fuertes”, autoritarios. Esa alianza entre los nuevos ideólogos del racismo, los partidarios del neocolonialismo y los déspotas africanos es la que lleva a los países africanos a su situación actual, puesto que las economías del continente siguen, como en la época colonial, dirigidas por europeos y hacia Europa, y apenas benefician a los africanos. África apenas cuenta en la estructura económica mundial o en el comercio internacional, puesto que su papel sigue siendo el de suministrador de materias primas, de la mano de obra baratísima que extrae esas materias primas.


Consecuentes con esta lógica, muchos políticos y empresarios europeos prefieren en el poder a africanos complacientes que nunca les darán problemas, ni pondrán condiciones. Es decir, a aquéllos a los que poco les importan ni la libertad ni el bienestar de sus conciudadanos. Así se explica la inestabilidad africana, puesto que cualquier político o intelectual negro que se atreva a poner en cuestión el sistema imperante es barrido del mapa: derrocado si está en el poder, neutralizado si aspira a él, o silenciado si expone sus ideas desde una cátedra o desde los libros.


A este respecto, son muy interesantes las conversaciones que mantuvo Jacques Foccard con un veterano periodista de la revista franco-tunecina Jeune Afrique-L’Intelligent, publicadas poco antes de morir. El que fuera consejero de asuntos africanos de todos los presidentes galos, desde Charles de Gaulle hasta Valéry Giscard d’Estaing, informa claramente en los dos volúmenes de Foccard cómo y por qué algunos jefes de Estado llegaron al poder en África y otros fueron asesinados o derrocados. La lectura de textos como ése ayuda a situar el contexto en el que se producen fenómenos que se despachan rápida y displicentemente como “cosas de negros”, y facilita la comprensión de los eufemismos que esconden las verdaderas intenciones y declaraciones oficiales. Por otro lado, el escaso salario que se paga –cuando se paga– a los profesionales africanos en sus países de origen no explica suficientemente que haya tantos médicos, arquitectos, profesores, economistas, abogados, periodistas… africanos trabajando en Europa y América del Norte. También tiene que ver la represión, y todos los mecanismos que utilizan desde el poder autocrático para cercenar la libertad.


Posiblemente sea muy sincera la preocupación de los poderosos europeos y norteamericanos por los ingentes problemas africanos. Sin necesidad de ser exhaustivos ni de ir demasiado atrás en el tiempo, en los últimos años se han producido encuentros como la llamada Cumbre del Milenio, que reunió en la sede de la ONU en Nueva York a los dirigentes mundiales para tratar de hallar solución a los problemas de la pobreza; europeos y africanos se reunieron en El Cairo en abril de 2000 para analizar cómo ayudar a África a solucionar su crisis secular; en el verano de 2005, los miembros del G-8 convocaron en Gleneagles (Escocia) a cuatro presidentes africanos para analizar conjuntamente los retos de África. Periódicamente, se celebran reuniones, aquí y allá, para hablar del sida y demás pandemias que desangran al continente, sobre estrategias de erradicación de la pobreza en menos de una década, y otras iniciativas tan bienintencionadas como poco efectivas. Sin embargo, las poblaciones africanas están muy lejos de ver las soluciones, puesto que sus gobiernos solo les llenan los oídos de palabrería demagógica a la vuelta de cada una de esas costosísimas sesiones, y ya pocos creen en esas iniciativas.

¿Qué hacer entonces? A casi medio siglo de que África recuperase su libertad formal con las independencias, pocos africanos se sienten libres. Después de cinco siglos de opresión, la realidad muestra que los regímenes dictatoriales o autoritarios siguen siendo mayoritarios en el continente, y muchos huyen en busca de libertad, o para salvar su vida. Dotar de contenido a las independencias significa, entre otras cosas, que los asuntos de cada país sean tratados con respeto, con sus connacionales demócratas, y no sean siempre decisiones impuestas desde fuera, según se percibe en África.


Significa también que la libertad debe alcanzar a todos los africanos. Esas independencias –nominales en lo político, inexistentes en lo económico– no supusieron la libertad. África padece hoy la misma situación que América Latina hace 30 o 40 años, y si los latinoamericanos, pese a todas las carencias, lograron su autodeterminación, no hay razón para que se retrase el disfrute de los africanos de sus derechos formales.


La democracia se hace necesaria. Sus ventajas son obvias, y no es necesario explicar por qué, puesto que otras sociedades –incluyendo países como Portugal y España– las han experimentado, con resultados muy positivos. Muchos de los vicios que hoy parecen inherentes a la naturaleza africana –como el tribalismo, el clientelismo y la corrupción– tienen origen en el monolitismo político, en las dictaduras. Las políticas diseñadas hasta ahora desde las cancillerías occidentales fracasan por un doble motivo: no se ajustan a las exigencias y necesidades de las poblaciones, y se cuenta para su ejecución con los mismos dictadores que provocan el caos. Y esos dictadores no pueden ser los parteros de la democracia y de la transparencia, ni pueden realizar la justicia y la libertad, por la simple razón de que su naturaleza les obliga a lo contrario, a perpetuarse en el poder, para lo cual necesitan reprimir. Siendo, pues, la causa, no pueden ser al mismo tiempo la solución. Europa y África son continentes complementarios en más de un sentido, y deben ir de la mano en el estímulo de la libertad y del desarrollo de sus pueblos.


Los países en desarrollo siguen influyendo en los asuntos africanos. Puestos a influir, ¿por qué no hacerlo en beneficio de la libertad y el desarrollo? El papel de la comunidad internacional debiera ser ése: adoptar los mecanismos, incluidos los coercitivos, que impidan las tremendas conculcaciones de los Derechos Humanos, no favoreciendo la corrupción ni otros vicios. Alguien dirá que es idealismo. Pero estamos convencidos de que la seguridad y la prosperidad de las naciones desarrolladas, cuestiones fundamentales en la política actual, se verían reforzadas con interlocutores que comprendieran ese mismo lenguaje, pues se puede comerciar en beneficio de todos. Para evitar situaciones de tensión e inestabilidad permanentes, y poner coto a los flujos migratorios indeseables, es preciso erradicar las tiranías y promover políticas de libertad que busquen la dignificación y el bienestar de los africanos.
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Invitado_Julian Navascues_*
mensaje Dec 7 2008, 11:58 AM
Publicado: #1873





Invitado






Política exterior de España 1987-1990

Francisco Fernández Ordóñez

Política Exterior
POLITICA EXTERIOR, núm. 1
Invierno 1987


El jefe de la diplomacia española abre este primer número de POLÍTICA EXTERIOR con unas declaraciones en las que resume las líneas generales de la actividad de su Ministerio en el curso de la presente legislatura. El señor Fernández Ordóñez analiza la participación de España en la Comunidad Europea y en la Alianza Atlántica, el papel español en Iberoamérica y sus responsabilidades en el área del Mediterráneo. El ministro aborda también otros problemas, entre ellos la reforma del Servicio Exterior y el papel de los profesionales en la carrera diplomática.

–Señor ministro: ¿Cuales son, a su juicio, en el caso de España, las claves de continuidad en que generalmente las naciones occidentales basan su política exterior por encima de las opciones de partido? ¿Dónde y en qué materias sitúa usted esas claves en este final de 1986?


–A mi juicio, las claves de continuidad a que la pregunta se refiere, y que yo llamaré “referencias estables de la política exterior española”, están muy claras. Espero que no sea sólo a mi juicio, pues si éste no es ampliamente compartido desde otros puntos de vista políticos, estas referencias no serían tan estables. Pero no creo equivocarme citando las siguientes:

Primero: La presencia y participación de España en la vida política europea, y especialmente en la Europa de los Doce. El acceso a las Comunidades ha sido durante muchos años un objetivo compartido por todas las fuerzas políticas y por el pueblo español. La adhesión a las Comunidades fue unánimemente ratificada por ambas Cámaras. Igualmente pienso que, por encima de opciones de partido, todos los españoles coincidimos ahora en reconocer, como una de las grandes tareas de nuestra política exterior, que nuestro país esté presente y participe intensamente en la tarea de la construcción europea.

Segundo: Iberoamérica es sin duda otro de los puntos cardinales de nuestra acción exterior. A salvo los acentos políticos y las siempre discutibles iniciativas de cada día, creo que ir dando entidad a la idea de una comunidad iberoamericana de naciones, basada en la lengua, la cultura y otros valores comunes, es un gran objetivo de España en el mundo.

Tercero: Como país mediterráneo que somos, no podemos sustraernos a la evolución de esta conflictiva área que puede afectar a la integridad territorial, la seguridad, la proyección económica y cultural de España y las tradicionales relaciones de amistad que nos unen a las naciones árabes. Así pues, una acción española orientada a que el Mediterráneo deje de ser un centro de conflictos y se convierta en un marco de cooperación entre los países ribereños me parece que es otra de las claves de continuidad de la política exterior de España.

En cuarto lugar, es evidente que España, como cualquier otro país, debe tratar con su política exterior de garantizar su seguridad y contribuir a la paz mundial. Una política de paz y seguridad basada en un amplio respaldo y desarrollada con continuidad es el norte de toda política exterior. Si se considera la cuestión con serenidad y visión de Estado, creo que, tras el referéndum, España ha establecido una base muy sólida en
este sentido y que, por encima de las opciones de partidos, todos podemos y debemos coincidir en desarrollarla sistemática y rigurosamente.


- Dentro del, cuadro de general solidaridad que comporta nuestra doble pertenencia a la OTAN y a la Comunidad Europea ¿cuáles son hoy los aspectos diferenciales de la política exterior española? ¿Qué bazas concretas jugará España en el proceso de la construcción europea trazado por el Acta Única de diciembre del año pasado?


La verdad es que en foros como la OTAN y las Comunidades Europeas las diferencias y las coincidencias se plasman a diario. Son foros de discusión y negociación permanente en los que hay que armonizar intereses nacionales de los aliados y de los socios y los objetivos generales de estas organizaciones.

Ahora bien, es cierto que algunos rasgos propios de España caracterizan nuestra posición. Por ejemplo, el perfil de actuación de España en la OTAN no puede dejar de reflejar cosas como las siguientes: la geografía nos sitúa en una posición alejada de lo que suele llamarse el “arco de vanguardia”; la Historia nos ha hecho ingresar en la OTAN muchos años después de que su estructura de mandos estuviese establecida; el tema de la soberanía de Gibraltar nos diferencia netamente de algún aliado, como el Reino Unido. Todo esto tiene su reflejo en nuestro modelo de participación en la Alianza Atlántica. Por otra parte, España es un país no nuclear y que no admite armas nucleares en su territorio, así como un país que promueve la distensión, fomenta la confianza e impulsa el desarme. Estas características nos dan un aspecto diferencial, aunque compartido con otros aliados europeos.

Por lo que se refiere a las Comunidades Europeas, y en concreto al Acta Única, la “baza” de España consiste en vincular el desarrollo del mercado interior con el fortalecimiento de la cooperación social y económica de Europa. Esto significa que trabajamos por una Europa que además de un mercado común sea también –como ha venido siendo– un ámbito de justicia y progreso social. En particular somos una nación muy afectada y preocupada por el paro, y esto nos lleva a respaldar las iniciativas tendentes al establecimiento de una política europea para fomentar el empleo.


- Con la vista puesta en Iberoamérica ¿tiene España dentro de la CEE algún proyecto similar al que, también en el marco de la Comunidad Europea, ha realizado Francia con los países francófonos?


Efectivamente. Ya en el momento de nuestra adhesión a las Comunidades defendimos y conseguimos que se realizara una declaración común de intenciones relativa al desarrollo y la intensificación de las relaciones con América Latina.

Esta declaración no fue tan lejos como nos hubiese gustado, y por eso hemos insistido en la cuestión hasta conseguir que el Consejo Europeo de La Haya de junio de este año acordara emprender unos trabajos de índole política y económica para poner en aplicación las previsiones de la declaración común.

En la actualidad estos trabajos están en curso y, aunque quizá no con mucha rapidez, estamos seguros de que terminarán produciendo resultados prácticos en beneficio de Iberoamérica y también de Europa.

La fórmula no será probablemente la misma que rige los Acuerdos de Lomé con los países ACP (África, Caribe, Pacífico), pero es perfectamente posible encontrar fórmulas de cooperación mutuamente provechosas en el terreno comercial, respecto a inversiones y en el problema de la deuda.

La voluntad española en este sentido es clara y, lo que es más importante, reconocida y apreciada por los países iberoamericanos. Fruto de ello ha sido el establecimiento de un esquema de consultas informales entre los embajadores acreditados en Bruselas, así como la decisión de convocar para el próximo año en Buenos Aires una reunión de ministros iberoamericanos, España y Portugal incluidos, con el fin de examinar en profundidad el futuro de las relaciones entre Europa y América Latina.

Por otro lado, y en el terreno directamente político, es notorio el esfuerzo que viene realizando España en el seno de las Comunidades a través de la Cooperación Política Europea para lograr el respaldo de los Doce a los procesos de pacificación y democratización en América Latina.


- ¿Y cuál será el papel de España en la adaptación de la OTAN a los cambios surgidos tras el encuentro de Islandia en la relación Este-Oeste?

Quizás es un poco pronto para hablar de cambios en las relaciones Este-Oeste y de las adaptaciones de la OTAN a estos cambios. Pero creo que las declaraciones que realicé al día siguiente de la cumbre de Reikiavik señalan las direcciones en que actuará España.

Dije entonces que Reikiavik había puesto de manifiesto la posibilidad –y subrayo “posibilidad”, pues es algo más que deseabilidad– de lograr drásticas reducciones en los arsenales nucleares, tesis que el Gobierno español viene manteniendo reiteradamente.

En segundo lugar señalé que España lamentaba que no se hubieran concretado en Reikiavik unos acuerdos en este sentido, que sin duda hubieran sido históricos. Añadiendo a renglón seguido que esperábamos que los “acuerdos potenciales” que allí se contemplaron permitirían importantes avances en las conversaciones de Ginebra, Viena y todos los foros relacionados con ellos.

Finalmente, a medida que pasa el tiempo me confirmo en la idea, también expresada entonces, de que la opinión pública hará notar su peso a favor de estos acuerdos.

Con más fuerza, el presidente González ha suscrito la idea de que “una mayor seguridad, especialmente en Europa, no puede frustrarse por un programa de investigación que posiblemente nunca llegue a ser realidad”.


- ¿Cree, señor ministro, que las relaciones Este-Oeste han experimentado una evolución positiva hacia un mejor entendimiento entre las dos superpotencias? ¿Podría hablarse de una vuelta a la distensión que vivió el mundo hacia los años setenta?


Yo diría que las relaciones entre las superpotencias atraviesan un momento decisivo. Está claro que hay un diálogo intenso y de fondo. Diálogo que de llegar a traducirse en acuerdos haría realidad cosas que hace sólo un par de años parecerían utópicas. Que exista este diálogo es muy positivo, y al mismo tiempo es evidente que no puede prolongarse sin límite y sin resultados. Por eso digo que vivimos un momento decisivo.

Si las superpotencias llegan a acuerdos de desarme como los que están barajando, no se trataría dé .una vuelta a la distensión de los setenta, sino de algo más sólido y profundo. En los setenta hubo distensión en los planos político y económico, pero no la hubo en el terreno militar, pues durante estos años prosiguió una acelerada carrera de armamentos. Si ahora se, corta esta carrera, se reducen los armamentos nucleares, se progresa por el camino de la adopción de medidas de confianza que ha abierto la Conferencia de Estocolmo y se activan las negociaciones de desarme convencional, así como los acuerdos en materia de derechos humanos, podemos llegar a una situación internacional más distendida y más cooperativa que en los años setenta.


–Según su percepción ¿podría considerarse razonable la sospecha de que la Unión Soviética trata de romper el entendimiento entre los aliados atlánticos separando a Europa de los Estados Unidos, haciendo concesiones importantes en el Viejo Continente?


–El tema es complejo y yo apuntaría tres consideraciones: Primera: La Unión Soviética aprovechará cualquier eventualidad para abrirse un campo de maniobra entre Estados Unidos y sus aliados de Europa occidental.

Segunda: No creo, sin embargo, que este sea el centro de gravedad de la política exterior soviética, pues los soviéticos saben que una Europa occidental más independiente de los Estados Unidos conllevaría también una Europa oriental menos dependiente de la propia Unión Soviética.

Tercera: Creo que los actuales dirigentes soviéticos tienen una visión del mundo algo menos marcada por la experiencia de la segunda guerra mundial que sus antecesores. Esto significa que no cabe descartar –yo no diría concesiones importantes– pero sí actitudes nuevas tanto hacia Alemania y el Viejo Continente como hacia Japón y los países del Pacífico. Ya veremos.


-¿Cómo cree que han quedado las relaciones entre los aliados europeos y Estados Unidos después de las conversaciones entre las dos superpotencias en Reikiavik del once y doce de octubre?


– Las relaciones interaliadas siguen como estaban. Lo que ha cambiado no es esto, sino el importante hecho de que las relaciones bilaterales entre las dos superpotencias atraviesan un momento que vuelvo a calificar de decisivo. Esto significa que dentro de la Alianza Atlántica los aliados europeos se encuentran también en un momento en el que manifestar con claridad y con firmeza su punto de vista sobre la mejor manera de
resolver los intereses globales de la Alianza resulta también decisivo.

La reducción de fuerzas americanas en España es objetivo proclamado del Gobierno y decisión popular del electorado español. Pero, por otro lado, el actual convenio alcanza su plazo de expiración en mayo de 1988, es decir, dentro de año y medio.


- ¿Considera usted en esta circunstancia que la negociación para la reducción de las fuerzas americanas que operan en las actuales instalaciones de apoyo (IDAS) en virtud del convenio de 1983 podrá, separarse materialmente de las negociaciones para la renovación del, convenio en su totalidad y el establecimiento de otro nuevo convenio? En una palabra: ¿Estamos ante dos negociaciones separadas –reducción, renovación– por causas materiales o asistimos a un solo proceso diplomático sobre reducción en el marco del próximo convenio?


Es de agradecer la precisión terminológica de su pregunta. Trataré de contestarle en la misma forma. En estos momentos estamos ante uña única negociación referida a la reducción de la presencia militar norteamericana en España. No hay de momento ninguna negociación de renovación del convenio.

He aclarado en una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados que si en esta negociación de reducción se alcanzan los acuerdos básicos que supongan, como España plantea, una “reducción sustantiva” de personal e instalaciones, se podrán abrir a continuación las negociaciones de renovación del convenio y dar expresión jurídica concreta a la citada reducción en este marco.

Paralelamente, si las negociaciones dé reducción no dan los frutos apetecidos por España, las negociaciones de renovación del convenio podrían llegar a no tener lugar.


- ¿Es que dentro de la pretensión española de reducir de manera significativa el número, de militares norteamericanos en España y de IDAS afectará de alguna manera a Rota, o es que al contrario aceptamos Rota como intangible?


Lamento no poder exponer aquí con todo detalle la posición negociadora que ha planteado España. Usted comprenderá que la dinámica de la propia negociación lo hace imposible. Y además usted estará de acuerdo en que una negociación de esta naturaleza debe sustraerse a cualquier utilización demagógica. Negociamos con el más poderoso de nuestros aliados en tema sensible para los Estados Unidos, para la seguridad de Occidente, y un tema que es un imperativo político para España. Queremos que este tema encuentre una solución armoniosa y; desde luego, estamos dispuestos a impedir que sea utilizado con fines electorales o de simple agitación.

Dicho esto, le añadiré que no hay materias tangibles e intangibles. Hay intereses españoles y exigencias de la seguridad occidental, y armonizar ambos afecta de manera diferente a distintas IDAS (instalaciones de apoyo), ADUS (autorizaciones de uso) y parámetros de personal militar y civil.


- ¿Acaso el aumento de nuestros militares que representará la desaparición de militares americanos en diversos IDAS está previsto y estudiado en la planificación de los próximos presupuestos?


Las propuestas de reducción realizadas por España están concienzudamente estudiadas no sólo en su dimensión presupuestaria, sino en la de seguridad, que es mucho más compleja.

- Siendo España un país con escasa defensa aérea, si tomamos como comparación la mayoría de los países europeos, ¿se considera la reducción compatible con la garantía de nuestro nivel actual de seguridad?


Por supuesto que sí, no podría ser de otra forma: Debe tener usted en cuenta que la reducción no es la única iniciativa relacionada con nuestra seguridad. La entrada de España en la Alianza Atlántica ha situado ya la seguridad española a niveles superiores de los que tenía antes, y la política de cooperación militar que desarrollamos con Francia e Italia también actúa en esta dirección.


- ¿Podría realizar un balance global sobre los resultados actuales de los contactos hispano-británicos sobre la descolonización de Gibraltar? ¿Realmente ha progresado o decimos que estamos progresando?

La Declaración de Bruselas del 27 de noviembre de 1984 ha puesto en manos de España el instrumento más eficaz que haya tenido a su disposición hasta la fecha, ya que por primera vez desde Utrecht (1713), la parte británica se ha obligado a buscar una solución negociada a todas nuestras diferencias sobre Gibraltar, incluidas las cuestiones de soberanía.

El saldo neto de la política desarrollada en base a la Declaración de Bruselas arroja, en primer lugar, una clara mejoría de nuestras relaciones con el Reino Unido. Incluye también la consecución de logros como el pago de las pensiones actualizadas a los ex trabajadores españoles en Gibraltar, la derogación de normas gibraltareñas discriminatorias contra los intereses españoles, el incremento de las inversiones en un área deprimida como es el Campo de Gibraltar y la zona circunvecina, etcétera. Y, sobre todo, la apertura del proceso negociador sobre la soberanía, si bien en este campo los avances logrados no han alcanzado todavía la amplitud que España desea.

No podemos ignorar que la población gibraltareña sigue manifestando una seria reticencia hacia España. El Gobierno español se ha comprometido reiteradamente a respetar los legítimos intereses de la población gibraltareña y a garantizar, conforme a criterios plenamente democráticos, un amplio régimen de autogobierno que supere el limitado nivel de competencias de que gozan en la actualidad, dado el Estatuto Colonial del territorio.

El Gobierno británico ha reiterado su compromiso voluntario con la población de Gibraltar, pero se ve en la obligación de respetar el Acuerdo de Bruselas y negociar, por tanto, las cuestiones de soberanía. Corresponde, pues, al Reino Unido encontrar la solución para conciliar aquel compromiso y el cumplimiento de sus obligaciones internacionales con España.

Así están las cosas. Realmente hemos progresado si comparamos la situación con la existente hasta noviembre de 1984. Y no decimos que “estamos progresando”, porque, de todas formas, lo que se ha avanzado dista todavía mucho de lo que España trata de conseguir.


- ¿Qué ventajas y qué inconvenientes podrá obtener España en el asunto del aeropuerto de Gibraltar, instalado físicamente sobre territorio español?

Cómo muy bien dice, este aeropuerto se encuentra instalado en el istmo, es decir, en un territorio no incluido en el Tratado de Utrecht y que, por lo tanto, no fue nunca objeto de cesión. Sin embargo, a lo largo de los siglos XIX y XX fue progresivamente ocupado por el Reino Unido.

La utilización de este aeropuerto en las condiciones que España lo plantea, es decir, teniendo los vuelos Madrid la Línea carácter nacional, no afectaría negativamente la cuestión de fondo. Y, por otra parte, daría acceso a las compañías aéreas españolas a un aeropuerto en el que podrían operar canalizando una parte del tráfico de la zona. Cabe añadir que de esta posibilidad se beneficiaría también el área circunvecina.


- España ha afirmado en votación popular su deseo de permanecer como país desnuclearizado. Pero esta decisión queda oscurecida ante los observadores por culpa del ordenamiento vigente sobre la cuestión, que se cumple de dos maneras: Por un lado el convenio con los Estados Unidos de 1983, y, por otro, una resolución del Congreso al aprobar el Tratado de Adhesión a la OTAN. ¿Es que no sería necesario, en nombre de la general tranquilidad, promulgar un solo texto de rango legal que aclare las contradicciones que existen entre los dos actualmente vigentes?


–Comenzaré por decir que no creo en la existencia de estas contradicciones. Posiblemente, usted se refiere al hecho– de que la resolución aprobada por el Congreso sobre la no nuclearización de España remitía cualquier ulterior cambio en esta materia a la decisión del Congreso, mientras que en el canje de cartas anejo al Convenio con los Estados Unidos, el Ejecutivo americano somete cualquier medida en materia nuclear que afecte a España al acuerdo del Gobierno español.

Esto es así por la simple razón de que el convenio con los Estados Unidos es un acuerdo entre Gobiernos, y el Ejecutivo americano adquiere sus compromisos ante el Ejecutivo español. Ahora bien, el Gobierno español tiene a su vez un compromiso con el Parlamento. En resumen, cualquier hipotética alteración del actual “status” desnuclearizado de España, si procediese de una iniciativa norteamericana, necesitaría para consumarse, en primer lugar, el acuerdo del Gobierno español, y posteriormente el Gobierno español necesitaría el acuerdo del Parlamento para que se llevase a cabo. Por lo tanto, no hay contradicción.

Lo que sí es cierto es que estos vericuetos, producto del complejo proceso de establecimiento de la política de seguridad española, podrían simplificarse en un futuro.


- ¿Qué estimación podría hacer usted como ministro de Asuntos Exteriores sobre el resultado de la Conferencia de Desarme en Estocolmo?


Una estimación muy positiva. Los Acuerdos de Estocolmo suponen un importante paso en el camino de la seguridad y distensión en el continente europeo: Estimulan el clima de confianza entre las naciones y reducen las posibilidades de conflictos.

En particular, y en relación con acuerdos anteriores, cabe destacar el carácter políticamente vinculante de las medidas adoptadas, la obligatoriedad de las notificaciones, la posibilidad de observación sobre el terreno, la prohibición de grandes maniobras si no han sido anunciadas con la requerida antelación, así como la reiteración del compromiso del no uso de la fuerza.


- ¿Cuáles son las líneas generales de actuación que ha trazado el Ministerio de Asuntos Exteriores a los delegados españoles en las próximas reuniones de la Conferencia de continuación de la CSCE de Viena?


En la última reunión de seguimiento de la CSCE España ha actuado de modo que el proceso iniciado en Helsinki, y que tuvo un importante hito en Madrid, continúe desarrollando un trata miento equilibrado entre los temas de seguridad, los relativos a derechos humanos y los de contenido económico, con el fin de que vayan adquiriendo solidez todos los principios del acta final de Helsinki. También es preocupación de España la componente mediterránea del proceso de cooperación y seguridad europea.

- Permítame que pasemos a analizar algunos problemas de orden Interno que afectan a su propio Ministerio e interesan a muchos lectores. Hay una vieja tradición en España de ministros que llegan a la plaza de la Provincia sin conocer la carrera diplomática española y hasta con reservas respecto a los diplomáticos. Luego esos ministros descubren un Cuerpo de funcionarios altamente capacitados, laboriosos y leales. ¿Está usted en ese caso?


Este no es mi caso; desde hace muchos años, como inspector financiero .del Estado, me he ocupado de los temas internacionales relacionados con el Ministerio de Hacienda y he tenido ocasión de conocer a muchos diplomáticos. Sencillamente, he confirmado una impresión que ya era muy positiva.

- En España llevamos años hablando de la necesidad de establecer una ley del Servicio Exterior que todos los ministros anuncian como inminente al ocupar el sillón que usted actualmente ocupa, pero ninguno ha abordado ese proyecto hasta ahora. ¿Podrá algún día ser este el caso del ministro Fernández Ordóñez como fue el de sus predecesores?


Cuando yo ocupé mi puesto no anuncié la inminencia de ninguna ley del Servicio Exterior, si bien es cierto qué señalé como una de las líneas de trabajo que me proponía emprender la reforma del Servicio Exterior, lo que no es lo mismo Año y medio después de mi toma de posesión, creo haber avanzado en este camino. Prueba de ello es la reforma de la estructura orgánica básica del Ministerio de Asuntos Exteriores, con la creación de la Secretaría General de Política Exterior, de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, y la adaptación de la Secretaría de Estado para las Comunidades Europeas de una función negociadora a otra de carácter gestor (real decreto 1485/85, de 28 de agosto). En el desarrollo de estas medidas se han creado con posterioridad la Comisión Interministerial de Cooperación Internacional (real decreto 451/86, de 21 de febrero) y la Comisión Interministerial para Asuntos Económicos relacionados con la Comunidad (real decreto 260/86, de 17 de enero).

En fase de proyecto avanzado se encuentra un real decreto de la Administración, Exterior del Estado, orientado a concretar el principio de la unidad de acción del Estado en el exterior entorno al embajador; un real decreto de reforma de la Escuela Diplomática, que pretende hacer de ella un centro de preparación para todo el personal adscrito al servicio exterior, y la regulación de un adecuado sistema de provisión de puestos de trabajo en el extranjero de acuerdo con la ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública.

La reforma del Servicio Exterior no sólo exige medidas legislativas. También se ha acometido durante mi mandato la modernización de las comunicaciones y la informatización del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tanto en el Ministerio como en los servicios de nuestras representaciones diplomáticas y consulares en el extranjero, se están estudiando medidas de política inmobiliaria que mejoren su funcionalidad; e igualmente estamos considerando la redefinición del actual mapa del despliegue diplomático y consular de España, con objeto de adaptarlo a las necesidades de nuestra política exterior y a la defensa de los intereses españoles en el extranjero.


- La República nombró embajadores “de dedo” a personalidades de la talla de Madariaga, Pérez de Ayala, Américo Castro o Sánchez Albornoz. Alfonso XIII nombró a Maeztu; Franco a Areilza, Ruiz-Giménez o al duque de Alba. ¿No existe un excesivo contraste con los actuales embajadores no diplomáticos, como los de Roma, Amman o Estrasburgo?


– Cuando un Gobierno nombra embajadores, el criterio que debe tener presente es que las personas designadas resulten adecuadas a las funciones que deben desarrollar en un determinado país y en un momento dado. Muy bien puede ocurrir que las personas ajustadas a este criterio estén revestidas además de una importante significación literaria, cultural o política. Pero no necesariamente tiene que ocurrir siempre así. Sobre los nombramientos a que usted hace referencia en su pregunta, dado que todas las comparaciones son odiosas, me limitaré a decirle que los actuales
embajadores en Roma, Amman y Estrasburgo han desarrollado sus misiones a plena satisfacción del Gobierno.


– Volvamos, si me lo permite, al problema americano: ¿Existe un proyecto de institucionalizar algún planteamiento global de las relaciones Interamericanas, con nuestra participación, esto es, considerando a España como nación clave del conjunto iberoamericano.


Mire usted, como “nación clave”, no. Como una más de las naciones del conjunto iberoamericano, sí. Ya he hecho referencia anteriormente a la existencia de un sistema de consultas entre el embajador de España y los embajadores de los países latinoamericanos acreditados en Bruselas; también a la convocatoria para el próximo año en Buenos Aires de una reunión de ministros iberoamericanos, España y Portugal incluidas.

Añadiré ahora que el Gobierno español anima a los movimientos de integración regional y subregional de Latinoamérica, y que está dispuesta a participar en sus instituciones como el Estatuto que resulte más adecuado.

Al principio de esta entrevista señalaba que la lengua, la cultura y otros valores comunes entre España y los países iberoamericanos son campos propicios para que poco a poco vaya tomando cuerpo la idea de una Comunidad Iberoamericana de Naciones. Comunidad, ni que decir tiene, de naciones igualmente soberanas hermanas, por tanto sin naciones madres, ni naciones clave. Esta perspectiva alcanza una especial importancia a medida que se aproxima el V Centenario del Descubrimiento de América.


- España ha sostenido siempre los esfuerzos de Contadora para resolver la crisis centroamericana. Pero el tiempo pasa y el proceso de Contadora no acaba de alcanzar sus objetivos. ¿Cree usted que para enfrentarse a este problema de aquí en adelante el mejor camino consiste en insistir en la empresa de Contadora?


Sí. Es el mejor camino, porque es el único que cuenta con el respaldo de toda la América Latina democrática, y en una medida apreciable con el aliento de la Europa democrática. Esto lo convierte en el camino por el que se pueden lograr resultados más positivos.

De hecho se puede decir que hasta el momento Contadora ha cumplido una función menos ambiciosa, pero no menos importante: evitar que la crisis centroamericana degenere hacia situaciones más violentas.

Si desafortunadamente, la iniciativa de Contadora se agota sin éxito, el Gobierno español continuará apoyando las iniciativas diplomáticas y pacificadoras que sin duda surgirán en la región.

En todo caso, y para mejor actuar en favor de la paz en Centroamérica, el Gobierno continuará manteniendo activos contactos con todas las fuerzas del espectro político centroamericano y preservará la valiosa credibilidad de que España goza entre todas ellas. España no es un aliado incondicional de nadie en Centroamérica, pero todo el mundo en Centroamérica acepta a España como un amigo.


- Las buenas relaciones que hasta ahora han existido entre España y Cuba se han visto empañadas por las recientes declaraciones de Fidel Castro contra la celebración del V Centenario del Descubrimiento. ¿Es que esta actitud cubana puede tener alguna incidencia sobre las relaciones bilaterales hispano-cubanas?


– Usted sabe muy bien que las relaciones hispano-cubanas se sustentan en unas bases de tal profundidad, que ni siquiera una revolución o un bloqueo militar llegaron a alterarlas en la época de Franco.

Partiendo de esto, están hoy sobre la mesa algunas cuestiones que pueden tener mayor incidencia que la que usted cita en las relaciones hispano-cubanas.

La opinión del Gobierno cubano sobre el V Centenario del Descubrimiento no plantea ninguna controversia política, y buena muestra de ello es que la Comisión cubana para la celebración de este evento continúa trabajando en estrecha colaboración con la, Comisión española.

Las declaraciones de Fidel Castro a que hace referencia plantean en todo caso un debate sobre la valoración histórica del encuentro entre dos culturas, como los países latinoamericanos prefieren llamar, a lo que tradicionalmente nosotros llamamos descubrimiento.

La celebración de este acontecimiento histórico debe ser, a juicio del Gobierno español, ocasión de que las naciones iberoamericanas trabajen en conjunto ofreciendo un modelo de cooperación y de esperanza para el futuro. Y en esto, afortunadamente, españoles, cubanos y todos los pueblos de la América Latina estamos de acuerdo.


- En España se ha hablado siempre de la necesidad de armonizar y unificar los esfuerzos de cooperación que realizamos en beneficio de los países más necesitados; pero carecemos de un cuadro legislativo coherente para realizarlo. ¿Podría explicarnos sus proyectos sobre la necesidad de establecer este marco de cooperación de España con los países más pobres?


Es cierto que la actividad de cooperación para el desarrollo de España viene adoleciendo, y todavía adolece, de una dispersión de iniciativas, que dificultan la elaboración de una política sistemática y coordinada.

Para empezar a resolver esta dificultad se creó la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, así como la Comisión Interministerial de Cooperación Internacional, a las que ya he hecho referencia.

Fruto de estas decisiones ha sido la definición de una serie de sectores de cooperación preferentes y de instrumentos de ayuda más adecuados para canalizar nuestra cooperación al desarrollo, en primer lugar hacia América Latina, seguida de África, y en menor medida hacia otras áreas.

En el marco de la cooperación que realizan las Comunidades Europeas, el Gobierno tratará de promover esta misma pauta, que resulta diferente de la que mantienen la mayoría de los países comunitarios y los integrantes de la CAD, de la OCDE.

Todo esto es un proceso todavía en curso, quizá no avanza con la rapidez que a nosotros nos gustaría, pero por primera vez en la historia de la acción exterior española, dentro de unas semanas, el Gobierno dispondrá del primer plan anual de cooperación al desarrollo para 1987


Francisco Fernández Ordóñez es ministro de Asuntos Exteriores en el actual Gobierno español. Ha hecho estas declaraciones en diciembre a Darío Valcárcel, director de POLÍTICA EXTERIOR.


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Invitado_Bruce Beelher_*
mensaje Dec 7 2008, 04:27 PM
Publicado: #1874





Invitado






Sin dinero y sin futuro

Miles de inmigrantes vagan por Jaén en busca de alguien que los contrate para la aceituna. Los españoles en paro copan las cuadrillas y muchos extranjeros no tienen faena ni adónde ir

PABLO LINDE

DOMINGO
07-12-2008


Nunca un partido de la liga de fútbol sala de Úbeda había tenido tanto público. Cientos de africanos pueblan las gradas del polideportivo. Pero no están ahí por el espectáculo. Esperan a que termine el encuentro para ducharse en los vestuarios y acomodarse para pasar la noche. Es la sexta que algunos duermen allí. Aguardan a que algún "jefe", como llaman a los capataces de los olivares, les contrate para la temporada de la aceituna, que ha empezado esta semana. Con las mismas escasas perspectivas de trabajo hay en Jaén más de 2.000 inmigrantes. La mayoría se tendrá que ir de la provincia con las manos vacías de olivas y de dinero.

El porqué se puede encontrar muy cerca de este polideportivo. Está escrito a bolígrafo en un folio pegado en la puerta de un bar, a unos cien metros: "Dos españoles muy responsables se ofrecen para la recogida de la aceituna". Los nacionales han vuelto a un trabajo al que habían renunciado hace años. Los parados, mayoritariamente de la construcción, formarán esta temporada muchas de las cuadrillas que hasta finales de enero recogerán el fruto de más de 60 millones de olivos en la provincia.

La escena del polideportivo sucede al final de la tarde del domingo pasado, tras un día que amaneció nevado en Úbeda, un pueblo jienense de 34.347 habitantes. Los inmigrantes han vuelto al pabellón tras echar varias horas que no han servido para nada en la estación de autobuses, el tradicional punto de encuentro entre capataces y jornaleros, y de recibir la comida diaria que Cáritas reparte en el comedor.

Martin, un camerunés simpático y risueño de 27 años que ha llegado ese mismo día, está todavía desilusionado por encontrarse a cientos de "morenos" que no consiguen empleo en el campo. Viene de Málaga, donde ha trabajado en la obra, que ya no da más de sí. A ratos, atiende al partido de fútbol y, a pesar de la decepción, no pierde la sonrisa. Mientras el balón rueda por la cancha, algunos musulmanes rezan; unos cuantos inmigrantes van improvisando una cola para ducharse en los vestuarios cuando los equipos terminen; quienes se han hecho con los pocos colchones que hay los ocupan para dejar claro que esa noche son suyos; los que no los tienen buscan cartones para no dormir sobre un suelo que está helado. "Cada uno va a lo suyo", dice Martin antes de soltar una carcajada.

Este camerunés ha acudido directo al polideportivo a instancias de un compatriota que se encontró en la estación de autobuses. No sabía que existen unos albergues abarrotados en los que puede ponerse en lista de espera para pasar un máximo de cinco días. Ni que puede recibir una comida a las seis de la tarde en el comedor de Cáritas. Llega con Ben, quien dice ser el único congoleño del pabellón: "Aunque todos seamos negros, tenemos culturas muy distintas. Los de Malí y los de Senegal, que son mayoría aquí, hacen mucha piña. Tienen el mismo idioma y religión [musulmana]. Yo estoy bastante solo, pero me llevo mejor con los cameruneses, que son cristianos como yo. Nos entendemos, tenemos costumbres parecidas".

Mientras siguen el fútbol, Ben, de 31 años, cuenta que fue profesional en un equipo angoleño "con mucho dinero". "Tenía incluso un avión privado", asegura. Una lesión de rodilla a los 22 años le apartó del deporte y, con el tiempo, le obligó a dejar en el Congo a su mujer y a su hijo para buscarse la vida en España. Ha trabajado en el campo, la construcción, grandes almacenes, fábricas... Lleva cuatro años sin ver a su familia. Sólo habla con ellos por teléfono cuando tiene dinero para el locutorio.

Todo esto sucede al tiempo que siguen llegando inmigrantes a Úbeda procedentes de todos los puntos de España tras finalizar su labor en la construcción o en otras campañas agrícolas del Levante. No tienen ni idea de que allí no hay trabajo para ellos. Seguramente no oyeron en la radio una campaña de la Junta de Andalucía que advierte desde hace semanas de que no hay plazas libres en la recolección de aceituna.

Uno de los que llegan es Said, un marroquí de 35 años que lleva 18 en España. Está sucio, con la camisa llena de manchas, la barba crecida y un gorro viejo. "¿Hay duchas? ¡Menos mal!". Viene de pasar una semana en la capital de Jaén buscando trabajo y durmiendo en la estación de autobuses. Tras siete días sin encontrar nada se fue a Úbeda, que se ha convertido en el mayor lugar de concentración de aspirantes a temporeros. Said no está acostumbrado a esas penurias: "Yo he vivido de puta madre. Mi mujer es española, tenemos una casa y todo iba bien hasta hace unos meses". Hasta que le echaron de un supermercado donde trabajaba como reponedor. Aunque su esposa mantiene su trabajo, él es "el hombre de la casa" y quiere seguir "llevando dinero". Tendrá que aguantar con la mugre un día más. Cuando termina el partido de fútbol y llega su turno de ducha, se ha terminado el agua caliente. Con temperaturas bajo cero, "es una locura" limpiarse con fría.

Tras el partido, un balón ha quedado suelto en la pista. Un par de malíes comienzan a pasarse la pelota. Llegan dos más. Bajan a la cancha tres marroquíes. En cinco minutos se ha organizado un partido de fútbol: Malí contra Marruecos. Se forman varios equipos que también quieren jugar y esperan su turno en la banda. Los voluntarios de Protección Civil que están en el pabellón para atender a los inmigrantes median para organizar un rey de pista: quien marca gana y juega contra el siguiente equipo. La grada ahora sí presta atención al fútbol. Cantan los goles, gritan, aplauden. La selección de Malí gana seis partidos seguidos. Mientras un jugador alto y fuerte se hartaba de marcar goles, Roberto Muñiz, jefe de Protección Civil, y el conserje del polideportivo estaban buscando como locos seis medallas y un trofeo para entregarlos a los ganadores tras la competición ante el júbilo de la grada. Durante una hora se han olvidado del frío, la nieve, el granizo, la lluvia, la falta de trabajo, de dinero y de una casa adonde ir si ningún jefe les coge para la aceituna.

Son las 22.45. Desde que el pabellón de Úbeda abrió para dar cobijo a los inmigrantes, el 25 de noviembre, sobre esa hora se reparte un caldo caliente antes de dormir. Pero hoy un coro rociero ha llevado bocadillos, dulces y chocolate. Se forma una gran cola entre cuyos miembros reparten más de 300 raciones. Cáritas, que tiene mucha experiencia con los inmigrantes, les pone siempre pescado en conserva para evitar los problemas con la dieta de los musulmanes. Pero los del coro, que destinan lo que ganan cantando a acciones benéficas como ésta, han rellenado con embutido de cerdo algunos bocadillos. Muchos recelan, pero se soluciona pronto. Quienes no tienen problema con la carne cambian los sándwiches por los pasteles incluidos en cada ración.

Dentro de lo malo, quienes están en Úbeda no se llevan la peor parte. Reciben comida un par de veces al día y fueron los primeros en tener un pabellón bajo el que resguardarse. En Villacarrillo, un pueblo apenas a 30 kilómetros, Cáritas reparte una bolsa con víveres en la puerta de la iglesia tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes. "No hay dinero para más", dice uno de los coordinadores. Quienes no tienen plaza en el albergue del pueblo, donde también hay tres comidas, pero al día, se ponen en cola sobre las doce, una hora antes de que abran las puertas de la iglesia. Hay empujones y tensión, pero también raciones para todos. Quienes no tengan más medios deben aguantar durante dos días con un litro de leche, una pieza de fruta, una barra de pan y dos latas de atún o sardinas. Allí el pabellón se abrió hace menos de una semana. Ellos agradecen la ayuda, pero también les parece insuficiente. "Hay mucha miseria. El otro día, una mujer me echó del soportal donde dormía. No queremos molestar, pero tienen que entendernos", dice Lazteg, argelino de 21 años. Hasta la apertura del polideportivo, los inmigrantes dormían en la estación de autobuses -que está prácticamente al raso, sólo cubierta por un tejado de chapa-, en los cubículos de los cajeros automáticos o en la calle, donde cada madrugada los termómetros marcan menos de cero grados. Quizá por eso, durante la semana pasada siguieron llegando inmigrantes a Úbeda, donde la situación es menos penosa. Viajan por la provincia gracias a los billetes gratuitos que reparten los Ayuntamientos. Se quitan el problema del pueblo y lo llevan a otro.

Todos están desbordados. Se han unido tres factores: los empresarios no contratan a sin papeles porque los controles son cada vez más exhaustivos, el paro ha llevado a Jaén a más inmigrantes que ningún otro año, y la crisis ha devuelto a muchos españoles al campo. "Los dueños de los olivos siempre conocen a alguien del pueblo que está parado y lo cogen antes que a otro de fuera", explica Juan Carlos López, uno de los voluntarios de Protección Civil. Todo ello hace que lo que otras temporadas era una llegada de africanos que en su mayor parte tenían plaza en los albergues e iban encontrando trabajo en el olivar, se haya convertido este año en miles de ellos vagando por la provincia sin apenas posibilidades de empleo. Y "algún efecto llamada", como lo califica una trabajadora de Cruz Roja, ha provocado que buena parte de ellos hayan acabado en Úbeda.

Allí sigue Martin, el camerunés risueño, tras el partido de fútbol y la cena. A las 23.30 comienzan a apagar las luces del pabellón, pero muchos inmigrantes continúan hablando entre ellos. Martin ha llegado tarde y no ha conseguido ni manta ni colchón, tan sólo algunos cartones sobre los que dormir. "Bueno, estoy acostumbrado". Enseguida comienza el relato de cómo llegó a España. Anduvo dos años desde Camerún hasta Melilla, donde saltó la valla y estuvo 40 días en un centro de internamiento de extranjeros. Antes atravesó Nigeria, Malí, Níger, Argelia y Marruecos, parando a trabajar cuando se quedaba sin dinero para continuar. Una vez en España siguió su periplo a la búsqueda de empleos: Barcelona, Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Murcia, Málaga y, ahora, Jaén.

Como la mayoría de los que están en el pabellón, no tiene papeles ni casa. Lleva todas sus pertenencias apiladas en una maleta y no sabe exactamente qué hará si nadie lo contrata. "De momento esperaré; si no hay nada, buscaré en otro pueblo de Jaén y, si la cosa sigue tan mal, quizá me marche a los países del Este de Europa: Rumania, Bulgaria... Pagan poco, pero al menos hay trabajo". Cuando cuenta esto no sabe que aguantará muy poco en Úbeda: 24 horas después estará en la cola del puesto de Cruz Roja, donde esa asociación y el Ayuntamiento reparten billetes de autobús. Cogerá uno el martes hacia Baena (Córdoba).

Antes de eso le queda por pasar un par de noches en el polideportivo. A las doce están todas las luces apagadas y los voluntarios piden silencio. En la pista hay pocos inmigrantes durmiendo. La mayoría se amontona en los pasillos, completamente envueltos en mantas. Aprovechan su propio aliento para calentarse y no dejan ni un centímetro de piel al aire, que la deja helada al rozarla. Unos cuantos nigerianos forman una cama con los banquillos y, sobre ella, cartones. Alguno trata de acurrucarse sobre varios asientos de la grada, pero pronto se da cuenta de que los bordes se clavan en la espalda. Vuelve al suelo. A las doce y media sólo se oye algún ronquido.

Mientras los inmigrantes duermen, tres voluntarios de Protección Civil y un vigilante permanecen en un cuartito del pabellón. Cuando no hacen rondas de vigilancia, ven películas, beben café y se lamentan por no tener colchones y mantas para todos.

La actividad por la mañana comienza muy pronto. A las 5.30 ya se puede ver a algún musulmán rezando arrodillado sobre una pequeña alfombra. Algunos aprovechan para ducharse ahora que apenas hay cola. Una hora después ya quedan pocos dormidos, y a las siete, para quien todavía lo esté, encienden las luces y en la megafonía del pabellón suena una locutora de Los 40 Principales. "Ha sido un placer despertarte", dice oportuna antes de poner la versión de Pitingo de la canción Cuéntame ("... si has conocido la felicidad"), que suena a sorna.

Poco después, una fila de inmigrantes arrastra sus maletas con ruedas hacia la estación de autobuses en busca de un jefe. Los primeros llegan a las siete y una hora después está abarrotada de africanos con sus equipajes. Algunos, los que llevan menos tiempo allí, se quedan fuera, a pesar del frío y la nieve, para ser los primeros en ofrecerse si llega algún capataz. Hay una treintena al raso y más de 300 dentro de la estación. Los lugareños que van a coger un autobús atraviesan la multitud con naturalidad, como si estuviesen allí desde siempre. Aunque no en tal cantidad, están acostumbrados a la invasión de inmigrantes cada diciembre. Si algún blanco se para más tiempo de lo normal, enseguida recibe varias preguntas sobre si necesita trabajadores. Este efecto se multiplica cuando un vehículo todoterreno para delante de la estación. Decenas de hombres (ni una sola mujer entre ellos) se agolpan en torno al coche. A lo largo de un día se puede ver varias veces esta escena. Algunos conductores han quedado allí para recoger a inmigrantes que ya habían trabajado con ellos otros años. Prácticamente ninguno busca a los cientos de jornaleros que les esperan.

La mayoría tiene ya pocas esperanzas. Los primeros africanos llegaron a mediados de noviembre ypermanecen en el pueblo más por no saber adónde ir que porque crean que alguien los contratará. Pasan horas y horas en la estación, vagando por las calles, mareando un café en un bar. Algunos llegaron solos y conocen allí a compatriotas con los que matar el tiempo. Le dan vueltas a la crisis, a la falta de trabajo, a qué harán si en unos días siguen sin jefe. Abubakar, Brahan y Abdulaye, tres malís que llevan más de diez días en Úbeda, charlan en la estación:

-¿Qué va a pasar el año que viene? Dicen que el paro puede llegar al 20%.

-No lo sé, pero aquí no hay nada de trabajo. Hay más morenos que aceitunas.

-¿Tiene la culpa el Gobierno?

-Da igual. La crisis es para todos. Yo en los últimos diez meses he trabajado sólo tres semanas. Llevaba diez años en España y la cosa nunca había ido tan mal.

-Yo he estado viviendo seis meses en una finca en un pueblo de Lérida. Sin agua ni luz. De vez en cuando trabajaba con vacas, pero el jefe ya no me necesita.

-Pues yo, si pudiese, volvería a Malí. Pero no tengo dinero para el billete.

-Tú no quieres volver. Si quisieras, irías a la policía y le dirías que estás ilegal para que te repatriasen.

Llega la hora de la cena. Una hilera de inmigrantes atraviesa el pueblo hacia el comedor de Cáritas, donde la cola da la vuelta al edificio. Reparten un guiso con macarrones, garbanzos y calabaza. Al salir les dan también una bolsa con un bocadillo y una pieza de fruta. El comedor tiene capacidad para unas 100 personas. El número de menús fue creciendo desde que comenzaron a llegar. Otros años se solían dar unos 200 diarios. Éste han superado los 700. En la puerta, uno de los marroquíes que han ido a buscar trabajo de temporero organiza todo. Lleva media vida en España y habla muy bien castellano. Se pone duro cuando alguien quiere colarse y cierra la puerta si una avalancha intenta entrar antes de que haya sillas vacías. Todo ello con la ayuda de dos policías locales y del jefe de Protección Civil.

Esa mañana, una reunión en la capital jienense entre los 20 ayuntamientos con albergues (con capacidad para 800 plazas) y la delegada de Agricultura de la Junta de Andalucía había concluido que estaban desbordados. La Administración regional planteó la necesidad de abrir más albergues en próximas temporadas. Pero para la actual, se ofrecía a sufragar gastos de billetes de autobús para que los inmigrantes regresen a las ciudades de procedencia. Acuerdan repartir una hoja en árabe, francés y castellano que les reitera a los inmigrantes que no hay trabajo y que es mejor que se marchen, que no hay medios para mantener mucho tiempo las instalaciones deportivas abiertas para que duerman.

Estos folletos se repartieron en la cola del comedor el pasado martes. Seguían llegando inmigrantes: un autobús procedente de Valencia esa misma madrugada, por ejemplo. Pero también aumentan las colas en la Cruz Roja para coger un billete hacia otra ciudad. El miércoles comenzó a bajar la afluencia al pabellón, que no había parado de crecer hasta entonces. Pero todavía quedan muchos aspirantes a bracero apurando por si alguien los necesita a última hora.

Después de la comida, ya no tiene sentido volver a la estación de autobuses. La fila de inmigrantes con sus maletas se encamina de nuevo al polideportivo. Un día más, han vuelto sin jefe.



http://www.elpais.com/articulo/reportajes/...elpdmgrep_3/Tes

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Invitado_Francisco Alegre_*
mensaje Dec 8 2008, 02:33 PM
Publicado: #1875





Invitado






España: una nueva política exterior hacia África

Miguel Ángel Moratinos

POLÍTICA EXTERIOR, 111
Mayo / Junio 2006


En el marco de la UE, España ha elaborado un Plan de acción para África subsahariana, como estrategia nacional propia hacia una región prioritaria para la política exterior. La inmigración y el desarrollo serán los pilares en las relaciones con el continente africano


Cuando visité diversos países de África subsahariana en diciembre de 2005, comprobé de nuevo los importantes retos que ofrece el continente africano y, al mismo tiempo, las grandes oportunidades de actuación, que reclaman tanto una respuesta activa y eficaz por parte de España como también de la Unión Europea en su conjunto. La gira que me llevó a Ghana, Angola, Mozambique, Nigeria, Níger y Malí, así como una visita anterior a Guinea Ecuatorial, fue el punto de arranque de una nueva política exterior española para África basada en el sincero respeto de la soberanía e idiosincrasia de los países que la conforman y en el fortalecimiento de las relaciones hispano-africanas, con el fin último de satisfacer anhelos e intereses mutuos.


En contraste con anteriores etapas, el actual gobierno de España ha incorporado al continente africano, y en particular a África subsahariana, entre sus prioridades de política exterior. Razones económicas, políticas, de cooperación al desarrollo, migratorias y de corresponsabilidad en el tratamiento multilateral de problemas globales, avalan esta nueva mirada que España tiende hacia un continente que, no debemos olvidar, constituye nuestra frontera Sur. De igual manera, la UE, con el activo respaldo de España, viene impulsando un amplio proceso de renovación de planteamientos y de profundización de sus políticas hacia África.


Aunque no es posible obviar ni subestimar la magnitud de los problemas a los que se enfrenta el continente africano –donde más de la mitad de su población sobrevive en condiciones de extrema pobreza o está expuesta a situaciones de conflicto, donde perviven regímenes políticos autoritarios y donde arrasan las enfermedades endémicas–, en los últimos años se ha podido constatar un avance neto de la paz y de la democracia, con la celebración de elecciones pluralistas en países como Liberia, Mozambique, Namibia, Ghana o Uganda. En este sentido, las elecciones en Liberia han revestido además un carácter histórico y han supuesto todo un símbolo de esperanza en el futuro para el continente, tras la asunción de una mujer, Ellen Johnson Sirleaf, por primera vez, a la más alta magistratura de un país de África.


Por otra parte, si bien el proceso de paz en Darfur (Sudán) registra una intolerable falta de avances y lamentablemente la situación sobre el terreno no ha mejorado desde mi viaje a la zona, en septiembre de 2004, en calidad de presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el acuerdo global de paz por el que se puso fin al largo conflicto entre el norte y el sur de Sudán continúa en pie y ha permitido la formación de un nuevo gobierno de unidad nacional en Jartum.


Otro país, la República Democrática del Congo, que constituye el epicentro de lo que algunos han denominado la “guerra mundial africana”, aprobaba el 18 de diciembre de 2005 una nueva Constitución. Con ello, se ha despejado el camino para que la transición pueda concluir felizmente en 2006 con la celebración de elecciones presidenciales y legislativas antes del 30 de junio, de conformidad con las estipulaciones de los acuerdos de Pretoria. Quedan lejos, pues, los tiempos en que el general Mobutu afirmaba que la democracia no era para África.


Datos de la situación económica y social


El innegable avance político experimentado por el continente se ve, no obstante, limitado por una abrumadora constatación: África es la zona más pobre y subdesarrollada del planeta. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 33 de los 47 países subsaharianos forman parte del denominado grupo de países menos adelantados (PMA). En ellos, el valor del índice de desarrollo humano (IDH) es de 0,465; la mitad de su población sobrevive con menos de un dólar al día, la esperanza de vida al nacer es de 46,3 años, y el índice bruto de escolaridad apenas alcanza el 45 por cien. En suma, África subsahariana es la región del mundo peor situada para alcanzar en 2015 alguno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU.


Estas penosas condiciones de vida, como pusieron de relieve las dramáticas escenas vividas a finales de 2005 en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, se encuentran en el origen de los crecientes flujos de inmigración subsahariana hacia un Norte mucho más rico y próspero.


En términos macroeconómicos, el inicial despegue registrado en los años inmediatamente posteriores a la independencia sufrió un brusco parón a partir de la década de los ochenta. Así, el incremento real del PIB en África subsahariana ha pasado del 4,6 por cien en los años sesenta, al tres por cien en los setenta, y al 2,5 por cien en la década de los noventa. Desde 1995 a 2000, la participación del continente africano en el PIB mundial ha disminuido en un tercio, y su contribución al comercio internacional se ha reducido a la tercera parte (el 1,5 por cien de los intercambios internacionales en 2003). En los últimos años, y fundamentalmente de la mano del incremento de los precios internacionales de los hidrocarburos y de ciertas materias primas, el PIB subsahariano ha recuperado la senda del crecimiento con tasas anuales en torno al cinco por cien.


África subsahariana es también muy vulnerable a las condiciones cambiantes de la climatología y a los desastres naturales. Mozambique, por ejemplo, tras padecer una prolongada sequía entre 2002 y 2004, sufrió unas intensas lluvias a finales de 2005 que han supuesto no solo graves daños personales y materiales, sino también la paralización de proyectos de cooperación y el agravamiento de la inseguridad alimentaria. Otros países africanos de la región del Sahel y de África central y oriental, como Níger y Kenia, se enfrentan en estos momentos a situaciones de emergencia causadas por la sequía y la destrucción de cultivos por plagas de langostas.


En lo referente a la situación sanitaria, África es el continente más afectado por la pandemia del sida, tanto en términos de prevalencia del virus como del número de personas que no reciben un tratamiento adecuado y se ven, por tanto, abocadas a una muerte lenta, que podría ser evitada. Según datos del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/sida (Onusida), la tasa de infección en el continente africano es del 7,5 por cien, aunque supera el 30 por cien en países como Lesotho, Suazilandia y Botsuana. El sida no es sin embargo la única enfermedad que azota África y que conlleva un pesado lastre para su desarrollo económico y social. Así, la malaria, con un millón de muertes al año, y la tuberculosis causan también estragos en la región.


El fenómeno de la inmigración


En los últimos tiempos, España viene propiciando y desarrollando un diálogo franco en torno al fenómeno de la inmigración, que encuentra una respuesta política en los distintos acuerdos que el gobierno ha negociado y concluido con los países de África subsahariana.


Frente a los factores que dificultan el proceso de readmisión con estos países, entre ellos la importancia de la emigración como fuente de ingresos económicos para el país de origen, varios ministerios españoles (Asuntos Exteriores y Cooperación, Interior y Trabajo y Asuntos Sociales) coinciden en la necesidad de reforzar los mecanismos de readmisión y trabajan denodadamente para conseguir la firma de acuerdos bilaterales. En este sentido, se han firmado con las contrapartes africanas varios memorandos y declaraciones que consolidan la voluntad mutua de concluir o mejorar los instrumentos y mecanismos de cooperación migratoria y readmisión. Actualmente, hay firmados acuerdos con 16 países.


Al respecto, debo subrayar que España es el país de la UE que ha conseguido llegar más lejos en la política de creación de un marco jurídico bilateral con países de África subsahariana para facilitar la repatriación de los inmigrantes irregulares y el que más ha insistido en este aspecto durante las negociaciones UE-Asia-Caribe-Pacífico (ACP) para los acuerdos de Cotonú. Nuestro país es, por ahora, el único Estado miembro de la Unión que tiene un acuerdo con Nigeria que funciona satisfactoriamente, y también el único que ha conseguido rubricar un acuerdo con Ghana. En contra de una percepción muy extendida, los inmigrantes ilegales procedentes de países subsaharianos representan una proporción modesta de la población extranjera que ha entrado irregularmente en España.


En mis recientes viajes a la zona, he podido constatar el reconocimiento de los gobierno africanos por las políticas de legalización e integración de inmigrantes llevadas a cabo por España, y la buena acogida de nuestro mensaje en torno a la necesidad de adoptar un enfoque global y concertado sobre el fenómeno migratorio, instaurando una verdadera asociación entre los países de origen, tránsito y destino para la gestión de los flujos.


El objetivo de esta política no debe ser otro que optimizar la inmigración legal y con garantías, que redunda en beneficio de todos. Al mismo tiempo, combatir la inmigración ilegal mediante el incremento de la cooperación y de la acción concertada.


A este planteamiento responde la iniciativa lanzada conjuntamente, en noviembre de 2005, entre los gobiernos de España y Marruecos para celebrar una Conferencia Regional Euro-Africana sobre Migración y Desarrollo. Este foro, que tendrá lugar en Rabat en la primera quincena de julio de 2006, ha recibido el apoyo activo de nuestros socios comunitarios, y muy particularmente de Francia y de la propia Comisión Europea, que se han implicado con entusiasmo en las labores preparatorias. El encuentro de la capital marroquí, dirigido a los países del norte, del oeste y del centro de África, además de los de la UE, y del que han de surgir propuestas concretas de actuación sobre la base del concepto de rutas migratorias, es plenamente compatible y complementario con el reforzamiento del diálogo sobre cuestiones migratorias entre Europa y África y, más concretamente, entre la Unión y las principales organizaciones regionales de África, como la Unión Africana o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).


Apuesta por el desarrollo


En el marco de esta mayor proyección de España en África subsahariana, se debe situar el reciente viaje realizado a Kenia y Mozambique por la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Acompañada por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y por un representativo grupo de mujeres españolas, Fernández de la Vega acudió en la capital de Mozambique al encuentro “España y África. Mujeres por un mundo mejor”, que reunió los días 7 y 8 de marzo a mujeres africanas y españolas comprometidas en la lucha por la igualdad de género.


La declaración de Maputo, adoptada al final del encuentro, incluye un decálogo de conclusiones que parte de la constatación de que el desarrollo de África ha de basarse necesariamente en la plena incorporación de la mujer al mundo laboral y político, así como en la equiparación de los derechos económicos y sociales.


El viaje sirvió también para mostrar, una vez más, el compromiso de España con el desarrollo en África. Al respecto, la vicepresidenta anunció en Kenia una contribución en 2006 de 60 millones de dólares al fondo global contra el sida, la malaria y la tuberculosis, lo que convierte a España en el sexto contribuyente de ese fondo a nivel mundial. Asimismo, se anunció un sustancial incremento de la participación española en los programas para África subsahariana del Banco Mundial y del Banco Europeo de Inversiones, así como una donación de un millón y medio de euros para paliar los efectos de la sequía en Kenia y Etiopía. También, el canje adicional de 200 millones de dólares de deuda por proyectos educativos, del que se beneficiarán varios países africanos, entre ellos República Democrática del Congo, Chad, Camerún, Guinea Bissau, Costa de Marfil y Somalia.


Estas medidas se suman a las ya contempladas de forma general en el vigente Plan Director de la Cooperación Española para el periodo 2005-08, que prevé un sustancial incremento del volumen de ayuda destinado a África subsahariana. La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) total de España para esta región ha pasado de 123 millones de euros en 2003 a 450 millones en 2005, incluido un considerable esfuerzo de condonación de deuda. Por su parte, la ayuda que gestiona directamente la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) se ha incrementado de 33 millones en 2003 a 70 millones en 2005, y está previsto que supere los 120 millones al final de la actual legislatura.


La AECI está elaborando asimismo un plan de actuación específico para África occidental, la zona más cercana a España y de la que procede la mayor parte de los flujos migratorios irregulares subsaharianos, que padece las graves consecuencias de la sequía, el avance de la desertificación y recurrentes desastres naturales, como la plaga de langosta del año pasado.


Plan África: tiempo para la esperanza


Todos estos elementos justifican la adopción por parte de España de una estrategia nacional propia. Así nace un Plan de acción para África subsahariana, el denominado “Plan África”, que se traducirá en un ambicioso paquete plurianual de medidas a desarrollar en los planos político, comercial, cultural y de cooperación. La puesta en práctica de este plan implicará necesariamente un replanteamiento y un reforzamiento de nuestra presencia diplomática y consular en el continente africano, así como la apertura de nuevas oficinas sectoriales y de enlace para poder tener la necesaria capacidad de interlocución y maximizar el alcance de nuestra acción en el continente.


El Plan África abordará, además, la cuestión de la inmigración como uno de los retos principales de la política exterior española en el continente africano, desde una perspectiva global, y desde la consideración del fenómeno migratorio como una oportunidad de desarrollo tanto para los países receptores como para los emisores.


Actualmente en proceso de elaboración en el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Plan África será aprobado en principio por el consejo de ministros a mediados de este año. El objetivo es que el plan sea resultado de un amplio proceso participativo y de consultas. Por ello, considero fundamental que cuente con las aportaciones y el respaldo del Parlamento. Así, en los próximos meses someteremos un primer borrador a la consideración de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Cooperación del Congreso y del Senado.


Por otra parte, el Plan África será complementario y vendrá a reforzar, desde una óptica nacional, la estrategia global y a largo plazo de la UE hacia África que ha sido adoptada por el Consejo Europeo de diciembre de 2005 con el apoyo activo de España y que se estructura en torno a cinco apartados: paz y seguridad, derechos humanos y buen gobierno, ayuda al desarrollo, crecimiento económico sostenible, integración regional y comercio e inversión en el ser humano. Gracias en buena medida a la insistencia española, se incluyó en esta estrategia de la UE la cuestión migratoria como una de las líneas prioritarias de actuación.


No cabe duda de que un factor esencial para situar las relaciones de la UE con África en el plano de excelencia que España desea es la reanudación del diálogo político al más alto nivel, mediante la celebración en Lisboa de una segunda Cumbre UE-África que dé continuidad y desarrollo a la Conferencia de El Cairo de 2000.


En definitiva, frente a una cierta idea estereotipada de un continente africano abrumado por problemas de casi irresoluble solución, lo cierto es que está emergiendo una nueva África de esperanza y oportunidades. En los últimos años, el continente africano ha experimentado grandes transformaciones. Quizá la más importante haya sido la toma de conciencia de los propios africanos de que son ellos los primeros responsables de su futuro.


Este cambio de actitud se traduce en iniciativas de gran calado como la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad) y el Mecanismo Africano de Revisión Paritaria; en el avance de los procesos de integración, como el de la Cedeao; y en la transformación de la vieja Organización de la Unidad Africana (OUA) en la nueva Unión Africana, organismo que sigue en gran medida el patrón adoptado por la UE.


De la mano de estos cambios, también la comunidad internacional ha impulsado nuevas iniciativas de actuación y cooperación con África. Así, han surgido la Comisión para África, el Plan de Acción del G-8 o la Estrategia de la EU, aprobada por el Consejo Europeo en diciembre de 2005.


España puede y debe reforzar sus lazos con África subsahariana. Para ello, hemos de fomentar nuestro conocimiento recíproco, a menudo nublado por prejuicios y lugares comunes. Ésta es la razón principal que nos ha decidido a crear la Casa África, que verá la luz en Las Palmas de Gran Canaria en 2006 y que está llamada a convertirse en un centro de referencia que contribuya a mejorar el conocimiento y el aprecio mutuos, la cooperación y la concordia entre los pueblos y las sociedades africanas y europeas, aprovechando la plataforma privilegiada de las Islas Canarias y su vocación de punto de encuentro entre tres continentes.


Hay, pues, un consenso bastante generalizado en la sociedad española y en la europea sobre la conveniencia de implicarse más decididamente en el desarrollo de África subsahariana. No podemos ser ajenos a la suerte de nuestros vecinos del Sur. Su futuro nos importa, y además está ligado inexorablemente al nuestro.



Miguel Ángel Moratinos es ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación


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