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Invitado_Katharina Von Strauger_* |
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#1906
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CITA GAS-FORO Putin advierte que la crisis afectará más al sector del gas que al petrolero Finanzas.com 23/12/2008 12:23 Noticias EFE Moscú, 23 dic (EFE).- El primer ministro ruso, Vladímir Putin, advirtió hoy de que la crisis económica mundial afectará más al sector del gas que al petrolero, al inaugurar una reunión ministerial del Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG) en Moscú. "Entre agosto y noviembre de 2008 los precios del petróleo han caído casi a la cuarta parte. naturalmente, esto ya ha repercutido en el estado del mercado de gas, cuyos precios están vinculados a los del crudo", señaló el jefe del Gobierno. Añadió que debido al "carácter inerte del mercado de gas, se puede esperar que la crisis afectará más gravemente al sector (del gas), que al negocio del petróleo", y que "la recuperación de éste requerirá más tiempo". Putin hizo esta advertencia ante los ministros de Energía de Argelia, Bolivia, Egipto, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Nigeria, Noruega, Qatar, Rusia, Trinidad y Tobago, Venezuela, quienes debatirán hoy el estatuto del Foro. "El Foro de Países Exportadores de Gas debe convertirse en una organización permanente, con su estatuto y sede, en una estructura que representará los interés de los productores y exportadores de gas en la arena internacional", subrayó el primer ministro ruso. Agregó que el FPEG "debe expresar una posición concordada de sus miembros sobre los asuntos más importantes del estado actual y de las perspectivas de desarrollo del mercado gasístico". El dirigente ruso recalcó que el aumento de los costes de producción en el sector del gas inevitablemente conducirá al aumento de los precios del carburante. "Pese a la crisis en las finanzas mundiales, en la economía mundial, la caída de los precios de los carburantes, la época de combustibles baratos, incluido el gas barato, esta terminando", enfatizó. Putin insistió en la propuesta rusa de ubicar la sede de la Secretaría del FPEG en la antigua capital de los zares, San Petersburgo, a la que llamó "una de las ciudades más bellas de Europa y el mundo". "Sé que a nivel de expertos se estudian diversas posibilidades para albergar la sede del Foro. Aceptaremos cualquiera que sea vuestra decisión, seremos flexibles y nos uniremos a la mayoría", dijo el primer ministro en alusión a las candidaturas de Egipto, Argelia e Irán. Creado en 2001, el FPEG está integrado por los productores de gas más importantes del mundo con el fin de promover sus intereses comunes, aumentar la cooperación y coordinación entre ellos e impulsar también el diálogo con los consumidores de gas. Los integrantes del Foro poseen el 73 por ciento de las reservas mundiales de gas y controlan el 42 por ciento del hidrocarburo que se comercializa anualmente en el mundo. El FPEG engloba a Argelia, Bolivia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Libia, Malasia, Nigeria, Qatar, Rusia, Trinidad y Tobago y Venezuela, así como a Guinea Ecuatorial y a Noruega en calidad de observadores. http://www.finanzas.com/noticias/empresas/...ara-sector.html CITA Guinea Ecuatorial se adhiere al Foro de los Países Exportadores de Gas 19:51 23/ 12/ 2008 RIA Novosti Moscow Russia Moscú, 23 de diciembre, RIA Novosti. Guinea Ecuatorial será nuevo miembro del Foro de los Países Exportadores de Gas (GECF), informó a los periodistas hoy el ministro de Energía de Rusia, Serguei Shmatkó. "Guinea Ecuatorial declaró en esta reunión que se adhiere al GECF en calidad de su miembro pleno", dijo. Actualmente, 16 países participan en las labores del Foro: Argelia, Bolivia, Brunei, Venezuela, Egipto, Indonesia, Irán, Qatar, Libia, Malasia, Nigeria, Noruega (con estatuto de observador), Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Trinidad y Tobago y Guinea Ecuatorial (como observador). http://sp.rian.ru/onlinenews/20081223/119140674.html |
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Invitado_Pepin_* |
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Publicado:
#1907
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En el Portal de Belén hay estrellas, Sol y Luna,
la Virgen y San José, y el Niño que está en la cuna. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena En el Portal de Belén hacen Luna los pastores para calentar al niño que ha nacido entre las flores. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Una estrella se ha perdido y en el cielo no aparece, se ha metido en el Portal y en Su rostro resplandece. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. En el Portal de Belén hay un hombre haciendo guacha con la cuchara en la mano repartiendo a las muchachas Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. |
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Invitado_Maripili_* |
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Publicado:
#1908
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En la Caldera de Luba
Han entrado los ladrones Y al atontao del fantasmon Le han robado los calzones Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena En el portal de Belén Esta Teodoro Obiang Nguema Mbasogo A ver porque este señor Tiene que meterse en todo Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena Anda por Xixon de espicha Quien compro un chale en Somio Mientras que Obiang anuncia Querellas al que pida que dimita Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena Teodorin se compra coches Para pasear por Blanche Mientras que las francesillas Dejan sin blanca al chaval Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena. Ande, ande, ande la Marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena |
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Invitado_Pepin_* |
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#1909
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CITA EXPEDICIÓN DE CIENTÍFICOS BRITÁNICOS Descubierto un 'paraíso perdido' de especies desconocidas en un bosque de Mozambique EDUARDO SUÁREZ (Corresponsal) LONDRES.- El paraíso perdido no es sólo la obra poética cumbre de John Milton (1608-1674). Es también desde hoy un rincón boscoso de Mozambique que responde al nombre de Monte Mabu. Hasta ahora ni siquiera aparecía en los mapas y por eso no había llamado la atención de los biólogos. En 2005, sin embargo, lo descubrió un grupo de científicos de los Jardines Botánicos de Kew y sólo ahora ha revelado el tesoro de su biodiversidad. El hallazgo acaeció por casualidad, mientras uno de los científicos de Kew, Julian Bayliss, brujuleaba por internet en busca de zonas que registraran fuertes precipitaciones y estuvieran unos 1.600 metros por encima del nivel del mar. El programa Google Earth mostraba algunas en lugares hasta ahora inexplorados. La mayoría en Papúa Nueva Guinea. Sin embargo, el que llamó la atención de Bayliss fue un trozo de tierra ignota en el corazón del montañoso norte de Mozambique. Una región alta e inaccesible donde nunca antes había puesto el pie ningún investigador. Bayliss examinó entonces distintas imágenes de satélite hasta confirmar que el monte acogía una zona boscosa por explorar de unos 80 kilómetros cuadrados. Una región virgen es el sueño dorado de cualquier biólogo. Un sueño que se antoja imposible en un mundo penetrado por los satélites y la cartografía, pero que ha hecho posible la historia convulsa del país africano, asolado por una guerra civil entre 1975 y 1992. Según los expertos, el Monte Mabu sobrevivió a los pormenores de la contienda por diversos factores. Incluidos su condición inaccesible y su valor como refugio durante la guerra. Apenas supo de la existencia de este lugar edénico, los biólogos de Kew se prepararon para explorarlo. Nada menos que 28 científicos del Reino Unido, Mozambique, Malawi, Tanzania y Suazilandia se embarcaron entre octubre y noviembre en una expedición a la antigua usanza. Acompañados de 70 porteadores y de un puñado de serpas locales, viajaron en todoterreno hasta donde llegaba la carretera y se adentraron luego en el bosque durante cuatro semanas. Allí les esperaban tres nuevas especies de mariposas, una extraña variedad de víbora y poblaciones desconocidas de pájaros poco comunes. Y a buen seguro nuevas especies de plantas entre los cientos de especímenes que se han traído al Reino Unido para clasificar. Un tesoro amenazado La cima del Monte Mabu no excede los 1.700 metros. La biodiversidad no es el fruto de la altitud sino de lo remoto del lugar y de las condiciones que crea la vegetación, con árboles que superan los 45 metros. En la cima pelada del monte, de todas formas, a los científicos les esperaba un hallazgo muy especial: cientos de mariposas macho que se reunían allí, lejos del bosque y a la luz del sol para atraer a las hembras y probar su resistencia volando lo más lejos posible. «Hasta que no volvimos a Londres y empezamos a analizar el material, no nos dimos cuenta del todo de la importancia del hallazgo», cuenta Timberlake, el responsable de la expedición. «Fue entonces cuando reparamos en que estábamos pisando terreno desconocido». «La biodiversidad de la zona es impresionante», ha declarado en las páginas de The Observer. Y añade con emoción: «Ver cómo las especies se han ido adaptando a pequeños nichos como éste es algo que para mí es algo todavía mágico». Entre los hallazgos de la expedición, ejemplares de serpientes casi desconocidas y camaleones pigmeos. También mariposas y pájaros con tatuajes especiales, generados por siglos de adaptación al paisaje del Monte Mabu. Sus fotografías y las muestras de decenas de especies vegetales serán en los próximos meses un tesoro en manos de los biólogos de los jardines botánicos de Kew. Ellos los analizarán y desentrañarán los secretos de la biodiversidad de este rincón del remoto Mozambique. Paradójicamente, la paz podría ser más dañina que la guerra para las mariposas y los camaleones del Monte Mabu. El fin de la contienda ha propiciado un 'boom' para la economía mozambiqueña y los expertos dicen que el bosque podría desaparecer fruto de la codicia de los latifundistas, que querrían sacar dinero de su madera o ganar más tierras cultivables. Por eso, los biólogos de Kew se afanan ahora en catalogar y publicitar al máximo sus hallazgos y forzar un reconocimiento de zona protegida para la zona. Su responsable, Jonathan Timberlake, no cree que el Monte Mabu sea el último edén por explorar. «Debe de haber muchos más», asegura, «pequeños bolsillos de biodiversidad alrededor del mundo que quedan por descubrir y con los que tropezaremos. Ojalá gracias a esto la gente se dé cuenta de todo lo que nos está esperando ahí fuera». http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/22/c...1229969014.html http://www.buzzle.com/articles/242089.html http://www.guardian.co.uk/environment/2008...than-timberlake http://www.guardian.co.uk/environment/gall...life-mozambique CITA Expedición al volcán desconocido Científicos españoles entrarán en una selva virgen de Guinea Ecuatorial ÍÑIGO DE BARRÓN Madrid EL PAÍS Última 03-11-2005 Dentro de 15 días, una expedición científica dirigida por españoles entrará en la Caldera de Luba, un volcán cuyo cráter se hundió hace millones de años y en donde existe una selva que todavía no ha pisado el hombre. Algunas leyendas aseguran que se esconde una tribu de pigmeos; otras, que hay gorilas y simios que no ha visto el ser humano. Para los habitantes de los pueblos de alrededor, la Caldera de Luba, en la isla de Bioko (Guinea Ecuatorial), fue un antiguo cementerio y hoy es el hogar del dios Lombe, que reside en un lago mitológico. Lo cierto es que el 18 de noviembre partirán los científicos españoles para investigar la vida animal y vegetal de esta caldera, que tiene un diámetro de 5.000 metros y está ocupada por una espesa selva monzónica de 2.500 hectáreas, con laderas verticales de 1.400 metros de desnivel. La cota más alta tiene 2.261 metros. Descubrir el interior de la caldera es el reto de Ignacio Martín Sanz (Madrid, 1959), profesor de Zoología Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid, y de otras 23 personas. Su objetivo es permanecer un mes en este terreno casi prohibido, donde las anteriores expediciones sólo han conseguido quedarse en las puertas por las dificultades del terreno. La expedición está compuesta por zoólogos, botánicos, médicos, bomberos especialistas en rescate y cámaras de televisión. Cuatro de estos científicos serán guineanos. Como el propio Martín cuenta, "el proyecto será como las clásicas expediciones del siglo XIX, pero en el XXI".Contará con todos los adelantos técnicos, pero, como en las clásicas expediciones de la Inglaterra victoriana, recurrirá a 45 porteadores. Esta expedición debe arrastrar hasta el corazón de la caldera 4.500 kilos de material y más de 5.000 metros de cuerda. Los nervios aumentan entre los miembros de la expedición a medida que se acerca la fecha de partir. El atractivo de esta expedición es entrar en un lugar ignoto que además exigirá realizar descensos por laderas de selva con técnicas poco desarrolladas, ya que existen escasos hábitats de estas características. Las jugadas del destino han hecho que Ignacio Martín vuelva al país donde su padre hizo la mili como ayudante del servicio de cartografía del Ejército. Han pasado muchos años (finales de los sesenta) desde que España abandonó Guinea, pero los mapas militares son los únicos que todavía describen con fiabilidad los alrededores de la Caldera de Luba. "En mi casa siempre había fotografías de la selva guineana. Para mí era algo familiar, y tenía ganas de realizar esta expedición". Martín, que ya ha investigado otras selvas, como las de Indonesia, lleva cuatro años preparando la expedición, en la que hay muchas esperanzas depositadas: descubrir nueva flora, así como invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos que podrían dar alguna sorpresa a la comunidad científica. Sobre el mapa militar, Martín explica los dos caminos que seguirán. Por un lado, el director y tres expedicionarios, cualificados en alpinismo, bajarán haciendo rappel por las paredes de la caldera. Por el lado opuesto, allí donde el río Tudela ha horadado la montaña, entrarán otros 20 expedicionarios y los porteadores. Éste es el acceso más fácil. Pero todavía hay flecos pendientes. El coste de la expedición correrá a cargo de la Universidad Politécnica de Madrid, pero falta encontrar financiación para el documental, cuya factura asciende a 161.000 euros. Martín reconoce haber llamado a cientos de puertas, pero se lamenta de lo difícil que resulta recaudar el dinero. Estas penurias no desilusionan al equipo. "Vamos a ir al lugar más lluvioso de África, un sitio donde todos hablan en español", comenta Martín. Quizá cuando regrese la expedición se sepa la verdad de las leyendas de la Caldera de Luba http://www.elpais.com/articulo/elpepiult/2...n%20desconocido http://www.elpais.com/articulo/ultima/Nuev...elpepiult_1/Tes CITA El 'jardín del edén' de Papúa ELMUNDO.ES Actualizado miércoles 08/02/2006 16:00 (CET) MADRID.- Un equipo internacional de científicos ha descubierto en una remota zona de Papúa, en Indonesia, un maravilloso 'jardín del edén'. Un lugar jamás pisado por el hombre en el que han encontrado una treintena de especies nuevas. Entre ellas, ranas, mariposas, plantas y hasta varios mamíferos. Los hallazgos deberán ser ahora ratificados por las publicaciones científicas. La expedición, formada por 11 científicos estadounuidenses, australianos e indonesios, recorrió la región de las Montañas Foja, en la provincia indonesia de Papúa. La investigación, realizada en diciembre de 2005, estaba financiada por el Instituto de Ciencias Indonesio y la organización estadounidense Conservación Internacional. Y fue allí, en una zona de más de un millón de hectáreas de bosque tropical, donde encontraron 20 especies desconocidas de ranas, cuatro de mariposas, al menos cinco de palmeras y varios mamíferos. Aunque sus descubrimientos todavía tienen que ser 'certificados' por publicaciones especializadas, la comunidad científica ya habla de esta región como del nuevo 'Mundo Perdido'. "Es lo más parecido al 'jardín del edén' que nunca se ha encontrado en la Tierra", señaló Bruce Beehler, codirector de la expedición, a la agencia AP. "En toda la zona no encontramos ni una sola huella del paso de la civilización, ni siquiera comunidades locales. Por lo que podemos saber, el ser humano nunca ha pisado estos terrenos", dijo. Junto a los científicos viajaban dos aborígenes, de las tribus de Kwerba y Pasapena, las 'propietarias' de las Montañas Foja, que tampoco habían pisado nunca estos vergeles. Uno de los descubrimientos más importantes ha sido el de dos ejemplares de 'Long-Beaked Echidnas', un mamífero primitivo y ovíparo. Los científicos constataron también que muchos de los animales no se mostraban asustados por la presencia del hombre, e incluso estos mamíferos se dejaron coger sin problemas. Además, los biólogos hallaron un canguro 'Golden-Mantled Tree', una especie que se creía prácticamente extinguida debido a la caza, y consiguieron hacer las primeras fotografías del pájaro 'Berlepsch's Sixwired Bird of Paradise', que fue descrito por primera vez por cazadores en el siglo XIX. Los científicos esperan volver a la zona en los próximos meses para proseguir con la investigación. "Descubrimos todas las especies nuevas en una zona muy cercana a donde teníamos el campamento. Y sólo hemos mirado en la superficie del bosque", señaló Beehler. Por eso los expertos creen que nuevas expediciones, más largas y con más medios, podrían sacar a la luz multitud de nuevos animales. Aunque el hallazgo de nuevas especies no es algo excepcional hoy en día, sí lo es encontrar animales de gran tamaño o mamíferos. Durante la exploración de los fondos abisales es muy habitual el hallazgo de nuevos seres, nunca vistos por el hombre, pero suelen ser de tamaño casi microscópico, como lo son los insectos, el grupo del que se encuentran más especies nuevas cada año. http://www.elmundo.es/elmundo/2006/02/07/c...1139305323.html Estas tres expediciones son muy similares: Las tres comienzan en 2005 Las tres s0n como las clásicas expediciones del siglo XIX, pero en el XXI Las tres utilizan Google Las tres descubren nuevas especies Las tres van a zonas deshabitadas pero amenazadas por la industria Las tres contraponen un mundo penetrado por los satélites y la cartografía y sin embargo encuentran algo nuevo Las fotos son similares. Igual alguien intenta decir algo y no lo terminamos de pillar. Que se esta destuyendo el planeta y todavia nos es desconocido; por ejemplo. |
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Invitado_Julian Navascues_* |
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#1910
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CITA Tratado de San Ildefonso sobre Guinea Ecuatorial 24 marzo 1778. TRATADO CON PORTUGAL. En el nombre de la Santísima Trinidad. Por el artículo 1º del Tratado preliminar de límites, felizmente concluido entre las dos coronas de España y Portugal y sus respectivos plenipotenciarios en San Ildefonso a 1º de octubre del año próximo pasado de 1777, se confirmaron y revalidaron los Tratados de Paz celebrados entre las mismas coronas en Lisboa a 13 de febrero de 1668, en Utrech a 6 también de febrero de 1715 y en París a 10 del propio mes de febrero de 1763, como si se hallasen insertos, palabra por palabra, en el mencionado Tratado de 1777, en cuanto no fuesen derogados por él. Los dos Tratados de Lisboa y Utrech que van citados y se han renovado ahora, han sido y especialmente el primero, la base y fundamento de la reconciliación y enlaces de las dos Monarquías, española y portuguesa, para llegar al estado en que se hallan hoy una respeto a la otra; y por causa tan relevante fueron ambos tratados garantizados por los Reyes de la Gran Bretaña, estipulándose formalmente esta garantía en el artículo 20 del Tratado de Utrech de 13 de julio de 1713, celebrado entre la Corona de España y la de Inglaterra. Pero así como el ya citado de París de 10 de febrero de 1763 suscitó, por las expresiones de su artículo 21 y otras, algunas dudas y dificultades, en cuya diversa inteligencia se han podido fundar muchas de las desavenencias ocurridas en América meridional entre los vasallos de ambas Coronas; del propio modo, otros artículos y expresiones de los dos Tratados anteriores de Lisboa y Utrech, y varios puntos que desde entonces quedaron pendientes y no se han explicado hasta ahora, podrían producir en lo sucesivo iguales o mayores disputas, o, a lo menos, el olvido e inobservancia de lo pactado, originándose motivos de nuevas discordias. Deseando, pues, Sus Majestades católica y fidelísima precaver para siempre aquellos riesgos e impedir sus consecuencias, han resuelto por medio del presente Tratado, para cumplir religiosamente el citado artículo 1º del Tratado preliminar de 1777, dar toda la consistencia y explicación que piden los tratados antiguos que se han confirmado, estableciendo así la más íntima e indisoluble unión y amistad entre ambas Coronas, a que, naturalmente, las conducen la situación y vecindad de ellas, los antiguos y modernos enlaces y parentescos de sus respectivos soberanos, la identidad de origen y el recíproco interés de las dos naciones. A fin, pues, de llevar a efecto tan plausibles, grandes y provechosas ideas, el muy alto, muy poderoso y muy excelente Príncipe D. Carlos III, Rey de España y de las Indias, y la muy alta, muy excelente y muy poderosa Princesa D.a María, Reina de Portugal, de los Algarves, etc., acordaron nombrar sus respectivos plenipotenciarios; es, a saber: Su Majestad católica el Rey de España al Excelentísimo Sr. D. José Moñino, Conde de Floridablanca, Caballero de la Real Orden de Carlos III, su Consejero de Estado, su primer Secretario de Estado y del Despacho, Superintendente General de Correos Terrestres y Marítimos, y de las Postas y Renta de Estafetas en España y las Indias; y Su Majestad fidelísima la Reina de Portugal, al Excmo. Sr. D. Francisco Inocencio de Souza Coutinho, Comendador en la Orden de Cristo, de su Consejo y su Embajador cerca de Su Majestad católica, quienes enterados de las intenciones de sus respectivos Soberanos, después de haberse comunicado sus plenipotencias y, hallándolas extendidas en debida forma, han convenido, en nombre de ambos Monarcas, en los artículos siguientes: Artículo 1.º— Conforme a lo pactado entre las dos Coronas, en dicho Tratado renovado de 13 de febrero de 1668, y señaladamente en sus artículos 3º, 7º, 10º y 11º, y en mayor explicación de ellos, siguiendo otros tratados antiguos a que se refieren dichos artículos que se usaban en tiempo del Rey D. Sebastián y los celebrados entre España e Inglaterra en 15 de noviembre de 1630 y 23 de mayo de 1667, que también se comunicaron a Portugal, declaran los dos altos Príncipes contrayentes, por sí y en nombre de sus herederos y sucesores, que la paz y amistad que han establecido y que deberá observarse entre sus respectivos súbditos en toda la extensión de sus vastos dominios en ambos mundos, haya de ser y sea conforme a la alianza y buena correspondencia que había entre las dos Coronas en el referido tiempo de los Reyes D. Carlos I y D. Felipe II de España, D. Manuel y D. Sebastián de Portugal, prestándose Sus Majestades católica y fidelísima y sus vasallos los auxilios y oficios que corresponden a verdaderos y fieles aliados y amigos, de modo que los unos procuren el bien y utilidad de los otros y aparten e impidan recíprocamente su daño y perjuicio en cuanto supieren y entendieren. Art. 2.° — En consecuencia de lo pactado y declarado en el artículo antecedente y de lo demás que expresan los tratados antiguos que se han renovado y otros a que ellos se refieren, que no fuesen derogados por algunos posteriores, prometen Sus Majestades católica y fidelísima no entrar el uno contra el otro, ni contra sus Estados en cualquier parte del mundo en guerra, alianza, tratado, ni consejo, ni dar un paso por sus puertos y tierras, auxilios directos o indirectos, ni subsidios para ello, de cualquiera clase que sean, ni permitir que los den sus respectivos vasallos; antes bien se avisarán recíprocamente cualquiera cosa que supieren, entendieren o presumieren que se trata contra cualquiera de ambos Soberanos, sus Dominios, derechos y posesiones, ya sea fuera de sus Reinos o ya en ellos por rebeldes o personas malintencionadas y descontentas de sus gloriosos Gobiernos; mediando, negociando y auxiliándose de común acuerdo para impedir o reparar recíprocamente el daño o perjuicio de cualquiera de las dos coronas, a cuyo fin se comunicarán y darán sus Ministros en otras Cortes, como a los Virreyes y Gobernadores de sus provincias las órdenes e instrucciones que tengan por conveniente formar sobre este asunto. Art. 3.º— Con el propio objeto de satisfacer a los empeños contraídos en los antiguos Tratados y demás a que se refirieron aquéllos, y que subsisten entre las dos Coronas, se han convenido Sus Majestades católica y fidelísima en aclarar el sentido y vigor de ellos, y en obligarse, como se obligan a una garantía recíproca de todos sus Dominios en Europa e islas adyacentes, regalías, privilegios y derechos de que gozan actualmente en ellos; como también a renovar y revalidar la garantía y demás puntos establecidos en el artículo 25 del Tratado de límites de 13 de enero de 1750, el cual se copiará a continuación de éste, entendiéndose los límites que allí se establecieron con respecto a la América meridional, en los términos estipulados y explicados últimamente en el Tratado preliminar de 1.2 de octubre de 1777, y siendo el tenor de dicho artículo 25 como se sigue: «Para más plena seguridad», etc. Art. 4.º— Si cualquiera de los dos altos contrayentes, sin hallarse en el caso de ser invadido en las tierras, posesiones y derechos que comprende la garantía del artículo antecedente, entrare en guerra con otra potencia, únicamente estará obligado el que no tuviere parte en tal guerra a guardar y hacer observar en sus tierras, puertos, costas y mares la más exacta y escrupulosa neutralidad, reservándose para los casos de invasión o disposición para ella en los dominios garantizados, la defensa recíproca a que estarán obligados ambos Soberanos en consecuencia de sus empeños que desean y prometen cumplir religiosamente, sin faltar a los Tratados que subsisten entre los altos contrayentes y otras potencias de Europa. Art. 5.º— Siguiendo el concepto de los dos artículos inmediatos antecedentes, aunque por el artículo 22 de dicho Tratado de San Ildefonso de 1º de octubre de 1777, se pactó que en la isla y puerto de Santa Catalina y su costa inmediata, no se consentiría la entrada de escuadras o embarcaciones extranjeras de guerra o de comercio en la forma que allí se contiene, así como el fin no fue faltar a la hospitalidad en los casos de necesidad absoluta y de arribadas forzosas, evitando los abusos de contrabando, de hostilidad o de invasión contra la potencia amiga, tampoco lo fue impedir a las naves españolas el tocar en aquel puerto, ni en la costa del Brasil cuando lo necesitasen, ni dejar de darlas los auxilios y refrescos que corresponden a buenos amigos y aliados, guardando las leyes y prohibiciones del país a que arribasen: lo cual han tenido por conveniente declarar Sus Majestades católica y fidelísima, para que por esta declaración se entienda y regule todo lo estipulado en cualquiera otra parte sobre este punto. Art. 6.º— Se observará exactamente lo estipulado en el artículo 18 del Tratado de Utrech de 6 de febrero de 1715, celebrado entre las dos Coronas; y en mayor explicación de él y de los Tratados y Concordias antiguas del tiempo del Rey D. Sebastián, declaran los dos altos Príncipes contrayentes, que además de los crímenes especificados en dichas Concordias, se comprenden y han de comprender en las expresiones generales de ellas como si individualmente se hubiesen nombrado los delitos de moneda falsa, contrabandos de extracción o introducción de materias absolutamente prohibidas en cualquiera de los dos reinos, y deserción de los cuerpos militares de mar o tierra, entregándose los delincuentes y desertores; bien que de los castigos que se hayan de imponer a estos últimos se exceptúa la pena de muerte, a que no podrá condenárseles, ofreciendo ambos Monarcas conmutarla en otra que no sea capital. Para facilitar la pronta aprehensión y entrega de unos y otros, han resuelto los dos altos contrayentes se ejecute, sin exigir otro requisito, todas las veces que los reclamase el Ministro o Secretario de Estado de los Negocios Extranjeros de cualquiera de las dos Potencias, mediante oficio que pase para ello, ya sea directamente o ya por los respectivos Embajadores de ambos Soberanos; pero cuando sean los Tribunales quienes soliciten la entrega de algún reo se observarán las formalidades de estilo en las requisitorias establecidas desde el tiempo en que se ajustaron las mencionadas Concordias. Finalmente, si Sus Majestades católica y fidelísima tuviesen por conveniente hacer en lo sucesivo alguna nueva explicación sobre los particulares de que se trata este artículo, especificando algún otro caso determinado, ofrecen comunicárselo y ponerse de acuerdo amistosamente, mandando se observe lo que arreglen entre sí, como todo lo que aquí va estipulado, para cuyo cumplimiento expedirán, desde luego, las órdenes conducentes. Art. 7.º— Por el artículo 17 del Tratado de Utrech, ya referido, de 6 de febrero de 1715, se capituló que las dos naciones, española y portuguesa, gozarían recíprocamente en sus respectivos dominios de Europa de todas las ventajas en el comercio, y de todos los privilegios, libertades y exenciones que se habían concedido hasta entonces y concederían en adelante a la nación más favorecida y la más privilegiada de todas las que traficaban en ellos; y además de lo contenido en dicho artículo, para no dejar incertidumbre alguna en lo convenido, se pactó por otro artículo separado que, restableciéndose el comercio entre las dos naciones, y continuando en el estado que se hacía antes de la guerra que precedió al mismo Tratado, subsistiría así hasta que se declarase la conformidad en que debía correr dicho comercio. En consecuencia, pues, de dichos artículos, y de haberse renovado, revalidado y ratificado en el artículo 1º del Tratado preliminar de límites todo el Tratado de Utrech, se han prometido Sus Majestades católica y fidelísima cumplir y observar exactamente y en forma específica el contexto de los citados artículos 17 y separado, como literalmente consta de ellos. Art. 8.º— Para hacer la declaración reservada en dicho artículo separado, de la conformidad o del modo en que debía correr el comercio entre las dos naciones, se han convenido Sus Majestades católica y fidelísima en que se tomen por norma los artículos 3º y 4º del Tratado celebrado entre las dos Coronas en 13 de febrero de 1668, garantizado por la Gran Bretaña y renovado o ratificado igualmente en el artículo 1º del Tratado preliminar de límites, en cuanto fueren adaptables; los cuales artículos son a la letra como se sigue: «Art. 3.º: Los vasallos y moradores de las tierras poseídas por uno y otro Rey tendrán toda buena correspondencia y amistad sin mostrar sentimiento de las ofensas y daños pasados, y podrán comunicar, entrar y frecuentar los límites de uno y otro: y usar y ejercer el comercio con toda seguridad por tierra y por mar, en la forma y manera que se usaba en tiempo del Rey D. Sebastián. Art. 4.º: Los dichos vasallos y moradores de una y otra parte tendrán recíprocamente la misma seguridad, libertades y privilegios que están concedidos a los súbditos del serenísimo Rey de la Gran Bretaña por el Tratado de 23 de mayo de 1667 y otro del año de 1630, en lo que no se deroga por éste, de la misma forma y manera que si todos aquellos artículos en razón del comercio e inmunidades tocantes a él fuesen aquí expresamente declarados, sin excepción de artículo alguno, mudando solamente el nombre en favor de Portugal. Y de estos mismos privilegios usará la nación portuguesa en los Reinos de Su Majestad católica, según y como lo practicaba en tiempo del Rey D. Sebastián». Art. 9.º— En consecuencia de lo pactado en el artículo antecedente, será común a las dos naciones, española y portuguesa, todo el referido tratado de 23 de mayo de 1667, celebrado con la Gran Bretaña, sin más modificaciones o explicaciones que aquellas mismas que hayan ocurrido entre las dos Coronas de España e Inglaterra, reservándose a las dos naciones, española y portuguesa, las ampliaciones que por privilegios antiguos de sus respectivos Monarcas se las hayan concedido y hayan gozado en el reinado del Rey D. Sebastián. Art. 10.º— Para complemento de los artículos antecedentes y de dichos Tratados y para que haya la mayor exactitud y claridad en su ejecución, se reconocerán las listas y aranceles de 23 de octubre de 1668 y demás que se hubiesen formado para el cobro de derechos de los frutos y mercaderías que entrasen y saliesen de España para Portugal y de Portugal para España por sus puertos de mar y tierra, y de común acuerdo se arreglarán, ampliarán o modificarán según el tenor de dichos Tratados, guardando proporción a las variaciones que puede haber causado el tiempo en los nombres y precios de dichos frutos y mercaderías, aumento o disminución de sus géneros y especies y otras particularidades. Art. 11.º— En dichas listas y aranceles se especificarán también las prohibiciones que deban quedar subsistentes sobre introducción de algunos géneros y frutos de cualquiera de las dos Monarquías en los dominios de la otra; y desde luego se han convenido Sus Majestades católica y fidelísima en que de tales prohibiciones se alzarán todas las que no sean absolutamente necesarias para el buen gobierno interior de las mismas dos Monarquías, guardándose en este punto recíprocamente ambas naciones una consideración igual a la que tuvieren y observaren con otras de las más favorecidas; de modo que se aparte toda odiosidad particular y se cumplan religiosamente los artículos de dichos Tratados de 1667, 1668 y 1715, en que así está capitulado y garantizado. Art. 12.º— Asimismo se formará una colección de los privilegios de que han gozado las dos naciones en el tiempo del Rey D. Sebastián; y dicha colección autorizada con las debidas solemnidades se estimará y tendrá como parte de este Tratado al modo que lo será también y se tendrá por tal la lista o arancel de derechos que se ha citado en el artículo antecedente. Art. 13.º— Deseando Sus Majestades católica y fidelísima promover las ventajas del comercio de sus respectivos súbditos, las cuales pueden verificarse en el que recíprocamente hicieren de compra y venta de negros, sin ligarse a contratas y asientos perjudiciales, como los que en otro tiempo se hicieron con las compañías portuguesa, francesa e inglesa, las cuales fue preciso cortar o anular, se han convenido los dos altos Príncipes contrayentes, en que para lograr aquellos y otros fines y compensar de algún modo las cesiones, restituciones y renuncias hechas por la Corona de España en el Tratado preliminar de límites de 1º de octubre de 1777, cedería Su Majestad fidelísima, como de hecho ha cedido y cede, por sí y en nombre de sus herederos y sucesores, a Su Majestad católica y los suyos en la Corona de España, la isla de Annobón, en la costa de África, con todos los derechos, posesiones y acciones que tiene a la misma isla, para que desde luego, pertenezca a los dominios españoles del propio modo que hasta ahora ha pertenecido a los de la Corona de Portugal; y asimismo todo el derecho y acción que tiene o puede tener a la isla de Femando del Poo, en el Golfo de Guinea, para que los vasallos de la Corona de España se puedan establecer en ella y negociar en los puertos y costas opuestas a la dicha isla, como son los puertos del río Gabón de los Camarones, de Santo Domingo, de Cabo Fermoso y otros de aquel distrito, sin que por eso se impida o estorbe el comercio de los vasallos de Portugal, particularmente de los de las islas del Príncipe y Santo Tomé, que al presente van, y que en lo futuro fueren a negociar en dicha costa y puertos, comportándose en ellos los vasallos españoles y portugueses con la más perfecta armonía, sin que por algún motivo o pretexto se perjudiquen o estorben unos a otros. Art. 14.º— Todas las embarcaciones españolas, sean de guerra o de comercio de dicha nación que hicieren escala por las islas del Príncipe y de Santo Tomé, pertenecientes a la Corona de Portugal, para refrescar sus tripulaciones o proveerse de víveres u otros efectos necesarios, serán recibidas y tratadas en las dichas islas como la nación más favorecida, y lo mismo se practicará con las embarcaciones portuguesas de guerra o de comercio que fueren a la isla de Annobón o a la de Fernando del Poo, pertenecientes a Su Majestad católica. Art. 15.º— Además de los auxilios que recíprocamente se habrán de dar las dos naciones, española y portuguesa, en dichas islas de Annobón y Fernando del Poo, y en las de Santo Tomé y del Príncipe, se han convenido Sus Majestades católica y fidelísima en que, en las mismas, pueda haber entre los súbditos de ambos soberanos un tráfico y comercio franco y libre de negros; y en caso de traerlos la nación portuguesa a las referidas islas de Annobón y de Fernando del Poo, serán comprados y pagados pronta y exactamente, con tal que los precios sean convencionales y proporcionados a la calidad de los esclavos, y sin exceso a los que acostumbren suministrar o suministraren otras naciones en iguales ventas y parajes. Art. 16.º— Igualmente ofrece Su Majestad católica, que el consumo de tabaco de hoja que hiciere para dicho comercio en las referidas islas y costas inmediatas de África será por espacio de cuatro años del que producen los dominios del Brasil, a cuyo fin se arreglará contrata formal con la persona o personas que destinare la Corte de Lisboa, en la que se especificarán las cantidades de tabaco, precios y demás circunstancias que correspondan a este punto, y pasados dichos cuatro años, con mayor conocimiento se podrá tratar de prorrogar o no el contrato que, desde luego, se hiciese, y de ampliar, modificar o aclarar sus condiciones. Art. 17.º— Pudiendo los artículos de este Tratado, o alguno de ellos, ser adaptables a otras potencias que los dos altos contrayentes tengan por conveniente convidar a su accesión, ser reservan Sus Majestades católica y fidelísima ponerse de acuerdo sobre este punto y arreglar en todas sus partes el modo de ejecutarlo con respecto al interés recíproco de las dos Coronas y de aquélla o aquéllas que hubieren de ser convidadas o desearen acceder. Art. 18.º— Ambos Príncipes contrayentes cuidarán de publicar en sus dominios y hacer saber a todos sus vasallos los pactos y obligaciones de este Tratado, encargando la mayor exactitud en su observancia y ejecución, y haciendo castigar rigurosamente a los contraventores. Art. 19.º— El presente Tratado se ratificará en el preciso término de quince días, después de firmado o antes si fuere posible. En fe de lo cual nosotros, los infrascritos Ministros plenipotenciarios, firmamos de nuestro puño, en nombre de nuestros augustos amos, y en virtud de las plenipotencias con que para ello nos autorizaron, el presente Tratado, y le hicimos sellar con los sellos de nuestras armas. Fecho en el Real Sitio de El Pardo a 11 de marzo de 1778. El Conde de Floridablanca - D. Francisco Inocencio de Souza Coutinho. Su Majestad católica ratificó el anterior Tratado por instrumento expedido en el mismo sitio de El Pardo el 24 de dicho mes y año, refrendado del Secretario de Estado y del Despacho de las Indias, D. José de Gálvez CITA Tratado de 1900, sobre delimitación de la parte continental de Guinea Ecuatorial 27 marzo 1900. TRATADOS. Convenio entre España y Francia para la delimitación de las posesiones de ambos países en la costa del Sahara y en la del Golfo de Guinea (Gaceta de 30 de marzo de 1901) S.M. el Rey de España, y en su nombre S.M. la Reina Regente del Reino, y el Presidente de la República francesa, deseando estrechar los lazos de amistad y de buena vecindad que existen entre ambas naciones, han decidido concluir con tal objeto un Convenio especial para determinar los límites de las posesiones españolas y francesas del África occidental en la costa del Sahara y en la del Golfo de Guinea, y han nombrado como sus Plenipotenciarios, a saber: El Rey de España, y en su nombre S.M. la Reina Regente: Al Excmo. Sr. D. Femando de León y Castillo, caballero del Collar de la Real y distinguida Orden de Carlos III, Gran Cruz de la Legión de Honor, Académico de número de la de Ciencias Morales y Políticas de Madrid, su Embajador Extraordinario y Plenipotenciario cerca del Presidente de la República francesa. Y el Presidente de la República francesa: Al Excmo. Sr. D. Th. Delcassé, Diputado, Ministro de Negocios Extranjeros de la República francesa, caballero de la Legión de Honor, Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III. Quienes, después de haberse comunicado sus plenos poderes y de haberlos hallado en buena y debida forma, han convenido los artículos siguientes: Artículo 1.º— En la costa del Sahara el límite entre las posesiones españolas y francesas seguirá en línea que, partiendo del punto que se indica en la carta de detalle A, yuxtapuesta a la carta que forma el anejo número 2 al presente Convenio, punto situado en la costa Occidental de la Península del Cabo Blanco, entre la extremidad de este Cabo y la bahía del Oeste, se dirigirá por el centro de dicha península, y después, dividiendo a ésta por la mitad en cuanto el terreno lo permita, subirá hacia el Norte hasta encontrarse con el paralelo 21° 20’ de latitud Norte. La frontera continuará al Este por el 210º 20’ de latitud Norte hasta la intersección de este paralelo con el meridiano 15º 20’ Oeste de París (13º Oeste de Greenwich). Desde este punto la línea de demarcación seguirá en la dirección del Noroeste, describiendo entre los meridianos 15º 20’ y 16° 20’ Oeste de París (13° y 16° 20’ Oeste de Greenwich), una curva trazada de modo que deje a Francia las salinas de la región de Idjil, con sus dependencias, manteniéndose la frontera, por lo menos, a una distancia de 20 kilómetros del límite exterior de dichas salinas. Desde el punto de encuentro de esta curva con el meridiano 15º 20’ Oeste de París (13° Oeste de Greenwich), la frontera se dirigirá lo más directamente posible hasta la intersección del Trópico de Cáncer con el meridiano 14° 20’ Oeste de París (12° Oeste de Greenwich), y se prolongará por este último meridiano en la dirección del Norte. Queda entendido que en la región del Cabo Blanco, la delimitación que deberá practicar la Comisión especial a que se refiere el artículo 8.º del presente Convenio se efectuará de manera que la parte occidental de la península, incluso la bahía del Oeste, se adjudique a España, y que el Cabo Blanco, propiamente dicho, y la parte oriental de la misma península sean para Francia. Art. 2.º— En el canal situado entre la punta del Cabo Blanco y el banco de la Bayadera, así como en las aguas de la bahía del Galgo, limitada por una línea que una la extremidad del Cabo Blanco a la punta llamada de la Coquille (carta de detalle A, yuxtapuesta a la carta que forma el anejo número 2 al presente Convenio), los súbditos españoles continuarán, como hasta ahora, ejerciendo la industria de la pesca, al mismo tiempo que los sometidos a la jurisdicción francesa. Los pescadores españoles podrán entregarse en la ribera de dicha bahía a todas las operaciones accesorias de la misma industria, tales como secar las redes, componer sus utensilios, preparar el pescado. Podrán en los mismos límites levantar construcciones de poca importancia y establecer campamentos provisionales, debiendo estas construcciones y campamentos ser deshechos por los pescadores españoles cada vez que se hagan de nuevo a alta mar; todo esto bajo la condición expresa de no causar daño en ningún caso ni en ningún tiempo a las propiedades públicas o privadas. Art. 3.º— La sal extraída de las salinas de la región de Idjil y enviada directamente por tierra a los territorios españoles de la costa del Sahara, no será sometida a derecho alguno de exportación. Art. 4.°— El límite entre las posesiones españolas y francesas del Golfo de Guinea partirá del punto de intersección del «thalweg» del río Muni con una línea recta trazada desde la punta Coco Beach hasta la punta Dieké. Después seguirá por el «thalweg» del río Muni y el del río Utamboni hasta el punto en que éste último río es cortado por primera vez por el primer grado de latitud Norte, y se confundirá con este paralelo hasta su intersección con el grado 9° de longitud Este de París (11º 20’ Este de Greenwich). A partir de este punto, la línea de demarcación estará formada por dicho meridiano 9° Este de París, hasta su encuentro con la frontera meridional de la colonia alemana de Camarones. Art. 5.º— Los buques franceses disfrutarán, para la entrada por mar en el río Muni, en las aguas territoriales españolas, de todas las facilidades que tengan los buques españoles. En concepto de reciprocidad, los buques españoles serán objeto del mismo trato en las aguas territoriales francesas. La navegación y la pesca serán libres para los súbditos españoles y franceses en los ríos Muni y Utamboni. La policía de la navegación y de la pesca en estos ríos, en las aguas territoriales españolas y francesas, en las inmediaciones de la entrada del río Muni, así como las demás cuestiones relativas a las relaciones entre fronterizos, las disposiciones concernientes al alumbrado, valisaje, arreglo y aprovechamiento de las aguas, serán objeto de Convenios entre los dos Gobiernos. Art. 6.°— Como los derechos y ventajas que se derivan de los artículos 2.°, 3.º y 5.º del presente Convenio se han estipulado por razón del carácter limítrofe o común de las bahías, desembocaduras, ríos y territorios antes mencionados, quedarán exclusivamente reservados a los súbditos de ambas Altas Partes contratantes y no podrán en manera alguna ser traspasados o concedidos a los de otras naciones. Art. 7.º— En el caso de que el Gobierno español quisiera ceder en cualquier concepto, en todo o en parte, las posesiones que le son reconocidas por los artículos 1.º y 4.º del presente Convenio, así como las islas Elobey y la isla de Corisco, vecinas al litoral del Congo francés, el Gobierno francés tendrá derecho de preferencia en las mismas condiciones que se propongan al Gobierno español. Art. 8.º—_ Las fronteras determinadas por el presente Convenio quedan inscritas en las cartas adjuntas (anejos números 2 y 3), con las reservas formuladas en el anejo número 1 al presente Convenio. Ambos Gobiernos se comprometen a designar en el plazo de cuatro meses, contando desde la fecha del canje de las ratificaciones, Comisarios que serán encargados de trazar sobre el terreno las líneas de demarcación entre las posesiones españolas y francesas, de conformidad y con arreglo al espíritu de las disposiciones del presente Convenio. Queda convenido entre las dos Potencias contratantes que cualquier cambio ulterior en la posición del «thalweg» de los ríos Muni y Utamboni no afectarán los derechos de propiedad entre las islas que se adjudican a cada una de las dos Potencias en el acta de los Comisarios, debidamente aprobada por ambos Gobiernos. Art. 9.º— Las dos Potencias contratantes se comprometen recíprocamente a tratar con benevolencia a los Jefes que, habiendo celebrado Tratados con una de ellas, queden en virtud del presente Convenio bajo la soberanía de la otra. Art. 10.º— El presente Convenio será ratificado, y las ratificaciones serán canjeadas en París en el plazo de seis meses o antes, si es posible. En fe de lo cual, los infrascritos han extendido el presente Convenio, en el que han puestos sus sellos. Hecho por duplicado en París el 27 de junio de 1900. (L.S.) Firmado: F. de León y Castillo. Anejo número 1 Aunque el trazado de las líneas de demarcación en las cartas anejas al presente Convenio (anejos números 2 y 3) se suponga generalmente exacto, no se le puede considerar como una representación absolutamente correcta de estas líneas hasta que haya sido confirmado por nuevos planos. Queda, pues, convenido que los Comisarios o Delegados locales de ambas naciones que sean encargados ulteriormente de determinar sobre el terreno los límites de todo o parte de las fronteras, deberán basarse en la descripción de éstas tal como está formulada en el Convenio. Al mismo tiempo podrán modificar dichas líneas de demarcación con objeto de determinarlas con mayor exactitud y de rectificar la posición de las líneas divisorias de los caminos o ríos, así como de las ciudades o pueblos indicados en las cartas antes mencionadas. Los cambios o correcciones propuestos de común acuerdo por dichos Comisarios o Delegados, se someterán a la aprobación de los Gobiernos respectivos. (L.S.) Firmado: F. de León y Castillo. Anejo número 2 Carta de delimitación de las posesiones españolas y francesas desde el río Muni a río Campo. Declaración El Gobierno de S.M. el Rey de España y el Gobierno de la República francesa, deseando prorrogar, de común acuerdo, el plazo a cuya expiración debe procederse al canje de las ratificaciones sobre el Convenio especial firmado en París el 27 de junio de 1900 entre ambos países para determinar los límites de las posesiones españolas y francesas en el Africa occidental, en la costa del Sahara y en la del Golfo de Guinea, han convenido en lo que sigue: Las ratificaciones del Convenio especial firmado en París el 27 de junio de 1900 entre España y Francia, se canjearán el 27 de marzo de 1901, o antes si fuese posible. En fe de lo cual, los abajo firmados, debidamente autorizados al efecto, han redactado la presente declaración, que firman y sellan. Hecho en doble ejemplar, en París a 11 de diciembre de 1900.— (L.S.) firmado: F. de León y Castillo. Este Convenio, sus anejos y la declaración final han sido debidamente ratificados, y las ratificaciones canjeadas en París el 22 de marzo de 1901. CITA Actas de Constitución de Guinea, 1967 Transcripción literal de las Actas de Constitución de Guinea publicadas por el Ministerio de Exteriores de España. ACTA DE LA SESIÓN DE APERTURA En Madrid, a treinta de octubre de mil novecientos sesenta y siete, en el Salón de Embajadores del Ministerio de Asuntos Exteriores, tiene lugar la apertura de la Conferencia Constitucional de Guinea Ecuatorial, en Sesión Plenaria, bajo la presidencia del Exmo. Señor Don Fernando María Castiella y Maíz, Ministro de Asuntos Exteriores, y con la asistencia de las Delegaciones del Gobierno Español y de la Guinea Ecuatorial. La Delegación del Gobierno Español está integrada por los siguientes señores: Excmo. Señor Don Fernando María Castiella y Maíz, Ministro de Asuntos Exteriores, Presidente de la Conferencia Constitucional. Excmo. Señor Don Ramón Sedó Gómez, Subsecretario de Política Exterior, Vicepresidente de la Conferencia Constitucional Excmo. Señor Don José Díaz de Villegas, Director General de Plazas y Provincias Africanas, de la Presidencia del Gobierno. Ilmo. Señor Don Eduardo Junco Mendoza, de la Presidencia del Gobierno. Ilmo. Señor Don José Gómez Durán, de la Presidencia del Gobierno. Ilmo. Señor Don Francisco Ruiz Pelú, de la Presidencia del Gobierno. Ilmo. Señor Don Alberto del Buey y Duque de Heredia, de la Presidencia del Gobierno. Excmo. Señor Don Gabriel Mañueco de Lecea, Director General de Asuntos de África y Mundo Árabe del Ministerio de Asuntos Exteriores. Excmo. Señor Don Marcelino Cabanas Rodríguez, Secretario General Técnico del Ministerio de Justicia. Excmo. Señor Don José Jorreto Múgica, General Secretario General del Estado Mayor Central, del Ministerio del Ejército. Ilmo. Señor Don Eduardo Vila Corpas, Capitán de Corbeta, del Ministerio de Marina. Ilmo. Señor Don Ángel Gregori Malet, Director General de Asistencia Técnica Tributaria, del Ministerio de Hacienda. Ilmo. Señor Don Dositeo Barreiro Mourenza, Jefe de la Sección de Asuntos Generales de la Jefatura Central de Tráfico, del Ministerio de la Gobernación. Excmo. Señor Don Rodolfo Martín Villa, Director de Industria Textil, Alimentaría y Diversa, del Ministerio de Industria. Excmo. Señor Don Luis Gómez de Aranda, Secretario General Técnico de la Secretaría General del Movimiento. Ilmo. Señor Don Joaquín Arnao Ruifernández, Coronel del Ejército del Aire, de la Subsecretaría de Aviación Civil del Ejército del Aire. Excmo. Señor Don Leopoldo Zumalacárregui Calvo, Director General de Comercio Interior del Ministerio de Comerio. Excmo. Señor Don Joaquín Juste Costino, Secretario General Técnico del Ministerio de Información y Turismo. Ilmo. Señor Don Juan Álvarez Corugedo, Gerente del Plan de Desarrollo de la Guinea Ecuatorial, de la Comisaría del Plan de Desarrollo Ilmo. Señor Don Manuel Blanque Tripiano, Teniente Coronel de Infantería, del Alto Estado Mayor. Excmo. Señor Don Gabriel Cañadas Nouvilas, Secretario General de la Conferencia Constitucional. Excusa su asistencia el Delegado del Ministerio de la Gobernación, Don Dositeo Barreiro Mourenza, Jefe de la Sección de Asuntos Generales de la Jefatura Central de Tráfico, el cual había confiado expresamente su representación para este acto al Excmo. Señor Don Marcelino Cabanas Rodríguez, Secretario General Técnico Delegado del Ministerio de Justicia. La Delegación de Guinea Ecuatorial está integrada por los siguientes señores: Excmo. Señor Don Federico Ngomo, Presidente de la Asamblea General. Excmo. Señor Don Enrique Gori, Vicepresidente de la Asamblea General. Ilmo. Señor Don Antonio N’Dongo, Diputado por Río Muni. Ilmo. Señor Don Miguel Edyand, Diputado por Río Muni. Ilmo. Señor Don Fernando Fernández Echegoyen, Diputado por Fernando Póo, Ilmo. Señor Don Marcos Ropu, Diputado por Femado Póo. Excmo. Señor Don Bonifacio Ondo Edu, Presidente del Consejo de Gobierno. Excmo. Señor Don Francisco Macias Nguema, Vicepresidente del Consejo de Gobierno. Ilmo. Señor Don Antonio Candido Nang, Consejero de Enseñanza. Ilmo. Señor Don Gustavo Watson, Consejero de Sanidad. Ilmo. Señor Don Luis Mario, Consejero de Información y Turismo. Ilmo. Señor Don Agustín Eñeso, Consejero de Hacienda. Ilmo. Señor Pon .Alfredo Jones, Consejero Nacional por Fernando Póo. Ilmo. Señor Pon Andrés Moisés Mba, Consejero Nacional por Río Muni. Ilmo. Señor Pon Edmundo Bosio, Procurador en Cortes por el Grupo de Cabezas de Familia de Santa Isabel. Ilmo. Señor Pon Prudencio Bolopa, Procurador en Cortes por el Grupo de Cabezas de Familia, de Santa Isabel. Ilmo. Señor Pon José Nsue, procurador en Cortes por el Grupo de Cabezas de Familia de Río Muni. Ilmo. Señor Don Pedro Econ, Procurador en Cortes por el Grupo de Cabezas de Familia de Río Muni. Señor Don Armando Climent, Representante del Colegio de Abogados de la Guinea Ecuatorial. Señor Don Enrique San Cristóbal Borrat, Representante de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Río Muni. Señor Don Adolfo Antuña, Representante de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Fernando Póo. Señores Don Clemente Ateba, Don Antonio Eworo, Don Martín Mbo Nguema y Don Jovino Edu Mbuy, Representantes de Idea Popular de la Guinea Ecuatorial (I.P.G.E.). Señores Don Pastor Torso, Don Atanasio N’Dongo, Don Tomás A. King y Don Ricardo Numba, Representantes del Movimiento Nacional de Liberación de la Guinea Ecuatorial (P.O.N.A.L.G.E.). Señores Don Francisco Salomé Jones, Don Justino Mba Nene, Don Esteban Nsue y Don Estanislao Cuba, Representantes del Movimiento de Unión Nacional de la Guinea Ecuatorial (M.U.N.G.E.). Señores Don Mariano Ganet, Don Teófilo Bieveda, Don Gaspar Copariate y Don Francisco Ponga Rendo, Representantes de la Unión Bubi. Señores Don Wilwaldo Jones, Don Carlos Cabrera, Don Manuel Nacimiento Ceita y Don Manuel Morgades Besari, Representantes de la Unión Democrática. Ilmo. Señor Don Manuel Castillo Barril, Delegado en Madrid del Consejo de Gobierno de la Guinea Ecuatorial. Señor Don Vicente Castellón, Representante de la Isla de Annobon. Señor Don Lucas Beholi, Representante do la Isla de Corisco Señores Don Adolfo Bote Ebola y Don Felipe Ndyoli, Representantes del NDOWE. Señor Don Agustín Daniel Grange, Representante de la Minoría Fernandina. Una vez situados en sus puestos los miembros de ambas Delegaciones, a las diecinueve horas, hace su entrada en el Salón el Excmo. Señor Ministro de Asuntos Exteriores, quien fue recibido por los asistentes puestos en pie. La Mesa presidencial queda constituida por el Excmo. Señor Ministro de Asuntos Exteriores, el Excmo. Señor Don Ramón Sedó Gómez, Subsecretario de Política Exterior, Vicepresidente de la Conferencia Constitucional, y el Secretario General de la misma. A continuación el Señor Ministro dijo: EL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES: “Es la fecha de hoy una jornada memorable para el porvenir de nuestros pueblos hermanos, un hito importante en la historia de las formas hispánicas de convivencia. Creo que cuantos estamos aquí reunidos nos damos cuenta de la trascendencia del momento. No nos guía más que un afán de acierto y por eso, inspirados en el más elevado y generoso espíritu, vemos a afrontar la tarea común que tenemos encomendada”. “Esta dicho solemnemente en uno me los principios de nuestro ordenamiento político que “España raíz de una gran familia de pueblos a los que se siente indisolublemente hermanada, aspira a la instauración de la justicia y de la paz entre las naciones” Y esta definición, sólidamente afirmada en una tradición secular y reflejada en el Preámbulo de la Ley de Bases de vuestra Autonomía, es la que seguirá informando la política del Gobierno español en el tema trascendental que aquí nos convoca”. Por otra parte, ustedes son sin duda los auténticos representantes de los sentimientos y afanes de la Guinea Ecuatorial. Y por ello tienen sobre sus hombros una abrumadora responsabilidad”. “Dispongámonos, pues, con la ayuda de Dios, a iniciar un dialogo sincero que pueda abrir el futuro a vuestras legítimas aspiraciones. Seamos conscientes de que en nuestras manos se encuentra el destino de todo un pueblo y tengamos la seguridad de que, si no estamos a la altura del momento, la Historia se encargará de enjuiciarnos sin benevolencia”. Inquietudes y esperanzas ‘Vive el mundo días a la par grandiosos y dramáticos. Guerras interminables o guerras por sorpresa, hambre, ignorancia, luchas internas, discriminaciones raciales o persecuciones al que proclama la verdad. Pero no todo son ni han de ser desventuras. Hay también -¿quién podría negarlo? - un ancho horizonte de esperanzas. La esperanza, ante todo, de una elevación del nivel moral en las relaciones entre los hombres y entre los pueblos; la esperanza de la unión ecuménica de los bautizados en el nombre de Cristo; la esperanza de unas conquistas de la ciencia y de la técnica que van ofreciéndonos en esta tierra una vida más humana, más digna y más justa y que pueden darnos a conocer otros mundos en las dimensiones insospechadas del espacio; la esperanza de hallar unas fórmulas institucionales que superen los conflictos internos de la sociedad en que vivimos; la esperanza, en fin, de que todos los pueblos, emancipados de antiguas tutelas, lleguen a ser dignos partícipes del concierto mundial. Y es que, realmente, en este cuadro de ilusiones posibles y razonables deseos, que hay que contraponer a las incertidumbres de nuestra hora, una de las más nobles empresas en que estamos empeñados, pese a las tensiones que ha producido - y que l6gicarnente produce - es ésta de la descolonización; fenómeno contemporáneo que ha supuesto — en un plazo que apenas alcanza el cuarto de siglo — la independencia de más de sesenta países y de centenares de millones de seres humanos”. Colonización y colonialismo “Podría muy bien decirse, con aquel gran escritor y diplomático que se llamó Ramón de Basterra, que “todos hemos sido alguna vez colonizados”. En la propia Península Ibérica, la colonización de púnicos, griegos y romanos constituye una parte relevante de nuestra Historia y es un factor distintivo de nuestra personalidad corno nación. España, merced a esa vivencia histórica y a las que le deparó su turbada y fecunda Edad Media, pero sobre todo al carácter y al sentimiento religioso de su pueblo, ha podido tener los dominios más extensos de la Historia sin caer en el pecado nacional colectivo del colonialismo”. “A este respecto, parece oportuno recordar aquí unas certeras palabras de Su Excelencia el Jefe del Estado, en el discurso pronunciado ante las Cortes el 3 de junio de 1961. Dijo entonces el Generalísimo que no puede confundirse la noble empresa de la colonización, la elevada tarea de alumbrar pueblos nuevos, entregándoles generosamente -en una verdadera transmutación espiritual- toda la propia herencia con cultura, con ese concepto peyorativo y actual, encornado en dolorosas realidades de hoy, que se ha llamado coloniaje o colonialismo. Subrayó también, en aquella oportunidad, que España nunca ha practicado tal colonialismo y que los testimonios aún vivos de la conducta española son ese monumento jurídico llamado las Leyes de Indias y esa admirable obra humana que es el mestizaje americano y el legado civilizador puesto en manos de los hombres de todo un continente. “Y esto lo proclama —afirmó literalmente el Caudillo— una nación que ha dado vida a veinte naciones que se desgajaron un día del árbol español corno frutos maduros”. “En efecto, la colonización ibérica del Nuevo Mundo, como dice Max Weber, se diferencia netamente, en la concepción y en la práctica, de la explotación capitalista que ya en los siglos XVI y XVII caracterizaba el sistema colonial de otros países europeos. No hemos do hacer aquí el juicio de la obra de España en América sobre la que, afortunadamente,, existe una bibliografía más abundante y rigurosa cada día. Baste citar, como un ejemplo, el libro del profesor Höffner “La ética colonial española del siglo de Oro: cristianismo y dignidad humana”, en el que queda claro que fueron nuestros teólogos, filósofos y juristas los que en Salamanca y Alcalá formularon, hace tres o cuatro siglos, la primera teoría de la descolonización. Y no olvidemos tampoco que, al finalizar la primera guerra mundial, la Sociedad de las Naciones pudo basarse en la doctrina de los escolásticos españoles para instituir los Mandatos Internacionales llamados a acelerar la preparación de la independencia de una serie de pueblos”. Personalidad hispánica de la Guinea Ecuatorial “Conscientes de este pasado glorioso, henos sido convocados para dar cauce, contenido y meta a esta Conferencia Constitucional que debo explorar y fijar los principios y las opciones de nuestra futura convivencia. Para llevarlo a cabo contamos con una sólida y fundamental base de partida en que apoyarnos: la peculiar manera de ser que ha otorgado a la Comunidad hispánica su puesto en el concierto de la civilización universal. Y ello nos llena de orgullo, pues viene a demostrar que el impulso que dio nacimiento a veinte naciones no ha perdido su vigor, ya que sobre los mismos cimientos se está construyendo esta admirable realidad hispano—africana que representáis. Las esencias españolas que impregnan nuestra alma no han anulado vuestra condición africana, sino que os ayudan a expresarla y a sentirla de acuerdo con el mundo moderno”. “Cualquiera podrá encontrar aciertos y defectos en la obra que, con vuestro concurso, hemos llevado a cabo en la Guinea Ecuatorial; pero no creo pecar de injusto si afirmo que, sobre todo en términos comparativos, su resultado ofrece, a todas luces, un signo positivo. Las realidades demográficas, económicas, culturales, sanitarias y administrativas de la Guinea Ecuatorial son harto elocuentes para que yo tenga que enumerarlas; pero acaso es más importante todavía el hecho de que exista hoy una “élite” guineana como la que ustedes forman, con neta conciencia de las altas responsabilidades que tienen contraídas ante su pueblo. En verdad, no queremos seguir la regla colonialista: “Pas d’élites, pas d’ennuia”, porque el mayor fracaso de un esfuerzo colonizador está en no saber preparar dirigentes. Y, para nuestra satisfacción, no en vano son ustedes la levadura de esos cuadros políticos y técnicos que el país necesita para afrontar con seguridad su propio futuro”. Una política congruente “Permitidme ahora que haga algunas consideraciones retrospectivas que han de mostrarnos la continuidad y congruencia de la política llevada a cabo por el Gobierno español en relación con la Guinea Ecuatorial”. “Es evidente que la inserción de España en el actual proceso de la descolonización se ha producido por la concurrencia de un conjunto de factores, entre los que cabe destacar el tradicional sentido de su labor civilizadora, alejada —como ya hemos subrayado— de la mentalidad propia del régimen colonialista; su respeto para la voluntad de autodeterminación de los pueblos, repetidamente proclamado por nuestros gobernantes; y, finalmente —dejando de lado corrientes ideológicas de muy distinto signo que postulan la revisión del fenómeno colonial—, la acción desarrollada en este aspecto por las Naciones Unidas”. “España ingresa voluntariamente en este organismo internacional el 14 de Diciembre de 1955 resuelta, como es lógico, a aceptar todas las obligaciones de la Carta. No necesito evocar ante vosotros todas las vicisitudes que precedieron a nuestra incorporación. Por lo que se refiere al espíritu que desde el primer momento nos animaba, baste recordar lo que rotundamente afirmó nuestro Jefe de Estado al dirigirse a las Cortes Españolas en 1958: “Llegamos a la Organización de las Naciones Unidas dispuestos a contribuir a la causa de la paz y de la justicia entre los pueblos, con toda nuestra tradición jurídica, la de los teólogos fundadores del Derecho de Gentes, y nuestra singual experiencia actual”. Las palabras que acabo de citar tienen un alcance extraordinario. La alusión a nuestros c1sicos juristas estaba lejos de ser un mero alarde retórico. Eran una nueva profesión de fe española en la existencia de una comunidad internacional que, en orden al bien común universal, puede y debe dictar normas que han de ser acatadas por todos, si queremos que un día dejen de imperar entre los pueblos la sinrazón y la fuerza”. “Estas afirmaciones traerán sin duda a vuestra mente las magistrales enseñanzas de Francisco de Vitoria cuando, en Diciembre de 1528, al dictar su “Relectio de Potestate Civili” — acertadamente considerada como la epifanía del moderno Derecho internacional— hizo esta memorable definición: “El mundo entero, que en cierta manera es una República, tiene potestad para dar leyes justas y convenientes a todos, cuales sean las dispuestas en el Derecho de Gentes...” Siguiendo sus huellas, los escolásticos del XV y XVI —Suárez, Báñez, Valencia y tantos otros contribuyeron a elaborar, en forma anticipada, una teoría de la autoridad mundial que sirve de fundamento a los esfuerzos contemporáneos por instaurarla y que se refleja en la más reciente doctrina pontificia. A nadie puede extrañar, por ello, que nuestra Patria, sin abdicar de una soberanía que respeta la propia Carta de San Francisco, esté dispuesta a cooperar con las Naciones Unidas en todo cuanto sirva a la causa de la justicia y de la paz”. Juego limpio de España “El 24 de Febrero de 1956, el Secretario General no señaló las obligaciones que nos corresponden con arreglo a las disposiciones del Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas. Por nuestra parte, en la XII Asamblea General, celebrada en 1957, anunciamos el propósito de ajustarnos al espíritu de la misma y, consecuentemente, fuimos enviando la oportuna información sobre los territorios no autónomos de los que somos responsables”. “En 1960 tuvo lugar la XV Asamblea General de las Naciones Unidas. Fue ésta una reunión trascendental en el histórico proceso de la descolonización. Durante ella ingresaron en la organización diecisiete países africanos, recién llegados a la independencia, que hoy son un joven y prometedor elemento de la comunidad internacional. Ese “año de África”, como fue llamado, aceleró de un modo extraordinario el ritmo hacia el gobierno propio do los pueblos que eran todavía dependientes. Y el Capítulo XI de la Carta fue interpretado y desarrollado en la Resolución 1514 (XV) —“Declaración sobre la concesión de la independencia a los países coloniales”-, que consagra como dogma de principio la independencia de los territorios no autónomos, en colofón ineludible del proceso descolonizador”. “En aquel momento se produjo una campaña que, desconocedora do la buena fe y de la limpieza de propósitos de España, podía haber dado lugar a una condena de nuestra política en los territorios africanos. Se llegó, incluso a formular un proyecto de resolución que censuraba la Ley de 30 de Julio de 1959 por la que se constituyeron como provincias Fernando Póo y Río Muni, cuando, en la realidad histórica, esta disposición ha tenido el sentido de otorgar la plenitud de derechos y la equiparación legal absoluta de los guineanos con los habitantes de la metrópoli, cono paso previo a posteriores etapas”. “Pero ningún equívoco fue posible desde que el 11 de Noviembre de 1960 nuestro Representante Permanente -el inolvidable José Félix de Lequerica, mi predecesor y amigo— afirmó ante la Cuarta Comisión la postura española de colaboración con las Naciones Unidas y de respeto a sus principios constitucionales y muy especialmente al Capítulo XI de la Carta. Pasando de las declaraciones a los hechos, España participó activamente en los trabajos de la Comisión para la información de los territorios no auntónomos, que un diplomático español -Jaime de Piniés— llegó incluso a presidir”. “Nada teníamos que ocultar y nada ocultamos. Las Naciones Unidas y todos sus miembros, a través de sus Comisiones, Comités y Organismos especializados, estuvieron al corriente de la acción del Gobierno español para impulsar el bienestar de los habitantes de los territorios que le estaban encomendados, en cumplimiento del encargo sagrado de promover su futuro. Habíamos escogido voluntariamente una política y supimos mantenerla con absoluta lealtad”. “Es más, cuando se solicitó por parte de las Naciones Unidas que las Potencias administradoras facilitaran no sólo información sobre el desarrollo económico, sociológico y cultural de los territorios no autónomos, sino también de carácter político y de su evolución institucional, fue el Gobierno español el primero que atendió esta demanda, proporcionando periódica y continuadamente cuantos datos podían contribuir a conocer este aspecto de su evolución”. “Terminada la etapa preliminar en el proceso descolonizador de Guinea, el 27 de Noviembre de 1962, nuestro Representante en las Naciones Unidas, haciéndose eco de instrucciones concretas de Su Excelencia el Jefe del Estado, afirmó que “…si por el alejamiento en que viven sus habitantes o por sus especiales características humanas quisieran un día modificar su estatuto actual y su mayoría se decidiese por este camino, España no crearía ningún obstáculo para concertar con estas provincias su futuro”. “Estas ideas habían sido solemnemente anunciadas algunas semanas antes por el entonces Ministro Subsecretario de la Presidencia y hoy Vicepresidente del Gobierno, Almirante Don Luis Carrero Blanco, en un discurso de capital importancia —que muchos de vosotros escuchasteis— pronunciado el 19 de Octubre en el Ayuntamiento de Santa Isabel, con ocasi6n de su visita oficial a vuestra tierra”. La Guinea Ecuatorial en marcha. “En 1963 se inicia la puesta en práctica de estos criterios establecidos por Su Excelencia el Jefe del Estado y su Gobierno y proclamados ante la opinión pública nacional e internacional. Este va a ser, efectivamente, el año de la autonomía de Guinea. Dos Consejos de Ministros, bien presentes en mi memoria, se ocupan del tema. El primero se celebra en Barcelona en la primavera y el segundo tiene lugar a primeros de Agosto en San Sebastián. Como resultado do sus deliberaciones, se redacta el proyecto de Ley para regular el régimen de autonomía”. “En la XVIII Asamblea General de las Naciones Unidas, que se inició el 21 de Septiembre de 1963, pude exponer cómo España, en un clima de paz, sin actuar bajo la presión de la violencia, se adelantaba a las aspiraciones de los guineanos y entendía que había llegado el momento natural en que se gobernaran por sí mismos. Pudo también anunciar que este esquema de gobierno autonómico que se proyectaba para ellos quedaría abierto naturalmente a la evolución que el tiempo aconsejara y a la decisión que los interesados tomasen en virtud del principio de autodeterminación de los pueblos”. “No necesito insistir en las distintas fechas en que se concretó la nueva legalidad institucional de Guinea. Ustedes han sido los protagonistas y guardan vivo, cono nosotros, el recuerdo de aquellas memorables jornadas. El Proyecto de Ley de Bases fue aprobado por las Cortes el 14 de Noviembre de 1963. El Almirante Carrero Blanco lo defendió en el Pleno, pronunciando un discurso en el que reiteraban los conceptos expresados por él mismo en Octubre de 1962, en Santa Isabel. Al finalizar, dijo: “Si un día, cuando este nuevo sistema rinda los frutos que de él pueden esperarse y las condiciones económicas de aquellos territorios permitan nuevos avances, la mayoría de sus habitantes, conscientes de sus verdaderos intereses y posibilidades, quisieran modificar en algún aspecto el nuevo estatuto, España seguirá sin poner ninguna dificultad en concertar con ellos su futuro.” “Sometida a referéndum el 15 de Diciembre de 1963, la Ley recibió vuestra aprobación mayoritaria y entró en vigor, como se había previsto, el 12 de Enero de 1964”. “Las estructuras orgánicas de Guinea Ecuatorial iniciaron así su funcionamiento y a través de ellas el pueblo guineano ha ido conformando su personalidad de la mano de España, que fraternalmente le ayuda y protege. Tras las correspondientes elecciones municipales y provinciales se llegó a la constitución de los órganos del Gobierno autónomo y el 3 do Julio de 1964 fue aprobado por Decreto el texto articulado que desarrolla la Ley de Bases, según la autorización que ésta concedía”. Pero, como el propio Jefe del Estado aclaró en su mensaje de fin de año de 1963, “la nueva legislación queda abierta a futuros perfeccionamientos; si la experiencia demostrase que era necesaria la reforma, con idéntica comprensión y generosidad, el Gobierno estaría dispuesto a un nuevo estudio de la situación. Nosotros entendemos haber contribuido así a la mejor solución de un problema, creando, además, los cauces necesarios para un diálogo que deberá ser siempre mantenido con gran claridad y con elevado espíritu de colaboración”. “No creo que sea excesivo afirmar que la política española en Guinea es un ejemplo valioso de las nuevas formas de convivencia de las comunidades humanas de nuestro tiempo”. Nuevos impulsos. “Contemporáneamente a estos acontecimientos, se presentan en el interior del territorio problemas de adaptación a las nuevas instituciones, que transcienden inevitablemente a la esfera internacional. Por tal motivo, las Asambleas Generales de las Naciones Unidas de 1964 y 1965 vuelven a ocuparse del tema de la Guinea Ecuatorial. En este último año se aprueba la resoluci6n 2077 en la que se pide a la potencia administradora “señalar la fecha más próxima posible para la independencia”. Como es lógico, España hizo la terminante y explícita reserva de que sólo al pueblo de Guinea —dueño de sus destinos— corresponde adoptar libremente una decisión de tanta trascendencia”. “En Junio de 1966 -según veis estamos terminando el examen de los antecedentes inmediatos de esta Conferencia— el Comité de los Veinticuatro de las Naciones Unidas se reúne en varias capitales africanas y lleva en su agenda el tema de la Guinea Ecuatorial. Ante las falsedades que se habían difundido acerca de la situación en este territorio, los Presidentes de su Consejo y Asamblea General sugirieron al citado Comité que confiase a una Subcomisión, creada al efecto, el encargo de visitar Fernando Póo y Río Muni para poder informarse directamente de la realidad. El Consejo de Ministros, reunido en Madrid, aprobó esta iniciativa. Todos vosotros recordáis cómo se desarrolló la visita. No han faltado las críticas, pero es lo cierto que la gran mayoría de los miembros del Comité de los Veinticuatro elogió calurosamente la política de España en su territorio africano y las facilidades otorgadas a los visitantes para el cumplimiento de su misión, en contraste con las negativas y dificultades presentadas por otras potencias administradoras”. “Llegado este momento, España toma la iniciativa. El 10 de Octubre de 1966, nuestro Delegado dio a conocer a los miembros de la IV Comisión de las Naciones Unidas que el Gobierno español había decidido convocar una Conferencia Constitucional para la Guinea Ecuatorial. Habíamos previsto la reunión de esta Conferencia para los primeros meses del presente año. Por circunstancias que vosotros conocéis y que son ajenas a la voluntad del Gobierno español, ha habido cierto retraso en la iniciación de nuestros trabajos. Ello motivó que el Comité de los Veinticuatro lamentara, en una Resolución de 12 de septiembre, la demora que había sufrido la Conferencia. En un Consejo de Ministros celebrado pocos días después en San Sebastián, el Gobierno español, dando muestras de su continuo afán de colaboración con las Naciones Unidas, fijó la fecha de hoy para la inauguración de la Conferencia. Y aquí estamos, en definitiva, dispuestos a comenzar una nueva etapa”. Finalidad de la Conferencia Constitucional. “Su punto de partida han de ser las reuniones que hoy iniciamos y su finalidad no puede ser otra que la de poner en manos de vuestro propio pueblo el destino de la Guinea Ecuatorial”. “Para ello, el Gobierno español ha convocado a representantes de las instituciones del Gobierno autónomo y de los distintos sectores de opinión que lo han solicitado, en una reunión de amplia base que permitirá, sin duda, clarificar a situación política actual del territorio, conocer las aspiraciones de todos los guineanos y establecer nuevos puntos de apoyo para el futuro. Pero las tareas que vamos a emprender no pueden limitarse a un mero aspecto informativo, porque pretendemos abrir un diálogo sereno, realista y ambicioso que permita examinar las distintas opciones que se presentan hoy al pueblo de Guinea, al tiempo que buscamos aunar en lo posible los diversos criterios en beneficio de una solución satisfactoria para todos. Los resultados y conclusiones a que lleguemos, una vez estudiados por el Gobierno, habrán de ser sometidos, por medio del sufragio universal, al refrendo del pueblo guineano”. “Entiéndase bien cual es la posici6n de España. Nuestra Patria no tiene intereses egoístas en Guinea. Sin embargo, creemos haber contraído con vosotros, a lo largo de tantos años de convivencia, una irrenunciable responsabilidad moral. No podemos practicar ese tipo de abandonismo mezquino que, por paradójico que parezca, corresponde a la última reacción de lo que se ha llamado la mentalidad colonialista. Nosotros ni pensamos ni actuamos así. Franco ha dicho en su mensaje de fin de año de 1962 que “(…) la injusticia social no se encuentra sólo entre los individuos de una nación,, sino que existe también entre las naciones, y un deber de humanidad llama a las más ricas y adelantadas a promover el bienestar y el progreso de las otras”. “Coincidía así plenamente con la doctrina expuesta por el Papa Juan XXIII en su Encíclica “Mater et Magistra” por el II Concilio Vaticano en su “Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual” y por Su Santidad Pablo VI en su Encíclica “Popularum Progressia” en la que se afirma que “para las naciones, como para las personas, la avaricia es la forma más evidente de un subdesarrollo moral”. “Podéis contar, pues, con la ayuda de España. Pero debéis tener siempre en cuenta que ese mismo Concilio nos enseña también que “el progreso surge y se acrecienta principalmente por medio del trabajo y la preparación de los propios pueblos y debe ser impulsado no sólo con las ayudas exteriores sino ante todo con el desenvolvimiento de las propias fuerzas y el cultivo de las dotes y tradiciones propias”. El legado de España “Personalmente, tengo que confiaros que voy a vivir estos días con la alegría de conoceros mejor y de asociarme a vuestros más nobles afanes. Cualquiera que sea el rumbo que oriente vuestros pasos, estoy convencido de que España no se apartará de vuestro pensamiento ni de vuestro corazón. Merecéis, en verdad, nuestro aliento y nuestro estímulo porque emprendéis un camino lleno de dificultades. Como en toda obra humana, vuestro futuro será esencialmente el resultado de vuestros propios esfuerzos, de la dedicación constante e inteligente al desarrollo de vuestra comunidad. Este trabajo es una responsabilidad que os corresponde, en la que España no puede sustituiros pero sí estar a vuestro lado. Deseamos que lleguéis a daros un futuro política y económicamente viable, de tal forma que al recibir el asentimiento de la comunidad internacional quedéis amparados en vuestra integridad por los principios de la Carta de las Naciones Unidas”. “Dejadme que formule, finalmente, un llamamiento a vuestro sentido de responsabilidad ante la Historia a fin de que podáis llegar a una solución equilibrada en que se compaginen, en la empresa común, la unidad y la diversidad, olvidando las diferencias que puedan existir entre vosotros para pensar solamente en la grandeza de las metas que nos hemos propuesto alcanzar”. “Un ilustre guineano, aquí presente, decía hace muy pocos días: “¿Qué es lo que nos conviene? Indudablemente la unidad. Unidad en la ideología, en las aspiraciones en pro del bien de todos, en los esfuerzos colectivos por hallar la fórmula para el desenlace del futuro político y administrativo de nuestro territorio”. Tan prudentes razones tuvieron sin duda presentes ciertos procesos cercanos a vosotros en el tiempo y en el espacio”. “Efectivamente, pienso también que les factores que os unen han de predominar, sin anularlos, sobre los que marcan singularidades dignas de respeto; las dificultades que pudieran derivarse de la desunión se verían agravadas además por el hecho de las reducidas dimensiones de vuestro territorio. Pero frente a estos peligros, vosotros contáis, además del buen ánimo, con vuestra homogeneidad. Tenéis la lengua castellana, la cultura española y la religión católica como lazos que, además de uniros, os otorgan una personalidad propia dentro del conjunto africano al que pertenecéis”. “Creo por eso, firmemente, que esta homogeneidad es el legado más importante y permanente que os entrega España. Y en estos momentos en que alberca vuestro destino, vosotros no podéis defraudarla”. A las diecinueve horas cincuenta minutos, el Señor Ministro terminó su discurso, que fue acogido calurosamente por todos los asistentes, quienes le tributaron unánimes y prolongados aplausos. Acto seguido el Señor Ministro concede la palabra al Excmo. Señor Don Federico Ngomo, Presidente de la Asamblea General de Guinea Ecuatorial, el cual se dirigió al Pleno de la Conferencia en los términos siguientes: EL SEÑOR NGOMO: “Excmos Señores, Iltmos. Señores: “En primer lugar, quiero hacer patente el agradecimiento del pueblo de Guinea Ecuatorial hacia el Gobierno español, por la buena disposición que está demostrando para conocer nuestros deseos y aspiraciones intentando dar satisfacción y representación a. todos los sectores y “grupos de opinión”. Deseo que este sentimiento sea hecho llegar por V.E. al Jefe del Estado, Generalísimo Franco. “Nos damos cuenta de que esta posición española, abierta y limpia, no es entendida en su exacto sentido por muchas naciones y deseo manifestar aquí, con toda claridad, que tenemos una libertad efectiva para expresar todos nuestros criterios; precisamente por esta libertad, surgen grupos e incluso personas individuales quo intentan arrogarse la representación del pueblo guineano y aventuran opiniones personales que son fácilmente creídas en el exterior, posiblemente porque en política cada cual sólo cree lo que le interesa creer. “Seríamos mal nacidos si no reconociésemos aquí la magnifica labor española de estos últimos treinta y un años. Son muchos los aspectos en los que estamos vinculados a España porque de ella hemos recibido mucho, y sería prolijo hacer una enumeración que nunca podría resultar completa. Es posible que haya quien critique algún aspecto de esta labor, y esta crítica es buena prueba de la libertad con que se desarrollan las relaciones sociales en nuestro país; libertad que yo me atrevo a calificar de excesiva en muchos casos, ya que las críticas carecen de valor y de sentido cuando no se apoyan en hechos fundados y meditados. “No voy yo a prejuzgar aquí el resultado de esta Conferencia Constitucional, ni tampoco a indicar mi opinión personal sobre las peticiones que vamos a hacer al Gobierno español, ya que éste es trabajo a realizar durante estos días; simplemente quiero significar que voy a intentar recoger lo más estrictamente posible el sentir y los deseos del Pueblo guineano, ya que como representante del mismo es nuestra obligación ineludible. “Una cosa más me queda por decir: sea cual fuere el futuro de nuestro país, estoy seguro que los lazos culturales, religiosos y humanos que nos unen a la nación española no podrán romperse jamás con independencia de la evolución política o económica a la que lleguemos. “Estoy seguro que el Gobierno español sabrá interpretar convenientemente nuestras sugerencias sobre la independencia de Guinea, porque en definitiva nosotros esperamos que sea el Gobierno Español y no ningún Organismo Internacional quien marque las etapas de nuestro desarrollo político Confiamos en que se nos orientará y se nos aconsejará sobre lo más conveniente; es más, exigimos que se nos corrija y se nos hagan ver los errores en los que podamos caer por razones de inexperiencia. “Por último, quiero proclamar aquí el orgullo que todos los guineanos sentimos de pertenecer, ya para siempre, a la estirpe Hispánica de naciones”. Muchas gracias. (MUCHOS APLAUSOS) A continuación el Señor Ministro dijo: EL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES: “Señores, queda inaugurados los trabajos de la Conferencia Constitucional”. (APLAUSOS) Seguidamente se levantó la sesión. Antes de abandonar el Salón de la Conferencia, el Señor Ministro felicita efusivamente al Señor Presidente de la Asamblea General de Guinea Ecuatorial por las palabras que había pronunciado y se despide de todos los miembros de ambas Delegaciones, estrechándoles la mano. Son las veinte horas y cinco minutos. DON JOAQUIN CASTILLO MORENO, Marqués de Castro de Torres, Coordinador de la Conferencia en funciones de Secretario de la Sesión de Apertura, doy fe de cuanto antecede. Madrid, fecha ut supra. RESUMEN DEL ACTA DE LA SEGUNDA SESION PLENARIA En Madrid, a treinta y uno de octubre de mil novecientos sesenta y siete, en el Salón de , Embajadores del Ministerio de Asuntos Exteriores tiene lugar la II Sesión Plenaria de la Conferencia Constitucional de Guinea Ecuatorial, bajo la presidencia del Vicepresidente de la misma, Excmo. Señor Don Ramón Sedó y Gómez, Subsecretario de Política Exterior y con la asistencia de las Delegaciones del Gobierno español y de la Guinea Ecuatorial. La Mesa queda constituida por el Excmo. Señor Don Ramón Sede, Subsecretario de Política Exterior y Vicepresidente de la Conferencia, el Excmo. Señor Don Gabriel Mañueco y de Lecea, Director General de Asuntos de África y Mundo Árabe y el Excmo. Señor Don Gabriel Cañadas Nouvilas, Secretario General de la Conferencia. El Presidente de la Mesa abre la sesión a las dieciocho horas y treinta minutos; expone que la reunión de hoy está dedicada a la organización de los trabajos de la Conferencia. Para ello se contaba ya con las palabras del Señor Ministro de Asuntos Exteriores y del Señor Presidente de la Asamblea General de Guinea, pronunciadas ayer en el acto inaugural de la Conferencia. El plan de trabajo ha de ser consecuente con el contenido y los objetivos que para esta Conferencia Constitucional se señalaban en dichas intervenciones. Cree, pues, que la organización de las tareas de la Conferencia deben facilitar exhaustivamente la exposición de los puntos de vista de los representantes guineanos sobre el futuro político de la Guinea Ecuatorial. Habrá, pues, que prever una Comisión especialmente dedicada a este fin. El segundo dato de que disponemos es el de que la Conferencia ha sido convocada con amplísimo criterio para permitir que estén representados en ella no solamente los delegados de los organismos oficiales sino también los portavoces de todos los grupos de opinión que han solicitado participar en la misma. Habrá, pues, que prever que todos tengan la oportunidad de exponer públicamente la postura oficial que como personas o representantes de grupo sostienen sobre el futuro de Guinea. El tercer punto a tener en cuenta es la necesidad de contribuir a un verdadero diálogo entre el Gobierno español y la Delegación guineana. Habrá que prever, por tanto, la existencia de unas Comisiones que faciliten este trabajo. Consecuentemente con lo que acaba de manifestar, el Presidente propone un plan de trabajo. Éste se desarrollará en cuatro Comisiones: una de carácter político y tres de carácter técnico. El deseo del Gobierno español es el de que todos los guineanos puedan manifestar libremente sus opiniones, tanto en su calidad de individuos, como en la de representantes de los órganos de Gobierno de la Administración autónoma o de los grupos ideológicos de Guinea. Es un deber de la Presidencia prever en el desarrollo de esta Conferencia el que dispongan de las ocasiones y del tiempo que precisen para la exposición, tan detallada y completa como deseen, de sus puntos de vista. Habrá, pues, que prever que todos tengan la oportunidad de exponer públicamente la postura oficial que como personas o representantes de grupo sostienen sobre el futuro de Guinea. Cualquier manifestación verbal o escrita que se haga fuera del marco de la Conferencia, no podrá, por lo tanto, ser tenida en cuenta. Aunque todos, naturalmente, tienen la libertad de expresarse fuera de la misma, estas opiniones no podrán figurar en las Actas ni en los resúmenes oficiales de la Conferencia. Por último puntualizó: "Solícito de todos trabajar con autenticidad y sentido de la responsabilidad para poder llegar a conclusiones realistas y positivas para el porvenir político de la Guinea. Ecuatorial". Seguidamente el Presidente de la Mesa concede la palabra al Delegado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Excmo. Señor Don Gabriel Mañueco de Lecea, Director General de A-suntos de África y Mundo Árabe. El Señor Mañueco expone con detalle la organización de los trabajos, manifestando que como ya había dicho el Presidente de la Mesa, se había decidido, tras un profundo estudio, que funcionasen simultáneamente desde un principio la Comisión Política y una de las tres Comisiones técnicas. La primera era de una importancia primordial, pero no se podía desconocer la que también tenían la de Cooperación, la Jurídico-Administrativa y la Económica. La Mesa deseaba que los trabajos fuesen realizados sobre una base de eficacia y de seriedad para alcanzar fines concretos. Dificultades materiales y de espacio impedían que las cuatro Comisiones funcionasen al mismo tiempo, por lo cual, diariamente sólo se reunirían dos, la Comisión Política y una de las Comisiones técnicas. Como principio general ruega que los asuntos a tratar no fueran solamente enunciados por los miembros de las Delegaciones, sino que una vez puestos a discusión, debían de ser objeto de un profundo estudio. Se había previsto que la Conferencia se celebrase en tres períodos. El primero, se iniciaría el próximo día dos de noviembre, para concluir, más o menos, a mediados de mes; la Comisión Política oiría las exposiciones de la Asamblea General del Consejo de Gobierno, de los Consejeros Nacionales, de los Procuradores en Cortes, de los representantes de las Corporaciones y de los miembros de los grupos ideológicos, acerca de las opciones futuras que se presentan para la Guinea Ecuatorial. El mencionado día 2, y excepcionalmente, el Presidente del Consejo de Gobierno iniciará las intervenciones, puesto que en la sesión inaugural de ayer, había hablado el Presidente de la Asamblea General, Don. Federico Ngomo y ésta es la única razón para alterar el orden de precedencia. Dado que las intervenciones del día dos comenzarán con las palabras del Presidente del Consejo de Gobierno, a continuación podrían hacer uso de la palabra el Presidente y el Vicepresidente de la Asamblea General y dos miembros de la misma, seguidos por los representantes guineanos, de acuerdo con el orden de precedencia en que están sentados en el Pleno de la Conferencia. Seguirán las intervenciones de dos miembros de los grupos ideológicos y terminarán con las de los representantes de Annobón, Corisco, grupo NDOWE y Minoría Fernandina, lo que hará un total de veintiún oradores. Como principio general la Mesa no concederá la palabra a las personas, sino a los Grupos, por lo cual rogaba que cada uno de éstos, a ser posible en la mañana del día en que vayan a producirse las intervenciones, facilite a la Secretaría General por escrito el nombre de quienes vayan a hacer uso de la palabra. Los miembros de la Delegación guineana pueden ayudarse de asesores que les asistan en las Comisiones. El número de éstos no está previsto y, por tanto, pueden ser varios, pero por dificultades de espacio, técnicas y materiales, se ruega que el número de asesores se limite a dos por grupo y al mismo tiempo que se comuniquen por escrito sus nombres a la Secretaría General de la Conferencia. Añade que podrán cambiarse los asesores en cuantas ocasiones lo requieran los temas a tratar, señalándolo igualmente a la Secretaría General. La duración de las sesiones oscilará entre una hora y una hora y media aproximadamente, por lo que se ruega a los miembros de la Conferencia que se atengan a ese espacio de tiempo. La previsión es de dos oradores por día y la duración de este primer período de sesiones se ha calculado en diez o doce días. Finalizado el primer período de enfoque y de toma de posiciones, habrá una interrupción en el funcionamiento de las Comisiones, cuyo objeto es de tipo práctico, con el fin de dar tiempo a la Mesa a resumir las posiciones para pasarlas a las Comisiones técnicas, cuya importancia aumentará notablemente en el segundo período de sesiones. Éste podría empezar a primeros de diciembre y las deliberaciones discurrirán entonces en el seno de las Comisiones técnicas, cesando por tanto durante este lapso de tiempo en sus trabajos la Comisión Política. El tercer período de sesiones se centraría de nuevo en la Comisión Política y se estima que podría empezar después de Navidades y Año Nuevo. Sus conclusiones serán elevadas por la Mesa Presidencial al Gobierno de España. El Gobierno español y la Mesa muy en particular, desean que las reuniones se celebren a puerta cerrada. Esto no quiere decir que lo que en ellas se exponga se considere como de máximo secreto. Pero es normal en toda reunión, en toda conferencia de este tipo, que se guarde la necesaria reserva, sin perjuicio de facilitar la información objetiva y veraz pertinente. Para ello, la Secretaría General de la Conferencia dispone de un servicio que tomará acta taquigráfica de todas las manifestaciones que se hagan en las Comisiones y después facilitará a las agencias informativas, resúmenes del desarrollo de las deliberaciones en el seno de las Comisiones. Para que la información sea plenamente objetiva, se ruega a todos los miembros de la Conferencia que cuando vayan a hacer uso de la palabra o a formular alguna declaración, entreguen el texto escrito en la Secretaría General. El Gobierno español ha hecho público ya los nombres de los Presidentes y Secretarios de las distintas Comisiones, y la Mesa de la Conferencia ruega a la Delegación de Guinea que facilite al Secretario General los de las dos personas que cada grupo va a designar para que intervengan en aquéllas y los de los dos asesores. A continuación el Presidente de la Mesa concede la palabra al Señor Cañadas, Secretario General de la Conferencia. El Señor Cañadas manifiesta que únicamente iba a puntualizar algunos detalles puesto que las líneas generales de la marcha de los trabajos habían sido ya expuestas por la Presidencia de la Mesa y por el Señor Mañueco. Seguidamente dijo: 1º.- Que para evitar pérdidas de tiempo, no se leerían las actas en las Comisiones. Un ejemplar de éstas estará a disposición de los interesados en la Secretaría General donde podrán retirarlas. Ruega a los Delegados que leyesen previamente las actas y así podrían en cada sesión hacer las objeciones que estimasen oportunas. 2º.- Que a ser posible, en la mañana del jueves día dos, se inscribiesen en la Secretaría General los Delegados que quisiesen participar en cada Comisión. 3º.- Que la Secretaría General tiene a disposición de todos los miembros do la Conferencia una serie de servicios con que este Ministerio cuenta, así como con todo tipo de información, sobre, localización de personas, números de teléfonos, etc. En cualquier momento pueden dirigirse para solicitar esta información a la Secretaría General, al Marqués de Castro de Torres que es el Coordinador de la Conferencia o a él mismo que estaba, por supuesto, a disposición de todos. 4º.- Que en cada Comisión había sido nombrado un Secretario, al que también podrían dirigirse los que se hubiesen inscrito en cada Comisión para los asuntos de la competencia de la misma. Ruega que quienes deseen tomar la palabra en cada una de las Comisiones, lo participen, todo lo más tarde en la mañana del día en que se va a reunir la Comisión, a la Secretaría General y que a ser posible, entregasen en la misma el texto escrito de su intervención o al menos un resumen de la misma. Asimismo ruega que cada vez que un miembro de las Delegaciones guineana y española haga uso de la palabra, tenga la bondad de identificarse con voz clara y alta dando su nombre, con indicación del Grupo o Ministerio al que representa. A continuación informa a la Asamblea del calendario previsto para el trabajo de las Comisiones. Estas empezarán a funcionar el próximo día dos de noviembre, con arreglo al siguiente orden: Jueves 2 de noviembre a las 19 horas, se reunirá la Comisión Política y la Comisión Jurídico-Administrativa. Viernes 3 de noviembre, a las 18 horas, se reunirá la Comisión para la Cooperación y a las 19 horas la Comisión Política. Lunes 6 de noviembre, a las 19 horas, la Comisión Política y la Comisión Económica. Martes 7, a las 19 horas, la Comisión Política y la Comisión Jurídico-Administrativa. Miércoles 8, a las 18 horas, la Comisión para la Cooperación y a las 19 horas, la Comisión Política. Jueves 9, a las 19 horas, la Comisión Política y la Comisión Económica. Viernes 10, a las 19 horas, la Comisión Política y la Comisión Jurídico-Administrativa. Seguidamente, el Excmo. Señor Don Federico Ngomo, Presidente de la Asamblea General de Guinea Ecuatorial, manifiesta que le había parecido claro el enfoque que la Mesa había dado del programa de trabajo previsto, pero que haciéndose eco de los deseos de los miembros de la Delegación guineana, estimaba que no era conveniente que se simultaneasen dos Comisiones, puesto que era deseo de todos estos participar en los trabajos de la Comisión Política. Resalta que para los trabajos de las Comisiones Técnicas se necesitaría la colaboración de muchos expertos, pues la mayoría de los Delegados guineanos carece de los suficientes conocimientos técnicos y en cambio todos pueden y quieren definirse políticamente. Por ello solicita de la Mesa que se organizasen los trabajos de modo que todos los guineanos que lo deseasen pudiesen asistir a los trabajos de la Comisión Política. El Presidente de la Mesa señala que evidentemente, la Comisión Política es al principio la más importante, pero que ello no entraña el que se desvalorice a las Comisiones Técnicas, que después pasarán a un primer plano. Insiste en que la Mesa había hecho la propuesta de organización del trabajo con profundo estudio y meditación, pues su único objetivo era no retrasar la marcha de la Asamblea. Hace ver que en las Comisiones Técnicas no se trataba de llegar a compromisos, sino simplemente de informar a los Delegados guineanos sobre la situación actual de los distintos temas incluidos en el orden del día de las mismas. Únicamente tendrían un mayor contenido a partir del segundo período de sesiones. Considera que los distintos grupos pueden hacerse oír en todo momento en la Comisión Política y al mismo tiempo enviar un representante a las Comisiones Técnicas pues no existe a su entender incompatibilidad en este modo de trabajar. Resume su intervención diciendo que este orden de trabajo únicamente perseguía estos tres objetivos: primero, ganar tiempo; segundo, poner en marcha desde el primer momento a las tres Comisiones Técnicas para acopio de datos, y tercero, que al no haber incompatibilidad entre las personas y las Comisiones, no habría ningún inconveniente en que las Comisiones trabajasen simultáneamente. El Presidente pregunta a continuación si había alguna objeción a lo expuesto y se levanta Don Pedro Econ, Procurador en Cortes por Río Muni para adherirse a las palabras del Señor Presidente de la Asamblea General. Considera que en la preparación del Orden del Día de los trabajos de la Conferencia no se habían tenido en cuenta los criterios de las Delegaciones guineanas. Al propio tiempo insistió en dar lectura a un escrito que había presentado en la tarde de ayer al Señor Ministro de Asuntos Exteriores. El Presidente de la Mesa le interrumpe para señalar que el objeto de este Segundo Pleno era organizar el trabajo de la Conferencia Constitucional, y no el de juzgar las tomas de posiciones políticas, para lo que habría lugar en las sesiones de la primera Comisión, es decir, de la Comisión Política. Respecto a la fijación del Orden del Día, era una atribución de la Mesa. Acto seguido pide la palabra el Excmo. Señor Don Enrique Gori, Vicepresidente de la Asamblea General, quien manifiesta que antes de que se inicien los trabajos de la Comisión Política quería hacer una pregunta a la Mesa. El Señor Ministro de Asuntos Exteriores había afirmado que la reunión de la Conferencia Constitucional prevista para el principio de 1967 se había diferido porque las Instituciones, Corporaciones y Grupos de Guinea no habían llevado a su debido tiempo las correspondientes propuestas al Gobierno de Madrid. El Gobierno autónomo de Guinea había hecho las consultas necesarias a las instituciones y al pueblo de Guinea y había llevado el acta correspondiente a la consideración del Gobierno Central, y que su pregunta es ésta ¿se había tenido en cuenta este acta para la organización de trabajo de la Conferencia? El Señor Presidente de la Mesa contesta que como ya había dicho con anterioridad, los trabajos realizados fuera de la Conferencia Constitucional de Guinea no era tema de la Sesión Plenaria del día de hoy y que por tanto no podía tomar en cuenta su pregunta. A continuación se levanta el Excmo. Señor Don Francisco Vacías, Vicepresidente del Consejo de Gobierno de la Guinea Ecuatorial, quien comienza diciendo que la Delegación de Guinea estaba confundida y que en este momento no sabía a qué había venido a Madrid, si a resolver problemas técnicos o a decidir sobre el futuro político de su país. Deseaba saber concretamente los siguientes extremos: 1º.- Que España se defina en cuanto a la independencia o no independencia de la Guinea Ecuatorial. 2º.- Si dado el primer extremo éste va a ser sobre la base de la unidad de los territorios que constituyen hoy día esa región o sobre la de la separación de las dos provincias que hoy día la integran. El Presidente de la Mesa trata de interrumpirlo puesto que su pregunta no era tema de la plenaria de hoy pero el Sr. Yacías con vehemencia insiste en que se le deje hablar. Y esto sucede repetidas veces. Se queja el Sr. Yacías a la Mesa de que el Presidente no hubiera permitido la lectura del documento que presentó el Señor Econ, Procurador en Cortes por el Grupo de cabezas de familia de Río Muni, insistiendo que lo que realmente interesa a los guineanos son los siguientes puntos: 1º. La independencia. 2º. La fecha de esta, que debe ser antes del 15 de julio de 1968. 3º. La organización de elecciones libres para la constitución de un Gobierno provisional. Solucionadas estas cuestiones llegaría el momento de plantear otros problemas como el de las relaciones de Río Muni con Fernando Poo. Esto es -concluyó- lo que nos interesa saber. Queremos saber si nos dan o no la independencia. Después ya llegaría el momento de que actúen las Comisiones Técnicas. El Presidente de la Mesa le contesta diciendo que sus manifestaciones estarían perfectamente encajadas dentro del ámbito de la Comisión Política; aclara que él no había tratado de coartar la libertad de nadie y que en modo alguno había dicho que el documento presentado por el Sr. Econ no podía ser leído, sino que éste no era el momento ni el lugar de hacerlo. Hace un llamamiento al orden. Este es necesario en todas las Asambleas y por ello ruega a todos que colaboren en el mantenimiento del mismo para no interrumpir la marcha de los trabajos. Afirma que las opiniones políticas merecen el máximo respeto; pero insiste en que deben ser expuestas dentro de la Comisión Política. Hoy sólo se trata de establecer un orden de trabajo y pregunta sí había alguna objeción que hacer a la propuesta por la Mesa. Hace uso a continuación de la palabra el iltmo. Señor Don Antonio Cándido Nang, Consejero de Enseñanza, para insistir en que todos los componentes de la Delegación de Guinea querían participar en los trabajos de la Comisión Política que son para ellos los más impor-tantes. El Presidente de la Mesa reiteró una vez más, que no había ningún interés en coartar la libertad de expresión de nadie, todo el que desease hablar y expresar sus opiniones podría hacerlo, aunque advierte que esto alargaría los trabajos de la Comisión y que se atuviesen a los planes de trabajo que se habían indicado al principio de esta Conferencia. Pide la palabra el Señor Don Clemente Ateba, miembro del M.U.N.G.E. Tras hacer una afirmación de los sentimientos de hermandad que todos los guineanos sienten hacia España, dijo que quería rogar a la Mesa que se tomasen en cuenta las sugerencias de la Delegación guineana y que creía interpretar el sentir de todos los guineanos al declarar que no se podía dar un paso adelante en la Conferencia mientras no se tuviese una contestación al documento que había presentado ayer al Ministro de Asuntos Exteriores el Procurador en Cortes Señor Econ y cuya copia había tratado de leer minutos antes. El Presidente de la Mesa señala que en esta reunión no era posible dar una contestación al escrito que la Delegación guineana había presentado al Señor Ministro de Asuntos Exteriores. Por otra parte -subrayó- que las preguntas contenidas en dicho escrito están ya contestadas en el discurso que para inaugurar la Conferencia había pronunciado ayer el Señor Ministro de Asuntos Exteriores. En el mismo el Señor Ministro había afirmado que las conclusiones de esta Conferencia serían elevadas al Gobierno español para que estudiadas por éste fuesen remitidas al pueblo guineano. Este es el procedimiento más ortodoxo que puede seguirse en cualquier cambio o modificación del status político de una región. Finaliza destacando que para que cualquier determinación política no signifique una separación de España -como había proclamado en su intervención el Presidente de la Asamblea General- el mejor camino es establecer el diálogo y cooperación entre los representantes guineanos y los de la Administración española, y esto es lo que se pretendía en las reuniones que se iban a tener. Después interviene Don Atanasio N'Dongo, Secretario General del P.O.N.A.L.I.G.E. Comienza agradeciendo los buenos consejos que desde ayer venían recibiendo por parte de las Autoridades españolas. Convino en que en esta reunión sólo se trataba de estudiar y fijar los procedimientos; pero -añadió- que si la Delegación española había expuesto su punto de vista era lógico que se escuchase y se tuviese en cuenta también el de la guineana. Destaca que no estaba en contra del trabajo en Comisiones pero que se trataba de una Conferencia Constitucional y creía que la disgregación de los trabajos en Comisiones que se reunirían simultáneamente sería contraproducente. Nosotros los guineanos -concluyó- damos prioridad absoluta a los temas políticos y concretamente a la cuestión de la independencia total, que es a lo que todos aspiramos. A continuación interviene el Señor Nsue, Secretario General del M.U.N.G.E. Comienza diciendo que quería agradecer el histórico discurso pronunciado ayer por el Señor Ministro de Asuntos Exteriores de España. Seguidamente pasa a exponer la posición del M.U.N.G.E. Era deseo de todos que los resultados de la Conferencia fuesen óptimos y a ello debemos de contribuir todos. Subraya que el pueblo de Guinea, el Mundo internacional y el nacional estaban pendientes de los resultados de esta Conferencia. El problema fundamental que hay que tratar en la misma y al que hay que dar solución, es el del futuro político de la Guinea Ecuatorial. Este es el único motivo de que los guineanos demos prioridad absoluta a los trabajos de la Comisión Política. Concluye pidiendo a la Mesa y en general a las Autoridades españolas que acojan, como han venido haciendo hasta ahora, con espíritu paternal las peticiones y propuestas de la Delegación guineana, y agradeció los consejos recibidos. El Presidente de la Mesa hace uso de la palabra para destacar en primer lugar que no sabía si se había hablado de consejos en sentido peyorativo, pero en cualquier caso, quería aclarar que la Mesa no daba consejo si no se los pedían. Reitera una vez ms que el único objetivo del orden de trabajo propuesto era no retrasar los trabajos de la Conferencia. Insiste también en que únicamente se estaba tratando de buscar una técnica eficaz de trabajo. Asegura que la Mesa comprendía muy bien las preocupaciones de la Delegación guineana y que el problema primordial era encontrar una solución política. Pero esas preocupaciones también lo eran de la Delegación española. Por último, con el fin de Complacer los deseos de la Delegación de Guinea, permitiendo a todos sus miembros asistir a la Comisión Política, propone que ésta se reúna todos los días a hora distinta de las Comisiones Técnicas. La propuesta fué aceptada. La Presidencia de la Mesa convoca a la Comisión Jurídico-Administrativa para reunirse el día dos de noviembre a las dieciocho horas y a la Política para reunirse el mismo día dos, a las diecinueve horas. No habiendo mis asuntos de que tratar, el Señor Presidente de la Mesa levanta la sesión a las veinte horas y diez minutos. DON JOAQUIN CASTILLO MORENO, Marqués de Castro de Torres, Coordinador de la Conferencia en funciones de Secretario de la II Sesión Plenaria, doy fe de cuanto antecede. Madrid, fecha ut supra |
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¡Hola...! Para a quién le interese.... Aquí "pego"...las memorias Diplomaticas del 1er Embajador de la Independencia D. Juan Duran Loriga.....escritas en 1999. Son su visión de los hechos......... Hay que darle oportunidad para que se defienda....Sin comentarios.... EMBAJADOR EN LA GUINEA ECUATORIAL (*) Conferencia Constitucional. Macías, Bonifacio y Atanasio. Voy a Santa Isabel. Las elecciones. La independencia. Soy nombrado embajador. El colega de Franco: su patología. El problema económico. Los enredadores. Escalada demagógica. La crisis de la bandera. Final de mi misión. "El proceso descolonizador de la Guinea Ecuatorial marchaba hacia su culminación. Puesto que había que seguir adelante, Castiella quiso que se hiciese de manera ejemplar. El nuevo Estado contaría desde el primer momento con una Constitución democrática aprobada por sus dirigentes y más tarde por el pueblo guineano en referéndum. Se empleó para ello la fórmula británica de una Conferencia Constitucional, que se abrió en octubre de 1967 con un discurso de don Fernando Castiella en el que se anunciaba que España daría la independencia a su colonia ecuatorial en 1968. Fue un trabajo bello y generoso, dentro del marco político de la España de entonces, convocar la Conferencia para dar a la Guinea una Constitución moderada y de gran perfección técnica aunque resultase inaplicable, como lo habían sido en África todas las normas fundamentales democráticas. La Conferencia Constitucional avanzó lentamente entre escollos. Contribuyeron a la cacofonía las discrepancias entre los guineos y también el hecho, al que ya me he referido y sobre el que volveré a insistir, de que el Gobierno español estuviese profundamente dividido. Esta confusión fue aprovechada por quienes quisieron, lográndolo, complicar aún más el difícil proceso. El señor García Trevijano respaldó un llamado Secretariado Conjunto que al tiempo que saboteaba la Conferencia ponía en primer plano al político guineano de mayor potencial demagógico y destructor, Francisco Macías. Ramón Sedó presidió las sesiones de la confusísima Conferencia de manera tan paciente como inteligente. Tarea que le debió ser muy ingrata y que aceptó por lealtad a su ministro y amigo. En la Conferencia fueron asomando las características de quienes habían de ser los tres candidatos a la presidencia del nuevo Estado. Bonifacio Ondó o la ingenuidad catequística. Atanasio Ndongo o la ambigüedad neo-africana. Y Francisco Macías o la furia paranoica. Francisco Macías mantenía unas actitudes entre calculadas y demenciales. Parecía saber que lo que más le podía legitimar como campeón de la independencia, en la Guinea y en los medios africanos, era una desaforada hostilidad hacia la "potencia administradora". Tanto más cuando tenía un pasado de entusiasta adhesión al régimen colonial, del que seguía formando parte como vicepresidente y consejero de Obras Públicas del gobierno autónomo. A lo largo de las próximas páginas aparecerán otras facetas de su personalidad. En la Conferencia Constitucional destacó por un sentimiento desmesurado de su propia dignidad, reflejada en desplantes que aumentaban su prestigio anticolonial. Poco antes de concluir la Conferencia ofreció Castiella una cena en el Palacio de Viana a los principales delegados guineos. Macías, que tenía reservado el primer puesto a la izquierda del ministro, no compareció. Cuando quise, a la mañana siguiente, averiguar las causas de su ausencia, empezó asegurándome que no había recibido la invitación. Más tarde admitió que le había llegado un sobre que no consideró dirigido, a él, porque se le daba el tratamiento de "Ilustrísimo Señor" cuando se pensaba "Excelentísimo". Fue en la Conferencia Constitucional donde Macías pronunció su primer elogio de Adolfo Hitler como padre de África. Bonifacio Ondó, antiguo catequista y muy grata persona, tenía una imagen de Tío Tom que caía simpática a los españoles pero resultaba anacrónica en los medios descolonizadores de las Naciones Unidas, que desconfiaban de quienes pareciesen cómplices neocoloniales de las antiguas metrópolis. Atanasio Ndongo, expulsado del seminario como tantos revolucionarios, había vivido largos años en el Camerún donde se casó con la viuda del líder revolucionario Félix Moumié, asesinado en Ginebra en 1960. Era el único político guineano con experiencia internacional, hablaba francés y, frente al colaboracionismo de Macías con la administración colonial, había sido un luchador activo y arriesgado por la independencia. De ahí que se pensase en el ministerio de Asuntos Exteriores que podía ser la persona más adecuada y creíble para estar al frente del nuevo Estado. Le faltaba el tirón demagógico y obsesivo de Macías y a pesar de su inteligencia, o a causa de ella, fue para mí siempre sibilino. Terminada en junio de 1968 la Conferencia con la aprobación del texto constitucional, inmediatamente confirmada por referéndum en el territorio, se había fijado para el 12 de octubre la proclamación de la Independencia. Don Fernando Castiella decidió que durante este complicado período de transición hubiese en Santa Isabel un representante de Asuntos Exteriores. Me mandaron a mí. Se pensó en un momento nombrarme adjunto al Comisario General, en un puesto que acababa de quedar vacante. Desechada esta idea quedó mi status indefinido. Establecí una valijilla en la que enviaba a la Cárcel de Corte (**) unas cartas que yo mismo tecleaba, como lo estoy haciendo con estas memorias. El Comisario General, don Víctor Suanzes, me recibió y trató con gran cortesía. Pero muchos de sus colaboradores me veían con el mismo recelo que nuestros colonos. Yo simbolizaba el final de la época colonial, y con ella el de muchas situaciones e intereses, lo que achacaban, equivocándose, al ministerio de Asuntos Exteriores. Uno de los primeros problemas con que me encontré fue el temor de la población aborigen de Fernando Póo a una independencia en la que temían llevar, por su inferioridad numérica, la peor parte. Esto los llevó a votar contra la Constitución en el referéndum. No puedo olvidar la ayuda que recibí de mi amigo Enrique Gori, asesinado más tarde como tantos otros por orden de Macías, así como la de su suegro el sabio patriarca fernandino Alfredo Jones, a quien recuerdo protegido del sol por dos sombreros superpuestos. Al acercarse la fecha de la independencia fue enviando el Ministerio algunos funcionarios que me ayudaron muchísimo. Emilio Artacho con su conocimiento de las Naciones Unidas y de sus gentes; Joaquín Castillo que trabajó de manera denodada y habilísima; Amaro González de Mesa que empleó a fondo, en Bata, su simpatía y su astucia. Tampoco olvido el gran apoyo moral que recibí del magistrado Ángel Escudero, quien presidió la comisión electoral que vino de Madrid. La situación se decantaba, desgraciadamente, hacia Macías. Para un electorado inexperto que iba a votar libremente por primera y última vez la tentación demagógica no era fácil de resistir. Se produjeron además graves errores en el campo de los competidores de Macías. En primer lugar la intransigencia de Bonifacio Ondó, Había éste decidido presentar a las elecciones parlamentarias una lista de su partido, el MUNGE, en la que figuraban sus leales, que nadie conocía, con exclusión de los caciques principales de esta formación política. Los cuales, a su vez, aceptaban figurar en la lista de Ondó siempre que fuese en lugares preeminentes que asegurasen su elección. Vino Bonifacio a verme una tarde, estando yo en cama con cuarenta grados de fiebre por un primer acoso palúdico. Saqué de flaqueza fuerzas para tratar de persuadirlo de que aceptase en su lista a los citados caciques. Empleé el argumento de ,que lo importante era la elección presidencial porque en Guinea no funcionaría el parlamento. No me quiso hacer caso y se negó a dar cobijo a quienes calificó de "ingratos". Otros españoles consultados le habían hecho creer que podía ganar solo. El hecho es que los principales jefes del MUNGE se pasaron al grupo de Macías. La primera vuelta de las elecciones situó a Macías en cabeza (36.000 votos) pero sin mayoría absoluta, lo que obligaba a una segunda vuelta. Bonifacio Ondó salió en segundo lugar, con 31.000 votos. La clave del resultado final estaba en Atanasio Ndongo que por llegar tercero estaba eliminado pero que daría la victoria a aquél por quien aconsejase votar a sus secuaces. En una reunión con Atanasio Ndongo, en las que estaban presentes sus compañeros de partido y algunos funcionarios españoles, me dijo que daría sus votos al candidato que España quisiera. No tuve más remedio que contestarle que Madrid no podía entrometerse. Hubiese constituido gran ingenuidad, estando en Guinea observadores de las Naciones Unidas, que un representante del ministerio de Asuntos Exteriores de España indicara en público a un partido político guineano sobre a quien votar. Tengo para mí que Atanasio había decidido ya inclinarse hacia Macías y que al consultarme sólo buscaba cubrirse con aquellos de sus colaboradores que propugnaban el apoyo a Ondó. En mis gestiones privadas con ambos me esforcé al máximo para conseguir que Bonifacio y Atanasio se pusiesen de acuerdo. Pero los dos se mostraron inflexibles puesto que se despreciaban mutuamente. De modo que Bonifacio no quiso hacer concesiones suficientes mientras Atanasio planteó exigencias excesivas. Lo que costó a ambos la vida. Macías ofreció a Atanasio Ndongo, a quien odiaba por "intelectual", la cartera de Asuntos Exteriores a cambio de los votos de sus partidarios. Los bubis de Fernando Póo, para salvarse la quema, decidieron también votar a Macías a cambio de la vicepresidencia de la República.(1) Los observadores de las Naciones Unidas fueron testigos de que por parte española no se hizo nada por falsear el resultado de las elecciones que, para desgracia del pueblo guineano, dieron el triunfo a Francisco Macías. No tuvo esos escrúpulos el vencedor quien, consejero de Obras Públicas, había movilizado los camiones de este servicio para distribuir su propaganda electoral ante la inhibición de la autoridad militar en Río Muni. (No había sido descabellada la idea, surgida al margen de la Conferencia Constitucional y rechazada por los representantes de las Naciones Unidas, de que los miembros del gobierno autónomo, al fin y al cabo funcionarios coloniales, fuesen excluidos como candidatos). Me habían llegado rumores de que tenía posibilidades de ser el primer embajador de España en Santa Isabel. Se tantearon primero otras candidaturas para aceptarse finalmente que fuese el ministerio de Asuntos Exteriores quien afrontase, a través de uno de sus funcionarios, las secuelas de la independencia. Entre los diplomáticos conocedores de Guinea y de sus gentes quedaba yo en primera fila, al haber tenido el buen sentido de esquivar el ofrecimiento otros más antiguos y más próximos a Castiella que yo. No era quizás de buen augurio el que el capitán de fragata Ricardo Duran y Lira, mi bisabuelo, hubiese mandado cien años antes la estación naval de Guinea, donde murió. Si examino las cosas, a esta distancia de tiempo, con la mayor objetividad de que soy capaz pienso que lo que era mi mayor ventaja era también un inconveniente. Conocía bien a los protagonistas de la política guineana. Acaso demasiado bien. Había sido testigo de muchas debilidades y trapicheos, había conocido de ordenanzas a quienes fueron después ministros. El estar en Santa Isabel las semanas que precedieron a la independencia me había quemado un tanto. Esto, que veo tan claro ahora, no lo pensaba entonces. Prevaleció en mí la ilusión de ser el más joven de los embajadores de carrera en un puesto de enorme responsabilidad. Estuve a punto, en el último instante, de no tomar posesión. Ausente yo, fue un compañero mío el encargado de proponer mi nombre a Macías. Me contó este muy buen amigo, años después, que Macías torció el gesto y hubiese podido negarme el placet de no habérsele persuadido de los inconvenientes de empezar la nueva etapa de las relaciones entre Madrid y Santa Isabel con un desaire. Macías veía en esos días agravada su habitual confusión mental por los consejos contradictorios de sus diversos asesores: los que le decían que se las mantuviese tiesas a Madrid y los que le sugerían las ventajas de la moderación. En la mañana del 12 de octubre pasé varias horas con el Presidente electo y sus colaboradores. Macías se resistía a aceptar los acuerdos de transferencia, negociados por una delegación guineana en Madrid días antes, en los que se regulaban una serie de aspectos administrativos. Entre ellos el futuro de las propiedades del Estado español en la antigua colonia y el papel de las fuerzas españolas que seguirían allí estacionadas. Insistía Macías en que esas transferencias no habían sido negociadas con él. Yo le respondía que se trataba de papeles ineludibles pero transitorios, en los cuales se decía claramente que el futuro gobierno de la Guinea Ecuatorial y el de España establecerían más tarde textos definitivos. La cosa se resolvió al aceptar Macías mi propuesta de introducir los papeles preparados en unas solapas que los calificaban de "provisionales". Al volver a nuestra residencia pude anunciar a Manuel Fraga, quien representaba al Estado español en los actos, que la dificultad se había superado. Cuando quise contarle las incidencias de la negociación me cortó de manera tajante aunque cordial: sólo le importaba el resultado, por el que me felicitaba. Le dije también que habíamos tenido noticia de un proyecto de discurso de Macías gravemente inamistoso, aunque creíamos que se inclinaría finalmente por un papel más aceptable. Así fue. Macías me consultó algunas cosas en el largo rato que pasé con él aquella mañana. Me enseñó un organigrama muy detallado, al estilo de López Rodó, de su futura administración en el que figuraban tantos ministros como en el Gobierno español y densas ramas de subsecretarías, direcciones generales, secretarías generales técnicas e, incluso, subdirecciones generales. Tuve que decirle que el país nunca podría permitirse una administración tan tupida. Idéntica densidad burocrática en España daría un gabinete con varios millares de ministros. No se mostró contento ya que buscaba convertir en burócratas al mayor número posible de parientes tribales y de enemigos potenciales. Asomó así por vez primera un problema que al pasar las semanas sería gravísimo. Pidió mi consejo sobre la conveniencia o no de ascender inmediatamente a capitanes a los alféreces guineanos. No me resultaba fácil contestarle porque alguno de ellos no andaba lejos. Unos alféreces procedían de Zaragoza, donde habían hecho los dos cursos de la Academia General, mientras otros eran antiguos suboficiales. La mayor parte de estos estrategas incipientes no eran amigos políticos suyos. Le dije que los fuese promoviendo lentamente para que no se sintiesen defraudados pero que tuviese en cuenta las consecuencias, en países vecinos, de las apetencias de poder de los militares. Este consejo mío lo siguió, a diferencia de lo que hizo con otros. Sin duda porque iba en el camino de su desconfianza congénita. En la tarde del mismo doce de octubre se proclamó la independencia de la Guinea Ecuatorial en una ceremonia solemne y sin incidentes. Nos emocionamos tanto Fraga como yo al arriarse la bandera española. Inmediatamente después presenté mis cartas credenciales y le fue impuesta a Macías la Gran Cruz de Isabel la Católica. Tenía yo instrucciones del almirante Carrero de organizar en la Embajada la imposición a Bonifacio Ondó, candidato derrotado y hasta la víspera presidente del gobierno autónomo, de la Gran Cruz del Mérito Civil. Era un gesto noble pero, conocida la psicología maciana, peligroso. Para limitar sus consecuencias negativas rogué al ya presidente de la República que asistiese al acto, lo que sólo podía tener ventajas para él: quedaba ante todos como un vencedor magnánimo y callaba la boca de quienes pretendiesen sacar punta contra Macías a la condecoración a Ondó. Aunque prometió ir, no acudió. Unos días después me convocó Macías a la casa en que vivía provisionalmente. Tenía encima de la mesa una serie de cartas, de las que me leyó párrafos, en lasque se denunciaban supuestas conspiraciones, con complicidades españolas algunas, para derrocarlo y poner en su lugar a Bonifacio Ondó. Traté de persuadirlo de que no hiciese caso de esas denuncias, venidas de personas que trataban de ganarse así su confianza. Necesitaba, eso sí, un buen servicio de información, que Madrid le podría proporcionar. Este episodio me parece revelador de la personalidad enferma de Francisco Macías. Era aguerrido pero miedoso, crédulo pero receloso. La noche de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales la había pasado oculto en casa de un comisario de policía español por miedo a ser asesinado. Estas características, al acentuarse, hicieron de él uno de los gobernantes más sanguinarios de nuestro tiempo. Sanguinario por desconfiado. En una de las primeras visitas que le hice planteó el deseo de disponer a su antojo de las compañías de la Guardia Civil que seguían estacionadas en Guinea. No se fiaba de su propio ejército, la Guardia Nacional, que antes había sido llamada "Territorial" y antaño "Colonial". La Guardia Nacional tenía, junto a oficiales españoles, algunos guineanos que eran de obediencia atanasiana. Le contesté que las fuerzas españolas sólo podrían ser empleadas para las funciones previstas en los acuerdos de transferencia.(2) Macías trataba de copiar, excluido el paternalismo que no entraba en su naturaleza, el autoritarismo y la arbitrariedad de los antiguos gobernadores españoles. Eran sus modelos y sólo les reprochaba su tez. Cuando más adelante empezó a expulsar españoles con un plazo de setenta y dos horas, respondió a mis protestas que si lo habían hecho los gobernadores españoles también lo podía hacer él, Jefe de un Estado independiente. Traté, pobre de mí, de explicarle que la independencia tenía, junto a sus grandezas, sus servidumbres y que los países miembros de las Naciones Unidas habían de seguir las normas del Derecho de Gentes. Música celestial para los sordos oídos de Francisco Macías. Llevaba el mimetismo a todos los terrenos. Guardar las formas de los colonizadores era más importante para él que ser fiel a las costumbres africanas. Uno de los factores que lo radicalizaron, tiempo antes de la independencia, fue la imposibilidad de obtener la anulación de su primer matrimonio, lo que le impidió casarse por la iglesia con su segunda mujer. Hubiese deseado una boda en la catedral de Santa Isabel con la novia de blanco y las autoridades coloniales de uniforme. Este mimetismo le jugó una mala pasada en Bata, pocos días después de la Independencia. Llevó tan lejos su afán de seguir el precedente colonial que, olvidándose de la nueva situación, terminó una arenga con las frases rituales de adhesión inquebrantable a "nuestro glorioso Caudillo", de las que tuvo que desdecirse en cuanto regresó a la realidad. No toleraba compartir con nadie la herencia del poder colonial, que quería asumir solo. La embajada de España, como era lógico e inevitable en esa situación post-colonial, inspiraba un respeto especial, que rayaba a veces con el servilismo. Los ministros guineanos se ponían de pie cuando entraba un guardia civil. Solía Macías, en los primeros meses, visitar poblados de Fernando Póo. No me invitaba a estas excursiones, ni tenía por qué. Atanasio Ndongo, sin consultar con Macías, me dijo que fuese con él en su coche a una de esas giras por estar invitado también un alto funcionario del Departamento de Estado de Washington. Los niños de las escuelas habían sido movilizados para que ovacionasen al autócrata por el camino. Recuerdo que en contraste con el calor ecuatorial cantaban, al tiempo que agitaban banderas de papel con los colores guineanos, cierta canción alusiva a una casita en Canadá. A lo utópico siguió lo anacrónico puesto que al entrar en el poblado pasamos bajo un enorme letrero, usado sin duda en ocasiones anteriores, que daba la bienvenida ¡al Gobernador General! Eso debió forzar a Macías a poner, como hizo después, las cosas en su punto. El Presidente arengó a la población desde el balcón principal del ayuntamiento. Después presentó a algunos de sus acompañantes y finalmente a mí con unas palabras que voy a tratar de reconstruir: "Os voy a presentar al embajador de España. Venga Vd. aquí, don Juan. A este señor me lo ha mandado el gobierno de Madrid para que se entienda conmigo. Como yo mandaré a otro señor a España para que se entienda con mi colega Franco. Pero no es este blanco (señalándome con el pulgar de su mano izquierda) quien manda en Guinea. Quien manda aquí es un negro y ese negro (dándose cachetes en los carrillos) soy yo, Francisco Macías". En uno de mis viajes a Madrid fui recibido en audiencia en el Pardo. Al contar a Franco que Macías lo llamaba "colega" le entró una risa convulsa que tardó algún tiempo en amainar. Tuve un primer problema personal con Macías. A quienes componían el servicio doméstico de la Comisaría General se les había dado la opción de pasar a la presidencia o a la embajada. Aunque todos, no queriendo servir a quien sirvió, preferían la Embajada algunos se quedaron con el Presidente por temor a represalias. Les seguimos pagando durante algún tiempo pero tuve que anunciar a Macías que más adelante tendría que pagarlos él. Al dolerse de la falta de generosidad española entré en su lógica recelosa y le dije que si quería personas de confianza en su servicio inmediato no debería tolerar que estuviesen a sueldo de un país extranjero. El hecho es que el personal que había quedado a nuestro servicio empezó a ser acusado por quienes habían continuado en Palacio de traicionar a la Guinea Ecuatorial. Afectado por ello el mayordomo de la Embajada, cargado de copas una noche, trató de defenderse de estas acusaciones en voz demasiado alta ante los centinelas del palacio presidencial. Fue inmediatamente encarcelado. Pedí a Macías, no como representante de España sino a título personal, que perdonase al pobre mayordomo, a quien conocía muy bien y con el que tenía vínculos tribales. Yo esperaba una reacción humana y obtuve una reacción mimética. Levantando la voz me preguntó si Franco hubiese aceptado que un servidor de la embajada de Guinea protestase a gritos a altas horas de la noche a las puertas del Palacio del Pardo. Se consideraba ofendido por mi gestión y destituyó al jefe de Protocolo por haberme arreglado la audiencia. Sólo logré que readmitiese a su colaborador, porque el mayordomo siguió meses en el calabozo, donde le llevábamos la comida todos los días. Casi diez años después, cuando lo daba por muerto, tuve la alegría de recibir carta suya desde el Camerún. Visitaba yo a Macías con mucha frecuencia. En una ocasión me dijo que estaba informado de que el general Franco no recibía a los embajadores, lo que estaba pensando imitar. Tuve que decirle que cuando pedía verlo no era por razones protocolarias sino para superar, en beneficio de Guinea y de España, los problemas que se presentaban. Aconsejé a Madrid que, puesto que había sido elegido el candidato que no deseábamos -ni en la Presidencia ni en Exteriores-, hiciésemos de tripas corazón con los gestos necesarios para atenuar, en lo posible, sus recelos. Pero hubo poco que hacer porque prevalecía la idea de que, obtenida la independencia, la Guinea había dejado de ser un tema español. Pero Macías no era nuestro único problema en Guinea. Cada mañana, en los cinco meses de mi misión, se planteaban varias cuestiones insolubles. Y algunas, atípicas y triviales, que alcanzábamos a resolver. Como la que contaré ahora antes de entrar en materias cada vez más graves y dramáticas. Tenía la Guardia Nacional su principal acuartelamiento cerca de la Embajada, lo que me forzaba a soportar los estridentes ensayos de su banda. Una mañana creí oír los compases imperiales de Haydn. Intrigado, mandé a uno de mis compañeros para que averiguase las razones de tan sorprendente opción musical. Volvió con la explicación de que preparaban el himno nacional de los Estados Unidos, para tocarlo en la presentación de credenciales de su embajador. Mi intervención, que nadie por supuesto agradeció, impidió que el enviado yanqui fuese recibido a los acordes del ¡Deutschland über alies! Quiero recordar aquí la ayuda que tuve de mis colaboradores diplomáticos Mariano Baselga, José Maeso y José Cuenca. Éramos una familia unida por la intemperie. Familia a la que se unió el agregado militar, Eduardo Alarcón, gran militar y formidable amigo, el capitán de fragata Molla, comandante de la "Descubierta", así como los asesores españoles de la presidencia guineana. Teníamos la cancillería en mi residencia donde también vivían, al final como en estado de sitio, algunos de mis colaboradores. Los problemas estructurales del nuevo Estado eran inmensos. Su economía sólo era viable mientras subsistiese el régimen proteccionista que beneficiaba a colonizados y colonos a costa del erario español. Para ello hubiese sido necesario contar con un presidente dispuesto a mantener estos vínculos con España sin miedo a ser acusado de dejar neocolonizar el país. Éste, evidentemente, no era el caso de Macías. La producción de madera en Río Muni debía ser limitada si se quería evitar que el bosque quedase definitivamente esquilmado. La producción de cacao sólo era posible con mano de obra extranjera y la presencia de unos treinta mil braceros nigerianos en Fernando Póo, la mayor parte de origen ibo, planteaba un grave problema político en plena guerra de Biafra. Siendo malas las perspectivas económicas a largo plazo, a corto plazo eran dramáticas. En la misma mañana del día de la Independencia había quedado ya claro, -lo vimos- el propósito de Macías de inflar la burocracia estatal. Así se hizo y el primer presupuesto se anunciaba con un agujero de quinientos millones de pesetas. Se creían los gobernantes guineanos con derecho a exigir a España esta cantidad, y aún mucho más, por la supuesta existencia de un "tesoro guineano" depositado en Madrid del que se sentían herederos. Y de ello me hacían responsable personalmente. El ocho de diciembre, dos meses después de la Independencia, aseguró Macías en un discurso que si España no le ayudaba a resolver los problemas económicos del país "echaría al embajador". Mi ministro Castiella, cuando le expliqué la gravedad de los problemas presupuestarios de Guinea, habló con su colega de Hacienda, Juan José Espinosa, al que fui a ver. No era fácil mi gestión porque uno de los argumentos empleados a favor de la independencia de Guinea era que con ella se reducirían los gastos que nos producía la colonia. Y lo que yo pedía era que estos gastos aumentasen. Espinosa comprendió la importancia política del asunto y me ayudó muchísimo. Una misión del ministerio de la calle de Alcalá vino a Guinea, donde los funcionarios españoles de Hacienda habían preparado muy bien sus papeles. Venía esta misión apoyada por una carta de Franco a Macías en la que le prometía la ayuda del Gobierno español para superar esta primera crujía económica. Yo mismo, que nunca he sido capaz de llevar mis propias cuentas, contribuí a la redacción de un proyecto de presupuesto para la Guinea Ecuatorial. Nuestra idea, basada en la diferencia que establecía la Constitución guineana entre gastos ordinarios y gastos de ayuda y colaboración, consistía en que la aportación española se dedicase a los capítulos de educación, sanidad e infraestructuras, mientras los gastos "burocráticos" se afrontarían con los ingresos fiscales guineanos. Pero el déspota quería que pusiésemos los quinientos millones encima de su mesa para dedicarlos a los gastos improductivos que le viniesen en gana. Nuestra deseo de que el presupuesto beneficiase a los más necesitados y contribuyese al desarrollo del país lo consideraba rechazable intromisión neo-colonialista. Buscó también Macías otras fuentes financieras. Pretendió, con amenazas, provocar la munificencia de los finqueros. Cayó después en una extraña combinación que encajaba en el mundo de la picaresca. Unos españoles, aspirantes a caballeros de industria, le hicieron creer qué podía constituirse un "Banco de Guinea" con respaldo privado internacional. Querían que los fondos españoles de ayuda garantizasen la claramente oscura operación. Ya he contado cómo Macías podía ser, junto a desconfiado, candorosamente crédulo. Hice lo posible por ponerlo en guardia y le dije que con la aventura bancaria que le proponían no se trataba únicamente de dañar a España, sino también de engañarlo a él. Le insistí en la buena voluntad del Gobierno español para ayudar al guineano a superar el bache económico. Pero los promotores del "Banco de Guinea" se encargaron, tarea no demasiado difícil, de alentar el recelo del autócrata hacia el embajador de España.(3) No era éste, con ser gravísimo, el único problema con que tenía que enfrentarme. Enumeraré otros. En julio de 1968 había quedado instalada en Santa Isabel una emisora de televisión que fue, llegada la independencia, causa de constantes complicaciones. Recibía yo muy frecuentes llamadas de ministros que se quejaban de que se les dedicase menos tiempo en los telediarios que a sus colegas. El ministro de Asuntos Exteriores protestó por un supuesto prejuicio a favor de los palestinos en los comentarios internacionales. (Supimos después que la delegación guineana ante las Naciones Unidas recibía fondos israelíes). Para acabar con estas reclamaciones propuse que el gobierno de Santa Isabel nombrase un director guineano responsable de los telediarios. Como era de temer no se pusieron de acuerdo entre ellos sobre la persona adecuada. Después de mi marcha hubo una ocasión en que el personal español de la televisión fue llevado ante un pelotón de ejecución que no llegó a cumplir su cometido: se trataba de una macabra advertencia. La obsesión por los contenidos políticos de la información televisada es universal pero en el caso guineano fue, ciertamente, extremada. El aeropuerto de Santa Isabel nos trajo muy incómodas complicaciones. El ministro de Obras Públicas guineano, antiguo empleado del aeropuerto, había almacenado resentimientos de los que quería desquitarse. Hizo la vida imposible a los españoles encargados de la buena marcha técnica del campo. Estas constantes interferencias ponían en riesgo su funcionamiento. Los funcionarios españoles sólo querían garantizar la seguridad de los aterrizajes y despegues, lo que el ministro interpretaba como afán neo-colonialista. Hubo gravísimas dificultades con la sanidad. Los médicos guineanos querían dirigirla desde Santa Isabel y Bata y dejar a los facultativos españoles, en el bosque. Tuvieron que actuar nuestros compatriotas en condiciones muy precarias y en un clima de coacción insostenible. Macías dijo más tarde, para justificar la expulsión de nuestros doctores, que los médicos eran innecesarios ya que cuando actuaban los hechiceros también se moría la gente. Afirmación, como tal, poco controvertible. En muchos de estos problemas había, sin duda, cierto grado de responsabilidad española. Los funcionarios que habían vivido la etapa colonial debían haber sido cambiados. Mis esfuerzos por conseguirlo pincharon en hueso. En muchos departamentos el escribiente pasaba a ser ministro y ocupaba la casa y el coche del director español, que quedaba a sus órdenes. Pude lograr, para aminorar los daños, que fuesen enviados de Madrid, para asesorar al presidente Macías, dos personas de valía excepcional: el magistrado Rafael Mendizábal y el abogado del Estado Félix Benítez de Lugo. A pesar de su inteligencia, su competencia y su buena voluntad fueron totalmente marginados y su influencia sólo se reflejó en la excelente redacción de las disposiciones legislativas y administrativas. Cuando se hubieron ido, sus discípulos llegaron a absurdos tan divertidos como el decreto que, en muy correcta prosa administrativa, declaraba fuera de la ley el confusionismo en el territorio de la República de Guinea Ecuatorial. Hubo una cicatería inicial por parte española que estimuló los enfermizos recelos de Macías. No hablo ahora del grave conflicto presupuestario sino de algunos gestos simbólicos que hubiesen indicado a Macías que no era malquisto por Madrid. Pensaba yo en Francia, que halagaba (en casos como el del Emperador Bokassa hasta el absurdo) a los gobernantes de sus antiguas colonias con atenciones y privilegios. El precio del automóvil que se proporcionó a Macías fue descontado de los fondos de ayuda. No se cedió a los guineanos una casa en Madrid para instalar su embajada lo que, aparte del resentimiento consiguiente, hizo gravitar excesivamente la carga de nuestras complejas y difíciles relaciones sobre la representación española en Santa Isabel, Y, por supuesto, no se produjo invitación alguna al Presidente para visitar en España a su "colega". Todo esto era difícil de obtener de un gobierno gravemente escindido en el que Castiella había perdido fuerza y sólo se mantenía por la resistencia del Jefe del Estado a los cambios ministeriales. Las cosas no hubiesen tenido probablemente remedio, porque la personalidad de Macías se fue degradando con el poder. Sekú Turé, Mobutu, Idi Amin, Bokassa, una serie de personalidades frenéticas que en África se han impuesto por su mayor determinación, responden a una tipología especial. Vi años después una película documental sobre Idi Amin en la que el déspota ugandés ostenta un gesto benévolo detrás del cual empieza a crecer la furia: la sonrisa sigue en los labios cuando la ira ya está en los ojos. Me impresionó esta escena porque en Macías había observado reacciones idénticas. Estas consideraciones podrían parecer contagiadas de racismo si no tuviésemos presente que uno de los países más civilizados de Occidente se dejó también arrastrar por la furia criminal de un paranoico. Los países que han sido colonizados nunca tienen una relación natural con la antigua metrópoli. Tienden a hacerla responsable de todo y si solicitan a veces su intervención protectora rechazan otras cualquier gesto de apoyo. En una ocasión acompañé a un grupo oficial guineano, a cuyo frente estaban el vicepresidente de la República y el ministró de Asuntos Exteriores, a visitar al general Alonso Vega, ministro de la Gobernación. Don Camilo, que ya estaba viejo, dijo, dirigiéndose a mí, lo siguiente: "Mire usted, embajador. De estos señores de Guinea habrá uno que toque el violón, otro el violín y otro el trombón. Pero alguien debe llevar la batuta y ése es usted". Preocupado por el efecto de estas palabras traté de explicárselas a la salida a mis amigos guineanos como muestra del gran interés del general por su país. Vi que mi aclaración era innecesaria: estaban encantados con la visita y con lo que habían oído. Semanas más tarde un gobernante guineano, que no había estado en la visita a don Camilo Alonso, me sorprendió al proponerme que reuniese a los ministros de cuando en cuando, en consejillos informales para darles orientaciones. Me imagino la reacción, en este caso justificada, de Macías si yo hubiese tenido la temeridad de invadir así sus competencias. Una cuestión internacional con la que tuvo que enfrentarse la nueva república, fue la guerra de secesión de Biafra. en la que, no sin lógica, tomaron partido por Lagos. Esto les llevó a interrumpir los vuelos humanitarios a Biafra que, con anuencia española, llevaba a cabo la Cruz Roja desde Santa Isabel. Lo que no dejaba de tener un cierto carácter explosivo cuando la mayor parte de los braceros nigerianos en Fernando Póo eran de etnias vinculadas a la secesión biafreña. Estos braceros, además, encontraban dificultades para seguir transfiriendo sus ahorros a Nigeria. Había también en Santa Isabel un número pequeño, pero influyente, de comerciantes hausas identificados con la unidad de Nigeria. En enero de 1969 me informó el ministro de Asuntos Exteriores, Atanasio Ndongo, de que pensaba asistir a la toma de posesión del Presidente Nixon en Washington. Comenté que me parecía de perlas pero que debía tener en cuenta que a esos actos no iban jamás delegaciones extranjeras por lo que podría encontrar dificultades o desaires. El protocolo norteamericano se las arregló para que no fuese así y Atanasio volvió encantado. Mis relaciones con Atanasio Ndongo pasaron por algún momento difícil. Aunque yo tratase de tenerlo siempre al corriente, le irritaba que negociase las dificultades, cada vez más frecuentes, directamente con Macías. Dado el poder personal que había asumido Macías y su hostilidad hacia Ndongo era la única manera de intentar conseguir algo. En una de mis visitas a Atanasio lo encontré extrañamente distante. Me dio la impresión de que conocía una comunicación mía a Madrid que hablaba de él. Supe después que un colaborador español de Ndongo había visitado a un funcionario menor de la dirección general de África en la Cárcel de Corte, quien se había ausentado unos minutos dejando sobre su mesa una carta mía con comentarios sobre la personalidad compleja del ministro guineano y su adicción a los estupefacientes. Las perspectivas para los españoles en Guinea eran cada vez más inciertas. Es comprensible que arreciasen sus críticas contra el embajador como representante de un gobierno por el que se creían abandonados. Recibí cartas anónimas. En una de ellas un estimable compatriota me calificaba, entre otras lindezas, de "eunuco". No es imposible que fuese la misma persona que al estallar la crisis de febrero me acusó de haber puesto en peligro a los españoles "por defender un trapo". Ya he contado cómo Macías empezó a expulsar españoles, al estilo colonial, sin motivo alguno. En algunos casos a los funcionarios que pensaba podían estorbar la tristemente pintoresca operación del "Banco de Guinea". Lo más grave fue la aplicación de una nueva figura: la expulsión con retención. Se impedía en efecto al funcionario expulso salir de Guinea sin un permiso especial, que se retrasaba indefinidamente. Con todos los españoles como rehenes potenciales estábamos al borde de la crisis, de la que paso a hablar con detalle. Durante los cuatro primeros meses el Presidente Macías había regateado su presencia en el Continente, sintiéndose más seguro en Santa Isabel. Pero se fueron dando circunstancias que lo obligaron a modificar esta actitud. En Fernando Póo le intimidaba el descontento de los braceros nigerianos, el sector más numeroso de la población. En Río Muni, según le habían dicho, su ausencia estimulaba una agitación que podía volverse contra él si no se ponía a su frente. La popularidad de Ondó, además, seguía siendo grande en sus antiguos feudos. Este problema, como tantos otros, acabaría resolviéndolo mediante el asesinato, tras la entrega de Ondó por el Camerún. Los partidarios de Atanasio Ndongo se sentían perjudicados por el reparto de sinecuras en la coalición gubernamental y unos pocos oficiales guineanos de la Guardia Nacional esperaban el momento de alzarse. El partido llamado "Idea Popular de la Guinea Ecuatorial" seguía fiel a Clemente Ateba y a sus viejos proyectos de federación con el Camerún. Este grupo, el más compacto y fanático, azuzaba a unas llamadas "Juventudes¡ Guineanas" constituidas por partidas de desempleados entregadas al pequeño bandolerismo y responsables de agresiones cada vez más frecuentes y graves contra súbditos españoles. Cuando planteé a Macías en Santa Isabel la necesidad de cortar estos desmanes, me contestó que carecía de control sobre Río Muni. . El 13 de febrero de 1968 salió Macías de Santa Isabel para emprender su tercer viaje a Río Muni desde la Independencia. Apenas llegado a Bata pronunció un discurso, al liberar a unos presos, lleno de amenazas para todos los españoles y ofensivo para nuestros oficiales de la Guardia Nacional, a los que insultó ante los nativos. Había decidido, en efecto, encabezar la demagogia antiespañola. Emprendió una gira por el Continente en la que atacó especialmente a los españoles madereros, mostrándose a veces más moderado respecto los que llamaba "españoles de clase media". Lo acompañaban a todas partes, en camiones, miembros de las "Juventudes" que alentaban un clima de excitación nacionalista a costa de los residentes españoles. El sábado 15 de febrero nos plantearon por primera vez la "multiplicidad" de banderas españolas. Desde el 12 de octubre sólo ondeaban en Bata tres, sin protesta alguna: en el acuartelamiento de la Guardia Civil, en la cancillería consular, y en la residencia del cónsul general. No había más banderas españolas en todo Río Muni. Entre las casas que el Estado español había retenido en Guinea, según los acuerdos firmados el día de la Independencia, estaba la que había sido residencia del capitán de la Guardia Territorial, que pasaba a serlo del cónsul general. Era esta casa objeto de los celos y de las apetencias del comandante Tray. Algo conviene decir de este personaje, que desempeñó en aquellos días un papel determinante al poner a Macías en el disparadero. Juan Tray, falangista voluntario en 1936, terminó la guerra como alférez provisional. Hechos los cursos de transformación era en 1968 comandante en el ejército español y el militar guineano de mayor graduación, ayudante de campo del Comisario General. Se caracterizaba por la unción con que abría a sus superiores, entre ellos a mí, las puertas del coche. Macías, que no desconfiaba de él por considerarlo inofensivo, le ascendió a teniente coronel y le puso al frente de su Casa Militar. Su actividad principal era la de turiferario del Presidente. Hombre de pocas luces, fue. presa de una megalomanía creciente impulsada por el recuerdo de las vejaciones de las que creía haber sido objeto durante su inusitada carrera militar española. Me había visitado en Santa Isabel para pedirme que gestionase su ascenso a coronel en el ejército español, que por cierto seguía pagando sus haberes. Me esforcé en escuchar con calma pretensión tan inaudita. Me figuro lo poco que hubiese durado Tray en el mundo de los vivos en la hipótesis, absurda, de haber logrado su aspiración: Macías hubiese visto en el coronel al hombre de Madrid llamado a derrocarlo. Me inclino a pensar que fue Tray, para lograr un anhelo inmobiliario, quien espoleó a Macías haciéndole ver que era inadmisible que enfrente del antiguo Gobierno Civil, donde el presidente vivía cuando estaba en Bata, se alzase la residencia consular española, con su bandera y con los guardias civiles que la protegían. Alguien, al parecer, enseñó a Macías la información de un período de Brazzaville en la que se decía que Bata con tanta bandera bicolor (¡tres!) daba la sensación de estar ocupada por España. (Pude comprobar después que había muchas más banderas camerunesas y gabonesas que españolas en la capital de Río Muni). El 15 de febrero el comandante Tray cruzó la calle para convocar al cónsul general de España por orden del Presidente. Como el cónsul general no estaba en la residencia sino en la oficina, ordenó Tray sin éxito al guardia civil de servicio que arriase una de las dos banderas consulares españolas. Macías se ausentó de Bata momentos después. El vicepresidente Bosío, por orden presidencial, convocó al cónsul general de España, Jaime Abrisqueta, para pedirle que retirase la bandera de su residencia. El cónsul general, hombre valeroso y leal, respondió que no podía tomar ninguna decisión sin instrucciones concretas del Gobierno a través del embajador. Informado por él, pedí instrucciones a la Cárcel de Corte. Me contestaron de Madrid que aunque el mantenimiento de dos banderas consulares era perfectamente legal según los Convenios de Viena, la cuestión era negociable por la vía diplomática normal. Mientras se negociaba mantendríamos la práctica establecida. El día l6 de febrero visité en Santa Isabel al ministro de Asuntos Exteriores, Atinaste» Ndongo. Le dije que el asunto de las banderas de Bata, como casi todos, era negociable y que podrían encontrarse fórmulas para que, dentro de la ley general de Guinea, no hubiese más que una bandera. El ministro, que aquel mismo día salió hacia Addis Abeba, se mostró de acuerdo con este criterio y con que no se arriase entretanto ninguna bandera. Idéntica gestión realicé con el vicepresidente Bosío, encargado en Santa Isabel del despacho de la presidencia de la República, y con el mismo resultado. El domingo 23 regresó Macías del interior a Bata y se enfureció al comprobar que, de acuerdo con lo convenido en Santa Isabel con sus representantes, seguían ondeando las banderas españolas. Convocó al cónsul general Abrisqueta, al que en una violenta escena declaró persona no grata, y mandó al comandante Tray que enviase un piquete de la Guardia Nacional a la cancillería consular. Ocho soldados entraron en el jardín, treparon por la fachada y descolgaron la bandera que posteriormente sería entregada en la residencia del cónsul general. El vicepresidente del Gobierno se. enteró inmediatamente de esta gravísima tropelía por un mensaje que le fue transmitido desde un barco mercante español fondeado en Bata. El almirante Carrero habló enseguida con Castiellla quien nada sabía aún, debido a las precarias y lentas posibilidades de comunicación de la embajada en Santa Isabel. De la conversación del vicepresidente con el ministro de Asuntos Exteriores salió un telegrama en que se me ordenaba actuar "de manera enérgica e inmediata". En el acuartelamiento de la Guardia Civil se había tocado generala y las fuerzas esperaban instrucciones para intervenir. Una interpretación literal de las que yo tenía me hubiese permitido ordenar dicha intervención. Veía sin embargo muy claro que una acción militar española en la Guinea recién independiente no era lo que quería el Gobierno español puesto que con ella nos hubiésemos encontrado con una crisis internacional y con la posibilidad de represalias sangrientas contra los españoles que vivían en las zonas no protegidas por nuestras fuerzas. Con toda la firmeza que fuese necesaria era preciso buscar una solución negociada para el problema de las banderas y para la expulsión del cónsul general, que habían creado enorme y justificadísima exasperación entre nuestros compatriotas. De acuerdo conmigo en todo momento, el coronel Alarcón ordenó a la Guardia Civil de Bata que no se moviese. Como nada podía resolverse en Santa Isabel decidí, después de solicitar nuevas instrucciones al ministerio de Asuntos Exteriores, pedir audiencia al Presidente de la República para el martes 25 de febrero, día en que se le esperaba en Bata después de un recorrido por Río Muni. El 24 había pronunciado Macías el más incendiario, hasta entonces, de sus discursos incitando a la población de Río Benito, adicta a Atanasio, a atacar a los madereros españoles "criminales" en lugar de enfrentarse al Gobierno de Guinea. Añadió lo siguiente: "El blanco lo que tiene que hacer es someterse pues si nos mandaron durante dos siglos ahora el negro también tiene que mandar al blanco y el que no quiera que se le mande que se vaya a su país". Con la aprobación del ministerio de Asuntos Exteriores, había decidido la adopción de una postura de firmeza respecto al honor de la bandera, pero sin cerrar en modo alguno al Presidente la posibilidad de una salida airosa. En cuanto llegué, en la mañana del 25, a la residencia consular quedó izada en ella la bandera española, pero hice llegar al mismo tiempo al Presidente, a través del secretario de embajada José Maeso una carta en la que se proponía una rápida solución negociada. La embajada de España estaba dispuesta a arriar una de las dos banderas si el Gobierno de Guinea dictaba una norma aplicable a todos los consulados. Otra fórmula alternativa sería que las banderas no ondeasen más que los días festivos. Rogaba por otra parte al Presidente que explicase al Gobierno español que -como suponía ser evidente- no había sido su intención ofender el honor de España, su ejército, o su gobierno. También pedía que se reconsiderase la declaración de persona no grata del cónsul general, por el carácter gravé y extraordinario de tal medida. Me recibió el Presidente en presencia del obispo de Bata y del ministro de Educación José Nsué (4). Empezó diciéndome que consideraba inadmisible que en vez de traerle los quinientos millones de pesetas que necesitaba le plantease asuntos sin importancia como el de la bandera, tanto más cuando ésta no había sido quemada sino cuidadosamente doblada. No aceptaba protestas ni reclamaciones porque era a él a quien correspondía protestar por la multiplicidad de banderas. Siendo él quien mandaba en el país estaba en su derecho de quitar todas las banderas que le viniesen en gana y de echarnos de las casas que ocupábamos. La Guardia Civil debía abandonar el país por estar compuesta de asesinos. Todos los oficiales españoles de la Guardia Nacional, incluso su jefe, eran traidores a Guinea. La embajada de España tramaba una conspiración para derribarlo con la complicidad de los madereros, que habían puesto una bomba en Mongomo para intentar asesinarlo. Yo, aún siendo "buena persona", no representaba a España sino a esos empresarios forestales a los que había ayudado para tratar de hacer triunfar en las elecciones a Bonifacio Ondó, por lo que no podría seguir en la Guinea Ecuatorial. Todo esto lo dijo Macías en tono fríamente airado. Le contesté que el honor de la bandera de España no era cuestión baladí y que el Presidente hubiese reaccionado de parecida manera si se hubiesen ofendido sus colores. Que mi intención había sido acordar una solución honorable. Que entre países soberanos los asuntos se negocian y no se resuelven mediante decisiones unilaterales. El propio Jefe del Estado español no tenía la facultad de dar órdenes al encargado de negocios de Guinea en Madrid. Le recordé mis esfuerzos constantes para resolver los incidentes planteados de manera amistosa y cómo en ocasiones había actuado, y eso lo sabían bien sus ministros, como abogado en Madrid de los intereses de Guinea. Rechacé las acusaciones contra los militares españoles. Me esforcé en mantener la calma y en hablar en tono respetuoso. Le dije finalmente que el Gobierno español deseaba seguir ayudando al pueblo guineano en sus primeros pasos independientes, y que también lo deseaban los españoles residentes en Guinea. Pero que ello no sería posible a costa del honor de España y de la seguridad de sus súbditos. La cuestión de la bandera, que había desencadenado la crisis, quedó superada puesto que el Presidente firmó una orden, cuya redacción había preparado yo, por la que de acuerdo con lo sugerido por nosotros se establecía que en todas las representaciones diplomáticas y consulares extranjeras no hubiese más que una bandera. En cuanto recibí este papel hice arriar la bandera de la residencia consular, que es la que había causado la irritación presidencial. Fui llamado por Macías una segunda vez en presencia, no ya del Obispo sino del ministro de Justicia Jesús Eworo (5), para hablarme de una supuesta huelga de maestros. (Lo que había sucedido en realidad era que los alumnos blancos, ante el clima de inquietud, no habían ido a las escuelas). Una tercera vez me llamó el Presidente para comunicarme formalmente que era persona no grata y debía abandonar el país. Apenas había vuelto a la residencia consular, me visitaron el ministro de Justicia, y el comandante Tray para darme un escrito, sin duda preparado con anterioridad, ordenándome la evacuación inmediata de dicha casa, cuya ocupación era contraria "a la soberanía de Guinea". Consideré que este escrito, por su contenido y su tono inadmisible, impedía, al menos de momento, cualquier posibilidad de diálogo. Dije al ministro y al comandante que la cuestión de la casa tenía menor, importancia pero que intentar expulsarnos de ella era una gravísima ofensa al Estado español que yo representaba. La crisis había estallado a pesar de haberse resuelto el problema de las banderas. Quiere esto decir que sus causas eran otras. En primer lugar el hueco presupuestario de los quinientos millones de pesetas. (Ya había dicho Macías, en diciembre, que si no las recibía echaría al embajador de España). Como hemos visto, esta cuestión también estaba resuelta por la actitud positiva del ministerio de Hacienda de España, aunque hubiese que trabajar las modalidades de la ayuda. Fueron los españoles inspiradores del "Banco de Guinea" quienes persuadieron a Macías eje que nunca recibiría ayuda económica de Madrid. En cuanto al detonante concreto de la crisis, lo sucedido en la mañana del 25 de febrero parece indicar que las apetencias del comandante Tray por la residencia del cónsul general jugaron un papel fundamental. Dado nuestro ánimo negociador también se hubiese podido encontrar una fórmula para trocar por otra la residencia consular. Si Macías no esquivó este enfrentamiento, sino que lo agravó, fue por una serie de motivos racionales e irracionales. Hemos visto cómo optó por ponerse al frente de los agitadores de Río Muni, antiespañoles pero enemigos suyos también. Al chocar con España lanzaba Macías un ¡viva Cartagena! que distrajo hacia nosotros la agitación. Calculó, y acertó en ello, que las fuerzas españolas no se moverían. Pero se equivocó muy gravemente al creer a quienes le decían que Guinea tenía otras fuentes de recursos internacionales que podrían sustituir a la ayuda española. A lo largo de estas últimas páginas he ido señalando algunas características de la personalidad de Francisco Macías. En su identificación con los gobernadores coloniales no podía aceptar protestas de nadie por muy fundadas que fuesen. Cuanta menos razón tenía, más vehemente era su reacción. No había nada ya que hacer con él. Ante lo que se nos venía encima pensé que nuestro deber principal era evitar una matanza de españoles. Así se lo dije a los oficiales de la Guardia Civil y de la Nacional que vinieron a verme al consulado. Les pedí que explicasen la situación a los españoles que estaban en el bosque y que los protegiesen, escoltando a los que, por sentirse amenazados, marchasen hacia Bata. En ningún caso debían realizar acto de ocupación militar. A los oficiales de la Guardia Nacional calificados de traidores por Macías, les dije que a partir de ese momento su única lealtad debía de ser hacia España. Gracias a la presencia de ánimo del capitán Navarro, que mandaba en Bata la primera Compañía Móvil de la Guardia Civil se pudieron librar muchos españoles de las iras de las "Juventudes". En esta tarea de protección de nuestros ciudadanos fue decisiva también la presencia en aguas de Bata de la fragata "Descubierta", que vino inmediatamente desde Santa Isabel con el coronel Alarcón a bordo. Este ejercicio de "diplomacia de cañonero" nos permitió disuadir sin ocupar. El coronel Eduardo Alarcón, con tanta inteligencia como entereza, negoció con Macías la salida de los españoles, militares algunos, que estaban en situación más difícil. A mi regreso a Santa Isabel, en la misma tarde del 25, se habían , tomado algunas medidas de precaución para asegurar la seguridad y , el tráfico del aeropuerto mediante la Guardia Civil. Mi preocupación, era evitar cualquier actuación de nuestros guardias que no fuese imprescindible para la seguridad de los españoles. Consulté con los mandos militares y su opinión, prácticamente unánime, coincidía con la mía: convenía mantener las fuerzas móviles en reserva en espera de instrucciones concretas de Madrid. Entre tanto la presencia de la Guardia Civil debía ser lo más discreta posible a fin de evitar incidentes e impedir que Macías alegase, como lo hizo mendazmente en mensaje a las Naciones Unidas, que España recolonizaba por la fuerza de sus armas la Guinea Ecuatorial. Tuve inmediatamente conversaciones con los ministros que estaban en Santa Isabel. Solamente los que eran de etnia fang se mostraron reticentes mientras los demás estaban entre apesadumbrados y espantados por la actitud de Macías. Siempre con el propósito de seguir dejando abierta las vías para una cada vez más improbable solución negociada, aseguré a los ministros, como era cierto, que las medidas precautorias adoptadas no implicaban amenaza alguna contra el Gobierno de Guinea. Se produjo un grave incidente al disparar unos tiros al aire los guardias civiles que se sentían acosados por la Guardia Nacional, que se dio a la fuga. En vista de ello el comandante de la Guardia Civil y yo negociamos un modus vivendi con los ministros guineanos por el que quedaban en el aeropuerto cuatro guardias civiles y cuatro nacionales mientras se establecía una patrulla mixta para mantener la seguridad en la ciudad de Santa Isabel. La noche del miércoles 26 transcurrió tranquila en Santa Isabel. Los ministros me convocaron para anunciarme que el Presidente había hecho un llamamiento a la calma y a la paz y pedirme que para evitar incidentes hiciera otro tanto. Me ofrecieron la radio para que dijese a los españoles que no corrían peligro. Les repuse que antes de tomar una decisión de tal importancia debía examinar la situación real. De regreso a la Embajada pude comprobar que el supuesto llamamiento de Matías, difundido por la radio de Bata, aunque empleaba de pasada las palabras "paz" y "tranquilidad" era absolutamente inflamatorio y acusaba a la Guardia Civil y al propio representante de España de haber lanzado una conspiración contra el pueblo de Guinea. Enseñé el texto a los ministros, que fingieron no conocerlo, y les rogué que tomasen medidas para que no fuese difundido por la Radio de Santa Isabel puesto que sin duda provocaría el pánico de los españoles de la isla, que todos queríamos evitar. Los ministros estaban dispuestos a ello, pero recibieron instrucciones directas de Macías para que la radio isabelina repitiese constantemente el peligrosísimo texto. Los españoles de Río Muni, muy justificadamente alarmados, habían decidido iniciar su repliegue hacia Bata. Hubiese sido irresponsable por mi parte tranquilizarlos y aconsejarles seguir en sus lugares de trabajo cuando Macías seguía azuzando a las turbas contra ellos. Siempre por orden del Presidente se tomaron el jueves en Santa Isabel una serie de medidas que agravaron la situación y atemorizaron a los españoles. La Guardia Nacional ocupó el aeropuerto, del que -para evitar choques fatales- se había decidido retirar a los guardias civiles. La Guardia Nacional guineana, empezó a ocupar la ciudad y fueron distribuidas armas a algunos particulares. Guardias "nacionales" rodearon la Embajada de España. Dije al ministro de Obras Públicas, encargado de la Defensa Nacional, que sobre el Gobierno de Guinea recaía íntegramente la responsabilidad del pánico provocado por sus medidas. Se transmitió el 28 un discurso de Macías de desenfrenada demagogia. La Guardia Civil y el embajador de España se habían convertido en sus cabezas de turco. Es evidente que Macías (que antes había contado con la Guardia Civil como freno a la Guardia Nacional) se había dado cuenta de que con el incidente dé las banderas se había ganado de manera definitiva la hostilidad de las Compañías Móviles de la Guardia Civil. Los ministros residentes en Santa Isabel, que a pesar de todo habían seguido manteniendo conmigo un diálogo cordial, empezaron a evitar, por orden de Macías, verme por separado y en nuestros encuentros tenían que estar presentes, vigilándose, los cinco. Convocaron una vez al mínimo cuerpo diplomático, del que yo era decano, como único embajador. El ministro de Sanidad leyó un memorial en que se daba la deformada visión oficial de los hechos. Como no había nadie capaz de traducirlo se produjo una situación extraña que decidí romper. Con la máxima frialdad asumí el papel de intérprete y traduje al francés y al inglés lo leído en castellano por el ministro Pedro Econg, sin suprimir por supuesto las referencias poco gratas a mi persona. A continuación rebatí el memorial en los tres idiomas. Entretanto Macías volvía a recorrer Río Muni con discursos cada vez más violentos. Dijo por ejemplo, el día 28 en Bindung que "el embajador de España sería tumbado". En discursos anteriores me había acusado de retener la famosa casa consular, de ordenar actos provocativos, de haber trabajado para que se aprobase la Constitución guineana en el referéndum y de haber apoyado a Ondó. "Ya no le queremos, hermanos" dijo refiriéndose a mí. Al mismo tiempo pedía -lo hizo también en telegrama al Jefe del Estado español- la retirada de la Guardia Civil. No sin astucia el Presidente Macías había centrado sus ataques en el embajador sin involucrar en ellos al Gobierno español. Así se lo conté por teléfono a Castiella, quien me dijo que no lo tomase personalmente pues "no ofende quien quiere sino quien puede". Le contesté que en modo alguno estaba herido mi amor propio. Aunque Macías nunca había puesto plazo a mi salida de Guinea después del telegrama declarándome persona no grata, mi regreso a Madrid podía, al darle satisfacción, aliviar la tensión. Estaba claro que yo había perdido toda validez como interlocutor de Macías y mi único papel útil era el de fusible. Aceptado este criterio fui llamado a Madrid, según la fórmula establecida, en consulta. Decidida mi marcha para el día primero de marzo fui convocado por los ministros guineanos que querían despedirse de mí. Lo hicieron de manera emocionada y contrita. Yo también me emocioné al darles un último abrazo. Todos fueron perseguidos más tarde por Macías y los más murieron por orden suya. En el aeropuerto me encontré con Atanasio Ndongo, quien llegaba de España en el avión que yo iba a tomar. Insistió en que yo iba a Madrid para informar y que volvería muy pronto. No fue así. En Barajas me recibieron muchos compañeros de la Carrera Diplomática que quisieron expresarme su solidaridad. Fueron momentos de emoción grande y compleja. El día 5 de marzo dio Atanasio Ndongo su golpe de Estado, trágicamente fallido. Macías se refirió siempre a este hecho, incluso en su proceso, como "el golpe del embajador Duran". Alguna vez he dicho que si hubiese sido mío no habría fracasado. No había en esta "boutade" la menor petulancia puesto que hubiesen seguido "mi" golpe dos compañías móviles de muy aguerridos guardias civiles. Mi primera embajada había sido, evidentemente, un fracaso. Los meses que pasaron hasta que tuve un nuevo destino fueron muy amargos. Los acontecimientos de Guinea pasaban por mi cabeza como una película en la que buscaba, obsesivamente, lo que hubiese podido hacerse de otra manera para alterar el triste resultado final. Mis jefes y amigos no me abandonaron. Don Fernando María Castiella tuvo el gesto de solicitar y obtener para mí una importante condecoración. Mis amigos guineanos, y los que lo habían sido menos, fueron cayendo asesinados. Sentí el dolor de estas muertes violentas. Incluso la de Francisco Macías, víctima de su locura y de quienes lo auparon a pesar de ella" ___________________ (*) El t |
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La aventura colonial
PIEDRA DE TOQUE Catorce naciones regalaron en 1885 un inmenso territorio al rey de los belgas, Leopoldo II. Congo vivió un horror comparable al Holocausto, sin que haya recaído sobre el monarca ninguna sanción moral MARIO VARGAS LLOSA EL PAÍS Opinión 28-12-2008 Durante muchos siglos, la empresa colonial fue transparente: un país, aprovechándose de su fuerza, invadía a otro más débil, se apoderaba de él y lo saqueaba. Nadie ponía en cuestión semejante estado de cosas porque se trataba de algo que se venía practicando desde la noche de los tiempos y todos, colonizadores y colonizados, aceptaban o se resignaban a esta cruda realidad como a una fatalidad inevitable, consustancial a la historia. El descubrimiento y conquista de América por los europeos introduce una importante variante. Por primera vez y por razones religiosas el colonizador se interroga a sí mismo sobre la justicia de la empresa colonizadora y, en acalorados debates de juristas y teólogos, se arma de razones, humanas y divinas, para justificar sus conquistas. Desde entonces, sin dejar de ser lo que fue siempre, es decir, un acto de fuerza y de rapiña, la colonización se atribuye a sí misma una misión evangelizadora y civilizadora: desanimalizar a quienes viven en estado feral y humanizarlos gracias al cristianismo y a la cultura occidental que aquél inspira. Para que este objetivo tenga algún viso de realidad es imprescindible establecer como un hecho indiscutible, científico, que el colonizado carece de los conocimientos y luces indispensables para juzgar por sí mismo lo que más le conviene, pues se trata de un ser desvalido y primario cuyos intereses y conveniencias son mejor percibidos por la potencia que a partir de ahora ejercerá sobre él la tutela colonial, una forma de autoridad benévola. Sin embargo, en el siglo XIX, las empresas coloniales europeas en el África y el Asia olvidan casi este prurito de justificación religiosa y moral e invaden y ocupan territorios, que empiezan a explotar de inmediato, sin otra explicación que la necesidad de proveerse de materias primas, ampliar sus mercados o contrarrestar el crecimiento y poderío de los imperios rivales. Cuando Hitler, en Mi lucha, explica que en el programa del Partido Nacional Socialista figura en lugar prominente la adquisición, por las buenas o las malas, de colonias para instalar los excedentes demográficos del pueblo alemán, no hace más que poner sobre papel lo que casi todas las grandes potencias europeas habían venido haciendo, cierto que sin decirlo con tanta claridad, desde el siglo XV. La excepción era la pequeña Bélgica, país más bien reciente y, ay, sin colonias. Esta condición entristecía y desmoralizaba a su soberano, Leopoldo II, cuya energía, ambiciones y sobresaliente inteligencia desbordaban por los cuatro costados las fronteras del diminuto reino que le había asignado la Providencia. Entonces, él, sin amilanarse, se dio maña para conseguir mediante la astucia, la paciencia, la intriga y la diplomacia lo que los grandes países colonizadores habían logrado a través de los ejércitos y la matanza. Por increíble que parezca, Leopoldo II convirtió a Bélgica en una gran potencia colonial sin disparar un solo tiro. Para ello, primero, en un trabajo diligente y genial que le tomó muchos años, se fraguó una imagen de monarca humanitario, altruista, condolido por la suerte de los salvajes y paganos de este mundo, que sedujo a la opinión pública de Europa y de los Estados Unidos. Invirtiendo en ello el dinero de su reino y el suyo propio, fundó asociaciones benéficas y centros para combatir la esclavitud que hacía estragos en el África Occidental, costeó el viaje de misioneros a esas regiones bárbaras, impulsó investigaciones, estudios y publicaciones sobre las condiciones de vida de las tribus africanas que todavía practicaban el canibalismo y eran diezmadas por los traficantes árabes que, partiendo de la isla de Zanzíbar, practicaban la trata, y peroró sin tregua, en orquestadas manifestaciones públicas, exigiendo a las grandes potencias que intervinieran para poner fin a aquella lacra indigna que era el comercio de carne humana en los mares del mundo. La campaña dio el resultado que esperaba. En febrero de 1885, catorce naciones reunidas en Berlín, y encabezadas por Gran Bretaña, Francia, Alemania y los Estados Unidos, le regalaron a Leopoldo II, a través de la Asociación que él había creado para ello, todo el Congo, un inmenso territorio de más de un millón de millas cuadradas, es decir unas 80 veces el tamaño de Bélgica, para que "abriera ese territorio al comercio, aboliera la esclavitud y cristianizara a los salvajes". No había un solo africano presente en aquel Congreso y no hay un solo indicio de que alguien en Europa o Estados Unidos -político, periodista o intelectual- se preguntara siquiera si era aceptable que la suerte de ese inmenso país fuera decidida de este modo, por 14 naciones advenedizas, sin que un solo congolés hubiera sido siquiera consultado al respecto. Seguro de lo que iba a ocurrir en el Congreso de Berlín, Leopoldo II ya se había adelantado, desde un año antes, a operar en el territorio que de la noche a la mañana lo convirtió en el amo de un formidable imperio. Para ello había contratado al célebre explorador galés-norteamericano Henry Morton Stanley, el primer europeo en recorrer los varios miles de kilómetros del río Congo, desde sus nacientes, en el África Oriental, hasta su desembocadura en el Atlántico. En una expedición que es una mezcla de grotesca pantomima cínica y proeza etnológica y geográfica, entre 1884 y 1885, los expedicionarios enviados por Leopoldo II recorrieron buena parte del Alto y Medio Congo repartiendo cuentecillas de vidrios de colores y retazos de tela en 450 aldeas y villorrios africanos y haciendo "firmar" contratos -los llamaban "tratados"- en los que los caciques y jefes indígenas, que no tenían idea de lo que firmaban, cedían la propiedad de sus tierras a la Asociación Internacional del Congo, se comprometían a dar hombres para que trabajaran en las obras públicas que aquella institución emprendiera -caminos, depósitos, puentes, embarcaderos-, cargadores para transportar los bultos y materiales, a proveerla de brazos para la recolección del caucho y a alimentar a los peones, funcionarios y soldados y policías que vinieran a instalarse en sus dominios. De manera que cuando las grandes potencias le entregaron el Congo, Leopoldo II ya tenía en sus manos 450 "tratados" en los que los congoleses legitimaban mediante sus firmas aquella donación y le entregaban sus vidas y haciendas. A diferencia de otras colonizaciones, en que los invadidos resistieron de alguna forma al colonizador y le infligieron algunos daños, en el Congo prácticamente no hubo resistencia. Los congoleses no tuvieron tiempo ni posibilidades de resistir a un sistema que cayó sobre ellos -una miríada de culturas y pueblos desconectados entre sí- como una malla inflexible en la que perdieron, desde el principio, toda libertad de iniciativa y movimiento, y en el que fueron sometidos a una explotación inicua, las 24 horas del día, hasta su extinción. Los castigos, para los recolectores que no entregaban el mínimo exigido de látex, eran brutales. Iban desde los chicotazos hasta las mutilaciones de manos y pies -a las mujeres y a los niños primero, y luego a los propios trabajadores- hasta el exterminio de aldeas enteras, cuando se producían fugas masivas o aquellas comunidades no cumplían con la obligación de alimentar a sus verdugos como éstos esperaban. Hace un año que leo testimonios diversos -de misioneros, viajeros, aventureros o de los propios colonos- sobre estos años del Congo y todavía no me cabe en la cabeza que fuera posible una monstruosidad tan atroz, un genocidio en cámara lenta semejante, sin que el mundo llamado civilizado se diera por enterado. Cuando aparecen las primeras denuncias en Europa, por boca de pastores bautistas norteamericanos, hay una incredulidad general. Y los plumíferos alquilados por Leopoldo II actúan de inmediato en la prensa hundiendo en la ignominia a aquellos denunciantes y llevándolos ante los tribunales por calumnias. Durante un cuarto de siglo por lo menos el Congo fue desangrado, esquilmado y destruido en una de las operaciones más crueles que recuerde la historia, un horror sólo comparable al Holocausto. Pero, a diferencia de lo ocurrido con el exterminio de seis millones de judíos por el delirio racista y homicida de Hitler, ninguna sanción moral comparable a la que pesa sobre los nazis ha recaído sobre Leopoldo II y sus crímenes, al que muchos europeos, no sólo belgas, todavía recuerdan con nostalgia, como un estadista que, venciendo las limitaciones que la historia y la geografía impuso a su país, hizo de Bélgica por unos años un país imperial. La verdad es que detrás de la behetría y las violencias en que se debate todavía ese desdichado país se delinea la mortífera sombra de ese emperador que conquistó el Congo sin disparar un solo tiro y consiguió en menos de 20 años aniquilar a por lo menos 10 millones de sus súbditos africanos. © Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Diario EL PAÍS, SL, 2008. © Mario Vargas Llosa, 2008. http://www.elpais.com/articulo/opinion/ave...lpepiopi_11/Tes |
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Ni en Guinea: Obiang también da la espalda a los proyectos de 'El Pocero'
Alejandra Ramón 9:24 - 28/12/2008 El viceministro de Hacienda del país africano asegura que los proyectos del constructor son fantasmas. "Si su satisfacción está en mentir y decir cosas que no son reales es su problema, se burla de sí mismo". Con estas duras palabras calificó Melchor Esono, viceministro de Hacienda del Gobierno de Guinea, los proyectos que El Pocero explicó a varios medios de comunicación en España. Los delirios de grandeza de Francisco Hernando son de sobra conocidos en nuestro país. Sin embargo, a Guinea Ecuatorial le ha pillado por sorpresa. Es cierto, que El Pocero tiene interés en edificar en ese país, pero lo único que logró fue un compromiso del viceministro segundo de Guinea, Aniceto Ebiaka, de crear una empresa mixta con el Gobierno. El proyecto fue finalmente rechazado por las noticias que varios colaboradores guineanos residentes en España enviaron al Ejecutivo, con el objeto de prevenirles sobre la forma de actuar del empresario. "Queremos españoles serios" explicó Esono en una conversación telefónica con elEconomista. El viceministro relató sus experiencias con Francisco Hernando, tras asegurar que un proyecto de más de 2.000 viviendas por promoción en Guinea es completamente "irreal". El primer proyecto que cayó en manos del viceministro de Hacienda fue el de un polígono industrial. Sin embargo, el Gobierno consideró que las posibilidades de que se convirtiese en un polígono fantasma sin empresas eran muy altas. "Cuando le preguntamos quien ocuparía esos terrenos, nos contestó que ya se buscarían empresas", explica Esono, que asegura que lo que no va a hacer el Gobierno de Guinea es invertir dinero en un proyecto que no sabemos si va a ser útil o no. "Si nos hubiese hablado del interés de alguna compañía por asentarse en Guinea, posiblemente lo hubiésemos aceptado porque aquí hacen falta industrias, pero tal y como lo planteaba no era posible". Proyecto fantasma Melchor Esono es una de las personalidades más importantes de Guinea Ecuatorial después del presidente, Teodoro Obiang, y el primer ministro, Ignacio Milam, puesto que se encarga de las finanzas del país. Precisamente por ello, afirma con rotundidad que no existe ningún documento firmado, no hay ningún proyecto de viviendas y ni siquiera se ha creado la empresa mixta "y mucho menos con 1.000 millones de euros de capital social, que enseñe el documento que lo acredita", pide Esono. Desconoce por qué motivo El Pocero ha explicado esos proyectos en España, pero afirma que "el dinero del Gobierno no es para crear ciudades fantasma". Lo que más impresionó a Esono es la cantidad de viviendas que Francisco Hernando pretendía edificar, básicamente porque la población de Guinea es de algo más de un millón de habitantes y porque su extensión es de unos 28.000 kilómetros cuadrados. "Nuestro país es muy pequeño y no sé ni dónde piensa construir una ciudad de semejantes dimensiones ni quien la ocuparía, es irreal", repite. Hernando no es, sin embargo, el primer español que se acerca a este país para construir y el problema es que todos los que muestran interés "no son serios". Guinea, que fue colonia española, y continúa con el español como idioma oficial, así como con las costumbres y tradiciones que allí implantaron los colonos, desea atraer a empresas y empresarios españoles, pero hasta la fecha no ha tenido suerte. De hecho las empresas que han construido allí son francesas, libanesas, árabes y chinas. Los franceses están terminando de rematar dos campos de fútbol que servirán para celebrar el próximo Mundial de Fútbol de países africanos. Precisamente por ello, que El Pocero asegure que va a edificar un campo de fútbol en aquel país carece de sentido para las personas consultadas por elEconomista. Se adelantan a 'El Pocero' Lo único que parece cierto es que si Francisco Hernando consigue que venza su astucia y a pesar de todas las negativas logra llegar a un acuerdo satisfactorio para él y el Gobierno, la mano de obra tendrá que llegar de España o de cualquier otro país, porque allí resulta difícil encontrar mano de obra cualificada. Así lo explica Ramón López, presidente de la inmobiliaria Maexpa que posiblemente sí construya en Guinea Ecuatorial. "En estos momentos estamos estudiando con sociedades guineanas dos proyectos muy importantes tanto para nosotros como para ellos", asegura. Son dos promociones de 1.000 viviendas en Bata y Malabo respectivamente, de varias categorías, desde apartamentos hasta chalets. Las conversaciones y negociaciones comenzaron hace varios meses y aunque van por muy buen camino, Ramón López no quiere precipitarse ya que "en África todo va lento". Sin embargo, asegura que todo tiene muy buen aspecto, han recibido mucha colaboración, pero prefiere ser prudente ya que "es muy importante comenzar con buenos cimientos y estamos totalmente convencidos de que es un país con grandes recursos y con gran futuro" Consulte la información completa en la edición de fin de semana de diario elEconomista. http://www.eleconomista.es/empresas-finanz...-fantasmas.html |
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Estoy estudiando la descolonización de Guinea.Me parece muy interesante la polémica entre Herrero de Miñón y García Trevijano. He encontrado algunos artículos que espero sean vuestro interés. CITA La Conferencia Constitucional y la independencia de Guinea Ecuatorial en las "Memorias de estío" de Miguel Herrero de Miñón (*). "En enero de 1968 terminaba los estudios de filosofía en Lovaina cuando, a través de la embajada española en Bruselas, recibí el recado de ponerme en comunicación con el ministro de Asuntos Exteriores. Castiella me pidió que volviese inmediatamente a Madrid a fin de asesorar la preparación y celebración de la segunda fase de la Conferencia Constitucional para la independencia de Guinea Ecuatorial. Su jefe de gabinete, Marcelino Oreja, le había hablado de mis investigaciones sobre el derecho constitucional de la descolonización. Así lo hice el 21 de febrero de 1968, tras despedirme apresuradamente de mis asombrados maestros Antoine Vergote y Alphonse de Waelhens, reacios a comprender aquel rápido paso de la fenomenología a la política. Conocía a Castiella como amigo que era de mi padre; en varios encuentros veraniegos, había tenido ocasión de charlar con él o, más bien, de escucharle; y con Marcelino Oreja tenía una buena relación que los años han transformado en respeto mutuo y amistad. Pero es claro que nunca había visto trabajar a un equipo ministerial como aquél y en el que se integraban personas de diversa valía y talante. Sin duda se puede discrepar de muchos aspectos de la política exterior de Castiella y el juicio, atendiendo a los resultados, no puede ser optimista. Pero es preciso reconocer que, merced a una tenacidad ejemplar, puesta al servicio de una altísima idea de la dignidad del Estado y de su servicio en el exterior, el ministro y su equipo consiguieron dar a luz una concepción del interés nacional todavía vigente y crear en nuestra carrera diplomática una escuela de pensamiento. El proyecto de Castiella, tal como, una noche de aquel mes de febrero, me lo expuso en su despacho de Santa Cruz, no carecía de cierta grandeza e indudable viabilidad, aunque hubiera requerido una política interior muy diferente. Se trataba, según el ministro, de conducir rápidamente hasta la independencia a Guinea Ecuatorial primero y al Sahara después, y establecer con ellos íntimos lazos de cooperación de modo que, asumiendo un coste económico no pequeño, España pudiera, en gran medida, determinar su política exterior. Con ello, el político bilbaíno confiaba en obtener tres objetivos: dos votos más para España en las Naciones Unidas, importante baza a jugar en contenciosos presentes y futuros; contrapesar desde el Sur las apetencias marroquíes, estableciendo una alianza entre el futuro Sahara, vinculado a España, y Mauritania, y, en fin, no sólo dar muestras de buena voluntad hacia el Tercer Mundo, sino conseguir dos vías de entendimiento con él. Sin duda el problema de Gibraltar, que ya entonces obsesionaba a Castiella, pesaba mucho en este diseño estratégico y no dejó, a mi juicio, de contribuir a su frustración. Pero si estas bazas se pensaban jugar indudablemente en pro de la reivindicación española, su alcance se pretendía mucho más permanente. Desde mi llegada hasta mediados de abril estuve dedicado a preparar, a más de la fórmula de acceso a la independencia (1), dos extremos claves. Ante todo, la elaboración de un anteproyecto de constitución donde tuve ocasión de aprovechar materiales recopilados y utilizados en las investigaciones anteriores ya mencionadas. Recuerdo que con la ayuda de hombres de buen criterio como Oreja, Cañadas y Moro conseguí descartar las peores opciones, entre otras la de exportar las instituciones del régimen español, y establecer, como postura de reserva, un texto muy simple. Sin otra parte dogmática que la Declaración Universal de Derechos del Hombre; un sistema de gobierno neoparlamentario de ejecutivo prácticamente monocrático, equilibrado por un vicepresidente del Gobierno sin específicas competencias; un gabinete dependiente del presidente; y una estructura regional con competencias autonómicas amplias y tasadas y una participación en el Gobierno, como ministros sin cartera, de los dos presidentes regionales. El segundo extremo, ya planteado al elaborarse la Constitución, era el sistema electoral y que, según el criterio del Gobierno, debía consignarse en una Ley Electoral a elaborar en la propia Conferencia. Mis conocimientos en la materia no eran grandes y comprobé que los de los supuestos expertos que se movían en torno de aquella tarea eran todavía menores que los míos. Yo conocía desde hacía años, por razones familiares y académicas, a un diplomático excepcionalmente inteligente y que había dedicado mucho tiempo y energía al estudio de los sistemas electorales, Francisco Condomines. Reclamé su venida en comisión de servicios y colaboramos íntimamente durante varios meses hasta el final de la Conferencia Constitucional. Condomines me convenció de las ventajas del sistema proporcional para afrontar una situación como aquélla. Yo estaba bajo la influencia de las tesis de Duverger y de Rae (2), según las cuales, mientras el sistema electoral mayoritario simple conduce al bipartidismo, el sistema proporcional fomenta la proliferación de partidos y evita las mayorías absolutas. Ahora bien, Condomines me demostró que lo primero conducía al partido único si el sistema mayoritario era de lista nacional y aun provincial, y que la alternativa no podía ser otra que los distritos uninominales, muy convenientes cuando ya existía un sistema de partidos, pero que, en caso contrario, atomizarían la representación, eliminando cualquier gran fuerza política y dando el poder a los notables locales. Por otra parte, el sistema proporcional permitía la representación de diversas minorías territoriales o étnicas, sin necesidad de acudir a la tosca fórmula de reserva de escaños, y si se exigía listas electorales completas, cerradas y bloqueadas, simplificaba extraordinariamente el escrutinio y fortalecía la estructura de los partidos. Todo eso nos parecía deseable para Guinea y así lo hicimos aceptar por la parte española. Pero esta opción que, al final, fue fútil en Guinea Ecuatorial resultó trascendental, y sus consecuencias llegan a la vigente Constitución y legislación electoral española, como explicaré en capítulos posteriores. Los instrumentos legales de la independencia estaban ya preparados y los borradores constitucional y electoral listos. Yo trabajaba en un despachito del palacio de Santa Cruz redactando una nota informativa final, cuando la puerta se abrió, con cierta violencia, y entró en mi cubil el ministro Castiella seguido a respetuosa distancia por Marcelino Oreja. Dejé de teclear y me levanté. «No soy Napoleón», dijo Castiella, y yo lo confirmé, como hubiera hecho un personaje de Wodehouse: «No, señor ministro; no lo es.» «Pero como Napoleón», continuó nuestro canciller, «condecoro a mis hombres en el campo de batalla». Abrió un estuche. Me prendió en el pecho la encomienda de número del Mérito Civil, alegando mi juventud para no darme la Gran Cruz. Me rogó continuara trabajando durante la fase de la Conferencia Constitucional que comenzaba días después. Me abrazó y se fue dejando que Oreja me felicitase y entregase un sobre con cincuenta mil pesetas. Para mí, aquel episodio, por minúsculo que sea, retrataba bien a Castiella y a muchos hombres de su generación. La indudable experiencia se diluía en exceso de ingenuidad. El sentimiento de la grandeza de la propia función se realzaba por una dosis de modestia que hoy es inimaginable. No creo que Castiella se sintiera importante de suyo ni por ser ministro, sino por la alta función que quería y creía ejercer. * * * La segunda fase de la Conferencia Constitucional comenzó, formalmente, el 17 de abril con un discurso solemne de Castiella y, de hecho, en dos sesiones de mañana y tarde el día 19 del mismo mes. La mesa la constituían Sedó, en representación del ministro, Mañueco y Cañadas; la delegación española se componía de representantes ministeriales, entre los que destacaba, por vocación y dedicación, un jurista excelente, Marcelino Cabanas, los militares, siempre racionales, y el ya prometedor político Rodolfo Martín Villa, escindido entre su fidelidad a López Bravo, del que era director general, y su comprensión y simpatía hacia la política aperturista de Castiella. La delegación guineana agrupaba a representantes de las instituciones de autogobierno, organizadas desde 1963, y de las fuerzas políticas de hecho existentes. Condomines y yo asistimos desde la tarde del día 19 de abril hasta el 27 de mayo, en calidad de Comité Técnico. Pese a su alto nivel económico de entonces sobre la media africana, la situación de Guinea no era muy alentadora. Las instituciones de gobierno estaban desprestigiadas y sus dirigentes tachados de colaboracionistas (v. gr. el presidente Ondo Edu). Existía un movimiento nacionalista de organización prometedora e implantación global, con un programa occidentalizador y unos dirigentes y cuadros aceptables (el MONALIGE, con Atanasio Ndongo y Saturnino Ibongo a la cabeza). Había movimientos personalistas y oportunistas de todo tipo (agrupados en el MUNGE) y pseudoorganizaciones étnicas múltiples. La minoría más importante eran los bubis, autóctonos de Fernando Poo y temerosos de la mayoría pamwe del continente. Y todo ello, claro está, envuelto en una humanidad lamentable, siempre dispuesta a la corrupción y al charloteo, en la que palpitaba dramáticamente el tránsito entre la magia y la ciencia, la tribu y el partido, el oficio tradicional y la profesión occidental. Pero habituado como estaba, desde la elaboración de mi tesis doctoral, a leer-los discursos de Lumumba, no tuve por qué extrañarme demasiado de los de Macías, y si había admirado a un dogmático como Julius Nyerere, no podía dejar de hacerlo con un pragmático como Ndongo. Por parte española la situación no era menos compleja. En el Gobierno ya había quedado claro que España no tenía interés político, económico o estratégico alguno en permanecer en Guinea Ecuatorial. Pero sí había dos posiciones contrapuestas en el proceso descolonizador. Por un lado la de Castiella y, por sintonía con él, los ministros que pudieran ser considerados como aperturistas, inclinados a jugar la carta descolonizadora como baza, modesta pero eficaz, de transformación del régimen. En lo exterior para realinearlo en la esfera de las relaciones internacionales; en lo interior para predicar las ventajas del sufragio universal .y de los partidos políticos. En todo caso, para jugar el éxito del proceso como carta de prestigio personal en una sucesión, cuya apertura parecía cada vez más próxima. De otro lado y por razones exactamente opuestas, el almirante Carrero y su entorno, de cuyo Ministerio de la Presidencia dependía la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas. En este panorama incidían las fuerzas de terceros tanto interiores como exteriores. Aunque Guinea era una carga económica para el Estado, los madereros de Río Muni y los cultivadores españoles de café y cacao en Fernando Poo obtenían notables ventajas de la situación colonial y no regatearon esfuerzos para dificultar la descolonización primero y obtener, cuando ésta ya era irreversible, la secesión de Fernando Poo. A este primer factor de perturbación hay que añadir la intervención de ciertos sectores de oposición al régimen que, en connivencia con los más ultramontanos de éste, trataron de frustrar, no tanto el proceso, como el éxito gubernamental en la conducción del mismo. Por último, yo nunca descarté que algún servicio especial de los países con los que la política de Castiella había creado tensiones innecesarias e imprudentes explotara la situación para desacreditarlo y provocar la crisis, como ocurrió meses después. Todos estos elementos gravitaban en torno a la Presidencia del Gobierno como polo opuesto al palacio de Santa Cruz. Personajes cercanos al almirante Carrero tenían conexiones varias, sea con los madereros o con ciertos supuestos elementos de la oposición democrática. Más adelante mencionaré al notario García Trevijano y su intervención en estas cuestiones. Baste ahora relatar un episodio paradigmático. Carrero y Castiella no se hablaban, y menos sobre problemas como el de Guinea, en el que mantenían actitudes dispares. Sus relaciones, al menos las que yo conocí, eran por intermediario. Y una tarde de mayo de 1968, Francisco Condomines y yo mismo fuimos al despacho del primero para plantearle, por encargo del segundo, problemas surgidos en el curso de la Conferencia. En un momento dado y poniendo por delante nombres concretos, dije: «Señor vicepresidente, en el círculo de esta casa existen personas que, bajo la protección de V. E., realizan una contrapolítica que podría calificarse perfectamente de traición y que yo considero de lesa patria.» El almirante se demudó y, probablemente, yo también al repensar lo que acababa de decir. « ¿Tiene usted pruebas de lo que afirma?», me preguntó Carrero. «Sí, señor vicepresidente, las tengo y, además, plenamente documentadas.» Yo jugaba de farol a todas luces; pero el vicepresidente del Gobierno hizo un gesto ambiguo con los brazos y espetó: «Usted es muy joven, Herrero. Póngase en la piel de los demás y comprenderá.» Es claro que comprendí. La presión de los colonos españoles era especialmente intensa en cuanto al futuro de Fernando Poo se refería. Y efectivamente no faltaban argumentos para apoyar la separación de la isla del resto de Guinea y constituirla, de una u otra manera, en lo que, una información interesada del prestigioso Le Monde, tituló «La Canaria más al Sur». No faltó quien propusiera, ya en 1961, la proclamación del gobernador general español como rey de los bubis y, en pleno proceso de independencia, se pretendió formalmente la vinculación de la isla con España a través de la unión personal en un mismo jefe de Estado. Sin embargo, cuando yo llegué a ocuparme de la cuestión, aunque tales posibilidades no dejaban de plantearse por bubis, terratenientes españoles y algunos funcionarios supuestamente bien intencionados, me parecieron siempre de mayor peso los argumentos en pro de la independencia de Guinea como una sola unidad política. Así lo anunció Castiella al inaugurar la segunda fase de la Conferencia Constitucional y serví tal opción con plena convicción de que era la más conveniente a nuestros intereses nacionales. Las razones para ello eran varias: Los múltiples actos propios de España y las reiteradas exigencias de la ONU en línea con el respeto a las fronteras coloniales proclamado por la OUA desde 1963, como nueva versión del «uti possidetis». El coste económico que para España tenía la isla y aún lo tendría mayor por sí sola. Los problemas de su defensa militar y el hecho de que la mayoría de la población fuera nigeriana merced a los inmigrantes braceros —cuarenta mil oficialmente, setenta mil en realidad—, que la indolencia de los quince mil bubis y la voracidad de los colonos habían traído a la isla. El segundo de los factores de perturbación más atrás señalados lo personificó el señor García Trevijano, exótico personaje que años después consiguió romper con izquierdas y derechas, rupturistas, reformistas e inmovilistas, en los años de la transición. El citado individuo se reunió a partir del 24 de abril con los delegados continentales y, con el apoyo técnico del, después catedrático, don Jorge de Esteban, inspiró la llamada propuesta constitucional «de los veintitrés», destinada a provocar la reacción separatista de los isleños, a potenciar el liderazgo del tristemente célebre Francisco Macías y, en último término, a frustrar el proyecto de Castiella de independencia pacífica y cooperación con España. No sé si es casual que, simultáneamente a las intrigas de García Trevijano, gentes cercanas a Calvo Serer hicieron intentos vanos de atraer en la misma dirección al joven Saturnino Ibongo, la más firme promesa del nacionalismo guineano y hombre de confianza de Ndongo. Condomines y yo conocíamos, día a día, tales operaciones e informamos puntualmente a Castiella. Cuando pienso que nuestros adversarios consiguieron torpedear el feliz desenlace de la Conferencia, el 30 de abril, mediante un donativo de 160.000 pesetas hecho al MUNGE —el recibo lo firmó Francisco Salomé Jones— y el compromiso de llegar hasta 500.000 o que José Antonio Nováis conseguía alguna ayuda económica para el propio Macías, no comprendo cómo el Ministerio no utilizó las mismas armas, con calibre mayor y definitivo. Meses después, y esto enlaza con el último factor de perturbación más atrás anunciado, se decidieron las elecciones guineanas en favor del candidato Macías mediante la aportación de cinco millones de pesetas, cuyo origen extranjero, del que entonces se habló mucho, ni puedo probarlo ni lo dudo por un momento. La filatelia, en todo caso, compensó sobradamente el gasto electoral. El día 19 de abril de 1968 presenté, en lo que creo fue la primera intervención política de mi vida, los puntos básicos de una Constitución para Guinea. Pese a las desconfianzas iniciales, fueron tan entusiásticamente aceptados por los africanos que, a su iniciativa, se nos encargó a Condomines y a mí tomar contacto con delegados de Fernando Poo y Río Muni, primero en conjunto, después separadamente, más tarde juntos de nuevo, hasta formular un proyecto de Constitución que la parte guineana pudiera presentar como propio a la Conferencia. Así se hizo, si bien ya en esta fase, fines del mes de abril, una minoría de entre los minoritarios bubis boicoteó el proceso y exigió la independencia separada de la isla, a raíz de una reunión del Comité del Cacao y una cena celebrada el día 25 por sus dirigentes y los señores Watson, Maho, Bosio y Copariate. Con todo ello nuestro trabajo avanzó, y a comienzos de mayo existía un borrador de Constitución acordado por la inmensa mayoría de la delegación africana y del que yo era redactor. Se trataba de la elaboración de los puntos por mí expuestos el 19 de abril, resumen, a su vez, del anteproyecto preparado semanas antes y al que ya he hecho referencia. Fue entonces cuando se produjo la intervención de García Trevijano, más atrás mencionada. Los técnicos, como se nos llamaba, incluso oficialmente, a Condomines y a mí, conseguimos el 10 de mayo desacreditar plenamente el proyecto «de los veintitrés», con rotundidad que hirió profundamente a García Trevijano, pero que apartó de su férula a la mayoría de los guineanos. El frente se desplazó entonces de lo constitucional a lo político y las fuerzas empeñadas en frustrar el intento de Castiella consiguieron su objetivo. Meses más tarde, Gabriel Cañadas me escribió desde Nueva York con motivo del asesinato de Ndongo por orden dé Macías, lamentándose que nuestra mano hubiera sido demasiado corta para llevar a buen término la empresa en que tanto Castiella, la mayor parte de su equipo, y yo mismo estábamos empeñados. En efecto, más allá de la decisión en pro de la descolonización que ya pocos o nadie ponían en duda y de su articulación constitucional, era preciso saber a quién se daba la independencia. Así se había planteado en las menos malas experiencias descolonizadoras y así lo planteé al ministro en informe de 1 de mayo. A mi juicio lo inteligente hubiera sido apoyar al nacionalismo de MONALIGE y a sus coaligados naturales, los «fernandinos» de la isla. Las únicas fuerzas políticas con cuadros aceptables, como revelan los nombres de Wilwardo Jones, King, Morgades, Grange, Balboa, Ndongo e Ibongo, con muchos de los cuales hice sincera amistad. Más aún, Condomines y yo nos reunimos por encargo de Castiella con la plana mayor de MONALIGE el 8 de mayo y pactamos una eventual colaboración española con dicho partido a la hora de la campaña electoral, a cambio de una actitud favorable del futuro Gobierno en la cooperación con la exmetrópoli, la salvaguarda de los intereses españoles en Guinea y la línea internacional del nuevo Estado. Sin embargo, los plantadores españoles jamás entendieron que su mejor garantía era, una vez decidida la descolonización, entenderse con el nacionalismo, como los franceses habían hecho en Senegal y los británicos en Kenia. Traté de explicárselo a alguno de ellos, por ejemplo a Portabella, y se me rieron en las barbas alegando su confianza en las disensiones tribales que impedirían la estabilidad del gobierno nacionalista, en el prestigio del presidente autonómico Ondo Edu y en las gestiones de la, todavía, en Guinea, omnipotente Presidencia del Gobierno. En este departamento las fobias ideológicas del almirante Carrero y de su entorno indujeron a una opción radical contra MONALIGE y en favor de Ondo Edu y de la extraña agrupación de personas y grupúsculos locales y étnicos que era el Movimiento de Unión Nacional (MUNGE). Todo ello llevó a una radicalización en la oposición entre isleños y continentales que, en colaboración con los nacionalistas, habíamos estado a punto de superar y al creciente protagonismo de Francisco Macías, a todas luces un psicópata desalmado, como después la población guineana tuvo ocasión de comprobar. El resultado de este deterioro político fue un empantanamiento de la tarea constitucional. La elaboración de un texto desastroso, algunos de cuyos mayores dislates yo conseguí corregir mediante apelación directa a Castiella a mediados de junio, pero que sustancialmente fue sometido a referéndum el día 11 de agosto de 1968. Y, lo que es peor, unas elecciones en las que España no fue neutral, sino pasiva, y algunos españoles, beligerantes. Se enfrentaron el candidato oficial apoyado por Presidencia y los intereses madereros, Bonifacio Ondo Edu, Francisco Macías como candidato de una coalición entre MUNGE, el viejo IPGE y una fracción disidente de MONALIGE, y el propio MONALIGE con Atanasio Ndongo a la cabeza. Los dos candidatos más votados el día 22 de septiembre fueron Macías y Ondo y, siguiendo una peligrosa política de catástrofe, Ndongo dio al primero sus votos en una segunda vuelta el día 29 del mismo mes. Macías fue proclamado presidente ante la sorpresa de los españoles todos, gobernantes y colonos. La influencia de Trevijano en Guinea fue a continuación decisiva, y la ejecución de la política española, desastrosa. Al decir de mis amigos, nuestra representación pasaba del protocolo de escuela a la política del cañonero, y nuestros representantes en Naciones Unidas no se dignaban prestar su coche en día de lluvia al nuevo delegado guineano, al que, sin embargo, entregaban abiertos los despachos que recibía vía Madrid. La crisis con España estalló en enero de 1969. Yo estuve plenamente apartado de los últimos trámites del proceso de independencia y solamente en enero de 1969 volví a tener noticias directas de Ndongo e Ibongo. El día 30 de enero me citaron en su hotel, el Palace, para pedirme un asesor jurídico que se trasladara con ellos a Guinea, función para la cual propuse a mi buen amigo Julio González Campos, después magistrado del tribunal Constitucional, quien aceptó encantado, pero, felizmente, no llegó a embarcarse en la aventura. Un mes después, en otra reunión secreta el día 28 de febrero, me comunicaron que proyectaban la incapacitación de Macías y la formación de un gobierno de salvación nacional. Para ello pidieron y obtuvieron mi colaboración y en mi casa se ajustaron proclamas y calendarios. Todo lo comuniqué, por una no sé si excesiva fidelidad funcionarial y, más aún, nacional, al ministro Castiella, a través de su jefe de gabinete Marcelino Oreja la tarde del mismo día 28. Lo demás es sabido. Macías, alertado, se recluyó en Bata. Incomprensiblemente, Ndongo, Ibongo y algún otro conjurado, en lugar de esperarle en Santa Isabel como habíamos acordado, fueron al continente tratando de detenerlo. Ndongo fue arrojado por el balcón y apaleado en la calle hasta morir. Ibongo y Balboa fueron asesinados en prisión. Guinea se hundió en sangre y oscuridad. Un relevante ministro del Gobierno comentó, feliz, que la crisis ya estaba hecha y el cese y sucesión de Castiella garantizados. (1) Cf. "Autoctonía constitucional y poder constituyente", Revista de Estudios Políticos 169-170, 1970, pags. 29 y ss. (2) Cf. "Nacionalismo y constitucionalismo", Tecnos, Madrid, 1971, páginas 234 y ss (*) Miguel Herrero de Miñón (Madrid, 1940) participó como técnico en la Segunda Fase de la Conferencia Constitucional. En sus Memorias de estío, publicadas por Ediciones Temas de Hoy en 1993, dedica unas páginas (de la 28 a la 39) poco numerosas, pero muy interesantes, a los temas relacionados con aquella experiencia y con la política española del momento hacia Guinea Ecuatorial Fuente ASODEGE Este es sobre el dossier Trevijano: CITA «Dossier» anti-Trevijano: útil sólo para el PSOE. Severo MOTO, Líder fundador del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. - La Razón, sábado 1 de julio de 2000 Los guineoecuatorianos necesitamos sincerarnos con los españoles. Con los que vieron cómo, por la independencia de Guinea Ecuatorial y la escapada a la desbandada, se quedaban perdidas tanta riqueza durante tanto tiempo acumuladas por ellos. Y especialmente tenemos que dar una objetiva explicación del «dossier» Trevijano a la opinión pública española. Este «dossier» anti-Trevijano, elaborado para el PSOE por un grupo de guineoecuatorianos integrado en el movimiento ANRD (Alianza Nacional de Restauración Democrática), fue asumido por el líder socialista, don Felipe González, y ampliamente difundido en los medios informativos a finales de 1976. No podemos dejar de reflejar la extraña esquizofrenia que supuso para nuestra juventud cada vez que nos cruzábamos en Madrid, con un español alto y distinguido, superlejano a nosotros y que nos producía a la vez rechazo, porque nos sentíamos heridos en nuestro orgullo nacionalista; pero a su vez veíamos en él el signo del prestigio y grandeza que podría transmitir a nuestro país. En el fondo sentíamos un extraño equilibrio entre el rechazo a una persona que nos parecía estar apoyando a Macías Nguema, y la admiración y respeto por un español que, abriéndose camino entre las hostilidades y reticencias del régimen de Franco, puso la pica en Flandes conduciendo a la Independencia a Guinea Ecuatorial. Han pasado tres décadas de esa independencia de Macías y Obiang Nguema, envuelta en las tinieblas de la tiranía. La pregunta es fácil: ¿Es esta la independencia que Trevijano preparó para los guineoecuatorianos? La respuesta está clara en la historia. Mientras libraba Trevijano la dura batalla de hacer de Macías un presidente de Guinea Ecuatorial para bien del país, cuando el prestigioso abogado empieza a sentir el amargo sabor del fracaso, ante un Macías cuya cabeza comienza a echar humo de pura orgía de poder vitalicio; cuando los desplantes y despropósitos de Macías, elegido por el pueblo, empiezan a enviarle mensajes de dictador y megalomanías tiránicas; en fin, cuando García Trevijano había roto, hacía tiempo, la relación con Macías (responsable de las matanzas, las torturas y el clima de terror que a su sombra, esparce por todo el país su sobrino y máximo responsable militar, Obiang Nguena); cuando la realidad ya nada tiene que ver con la independencia ideada por Trevijano, es cuando se ve obligado a responder a los ataques sufridos en España. Pero García Trevijano era para los no votantes de Macías un peligro político. Los guineoecuatorianos anti-Macías teníamos el legítimo deber y derecho a pelear por despojarle del apoyo que le llegaba de tan prestigioso letrado español. Alguien podría incluso legitimar la elaboración de un «dossier» con este objetivo, aunque estuviera cargado de acusaciones sin fundamento, ni comprobadas por los beneficiarios del «dossier», que tan certeramente zancadilleó a García Trevijano, ni por los propios gestores del documento. El inverosímil «dossier» acusa a García Trevijano de todos los males que acaecieron sobre los guineoecuatorianos con la subida al poder de Macías. Pero nadie podría acusar a García Trevijano de haber estado en la reacción contra el golpe de Estado del 5 de Marzo de 1969, que desencadenó las furias de Macías contra su propio pueblo y arreció su odio contra España. Trevijano pisó por primera vez suelo guineano siete meses después de aquel golpe militar. El antigolpismo de García Trevijano constituye el verdadero origen del «dossier» que nació como consecuencia de la negativa del letrado español a apoyar el derrocamiento violento de Macías. Franco acababa de morir y en la política española se debatía la ruptura con el antiguo régimen o los «Pactos de la Moncloa». La fusión entre la Plataforma Democrática y la Junta, dando paso a la Platajunta, acaba por aupar casi definitivamente a Antonio García Trevijano Forte corno alternativa democrática de poder (republicano). Lo cual dejaba alejado del juego al PSOE. Por pueril que hoy pudiera parecer, el PSOE recurre al movimiento político guineoecuatoriano, ANRD, en busca del que para ellos podría ser el «talón de Aquiles» de Trevijano: sus antiguas relaciones con Macías. ANRD recurre a uno de sus líderes refugiado en Suiza, Esteban Nsue, quien ayuda a elaborar el «dossier» anti-Trevijano, en revancha por la negativa de éste a preparar un golpe de Estado contra Macías. El golpe que García Trevijano evitaba contra Macías por fidelidad a sus convicciones no intervencionistas en un país para él extranjero, acabó por constituirse en el arma política letal contra su fulgurante carrera hacia el poder en España. Don Antonio cayó como un gigante Goliat bajo lo conspiración PSOE-ANRD. Como consecuencias: 1.- El Partido Socialista Obrero Español se alzó con la palma de la victoria en la agria polémica que le enfrentaba al gigante Trevijano y se afianzó como alternativa de poder en España, hasta alcanzarlo y ejercerlo durante 14 años. 2.- Macías -que cuatro años antes habla consumado su ruptura con Trevijano- radicalizó su dictadura vitalicia contra el pueblo y sus odios contra España, hasta pasar el testigo a su sobrino Obiang Nguema. 3.-La oposición guineana, en cambio, quedó enquistada en su letargo e impotencia, mordiendo el polvo de la nunca pagada traición. 4.-Antonio García Trevijano, sin embargo -como queda patente- sigue siendo un hombre pletórico de influencia social y política en su país; pero pendiente de que los guineoecuatorianos modernos y demócratas, le demos una explicación satisfactoria por la puñalada trapera del «dossier». Quizás la acusación más violenta y más utilizada por sus enemigos políticos sea la de que «se enriqueció en Guinea Ecuatorial». Acusación que no pasa de ser, además de falsa, una pataleta de sus despotricadores políticos. Trevijano pudo haber hipotecado Guinea Ecuatorial, si le hubiera salido esa vena. Lo cierto es que Macías parecía haber aprendido de él la honestidad; pues en su tiempo no tuvo espacio la corrupción económica, y murió sin dejar deuda alguna en las arcas del Estado. El entonces líder del movimiento ANRD, Andrés Moisés Mba Ada, actual Presidente del Partido Político Unión Popular (UP) dirigió una carta a don Antonio García Trevijano, pidiendo disculpas y reconociendo que el «dossier» estaba plagado de datos falsos y falsificados. Siendo éste un gesto muy significativo, al venir de dónde vino, no deja de ser una parte del obligado acto de resarcimiento que Guinea Ecuatorial debe a quien respondimos con el gesto del «perro que muerde a su libertador», y con tan nulos resultados para nosotros. Por esa razón hemos querido unirnos al gesto de Andrés Moisés en un acto de revisión histórica e intelectual. Hemos errado el camino en la búsqueda de nuestras libertades pisoteando el honor de Trevijano. Como reconoce Andrés Moisés, intentamos dilapidar su fama haciendo uso de la falsedad. De nada nos ha servido haber elaborado un «dossier» anti-Trevijano condimentado en las guindillas de la falsedad, al servicio del PSOE, para acabar políticamente con su prestigio. Al final Antonio García Trevijano mantiene su prestigio social, y su acendrado espíritu democrático impoluto. El PSOE está donde todos saben que está, Macías y su heredero Obiang Nguema no han amainado en la tiranía. Y nosotros, el pueblo guineoecuatoriano, no hemos abandonado la esclavitud. Fuente La Razón, sábado 1 de julio de 2000 en http://www.ccoo.es/guinea.ec_democratica/n...s/articulo8.htm Aún a riesgo de hacerme pesado me permito incluir otro artículo que da ootra versión de los hechos. CITA EL AMIGO DEL TIRANO No se puede separar el nombre de Antonio García—Trevijano y Forte de Guinea Ecuatorial. El notario en situación de excedencia fue acusado de ser el asesor de Macías antes y durante su Presidencia. Luego, su nombre volvió a sonar en aquellos turburlentos tiempos de la interminable agonía y muerte de la dictadura y el titubeante nacimiento de la democracia en España. Cuando se levantó la consideración de materia reservada para los asuntos guineanos en octubre de 1976, y al caer el tirano, tres años después, García—Trevijano reapareció en los medios de comunicación, igual que ocurrió cuando el régimen franquista clausuré el diario Madrid y al aparecer como miembro destacado de la Junta Democrática de España, atacado ferozmente por el PSOE. Se vivía en Madrid el áspero proceso de discusiones entre los dirigentes políticos guineanos y la Administración española. La gran noticia estaba fechada en Nueva York, la firmaba José María Carrascal y la publicó el diario Pueblo, que dirigía Emilio Romero, el 9 de julio de 1968. El corresponsal del periódico de los sindicatos verticales recogía las palabras de un guineano, quien aseguró en la ONU que el 26 de mayo anterior habían sido citados varios participantes en la Conferencia Constitucional en un despacho situado en el paseo de la Castellana 106, "para ponernos sobre la mesa 216.000 pesetas, con objeto de que boicoteásemos la Conferencia”. Esta acusación la hicieron Saturnino Ibongo y Atanasio Ndongo, ambos del MONALIGE y los dos asesinados unos meses más tarde por el ya presidente Macías. Pueblo denunciaba la “maniobra” de “unos colonialistas, al servicio de intereses internacionales, que trabajaron a un grupo de guineanos en Madrid, con objeto de crear problemas al Gobierno español y apoderarse económicamente de Guinea después de la independencia”. Pueblo publica el día 19 de julio una larga carta dirigida Emilio Romero que este titula a toda plana "El notario (excedente) se descubre" (1) . "Y en efecto, soy yo, Antonio García-Trevijano y Forte, notario excedente, residente en Madrid, abogado en ejercicio, con bufete en el Paseo de la Castellana, 106, quien se ha ocupado de la independencia de Guinea”, decía el autor de la carta. Explica que si su nombre había quedado oculto era por la decisión del Gobierno de tratar los asuntos de la independencia de Guinea bajo la Ley de Secretos Oficiales. Afirma que unos guineanos acudieron a su despacho para solicitarle ayuda económica para su grupo político y para subsistir mientras permanecían en Madrid, cosas a las que accedió. García—Trevijano se reúne en variar ocasiones con políticos guineanos para estudiar el proyecto presentado por el Gobierno español. ”Después de haberme aislado cuatro días y haber elaborado el proyecto de enmienda total ...me reuní con los catorce miembros que me habían proporcionado los acuerdos básicos de este proyecto para comentarlo y someterlo a su aprobación. Fue unánimemente comprendido y aceptado y, luego, he tenido conocimiento de que fue firmado por veintitrés miembros de la delegación guineana y presentado a la Mesa de la Conferencia Constitucional como enmienda total al proyecto del Ministerio de Asuntos Exteriores. Al explicar los motivos que le llevaron a colaborar en esta tarea, hace una crítica implícita al proceso descolonizador español, desmiente las afirmaciones de soborno y otras acusaciones y asegura que su trabajo es “una obra limpia realizada en servicio de España y de la paz en un pequeño país de África”. En las amplias páginas del vespertino, junto a la larga carta todavía cabían una nota de José María Carrascal y un editorial que derrochaba autosuficiencia fascista, al gusto oficialista de la época, y expresaba su extrañeza porque un abogado en su labor de asesoramiento» no sólo no cobrara, sino que encima pagase a sus clientes. Le parecía a Pueblo "indeseable” la conducta crítica de un abogado contra el Gobierno y consideraban que en ese asunto “únicamente las Cortes representativas de la nación... deben estimular o limitar, tras la autorización para negociar, la acción del Gobierno”. Pero García—Trevijano no sólo recibe críticas desde diversos sectores del arco ideológico español. El grupo opositor ANRD le acusa de haber asesorado a Macías, antes y después de ser Presidente, de haber financiado su candidatura presidencial con 50 millones de pesetas, de ser responsable del monopolio de exportaciones e importaciones de Guinea y el mayor accionista de todas las empresas que funcionaban con capital extranjero. La ANRD aseguraba que cuando la policía española quitó el pasaporte a García-Trevijano, en 1975, Macías le concedió un pasaporte diplomático guineano. García-Trevijano remite una carta al director de Le Monde, en la que protesta por una información enviada desde Madrid por José Antonio Nováis, corresponsal del diario francés en España. Según García—Trevijano, Nováis le profesa un “odio personal” desde que él denunció ante Macías lo que consideraba una estafa cometida por un grupo de personas, entre las que se encontraba el periodista, que pretendían fundar el Banco Nacional de Guinea como parte de los negocios de la Financiara Guineana de Desarrollo S. A. (FININGUINEA). En la carta asegura que jamás ha recibido retribución del Gobierno de Guinea “por los trabajos exclusivamente jurídicos que me ha pedido”. El notario excedente dice más tarde, en declaraciones a Ramón García Domínguez publicadas en Diario-16, que se declara materia reservada, a los asuntos de Guinea para tapar el golpe de estado de Castiella en 1969 y para cubrir los negocios montados por la familia Carrero Blanco relacionados con el cacao, el café y la madera. Luego rechaza las acusaciones de la ARND, que le habían imputado 52 encargos del gobierno de Macías, desde la preparación de discursos hasta leyes. Niega también otras acusaciones, como la que se difundió en Pueblo en 1968, pero reconoce que “apoyé, favorecí y di coherencia ideológica al famoso grupo de los 23, o Secretariado Conjunto, que llevó a Macías al poder”. Explica que planeó una estudiada campaña a nivel popular” que sirvió para que Macías ganara las elecciones y denuncia una serie de tramas y maniobras del Gobierno español para evitar la victoria de Maclas. Unos días después, el 17 de octubre de 1976, García-Trevijano dice a Octavio Cabezas para El País, que de lo que se sentía más orgulloso en su vida política era "haber contribuido, de una manera decisiva, a la independencia de Guinea y haber influido en la formación de un nuevo Estado independiente en África”. Tenía mérito decir esto a esas alturas, cuando ya todo el mundo sabía de los horrores del régimen creado con la ayuda del abogado. La ANRD afirmaba también que su mujer, Francine Chouraki, de nacionalidad francesa, y su nuera, Simone, habían realizado negocios en Guinea, especialmente de comercio. Le acusan de haber cobrado comisiones por asuntos tan dispares como la acuñación de moneda, que hacía la empresa italiana “Italcambio” o series de sellos de correos, incluidos algunos en los que aparecía el equipo de fútbol del Barcelona. Es cierto que los sellos guineanos tenían un valor filatélico grande, por ser un país joven y porque estaban muy bien hechos. García—Trevijano se querelló contra Diario—16 porque este periódico publicó el 19 de octubre de 1976 que el notario había obtenido un beneficio de 45 millones de pesetas por actuar como mediador en un contrato firmado por el ministro del Interior de Macías, Ángel Masié Ntutumu, y el empresario griego Dragomir Prorodanov, para la edición y venta de sellos, negocio que se realizó, según la publicación, el 22 de junio de 1971. En ese momento, García-Trevijano se ve atacado por los sectores conservadores españoles, debido a su participación en la Junta Democrática, y por el PSOE, que no le reconocía “catadura moral ni política" para representar a ese organismo en las negociaciones con la Plataforma de Convergencia Democrática. El abogado denuncia, en el diario Ya del día 21 de octubre de 1976, que el Grupo opositor ANRD le ha amenazado de muerte. Un mes después dice que ha llegado el momento de defenderse. En una rueda de prensa que concede en Madrid, afirma que no estaba enterado de que en Guinea se produjeran muertes y violencia. "El régimen del presidente Macías está en la línea histórica de África de la lucha por conseguir la independencia económica. Esta lucha económica es la causa africana, por delante de la copia de los sistemas políticos europeos”, explica el abogado, de origen granadino. Lo más curioso es cómo justifica García-Trevijano la actuación de “su” Presidente. “Yo pienso y aseguro que no me he equivocado con Macías. En el momento de la independencia, el único que tenía el carácter, la fuerza, la energía, el orgullo, para poder mantener a Guinea unida y no ofrecerla al reparto y rapiña de las potencias vecinas, ese era Macías”. El abogado afirma que luego “las fuerzas internacionales y capitalistas se confabulan para derrocarle y, en marzo de 1969, el Gobierno español, con Castiella, intenta un golpe de estado... La reacción de Macías es lógica y comienza a desconfiar de todos sus colaboradores y a concentrar en su persona poderes y funciones administrativas”. Por mucho cariño que García-Trevijano sintiera hacia Macias, o por bien que le fueran reconocidos sus trabajos como asesor, sorprende que el notario afirmara que "ni en Guinea se da genocidio alguno, ni ha habido asesinatos”. "Vuelvo a negar que haya ganado un sólo céntimo en Guinea”, decía García-Trevijano en la rueda, de prensa, que terminó, según el corresponsal de La Vanguardia en Madrid, asegurando que "el último proyecto técnico que envié al presidente Macías fue en el 74. Desde entonces no he vuelto a tener ningún contacto con él, hasta hace quince días que me envió una carta, lamentando la campana contra mi”.Fidelidad correspondida. García—Trevijano desaparece de escena unos meses ”por la campaña que el PSOE y otros sectores hicieron para alejarme del terreno activo de la oposición", pero a finales de marzo de 1977 anuncia que aprovechó el aislamiento para preparar dos libros, uno sobre Guinea y otro sobre la transición política española. En unas declaraciones» realizadas justo unos días después de la ruptura de relaciones diplomáticas, reitera que volvería a apoyar a Macías, aunque supiera que se le iba a atacar, como le ocurrió posteriormente. Lamenta que no se analicen las causas de la independencia guineana, la implicación de personalidades y empresas y el que España haya mantenido su Embajada abierta en Guinea. De todas formas, García—Trevijano asegura que "hace cuatro años que no veo a Macías. Nunca he sido amigo personal de él; tampoco he sido amigo político. Me identifiqué con la causa de la descolonización de Guinea por ser una causa progresista que la izquierda española tenía que asumir. Y cuando yo arriesgo mi libertad y mi vida, porque estuve amenazado desde el año 68 por ayudar a los guineanos que venían sin un céntimo y ante una causa tan lejana y tan difícil de creer, como era triunfar en su país cuando Bonifacio Ondó y Atanasio estaban apoyados con todo el dinero del Estado español, con todo el dinero del colonialismo y todos los favores del régimen — a los más impotentes es a las que yo ayudo- en ese momento ni el PSOE estaba a mi lado, ni ningún otro partido de la oposición democrática. Estuve solo. Por eso yo no admito ninguna crítica de ningún partido, con relación a Guinea, porque su deber era haber estado entonces al lado de la oposición. Su actitud demuestra que desconocen la realidad y lo que entraña la descolonización de un pueblo africano". Nada más producirse el derrocamiento de Macias, la revista Cambio-16 difunde el rumor de que el nuevo régimen guineano ha pedido a España la extradición de García—Trevijano por supuestos negocios realizados durante el período que termina. Fuentes diplomáticas del Ministerio de Asuntos Exteriores niegan que se haya recibido ninguna petición de extradición y el interesado precisa que en 1973 se opuso a Macías y rompió sus relaciones con él cuando modificó la Constitución y modificó la Constitución y tomó poderes absolutos, aboliendo los derechos de los guineanos. "Por otra parte –añade- mis relaciones con el actual régimen son excelentes". Eso es tener amigos en todas partes... o que las cosas habían cambiado poco en Guinea. En una jugosa entrevista que realiza Nativel Preciado a finales de agosto del 79, García-Trevijano dice que de nuevo se habla de él “por el temor a que vuelva algún día a la política, porque si fuera un hombre anulado no se meterían conmigo”. Afirma que perdonaría la vida a Macías “porque tienen un proceso patológico y requiere atenciones psiquiátricas”. Reitera que cuando "colaboré" con el Gobierno guineano “no hubo, que yo sepa, ninguna sentencia de muerte Los únicos políticos guineanos que murieron fueron los que fracasaron en el intento de golpe de estado” de marzo de 1969, dice el notario, quizá la única persona que desconocía lo que ocurría en Guinea. Niega haber financiado la campaña de Macías, pero reconoce que en total entregó alrededor de un millón y medio de pesetas (en 1968) a partidarios de Macías y a otros grupos para sus campañas electorales. Nada más triunfar Macias? García—Trevijano ya le asesorabas “le advertí quo Atanasio Ndongo le traicionaría y así fue. El 5 de marzo de 1969 él y Saturnino Ibongo intentan un fallido golpe de estado con el apoyo del Ministerio español de Asuntos Exteriores”. Aunque afirma que cuando conoció a Macías no tenía el menor síntoma de desequilibrio, inmediatamente después cuenta unos divertidos sucesos sobre el guineano. “En el recibidor de mi casa hay un espejo quo ocupa, una pared entera y casi todo el mundo confunde el espejo con un pasillo y choca, Macías fue uno de ellos, pero el único que hizo varios intentos de salir a través del espejo: luchó contra él y no se dio por vencido mas que al cabo de un rato. Me impresionó su obstinación, era un hombre que no aceptaba la realidad. Otro detalle sintomático es que se negaba siempre a trabajar en la terraza de mi casa – estábamos en verano y solíamos reunirnos allí para estar más frescos – porque temía le disparasen desde cualquier edificio”. Luego recuerda otros incidentes y discusiones y manifiesta que Macías tenía un carácter muy irascible. Si no se tratara do asuntos tan sangrientos, seria casi de sainete la escena cuando la periodista pregunta si no se enteró de que se producían matanzas, en Guinea. En la entrevista estaban presentes los ex-ministros Ángel Masié y Pedro Ekog? junto con el sanguinario ex—jefe de la policía Ciriaco Mbomío -por cierto, luego reintegrado en la policía española— y a ellos consulta acerca de cuantas personas murieron tras el golpe de 1969. Los antiguos sicarios del dictador empiezan a recordar nombres, García-Trevijano les interrumpe y asevera: “no más de ocho o nueve personas”. Asegura que no pueden ser ciertos los informes que hablan de asesinatos, torturas y otras atrocidades “porque después del golpe de Atanasio el país vive dos años felicísimos. Durante 1971 y 1972 había en Guinea una alegría tremenda”. — A finales de 1972 comienzan a producirse algunas detenciones, precisa Ángel Masié. - ¡Ah! ¿En el 72 había detenciones?, interrumpe García-Trevijano con asombro. - ¿Cómo es posible que usted no lo supiera?, pregunta Nativel Preciado. - Si se produjeron esas detenciones, desde luego, me lo ocultaron. Mis amigos guineanos, los ministros» tenían una delicadeza tremenda conmigo, aunque en este caso era mas bien un defecto, y no me advertían de las cosas que estaba haciendo Macías en contra de mis ideas. Por eso yo me enteré sólo de los hechos consumados y no tuve tiempo de decirle a Macías que estaba cometiendo un error. García-Trevijano reconoce que en octubre de 1972 nota "una tristeza tremenda en el pueblo”. Afirma que se lo comenta a Macías y este le responde: “sus amigos le llevan a las fiestas de los bubis, que son muy tristes; sus amigos no conocen bien Guinea” La entrevista está plagada de contradicciones. Tras decir que no interrumpió su relación con Macías hasta finales de 1973 y que hasta finales de 1972 “había en Guinea una alegría tremenda",reconoce que en 1971 tuvo un áspera discusión con Macías, cuando decidió crear el PUNT, "y yo ya perdí la ilusión y la esperanza sobre Guinea". Pero siguió dos años más al lado de Macías (en una entrevista anterior reconoció que le había mandado un proyecto en 1974) “porque quedaban asuntos muy graves pendientes y yo no podía negarme a resolverlos, a dejar sola a aquella gente que necesitaba elaborar unas leyes muy difíciles y no tenían otra persona que les pudiera, asesorar". A partir de ahí, dice que “por amistad, porque no quería que cometiera aún más crímenes, tuve que guardar silencio. Gracias a mi actitud, muchos políticos guineanos están vivos y pudieron escapar de Macías”. Antes había afirmado que no supo de muertes hasta finales del 73. Asegura en la entrevista que su preocupación por Guinea “cuando vinieron a pedírmelo unos guineanos nacionalistas”, fue desinteresada y “por un ideal político”. Afirma que Angel Masié le contó que antes de acudir a él para que les ayudara, los guineanos pidieron asesoramiento a Tamames, Tierno Galván y Ruiz Jiménez, quienes se negaron, excepto “uno de ellos que pidió un millón de pesetas por desempeñar el trabajo de asesorarles”. García-Trevijano no se arrepiente de sus actividades en Guinea y de su apoyo a Macías. Lo único que reconoce haberse preguntado algunas veces es “si hice bien rompiendo con Macías en el 73, si no debería haber seguido más tiempo para evitar que cometiera más crímenes, porque yo era, en cierta medida un freno para Macías”. Unos días después en unas declaraciones a la revista Interviú, García-Trevijano repite que en Guinea le enseñaron pruebas concluyentes de la participación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de las Fuerzas Armadas españolas estacionadas en Guinea” en el golpe de 1969. Luego, sin embargo, dice que advirtió a Macías, pues a finales de 1972 se dio cuenta de que “el sistema de promoción política y social de ciertos colaboradores de Macías consistía en preparar falsos complots contra el presidente, que ellos mismos denunciaban después, y se encargaban de la represión. Pero Macías estaba dispuesto a creer cualquier tipo de denuncia, y esto fue aprovechado para desahogar las venganzas entre familias, tribus, clanes políticos...” El filántropo notario reitera que no ha ganado nunca ni una peseta con Guinea, “ni siquiera como abogado”. Afirma, por el contrario, que ha tenido que poner en total unos 4.500.000 pesetas y que se el costeó el mismo hasta los viajes. Reconoce que hizo de intermediario para la emisión de sellos denunciado por la oposición guineana, pero precisa que no recibió ninguna cantidad por ese asunto. ”He sido yo —afirma— quien en 1976 informé a la prensa de que la única actividad económica que podía indirectamente relacionarse conmigo, fue la de la empresa “Simed”, formada entre Eduardo Muñoz Seca y mi cuñada Simone, pero también informé entonces con documentos que el origen de esta actividad se produjo sin mi conocimiento, estando ausente de Guinea y por un favor personal que mi cuñada quiso hacer al primer represaliado de Guinea, Pedro Ekong, quien recibió una partida de cemento que luego no pudo pagar. Las pérdidas económicas de alrededor de cinco millones de pesetas que sufrió mi cuñada y Eduardo no fue cubierta por mi, sino por el padre de Eduardo Muñoz Seca. . Para pagar esta deuda, mi cuñada aceptó de los miembros del gobierno de Macías actuar de gestora en España para las compras de artículos de primera necesidad que se necesitaban en Guinea y que los exportadores enviaban a precios falseados. La empresa “Simed” hizo estas gestiones cobrando una pequeña comisión hasta que se pagó la deuda. Después no he vuelto a intervenir en ningún tipo de actividad”. García—Trevijano finalizaba sus declaraciones a Interviú afirmando que sus acusadores perseguían diversos intereses. En 1968 era para ocultar el fracaso de la Conferencia Constitucional, en 1976 para romper la unidad de la oposición democrática y en 1979 “por parte de ciertos organismos gubernamentales, como la Oficina de Información Diplomática, sirve de cortina de homo para cubrir la intervención española en el golpe de estado contra Macías”. Se refiere al parecer, al golpe que encumbró a Obiang en el poder. Fuente ASODEGE TODA LA VERDAD. MI INTERVENCIÓN EN GUINEA ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Ediciones Dronte 1977 ISBN 84.366.0090.8 CARTA A LA OPINIÓN PÚBLICA Durante cerca de cuarenta años no hemos podido conocer la verdad sobre aquellos asuntos patrimoniales y financieros del Estado que han levantado serias sospechas de corrupción, ni cómo se han enriquecido tantos y tantos prohombres del franquismo. Ahora, cuando los órganos informativos gozan de mayores libertades de expresión, cuando la opinión pública espera de ellos que desvelen las ideas y las posiciones políticas de los distintos grupos del Régimen y de la oposición, y la personalidad de sus dirigentes, y cuando más crítica es la situación política de España ante su futuro, se organiza una gran campaña de difamación sobre mi personalidad política. ¿Quién la organiza? ¿Para qué? ¿Por qué en este preciso momento? ¿Con qué tipo de acusaciones? ¿Sobre qué fundamentos objetivos? Todos esos interrogantes, sin cuya contestación no puede haber opinión objetiva, ni siquiera han sido planteados por los medios periodísticos que desencadenaron esta campaña y que ahora la alimentan. Se diría que la libertad de prensa para estos medios, que han podido vivir y prosperar sin ella durante el tiempo histórico de dos generaciones, consiste en abrir libremente sus espacios informativos a la injuria ya la calumnia indocumentadas, sin la más. mínima precaución acerca de la verosimilitud o probabilidad de los hechos afirmados. La imparcialidad les parece asegurada dando oportunidad (en el mejor de los casos) al injuriado para que se defienda. como si esto fuese imparcialidad! La prensa no puede convertirse en Tribunal de justicia. La publicación de una acusación privada contra el honor de una persona, a causa de la publicidad Y difusión que lleva consigo, la deshonra inexorablemente. El derecho de réplica no puede retirar ya la imagen creada en torno a quien se ve envuelto en el escándalo. Pero en mi caso particular estos medios informativos no han funcionado ni como un juez, quien antes de admitir una denuncia o querella privada, consciente del daño que el solo hecho de su admisión puede ocasionar a la persona "tal vez» inocente, realiza un serio y debatido trabajo de investigación y, sólo cuando encuentra "indicios racionales» de verosimilitud, la admite. En los paises occidentales que no han perdido el uso de las libertades formales durante largo tiempo, como ha ocurrido en España, no puede suceder lo que aquí está pasando: que el ansia por desvelar la corrupción, y la inexperiencia de la libertad, hagan caer a periodistas de buena fe en las trampas que le tienden los maniobreros profesionales de la política. La prensa no ha informado a la opinión pública sobre mi actuación en Guinea ecuatorial. Tampoco me ha juzgado. Simplemente, y salvo honrosas excepciones, se ha prestado a servir de instrumento, muchas veces inconsciente, a la maquinación de un partido que, incapaz de mantener una dialéctica leal con las ideas de unidad que sostengo, acude a la difamación personal para eliminar el obstáculo político. Determinados órganos de expresión pretenden ahora salvar su buena conciencia profesional invitándome a que me defienda. Es decir, invitándome a que cometa la indignidad de aceptar el procedimiento y el juicio previo (prejuicio), que los responsables de estos órganos informativos se han permitido hacer contra mí, al autorizar sin más la publicación gratuita de una falsa denuncia. No; ni acepto estas reglas de juego trucada, ni esta libertad de "deformación”. Sin embargo, soy muy consciente de mis deberes ante la opinión pública y, como hombre político, no puedo limitarme a responder con el desdén. A todos los órganos de expresión y a todas las personas privadas que me han insultado, sin excepción alguna, los llevaré ante los Tribunales. Muy pronto, cuando pase el fragor de esta “maquinación política”, informaré a la opinión pública sobre la verdad objetiva de todas y cada una de las falsas acusaciones que se me han hecho. No para probar mi inocencia, ya que no se me acusa de ningún delito específico, sino para demostrar que mi actuación en Guinea no puede ser más que motivo de orgullo y satisfacción para todo ciudadano que sea patriota honrado, demócrata y progresista.» El día 15 de noviembre, el encargado de Negocios de la Embajada de la República de Guinea Ecuatorial en España entregó a la prensa una declaración oficial de su Gobierno que tampoco fue reproducida en su totalidad. Por ello, incluyo ahora esta declaración oficial en este libro. El pasado día 23 de noviembre celebré una conferencia de prensa en Madrid para dar a la opinión pública la información que le había prometido en la carta- transcrita. Asistieron a esta conferencia cerca de un centenar de periodistas. A todos ellos les entregué un informe-documento que demuestra, de forma auténtica e incontestable, no sólo la falsedad de todo lo que se ha escrito sobre mí acción en Guinea, sino además la maquinación política, el amaño y el fraude a que obedece esta inmoral campaña de difamación. Pues bien, los medios informativos no se han dignado publicar las pruebas objetivas que les he brindado para que se conozca públicamente la verdad. Por ello me veo obligado a suspender otra conferencia de prensa que había previsto celebrar en Barcelona, y a publicar, en este librodocumento, la que celebré en Madrid. No se trata, con esta publicación, de ofrecer al lector mi versión personal de los acontecimientos que condujeron a la independencia de Guinea y a sus posteriores vicisitudes. Este tema lo desarrollaré en un libro que se publicará tan pronto como el clima de libertad en España se haya consolidado. Es en esa próxima publicación donde abordaré los verdaderos problemas que planteó la descolonización de Guinea, tanto en el contexto internacional de los paises del mundo afroasiático, como en el contexto nacional del colonialismo español. Y dentro de esta perspectiva política y económica se comprenderá el drama y la comedia que ha sufrido Guinea. Los personajes fundamentales del drama fueron: del lado español, el almirante Carrera Blanco, el ministro Castiella y el embajador Durán; y, del lado guineano, el antiguo presidente del Gobierno Autónomo, Bonifacio Ondó; el primer ministro de Asuntos Exteriores, Atanasio N' Dongo; el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores español y periodista par la Universidad de Navarra, Saturnino Ibongo, el primer vicepresidente del Gobierno, Edmundo Bosio, y el actual presidente de la República, Francisco Macías. Los personajes de la comedia fueron los españoles Paesa, Armijo, Novais y Mariano Robles; la súbdita alemana señora Pleuger; los norteamericanos Allotey, y algunos otros más, que complicaron el prestigio de la naciente República para camuflar sus “hazañas mercantiles”. Lo que ofrezco ahora, en este libro-documento, no es más que la prueba histórica sobre la verdad objetiva de mi intervención en los asuntos de Guinea. Se intenta silenciar esta verdad para que mis posiciones contra la política de reforma, y a favor de una alternativa pacífica, capaz de democratizar el poder político que controla al Estado, al ser envueltas en la difamación personal desencadenada, no tengan eco ante la opinión pública. Durante el transcurso de los últimos ocho años, por no referirme sino a lo más reciente, he sufrido cuatro procesos, un encarcelamiento de tres meses, un alevoso atentado que me produjo serias lesiones, dos multas gubernativas, una importante multa fiscal, cuatro años sin pasaporte, la prohibición de todos los actos donde trataba de expresar mis ideas políticas, constantes amenazas, y, lo que es aún más grave, tres campañas de difamación pública contra la sinceridad y coherencia del sentido democrático y liberal de mi acción política. Otros han pagado con la muerte, o con largo tiempo de prisión, el precio de la libertad para los demás. No dramatizo pues mis vicisitudes, aunque sean grandes los peligros que entraña la empresa de afrontar, desde una posición personal independiente, la negación y el desenmascaramiento de los valores sociales que han conformado a la sociedad española durante estos cuarenta años y que, desaparecida la dictadura que los consagró, continúan hoy impregnando de falsedad a la vida política oficial, como también, hay que reconocerlo, de una irresponsable artificialidad a ciertos partidos políticos de la oposición convencional. La conciencia, los hábitos y opiniones de la mayor parte de los hombres se alimentan de las convenciones creadas por un determinado consenso social. Invertir este proceso, consultar la propia experiencia y recurrir al propio juicio, contradiciendo a los que están de moda, parecerá a muchos audaz y fútil, pero el cambio de un consenso social autoritario por otro de carácter liberal es imposible sin la concurrencia de una innovación política capaz de sugerir nuevos convencionalismos democráticos. Soy muy consciente de los riesgos que asumo por resistirme a admitir la convencional separación entre la moralidad, normalmente exigida, en los asuntos privados y la amoralidad, normalmente aceptada, en los asuntos políticos. Por ser un demócrata resuelto ha caído sobre mí, como sobre tantos otros, la represión del autoritarismo; por querer ser un político íntegro, e innovador, atraigo, como tal vez ningún otro, los dardos de la difamación, que los poderes establecidos necesitan lanzar, contra quienes intentan realizar un ideal de vida colectiva superior, para poder permanecer en la autocomplacencia de su estéril mediocridad política. Con la represión el poder elimina físicamente a su adversario, pero no a la idea política por la que éste se sacrifica. Con la difamación, en cambio, se busca más la eliminación de la credibilidad pública en la causa que sostiene el difamado, que la propia eliminación de su persona. El Ministerio de Asuntos Exteriores me quiso descalificar moralmente en 1968 para que no se supiera que la Independencia de Guinea Ecuatorial fue subordinada a los intereses particulares de los colonialistas españoles, y para que la opinión pública no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la descolonización responsable que yo sostenía. El Ministerio de Información Y Turismo me quiso descalificar moralmente en 1972 para que no supiera que el periódico Madrid fue cancelado exclusivamente por razones políticas; y para que la opinión pública no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la defensa. a ultranza de la legalidad y del derecho que yo sostenía. La dirección del PSOE me intenta descalificar moralmente, ahora en 1976, para que no se sepa su posición antiunitaria frente a las reivindicaciones específicas de los organismos democráticos de las nacionalidades y regiones, y para que la opinión pública no crea, como proyecto realizable, en la causa de la democratización del Estado y el poder político que yo sostengo. Las tres campañas de difamación pública de que he sido objeto, basadas sobre estos tres sucesivos intentos de descalificación de mi personalidad moral, han tenido la misma génesis y el mismo montaje técnico. Primeramente se intenta paralizar la acción política que emprendo mediante la descalificación de mi competencia profesional, ante quienes me otorgan su confianza. Cuando se hace evidente la imposibilidad de que esta descalificación intelectual pueda prosperar se recurre a mi descalificación moral por medio de un lacayo acusador que fabrica y proporciona la prueba de "convicción". Enseguida una autoridad oficial del Estado, o de la oposición establecida, cubriendo la falta de credibilidad social del lacayo, asume públicamente la acusación. Finalmente la parte de la prensa que en cada ocasión ha estado al servicio de la autoridad que me descalifica, o al de los intereses políticos que ella representa, o al servicio comercial del sensacionalismo, hace el resto. Veamos el rigor con que se produce este proceso en cada una de las tres campañas de difamación organizadas contra mi personalidad política. 1968. MI INTERVENCIÓN EN LA CONFERENCIA CONSTITUCIONAL PARA LA INDEPENDENCIA DE GUINEA. El día 17 de Abril, el Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Castiella, inaugura la segunda fase de la Conferencia Constitucional con un discurso, en el que dice: "Al finalizar las reuniones de esta Conferencia y una vez que ustedes hayan podido llegar a un acuerdo sobre el texto de la Constitución y de la ley electoral, ambos documentos deberán ser sometidos a una consulta popular" . El día 19 de Abril, Don Miguel Herrero de Miñón, como asesor constitucional designado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, presenta a la Delegación guineana unos "Puntos básicos para un borrador de Constitución" diciendo que "no se quiera convertirse en un acto del legislador español sino en un acto del constituyente guineano, que sería siempre el pueblo de Guinea, a partir de la decisión que sus líderes y representantes políticos adopten, reunidos en esta Conferencia. El día 10 de Mayo, y declarado ya Secreto oficial los trabajos de la Conferencia, la mayoría absoluta de la Delegación guineana (23 miembros sobre un total de 44), asesorada constitucionalmente por mí, presenta un escrito haciendo constar que el proyecto de Constitución redactado por los técnicos designados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, señores Herrero y Condomines, ha sido rechazado por 33 miembros de la Delegación guineana; que el proyecto presentado por 10 miembros de Fernando Poó, por ser de. carácter separatista, debe ser también rechazado; y que el único proyecto de Constitución viable es el presentado con el aval de los 23 firmantes. (Documento núm. 1). En la sesión siguiente de la Conferencia (día 13 de Mayo), la Delegación española rechaza el proyecto de constitución presentado por la mayoría absoluta de la representación guineana, en base al dictamen que sobre ella han elaborado los técnicos gubernamentales. Los señores Herrero y Condomines lo consideran inadmisible a causa de la incompetencia profesional de quien lo ha redactado, es decir, de García- Trevijano, a quien dedican el siguiente párrafo: "el Comité técnico cree su deber hacer constar que, por haber tenido el honor de trabajar en íntimo contacto con la Delegación guineana y habiendo podido apreciar la preparación técnica de muchos de sus miembros, y el buen sentido político de la totalidad de ellos, manifiesta su asombro por la redacción del actual proyecto y se resiste a creer que proceda realmente de los Delegados de Guinea. El Comité técnico -"Sugiere que -una Comisión de expertos en Gramática Castellana en Lógica, en Teoría General del Derecho y en Derecho Público dictamine sobre si el proyecto constitucional comentado reúne las mínimas condiciones de- rigor lingüístico y racional para hacerlo inteligible y poder tomarlo como base de cualquier discusión; a simple título de ejemplo, el Comité técnico quiere señalar la formulación simplemente absurda de los Art. 1°, 4°, 5°, 6°, 8°, 9°, 13º, 15°, 22°, 23°, y 31º. En algunos de estos casos las disposiciones contenidas en el proyecto dictaminado son lógicamente contradictorias . . . Se refieren a una categoría desconocida por la ciencia política y por el Derecho comparado, como es la democracia inmediata a través de elección indirecta o el llamado Plan de Acomodo Territorial. Los expertos informantes han tropezado con graves dificultades para poder emitir un notable esfuerzo de interpretación, han llegado a la conclusión de que la mayoría de los artículos del mismo contienen fórmulas improcedentes (Art. 2°, 3°, 27°, 37°,40°, Disposiciones transitorias 1, 2 y 7), exóticas. . . En aquellos casos en que el proyecto dictaminado alcanza niveles de expresión que le hacen parcialmente inteligible, el Comité técnico señala el carácter nocivo de algunas de sus instituciones". (Documento núm. 2). A partir de este momento la mayoría de la Delegación guineana pierde su confianza en el Gobierno español y solicita, dentro de la Conferencia, que expertos de la ONU dictaminen sobre la validez de su proyecto constitucional. La Delegación española intenta romper esta mayoría por todos los medios. Pero esto no hace sino acrecentar la cohesión y la fuerza de los 23 que están dispuestos a abandonar la Conferencia. Sólo la confianza que les inspira mi asesoramiento técnico y mis consejos de no abandonar el cuadro legal de la Conferencia los retiene. Con el consentimiento de esta mayoría me decido entonces a enviar un informe al Sr. Carrero Blanco -a quien no conocí- por medio del entonces Ministro de Comercio, Sr. García Moncó. En este informe dije: "Prescindiendo de mi ambición, como jurista, de poder contribuir a la creación de una Constitución realmente africana y moderna, y de mi orgullo, como español, de que esta creación sea una genuina aportación de la cultura española, los motivos de orden político que me han empujado a ocuparme de la Constitución de Guinea han sido los siguientes: 1.- Procurar unas nuevas relaciones, sinceras y profundas, entre el pueblo español y el pueblo guineano, de orden político, económico y cultural. 2.- Procurar la continuidad del orden existente en Guinea durante el período de organización del nuevo Estado independiente, para que la brusquedad política del salto a la independencia se lleve a cabo en un clima de confianza y de serenidad. 3.- Procurar la formación de una conciencia nacional guineana que supere las actuales tendencias tribalistas y separatistas. 4.- Procurar la creación de un marco político y jurídico que facilite el desarrollo económico y social del pueblo guineano. Para conseguir el primer objetivo, la condición básica es que la independencia se produzca de una manera sincera, leal y generosa por parte del Gobierno español. Toda confusión o todo equívoco en este aspecto no puede más que perjudicar las futuras relaciones entre ambos pueblos y, por supuesto, sus respectivos intereses actuales. Para conseguir el segundo objetivo, la condición básica está en la confianza y en el convencimiento de la delegación guineana de que la iniciativa constitucional está en sus manos. La creencia o el temor de que la iniciativa constitucional del Gobierno español es un recurso técnico para perpetuar la actual situación de dependencia, les empujará a la destrucción del orden existente. Para conseguir el tercer objetivo, la condición básica está en una Constitución que no teniendo la hipocresía de ignorar las diferencias tribales, ni tampoco el cinismo de pretender aumentarlas, garantice a las minorías étnicas su derecho a participar en la construcción nacional del Estado. Para conseguir el cuarto objetivo, la condición básica está en una Constitución que facilite la eficacia de un Gobierno fuerte dentro de una sociedad libre y democrática, y que dificulte el nacimiento de los tres grandes obstáculos contra el desarrollo: las dictaduras ideológicas, el partidismo político y la centralización burocrática. "(Diario Pueblo, 19 Cuando la Delegación española comprende que es inútil su intento de dividir a esta mayoría guineana, decide clausurar la Conferencia imponiendo un texto constitucional y una ley electoral sin someterlos a la aprobación de la Delegación guineana. El Secreto oficial oculta ante la opinión pública española la realidad de lo sucedido en la Conferencia. Pero el asunto ha trascendido a la ONU, por los telegramas enviados por esta mayoría de los 23 al Secretario General y al Comité de los veinticuatro, y a la opinión internacional, por las informaciones correctas aparecidas en Le Monde y en el New York Times. El Ministerio de Asuntos Exteriores tiene pues que defender el prestigio internacional del Gobierno. Veamos como lo hace. Clausurada la Conferencia se convoca en el Ministerio de Asuntos Exteriores a Saturnino Ibongo, Atanasio N'Dongo y a un secuaz de estos, Armando Núñez de Balboa Dougan, que no era miembro de la Delegación guineana y que por tanto no tomó parte en la Conferencia. En esta reunión se les pide que atrasen su retorno a Guinea porque se les necesita para que defiendan en la ONU, tanto la corrección observada por la Delegación española en el desarrollo de los trabajos de la Conferencia, como el carácter negociado y acordado del texto constitucional, y para que expliquen los telegramas y protestas del Secretariado Conjunto guineano como un lamentable soborno a un grupito de guineanos. Armando Núñez de Balboa, que ya tenía prevista su salida para Guinea, escribe una cariñosa carta a su esposa, en la que habla de los "zapatitos" que ha comprado para su hijo, relatando la reunión que ha tenido en el Ministerio de Asuntos Exteriores y la misión que se les ha confiado. El día 8 de Julio comparecen en las Naciones Unidas, ante el Comité de descolonización, Atanasio N'Dongo, Saturnino Ibongo y Armando Núñez de Balboa, manifestando que "por parte del Gobierno español no hubo ningún obstáculo" y que "las complicaciones surgieron por otra parte. No era sólo aquel pequeño grupo de cinco guineanos, sino quien estaba detrás. Alguien que les escribía las intervenciones obstruccionistas en un impecable castellano jurídico, y que les pagaba indefinidamente la estancia en Madrid". Los objetivos de este alguien en la sombra fueron expuestos así: a) "Crear problemas al Gobierno español impidiendo una descolonización normal de Guinea. y dejándole en mala postura internacional". b.) "Representar a los grupos económicos internacionales que tienen interés en entrar en Guinea en cuanto se haga independiente". La prueba de "convicción" estuvo constituida por las siguientes declaraciones: "Exactamente el 26 de Mayo pasado nos citaron en el Paseo de la Castellana 106, a un grupo de Guineanos participantes en la Conferencia Constitucional para ponernos sobre la mesa 216.000 pesetas, con objeto de que boicoteásemos la Conferencia” (Diario Pueblo, día 9 de Julio de 1968). El día 10 de Julio, el Diario Pueblo publica otra crónica de su corresponsal en Nueva York, en la que Atanasio N'Dongo y Saturnino Ibongo después de referirse al "juego- siempre limpio" y "al apoyo moral profundo e ininterrumpido" del Sr. Castiella, después de ratificar la cantidad el domicilio citado ante el Comité de los veinticuatro el día anterior, como prueba del intento de soborno de que habían sido objeto, añaden: "Sospechamos que son grupos de españoles descontentos con su gobierno, que no quieren que este se apunte el tanto de la descolonización de Guinea, y, por otra parte son agentes de compañías internacionales que intentan introducirse en el territorio en cuanto éste consiga la independencia". El día 11 de Julio, el Diario Pueblo publica una Aclaración en la que dice: "se nos ha hecho notar que el mencionado notario no está en activo, sino excedente y que solamente a título de abogado es como debe haber tomado parte". El día 13 de Julio, el Diario "La Voz de Albacete" publica con grandes titulares en primera página una entrevista con Armando Núñez de Balboa, celebrada en el Hotel Sace de Madrid, propiedad de Bergaz Santos, concesionario en Guinea de la explotación forestal "Garitorenza", en la que dice: "El día 26 de Mayo unos señores me pusieron el dinero sobre la mesa. Fue en un edificio del Paseo de la Castellana y concretamente fueron un millón veinticinco mil pesetas. Se trata de un letrado que reside en Madrid". Estas declaraciones, distribuidas por Pyresa, fueron reproducidas el día 14 de Julio en todos los periódicos del Movimiento, y el día 15 en el periódico Informaciones. El día 17 de Julio, el Ministro Castiella se duele ante los corresponsales españoles en Nueva York de "las fuerzas sórdidas" que han intervenido al margen de la actuación del Gobierno, con el resultado de dejar en mala postura internacional a España, publicándose este comentario en casi todos los periódicos españoles. Con esta declaración la autoridad oficial del Ministro cubre la irresponsable denuncia de sus protegidos. La campaña de difamación está oficialmente autorizada. El mismo día 17 aparece por primera vez el nombre de García- Trevijano en la crónica que publica el diario Informaciones de su corresponsal en Nueva York, Castillo Puche. A partir del día 19 de Julio, en el que el Diario Pueblo publica la carta que dirigí a su Director, Emilio Romero, este periódico, y toda la prensa del Movimiento, difundes los más graves epítetos contra mí: "buitre del capitalismo", "turbias maniobras", "intento de soborno", "agente de compañías internacionales", "conducta indeseable desde todos los puntos de vista", "facilitar dinero para difamar a España ante la ONU.., etc.. El Juzgado de Orden Público, a instancias del Ministerio Fiscal, inicia unas diligencias para comprobar la veracidad de mi actuación. Ante el Juzgado pruebo documentalmente dos hechos: a) que antes de comenzar la Conferencia Constitucional comuniqué al Sr. Castiella, en presencia de los diplomáticos Emilio Martín y Adolfo Martín-Gamero, mi decisión de asesorar a la Delegación guineana, ante lo cual el Sr. Ministro me felicita por ser mi criterio coincidente con el del Ministerio y contrario a la separación de Fernando Poó, que propugna la Presidencia del Gobierno; b.) que aparte de 200.000 pesetas entregadas a Justino Mba a finales de 1967 para ayudar a los gastos de viaje de la Delegación guineana que había de venir a Madrid a la segunda fase de la Conferencia, sólo me había limitado a pagar facturas de los hoteles donde residían los guineanos, integrados en el Secretariado Conjunto, por un importe total algo inferior a 700.000 pesetas. En los recibos que aporto se demuestra que esta ayuda la hago por mi identificación política con la causa de la descolonización del pueblo guineano. El único que nunca me solicitó ayuda económica fue el Sr. Macías que se pagó todos sus gastos de estancia y de viaje con los ahorros que había realizado para esta eventualidad. Las diligencias, incoadas son sobreseídas sin llegar a dictarse auto de procesamiento. Los intentos que hago ante los Tribunales de justicia y ante eL Ministerio de Información y Turismo para procesar judicialmente, o incoar expediente administrativo, a Emilio Romero se estrenan contra la inmunidad política de que goza éste, y contra la sistemática inaplicación de la Ley de Prensa por parte de su autor, el Sr. Fraga. El resultado es que hasta hoy no he tenido la ocasión legal de demostrar públicamente no sólo la falsedad total de aquella campaña de difamación, sino lo que es aún más grave: que fue una maquinación política inspirada y dirigida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no por la Presidencia del Gobierno, como algunos círculos de la oposición sospecharon, La prueba documental que exhibo ahora ante la opinión española para demostrar de forma inequívoca una afirmación tan grave como la que acabo de formular, es la fotocopia de los folios números 7, 8, 9 Y 24 del Acta oficial de la décima sesión plenaria de la Conferencia Constitucional, con membrete del Ministerio de Asuntos Exteriores, y de cuyo contenido da fe Don Joaquín Castillo Moreno, Marqués de Castro de Torres. En dicha sesión, celebrada el día 17 de Mayo, el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha dicho ante la ONU que el día 26 de Mayo ha sufrido un intento de soborno en mi despacho de Castellana 106, declara que no me conoce, que le han dicho que entregué un millón veinticinco mil pesetas a los grupos que representan al Monalige, (en la ONU dijo 216.000), que le parece bien que dé dinero si lo hago por razones económicas o comerciales, como él lo recibe del Sindicato colonialista de la Madera, pero lo que no puede consentir es que preste ayuda económica por motivos políticos. (Documento núm. 3). El Sr. Castiella, a sabiendas de que yo no conocía a su lacayo Atanasio N'Dongo, a sabiendas de que Núñez de Balboa no tomó parte en la Conferencia Constitucional, cubre las difamaciones que lanzaron sobre mí 'con una hipócrita condolencia sobre las fuerzas "sórdidas" que habían actuado al margen del Gobierno. Con este documento que aporto ahora nadie de buena fe, que quiera y busque la verdad, puede dudar que la "sordidez" solamente estuvo en el Sr. Castiella. El Secreto oficial decretado sobre Guinea antes de su Independencia permitió esta brutal violación de la verdad. CITA(malé chillida @ Jun 6 2006, 04:23 PM) TREVIJANO tiene un blog personal, aunque no he encontrado ni una referencia a GUINEA en él. ![]() BLOG DE G. TREVIJANO Dicen que la información es poder ![]() ![]() FAVODEN COMPIS ![]() TODA LA VERDAD MI INTERVENCIÓN EN GUINEA ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Ediciones Dronte 1977 ISBN 84.366.0090.8 1976. MI ACCIÓN POLÍTICA POR LA UNIDAD DE LA OPOSICIÓN COMO REQUISITO PARA LA DEMOCRATIZACIÓN DEL ESTADO. Para eliminarme de la escena política, a causa de mis firmes convicciones respecto al carácter artificial, y por tanto peligroso para la futura convivencia ciudadana, del proyecto reformista del Gobierno, y respecto a la necesidad de una verdadera alternativa democrática para superar pacíficamente la crisis del Estado autoritario, se ha vuelto a montar otra maquinación política como base de la más espectacular y grosera campaña de difamación que tal vez haya padecido un hombre político en un país "civilizado". La preparación sicológica de la campaña la inicia el redactor jefe de la revista Guadiana, José Antonio Novais, publicando un recuadro bajo el título "Trevijano en el alero", en el que se dice que en los libros que se preparan sobre Guinea saldré "muy mal parado" y que se "revelan con documentos una serie de sucesos capaz de poner a cualquiera carne de gallina". (Guadiana, días 14 a 20 de 9 - 76). El mismo periodista, como corresponsal de "Le Monde", publica el día 9 de Octubre pasado, que el PSOE se declara moralmente incompatible conmigo por haber realizado "negocios sucios" en Guinea. Expresión que como todos los informadores saben jamás ha empleado dicho partido político. Pero antes de demostrar la maquinación y el amaño a que obedece la actual campaña de desprestigio, que reproducen casi todos los medios informativos, sobre mi intervención en los asuntos de Guinea Ecuatorial con posterioridad a su Independencia, voy a demostrar una a una la falsedad de todas las infantiles e inverosímiles acusaciones contenidas en el dossier prefabricado por la A. N. R. D. y en las demás informaciones procedentes todas de la misma fuente, empezando por la que apareció en Diario 16 como primicia de la campaña. ACUSACIÓN DE DIARIO 16 Y CAMBIO 16. El día 19 de Octubre Diario 16 se estrena como publicación con una noticia escandalosa: "Por los sellos de Guinea Trevijano consiguió 45 millones". En el texto se dice: "Trevijano se llevó cuarenta y cinco millones de pesetas por firmar en calidad de árbitro un contrato suscrito entre el Ministro del Interior de Guinea Ecuatorial, Ángel Masié Ntutumu y el industrial griego Dragomir Prodanov... según una información que mañana publicará el semanario "Cambio 16"... el contrato lleva fecha de 22 de Junio de 1971 y las autoridades guineanas lo consideran rescindido desde Abril de 1976 por fallecimiento de Dragomir... sus herederos han interpuesto la correspondiente demanda ante el Juzgado núm. 12 de Madrid al estimar, por el contrario que debe considerarse vigente... A tenor de una de las cláusulas del contrato, el árbitro García Trevijano debía percibir tres millones por cuatrimestre. Los cuarenta y cinco millones recibidos por Trevijano fueron depositados en el país, banco y moneda por él designados" . El Semanario Cambio 16 en lugar de ampliar la información prometida la resume sin añadir ni modificar nada (número del 25 a 31 de Octubre). El mismo Semanario en el ejemplar de los días 15 a 21 de Noviembre actual, y bajo el título "Papel pringado", modifica la noticia diciendo que percibí "cuarenta y cinco millones de pesetas en nueve años" . LA REALIDAD. Toda la información de la empresa "16" es falsa. Ni he recibido una sola peseta por ese contrato de concesión filatélica, ni el concesionario es griego, ni sus herederos han interpuesto demanda judicial alguna, ni la cantidad devengada a favor del Gobierno de Guinea ha sido de 45 millones, ni la duración del contrato ha sido de cinco ni nueve años. La verdad es la siguiente: En el Juzgado num. 12 de Instrucción, es decir de lo penal, un exfuncionario de la Embajada de Guinea Ecuatorial, a petición de los nuevos concesionarios filatélicos de esta República, presentó una querella contra el sucesor comercial del fallecido, Sr. Prodanov, antiguo concesionario, acusándole de continuar vendiendo o emitiendo sellos después de la caducidad del contrato. El Sr. juez antes de dictar auto de procesamiento requirió mi testimonio como árbitro del contrato de concesión a favor de Prodanov. En el contrato que figura mi arbitraje, y que obra en los archivos del citado Juzgado constan las siguientes estipulaciones: A. PLAZO DE DURACIÓN DEL CONTRATO. "El plazo de esta concesión será de un año, a contar desde los 90 días siguientes a la fecha en que sean aprobados los primeros temas o diseños y firmada la primera autorización a la imprenta. Cualquier retraso en la aprobación de los dibujos, así como en la aprobación de la tabla o cuadro anual para la emisión de sellos para el mercado filatélico internacional, determinará automáticamente la prórroga del presente contrato por el mismo tiempo de la demora. El presente contrato se entenderá tácitamente renovado por un plazo igual de un año, si no fuera denunciado por cualquiera de las partes con tres meses de anticipación a la fecha de su caducidad". B. PRIMA O ROYALTIE ALZADO: "En caso de que el Ministerio del Interior de la República de Guinea Ecuatorial no obtuviese la conformidad de la Oficina filatélica de Correos en Madrid (para que continúe la distribución de las emisiones de Guinea Ecuatorial), el pago anual que debe abonar el concesionario (fijado en 9 millones en la estipulación decimoquinta), se reducirá a seis millones de pesetas, a razón de dos millones por cuatrimestre". Con arreglo a estas estipulaciones el contrato sólo ha tenido vigencia durante los dos años contractualmente previstos. Los atrasos ocasionados en la aprobación de las materias especificadas en la estipulación decimotercera, y el fallecimiento del Sr. Prodanov cuando ya estaba ejecutando la prórroga, explican que pese a que la fecha del contrato es de 1971, sin embargo su caducidad no se produjera hasta finales de 1974. La cantidad abonada por el concesionario no ha sido sin embargo de doce millones, como podría deducirse, de la simple suma de las dos anualidades de seis millones (ya que la Oficina Filatélica española no continuó la distribución de las emisiones), sino de nueve millones. La razón es que al fallecer Prodanov, sin herederos, el Gobierno de Guinea que necesitaba antes que nada contar con el suministro de los sellos para el consumo interior, tuvo que aceptar la terminación de la prórroga por parte del director técnico del Sr. Prodanov, que se subrogó a estos efectos en la concesión, pero reduciendo el royaltie total de la única prórroga anual a 3 millones. Finalmente esos nueve millones que el concesionario debía abonar según el contrato "en la moneda, país, y banco, que el árbitro Sr. García Trevijano indique", deberían ser aplicados "a los pagos previstos en este contrato", según consta en el propio contrato de concesión. Lo cual impide interpretar que yo los haya podido cobrar como honorarios ni por cualquier otro concepto en mi provecho. Tras mi testimonio, la querella contra el director técnico del Sr. Prodanov fue retirada. ACUSACIONES DE LA A. N. R. D. CONTENIDAS EN SU DOSSIER Y EN SUS DECLARACIONES POSTERIORES A LA PRENSA Toda la campaña de desprestigio organizada contra mí se basa en dos tipos distintos de acusaciones: uno, de carácter político, haciéndome responsable del Régimen actual en Guinea Ecuatorial; otro, de carácter económico, atribuyéndome un afán lucrativo y unos negocios fabulosos en dicho país. DE TIPO POLÍTICO: PRIMERA ACUSACIÓN: "Asesoro a los principales líderes guineanos, muy especialmente a Francisco Macías Nguema, cuya candidatura presidencial impulsó y financió con alrededor de cincuenta millones de pesetas, según los cálculos más fidedignos" . LA REALIDAD: Terminada la Conferencia Constitucional, aconsejé solamente a mis más íntimos amigos del partido Munge, José Nsué, Esteban Nsué y Andrés Moisés que no dividieran al Secretariado Conjunto presentando la candidatura de este último a las elecciones presidenciales, ya que todos los demás reconocían en Macías el único líder capaz de batir a las candidaturas oficiales del Régimen, Bonifacio Ondó y Atanasio N'Dongo. A finales de Agosto de 1968, estando de veraneo en Comillas, recibí inesperadamente la visita de José Nsué y de Andrés Moisés. Me pidieron ayuda económica para encargar en una imprenta la propaganda en favor de la candidatura de Macías. Les recordé que ya había hecho un enorme esfuerzo, para mis posibilidades, pagándoles las facturas de los hoteles durante la Conferencia Constitucional, y que era imposible que yo pudiese hacer frente a un gasto tan importante. Les aconsejé la forma de desarrollar una campaña popular sin dinero, en contraste con d dinero colonialista que se estaba empleando ya a manos rotas en favor de Bonifacio Ondó y de Atanasio N'Dongo. Les convencí. Pero me pidieron un mínimo de folletos simples para llevárselos a Guinea. Les prometí entonces que llamaría a mi oficina de Madrid autorizando el pago, hasta un límite máximo de 500.000 pesetas, de las facturas de imprenta que me presentaran por orden de ellos. Cuando regresé a Madrid, a mediados de Septiembre, pagué estas facturas por un importe de 591.000 pesetas. Y este es todo el dinero aportado por mí a la candidatura de Macías. No es extraño que para la mentalidad franquista, y para los que han vivido de la política durante cuarenta años en nombre de la idea de servicio, resulte increíble que exista objetivamente la posibilidad de que alguien viva íntegramente no de sino para la política, es decir, para sus ideales políticos. Lo extraño es que esta mezquina y corrompida idea de la humanidad esté compartida por sectores democráticos. Se dice, y en parte es verdad, que lo que no es de algún modo conocido o sentido como propio, resulte inimaginable en los demás. El escepticismo de un demócrata ante el idealismo ajeno no revela más que su propia incapacidad de sentir y vivir con nobleza. Yo no veo diferencia moral alguna entre dar ideas a los demás o dinero para realizar esas ideas, si se tiene. Por otra parte este es un rasgo permanente de mi carácter y de mi conducta. Durante estos largos años del miedo y de la clandestinidad han sido innumerables los estudiantes que han pasado por mi despacho; con tarjetas de presentación de sus profesores, hay conocidos líderes de los partidos llamados de la oposición moderada, y cuyos nombres silencio por pudor, para que les pagase multas, matrículas, y otros daños ocasionados por sus actividades políticas. Son muy pocos los que podrán decir que no les atendí. Jamás pedí nada a cambio. A la mayoría de ellos ni su nombre. También presté ayuda económica a la Escuela de ciencias sociales que dirigía el socialista José Vidal Berneyto, sin entrometerme ni pretender capitalizar políticamente esa interesante y fecunda actividad cultural. Nadie se extrañaba de mi generosidad, porque eran tiempos heroicos donde la entrega y la solidaridad eran requisito de supervivencia. ¿Por qué no iba a proceder del mismo modo ante una causa histórica y grande como es la descolonización africana? SEGUNDA ACUSACIÓN "A raíz de estos acontecimientos (golpe de Estado frustrado en Marzo de 1969), el Sr. García Trevijano aconsejó al Presidente Macías que la única forma de conservar el poder era eliminar a toda la oposición y desconfiar de España y de los estudiantes guineanos que estaban estudiando allí, a los que frecuentemente suele dirigirse en términos despectivos. Macías asesorado por García- Trevijano derogó aquellos de la Constitución que limitaban los poderes presidenciales, disolvió la Asamblea Nacional, se atribuyó todos los poderes y se proclamó Presidente vitalicio". LA REALIDAD: Desde que en Julio de 1968 despedí en el Aeropuerto de Barajas a los últimos guineanos que regresaban a su país tras la Conferencia constitucional, y entre ellos al Sr. Macías, hasta el día 12 de Octubre de 1969, en que fui por primera vez a Guinea no tuve ningún tipo de relación, ni técnica ni política, con el Gobierno del Presidente Macías. Para los que se empeñan en creer que mis motivaciones ante la Independencia de Guinea eran prioritaria o concurrentemente de tipo lucrativo, jamás podrán explicar el hecho de que Macías sea elegido libremente por votación popular (¿dónde estaba ahí mi influencia?) Presidente de la República, y yo no salga corriendo para ese país en busca de la oportunidad que nadie podría disputarme. ¿Por qué tardo quince meses en ir a Guinea? Lo normal es que hubiese asistido a la toma de posesión el día 12 de Octubre de 1968. Pero existe una razón de mucho peso para explicar esta aparente anomalía. Y ahora por primera vez la voy a decir. Cuando el Presidente Macías constituye su primer Gobierno nombra Ministro de Asuntos Exteriores a Atanasio N'Dongo, es decir al lacayo del Ministerio de Asuntos Exteriores español que ha lanzado en la ONU y ante la prensa española la infamante injuria de que he intentado sobornarlo. Mi dignidad me impide desde ese momento tener ningún tipo de relación con un Gobierno en el que figura semejante individuo. Pero aún hay más, cuando me entero de las andanzas de Paesa, Armijo, Novais, y Mariano Robles respecto a un banco privado, emisor de moneda y depositario del Tesoro público, y respecto a fabulosas construcciones de puertos, carreteras, aeropuertos, etc . . ., con una sociedad de cien mil pesetas de capital, (documento núm. 4) la pena y la preocupación de que el recién país independiente se vea envuelto en un escándalo financiero me determina a escribir una carta al Presidente, para informarle de la realidad sobre estos señores, y a la vez, por ser la primera vez que le escribo desde que lo despedí en Barajas, para expresarle mi incomprensión respecto al nombramiento de Atanasio N'Dongo como ministro y mi seguridad de que será traicionado por éste. La carta se la envié a través del ministro José Nsué, y naturalmente en sobre cerrado. La respuesta del Presidente Macías me dejó perplejo. En primer lugar no me contestó directamente, sino a través de su jefe de la Casa Civil. La respuesta, cortés y diplomática, me reveló que el orgullo africano es de otra naturaleza que el nuestro. Me recordaba, en su respuesta, que era el jefe del Estado de un país independiente y que sólo admitía los consejos que solicitaba. En este mismo momento, Febrero de 1969, decidí no ocuparme jamás de Guinea. EL día 5 de Marzo de 1969, Atanasio N'Dongo y Saturnino lbongo, trasladados a Guinea desde Madrid en un avión "especial”, y con la ayuda de sectores y de medios que en su día se conocerán, dan un golpe de Estado que triunfa durante cuatro horas. Atanasio desde eL sillón presidencial en Bata comunica que ha cumplido con éxito el golpe. Recibe telegramas de felicitación que llegan cuando el sillón está de nuevo ocupado por Macías, tras su asalto al Palacio presidencial. Atanasio, Ibongo, Balboa y algunos más de sus secuaces murieron en el acto, o a consecuencia de las gravísimas heridas recibidas. Desde el mes de Mayo de 1969, todos los ministros guineanos que llegan o pasan por Madrid vienen a visitarme rogándome que vaya a Guinea. Me traen los más cariñosos saludos y recuerdos del Presidente. A ninguno de ellos le hablé de la carta que había recibido en Febrero. Pero a todos les digo que mi función en Guinea ha terminado y que no deseo ir. Hasta que en el mes de Septiembre recibo un mensaje del Presidente pidiéndome que les envíe un proyecto para la creación de un Banco Central del Estado, y anunciándome que me ha concedido una condecoración que desea imponerme personalmente en el primer aniversario de la Independencia. Tras largas meditaciones decido enviar el proyecto del Banco Central (documento núm.5), y rechazar la condecoración. Finalmente en los días anteriores al 12 de Octubre sufro una presión tan fuerte de mis amigos en el Gobierno de Guinea, que por educación decido ir a recibir la condecoración y volverme enseguida. Mi encuentro con el Presidente Macías fue embarazoso. Le había predicho con un mes de antelación la traición de que iba a ser objeto por parte de Atanasio, y la solvencia. financiera de "Finguinea", que había terminado en un verdadero desastre. He de reconocer que el Presidente actuó con mucha gentileza. Me agradeció y me alabó el proyecto del Banco Central que le había enviado. No me pidió nada. Pero me rogó encarecidamente que aceptara su invitación para pasar la nochevieja en Guinea, y poder comentar con tranquilidad la situación política mundial. Otra cosa fue mi relación con los Ministros que habían pertenecido al Secretariado Conjunto. Todos querían agasajarme, enseñarme su país, agradecerme lo que había hecho por ellos, pedirme consejo sobre lo divino y humano. Nunca olvidaré la emoción que sentí cuando el Presidente Macías me presentó en la Tribuna de Bata ante la muchedumbre guineana. Sólo pronunciar mi nombre el clamor impidió que siguiera hablando. Por tres veces consecutivas tuve que saludar a este pueblo, que de este modo demostraba que mi acción por su independencia era un triunfo y una conquista para la España democrática del futuro. Acepté la invitación y volví a finales de Diciembre. En esas fechas continuaba en vigor la Constitución que había sido impuesta por los técnicos del Gobierno español, continuaba la Asamblea Nacional, y la Presidencia no era vitalicia. TERCERA ACUSACIÓN. "Sabemos a ciencia cierta que la Ley sobre las penas de muerte a los considerados por el Régimen como subversivos fue redactada en el despacho madrileño del Sr. García Trevijano, así como la nueva Constitución y los Estatutos del Partido Único Nacional de Trabajadores (PUNT). Se acompañan, en los anexos, documentos". LA REALIDAD: Decir que se sabe a ciencia cierta y decir que se acompañan documentos anexos, no es lo mismo que demostrar científicamente y aportar realmente un documento. Nada se aporta, nada se demuestra, aparte de esta monstruosa acusación contra un jurista y un político que lleva más de un cuarto de siglo luchando contra toda forma de dictadura, tiranía o violación de los derechos humanos. He suscrito en España, y fuera de España, todos los documentos que han sido oportunos contra la pena de muerte. Ante una asamblea de abogados de Barcelona, leí el informe técnico que había elaborado a solicitud del propio Colegio, para la defensa legal de Puig Antich. He sido duramente criticado en algunos periódicos por haber solicitado la amnistía de todos los detenidos vascos. Y la única vez que he tenido conocimiento previo de una ejecución capital en Guinea, por un asesinato de derecho común cometido por dos nigerianos, juzgados y condenados por el mismo procedimiento y por el mismo Tribunal que los existentes antes de la Independencia, en Abril de 1971, no pude permanecer en el país, y pese que había programado y prometido una estancia de quince días, al día siguiente de conocer este hecho me fui de Guinea, vía Douala, sin despedirme de nadie, bajo el pretexto de que me habían llamado urgentemente desde mi bufete. Yo no tengo noticia de que en Guinea después de la Independencia se haya promulgado alguna ley relativa a la pena de muerte. En cuanto a la nueva Constitución, fue aprobada y promulgada en Agosto de 1973, (documento núm. 6) y no tuve la menor noticia sobre ella hasta varias meses después. Finalmente en cuanto el PUNT, en el que tampoco he tenido la menor participación, me basta con aportar la prueba fehaciente de las propias declaraciones de mi acusador Esteban Nsué, quien el día 6 de Noviembre de 1969, después de presentar sus cartas credenciales como Embajador, reunió a los informadores y entre otras cosas, dijo: "¿Partidos políticos? No. De momento, según los anhelos del pueblo, partido único. Un partido no constituido aún. De hecho están disueltos los partidos"; "García Trevijano se ofreció incondicionalmente a asesorarles y que Guinea reconocida, le condecoró, tiene relaciones de amistad con miembros de aquel gobierno y puede prestar su asesoramiento técnico si alguno de ellos lo solicita. El Gobierno, si lo estimase oportuno, podría recabar ese asesoramiento también". "En cuanta al Sr. Armijo tiene contactos guineanos con miras a sus facetas comerciales". (ABC, día 7 de Noviembre). En estas declaraciones el Embajador Nsué reconoce: que en ese tiempo yo no era asesor del Gobierno de Guinea Ecuatorial, contrariamente a lo que afirma en el dossier de que fui nombrado asesor en 1968; admite una diferencia entre la amistad con determinados ministros y mi actitud ante el Gobierno. Estas declaraciones de Esteban Nsué, el único firmante del dossier, son hechas después de mi primera visita a Guinea, en la que he recibido la condecoración, he dado consejos técnicos a mis amigos ministros que me lo han solicitado, pero conocen mi actitud de no asumir ni pretender ningún papel asesor ante el Gobierno, ni técnico ni político. CUARTA ACUSACIÓN: "El Sr. García-.Trevijano también tiene que ver, por sus consejos, en el desarrollo del tema de la "materia reservada". Sin comentario. QUINTA ACUSACIÓN: “Apelamos a las fuerzas integrantes de la oposición española a que no sigan siendo cómplices del asesinato -verdadero genocidio- de más de 90.000 guineanos en siete años y del exilio de 130.000". LA REALIDAD Según ras cifras proporcionadas por el Gobierno español y publicadas en todos los medios informativos en las fechas anteriores a la Independencia de Guinea, la población total de este territorio era de 245.989, incluidos 40.000 nigerianos y 8.602 europeos. Luego la población guineana era de 197.387. SEXTA ACUSACIÓN: "Discurso presidencial en el aeropuertos de Yaounde, y discurso presidencial en la cena ofrecida a S. E. el presidente Ahidjo”. LA REALIDAD: En mi visita a Guinea en navidad y año nuevo de 1970 aceptando la invitación del Presidente, decido prestar mi asesoramiento al Gobierno solamente sobre asuntos técnicos de política económica ó de política internacional, y siempre que en cada caso me lo solicite. Intervengo en la redacción de estos dos discursos, cuyos textos Íntegros constituyen el documento núm. 7. SÉPTIMA ACUSACIÓN: "Proyecto de decreto Ley para creación de Infoge". “Proyecto de decreto Ley para regulación del Comercio Exterior”. LA REALIDAD: En marzo de 1969, es decir, cuando ningún contacto tengo con Guinea, el Ministro José Nsué, presenta a su Gobierno una moción proponiendo la creación de INFOGE (documento núm. ![]() En Diciembre de 1969, unos días antes de salir para mis vacaciones de navidad y año nuevo en Guinea, el Embajador me entrega una carta del Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores, Gaudencia Asumu, en la que, considerándome asesor del Embajador (y no del Gobierno), me solicita de esta forma indirecta que prepare un proyecto de Ley que regule el comercio exterior, de acuerdo con la política económica implícita en la Exposición de Motivos de la ley creadora del Banco Central (documento núm. 9). Como yo aún no he decidido si voy o no a colaborar técnicamente con el Gobierno de Guinea, me voy a ese país sin llevar el proyecto de Ley que me solicitan. Durante mis "vacaciones", partiendo de la realidad de Infoge que está funcionando, para huir de la burocracia, y dada la ausencia de cuadros técnicos, fundo en un solo proyecto tanto la legalización de las actividades agrícolas que venía desarrollando Infoge, como la nacionalización de las principales partidas del comercio exterior de Guinea, redactando el proyecto de decreto-ley, que se acompaña como documento núm. 10, y que justamente nunca llegó a convertirse en ley, tanto por la irregular administración económica del máximo responsable de Infoge, Andrés Moisés (hoy jefe de A.N.R.D.), como por la presión que hicieron en aquel momento sobre la Presidencia los intereses colonialistas del cacao, capitaneados por el Vicepresidente, Bossio, para evitar la nacionalización del comercio exterior. OCTAVA ACUSACIÓN: "Esquema preliminar para la elaboración del Plan de Desarrollo de Guinea Ecuatorial". "Expedición científica del Doctor Montoya". "Endoso a favor del Sr. García Trevijano del contrato de Italcambio para la financiación de los trabajos emprendidos respecto a un estudio de Guinea Ecuatorial y de la región africana circundante" LA REALIDAD: El día 25 de Octubre de 1969, después de mi corta visita a Guinea Ecuatorial, recibo una carta del Sr. Presidente de la República solicitando mi ayuda para emprender la elaboración de un Plan de desarrollo económico (documento núm. 11). Si la tarea de preparar una Constitución de independencia me ilusionó, la de preparar un Plan de desarrollo para la emancipación económica de un país africano era un desafío que ningún político del mundo podía rechazar. En los medios solventes del Banco Mundial me informaron de que una financiación para este fin requería la presentación de un esquema preliminar que señala las directrices básicas y al menos un inventario elemental de los recursos naturales del país. Hablo con el Doctor Montoya, que ha realizado una expedición científica por encargo del Gobierno venezolano con la misma finalidad. Se entusiasma con la idea de realizar este trabajo en Guinea, y marcha a este país de acuerdo con el Gobierno para comprobar las posibilidades y el coste de una expedición exploratoria y evaluatoria de los recursos naturales. Cuando me entrevisto en mis "vacaciones" con el Sr. Presidente le informo de las gestiones realizadas en el Banco Mundial y de la primera impresión del Doctor Montoya. El Gobierno de Guinea tiene urgencia de acometer este estudio pero, a causa de los acuerdos monetarios y del clearing con España, carece de una sola divisa para cubrir esta prefinanciación del Plan de Desarrollo. La única fuente de divisas inmediatas no destinada aún a ningún gasto del presupuesto es el royaltie que devengará un contrato que el Gobierno ha firmado el día 13 de Septiembre de 1969 con la firma internacional "Italcambio" para la emisión de monedas de oro y plata conmemorativas de la Independencia. El contrato prevé una emisión máxima de 127.500.000 pesetas, con un royaltie a favor del Gobierno del veinte por ciento, es decir. De 25.500.000 pesetas (documento núm. 12). Pero yo no intervine en este asunto y cuando en mi primera visita el ministro Masié consultó mi opinión hice algunas reservas de orden técnico, por no tener previsto un plazo de duración. Por eso recibo una carta del Ministro del Interior con fecha 25 de Octubre pidiéndome que trate de mejorar el contrato (documento núm. 13). Lo intento, y consigo aumentar a 27.000.000 la cifra del royaltie para el Gobierno y establecer un plazo de duración. Es pues este contrato, en cuya concertación y firma no he intervenido, el que se tiene en cuenta como base de financiación cuando redacté en esas "vacaciones", y sin ningún libro que poder consultar, el esquema del Plan de desarrollo económico y social de Guinea Ecuatorial, que se acompaña como documento núm. 14. Pero la crisis del dólar, y la espectacular subida del oro y la plata apenas iniciada la ejecución del contrato por Italcambio, impide a esta firma continuar su cumplimiento, ya que al estar obligada a vender las piezas por su valor nominal y haber doblado el coste de los metales preciosos para su acuñación perdería indefectiblemente realizándolo. Intento que pese a todo se cumpla, pero la firma Italcambio tiene razón, el contrato prevé una emisión máxima, pero no una emisión mínima obligatoria. Aún así intento indirectamente, a través de la cláusula nueve del contrato, defender los intereses del Gobierno, exigiendo cien series completas de las monedas de oro y doscientas de las de plata (documento núm. 15). Pero la empresa tiene razón, mi exigencia sólo estaría fundada si se realizasen las emisiones y se optasen por las monedas en lugar de los royalties. Estos documentos prueban que yo no he podido cobrar comisión alguna de una empresa que contrató durante mi alejamiento de los asuntos de Guinea, y a la que sólo le he planteado luego problemas. Pues bien, para cubrir el hueco que deja este incumplimiento justificado de Italcambio, en la financiación de la expedición científica que ya está en marcha y comprometida, y poder hacer frente a los pagos de más de siete mil análisis completos de muestras minerales, es por lo que se firma el contrato filatélico con el Sr. Prodanov, con el fin de destinar, como así se ha hecho, aquellos nueve millones a estos pagos previstos en el contrato. El Doctor Montoya me ha enviado la carta que se adjunta como documento núm. 16. NOVENA ACUSACIÓN: "Informe sobre una nueva emisión de billetes guineanos”. LA REALIDAD: Durante mi tercera visita a Guinea, en Abril de 1971, los expertos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, destacados como asesores y técnicos del Banco Central de Guinea, llevan un informe a la Presidencia felicitando al Gobierno por el éxito del Banco Central y anunciándole la visita de una Delegación del Fondo monetario para proponer determinadas medidas de política monetaria. El Sr. Presidente aprovecha mi presencia para pedirme al instante, y sin más datos que los que me dan verbalmente el Ministro de Hacienda y el Gobernador del Banco Central, un dictamen sobre la paridad y convertibilidad de la peseta guineana, que tengo que improvisar el día 15 de Abril de 1971, elaborando el informe que se adjunta como documento núm. 17. Sería verdaderamente absurdo que en las fechas a que se refiere la lista de asuntos contenida en el dossier (navidad de 1969 y año nuevo de 1970) pudiera pensarse en una nueva emisión de billetes cuando el Banco Central llevaba apenas un mes de funcionamiento legal, y cuando los expertos suramericanos del Fondo Monetario destacados en Guinea había ciertamente elaborado una crítica muy severa contra mi proyecto del Banco Central, por considerarlo poco ortodoxo, crítica que yo sólo conocí cuando en Abril de 1971 el Sr. Presidente, al pedirme el informe a que se hace referencia en este apartado, me enseñó con satisfacción la felicitación de los mismos expertos, que habían rectificado su primera opinión. Las demás acusaciones contenidas en la lista de trabajos, no sé qué fundamento puedan tener. No recuerdo ni uno solo de los 52 puntos, distintos de los ya analizados anteriormente. Es muy posible que sobre algunos de ellos haya hablado con tal o cual ministro, pero de lo que estoy seguro es de que los enumerados en la hoja 2 y 3 de la lista no se refieren, en su mayor parte, a problemas existentes o planteados en mis "vacaciones" de la navidad de 1969. La lista está fabricada a posteriori con algunos datos ciertos y con otros claramente inventados, como el de la contestación al mensaje de S. S. el Papa, (es la primera noticia que me llega de que S. S. hubiese enviado algún mensaje al Presidente de Guinea), la contestación a la nota publicada en el periódico ABC por el Ministro de Asuntos Exteriores español (el ex embajador Esteban se ha confundido, yo solamente le aconsejé en la redacción de la nota verbal de contestación al Memorandum del Ministerio de Asuntos Exteriores de 28 de Noviembre de 1969), la contratación de un Director para el Banco Nacional de Depósito y Desarrollo (que fue creado, como luego se verá, en Septiembre de 1970), la redacción de la nueva Constitución (que sólo se plantea en 1973), mi nombramiento como abogado y asesor económico (cuando en el preámbulo del mismo dossier se dice que fui nombrado en 1968), la contratación conmigo del estudio y elaboración del Plan de desarrollo (cuando en el número 9 y 11 de la misma lista no sólo se da por contratado sino además financiado), la contratación de técnicos a que se refieren los números 26, 27,29, 30, 39 y 45 de la lista (cuando en el preámbulo del dossier se dice que fueron contratados antes del golpe de Marzo de 1969, en el tiempo que yo no tenía relación alguna con el Gobierno de Guinea), etc... etc... etc... B. DE TIPO ECONÓMICO PRIMERA ACUSACIÓN: “Confeccionó los Estatutos de los Bancos Central y de Comercio de Guinea Ecuatorial, de los cuales es el mayor accionista”. LA REALIDAD: Antes he relatado la génesis de mi proyecto que llegó a ser Ley del Banco Central, que se ha aportado como documento num. 5. Tanto en su Exposición de Motivos, como en todo su articulado, especialmente en el artículo 1, se prescribe el carácter estatal, autónomo y de derecho público de esta institución financiera, que a través de la previsión contenida en el artículo 2 asegura la nacionalización del crédito. Este Banco Central además es miembro de pleno derecho del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, cuyos expertos están permanentemente destacados en la administración técnica de su funcionamiento. Es imposible que haya accionistas porque no hay acciones. En cuanto Banco Comercial, el dossier me confunde con Paesa, Novais, Armijo y Mariano Robles, quienes intentaron en efecto tener un Banco comercial, a través de la sociedad "Finguinea", como lo demuestra el documento núm. 4 de los aquí aportados. El día 23 de Junio de 1970 me escribe el Ministro de Obras Públicas, Don Jesús Alfonso Oyono. Ante el fracaso de Andrés Moisés al frente de Infoge, y la paralización del proyecto que preparé para la nacionalización del comercio exterior, me solicita que redacte un proyecto para el Banco de Desarrollo (documento núm. 18). Pero antes de recibir esta carta, el día 11 de Junio de 1970, el Sr. Presidente me había enviado un anteproyecto de los Estatutos del Banco Nacional de Depósito y desarrollo de Guinea Ecuatorial redactado por no sé qué expertos o grupo financiero, pidiéndome mi opinión sobre el citado anteproyecto. Elaboro un breve informe que envío al Sr. Presidente por el conducto indicado (documento núm. 19). Y es este informe el que provoca la petición del Ministro de Obras Públicas para que proyecte un Banco de desarrollo. Redacto y envío el proyecto de Banco Nacional de Depósito y Desarrollo que se convierte en el decreto-ley de 24 de Septiembre de 1970 (documento núm. 20). El artículo 1 prescribe ya el carácter estatal, autónomo y de derecho público de esta institución financiera, que tampoco puede dividir su capital en acciones, ni por tanto tener accionistas. SEGUNDA ACUSACIÓN: "Actualmente el Sr. García Trevijano tiene el monopolio de la exportación y colocación en los mercados "internacionales del café y cacao guineanos, operaciones que se desarrollan principalmente en Belgrado, Zurich y Ginebra". LA REALIDAD: Basta repasar una a una las partidas del anuario de la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda español, y las estadísticas oficiales del comercio exterior de Guinea con el resto del mundo, para acreditar que estas operaciones continúan siendo desarrolladas por las mismas empresas y por los mismos circuitos que las realizaban antes de la Independencia. Ni una sola operación ha sido efectuada por mí, y se conoce oficialmente quienes las hacen. Por otra parte, el infantilismo y la ignorancia de los que inventan esta acusación es de tal naturaleza que ni siquiera conocen los únicos centro o mercados internacionales donde se realizan las operaciones de café y cacao, que son las bolsas de Londres, Nueva York, y el bolsín de París, sin que exista este mercado ni en Belgrado, ni en Zurich, ni en Ginebra. TERCERA ACUSACIÓN: "Por indicación del Sr. García Trevijano al Presidente de la República y al Ministro de Agricultura se creó el Instituto de Fomento de Guinea Ecuatorial, lNFOGE, encargado de las importaciones y exportaciones realizadas en el país. García Trevijano era su representante único en el exterior y la sede de dicha representación estaba en el madrileño Paseo de la Castellana, número 106. Cuando dicho organismo fue suprimido en Guinea Ecuatorial el Sr. García Trevijano se hizo cargo de todas sus actividades, tanto en el interior como en el exterior, con un sueldo anual de 90 millones de pesetas". LA REALIDAD: Ya hemos visto en la contestación a la séptima acusación de tipo político la génesis y las visicitudes de Infoge. Lo que funcionó y mientras funcionó fue ajeno a mis ideas y a mi presencia en Guinea, lo que yo proyecté para Infoge, es decir la nacionalización de los principales productos de exportación y de importación no llegó a ponerse en práctica nunca. Mi despacho de Castellana es relativamente pequeño y en él desarrollo a pleno empleo mi actividad de abogado y mi actividad política. ¿Dónde están esos servicios comerciales para desarrollar el monopolio de todo el comercio de un país? ¿Quién de los constantes visitantes de mi despacho se han cruzado o visto en mi despacho a esos servicios comerciales? ¿Con qué medios puedo hacerme cargo en el interior de Guinea de las actividades productivas y comerciales que tenía Infoge habiendo visitado el país solamente cinco veces en ocho años? ¿Dónde tengo acumulados los centenares de millones de ese fabuloso sueldo anual? Por otra parte, en el Ministerio de Comercio constan todas las estadísticas del Comercio exterior de Guinea, desde su Independencia hasta hoy. Y ahí está justificado hasta el último kilo de todo lo que ha salido y entrado en Guinea, porque la cuenta clearing con España, impedía a Guinea Ecuatorial desarrollar su comercio con otros países, por falta de divisas disponibles. CUARTA ACUSACIÓN: "Asimismo el Sr. García Trevijano contactó con la sociedad italiana Italcambio, para la acuñación de la peseta guineana en billetes y monedas, con una comisión sustanciosa". LA REALIDAD: Ya hemos visto al contestar a la octava acusación de tipo político que yo intervengo ante Italcambio después de la firma del contrato, como también hemos visto que este contrato nada tiene que ver con la emisión de billetes ni de monedas corrientes, sino simplemente con monedas conmemorativas" en oro y plata, de la Independencia. QUINTA ACUSACIÓN: "En 1973 fueron suprimidas las actividades comerciales privadas en Guinea Ecuatorial, siendo estatificadas, pero no por ello cambió el "status" del Sr. García Trevijano, que es el único comerciante privado que tiene abiertos comercios en ciudades guineanas (Empresa Simonet) a nombre de su cuñada Simone. LA REALIDAD: Desconozco que el comercio privado esté estatificado, supongo que querrán decir estatalizado, pero desde luego hago pública promesa de donación al guineano que encuentre en Guinea, o en cualquier otra parte del mundo, de todo establecimiento comercial que figure a nombre de mi cuñada Simone, sea de la empresa Simonet o de cualquier otra empresa. OTRAS ACUSACIONES FUERA DEL DOSSIER: ACUSACIONES DE DIARIO 16: "Paga a la red de agentes de Macías, distribuidos por Europa. Corre con los gastos médicos de personalidades guineanas en España, incrementando considerable las facturas. Fue el proveedor exclusivo de los materiales de decoración del Palacio presidencial, falsificando también las facturas" (20 de Octubre, Pág. 12). Respecto a las facturas médicas y a la decoración, un informe atribuido a la A.N.D.R. y publicado en la página 21 del número 3165 de Blanco y Negro, correspondiente al 30 de Octubre, dice: "es él quien suele correr con todos los gastos médicos de las personalidades guineanas y sus familiares llegan enfermas a España, aumentando considerablemente la factura que presenta al Gobierno. En estas actividades cuenta quizá con la colaboración de un eminente médico español, cuyo nombre omitimos de momento. Por otra parte, se hizo con la exclusiva en la decoración del nuevo Palacio presidencia de Ekuku, en Bata, para lo que compraba los materiales en Madrid, pero falsificando etiquetas y facturas haciéndolo pasar por material francés con lo que aumentaba el coste de modo desmesurado. Con este sistema sacaba una cantidad suplementaria además de la comisión que legalmente le correspondía en virtud del contrato de exclusiva". LA REALIDAD: Se trata aquí de graves acusaciones de delitos perseguibles de oficio. Diario 16, y Blanco y Negro tendrán que probar lo que dicen para quedar a salvo de la querella por calumnias. Y esto le será imposible, porque ni tengo el don de la ubicuidad que me permita realizar esta hazaña, estando además sin pasaporte durante cuatro años, ni he presentado jamás factura médica al cobro de nadie, ni el Palacio presidencial ha sido decorado ni proveído de materiales de decoración, por empresa o persona relacionadas directa o indirectamente conmigo. Este último punto de la decoración lo trataré justamente al referirme a la empresa francesa que ha realizado la construcción del Palacio presidencial, que ha sido quien también lo ha decorado. ACUSACIÓN DE GUADIANA: En el núm. 78 de la Revista Guadiana, correspondiente a los días 26 de Octubre y 1 de Noviembre pasados, se afirma que "existe una concesión forestal "especial" de 150.000 hectáreas a favor de la Compañía Forestal de Río Muni, S. A., que maneja un técnico suizo llamado Friedizk, con un francés asociado; su representante en Madrid es García Trevijano un portavoz de la A.N.R.D. manifiesta a Guadiana que esta concesión puede estar hecha en realidad a favor de Macías". El informe atribuido a la A.N.R.D. publicado en Blanco y Negro, a que nos hemos referido antes, añade en este mismo sentido que controlo "igualmente la empresa estatal Explotación forestal Río Muni. La última concesión especial del Presidente Macías al Sr. García Trevijano ha consistido en 100.000 hectáreas de explotación forestal en el distrito de Nsok". Además el Sr. Javier Nart, en un artículo publicado en el núm.25 de la Revista Interviu, Pág. 13 Y 14, dice: "Punto y aparte en la lista de empresas actuando en Guinea Ecuatorial es la Compañía Forestal de Río Muni. Dejemos al propio Gobierno de Macías que nos explique qué es esta compañía: "Compañía Forestal del Río Muni es una compañía franco-Suiza. Tiene una concesión de 150.000 hectáreas de bosque virgen en la parte sur oriental de Río Muni por diez años. Cuenta extraer un millón y medio de toneladas entre olume y otras especies que demanda el mercado" (Pág. 14 del secreto informe a la ONU por el Gobierno de Guinea). ¿Quién está detrás de esta compañía, hoy la más importante explotadora de madera en Guinea?. Según Cruz Melchor Eya, la parte suiza corresponde a un supuesto millonario residente en Lausanne. La parte francesa es más fácilmente localizable. "Compañía Forestal de Río Muni pertenece en su casi totalidad a un súbdito francés llamado Jean-Pierre Noveau –afirma Cruz Melchor Eya-. En esta compañía tiene importante participación asimismo don Antonio García Trevijano''. “Tenemos confirmación oficial de que Don Antonio García Trevijano es socio de Simed y Compañía Forestal de Río Muni", ha afirmado Don Esteban Nsué y Donato F. Ndongo Bdyogo. Los métodos de explotación utilizados por esta potente compañía han sido criticados duramente por el representante del A.N.R.D. Cruz Melchor Eya: “Esta compañía al haber obtenido una concesión a plazo fijo, está acabando con el bosque de Guinea. Lógicamente su interés es sacar la mayor cantidad de madera dentro del plazo de concesión, por lo que cortan madera a la mayor velocidad". Recientemente y debido, por lo visto, a un enfriamiento de relaciones con las autoridades, el director de la Compañía Forestal de Río Muni, Patrick Suart, propuso a su tío Jean-Pierre Noveau, la venta a la sociedad Tardiba. A tal fin, según se nos ha informado recientemente, doña Simone Chouraky ha viajado a Guinea en compañía del jefe de Contabilidad de Tardiba a fin de repasar los libros de la misma, previamente al traspaso de la propiedad. Qué intereses en la compañía quedarán del señor García Trevijano tras esta operación, es algo que ignoramos". LA REALIDAD: En la primavera del año 1972, el problema más acuciante para el Gobierno de Guinea Ecuatorial era el de las telecomunicaciones. No sólo la red telefónica interior estaba prácticamente sin funcionar, por anticuada y deteriorada, sino sobre todo carecía de comunicación con el mundo exterior por la ausencia de un sistema de telecomunicaciones (teléfono, radio, telex). En una de las conferencias mundiales de telecomunicación celebrada en Berna, el representante del Gobierno guineano que asistió a la misma (Ministro Masié), recibía la promesa de una ayuda oficial para la mejora del sistema de telecomunicaciones, para lo cual era necesario que una empresa de prestigio concurriera a un concurso internacional que se abriría con este fin. El Gobierno de Guinea tenía que cubrir naturalmente la mayor parte de la financiación. El Ministro del Interior, Sr. Masié, que asistía a la Conferencia de Berna, me pidió que lo pusiese en contacto con alguna empresa de reconocido prestigio ante el organismo, para que presentara un proyecto participando en el concurso; Lo puse en contacto con la principal empresa francesa de telecomunicaciones en Gabón y Camerún, porque estaría en mejores condiciones que ninguna otra para realizar la oferta más barata. Esta empresa aceptó el asunto, pero necesitaba garantías financieras firmes para los pagos aplazados, ya que el Gobierno de Guinea carecía de divisas para hacer frente a los mismos. El problema era insoluble. Pero la misma compañía francesa de telecomunicaciones propuso una solución. Como la única materia prima exportable de Guinea, no sometida a los acuerdos comerciales con España, era la madera, si una empresa forestal con solvencia financiera diese su garantía, con las divisas previstas en sus exportaciones, el contrato de instalación de un moderno servicio de telecomunicaciones podría ser firmado. Pero lo dramático era que no existía ninguna empresa forestal de importancia que pudiese prestar esa garantía. El Sr. Presidente me ruega entonces que le recomiende a algún financiero o industrial de prestigio en Francia para que realice una importante inversión forestal y que con la garantía de la concesión pueda facilitar la firma del contrato de instalación de las telecomunicaciones. Y es esta la primera, y única vez, que yo solicito a una empresa económica que se instale en Guinea para ayudar al desarrollo económico de ese país. No busco a ningún maderero colonialista que tenga intereses en Gabón. Busco a uno de los comerciantes de granos de mayor prestigio internacional, y a quien yo conocía por haber tenido de cliente en mi despacho de abogado a su oficina de Madrid, el Sr. Jean-Pierre Noveau. La concesión forestal concedida a este señor, se hizo en unas condiciones de protección a los intereses maderables del bosque, como quizás no exista, otra en el mundo. (Documento ,núm.21). Sin embargo, en el tiempo transcurrido con todas estas negociaciones, el Gobierno de Guinea Ecuatorial concierta un acuerdo comercial a largo plazo con el Gobierno de la Republica Popular China, en el que se incluye la instalación en Guinea por parte de este Gobierno del sistema de telecomunicaciones. Razón por la que no se llegó a firmar el contrato con la compañía francesa. Mi intervención en este asunto se limitó a asesorar al Gobierno sobre la mejor forma técnica y fiscal defender sus intereses forestales, y a exigir al Sr. Jean Pierre Nouveau un doble compromiso que ahora hago público: uno, que jamás se inmiscuyera en problemas políticos o personales internos de Guinea. Otro, que en el momento en que un Gobierno democrático en España restableciera el clima de confianza y de cooperación con Guinea por el que yo estaba luchando, vendiera su empresa forestal a la empresa española que mejor le ofertara, y si vendía la empresa antes de que se produjera esta circunstancia, exigiría al comprador extranjero esta misma condición. Estas condiciones fueron aceptadas, y hoy el nuevo titular, a quien Nouveau ha cedido su empresa, ha asumido el mismo compromiso. Estas condiciones las puse no porque yo tenga interés personal en adquirir en el futuro una empresa forestal en Guinea, sino porque como político español consciente del enorme problema que se planteará a toda la industria europea con el agotamiento de las reservas maderables en África, deseé salvar para la España democrática la posibilidad de contar con la reserva de una fuente propia de abastecimiento de esta importante materia prima. La empresa forestal Río Muni ha realizado una enorme inversión durante dos años y medio, sin exportar un solo tronco, preparando la infraestructuras viales que permiten una explotación racional, cosa que el colonialismo maderero en Guinea no había hecho nunca. Y desconozco las condiciones económicas bajo los que el Sr. Nouveau ha realizado la cesión de esta empresa. ACUSACIONES APARECIDAS EN DIVERSAS PUBLICACIONES: También se ha dicho en algunas publicaciones que tengo participación directa o indirecta, a través de mi cuñada Simone, en la empresa francesa de obras públicas que ha realizado la construcción de hospitales, viviendas, del nuevo puerto de Bata, del Palacio presidencial de Bata, y de los edificios en Santa Isabel y Bata del Banco Central y de Desarrollo. Incluso se dice que mi cuñada Simone es la principal accionista de dicha empresa francesa. (Blanco y Negro, ejemplar citado, Pág. 25 Y otras publicaciones). LA REALIDAD: La empresa Franco española Dragas, filial de la compañía francesa "Dragages" (una de las más importantes empresas de obras públicas y de construcción de Francia), trabajaba en Guinea antes de la Independencia. Esta empresa presentó un proyecto para la construcción del puerto de Bata el día 30 de Noviembre de 1968 (documento núm. 22). En los primeros meses de 1969 se hizo contrato de adjudicación a favor de esta empresa, a la que yo no conocía, y que ha realizado todas esas importantes obras, salvo, según mi conocimiento, los hospitales y viviendas que han sido construidos por las empresas constructoras españolas que trabajaban en Guinea, y que continúan trabajando, antes de la independencia. En Enero de 1972, recibo la petición del Sr. Presidente de que intervenga como abogado para defender los intereses de la República ante determinadas exigencias de revisión de precios de la empresa Dragas. Con los datos que me proporcionan cálculo en 141 millones y medio aproximadamente la reclamación, en mi opinión, injustificada de Dragas, siendo así que la comisión gubernamental y los técnicos que le informan y asesoran, calculan el exceso de la reclamación en 45 millones (documento núm.:23). Es esta misma empresa la que ha realizado toda la decoración del Palacio de Bata. Mi posición como abogado del Gobierno ante dicha empresa y mis reclamaciones a la misma en nombre de los intereses que defiendo excluye toda posibilidad de connivencia o de relación económica alguna. ÚLTIMA ACUSACIÓN: He dejado expresamente para el final el examen de la empresa “Simed” en lña que efectivamente participa mi cuñada y secretaria, Simone Chouraki. Mi secretaria conocía a todos los miembros del Secretariado Conjunto desde la Conferencia Constitucional Fue expresamente invitada por el Sr. Presidente a pasar unos días de descanso en Guinea. Y acompañada de Eduardo Muñoz Seca pasó allí las vacaciones de la Semana Santa de 1971. En ese momento ha caído en desgracia política el que hasta entonces era Ministro de Sanidad, Pedro Econg. Este conoce la imposibilidad de que yo pueda mezclarme en asuntos comerciales con Guinea, y sin estar yo presente, convence a mi cuñada y a Eduardo Muñoz Seca de que, para rehacer su vida, le manden un cargamento de cemento a crédito, ya que todas las obras están paralizadas por carecer de este material, y que lo pagará inmediatamente que lo venda. Mi cuñada y Eduardo Muñoz Seca me comunican el compromiso que han aceptado, y les digo que no cuenten conmigo para nada. Por esta razón, es el padre de Eduardo Muñoz Seca, quien les adelanta o garantiza la financiación de este envío de cemento, que lo realizan en Agosto de 1971. La operación se salda con una pérdida de 4.178.773 pesetas, porque aparte de atrasos enormes en la descarga del barco, Pedro Econg, no les paga. Hasta Marzo de 1974 hacen todo lo posible para conseguir el cobro de lo que se les debe. Mi cuñada en uno de sus posteriores viajes le comunica al Presidente el engaño de que ha sido objeto, y la situación en que la confianza que puso en Pedro Econg la ha colocado ante el padre de Eduardo Muñoz-Seca a quien debe esa suma perdida. Es en este momento, cuando el Presidente le dice que puede hacer un gran servicio a su país si se encarga de hacer las compras de urgencia y de artículos de primera necesidad que eventualmente tiene que hacer el Gobierno, y de las que se aprovechan entonces los comerciantes para aumentar excepcionalmente los precios, y con una pequeña comisión en cada envío podrá pagar la pérdida que ha sufrido. Desde Mayo de 1975, en que Simed realiza su primera venta al Gobierno de Guinea, hasta hoy, el volumen total de la facturación realizada ha sido de 50.501.206,76. Según los datos estadísticos de la O.C.D.E. y de la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda español, esta cifra representa, en los dos años transcurridos, el 0,83 por ciento del comercio exterior de Guinea. Los beneficios normales en las operaciones de exportación con Guinea de los comerciantes españoles son algo superiores al diez por ciento de la facturación. Como Simed ha trabajado con una pequeña comisión solamente aún no ha recuperado totalmente la pérdida que sufrió por haber querido ayudar a un hombre político que había perdido la confianza del Presidente. (Documento núm. 24). MAQUINACIÓN POLÍTICA En esta campaña de difamación han coincidido diversos intereses para eliminarme como obstáculo político en sus proyectos de futuro inmediato. En primer lugar, el propio Dossier de la A.N.R.D., reconoce que: “no se nos ocultan las dificultades que a tal diálogo (con la oposición española) se ha puesto, a nuestro juicio debidos a la influencia que un hombre, Antonio García Trevijano, tiene en esos medios de la oposición española; y que: "para llegar a una mutua ayuda y a esa confianza bilateral, es preciso destruir todos los obstáculos que pudieran enturbiar dicha relación”. Resulta verdaderamente cómico que algún sector de la oposición se haya prestado a tomar en serio a una Alianza africana que comienza definiéndose a sí misma como un encuadramiento de "los sectores demócratas, liberales, democristianos y socialistas de la oposición" a Macias. Todo el mundo sabe que en África ni existen, ni puede objetivamente existir, ideologías basadas en el condicionamiento específicamente capitalista o religioso de la cultura europea. Las naciones independientes de África no cuentan más que con la instrumentalización económica del Estado para impulsar el inicio de su desarrollo. Para defender la libertad política en África no hay que acudir a la particularidad de las formas representativas europeas sino a la universalidad de los derechos humanos. La artificialidad política de la A.N.R.D. encubre en realidad otra cuestión. Desde comienzos del año 1973 en que se creó lo que ahora se llama A.N.R.D., el gobierno español que conoce perfectamente de qué se trata, ha entretenido, pero no tomado en serio, a esta oposición guineana. La A.N.R.D. era consciente de que sin un apoyo de la oposición democrática española jamás sería tomada como una oposición legítima, dado el carácter revolucionario, desde el punto de vista nacionalista, del Régimen del Presidente Macías. Era primordial para la A.N.R.D. que alguna persona o partido de inequívoca significación democrática la apoyase. y aprovechando una circunstancia excepcionalmente difícil para la causa de la unidad de la oposición española ha conseguido, con el apoyo del P.S.O.E., una resonancia y una publicidad de la que aún están ellos mismos asombrados. Del mismo modo que he podido probar auténticamente la maquinación política que urdió el Ministerio de Asuntos Exteriores contra mí para ocultar su actuación en la Conferencia Constitucional, y del mismo modo que la Sentencia del Tribunal Supremo a favor de mi acción sobre el Diario "Madrid", demuestra también ahora la maquinación política montada por Sánchez Bella y Emilio Romero contra mí para ocultar la verdad, ahora voy a dar a la opinión pública y al P. S. O. E. la prueba documental auténtica de la superchería y de la impostura con la que la A. N. R. D., ha fabricado ese ridículo "dossier" contra mí. Hasta Enero de 1973 yo he seguido dando mi amistad y, en algunos casos humanitarios, mi ayuda, a los políticos guineanos que conocí durante la Conferencia Constitucional, pese a que perdieran, por unas u otras razones, la confianza política del Presidente de la República, y en consecuencia, sus puestos en el Gobierno. Siempre que respetaran mi condición de extranjero para los asuntos de su país, y mi decisión, de no mezclarme jamás en los asuntos de la política interna guineana. Pero en Enero de 1973 recibo la visita de un guineano que me entrega una tarjeta de visita y una carta del exembajador Estaban Nsué, diciéndome que espera mi contestación. Leo atentamente la carta. Y le digo al portador que si puede aclararme algo más sobre su contenido. Este me responde aproximadamente lo siguiente: "todos los guineanos, dentro y fuera de mi país estamos convencidos de que si usted nos conduce como nuestro único jefe podremos derribar a Macías y hacer de Guinea Ecuatorial el modelo de democracia que usted pensó y que el presidente no le ha dejado. Le pedimos que nos ayude a dar un golpe de Estado. Con su ayuda estará el éxito garantizado". Le respondía que ni yo era un traidor, ni me mezclaría jamás en las cuestiones internas de Guinea, y le rogué que transmitiese a Esteban y a todos sus cómplices que mí amistad hacia ellos había terminado para siempre. Ni de esta entrevista ni de esta carta hablé nunca al Presidente Macías, primero porque no vi que este asunto pudiera llegar a constituir un serio peligro, y segundo para no contribuir a aumentar la desconfianza, y el aislamiento del Presidente respecto a sus colaboradores en el Gobierno. Acompaño la tarjeta y la carta, con la firma de Esteban Nsué, como documento número 25, cuyo texto es el siguiente: 20 de Enero de 1973 El pueblo de Guinea Ecuatorial recibió tu ayuda. La misma fracasó por la escasa orientación de sus dirigentes políticos. Dicho pueblo sigue esperando de ti en estos momentos más que antes de que lo ayudes para su salida del actual abismo. Es preciso que nos olvidemos de las pequeñas faltas de entendimiento habidas y acudas a nuestra llamada, uniéndote al gran grupo guineano hoy existente, representativo de los Partidos y Movimientos Políticos. Grupos Económicos y Socio Culturales de nuestro país, para que, bajo tu orientación podamos trazar nuevos programas para la segunda etapa de la República. Sólo tu tarjeta al portador haría que fijemos el lugar del encuentro. Pendiente de una grata noticia. Recibes un fuerte abrazo de tu siempre La maquinación de la A.N.R.D. está probada. Pero hay otros hechos que explicar ante la opinión pública. Porque no puede ser un azar lo siguiente: 1.- Es en el mes de junio de este año, cuando yo salgo de Carabanchel, y sostengo el primer debate de importancia con el P.S.O.E. sobre su pretensión de hacer compatible pasar por la ventanilla de Fraga y permanecer en Coordinación Democrática, cuando la A.N.R.D. comienza a dar los primeros signos de actividad. 2.- Es en los días anteriores a la primera cumbre de la oposición en el Hotel Eurobuilding, el día 4 de Septiembre, cuando la A.N.R.D., visita a todos los partidos integrados en Coordinación y entrega el dossier, como la propia A.N.R.D., lo reconoce en el mismo. 3.- Es en la reunión del Pleno de Coordinación que ha de aprobar el programa político de la oposición unida y designar a los representantes de C. D. en el Comité de enlace que se ha de reunir en Valencia, cuando el P.S.O.E. exhibiendo el dossier se declara moralmente incompatible conmigo. 4.- Es después del éxito de la reunión de Valencia donde se crea la Plataforma de Organismos Democráticos, cuando el P.S.O.E. manifiesta su incompatibilidad de asistencia conjunta conmigo a las sesiones de trabajo de C.D. y cuando el primer Secretario del P.S.O.E., Felipe González, en una rueda de prensa declara que el contenido del dossier de la A.N.R.D. es cierto. 5.- Es un día antes de la segunda cumbre de la oposición cuando el Gobierno levanta la materia reservada sobre Guinea. |
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CITA 7º aniversario de mi detención Publicado en el Foro de Guinea por D. Marcos Manuel Ndong Hechos: LLegada y detención.- El domingo día 17 de noviembre de 1994, llegué a Malabo en vuelo de Iberia procedente de Madrid(para asistir al I Congreso de CPDS y concluir las gestiones de mi tercer retorno -el 1º fue en diciembre de 1979 y el 2º en diciembre de 1986 - diriáse que estoy siempre retornando; efectivamente, así es, y ya estoy otra vez intentando continuar el inconcluso tercer retorno). Estuve hasta el miércoles día 20 por la mañana, haciendo gestiones "libremente" por Malabo hasta la hora de embarcar para Bata. En el avión se sentó a mi lado un agente de seguridad, le conocía porque era mi vecino en Iyuvu, viviendas de Caydasa durante los cuatro años de mi estancia correspondiente al segundo retorno. En el aeropuerto de Bata fui el último pasajero en abandonar las dependencias policiales. Fui sometido a un interrogatorio que no entendía muy bien las razones. Las preguntas sobre la vía por la que entré en el País, si era consciente sobre mi entrada ilegal, dónde tenía el pasaporte, porque no lo tenía conmigo, etc.; una y otra vez me tenían confundido. El episodio concluye en que me presente al día siguiente en la policía provisto de mi pasaporte (les indiqué que tenía que pedirlo de Malabo, ya que lo había dejado para que un familiar gestionara el correspondiente visado de salida, se trataba de mi pasaporte nacional ordinario). De hecho, pasé todos los trámites del aeropuerto de Malabo (revisión de equipaje, control de policía con el correspondiente sellado de "entrada", etc). En el trayecto en taxi desde el aeropuerto hasta el domicilio familiar, nos precedía un coche de la policía. Sobre las nueve de la noche, en compañía de tres compañeros que me habían invitado a una copa de bienvenida, se me acerca un joven que requiere que le confirme mi identidad, tras lo cual me dice que el comisario de policía quiere verme para algo que no le había especificado, y que está en su coche aparcado en la calle. Mi respuesta fue negativa argumentando que no tengo nada personal ni privado con el comisario y si el asunto es oficial, no son horas laborales ya había quedado en pasar al día siguiente a la policía nada más recibir el pasaporte de Malabo, si de eso se trataba. El agente me indicó que podía ser detenido si no seguía sus instrucciones; a lo que contesté que si venía para eso que lo dijera claramente porque a partir de ese momento estaba bajo custodia policial y se responsabilizaba de lo que podía pasarme. Así fui detenido, metido en el coche del comisario en medio de dos agentes. En la comisaría fui cacheado, retirado los efectos personales, manoseado y empujado al barracón colectivo, a oscuras, donde había una veintena de personas aproximadamente. Antecedentes: En el mes de junio de 1969, fui detenido por la policía de Macías, junto con otros cuatro compañeros del Instituto, a raíz de las protestas estudiantiles por el impago de sus becas a lo largo del curso, como venía siendo habitual en los años sesenta. En aquella ocasión fui sometido a un duro interrogatorio de cuatro horas. El objetivo era averiguar si era el promotor y organizador de las protestas, se me atribuía (sin fundamento demostrable) capacidad de movilización en conexión con agentes comunistas. Pasé una noche en el barracón común de la policía de Bata, mientras los demás habían sido liberados el mismo día. Los agentes interrogadores no cesaban de repetirme que teníamos suerte porque no se puede pegar a los estudiantes. Comentario: Reconocí el barracón, a pesar del tiempo transcurrido; hay que ver. Y me desee la misma suerte de entonces. Hechos: Amanece el día 21, jueves, apenas he podido conciliar el sueño. Me encuentro en medio de un montón de gente, mayoritariamente jóvenes, todos tendidos en el suelo: algunos hablan entre ellos haciendo referencia "al señor que trajeron anoche". Apenas reconozco a alguien, pero hay dos que me reconocen y me dicen que no sabían que estaba en Bata y cómo se me ha ocurrido volver a Guinea sabiendo todo lo que hay, apenas hago comentarios. Sigo sin entender nada y no sé cómo reaccionar ni con quién hablar. Me corresponde la pared de la derecha casi en el centro, según se entra al barracón común, los de ese lado tienen las cabezas hacia la calle que va hacia el hospital. Me reincorporo a medio cuerpo, alzo la vista y leo una inscripción en letras grandes: GUINEA ECUATORIAL ES EL CULO DEL MUNDO. En ese instante abre la puerta un policía y nos obliga a salir al patio interior, nos ponen en fila, enfrente junto a varios agentes se sitúan en medio el comisario de policía Diosdado Nguema Eyi y el entonces recién nombrado y aún no trasladado a Malabo Director de Seguridad, Julián Ondo Ncumu. Éste último me ordena dar un paso al frente y me dice: Tú, cuando habláis en España por radio exterior creéis que sois importantes, ahora te tenemos, te puedo matar y no pasa nada. Me atrevo a intentar decirle que no se trata de matar gente sino de arreglar nuestro País, que ya han habido muchos muertos y que basta con que mirase a la calle para darse cuenta de lo mal que está todo. Me interrumpe a grito pelado y una nueva arenga que finaliza con: Lo sabrás esta noche, y ordena que sea llevado a la celda se cierre ésta hasta nueva orden suya. De las tres celdas situadas al fondo a la izquierda del patio, la pequeña de 1,50 por 1,50 es la que presentaba alguna posibilidad de albergar algún inquilino; si bien llena de heces, estaba seca; mientras las otras estaban inundadas y con varios de los más extraños objetos dentro. El policía de turno dedicó unos veinte minutos a quitar los excrementos. Al concluir me introdujeron a empujones y forcejeos en la celda justo en el momento que llegó el militar responsable del campamento de la carretera del aeropuerto, Antonio Obam Ndong, "Antonito", se metió en la celda para observarme, al tiempo que me lanzaba insultos de los más despectivos y escupitajos, además de recordarme que voy a verlo esa noche por todo lo que estoy hablando en radio exterior, a ver si la radio va a poder defenderme de los que estarán ahí. Ciertamente no fui del todo consciente de la gravedad de la situación hasta después de cinco horas de encierro en aquel mugriento habitáculo. Cuando los ojos se me adaptaron a la oscuridad, la pequeña luz que penetraba por la rendija de la parte inferior de la puerta, observé manchas de sangre que se perdían hasta en las partes altas de las cuatro paredes, me asusté y tuve un colapso cardiaco y empecé a gritar y golpear con una violencia inusitada la puerta de la celda hasta tal extremo que tanto desde el barracón común como en el puesto de guardia de la entrada salieron para ver qué pasaba. El policía de guardia se asustó y empezó a quejarse, en fang, sobre su posible responsabilidad si llegara a morir en la celda, que no entendía esas cosas y que, desde luego, él no era culpable de nada, tienen que ser los que les ordenaron encerrarme. Al cabo de casi una hora angustiosa, recibieron la orden de sacarme de la celda. Estaba bajo los efectos de una crisis importante (palpitaciones, sudor, nerviosismo, ansiedad), me encontré mal, muy mal. Llamaron a mi amigo el Dr. Pascual Michá (q.e.p.d.), médico cirujano, director del hospital de Bata, sólo pude decirle mientras le sujetaba firmemente el brazo: sácame de aquí o mátame. Apenas articuló palabra, me puso una inyección que me dejó noqueado casi al minuto mientras me susurraba que la familia ha traído una colchoneta para que pudiera echarme un rato. Serían alrededor de las cinco de la tarde, y no me desperté hasta las seis de la mañana del día siguiente. Hechos: Amanece el día 22, viernes. Tengo una sensación difícil de describir, es una especie de adormilamiento con una profunda desgana de todo. Todo muy extraño. Recibo la visita de una familiar que me informa que mi mujer está al corriente de todo y que radio exterior ha dado mucha información. No ha podido entregarme la ropa y útiles de aseo porque se lo han impedido los policías de entrada, la han dicho que son órdenes de la "superioridad". Me trae comida y me sugiere que coma para recuperar fuerzas. Apenas la pruebo y se la paso a los jóvenes que más oía comentar sobre lo que me estaba pasando. Sobre las diez entra un policía, me dice que le acompañe, me esperan para unos trámites. Le sigo y me lleva a uno de los despachos que quedan en el costado izquierdo del edificio, según se entra. Allí un agente, alto con barba corta y cuyo nombre no conseguí retener, me indica que me siente y que tiene órdenes de interrogarme con el fin de disponer de una declaración firmada. El episodio dura unas dos horas. Básicamente las preguntas son las mismas: Cómo entré en el País, dónde está mi pasaporte, para qué iba al congreso, qué actividades realizo en el exterior para mi partido, qué planes hay en el partido, si soy consciente de que por lo que estoy haciendo puede morir mucha gente, porqué están hablando tanto de mí en radio exterior, porque el embajador de España se interesa por mí, dónde está mi documento de identidad, si tengo billete para ir a Malabo, etc. etc. Capee el temporal como buenamente pude. Después de eliminar en el relato escrito una aseveración que pretendía incluir de que, como extranjero, reconocía que había entrado ilegalmente en el País con fines subversivos, firmé la declaración sin que me facilitaran una copia de la misma, se negaron a ello sencillamente, argumentando que no hacía falta. El compromiso inmediato era hacer entrega de mi documento de identidad y el billete de avión Bata-Malabo que disponía; para lo cual envié mensaje a la familia. Como desde mediados del día anterior, a lo largo del día no vi a nadie de la "superioridad". A media tarde recibí la visita del Dr. Michá y su Sra. con mensajes de los compañeros del partido, que casi siempre estaba alguien en los alrededores para recoger información, pero sin posibilidades de acceso a visitarme. Pude comer algo de la más que abundante comida que me llegó por la familia, amigos y compañeros. Algunos chicos del barracón común pudieron comer algo decente en varios días. Al caer la noche me notaba sucio y es que desde el miércoles, no me había aseado, estaba en zapatillas, camiseta y poco más; sin gafas lo que me provocaba un aumento de angustia por la limitación de la visión más acentuada con la oscuridad. Dos de los muchachos más intrépidos del barracón me preguntaron si quería que me saquen de ahí, ellos se iban esa noche. Realmente lo pensé pero casi por acto reflejo dije que no, porque podían valerse de esto para matarme y alegar un accidente de fuga, argumenté. Ya no volví a ver a los dos jóvenes y algún otro también desapareció en esa noche. Con la mente vagueando en distracciones de las más diversas me quedé tempranamente dormido http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/detenmmnd.htm CITA Guinea, a la luz de una farola C. CARNERO M. IRIGOYEN A. FERNÁNDEZ MARUGÁN Carlos Carnero es eurodiputado del Grupo Socialista María Irigoyen, coordinadora de Política Internacional del PSOE Adolfo Fernández Marugán, secretario de la Asociación de Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial. ¿Saben cómo estudian los jóvenes de Malabo o de Bata? A la luz de una farola. Se pegan a las puertas y a las cristaleras de los hoteles para poder leer los libros de texto -aunque sea dañándose la vista- gracias al reflejo de la luz que proviene de estos establecimientos y hasta que cierran. La primera sensación que a uno le produce este espectáculo nocturno es de admiración por la fuerza de voluntad de unos chicos y unas chicas que, obviamente, carecen de luz eléctrica, y probablemente también de velas, en sus casas. En la segunda ciudad más importante del país, Bata, la situación es general: sencillamente, no hay luz para nadie que no posea su propio generador, es decir, sólo para unos pocos. La admiración por estos jóvenes se torna inmediatamente en indignación al recordar que su país, Guinea Ecuatorial, no es precisamente pobre en recursos, tiene madera, cacao y 300.000 barriles diarios de petróleo para una población que no llega a 500.000 habitantes. Mucho oro negro, tanto, que debería bastar para evitar no sólo situaciones como ésa, sino también la basura acumulada en las calles, las enfermedades endémicas, el incremento del sida y la prostitución, la práctica ausencia de sanidad y enseñanza públicas y la inexistencia de una mínima administración del Estado. ¿Por qué no es así? Porque, hablando en español -en el mismo idioma en el que pueden expresarse la mayoría de sus habitantes-, Guinea Ecuatorial está gobernada por un régimen autoritario empeñado en expoliar en pocos años sus recursos naturales para beneficio de unos pocos y en contra tanto de los intereses de la mayoría como de su propio futuro como nación. Las compañías petroleras norteamericanas instaladas en el país han obtenido concesiones de explotación que les otorgan el 85% de las rentas del petróleo. Además, desde hace años se viene practicando la tala brutal de los bosques alterando gravemente el medio ambiente. La responsabilidad es del Gobierno y del hijo del presidente Obiang, actual ministro de Bosques. Teodorin es conocido no por su buena gestión, sino por su capacidad de dilapidar la riqueza de todo un pueblo en juergas privadas. No, no podemos callar. Hay que hablar más de África y también de Guinea. Está claro que la situación es mejorable. Guinea es un país con solución. No está escrito que sea imposible salir de la pobreza. No sólo es viable sacar a un país y a sus gentes de esa situación, sino que la mejor manera de hacerlo es por la democracia y el pleno respeto a los derechos humanos. En esta época de globalización, como atestiguan bastantes países en África, el desarrollo sostenible y el Estado de derecho forman un binomio con garantías de éxito frente a la pareja de moda durante años: el subdesarrollo y la dictadura. Guinea no tiene que quedar al margen de ese camino. Todos debemos contribuir a que lo recorra -con sus propias fuerzas políticas y sociales y la cooperación internacional- en libertad. Particularmente desde el país que fue su metrópoli colonial. Existe la capacidad material para crear una economía pujante y competitiva: petróleo, madera, pesca en abundancia, entre otros factores productivos. Hace falta la voluntad política y la capacidad para gestionar estos recursos con honestidad e inteligencia, algo de lo que han sido absolutamente incapaces todos los gobiernos de Obiang. Asimismo, Guinea forma parte del Convenio de Cotonú, que agrupa a la Unión Europea y a los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), en el mayor acuerdo de cooperación internacional existente en el mundo, lo que le garantiza condiciones y programas de cooperación solidaria y acceso al mercado comunitario en condiciones favorables. Todo ello junto con los lazos regionales existentes con los Estados africanos vecinos. Existen condiciones objetivas para que el país abandone progresivamente la actual situación que es para la mayoría de sus hombres y mujeres, en las islas o en el continente, en las ciudades y en el campo, de una u otra etnia, un infierno cotidiano. Existe una nueva generación formada y capaz de asumir las responsabilidades de Gobierno y construir una democracia respetuosa de las libertades y los derechos fundamentales, de configurar un Estado moderno y una Administración ágil y honrada, útil para mejorar la vida diaria de la gente mediante los servicios públicos esenciales. Lo hemos comprobado al participar en Bata en el Congreso de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), miembro de la Internacional Socialista y principal partido de oposición democrática, que cuenta con un sensible reconocimiento popular y con un programa político viable y realista, basado en el diálogo y la reconciliación nacional. También al reunirnos en Malabo con el Frente de Oposición Democrática (FOD), coordinado en este momento por CPDS y que agrupa a las fuerzas políticas más representativas con al objetivo de dirigir al país en un sentido democrático. La comunidad internacional, empezando por la Unión Europea y, en su seno, España, deben tomar nota de esta coyuntura y actuar en consecuencia exigiendo al Gobierno guineano el inicio real de una transición democrática, la garantía del pluralismo político, la libertad de expresión y manifestación, el pleno respeto a los derechos humanos y la convocatoria de elecciones libres. Es decir, demandando al presidente Obiang la puesta en marcha de unos compromisos, que viene repitiendo e incumpliendo sistemáticamente. Romano Prodi, el presidente de la Comisión Europea, no debe dejar pasar un mes sin recordar al autócrata los compromisos adquiridos durante la reunión de Bruselas del pasado septiembre, al tiempo que promueve el desarrollo de la sociedad civil guineana mediante programas de cooperación. Los Quince -Francia inclui-da- tienen que apoyar las propuestas del representante de Naciones Unidas -Gayón Giraldo, al que el Gobierno de Malabo ha impedido entrar en el país a finales del año 2000- para Guinea Ecuatorial con nitidez y firmeza, buscando la coincidencia con la Administración de EE UU para que pida a sus empresas -Mobil Oil- respeto a un mínimo código deontológico favorable a los principios democráticos. Obiang necesita el aval político de la UE: sería de necios no hacer uso de ese factor para conseguir que tome decisiones positivas. El Gobierno español, por su parte, no puede continuar sin una política hacia Guinea. Al referirnos a la actitud española no basta con la extraordinaria labor de los cooperantes -sin la que no existirían ni centros educativos ni centros de salud ni centros culturales-, ni con la respetable tarea de nuestros representantes diplomáticos. Hace falta una idea clara de lo que se quiere y de cómo conseguirlo. No es de recibo que Aznar y su ministro Piqué hayan decidido dejar pasar y dejar hacer sin tener una política clara y definida con Guinea Ecuatorial, desentendiéndose progresivamente de lo que ocurre en ese país. Regresamos de nuestro viaje convencidos de que es posible y necesario definir una política de Estado hacia Guinea Ecuatorial. Elaborada y compartida consensuadamente por las principales fuerzas políticas. Nuestro compromiso histórico con ese país nos obliga a buscar un marco de entendimiento para no seguir mirando a Guinea Ecuatorial desde la débil luz de una farola ajena, e ir agotando la vista de sus nuevas generaciones. http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/farola.htm CITA «Aznar está secuestrado por su entorno y recibe mala información sobre mi país» GUINEA, 20 AÑOS DESPUES (I).- Teodoro Obiang Nguema se dispone a festejar, mañana, el vigésimo aniversario de su ascensión al poder. El 3 de agosto de 1979, el hoy presidente de Guinea Ecuatorial encabezó el golpe de Estado que arrebató el poder a su tío, el dictador Francisco Macías Nguema. Hoy, tras dos décadas de relaciones tormentosas con la antigua metrópoli, el régimen de Malabo se muestra dispuesto a reforzar las vapuleadas relaciones con el Gobierno de Madrid. Obiang afirma que ve en el Gobierno de José María Aznar una actitud mucho más positiva que encontró en los diferentes gabinetes socialistas. Aun así, cree que el jefe del Ejecutivo está mal asesorado respecto a Guinea EL MUNDO INTERNACIONAL Lunes, 2 de agosto de 1999 TEODORO OBIANG NGUEMA PRESIDENTE DE GUINEA ECUATORIAL MANUEL CERDAN ANTONIO RUBIO Enviados especiales MALABO Mañana, 3 de agosto se cumplen 20 años del golpe de Estado -en Guinea Ecuatorial lo llaman Golpe de Libertad- que llevó a Teodoro Obiang Nguema al poder. El presidente ecuatoguineano concede, en exclusiva, una entrevista a un diario español tras años de silencio. Obiang aborda todos los asuntos conflictivos que afectan a Guinea: relaciones con España, reformas políticas y respeto a los derechos humanos. La entrevista fue realizada en el palacio del Pueblo de Malabo, en la capital de Guinea Ecuatorial, el pasado 23 de julio, a tumba abierta, sin cuestionario previo y sin que el presidente eludiera ninguna de las preguntas. ¿Cuáles son los logros más importantes de su gestión en los 20 años de gobierno? Primero, el mantenimiento de la paz, el orden, la tranquilidad y el sosiego en la población. Durante estos 20 años, se ha conseguido la reconciliación de un pueblo que estaba dividido. Muchos de los que estaban fuera ya han vuelto y están activando políticamente el país. Segundo, las transformaciones políticas. Los cambios políticos son muy anteriores a otros cambios que se han producido en el mundo. Tuvimos que celebrar una conferencia y pedí al pueblo que diera el programa de cómo se tenían que llevar a cabo las transformaciones políticas, que se han ido cumpliendo a corto, mediano y largo plazo. ¿Qué coste ha supuesto? En otras regiones de Africa Central hay desórdenes, guerras y problemas. En Guinea Ecuatorial no hay altercados. En la oposición siempre tiene que haber criterios contrarios, pues éste es el papel de la oposición. Siempre he dialogado con la oposición. He mantenido una negociación intensa para sensibilizar a la oposición, a fin de que entrara a formar parte del Gobierno. Algunos, dos partidos, han rehusado, pero la mayoría ha aceptado. Hemos incorporado a seis partidos e intentaremos convencer a los otros. ¿Cómo se ha desarrollado la economía en esos 20 años? Nuestro país pasó unos momentos muy difíciles. Incluso, se catalogaba a Guinea como el país más pobre del continente pero, gracias a los contactos y a las negociaciones con las empresas y a la Ley de Inversión de Capital Extranjero, llegamos a la altura en la que estamos hoy. Hemos dado un gran salto gracias a la actividad petrolera que las empresas americanas activan en el país. Hace 20 años, cuando usted llegó al poder tras un golpe de Estado, España se volcó en su ayuda. El Gobierno español reaccionó positivamente y envió mucha ayuda humanitaria. Esa cooperación conllevaba una ayuda económica, pero ese apoyo fue siempre gestionado por la propia Administración española. La guineana nunca participó en el reparto de los fondos. El mayor beneficio se lo llevaron las empresas españolas y una mínima parte correspondió a las sociedades guineanas. ¿Fue ése uno de los motivos por el que fracasó la cooperación? Yo no hablaría de fracaso, sino de mala gestión. No hubo transparencia por parte de los administradores de la cooperación. No hacían caso de nuestras sugerencias y, por otra parte, el Gobierno español carecía de experiencia en cooperación. De ahí vino el fracaso. ¿Supone un gesto para relanzar las relaciones con el Gobierno español el nombramiento de su embajador en Madrid como nuevo ministro de Asuntos Exteriores? No tiene nada que ver con el relanzamiento que vamos a llevar a cabo con España, que siempre ha sido por iniciativa mía. Mandé un mensaje en el que exponía a la parte española la posibilidad de reanudar las relaciones de amistad. Dije que había que hacer borrón y cuenta nueva para que olvidáramos las cosas viejas. ¿Cómo son sus actuales relaciones con Aznar? He tenido dos contactos con el presidente Aznar. El primero fue en el transcurso de la Conferencia de la Paz en Roma y, el segundo, en Nueva York, en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Abordamos temas bilaterales de cooperación y de amistad. Desde entonces, no se había impulsado nada, pero creo que, dentro delo que cabe, las relaciones entre Aznar y mi Gobierno son excelentes. En su visita a la Comisión Europea usted dijo que Aznar tenía que cumplir los compromisos que tenía con Guinea. ¿Cuáles son esos compromisos? No he tratado de compromisos con Aznar, salvo en el caso de Severo Moto. Es el tema que abordamos en Nueva York. Exigí a la parte española una explicación sobre las razones del traslado de un delincuente desde Angola hasta España y que después quedara libre, sin juicio alguno. Aznar se comprometió a que le retiraría el estatuto de refugiado. ¿Y Guinea? ¿Ha cumplido sus compromisos con España? Siempre hay compromisos, pero España siempre ha decidido unilateralmente no impulsar la cooperación con Guinea. Naturalmente existe un viejo plan marco de cooperación, pero el plan no funciona. Y no es porque Guinea rechace la ayuda española, sino porque la parte española va disminuyendo la ayuda. ¿Por qué no se ha producido todavía una entrevista oficial entre usted y Aznar? Ha sido por criterio del propio Aznar. En el último encuentro ya le expresé la necesidad de encontrarnos a menudo y le dije que yo podía visitar España y que él podía visitarnos. Hay que recordar que el Gobierno español nos debe una visita, porque el último que cursó la invitación fui yo. Si no viene, incluso, estoy dispuesto a ir yo a España. Pero si no me invitan o aceptan mi invitación, ¿cómo se va a producir un encuentro oficial con el presidente Aznar? La pelota está en el Gobierno español. ¿Sigue pensando que España bloquea la ayuda internacional a Guinea? No puedo confirmar que España bloquee las ayudas internacionales, aunque sí puedo decir que no las apoya, no defiende a Guinea para que podamos beneficiarnos de esa ayuda. Digo esto, porque otros países que no tienen el mismo nivel de respeto de derechos humanos que nosotros se benefician de las ayudas internacionales. ¿Con qué Gobierno se lleva mejor, con el de Aznar o con el de Felipe González? Hay muchísima diferencia. Les voy a dar un pequeño resumen. Los gobiernos de Adolfo Suárez y Calvo Sotelo se preocupaban mucho por Guinea. Yo diría que fueron los que más ayuda dieron a Guinea Ecuatorial. Sin embargo, cuando llegaron los socialistas empezaron a cortar las ayudas. Las manipulaciones que se conocen hoy día en España se deben a la política de los socialistas, que intentaron hundir a mi Gobierno. Pero nosotros hemos resistido. ¿También ha intentado hundirle el Gobierno de Aznar? Sólo podemos acusarlo de que no nos apoya, por problemas internos de España. Aznar es un gran político y se cuida de su imagen, porque no tiene la mayoría en el Parlamento y tiene miedo de que no secunden su política. El presidente Aznar está secuestrado por su entorno y recibe mala información sobre Guinea. Sé que él intenta sacar a Guinea adelante, pero tiene un entorno que entorpece mucho. ¿Qué le dice la frase de Aznar «ayúdanos a ayudarte»? Creo que yo también diría la misma frase. Es decir, que la parte española nos ayude para poder ayudarles a ellos. El problema que existe entre España y Guinea es el malentendido. En mi Gobierno nunca ha habido una mala intención o crítica contra España. Aquí, al español se le quiere. En el momento en que los políticos intentan separar a los dos pueblos que están unidos por vínculos históricos, culturales, es un mal, una malapolítica. Tengo esperanza en España. Todo lo que España me ha pedido lo he facilitado. Ahora, si dice que le ayudemos, vamos a hacer todo lo posible para ayudar a Aznar. ¿Sigue pensando que el Gobierno español ayudó al opositor Severo Moto en el intento de golpe de Estado? No. Nunca hemos hablado del Gobierno español, pero sí de políticos españoles. Los políticos españoles le han pedido que acelere el proceso de transición democrática ¿Le molesta o le sirven de acicate estas peticiones desde España? A mí no me molesta. No conozco lo que ellos entienden por el cambio. Aquí hay dos tipos de cambios. Cambios democráticos los hemos introducido en el país. Sin embargo, veo que desde la oposición española, o ciertos políticos, lo que se busca son cambios de personas. Ellos no pueden imponer el cambio de las personas en el interior del país cuando el pueblo les apoya. Hoy día tenemos partidos políticos y eso quiere decir que ha habido cambios de estructuras a nivel del país. Tendrían que decirnos concretamente qué clase de cambios quieren que introduzcamos en el país. ¿Se respetan en Guinea los derechos humanos? Evidentemente. Ha habido progresos considerables en el respeto de los derechos humanos, porque las Naciones Unidas han visto que ya no es necesaria la existencia de un relator especial. Vamos a crear un centro de promoción de los derechos humanos en el país. La oposición le sigue acusando de dirigir y gobernar Guinea de forma dictatorial. Ese es el lenguaje de la oposición y eso es lo malo. Ustedes conocen lo que es la dictadura porque eso ya pasó en España, pero donde hay consenso, partidos políticos y la oposición tiene derecho, voz y voto, ¡cómo se va a hablar de dictadura! Lo que pasa es que a muchos no les gusta el orden. Queremos que el país vaya por vías democráticas ordenadas. No queremos el desorden para evitar situaciones como las que hoy prevalecen en el Congo democrático, Congo Brazzaville, Ruanda y en otras partes. Por lo tanto, no se puede hablar de dictadura en un Estado de Derecho. ¿Quiere decir que en Guinea no hay presos políticos? Presos políticos no los hay, salvo los presos que por un motivo político han sido condenados. Puede ser motivo político, pero los tribunales han expresado sus sentencias y están cumpliendo sus condenas. Presos políticos de conciencia no los hay. En el último informe de Amnistía Internacional se afirmaba que en Guinea se seguía vulnerando los derechos humanos. Amnistía Internacional no actúa para emitir informes de una manera transparente. Amnistía tendría que visitar el país, tomar contacto con los organismos estatales, conocer la realidad del país y no quedarse sólo con los comentarios. El informe de Amnistía Internacional no corresponde a la realidad del país. ¿Piensa usted abolir la pena de muerte? No es cuestión de que el presidente diga «no» a la pena de muerte, tendríamos que someterlo a un referéndum. Ultimamente hemos estado con sucesivas elecciones (presidenciales, municipales) y, próximamente, tendremos las municipales, que se van a repetir. Cuando terminen esas elecciones el Gobierno tomará cartas en el asunto. ¿Hay corrupción en Guinea? No hay corrupción de una magnitud tan importante como la que hubo en España. Hay desvíos de dinero, vicios en la forma de concluir ciertos acuerdos. Manipulaciones de ciertas personas que pretenden negociar con nosotros e intentan convencer a los funcionarios y dan algún dinerito. ¿Se ha entregado Guinea a Francia? No. Nuestro país es el único del continente que es de la cultura española, además del Sahara, si llega a ser independiente. Estamos huérfanos en el continente y esta situación cultural bloquea la cooperación regional con los países vecinos. En nuestro entorno están todos los países francófonos y Guinea Ecuatorial necesita una cooperación regional. Por eso y otros aspectos colaboramos con Francia y hemos declarado el francés como segundo idioma oficial. Así podemos trabajar en el mismo contexto que otros países. En sus discursos siempre habla de la paz ¿Significa eso que hay enfrentamientos étnicos entre los bubis y los fangs? Eso es un criterio ficticio. Existen ciertos políticos que quieren explotar esa situación. ¿Se da aún el canibalismo entre la población de Guinea? Sólo existe en la imaginación de algunos. Lo único que hay, al igual que en España, son los fetiches. Hay gente que sigue pensando que los muertos dan una fuerza para la suerte o para el éxito y tienen unos fetiches. Eso sólo es fruto de la incultura. Los jóvenes ya no creen en esas cosas. «Ofrezco a Repsol una nueva concesión» El Banco Mundial sitúa a Guinea a la cabeza de los países africanos en el aumento del PIB. ¿Se debe a la producción del petróleo? Naturalmente, la producción de petróleo ha jugado un papel importante porque la renta per cápita se ha disparado en tres años. Las empresas norteamericanas han ocupado el espacio de la española Hispanoil/Repsol. Yo no hablaría de ocupación, sino de renuncia. En 1980 Hispanoil, hoy Repsol, llegó a Guinea y pidió la concesión de toda la plataforma marítima y continental para hacer las prospecciones. Después de 10 años, dijeron que Guinea no tenía petróleo comercial. Hispanoil, después de su informe, pidió una nueva prórroga y yo le dije que no valía la pena si en 10 años no habían encontrado petróleo. Ellos renunciaron a sus áreas y se marcharon. Ese mismo año, una pequeña empresa norteamericana, Walter International, declaró un descubrimiento importante en la misma área en la que actuaba Hispanoil. Después de varios descubrimientos se les unió Meridian Energy y Mobil Oil, y empezó la actividad que hoy tiene Guinea Ecuatorial. Ya nadie puede decir que Guinea no es un país productor de petróleo. Incluso, las reservas que se calculan son enormes. Yo, para no crear suceptibilidades y que nadie pueda decir que Hispanoil se fue o la echamos, estoy dispuesto a ofrecerle una nueva concesión para que pueda seguir explotando lo mismo que hacen los americanos. Eso depende de ellos. De momento, no hemos recibido ninguna petición por parte de la empresa Repsol. ¿Por qué se marcharon otros empresarios españoles? La marcha de las empresas españolas data de la época de la crisis, después de adquirir este país la independencia. Entonces se marchó la totalidad de las empresas españolas. Tras el Golpe de Libertad volvimos a invitar a esas empresas y le dimos la oportunidad de volver a ocupar sus bienes, pero carecían de fondos y no pudieron restablecerse. El Gobierno español sigue calificando a Guinea como un país emergente, carente de garantías políticas, jurídicas y por lo tanto no quieren fomentar la inversión del capital español en Guinea Ecuatorial, pero otros les están ganando el campo. Mientras no haya garantías para la inversión del capital español en Guinea Ecuatorial, porque no la respalda un seguro a la exportación, los españoles no se atreven a arriesgar su capital en Guinea. http://www.el-mundo.es/diario/1999/08/02/i...al/02N0043.html http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuator...ntreobiang.html CITA Obiang Nguema, "el gran emperador Alifanfarón" de Guinea Ecuatorial por Max Liniger-Goumaz Max Liniger-Goumaz es profesor emérito de diversas Escuelas Superiores de Suiza, premiado por la Universidad de Ginebra y la Sociedad Geográfica de Paris y miembro honorario de la Sociedad Española de Africanistas. Es uno de los máximos especialistas en temas de Guinea Ecuatorial. Según Miguel de Cervantes, "Alifanfarón es un furibundo pagano..., señor de la gran isla Trapobana" (El Quijote, cap XVIII). Y según los observadores objetivos de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema se atribuye ser "el gran general de división Alifanfarón, señor de la gran isla de Bioko (Fernando Poo), de Annobon y de Río Muni". En agosto de 1979, destituyó por traición e hizo fusilar por un pelotón de soldados extraños, al "gran maestro" Macías Nguema; ese otro "furibundo pagano" que atacaba a sacerdotes y a laicos y eliminaba físicamente toda manifestación de inteligencia de aquellos ciudadanos que no pertenecían al clan minoritario de los fang esangui del distrito de Mongomo. La diferencia entre el Alifanfarón de Cervantes y los dos Alifanfarones dictadores guineanos sucesivos de Guinea Ecuatorial consiste en que el de 1605 es fruto de la imaginación desbordante del Quijote, mientras que los déspotas sanguinarios que, desde marzo de 1969 aterrorizan al pueblo ecuato-guineano, responden a una lamentable e interminable realidad. Se observa la misma diferencia entre la columna militar de Alifanfarón y los escuadrones de la muerte nguemistas: D. Quijote se compromete personalmente en sus batallas y soporta los golpes y las heridas que recibe; los Macías y Obiang Nguema, atemorizados y acobardados, hacen librar sus sucias batallas por las milicias de Juventudes y de Antorchas, las unidades de Ninjas y los seiscientos mercenarios del rey Hassan II de Marruecos. Mientras que Sancho Panza intentaba atenuar las "locuras que su amo hacía", los esbirros de Obiang Nguema están ciegamente a sus ordenes, y no formulan pregunta alguna cuando Obiangfanfarón desea imponer su ley en la isla Trabiokobana y en los demás territorios. Obiang Ngema recurre a una empresa norteamericana de relaciones públicas para hacerse presentable. A pesar de los esfuerzos de Black, Manafort, Stone & Kelly, las instituciones y organismos internacionales son unánimes: Guinea Ecuatorial es uno de los peores lugares del planeta. Esto es lo que no molesta de modo alguna a las empresas petrolíferas yanquis Mobil Oil y United Meridian, o a las francesas ELF y Total, que hacen su agosto en las orillas de la isla de Bioko o en las gasolineras del país. El Observatorio Geopolítico de las Drogas hace notar, por su parte, y desde hace años, que Obiang Nguema "ha transformado su personal diplomático y su familia en traficantes en la red internacional. Parece ser que el presidente-traficante sigue gozando del apoyo francés". En Londres, Amnistía Internacional, recuerda que "desde la independencia de la Guinea Española, convertida en 1968 en Guinea Ecuatorial, los autores de violaciones de los derechos humanos actúan sin temor alguno. Jamás se ha llevado a cabo ninguna investigación sobre las masacres y demás atrocidades". En cuanto a la Comisión de Derechos Humanos, desde hace un cuarto de siglo se queja cada año ante las observaciones de sus Relatores Especiales. El Informe de Artucio Rodriguez, examinado en marzo de 1998, no tiene nada que ver con una disertación sobre una suave isla Trabiokobana. Allí se dice que el paraíso de Obiangfanfarón, según una misión del FMI, "vive una pobreza extrema. El país carece actualmente de recursos humanos (el 90% de la inteligencia vive en el exilio) y las infraestructuras de base son inexistentes. El sistema judicial es inadecuado, la capacidad administrativa está seriamente limitada y el sistema financiero es rudimentario. Es más, el país sufre de una mala administración fiscal endémica, de corrupción y de falta de transparencia en las finanzas públicas". Según el PNUD "más del 80% de los ingresos están en manos del 5% de la población". Y la ONU precisa que "Guinea Ecuatorial forma parte de los países en los que el indicador del desarrollo humano es más bajo". El Relator señala, en el asunto de los malos tratos contra la población civil bubi de Bioko, en enero de 1998, que "casi quinientas cincuenta personas han sido detenidas y encarceladas. Tres de entre las que habían sido transferidas a la Comisaría Central de la Policía de Malabo murieron en sus dependencias... En ninguno de los tres casos fue practicada la autopsia, lo que hubiera revelado las causas de su muerte"..."El Estado (cuyo Jefe es Obiang Nguema) debe considerarse responsable al no haber garantizado la seguridad y la integridad de las personas que se encontraban bajo su custodia". Las ciento diez personas finalmente sometidas a un juicio militaro-penal "estuvieron concentradas en la cárcel de Playa Negra en condiciones de promiscuidad absoluta...Una gran mayoría de ellas sufrió intensas torturas y golpes...; en muchos se observan heridas y señales de maltrato tanto en los encarcelados como en los liberados. Sin embargo, todo permanece en silencia a pesar del tiempo transcurrido... Los abogados no obtuvieron permiso para visitar a sus defendidos ni para prestarles asistencia técnica". No es posible encontrar un comentario positivo sobre Obiang Nguema en los escritos sobre Guinea Ecuatorial, excepto en los de los lacayos del régimen. Los comentarios de los politólogos y de los escasos periodistas admitidos en Guinea Ecuatorial son unánimes: Obiang Nguema es un megalómano, felón, cruel y paranoico (al igual que su tio-padre), y ve enemigos por todas partes. Esa es la razón por la que se opone radicalmente a la democratización de su país. Tras la revolución de palacio de 1979, declaró haber derrotado a Macías Nguema "a petición del pueblo". Y durante la campaña electoral de 1993 -fraudulenta como las demás- declaró, ante los riomuneses, en fang y vestido de civil, que: "El poder que ostento me viene de Dios". Con Obiangfanfarón, uno se encuentra frente al horror, la vergüenza, las lágrimas, los gritos de suplicio y ante un pueblo violado durante tres decenios. Pero las llamadas de socorro dirigidas a los demócratas del Norte se quedan en papel mojado, ya que estos están anestesiados por los vapores del petróleo, cegados por el pillaje forestal y por los cargueros de pescados y crustáceos de las aguas territoriales de Guinea Ecuatorial. En la Odisea del Quijote, el sueño es siempre el que se afirma. Si fuese lo mismo en el caso de Obiang Nguema, se podría imaginar que un día no muy lejos -como en la canción de "Les neiges de Finlande" de Edit Piaf (1958)- un acontecimiento inefable va a ocurrir, "cuando el lobo mal se convierta en Arcángel". Desgraciadamente, el sucesor del tigre Macías Ngema no es más que una hiena abúlica y fanfarrona. No se puede esperar ningún milagro http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/goumaz.htm CITA De cómo el dinero de la ayuda española se queda en Madrid
GUINEA, LA GRAN JUERGA NEGRA ACTUAL No. 67 Madrid 1 de julio de 1983 Páginas 56-63 (Gonzalo Lara) Eran las 17.30 de una tarde de mayo de 1979 cuando el DC-10 procedente de Roma tomaba tierra en el aeropuerto de Libreville. De su interior descendieron dos hombres de negocios de Madrid con fuertes intereses en Guinea Ecuatorial. Tras cumplimentar los trámites de aduana fueron detenidos y conducidos a un campo de concentración militar. Horas después, cuando ya el nerviosismo era patente en los dos españoles, fueron visitados por un comandante y un capitán del Ejército francés asesores del presidente Omar Bongo, y tras pedir disculpas condujeron a los sorprendidos viajeros a una lujosa mansión situada a las afueras de Libreville habitada por un altísimo dignatario gabonés. Tras una ardua y enjundiosa negociación, la autoridad gabonesa dio su brazo a torcer: por 20 millones de pesetas, la gendarmería del Gabón haría la vista gorda y dejaría partir de la localidad fronteriza de Oyem una expedición mercenaria comandada por un teniente coronel de la Guardia Civil cuya misión sería derrocar a Macías. Los dos hombres suspiraron satisfechos: habian sido diez largos años de espera y frustraciones desde su expulsión del paraíso guineano, de búsqueda afanosa de contactos, apoyos y reuniones celebradas en un entresuelo húmedo y mal iluminado de la calle Cochabamba, en Madrid, propiedad de los hermanos Amilivia. Durante todo ese tiempo, desfilaron por aquella oficina todos los líderes guineanos en el exilio mezclados con mercenarios de poca monta, estafadores, misioneros del CMF, hombres de negocios y políticos de la ultraderecha española, que veían con buenos ojos cualquier tipo de acción encaminada a derrocar al filo-comunista y antiespañol, Macías. Poco a poco, casi todos los líderes guineanos habian quedado descartados. El último gran descarte fue Samuel Ebuka, ex embajador de Guinea en Lagos, a quien apoyaron en su día el líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar, y el ex secretario nacional del Movimiento Luis Valero Bermejo, pero que no consiguió el beneplácito final de Arias Navarro cuando la operación „Peces tropicales“ se encontraba en marcha en 1975. El pacto sellado en Libreville significaba el final de un largo camino. Bonifacio Biyang Andeme, ex embajador guineano en España, era el hombre elegido por los ex colonos españoles para sustituir a Macías cuando hacia finales de agosto de 1979 cayese fulminado el dictador. Todo estaba preparado en la calle Cochabamba, los mercenarios listos, los 60 millones para la operación y hasta una proclama de apoyo al golpe del arzobispo Nsé Abuy, exiliado en Roma. Contra las paredes de la oficina rebotaba una y otra vez la advertencia del dignatario gabonés: „No bastá que acabéis con Macías. Para conseguir algo positivo en Guinea, tendréis que eliminar a todos los que le rodean“. Pero si de algo pecaron siempre los hombres de la calle Cochabamba, tan acostumbrados a la molicie de la vida colonial, fue de ingenuidad: en diez años no habian conseguido aprender apenas nada a cerca de cómo se mueven las piezas del complicado ajedrez de un mundo en el que el cacao y el café poca sombra podían hacer a valores tan contundentes como el petróleo o los intereses estratégicos. El 3 de agosto de 1979 fue el día más amargo que se recuerda en las oficinas donde los hermanos Amilivia disimulaban sus actividades progolpistas con la venta de estufas de calor negro marca Butatel. BONGO, EL ZORRO DEL GOLFO ¿Qué habia ocurrido? ¿Quién habia tomado la delantera a los hombres de la calle Cochabamba? ¿Por qué tantas coincidencias? ¿Habia sido cosa de Suárez utilizándo fondos secretos? ¿Por qué Teodoro Obiang y no Biyang Andeme? La fulminante reacción de Adolfo Suárez, al que el golpe de Obiang pilló, aunque jamás sorprendió, de viaje por Sudamérica, hizo pensar a más de uno que el derrocamiento de Macías habia sido preparado y financiado por la Moncloa con dinero salido de la siempre sospechosas arcas de Prado del Rey. Nada más incierto. España, Suárez, estaba en el ajo, pero sencillamente porque fue avisado tres dias antes por el coronel Obiang, pero no intervino en un golpe barato, fácil y aséptico cuyas riendas definitivas estuvieron siempre en las manos de ese zorro africano llamado El Hadj Omar Bongo. Los contactos entre Libreville y la calle Cochabamba se remontaban a noviembre de 1977, cuando el presidente del Gabón visitó España. Fue en Madrid donde quedó concertada el rende-vous en Libreville entre ex colonos y militares franceses, pero el hombre más listo y ambicioso del golfo de Guinea tenia sus propios planes. Por ejemplo, atraer Guinea a la órbita gabonesa (incluida dentro de la zona del franco CFA) y conseguir hacerse con las riendas de su economía. Omar Bogó, hombre de baja estatura y mujeriego empedernido, sufre también de grandeur. La voracidad de Bongó es cosa conocida por sus vecinos, quienes han venido observando, entre escandalizados y alarmados, los solapados intentos anexionistas del presidente gabonés. Endeudado e hipotecado hasta las cejas y con sus reservas petrolíferas al límite, la República de Gabón comenzó hace aproximadamente diez años una frenética huida hacia adelante en un intento por conseguir huir de la miseria que le espera a la vuelta de la esquina. Esa huida fue la que llevó a su moderado presidente a enfrentarse con el irascible Macías en 1972. Dos insignificantes islas situadas en los estuarios del Muni fueron las culpables de un choque áspero y definitivo entre Macías y Bongó. LA CLAVE ESTÀ EN COCOTEROS Y MBAÑE Fue el 12 de septiembre de 1972 cuando el embajador de Guinea en la ONU pedía una reunión urgente del Consejo de Seguridad para tratar de la invasión de algunas de sus islas por el vecino Gabón. El embajador incluía en su carta al presidente del Consejo un telegrama en el que se decía que Gabón, tras haber ampliado sus aguas jurisdiccionales de forma unilateral hasta las 170 millas, invadió Cocoteros y Mbañe. Aquello resultaba increíble. En las capitales del Àfrica negra los gobiernos se preguntaban extrañados cómo uno de los paises relativamente más ricos de este continente habia sentido la necesidad de provocar un conflicto para anexionarse unos islotes que no podian aportarle ninguna riqueza. Macías movilizó la opinión africana, pero al final prevaleció la situación creada con la ocupación „manu militari“ de Cocoteros y Mbañe. El presidente guineano tuvo que callarse y esperar mejor ocasión para replantear sus reivindicaciones. ¿Pero a qué tanto follón por dos islitas perdidas en los médanos del Río Muni? Pues simplemente por el maldito petróleo. Ni al norte ni al sur de Bioko. Los únicos yacimientos de oro negro que hay en Guinea y que ofrencen garantías de calidad y explotación están en Cocoteros y Mbañe. Allí reside la clave de todo. Bongo lo sabe. Macías lo sabía. La compañía americana Chevron, que inició prospecciones por toda Guinea en 1967 y luego disimuló sus hallazgos, fue la primera en tener datos sobre los ricos yacimientos que existen en torno a Elobey Grande, Elobey Chico, Corisco, Cocoteros y Mbañe. Cuando Macías se decantó hacia la órbita soviética, la Chevrom se retiró de forma discreta de Guinea, pero por si las moscas la compañía americana siguió sobornando y pagando facturas a funcionarios de la embajada de Guinea en Madrid mientras duró la dictadura de Macías. Los últimos en enterarse fueron Teodoro Obiang y la compañía Hispanoil y tamaño despiste le ha llevado a gastarse, por ahora, más de 4.000 millones de pesetas en rastrear falsas pistas. Cuando Hispanoil, alertado por Graullera, se dió cuenta de que quien realmente tenía las llaves del petróleo guineano eran los gaboneses, envió los mejores juristas españoles sobre el tema a Obiang, pero Bongó no quiso ni oir hablar del tema porque el futuro de su país se juega en Cocoteros y Mbañe, y si es necesario se llevará por delante a Guinea, con Teodoro y todo. BONGO DIO EL GOLPE DE LA LIBERTAD Petróleo aparte, la CIA se la tenia jurada al KGB en Guinea desde que Macías pegó el espectacular viraje hacia Este, y además no olvidaba que desde Guinea los rusos habian apoyado todas sus acciones en Angola, Mozambique y Etiopía. De modo que cuando la CIA se enteró por medio de los servicios secretos franceses de lo que se preparaba en Guinea, jugó a fondo sus bazas y apoyó sin reservas al candidato de Bongó a la sucesión de Macías. Desde el primer momento Biyang Andeme habia quedado descartado. ¿Pero por qué Obiang y no Biyang? El candidato de la calle Cochabamba era para Bongó toda una incógnita. Sí, sabia de él que era un fang moderado y con cierta experiencia política, ¿pero se plegaría a sus oscuros designios? Cuando se enterase de lo de Cocoteros y Mbañe, ¿no iba a poner el grito en el cielo exigiendo la devolución de las islas? Y para colmo sería proespañol. No, Biyang, no. Bongó necesitaba alguien dúctil y maleable, un tipo manejable sin excesivos escrúpulos y de voluntad débil como aquel chico que estaba concitando las iras de Macías desde la isla de Bioko. Teodoro Obiang reunía todas las características ideales que requería Bongó. De modo que el presidente del Gabón envió emisarios a Malabo. En marcha estaba ya prácticamente el golpe de los ex colonos, y si Obiang quería salvar el pellejo no le quedaba más remedio que ponerse bajo el paraguas abierto por Bongó. El precio que puso el astuto presidente del Gabón a cambio de su apoyo a Obiang fue las islas Cocoteros y Mbañe y su incondicional vasallaje a la zona del franco. Nada más acabar las escaramuzas del golpe de la libertad, Obiang acudió a rendir pleitesía a Omar Bongó. Corrieron el champán, las mujeres y el Whisky. Cuando al dia siguiente se despertó entre vapores, burbujas y sonrisas de prostitutas perfumadas en Chanel, Obiang ni siquiera se acordaba que habia firmado las cesiones de las dos islitas más ricas de Guinea y que su pais ya era casi miembro de la UDEAC y que el ekuele, si quería sobrevivir, tenia que pasar por la reválida del Banco de Estados del Àfrica Central (BEAC). Bongó rió: todavía no intuía, ni de lejos, los disgustos que le iba a deparar la peculiar situación guineana. BIENVENIDO, MISTER MARSHALL Desde el primer momento reinó el despiste en la Moncloa. Suárez no disponía de mayores conocimientos sobre Guinea que los que tenia cualquier ciudadano bien informado. Todo eso, sin embargo, le importaba muy poco, decidido como estaba en aquel momento en conseguir una imágen de estadista de proyección internacional. Sin pararse a estudiarse las inmensas contradicciones que se daban en Guinea, el presidente Suárez montó una especie de Plan Marshall que, en la práctica, no era más que un monumento a su megalomanía. El Duque pensaba que iba a luchar contra los gabachos, pero se encontró con Bongó. Se creía que iba a encontrarse con negros cimarrones fáciles de contentar con fruslerías y miriñaques y se topó con la insaciable voracidad del clan de Macías y Obiang perfectamente apoyado por una mafia blanca, con ramificaciones en los ministerios de Madrid, que se tragó los 15.000 millones de ayuda española a Guinea en un abrir y cerrar de ojos y lo devolvió a Madrid y Canarias colocándolo a buen recaudo. Para empezar, Suárez sustituyó a Juan de Andrade, un viejo diplomático a punto de jubilarse, por su íntimo amigo y asesor financiero José Luis Graullera. Para frenar lo que Suárez creía el impulso francés, precisaba en Malabo un hombre con gran capacidad de decisión y que careciese de los escrúpulos de un diplomático de carrera. La defenestración de Andrade supuso el stop de Marcelino Oreja sobre todo lo concerniente con Guinea, que pasaba a depender directamente de Presidencia, y por consiguiente de un fontanero, Alberto Recarte. Graullera y Recarte hicieron y deshicieron en Guinea mientras los chicos del palacio de Santa Cruz quedaban absolutamente relegados a meros espectadores en un proceso apasionante y hasta lúdico. Para epatar y deslumbrar a los negritos del Àfrica tropical, Recarte y Graullera se sacaron de la manga un invento, al que llamaron eufemísticamente Cooperación Hispano-guineana, que en un para de años se tragó nada más que en sueldos a profesores, enfermeras, médicos y asesores civiles y militares españoles la nada despreciable cantidad de 7.000 millones de pesetas. Dinamitado, desprovisto de base desde el principio y sin aparato administrativo guineano para apoyarla, para colmo de los males (y esto no se ha dicho hasta ahora) la Cooperación sirvió para llevar en poco tiempo la inflación a Guinea. Como resulta que los cooperantes españoles cobraban en pesestas, en pocos dias invadieron el mercado de cambios y hndieron al frágil ekuele en la miseria, llegándose a cotizar al diez por uno en relación con la peseta. Más adelante, tras vencer múltiples trabas que nacían del desmadre que habia en Madrid (como es el caso del duque del Infantado, quien comisionado por las Cámaras de Comercio de España se presentó, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, en Malabo dispuesto a conseguir la exclusiva de la comercialización del cacao guineano), las empresas mixtas, verdaderas piedras de toque de la política económica española en Guinea, se establecieron allí. Hispanoil pasó a llamarse Gepsa y Adaro recibió en Malabo el pomposo nombre de Gemsa, y Graullera se dispuso a practicar su juego favorito. COBRAR DE ESPAÑA: UNA OBSESIÒN Para ofrecerle un estatus digno de un jefe de Estado, Graullera le pasó a Obiang cierta cantidad de dinero, bastante. Pero con Teodoro en manos gabonesas, el único hombre que ofrecía garantías era el segundo de a bordo, el teniente de navío Florencio Maye (Graullera le llamaba en confianza Floro), y para asegurarlo el embajador de España le colocó en la presidencia de Gepsa con un excelente sueldo, piso en Madrid y colegio para sus múltiples hijos (el abultado sueldo de Mayé, que sigue cobrando de Hispanoil a pesar de que ya no es presidente de Gepsa, puede leerse fácilmente con rastrear el capítulo de gastos extraordinarios de los balances que anualmente rinde Hispanoil). Al tercero de a bordo, Policarpo Monsuy, Granullera le puso a regir los destinos de Gemsa, no tenía sueldo pero era recompensado con coches lujosos, hoteles caros, videos y todos los gastos extraordinarios imaginables. Para que el peligroso coronel Fructuoso Mba Oñana no abriese la boca y se saliese de madre, fue recompensado con la presidencia de Oficar, monopolista del transporte colectivo en Guinea, que aunque no era oficialmente empresa mixta, gozaba de la exclusiva de la compra y reparación de los vehículos de la Cooperación. Oficar es propiedad de Manuel Moreno, presidente de la poderosa Anetra, la patronal de los transportes en autobuses de España. Pero como las grandes empresas mixtas no daban para cerrar la boca a todo el clan esangui, Graullera todavía tuvo tiempo de potenciar empresas mixtas privadas entre guineanos y españoles que acapararon totalmente los créditos que dio el Banco Exterior de España, tanto al comprador como al vendedor, para comerciar con Guinea. Todo se fue en alcohol y coches lujosos. El amigo de Graullera Paco Roig se puso en seguida al frente de aquellos negocios fáciles, fundando Suguisa en sociedad con Obiang y otros miembros del clan. Tras la empresa de Roig aparecieron otros mil más con Esteller o Ferrys (el grupo del litoral) manejando la barca. „La isla es mía“, decía Roig a sus rivales, Esteller y Ferrys. En un país hundido en la miseria, era un lujo y un espectáculo ver cómo toneladas enteras de alimentos que llevaba Roig a Guinea (y que jamás colocaría en España), tenian que arrojarse a los barrancos del puente Kope. Roig cobraba los créditos y declaraba productos que jamás se ponían a la venta, pero además tenían la exclusiva del mercado de alimentación con Guinea. No era el único que tenía exclusivas. La naviera García Miñaur (la misma del Harrier y del contrabando de armas), gracias a su amistad con Lorenzo González, subdirector del Ministerio de Transportes, consiguió la exclusiva de los fletes con Guinea. Como resulta que, además, García Miñaur absorbió a Vuida de Besora (empresa también española, única consignatoria de aduanas que opera en Guinea), esa naviera impone su ley en Guinea: cobra el doble y hasta el triple de lo estipulado internacionalmente y por eso cuando, por ejemplo, un saco de cemento llega a Malabo, ya llega costando casi 1.000 pesetas. Además, la Naviera del Harrier chulea a cualquier español que quiera exportar productos de Guinea si no se plega a sus leoninas condiciones. UN CURIOSO LOBBY Tras la espantá de los españoles de Guinea, en 1969, quedó allá un pequeño contingente de individuos y empresas de poca monta que se adaptaron pronto a la situación. En estos años, ese insignificante grupo se dedicó a realizar pequeñas obras, comercializar cacao, tráfico de divisas y, principalmente, servir de enlace entre Macías y España. Una de esas empresas fue la encargada de construir el flamante puente Kope, obra que hipotecó en diez años el presupuesto de Obras Públicas de Guinea y que sólo con haberse construido unos metros más arriba hubiese supuesto un considerable ahorro. Otra de las empresas de tan curioso lobby se encargó de comprarle a Macías una espectacular finca en Córdoba, Argentina, que tras la muerte del dictador ha pasado a propiedad del dueño de dicha empresa. Pero a pesar de su insignificancia, tanto Escuder y Galiana (COESGA), como Mora y Mallo (TRADIMPEX), Drumen, Construcciones Marín, Ebana, Vuida de Besora, Bruno Veretta, Alcaide y el canario Juan Cabrera iban a jugar un rol fundamental en la nueva situación guineana tras el golpe de Obiang. Entre ellos existian disputas, pero antes que nada eran guineanos de piel blanca que habian resistido sin rechistar el acoso del tsetsé, el chicharro soviético y las arremetidas venales de Macías. Eran al fin y al cabo otro clan, más inteligente y depredador que los esangui de Macías y Obiang, y sus conexiones con los ministerios en Madrid y Malabo iban a posibilitar que convirtiesen los 15.000 millones de la ayuda española en un dinero de ida y vuelta, situado ya a buen recaudo en cuentas de Madrid y sobre todo en la sucursal del Banco Exterior de España en Canarias. El primer bocado a la ayuda española consistió en colocar las medicinas y otros materiales en los mercados de Gabón y Camerún. Sólo ellos disponían de camiones e infraestructura para llevar a cabo la operación, contando por supuestom con el apoyo del clan en el poder. Más tarde, mientras el pueblo guineano reventaba materialmente de hambre, la mafia hispano-guineana especulaba con la ayuda alimentaria (595 millones), para luego repartirse las obras (pagas en pesetas y en Madrid) a realizar en Guinea por los distintos ministerios. Como la mafia controlaba a los hombres claves de los ministerios, no existían concursos de ningún tipo y las obras iban a parar invariablemente a Escudero y Galiana y sus compinches. En pleno desmadre, sin control ni inspección de ningún tipo, la mafia hispano-guineana descubrió cómo hacerse también con los créditos FAD: se contrataba una obra fantasma en Malabo y cuando llegaba el enviado de Obras Públicas o Agricultura a Guinea, se le sobornaba convenientemente y, con la firma del director general guineano correspondiente, se autorizaba la chapuza. En Madrid se cobraba la obra como realizada y ese dinero se ingresaba en cuentas particulares, sobre todo en Canarias, donde existe una adecuada de apoyo a la mafia hispano-guineana, que encabezan BERGASA ( ex director de la Feria del Atlántico e intermediario en la compra de coches de lujo para Obiang y sus ministros) y el cónsul de Guinea en Canarias. El lobby no sólo actúa en materia económica: aconseja, veta, boicotea los proyectos que se elaboran en Madrid y que no son de su agrado o que suponen un peligro para sus existencia y sus monopolios, y a pesar del cambio socialista (Escuder y Galiana mantienen buenas amistades con Gregorio Morán, ministro de Asuntos Exteriores), todavía mantienen sus privilegiados contactos en todos los ministerios que tienen que ver con el asunto de Guinea. Siguen controlando la embajada de Guinea en España (un choque de Escuder y Galiana sirvió para hacer el primer pago, de cinco millones, tras el golpe del 3-A), y fueron los que aconsejaron a guineanos y españoles para que en la Cooperación no tomasen parte guineanos educados en España ni españoles que conociesen a fondo la situación de Guinea. UN BOTÌN DE 40 MILLONES DE DÒLARES El último capítulo de las relaciones económicas con Guinea se cerró en enero de 1980, cuando las autoridades de Malabo recibieron la noticia de boca de José Luis Leal de que, por el momento, España no estaba dispuesta a respaldar el ekuele, la moneda guineana, en el mercado internacional. La verdad de todo ese asunto estriba en las rápidas y misteriosas desapariciones de las reservas exteriores guineanas. A la muerte de Macías, según evaluaciones practicadas en Madrid por las autoridades del Banco Exterior en presencia del gobernador del Banco de Guinea y Bruno Veretta (elemento del lobby que viajaba con pasaporte diplomático), Guinea tenía 20 millones de dólares repartidos en los bancos de Europa y América. Un mes después de la primera evaluación desaparecían misteriosamente siete millones y nadie se explicaba de dónde habian partido las órdenes de pago, aunque sólo habia dos o, como más, tres personas con posibilidad de ordenar tales pagos. Uno de esos era Danielito Oyono, sobrino del dictador, que habia birlado a su tío antes de dejarle abandonado en la selva, y el embajador de Guinea en España, Pedro Nsué Elá, en estos momentos uno de los hombres más poderosos e influyentes de Malabo, empedernido vicioso del bingo y poseedor de secretos de Estado que harían temblar a más de un ministro y que utiliza para obstruir cualquier iniciativa española en Guinea. Pedro Nsué Elá se hizo rico en España trafcando con el whisky que compraba a granel y a bajo precio en las tiendas reservadas para diplomáticos en Madrid, y durante su mandato como encargado de negocios se desviaron importantes partidas del tesoro guineano y desaparecieron además 2.500 monedas de oro acuñadas con motivo del Mundial de Argentina y que se empeñaron en Madrid y sirvieron para pagar juergas y deudas de la simbólica misión diplomática guineana en Madrid durante la dictadura de Macías. Durante su mandato y con el asesoramiento de la mafia hispano-guineana, se hicieron suculentos negocios inmobilarios, así tanto el chalet de Conde de Orgaz, residencia del embajador de Guinea en España, como otras viviendas de diplomáticos guineanos fueron inflados en su precio (el chalet de Conde de Orgaz, propiedad de un piloto de Iberia que hacía vuelos a Malabo, no costaba más de 20 millones de pesetas y fue vendido en 45) y pagados por el Banco Exterior de España con cargo al crédito abierto con Guinea. No fue sólo en Madrid; en Paris, Nueva York y Suiza comenzaron a aparecer órdenes de pago a cuenta de las reservas de Guinea, y cuando también comenzaron a desaparecer las reservas del FMI destinadas a Guinea, ya nadie quiso saber nada con el ekuele http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/merienda.htm |
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CITA PETRÓLEO EN GUINEA ECUATORIAL 2002 1.AMERADA HESS DESCUBRE EXTENSIÓN AL CAMPO ELON, COSTA de GUINEA ECUATORIAL Amerada Hess Corporation anunció hoy día que el pozo G-9 – perforado en la costa de Guinea Ecuatorial en el Bloque G en la cuenca del Río Muni – ha comprobado una extensión significativa del Campo Elon descubierta en el pozo G-8. El pozo G-9 encontró 291 pies de depósitos petroleros y fue perforado a una profundidad de 5,714 pies en aproximadamente 183 pies de agua. El pozo G-9 está localizado a 1.6 millas al sur del G-8 y a 14 millas al noreste del Campo Ceiba de Amerada Hess. "El pozo G-9 da más información de nuestro modelo de exploración en esta parte de la cuenca del Río Muni y aumenta substancialmente el tamaño del campo Elon," dijo Brian Maxted, el Vicepresidente de Amerada Hess a cargo de las operaciones en África Occidental. Amerada Hess tiene un 85% de las acciones y opera en el Bloque G y en el bloque F, que es adyacente. El socio de Amerada Hess en los bloques es Energy África Ltd. De Sudáfrica, el cual tiene el 15% restante de acciones. El gobierno de Guinea Ecuatorial tiene un 5% de acciones en el campo de producción Ceiba y tendrá un 5% de participación en cualquier producción comercial de Elon. 2.PRODUCCION PETROLERA EN GUINEA ECUATORIAL Antes de 1980, unos pocos pozos fueron perforados mar adentro en Guinea Ecuatorial. Uno de los pozos, Alba-1, perforada por Mobil Oil a finales de 60s, tuvo reservas de crudo significativas. Después de 1980 varios pozos exploratorios fueron perforados cerca de la costa de la Isla Bioko y en el enclave del Río Muni. Los pozos en Bioko fueron perforados por GEPSA, una compañía formada por los gobiernos de Guinea Ecuatorial y España, con Repsol como operador. En 1984 Repsol descubrió una acumulación significativa de gas en aguas cercanas a Bioko pero abandonó posteriormente porque no cumplió con sus compromisos contractuales. En el área del río Muni, Elf perforó varios pozos, algunos de ellos con reservas de petróleo y gas. En abril de 1990 el Ministro de Energía y Minas firmó un contrato de producción compartida con Walter International Equatorial Guinea Inc, la cual perforó dos pozos, Alba-2 and Alba-3, en el área del descubrimiento de GEPSA en 1984. La producción de estos pozos entró en marcha en 1991 a una tasa de 7,500 bpd. En 1995 Walter International vendió todos sus derechos a CMS Nomeco Internacional Equatorial Guinea Inc (CMS Nomeco), una compañía establecida en Houston que se convirtió en la operadora del campo. La Mobil Oil, en consorcio con Ocean Energy (más tarde United Meridian Corporation) firmó un contrato de producción conjunta con el Ministro de Energía y Minas en 1992 para el Bloque B, localizado al noroeste de la isla de Bioko. Cinco pozos fueron perforados y un campo significativo, Zafiro, con una producción estimada de 10,500 b/d de petróleo y 3.4 mcfd de gas fue descubierto. En 1999 la producción en Zafiro se elevó a 80,000 bpd. En 1999 el trabajo se inició con la extensión de las facilidades de la infraestructura de Zafiro FPSO para poder aumentar el tiempo de vida del campo Zafiro en 10 años. Mobil y Ocean Energy planean aumentar la producción de Zafiro a 120,000 bpd. El PSA para el Bloque B fue renegociado entre Mobil y Ocean Energy y el gobierno de Guinea Ecuatorial para permitir al gobierno adquirir el 5% de acciones en el Bloque B. La exploración continuó en el Bloque B resultando en el descubrimiento de los pozos Jade, Opalo, Topacio, Amatista, Rubi y Serpentina. La producción ya ha iniciado en Jade (10,000 bpd) y Opalo (24,000 bpd). Los descubrimientos en el Bloque D incluyen Tsavorita y Ambar, los cuales quedan por confirmarse si son comerciales o no. El Ministro de Energía y Minas condujo una Ronda de Licitaciones de Aguas Profundas a finales de 1998 e inicios de 1999 para áreas al sur y oeste de Bioko y al oeste del río Muni a profundidades de 200m hasta 2,000m. La exploración continua en la cuenca del Río Muni y de Bioko. Ocean Energy está explorando en los Bloques A, C y D. Braspetro (el brazo internacional de Petrobras) está explorando en el Bloque E en asociación con Elf Hydrocarbures Guinee Equatoriale. En Mayo de 1999 Mobil Equatorial Guinea obtuvo la operación y el 47% de intereses en el Bloque C bajo un contrato de concesión con Ocean Energy y su socio SK Corporation de Seúl, Korea. Dentro de unos pocos años el país podría estar produciendo hasta 500,000 barriles por día lo cual le convertiría en el tercer más grande productor del África sub-sahariana detrás de Nigeria y Angola. Debido al petróleo la economía de Guinea Ecuatorial se estima crecerá en un 34% este año. Los Estados Unidos compran casi los dos tercios del petróleo de Guinea Ecuatorial. Guinea Ecuatorial se independizó de España en 1968. El primer mandatario fue Francisco Macias Nguema, quien derrocó a los partidos de oposición y en 1970 se nombró a sí mismo el “presidente para la Vida”. Alrededor de 50,000 personas, casi el 10% de la población, fueron asesinadas durante los años de Macias, y 80,000 huyeron del país. En 1979 fue derrocado y subsecuentemente ejecutado por Obiang, su sobrino. Obiang no fue un reformista: como cabeza de la Guardia Nacional y más tarde comandante general de las Fuerzas Armadas desempeñó un papel importante en la terrible represión de los años de Macias. Y aunque no gobernó tan brutalmente como su predecesor, fue lo suficientemente cruel como para que un diplomático occidental lo haya llamado “un asesino conocido”. Triton, establecida en Dalla, tiene interés en el país. Debido a sus acciones en Guinea Ecuatorial, Triton fue recientemente comprada por la gigante petrolera Amerada Hess y Musselman está allí con el director de la compañía, John Hess, para reunirse con Obiang. Durante la guerra fría los EEUU veían a África como el principal campo de batalla con la Unión Soviética e invirtió billones de dólares en ayuda económica y militar en el continente. Luego del colapso del comunismo, sin embargo, las acciones estadounidenses palidecieron. En 1995 un reporte del Pentágono concluyó que EEUU tenía “muy pocos intereses estratégicos tradicionales en África”. Pero durante los últimos años, África se ha convertido en una fuente creciente de las importaciones estadounidenses—especialmente en África Occidental, lo que en términos petroleros incluye a Angola, Nigeria, la República del Congo, Gabon, Camerún y ahora Guinea Ecuatorial. Los EEUU compra el 15% de su petróleo a África Occidental—casi lo que proviene de Arabia Saudita—una cifra que se espera crezca hasta un 20% dentro de los próximos cinco años y, según el Consejo Nacional de Inteligencia, hasta un 25% para el 2015. La política energética de la Administración de Bush, emitida en Mayo pasado, predijo que África Occidental se convertiría en “una de las fuentes de más rápido crecimiento de petróleo y gas para el mercado estadounidense". El año pasado Paul Michael Wihbey del Instituto para Estudios Avanzados Estratégicos y Políticos de Washington describió a África Occidental como “un área de interés vital para EEUU” en un testimonio ante el Congreso. Propuso la creación de un nuevo Comando Militar Suratlántico que “permita a la Marina y las Fuerzas Armadas estadounidenses inyectar poder más fácilmente para defender los intereses estadounidenses y los aliados en África Occidental.” Los ataques del 11 de Septiembre al World Trade Center y al Pentágono aumentaron la atención estadounidense sobre África, urgiendo a los planificadores de seguridad que EEUU diversifique sus fuentes de petróleo fuera del Medio Oriente. En enero el Consejo para Relaciones Extranjeras fue anfitrión de un evento sobre la importancia creciente de África ("Respuesta Norteamericana al Terrorismo: Manejando los Réditos Petroleros provenientes del África en un Clima Global Cambiante”), y el Instituto Wihbey mantuvo una reunión similar. En este último, en el Club Universitario del Centro de Washington, participaron ejecutivos de compañías petroleras, autoridades de la Administración de Bush, representantes corporativos y de varias embajadas africanas, incluyendo a Teodoro Biyogo Nsue, el embajador de EEUU en Guinea Ecuatorial (y cuñado del General Obiang). El Asistente del Secretario de Estado para Asuntos Africanos, Walter Kansteiner, en una charla introductoria en una reunión el pasado enero, dijo al público asistente que “el petróleo africano es un interés estratégico nacional. Tiene personas como ustedes que traerán el petróleo a casa." Otros expositores incluyendo al teniente coronel Karen Kwiatkowski, un oficial de la Fuerza Aérea asignado por la Secretaría de Defensa, dijo que los EEUU necesita aumentar el entrenamiento militar para los productores petroleros africanos de manera que esos países puedan “asegurar su propiedad, su inversión y nuestra inversión”. A mediados de los 90s, varias compañías estadounidenses encontraron reservas petroleras significativas en la costa de Guinea Ecuatorial. Los descubrimientos subsecuentes hizo que empresas tales como ExxonMobil y Chevron, y compañías independientes pequeñas como Ocean Energy, Vanco y Triton, inviertan $5 billones en Guinea Ecuatorial. Facilitar los negocios para las compañías petroleras fue el hecho que el régimen de Obiang dio casi el 87% de los ingresos petroleros. (Esa cifra ha caído ahora casi al 75%, pero todavía está muy lejos de lo que ellos reciben en el Tercer Mundo, que frecuentemente es el 50% o menos.) Ya que los intereses económicos estadounidenses crecieron, un cambio político lento ha emergido en las relaciones Washington-Malabo. En junio de 2000 la Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero aprobó $373 millones en garantías de préstamos para la construcción de una planta de metanol en Guinea Ecuatorial, su programa más grande jamás visto en el África sub-sahariana. Dos compañías estadounidenses--Noble Affiliates y Marathon—compraron el 86% de las acciones de la planta. Cinco meses después, el representante de Louisiana, William Jefferson, comandó la primera delegación del Congreso a Guinea Ecuatorial, llevando consigo a representantes de los Servicios de Energía Global establecidos en Baton Rouge. Varios representantes de congresistas viajaron al país, entre ellos Malik Chaka, el mayor asistente del senador Ed Royce, director del Subcomité de la Casa Blanca para África. “Todavía queda mucho por recorrer para el mejoramiento en términos de democracia y transparencia, pero ellos están deseosos de relaciones más cercanas con los EEUU”, agregó él. “Necesitamos tomar ventaja de ello trabajando con ellos." El pasado noviembre Bush autorizó tranquilamente la apertura de una nueva embajada norteamericana en Malabo (un sitio es considerado como tierras pertenecientes a compañías petroleras), una enorme victoria para el régimen de Obiang. Mientras tanto, el Departamento de Estado ha dado luz verde—obstruyendo la oposición imprevista del Congreso – a un programa bajo el cual los Recursos Profesionales Militares Incorporados (MPRI), una empresa privada manejada por militares retirados del Pentágono entrenará a la Guardia Costera de Guinea para que pueda proteger los campos petroleros mar adentro. "Ellos tienen un récord pobre en derechos humanos, pero así lo hizo el gobierno Nazi y nosotros lo hicimos bastante bien con Alemania luego de la II Guerra Mundial, “ dijo el general retirado Ed Soyster, ex-director de la Agencia de Inteligencia de Defensa quien trabaja en MPRI. La decisión de Bush de reabrir la embajada estadounidense fue tomada antes de que él recibiera una petición de hacer eso por parte de la industria petrolera. "Es importante recalcar que la mayoría de concesiones de petróleo y gas otorgadas en Guinea Ecuatorial hasta la fecha han sido entregadas a empresas estadounidenses," dijo un memorándum a nombre de las compañías petroleras enviado a Bush el año pasado. "Esto contrasta con los países vecinos en la región donde los EEUU han perdido consistentemente frente a competidores franceses, europeos y asiáticos." Adicionalmente al lobby directo, la industria petrolera buscó mejorar la imagen de Obiang al contratar los servicios de Bruce McColm, ex-director de la Casa para la Libertad quien ahora conduce el Instituto para Estrategias Democráticas (IDS), una organización sin fines de lucro establecida en Virginia, cuya misión es “fortalecer las instituciones democráticas." El campeón más incansable del régimen de Obiang, McColm, trabaja muy de cerca con el gobierno, que le paga directamente a él. (Según su declaración de impuestos, el IDS gastó $223,000 en el 2000, de los cuales $10,000 fueron directo a su trabajo en Guinea Ecuatorial.) En el 2000 McColm envió un grupo de observadores a monitorear las elecciones municipales de Guinea Ecuatorial, el cual reportó que fueron básicamente libres y justas. “las autoridades electorales deben ser reconocidas como libres de toda responsabilidad al ser efectivas y transparentes,” dijo un boletín de prensa de la IDS en ese momento. “Los observadores generalmente sienten que lo positivo de esta elección se sobrepuso a lo negativo.” Esto contrastó con un informe de las Naciones Unidas que dijo que la campaña electoral “se caracterizó por la omnipresencia del partido (gobernante), votando en público y con la presencia intimidante de las fuerzas armadas. " Las compañías petroleras han trabajo también a través del Consejo Corporativo para África, el cual representa a las compañías con inversiones en el continente. El año pasado el consejo publicó un “Perfil de País” de Guinea Ecuatorial, el cual fue pagado por seis compañías petroleras y AfricaGlobal, una entidad de lobby establecida en DC que al momento representa Obiang. La guía no sólo promueve al país como un punto caliente para nuevas inversiones, sino también dice que el régimen de Obiang “ha tomado medidas significativas para alentar la diversidad política y guiar aspectos relacionados con los derechos humanos y laborales." Las compañías petroleras pagan extremadamente bien para los estándares locales— entre $500 y $1,000 al mes—pero han creado relativamente pocos empleos ya que sólo unos cuantos guineanos están entrenados para el trabajo altamente técnico mar adentro. Gran parte de la población de Malabo está desempleada o trabajan como vendedores ambulantes. a)LAS COMPAÑÍAS PETROLERAS En octubre de 1999 Triton Energy (85%) y Energy África (15%) anunció un descubrimiento significativo en el Bloque G, el campo Ceiba. En los primeros tres pozos, Ceiba-3, Ceiba-4 y Ceiba 5, se encontró thiovk, arenas de alta calidad y también se confirmó una extensión lateral de la reserva al norte y noroeste del descubrimiento original. Ceiba-6 fue perforado en el sureste, pero se entrecruza con arenas de reserva debajo del contacto crudo-agua. El campo Ceiba será producido por un FPSO con una capacidad inicial de 60,000 bpd. La reserva inicial estima para la campo Ceiba entre 300,000 y 500,000 barriles de petróleo. La Fase 1 del desarrollo del campo Ceiba ha sido concedida a Stolt Offshore quien instalará un oleoducto de 37 millas y líneas umbilicales submarinas. El desarrollo de este campo está programado para producir a finales del 2000. Triton Energy y Energy África estarán explorando en los Bloques G y F extensivamente y han identificado numerosos objetivos potenciales mediante sísmicas. Se perforarán seis pozos de exploración, de los cuales cuatro deben ser completados a finales de marzo del 2001. En marzo del 2000 Vanco Energy Company a través de su subsidiaria, Vanco International Ltd, firmó un contrato de producción conjunta para el Bloque Profundo Corisco. El objetivo es un depósito de turbidita con una conformación estructural similar al del descubrimiento en Ceiba. Existen también un sinnúmero de estructuras de sal que son de interés. En la resucitación del descubrimiento de Ceiba y el contrato de Vanco, Chevron firmó en mayo un contrato de producción conjunta para el Bloque L. El Bloque L está en la línea del descubrimiento de Ceiba. b.)GAS NATURAL Guinea Ecuatorial ha confirmado la presencia de reservas de gas natural de 1.3Tcf localizadas principalmente en los campos Alba y Zafiro. Siguiendo el éxito de sus recientes exploraciones mar adentro, el gobierno de Guinea Ecuatorial planea implementar proyectos para la utilización de gas para la generación de energía eléctrica, consumo doméstico y manufactura de GLP (gas licuado de petróleo) en un esfuerzo para reducir su dependencia a productos de petróleo para sus necesidades energéticas comerciales. En enero de 1997 se produjo GLP utilizando gas y condensado del campo Alba. La producción inicial de la planta de $20 millones fue de 1,700 bpd de GLP más 400 bpd de condensado. La planta es operada por CMS Nomeco y tiene una capacidad de extracción de 2,400 bpd de GLP a 104 MMcf/d de gas. El gas proveniente del bloque Alba de CMS Nomeco será utilizado en la nueva planta de methanol que será construida en la Isla Bioko por Atlantic Methanol Production Company (AMPCO). El gas producido en el campo Alba ha sido flameado desde que la producción de condensado comenzó en 1991. Uno de los mayores riesgo para las compañías al explorar mar adentro es el problema asociado con los límites marítimos complejos creados por la posesión de Guinea Ecuatorial sobre Bioko y sobre islas más pequeñas dentro del Golfo de Guinea. Nigeria está actualmente en disputa con Guinea Ecuatorial por la posesión del campo petrolero Zafiro descubierto por Mobil en el Bloque B. Nigeria reclama que el campo Zafiro cae a ambos lados de la frontera entre los dos países. En Nigeria Elf hizo el descubrimiento de Ekanga en el Bloque OML 102 la cual queda justo a 3.5 kilómetros al norte de Zafiro. Guinea Ecuatorial reclama, sin embargo, que los pozos de Ekanga fueron perforados en sus aguas territoriales en el Bloque B. Nigeria tiene otra disputa fronteriza con Camerún, la cual está actualmente en la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Guinea Ecuatorial ha apelado ante la CIJ para que considere sus intereses en el Golfo de Guinea ya que esta disputa afectará directamente a Guinea Ecuatorial. Guinea Ecuatorial tiene una disputa no resuelta con Gabón por la soberanía de las islas en la Bahía de Corisco. Su disputa con Sao Tome parece tener solución con un acuerdo de principios para aplicar la equidistancia al delinear la frontera marítima. c)LEGISLACIÓN La concesión de petróleo es gobernado por la Ley de Hidrocarburos de 1981, rectificada en 1988, y el pago de impuestos es cubierto por las provisiones de la ley general de impuestos de 1986, rectificada en 1988, 1991 y 1997. Los contratos que controlan la exploración y explotación de hidrocarburos se basan en el Modelo de Contratos de Producción Compartida de Petróleo, revisada y actualizada en 1998. Este contrato permite un término de exploración inicial de 5 años seguidos de dos terminus de 3 y 2 años extendibles sobre una base anual hasta un total de 8 años. Se abandonará el 40% luego de los tres primeros años y un 25% al final del período de cinco años. La repartición de la producción se basa en el ingreso preimpuesto de los contratistas y es negociable. Los contratistas pueden proponer otras formas de repartición. Los bonos de signatura, descubrimiento comercial y producción son negociables. El bono de producción y de signatura son recuperables. El rango de rentas anuales están entre $1.00 por hectárea para profundidades menores a 200 metros bajo el auga y $0.50 por hectárea para profundidades mayores a 200m. 3.UNIDAD DE EXXON MOBIL OTORGA TRABAJO DE TUBERÍA A TECHNIP-COFLEXIP FUERA DE LA COSTA DE GUINEA ECUATORIAL La Mobil Equatorial Guinea Inc. otorgó un contrato a Technip-Coflexip con base en Paris para el procuramiento, fabricación e instalación de más de 48km de tuberías submarinas flexibles y rígidas para el proyecto de expansión Zafiro Southern fuera de la costa de la Isla Bioko, Guinea Ecuatorial http://www.oilwatch.org/doc/paises/guinea_...rial2002esp.pdf http://www.guinea-ecuatorial.org/modules.p...cle&sid=344 http://www.revistasice.com/cmsrevistasICE/...2A8C8E11B0C.pdf CITA Joaquín Alogo:
'Mis relaciones políticas con el presidente Obiang Nguema Mbasogo', dossier del ex-yerno de Obiang en el que denuncia las actividades del gobierno relacionadas con el narcotráfico y otros asuntos Autor:Joaquín Alogo, ex-yerno del presidente Teodoro Obiang. Título: Mis relaciones políticas con el presidente Obiang Nguema Mbasogo Tema: denuncia de las actividades del gobierno relacionadas con el narcotráfico Fuente: La Diáspora. Alogo fue asesinado en Colombia y su viuda entregó la documentación a La Diáspora. Mis relaciones políticas con el presidente Obiang Nguema Mbasogo Abril de 1.993. Recibe 550.000 Francos Franceses de mis socios españoles de la Empresa de derecho Ecuatoguineana denominada I.E.E.G.S.A. (Importaciones y Exportaciones Ecuatoguineanas, S.A.) - Recibe dichos fondos con la promesa de otorgar con diligencia la autorización administrativa obligatoria en el país para dedicarse a las actividades empresariales, así como adjudicarnos la parte correspondiente a la adquisición de la maquinaria de obras públicas y remodelación del asfalto de las calles de Malabo, así como la mejora de la carretera Malabo-Luba (...) 1.800.000.000 de Francos CFA, concedidos como ayuda por el BAD, Banco Africano para el Desarrollo, con sede en Abidjang, Costa de Marfil. - No cumple con su palabra; consecuencia, D. Fermín Huertas Serradilla y D. Juan Marcos Pujante, Abogados, Vicepresidente y Secretario, respectivamente, del Consejo de Administración de I.E.E.G.S.A., agobiados por deudas contraídas ante la Caixa de Barcelona, se ven en la obligatoria necesidad de presentarme una denuncia por Estafa del importe económico recibido por el Presidente Obiang. - Previamente los Señores Huertas y marcos Pujante son invitados por el Presidente Obiang a Malabo. Durante la entrevista, que tuvo una duración de tres horas y quince minutos en el Palacio del Pueblo manifiesto al Presidente mi malestar por la corrupción reinante en el seno de su Gobierno, así como de las dificultades que ello entraña para el desarrollo fáctico de las actividades socioeconómicas del país (...). - El mismo Mes de Abril mantengo una entrevista, junto a los miembros del Consejo de Administración, los españoles - Abogados de Barcelona - Fermín Huertas Serradilla y Juan Marcos Pujante; reunión muy tensa y que a punto estuvo de enviarnos a todos en la cárcel por desacato, porque manifesté al Primer Ministro mi disconformidad con el sistema de corrupción generalizada que reinaba en su Gabinete e impidía las inversiones de las empresas e instituciones privadas y públicas de España. - 1993. Elecciones Legislativas. Dejo los vehículos de mi propiedad privada para la campaña del Partido Liberal de Santos Pascual Bikomo Nanguande. Creo un conflicto familiar, mi pasaporte es retenido por orden de Obiang en la Dirección General de la Seguridad del Estado, hasta tanto retire el vehículo Ford Taunus a mi primo y adversario político de Obiang, Sr. Bikomo. Me niego a ello. - Celebración de las Elecciones Legislativas. Santos Pascual Bikomo vence a Obiang, con el 57'60% de los sufragios emitidos y válidos. El Presidente me convoca para amenazarme de muerte. Retiro por fin la asistencia logística al Partido Político del Sr. Bikomo. El Presidente Obiang ordena la falsificación, bajo pena de muerte, de las Actas Electorales a todos los Presidentes de Mesa de las grandes ciudades. - 26 Mayo 93. Me designa Embajador para España. 11 horas de la noche. Rechazo la oferta por motivos personales y de compatibilidades con quienes quería fuesen componentes de la misión diplomática guineana en España. - Mismo día 26 de Mayo 93. Me propone el cargo de Gobernador de la Provincia de Kie-Ntem, cuya capital es Ebibeyin. Acepto el cargo con la condición inamovible de desarmar a los policias y elementos de la seguridad presidencial acusados de asesinatos y vejaciones y robos a las poblaciones guineanas y vecinas de Camerún. Asímismo, exigía el libre tránsito de personas y de bienes entre los dos lados de la frontera. Con el único fin de permitir el desarrollo de mi provincia administrativa. - 3 horas de la madrugada del mismo dia 23. El presidente Obiang juzga mis pretensiones de -por los tiempos que pasan-inaceptables. Conclusión: rechazo el puesto y pido irme a casa. - 29 de Mayo 93. Boda canónica con su hija María Soledad. Obiang regresa de Libreville por la mañana. Mi suegra Doña Constancia Mangue de Obiang regresa enferma de la Minicumbre de Gabón. Obiang reúne a su entorno familiar y les prohíbe asistir a la boda por considerarme un verdadero opositor a su régimen como consecuencia de mi fundado rechazo a representar el país ante el Reino de España, y a no ser Gobernador de Kie-Ntem si previamente no cesaba y desarmaba a los policias y demás miembros de su seguridad convictos de asesinatos, violaciones y robos que aún seguían (h) ostigando al pueblo. - Junio 1993. Me es devuelto el Pasaporte. - Julio 1.993. De nuevo se me retira el Pasaporte con la acusación de mantener contactos dudosos con el Embajador de los EEUU de América en Guinea, Sr. John Benet. Retiran igualmente el Pasaporte Oficial de mi esposa. - Septiembre 1.993. El Presidente me envía a Paris para investigar la situación de la Embajada, concretamente los viajes múltiples de su Embajador a Bangkok, los recibos atrasados, la situación de su piso de la 72, Rue de Phesanderies en el 16 de Paris, para venderla en 4 millones de Francos Franceses, así como de la forma más cómoda y de difícil descubrimiento en cuanto a su chalet de la Ville D'Aurai en las afueras de Paris. - Noviembre de 1.993. Me envía Obiang para ante la Misión Permanente de Guinea Ecuatorial ante las Naciones Unidas. Objeto de la Misión, investigar al Embajador y cuñado suyo Dr. Dámaso Obiang Ndong sobre sus actuaciones para ante la ONU, muy especialmente, para saber los motivos reales de la suspensión del derecho a voto impuesto a Guinea Ecuatorial, desde la 48a Asamblea General de las Naciones Unidas. - Diciembre 1993. Descubro una deuda de 422.731 Dólares USA contraída por Guinea Ecuatorial con la ONU por el impago reiterado de sus cuotas como miembro de dicha organización. - Enero 1994. Regreso a Malabo, informo sobre mis dos misiones a Paris y Nueva York USA, respectívamente, al Presidente Obiang. - Enero 94. El Presidente Obiang me envía de nuevo a Nueva York para conseguir una sede de la representación permanente de Guinea Ecuatorial, dado que por impago de los recibos de alquiler corrspondientes, el Embajador D. Dámaso Obiang Ndong tuvo que recoger el archivo de la 2a Avenida con nocturnidad y llevárselo al no.57 de Magnolia Avenue, en Mount Vernon, New York 10017, Residencia Oficial de Embajadores y actual sede de la misión guineana ante las Naciones Unidas. - Enero 94. El Embajador Obiang Ndong, Dámaso, me hace la radiografía de las cuentas de la misión. Descubro cuentas multimillonarias a nombre de Juan Olo Mba Nseng, tío-padre de la Sra. De Obiang y Ministro de Petróleo e Hidrocarburos de Guinea Ecuatorial y otra cuenta corriente con más de 100 millones de Dólares Usa a nombre Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo varón primogénito del Presidente Obiang. - Febrero 94. Regreso a Malabo. Le informo al presidente Obiang de mi asombroso descubrimiento de la s cuentas bancarias resultado de los royalties del petróleo de Guinea Ecuatorial. - Le informo que el representante de Walter International Petroleum en Nueva York, Sr. Kent Malian, está muy enojado con las autoridades guineanas en el sentido de enviarle con credenciales a Teodoro Nsúe Biyogo, cuñado del Presidente Obiang y Primer Secretario a i (ad interim) de la misión guineana ante la ONU para pedir avales pñor valor de 1.500.000 $ USA. Mientras el Ministro de Petróleo disponía una cuenta con 8.000.000 (Ocho Millones de Dólares USA) procedentes del petróleo propiedad del Estado. - Febrero 94. El Presidente Obiang me prohíbe hablar del tema hasta que la muerte natural me sobrevenga. Recoge la documentación y se enfada seriamente conmigo ante mi sorpresa y perplejidad (...) - Marzo 94. Me nombra Director General de Migración e Inversión de la Presidencia de la República siendo el propio Obiang Nguema Mbasogo la única autoridad a la que debía rendir cuentas de mi actividad política. - Febrero Marzo 94. Firma del Acuerdo del Programa Migración Inversión en el marco de las Naciones Unidas entre la república de Guinea Ecuatorial y la Organización Norteamericana One World Usa, representadas ambas delegaciones por: Parte guineana: El Embajador extraordinario y Plenipotenciario de la República de G.E. para ante las Naciones Unidas, Estados Unidos de América, Argentina, Chile y Brasilia, el Excmo. Sr. Dr. D. Dámaso Obiang Ndong. Parte de One World USA: D. José Eduardo Latour, Ex Cónsul General de los Estados Unidos de América en Malabo, Abogado, Funcionario del Departamento de Estado en excedencia; D. Amancio Vìctor Suárez, Presidente de Radio Mambi de Miami y Jefe Ejecutivo del Cosmos - Telecomunication International USA; así como Sr. Roberto Belaúnde, hermano del Ex Presidente de la República Peruana Belaúnde Terry, respectívamente. - Abril 94. Autorización del Presidente Obiang para la impresión de 3.000 Pasaportes ordinarios de Guinea Ecuatorial para el Programa Migración-Inversión. Se encarga la misión a la imprenta de Nueva York Manutemann Press, Presupuesto 99.000 Dólares. El Presidente Obiang juzga caro el Presupuesto. Me ordena solicitar el Presupuesto a varias imprentas europeas. Fianlmente se me giran 21.000 Dólares para este fin. El Presidente me ordena utilizar el dinero para mis desplazamientos a USA Miami y Hong Kong. Me remite 40 Pasaportes y sellos para One World USA. Me ordena fabricar otros tantos sellos para el programa, Presidente y Ministerio de AAEE para agilizar los trámites a los inversionistas. - Abril 94. Regreso a Malabo vía Camerún y pueblo natal del Presidente para hacerle entrega de 4 cheques por valor de 4 millones de Dólares USA de unos inversores taiwaneses, interesados en el programa y en que Guinea Ecuatorial reconozca su independencia. Almuerzo con el Director General de Taiwan (Embajador) ante las Naciones Unidas y me hace entrega de abundante documentación sobre el sistema político de Taiwan y me ruega entregárselo a Obiang. - 18 Abril 94. Después de hacerle entrega de los cheques bancarios al Presidente Obiang me manda arrestar acusándome de intento de golpe de Estado. Arrestan a 60 guineanos que procedian de Gabón. Nos torturan hasta cansarse la seguridad de Obiang. - 12 días después me trasladan en avión especial a Malabo - Consigna. Para no ser fusilado tenía que callarme. No hablar de los pasaportes de los que me hizo entrega el Presidente. No hablar de los 8 millones de Dólares USA del petróleo en la cuenta de Juan Olo Mba Nseng. No hablar del depósito de 100 millones de Dólares de Teodoro Nguema Obiang y no hablar nada, absolutamente nada del tema Hong Kong durante los interrogatorios. 2 días fuí absuelto del Consejo de Guerra celebrado a puerta cerrada ante Nguema Mba Manuel, Armengol Ondó Nguema, Pedro Nsué Elá Eyang y otros elementos recién traídos del pueblo de Obiang para la ocasión. Finales de Abril 94. Obiang me dice desconocer quién pudo dar la orden de mi detención y posterior tortura y me pide olvidarlo todo y trabajar duramente por el programa y el país. Abril 94. Se me remite el Pasaporte Diplomático. Vuelo a Miami. Entrevistas y preparación de la apertura de la Oficina de One World Hong Kong, en representación del Programa de Guinea Ecuatorial para Migración - Inversión. Junio 94. Apertura de la Oficina. 38 empresas se interesan para invertir y transferir tecnología avanzada a Malabo. Me entrevisto con el Gobernador Chris Pathen por medio de su secretario Sr. Shakel y en compañía de Amancio Víctor Suárez. Hago entrega del Mensaje del Presidente Obiang al Gobernador de Hong Kong. Se me recibe en la Dirección General de Inmigración. Toma de Fotos protocolarias con el Sr. Leung, Director General de Inmigración de Hong Kong, con los representantes de One World USA y One World Hong Kong,respectivamente.Concedo entrevistas a los medios de comunicación en nombre del Presidente Obiang. Fin de estancia oficial en Hong Kong. La oficina ya es operativa. Junio 94. Los responsables del programa quieren visitar Guinea Ecuatorial. El Presidente Obiang pide 500.000 Dólares para recibirles. Protesto por considerarloincumplimiento del acuerdo, pero insiste so pena de cargarse todo el proyecto. Finalmente, convenzo al Presidente Obiang sobre una visita limitada de 4 personas de One World Hong Kong a Guinea. El Presidente acepta una sola persona, por, según él, razones de discrecionalidad política ante un proyecto importante en términos económicos para el pueblo (...). Acepto. Viaja un representante a Malabo, vía Camerún Yaoundé, donde es recibido al pie del avión por las autoridades diplomáticas guineanas, acreditadas en Yaoundé. Vuela a Malabo y Obiang me exige el envío de 1 millón de Dólares por adelantado, so pena de retener al chino. Comunico ello a los americanos. Me contestan diciendo que les chantajeaba el suscribiente. Exigen la devolución del dinero de los pasaportes y prohíben - acuerdo en mano- la no venta de los pasaportes guineanos en Hong Kong (...). El Presidente Obiang cumple las amenazas. Interviene el Embajador inglés acreditado en Guinea, con residencia en Yaoundé. Dejan libre al chino y Obiang me hace responsable del fracaso de su presión económica a One World USA y Hong Kong. Suspende el programa en beneficio de One de Septiembre World. Finales 94. Dimito por carta y remito mi pasaporte diplomático al Presidente junto a otros importantísimos documentos por intermedio de Fausto Abeso Fuma, Alias Tito Garriga. Sólo saco fotocopia del Pasaporte Diplomático para mi archivo personal. Me quedo con el resto de la documentación impresa hasta el pago de las siguientes obligaciones: Eduardo Echave. 1.000.000 Ptas. Telefónica. 2.000.000 Ptas. Fermín Huertas. 555.000 Francos Franceses. Belaúnde. 21.000 Dólares USA José Eduardo Latour. 3.700 Dólares USA Amancio Víctor Suárez y Roberto Belaúnde. 28.000 Francos F, 5.000 Dólares y 4.000 Dólares Usa. 1995. Nueva reconciliación artificial. Me encarga Obiang llevar de nuevo el tema HONG KONG. Nombra al Dr. Chen Chuk Kin, Cónsul en Hong Kong. Le autoriza bajo mi control y el del Embajador de Guinea Ecuatorial acreditado en China, el desarrollo del Programa Migración- Inversión, suspendido durante casi 1 año atrás. Después de haber recibido más de 1.500.000 Dólares de más de 18 inversionistas, el Presidente Obiang designa Cónsul Honorario al Sultán Vikood, mediante cobro, digo pago, de 2.000.000 Dólares USA para Obiang y la donación de 400.000 Dólares USA para la construcción de una Universidad en Guinea Ecuatorial. El 12 de Octubre del 96, organizo la Fiesta de la Independencia en España por orden de Obiang. Septiembre 96. El Presidente Obiang me pide ayudarle a deshacerse políticamente de Santos Pascual Bikomo, su Ministro de Información y verdadero opositor dentro del Gobierno Ecuatoguineano. Me pide convencerle a abrir una cuenta con los fondos de RTGE y enviarle el número de cuenta y movimientos. No muestro excesivo entusiasmo, pero le doy mi consentimiento. Abro la cuenta con los datos del Ministro Santos y pongo mi fotografía y datos inexactos en el Pasaporte y le remito los datos vía fax y por medio del Embajador, también instruído al respecto. No obstante, prevengo al interesado sobre la estrategia y nos ponemos de acuerdo en seguirles el juego. El Embajador realiza ingresos en dicha cuenta para informar del fraude realizado por el Ministro con los fondos del Estado. Abril 97. El Presidente Obiang me exige el envío de los extractos y datos de la cuenta y se da cuenta de la no coincidencia de los números de Pasaporte, firma y demás datos de filiación. Resultado: No puede cesar a su Ministro. Mayo 97. Programa Viaje del Ministro a Pakistán con el Embajador. Debo de acompañar al Ministro para controlar sus pasos y tener informado al Presidente Obiang. Un año de preparativos para dicho viaje. Un mes de espera para recibir el orden protocolario del Gobierno de Pakistán y 24 horas antes del viaje del Ministro, el Presidente anula mi viaje. El Embajador remite 1.000.000 Ptas. Al Ministro Santos en el Aeropuerto sobre las 6 horas y fracción de la madrugada. Le promete enviarle más dinero por Money Grant y 6 dias después el Ministro es detenido con al parecer una maleta con drogas en el Aeropuerto y, curiosidad o no, en presencia del Embajador Santiago Nsobeyá Efuman (...) y luego mi anormal detención, publicidad e ingreso en prisión... FIN Dadas las alusiones directas a personas concretas que se hacen en el documento, Afrol.com invita a todos los aludidos a manifestarse http://www.afrol.com/es/Paises/Guinea_Ecua...entos/alogo.htm |
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Invitado_Julian Navascues_* |
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#1917
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"Tranquila ofensiva” estadounidense sobre el oro negro africano
Le Monde Diplomatique Edicion en español JEAN-CHRISTOPHE SERVANT* Mientras prepara sus armas contra Iraq, Washington inicia otra batalla, menos militar pero igualmente estratégica, a unos miles de kilómetros del Golfo. Esta “tranquila ofensiva”, de acuerdo con la expresión del diario nigeriano The Vanguard (1), se lleva a cabo “en parte para no violentar a los aliados de Medio Oriente, en parte para evitar la percepción general según la cual Estados Unidos sólo se interesa por los recursos de África” (2) y apunta al petróleo subsahariano. Según Walter Kansteiner, subsecretario de Estado estadounidense a cargo de los asuntos africanos, el petróleo del continente negro “se ha convertido en un interés estratégico nacional para Estados Unidos” (3). Por su parte, el influyente senador republicano del Estado de California Ed Royce, presidente del subcomité África en el seno del Comité de relaciones exteriores de la Cámara de Representantes, declara que “el petróleo africano debiera ser tratado como una prioridad para la seguridad nacional después del 11 de septiembre” (4). Al Congreso y a la Casa Blanca les falta todavía oficializar esta estrategia. Mientras tanto, esta evolución parece corroborada por varias intervenciones discretas pero significativas en países productores, especialmente el apoyo dado a los negociadores de paz en Sudán, a comienzos del 2002, y los llamamientos indirectos a Nigeria para que abandone la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Además, Colin Powell hizo en 2002 una visita histórica a Gabón - la primera de un secretario de Estado estadounidense - mientras que el presidente George W Bush ofreció un desayuno igualmente emblemático el 13 de septiembre de 2002 a diez jefes de Estado de África central. Por último, un alto responsable del comando militar de Estados Unidos en Europa, el general Carlton Fulford, viajó a Sao Tomé y Principe en julio de 2002 para estudiar la cuestión de la seguridad de las operaciones petroleras en el Golfo de Guinea como asimismo la eventualidad de instalar allí un nuevo subcomando regional militar estadounidense inspirado en el ya existente en Corea del Sur. Este renovado interés por África, de la que sin embargo el candidato Bush explicaba en 2000 que no era “una prioridad estratégica nacional”, se explica por atrayentes proyecciones cifradas. La Conferencia de Naciones Unidas para el comercio y el desarrollo (CNUCED) calcula las reservas totales del continente en 80 mil millones de barriles de petróleo, es decir, el 8% de la reservas mundiales de crudo (5), y de acuerdo con las prospectivas del National Intelligence Council estadounidense, Estados Unidos podría importar el 25% de su petróleo de África subsahariana de aquí a 2015 contra el 16% de hoy. Ya hoy el África negra, con más de 4 millones de barriles de petróleo diarios, produce tanto como Irán, Venezuela y México juntos. Su producción aumentó en un 36% en diez años contra el 16% correspondiente a los otros continentes. Sudán, que empezó a exportar su petróleo hace tres años, hoy extrae 186.000 barriles por día. Nigeria, primer exportador africano de crudo, debiera aumentar su producción cotidiana de 2,2 millones de barriles a 3 millones de aquí a 2007, antes de pasar a 4,42 millones en 2020. Angola, segundo gran productor continental que en la primavera de 2002 salió de quince años de guerra civil, debiera multiplicar por dos su producción y alcanzar los 3,28 millones de barriles para la misma fecha. En el mismo lapso, las aguas de Guinea ecuatorial que tienen actualmente el record mundial junto con Angola de la cantidad de licencias de búsqueda de petróleo en curso, podrían permitir a este país convertirse de aquí a 2020 en el tercer productor africano de crudo (antes que el Congo y Gabon) produciendo 740.000 barriles diarios. Promisorios, los yacimientos africanos presentan también ventajas políticas seguras: por una parte todos los países, salvo Nigeria, están afuera de la OPEP, organismo al que “Estados Unidos, comprometido en una estrategia a largo plazo, trata de debilitar excluyéndolo de algunos países emergentes” (6). Por otra parte, tal como subraya Robert Murphy, asesor del departamento de Estado para África, esas reservas petroleras están esencialmente “offshore…al abrigo de eventuales perturbaciones políticas y sociales. Las tensiones políticas y otros motivos de discordia en los países africanos productores de petróleo tienen pocas posibilidades de cobrar un cariz regional o ideológico que pudiera desembocar en un nuevo embargo”. El golfo de Guinea, que tiene 24 mil millones de barriles de petróleo de reserva, debiera convertirse en cierto tiempo en el primer polo mundial de producción en offshore muy profundo. Por último, las reservas del continente ya dan directamente sobre la costa este de Estados Unidos, con excepción de lo campos sudaneses, a la espera del oleoducto Chad-Camerún que drenará 250.000 barriles de petróleo por día hacia el Atlántico. Para las petroleras estadounidenses (tanto las dos gigantes Exxon- Mobil Corporation y Chevron-Texaco Corporation como las más discretas Amerada Hess, Marathon u Ocean Energy) que debieran invertir en 2003 más de 10 mil millones de dólares, el África petrolera se había convertido ostensiblemente en prioridad geopolítica mucho antes del 11 de septiembre de 2001. Desde marzo de 2000 lo hicieron saber al subcomité África de la Cámara de Representantes en ocasión de una reunión dedicada al potencial energético de África. Se hizo notar especialmente el Institute for Advances Estrategic and Political Studies (IASPS) (7). Creado en 1984 en Jerusalén, este think tank está tan cerca del Likud, tradicional partidario de una estrategia de prescindencia del petróleo saudita, como de los neoconservadores estadounidenses. El triunfo de George W. Bush fue también el de las petroleras texanas, y después del 11 de septiembre las ideas del IASPS empezaron a abrirse camino entre los asesores de energía de la administración y más globalemnte entre los “halcones” de la Casa Blanca. El 25 de enero de 2002 el IASPS organiza un seminario al que asiste Walter Kansteiner, y que reúne a varios miembros de la administración Bush (como Barry Schutz, especialista en África, o el teniente coronel Karen Kwiatkowski, oficial del ejército de aire dependiente del secretario de defensa), miembros del Congreso, asesores internacionales, responsables de la industria petrolera y de sociedades de inversión. De esta sesión nace el African Oil Policy Initiative Group (AOPIG), interfase entre la esfera pública y la privada, así como un libro blanco titulado African Oil, A Priority For US National Security and African Development (8.). El mensaje que los petroleros dirigen allí a la administración Bush es particularmente claro: “If you lead, we’ll follow” (Si usted conduce, nosotros lo seguimos). A partir de ese seminario, la política energética del gobierno estadounidense muestra evidentes señales de la influencia de ese lobby. Dada a conocer en el último mes de mayo por Richard Cheney, la política nacional de energía conserva sus huellas. Para el vice presidente de Estados Unidos, “el petróleo africano por su alta calidad y su baja tasa de azufre representa un mercado en crecimiento para las refinerías de la costa Este”. El AOPIG más recientemente desempeñó la función de mediador en Nigeria, donde perturbaciones políticas y sociales agitan la parte norte del país, en el marco de una misión realizada por el evangelista petrolero Michael Wihbey a mediados de julio en Lagos. Oficialmente, se habría tratado de crear una Comisión del Golfo de Guinea que reuniera a los Estados petroleros de la subregión. Oficiosamente, se habría abordado una salida de la OPEP, rumor que finalmente Abuja desmintió. “Para evitar los errores cometidos en el Golfo”, el libro blanco del AOPIG preconiza entre otras cosas acordar una mayor atención a la transparencia en la declaración de los ingresos derivados del petróleo, ampliar las facilidades aduaneras ya ofrecidas por Estados Unidos a África. También propone un compromiso prudente y controlado por parte de Estados Unidos a favor de una anulación de la deuda. Si esas intenciones se “metamorfosearan un día en una verdadera política estadounidense” (10) habrá mucho que hacer. En efecto, petróleo y gobernanza siguen siendo antinómicos. En un texto publicado en julio de 2002, la Asociación de Conferencias Episcopales de la región de África central (ACERAC) recuerda “la complicidad que existe entre las empresas petroleras y los políticos en la región”, así como el modo en que “los ingresos petroleros se utilizan para mantener regímenes en el poder” (11). En Angola, país donde la sociedad Chevron supervisa el 75% de la producción petrolera, los futungo (pandilla compradora cercana al poder) habrían desviado más del 30% de las ganancias extraídas del petróleo en 2001, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero es Guinea ecuatorial, uno de los países productores más pequeño, el que más crudamente condensa el modo en que Estados Unidos está redistribuyendo sus mapas petroleros. En este “Kuwait africano” cuyo producto bruto interno (PBI) creció en un 70% en 2001, y que dispondría de reservas calculadas en 2 mil millones de barriles de petróleo, Estados Unidos se dispone a reabrir un consulado (cerrado por razones presupuestarias bajo la administración Clinton), y a excluir a Malabo de la lista de 14 países africanos con malas calificaciones en materia de derechos personales. Es cierto que este país, descrito en el informe anual de la CIA como una nación administrada “por dirigentes sin ley que saquearon la economía nacional”, dispone de un embajador en Estados Unidos (cuñado del presidente Teodoro Obiang), que asistió al foro del IASPS. También es cierto, según recuerda una notable investigación de The Nation (12), que dos tercios de las concesiones petroleras en Guinea ecuatorial fueron otorgados a operadores estadounidenses que tienen “vínculos cercanos con la administración Bush”. Patrón de la petrolera CMS Energy, William McCormick contribuyó con 100.000 ólares a la ceremonia de investidura presidencial de George W. Bush. Por su parte Ocean Energy, otra empresa petrolera activa en el Golfo de Guinea, tiene como consultor en Malabo a Chester Norris, que fue embajador de Estados Unidos bajo el gobierno de Bush padre. Para completar este cuadro digno de una república bananera, los yacimientos offshore de Guinea ecuatorial debieran ser defendidos próximamente por guardacostas formados por la Military Professional Ressources, una empresa privada administrada por altos funcionarios retirados del Pentágono (presente también en América Latina, en tanto subcontratista, en el Plan Colombia). Como resumen en la embajada de Guinea cuatorial en Washington, “en nuestro país son las empresas petroleras las que informan al Departamento de Estado de Estados Unidos”. La visita que piensa hacer George W. Bush en la primavera de 2003 a África, y en primer lugar a Nigeria, podría resultar histórica en más de un sentido ____________________ * Periodista NOTAS: (1) The Vanguard, Lagos, 30-9-2002. (2) James Dao, “In Quietly Courting Africa, U.S. likesthe Dowry: Oil”, The New York Times, 18-9-2002. (3) Conferencia de IASP, 25-1-2002,http://www.iasps.org (4) Conferencia de IASP, 25-1-2002,http://www.iasps.org (5) Conferencia de Naciones Unidas para el Comercioy el Desarrollo. “Los servicios energéticos en el comercio internacional y sus incidencias sobre el desarrollo”, julio 2002, http://www.unctad.org (6) Roger Diwan de Petroleum Finance Company,The New York Times, 18-9-2002. (7) http://www.iasps.org (8.) Se puede consultar in extenso, con las críticas de los internautas, en http://www.marekinc.com/BustEcoUSA061301.html (9) Leer “US Leads Oil Boom in ‘Other Gulf’”, AssociatedPress, 19-9-2002. (10) Malcolm E. Fabibyi: “The Wisdom in remainingwith OPEC”, http://www.gamji.com (11) Conferencia episcopal de las iglesias de Áfricacentral: “L’église et la pauvreté en Afrique centrale:le cas du pétrole”, julio 2002, http://www.eireview.org (12) Ken Silverstein, “Oil Politics in the Kuwait ofAfrica”, The Nation, New York, 22-4-2002. http://monde-diplomatique.es/2003/01/servant.html |
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Invitado_Francisco Alegre_* |
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Invitado ![]() |
Guinea Ecuatorial
Liberado Weja Chicampo, Coordinador General del MAIB espacioseuropeos.com (30/12/2008) Alrededor de las 15 horas del día de hoy, ha sido liberado Weja Chicampo, Coordinador General del MAIB (Movimiento de Autodeterminación de la Isla de Bioko). Sin ninguna explicación, ni cargo alguno, funcionarios de la Comisaría Central de Malabo (Guinea Ecuatorial), informaron a Chicampo que desde “este momento está en libertad”. Weja Chicampo fue detenido en la mañana del día 15 de este mes por miembros de la Policía Nacional de Guinea Ecuatorial y conducido a la Comisaría Central de Malabo, donde ha permanecido hasta el momento de su liberación. Atrás quedan días de zozobra para él y para su familia, residente en Malabo y Madrid. Atrás quedan las amenazas telefónicas que su mujer y sus hijos recibieron en Madrid, que esperamos no queden impunes. Atrás quedan, al menos de momento, los infundios que sobre Chicampo se han vertido con intenciones aviesas. De todo esto trataremos con el Coordinador General del MAIB en breve, ahora sólo nos resta desearle a él, a su familia, al pueblo bubi y a todos los demás, un Feliz Año 2009. http://espacioseuropeos.com/?p=2656 |
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Invitado_Maripili_* |
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CITA FELIZ AÑO 2009FELIZ AÑO 2009Feliz Año 2009Feliz año 2009Feliz año 2009
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Invitado_Julian Navascues_* |
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CITA African Oil: A Priority for U.S. National Security and African Development. 1 All quoted material, unless otherwise designated, is from the January 25, 2002 Institute for Advanced Strategic & Political Studies symposium, African Oil: A Priority for U.S. National Security and African Development. List of Recommendations Energy Security 1. African nations should be educated, and participating companies encouraged to pursue enhanced recovery techniques to access all of the oil available in the region. 2. The U.S. should encourage regional cooperation among nations in the energy sector by offering debt relief exclusively to countries demonstrating commitment and progress in this area. 3. Real estate privatization should be emphasized by the U.S. as a fundamental policy to be adopted by African States seeking to attract significant capital investment, particularly in the energy sector. 4. U.S. companies should be encouraged to invest more in capping of flared gas flows, and African countries to move toward the establishment of a regional gas grid. Developmental Strategies 5. Heritage trust funds should be established and receive all oil revenues over $16 per barrel, and a share of profits if oil revenues is below $16 per barrel. 6. Similarly, an agreed-upon percentage of oil and gas investment should be ear-marked for ancillary economic development. 7. African governments should be encouraged through debt relief or AGOA enhancement to distribute revenues both horizontally and vertically. 8. The cooperation among governments, NGOs and oil companies embodied in the Chad-Cameroon Pipeline Project should be refined and studied as a model, at least in part for application to other African oil projects. 9. The New Economic Plan for African Development (NEPAD) is another valuable model, and its provisions should be applied where possible in the next wave of oil initiatives. 10. U.S. oil companies should be encouraged, perhaps through tax incentives, to disclose by publication, government filings and on public websites, all payments to the oilproducing governments. Regional Security 11. Congress and the Administration should declare the Gulf of Guinea an area of “Vital Interest” to the U.S. 12. A regional sub-command, similar to U.S. Forces Korea, should be established for the area. 13. That regional sub-command should strongly consider the establishment of a regional homeport, possibly on the islands of Sao Tome and Principe. 14. A U.S.-Nigerian compact on regional security issues should be established to make the area more secure and thereby more attractive for direct foreign investment. Introduction African oil should be treated as a priority for U.S. national security post 9-11, and I think that post 9-11 it’s occurred to all of us that our traditional sources of oil are not as secure as we once thought they were. African energy is also critical to African development. It provides a revenue stream that should supply capital to grow African economies and to break the cycle of poverty that plagues the continent. There is no good reason why African oil producing countries should not take advantage of the African Growth and Opportunity Act (AGOA) to diversify their economies. --U.S. House of Representatives Subcommittee on Africa Chairman Ed Royce (R-CA)1 The strategic question is which countries we depend on for this oil. The suggestion that comes out of all of these discussions is our best partners are in West Africa for many of the reasons I’ve mentioned: the commitment to democracy. Though there may be strivings and failings, nonetheless there is a commitment. West Africa is closer, making it easier to move product from there to here; the resources are, in most cases, not landlocked. Things usually work fairly well if you’re out in deep water. --Congressman William Jefferson (D-LA) African oil is of national strategic interest to us, and it will increase and become more important as we go forward. ---U.S. Assistant Secretary of State Walter Kansteiner III For too long official Washington has been gripped by the perception that the United States has no vital interests in Sub-Saharan Africa. Nothing could be further from the truth. As the political and security conditions of the Persian Gulf deteriorate, the availability and appeal of reliable, alternative sources of oil for the American market grows. African oil is emerging as a clear direction U.S. policy could take to provide a secure source of energy. On January 25, the Institute for Advanced Strategic & Political Studies’ (IASPS) held a symposium in Washington on the issue of African oil and U.S. national security priorities. That a critical issue was being discussed was indicated by the overwhelming turn out of experts from the oil industry, academia, think tanks, Congress, and diplomatic corps. Several speakers from diverse backgrounds emphasized the strategic significance of West Africa’s oil-producing capabilities for increased American energy security requirements post-September 11. The symposium created a consensus that if U.S energy policy more fully incorporated African oil, the U.S. could further diversify its energy resources. Moreover, if oil revenue transparency was encouraged, state revenues generated could provide sustainable development to African countries. Out of this symposium grew a working group called the African Oil Policy Initiative Group (AOPIG). This group comprised representatives from relevant offices in the Administration, the House of Representatives, Senate, international consultants, and oil companies, and other U.S. investors. Utilizing the expertise of all participants, the working group created the recommendations included here. Official statistics indicate that 15.3 percent of U.S. oil imports come from Africa and that an estimated $10 billion in U.S. oil production investments would flow into West African fields by 2003. At 1.5 million barrels per day, the amount of West African oil flowing to the United States approximates or exceeds the volume of the U.S. imports from Saudi Arabia. Nigeria is the world’s sixth-largest oil exporter and fifth-ranked provider of crude to the U.S. at over 900,000 b/d, while Angola, despite years of civil conflict, may produce close to one million b/d in 2002. Recent significant discoveries have been made off the coast of Equatorial Guinea, Congo (Brazzaville) and Cote d’Ivoire, as well as in areas not traditionally associated with the Gulf of Guinea oil basin, such as South Africa, Namibia and Mauritania. Vice President of Vanco Energy, Janice Van Dyke Walden, described the off-shore potential of her company: Potential reserves number 8 billion barrels of oil just from Vanco; 1.26 billion barrels of that could be in Equatorial Guinea, 3.2 billion in Morocco, 2.9 billion in Namibia, and half a billion in Cote d’Ivoire. If you were to take our acreage, and superimpose it onto the Gulf of Mexico you would see that it is about 75 percent of deep water Gulf of Mexico, and that’s just one company alone. So clearly our interest is in Africa, and the deep water potential there is fantastic… Such increased level of exploration and production represents significant U.S. capital investment. According to the Energy Information Administration of the U.S. Department of Energy, we will be importing in the year 2020 over 770 million barrels of African oil a year. By 2003, investment in the African oil industry will exceed $10 billion a year. Between two thirds and three fourths of our foreign direct investment in Africa in the next decade will be in the energy sector. Such extraordinary growth in the West African energy sector is prompting Washington to reassess its strategic and security priorities in Sub-Saharan Africa. The prospect that this may culminate in an explicit American pronouncement of multi-layered engagement (regional and energy security, and developmental strategy) with the oil-rich Gulf of Guinea region, could dramatically alter traditional geopolitical calculations based on oil production and supply. A recently declassified U.S. Department of Defense conference summary on this issue declared: West Africa is a swing production region that allows oil companies to leverage production capabilities to meet the fluctuating world demands.. . .West African oil is of high quality, is easily accessed offshore, and is well positioned to supply the North American market. Production in two major oil producing states (Nigeria and Angola) is expected to double or triple in the next 5-10 years. Already Nigeria and Angola provide as much oil to the U.S. as Venezuela or Mexico, making it of strategic importance. The National Intelligence Council estimates that African oil imports to the United States will rise to 25 percent of total imports by 2015. As Congressman Jefferson put it: Last year there were eight billion barrel finds of oil in the world; seven of those were off the coast of West Africa. When reserves in the Middle East are compared to the reserves in Africa, all I can say is that we don’t quite know what we’re talking about. No one knows yet how much oil there is off the West Coast of Africa or in West Africa. If you asked this question five years ago, we would have stated a very different reserve number than we would state now, because of what has happened with technology. There is a need to reshape a new U.S. national security policy for Sub-Saharan Africa facilitating economic and political development. Such an initiative would be based on a West African regional economic engine driven by large petroleum revenues from producing states such as Nigeria, Angola, Equatorial Guinea, Gabon and Congo (Brazzaville). Nigeria, especially, as Washington’s largest African trading partner and despite its difficulties with governance and transparency, could emerge as the pivotal actor, regional economic engine and stabilizer. By providing the United States and other markets with a steady and secure flow of high quality, reasonably priced African crude, dependency on hostile or unstable suppliers in other parts of the globe would diminish. The nexus between increased investment in petroleum exploration and production and the economic growth of African states was noted by several speakers. Professor Terry Karl of Stanford University and John Flynn of ChevronTexaco U.K. agreed that developmental strategies derived from oil revenues required a sensible calculus for the application of the principles of good governance and the institutionalization of political and economic reforms. Flynn said: Over the last year or so we’ve been discussing with the State Department and the Foreign Office the introduction of voluntary principles on the conduct of companies providing security for the oil facilities. Unless those companies act within certain fairly rigorous terms, they can cause tremendous problems. Such principles aim to create a suitable environment for sustained economic investment and human rights. According to media reports, ChevronTexaco, Shell, Conoco, BP, Rio Tinto and McMoran have already endorsed these principles known as the Voluntary Principles on Security and Human Rights developed by the U.S. State Department, by the UK Foreign Office and various private sector, labor and human rights groups. Professor Karl suggested that transparency and accountability are essential preconditions for the effective use of oil revenues in developmental strategies, saying: Oil can be a force for development or it can be a major impetus for war. . . The issue is how to make sure that oil is a force for development rather than the excrement of the devil. Her recommendation that national oil trusts be established where revenues are targeted towards infrastructure, education, health and welfare of local populations was endorsed by Chairman Royce. Royce said that oil companies, NGOs, governments and multilateral agencies could work together in a partnership to overcome the problem of weak national institutions attempting to manage the efficient exploitation of their natural resources. As a consequence of the impending interplay of U.S. energy security interests and African economic developmental goals, the United States is on the verge of an historic, strategic alignment with West Africa. With projections of over 2.5 million barrels a day in African oil to the American market by 2015, the ambitious goals of the Bush administration’s national energy policy for major diversification of oil supply are within reach. The shift in global energy patterns characterized by massive new production levels in Russia, the Caspian Basin, South America, and West Africa, is contributing to America’s reevaluation of its global alliance system. Within this context, AOPIG believes that West Africa is being projected onto center stage in global affairs. As the Gulf of Guinea emerges as a new energy center of gravity and a vital U.S. interest, Washington needs to work with its regional allies to develop a practical set of foreign policy initiatives underpinning a long-term alignment. These initiatives could provide for a U.S-West Africa relationship defined by: 1. A new and vigorous focus on U.S.-military cooperation in sub-Saharan Africa, to include design of a sub-unified command structure which could produce significant dividends in the protection of U.S. investments, improving the level of military professionalism and subordination of African militaries to civil leadership, and in cooperatively confronting and eliminating global and regional terrorism; 2. Large scale U.S. capital investment in regional infrastructural projects such as the Chad-Cameroon (oil) and West Africa (gas) pipeline projects leading to economic diversification in the agro-business, hydrological and manufacturing sectors; 3. Expansion of the ideas articulated in the Africa Growth and Opportunity Act to effect the creation of a U.S.-Africa free trade agreement; and 4. A carefully measured and monitored U.S. commitment to debt forgiveness contingent upon bilateral partnerships promoting free market reforms in critical sectors such as energy, banking, and transportation, all the while recognizing that African states need to do their part to secure debt relief. The United States has an opportunity to break from the politics of the geostrategic pressure of unstable or unfriendly oil-producing states by actively participating in the creation of a new zone of security and prosperity in a part of the world receptive to American presence. As Chairman Royce said: We should follow up on the success of the Africa Growth and Opportunity Act, which has attracted hundreds of millions of dollars in direct foreign investment and created hundreds of thousands of jobs. . . . I am just back from Lesotho, South Africa and Namibia, and we saw factories that employ tens of thousands going up. We’ve seen a 17 percent increase in trade with Africa in the last six months. Also impressive is the transformation in African attitudes. African government officials, now believing that they have a chance in the global economy, are speaking passionately about creating better investment climates, including combating corruption, cutting red tape and improving governance. The energy sector is pleased by the AGOA-triggered reforms in customs services. AGOA should be used to leverage these improvements throughout the continent. Energy Security: Recommendations Africa provides the oil, helps us with human intelligence, helps with our access to the Middle East so we can have a forward presence. Our tradeoff has to be to help develop Africa with what makes our country work: transportation and information technology. That is the new deal I hope we can get out of this for Africa and the United States. That is where I think our national security interests are. --Rep. William Jefferson (D-LA) If recent history has a lesson, it is volatility. For example, few predicted the fall of the Soviet Union, the most geopolitically significant event in at least a generation, very far in advance. And no one saw September 11th coming. But in the resulting uncertain, multi-polar world, geography and geology are stabilizing influences. In the energy market, geography and geology argue for greater U.S. engagement in the Gulf of Guinea. As AOPIG member Robert Murphy put it, “Much of Africa’s oil is offshore, thereby insulated from domestic political or social turmoil, and can be delivered via open sea lanes devoid of canals or narrow straits.” These and other reasons persuade the AOPIG that American energy security is well-served by a coherent strategy that recognizes and utilizes West Africa as a means of diversification and price stabilization in the world energy market. Any comprehensive plan to address energy security in the post-9/11 world must confront both short-term and long-term problems. West African energy producers offer some unique advantages in both of these categories. The short-term problem is directly related to the current and potential conflict in the Middle East and its geopolitical effect on major U.S. oil suppliers. As previously noted, West Africa currently supplies 15 percent of American oil imports, a figure the National Intelligence Council (NIC) expects to rise to 25 percent by 2015. Establishing an improved regional security framework will accelerate American capital investment, which in turn will increase African production capacity. Because the limiting variable in many West African production equations is infrastructure, production could, in this environment, increase even faster than the NIC anticipates. With Middle Eastern suppliers openly discussing the possibility of embargo, as well as continued political instability in Venezuela, increasing and diversifying supply is a matter of national security. Moreover, it is a prerequisite to freedom of action in U.S. foreign policy. West Africa offers the quickest, most secure and least complicated potential for such an increase. The U.S. should not be partnering with unpopular, undemocratic regimes. On the contrary, proper foreign policy would bolster American values with our allies and encourage democratic development. One way to achieve this is to engage with energy-producing countries in a way that fosters and encourages the development of a middle class, rather than allowing petro-dollars to flow into the hands of a small number of corrupt leaders and their associates. As Murphy stated at the symposium: Oil is one of the few things that guarantees a transfer of wealth from the developed to the developing world. The presence of oil creates opportunities for constructive engagement, transfer of technology, and the development of infrastructure and human capital. Specific means of capitalizing on these opportunities will be discussed in the next section; here will suffice the observation that such considerations serve long-term U.S. energy security as well as African development. African oil is not an end, but a means: a means to both greater American energy security and more rapid African economic development. African energy must be approached with a regional strategy tempered by nation-specific tactics. Many challenges that African countries face, both in energy production and generally, are common to most or all of the nations in the region. Lack of infrastructure, health facilities, land privatization and clean water, as well as the AIDS pandemic, are all problems that will require regional cooperation to solve. A case in point is the role of legally protected land ownership as a key ingredient to successful market economy development. Efforts to promote private sector economic development, such as oil, depends in part on fast, accurate and clearly defined legal rights in land and on accurate, systematic demarcation of legal boundaries between tracts of land. Readily transferable titles to property will stimulate the flow of private capital for mortgages and the financing of economic development. As the Chairman of Stewart Title, Malcolm Morris, said: Good and indefeasible land titles form the basis for the development of a healthy real estate-based economy in a country. When people have no place to call their own, it leads to unrest and tension. America can provide the leadership, trade and support in achieving development of these greatly needed infrastructures. At the same time, individual countries have specific problems that their neighbors do not share; Gabon, for example, is facing the depletion of its oil reserves, or at least of the reserves that are accessible through conventional recovery techniques. Complementing proposed regional security initiatives, AOPIG offers the following recommendations for maximizing the effect of African hydrocarbons on increased American energy security: 1. Enhanced Oil Recovery Techniques: African oil-producing nations and concerns must be encouraged and educated in techniques of Enhanced Oil Recovery. This will maximize economic benefit over time to African nations, maintain diversity of supply, and utilize all of the oil available. Conventional recovery often leaves as much oil behind as it removes; this kind of waste is not in the best interest of developing nations; moreover, it is not in the U.S. interest of maximum supply diversification. Currently, oil companies enjoy tax writeoffs for the ownership of fields that are defined as spent, but which actually still contain substantial reserves. Legislation should be passed to end this failure to recognize new technology. Indeed, companies should be offered tax credits for pursuing enhanced recovery in so-called “brown fields,” or for releasing land rights to other companies willing to extract the residual oil. Gabon, with its reserve-depletion issue, would be a good place to start this process. 2. Regional Cooperation and Debt Relief: Cross-border projects, policy harmonization, free trade agreements and integrated pipeline and transmission networks on the continent are all vital to increasing regional energy sector cooperation and maximizing benefits to both producers and U.S. consumers. Many of these goals also serve the ends of improving governance, strengthening regional stability, and economic reform. Accordingly, debt relief negotiations should be linked to these issues. African nations seeking debt relief should be accommodated when they demonstrate dedication to and progress toward these goals. 3. Real Estate Privatization: Social stability and increased prosperity are created when businesses and private citizens own their own homes, land, and buildings and have good, clear, and transferable title to their property. Meeting Africa’s real estate privatization challenge is a necessary step toward attracting investment capital for oil and all other types of business development. Land titling and rule of law must be incorporated into U.S.-Africa dialogue as a prerequisite for the development of inland oil exploration and free market structures. 4. Gas Flaring: Throughout the region, natural gas is wasted in this manner, even as enormous quantities of wood are burned for heat, causing environmental degradation. Meanwhile, projections of U.S. gas demand indicate a coming deficit in supply. In the short term, U.S. interests are served by greater investment in capping gas flows currently being flared. Both American and indigenous companies should be encouraged to make this investment. In the long term, African nations also must be encouraged to work together to establish a regional gas grid. Such a grid would strengthen regional stability and economic interdependence; therefore, such encouragement should be made part of the Bush administration’s increase in targeted and limited foreign support this year to countries pursuing economic and political reform. Energy companies should be discouraged from flaring gas, through legislation and/or tax credits, as economic and technological development allows for the use of gas as a heating fuel. African Developmental Strategies: Recommendations “What is likely to happen if African countries…exploit oil in the context of very weak political and economic institutions? What is likely to happen is that oil will exacerbate profound political and economic crises…. It will lead to a reduction of the welfare of people in oil exporting countries. It will provoke violence and unrest. It will lead to the violation of rights. It will lead to the destruction of the environment. It will buffer authoritarian rule. That’s what will happen, again, if (oil investment) is inserted in weak political and economic and social institutions without interventions to see that something to the contrary occurs.” --Professor Terry Karl, Stanford University Oil investment in Africa has been no boon to the cause of economic and political development. Oil revenues have helped to prop up dictatorships (Nigeria under Sani Abacha), prolong wars (Angolan civil war), devastate residential environments (the Niger Delta), and obstruct transparency in commercial transactions (the primary reason for World Bank involvement in Chad-Cameroon Pipeline Project). Yet oil provides one of the few ways that wealth can be transferred from developed countries to the Third World. Mega-companies like ChevronTexaco and ExxonMobil now concentrate on providing extensive social and community benefits to affected oil producing areas and employees. Small, adventurous companies like Vanco are exploring, and often finding, favorable seismic attributes for oil development from Senegal to Madagascar. Certain “majors” like Royal Dutch Shell, with its Washington office now claiming some American ownership, are compensating for their dismal record in Nigeria and other West African countries by implementing programs providing social and economic benefits to employees and other people living in areas of their ongoing African operations. As Donald Norland, former Ambassador to Chad, pointed out in his April 18 testimony before Congress, (see Appendix 5) the Chad-Cameroon Pipeline Project is demonstrating the potential of joint public/private cooperation. Norland said, The Chad Project is a bold new model for collaboration among private investors, the World Bank Group and the government of Chad. But these are not the only key players. Indeed, success will require keeping the project in the spotlight of public attention as well as under constant scrutiny and monitoring by outside groups: NGOs, human rights and environmental organizations and the media. Scrutiny is the key to transparency. Transparency is, in turn, indispensable in guaranteeing that oil resources go – as prescribed by Chadian law and relevant agreements – to projects that reduce poverty while preserving the environment and advancing human rights. In short, to make sure that revenues go to benefit the people of Chad and not to private bank accounts. Recognizing Chad’s place as the world’s fifth poorest country, the World Bank has joined ExxonMobil and ChevronTexaco in financing the pipeline. The World Bank has thus far succeeded in convincing Chad’s authoritarian President Deby to allow revenues from oil production to be placed in a reserved Trust for educational and social development. In addition, ExxonMobil and the other oil investors have accepted the recommendations of environmentalist NGO’s in laying the pipeline. ExxonMobil has even employed a team of anthropologists to communicate with Chadian residents displaced or otherwise affected by the pipeline. But public sector financial organs like the World Bank are not the only way to pursue transparency, as AOPIG member Ponzi Watson, of Renaissance Management Group, pointed out: One way to monitor is to back into it by looking at financing, which is the only point of entry that the private sector at large has. RMG works with banks in the U.S. to rehabilitate Nigerian financing instruments. This way, you can reach anti-corruption through the private sector. 1. Heritage Trust Funds: Encourage oil investors and African governments through tax incentives and debt relief to establish Heritage Trusts whereby all revenues over $16 (or whatever is deemed the average price per barrel over time) are placed in that Trust. When the price of oil is at that level or below, revenues would be shared by the partners on a for-profit basis. Revenues above the agreed figure would be deposited in the Heritage Trust account in a bank agreed upon by both investor and government. The proceeds in the Trust would be used when the price of oil dips below the average, and for any emergency economic or ecological conditions. 2. Ancillary Economic Development: Proposed by Watson, this approach would earmark a certain percentage of the oil (or gas) investment for ancillary economic development. This initial payment would be set aside in trust for expenditures in education, agriculture, and other forms of social welfare or economic development. 3. Vertical and Horizontal Distribution: African governments could vertically pass down oil revenues to state and local governments and/or horizontally direct oil revenues from the central government to a trust in a holding bank agreed upon by the government and the investing companies (see above recommendations). Nigeria has already been successful with vertical distribution to its state governments, a positive action not given its due. These processes can be encouraged by debt relief or enhancement of AGOA. 4. The Chad-Cameroon Model: The replication of this model anywhere else in Africa is unlikely. However, there are various components of the Model that would benefit other investment/development linkages. The World Bank has clearly stated that it joined this project because of Chad’s extreme poverty; however, its experience with the Chadian government has been arduous and the Bank has little appetite for any similar engagements in the near future. Nonetheless, the apparently effective cooperation between the oil companies, the NGOs concerned with the environment, academic anthropologists and sociologists looking to apply their expertise for the good of African development, and the local community decision-makers in rural communities augurs well for such cooperation in future investment projects. 5. The NEPAD Model: South African President Thabo Mbeki’s touting of the New Economic Plan for African Development (NEPAD) provides an opportunity to promote regional support for oil/gas-induced development. Approaching regional organizations in the past has had mixed results. But with the popular success of AGOA and the new oil initiatives, now could be the time to spread the benefits of successful African developmental programs. 6. Ensuring Transparency: All oil-exporting states have not been forthcoming in showing publicly the amount of investments received by foreign oil companies and the amount of profits generated from the export of that oil or gas. U.S. oil companies should be encouraged, perhaps through tax incentives, to disclose all payments to the oilproducing governments. Diplomatic pressure should \be brought to bear to encourage other countries to require such reporting of their energy companies as well. As Global Witness, a corruption watchdog NGO, has stated: “You don’t know where the money’s gone when you don’t know what’s come in.” The World Bank has required such disclosure in its participation in the Chad-Cameroon Pipeline Project but it will not likely be a player in most African oil projects. Ruling elites have thus far generally refused to disclose their income and disbursement from foreign oil investment, proclaiming that such disclosure is an infringement on national sovereignty. Most of these programs are a mix of inducements to keep the pressure on oil investors and African governments for the purpose of enhancing a more balanced African development. Oil investment has not had a good track record, but there are signs that current investment practices may be more successful in stimulating African development. Regional Security: Recommendations The importance of U.S. oil production in the Gulf of Guinea points to developing a strategy to protect this production from terrorism, and this raises critical concerns about the role of the U.S. military in the region and its relations with African militaries....In this respect, the relation of the Nigerian military and the members of ECOMOG is crucial. --Chairman Ed Royce On April 14, 2002, the Department of Defense announced its new global military command organization. In the plan, responsibility for coordinating military to military issues with African states remains divided between Central Command/CENTCOM (covering the Middle East and Southwest Asia) and European Command/EUCOM (covering Europe, Russia, the Atlantic and most of Africa, including Western and Southern Africa). This organizational construct does not optimize or focus diplomatic and military attention in sub-Saharan Africa, and the lack of a dedicated regional unified or sub-unified command to safeguard rapidly Spam American involvement in sub-Saharan Africa is a stark omission that may needlessly raise the risk to U.S. interests in Africa in coming years. (As recently as April 23, 2002, Nigerian and international workers were taken hostage on a ChevronTexaco oil rig off Western Nigeria by members of a nearby local community. Although the hostage drama was resolved peacefully and without injury, this type of event is a recurring problem due to lack of Nigerian off-shore security capabilities.) AOPIG considers the Gulf of Guinea oil basin of West Africa, with greater western and southern Africa and its attendant market of 250 million people located astride key sea lanes of communication, as a “vital interest” in U.S. national security calculations. The Gulf of Guinea, as part of the Atlantic oil-bearing basin, surpasses the Persian Gulf in oil supplies to the U.S. by 2:1; moreover, it maintains significant deposits of critically important strategic minerals including chromium, uranium, cobalt, titanium, diamonds, gold, bauxite, phosphate and copper. The region is also characterized by underdeveloped hydrological, agricultural and fisheries resources. Failure to address the issue of focusing and maximizing U.S. diplomatic and military command organization will be perceived by many in Africa as a device of cultivated neglect by the world’s only superpower, and could therefore act as an inadvertent incentive for U.S. rivals such as China, adversaries such as Libya, and terrorist organizations like Al-Qaeda to secure political, diplomatic, and economic presence in parts of Africa. Such threat possibility from such actors exposes U.S. personnel and assets to heightened dangers and diminished opportunities. (A recent visit by Chinese president Zeming to Nigeria concluded agreements on Chinese assistance in developing Nigeria’s light weapons industry, oil refinery construction, power plants, and possible Chinese rehabilitation of Nigeria’s rail system). AOPIG strongly urges the Bush administration to adjust its regional security calculus on sub-Saharan Africa in coming years, through active sub-regional diplomatic focus via ambassadorial appointments to ECOWAS and other sub-regional security organizations, and through examination and creation of a new regional unified or sub-unified command. The foundation of a new security structure already exists with EUCOM’s Africa Engagement Plan, which is committed to freedom of navigation, quick response to humanitarian crisis, rule of law, military professionalism, and subordination of African militaries to civil leadership. These operating principles have been exemplified by the formation of the African Crisis Response Initiative (ACRI), the Africa Center for Strategic Studies (ACSS), and the Joint Combined Education Training Program for small unit training. The U.S. military and diplomatic community has the ability to integrate these endeavors into a comprehensive regional security architecture, and this could be facilitated and expedited through a dedicated unified or sub-unified command organization. A decision to conscientiously focus and organize U.S. security and diplomatic energies around sub-Saharan Africa security priorities would give official sanction to post-9/11 geopolitical realities and would help shift U.S. emphasis from costly and ineffectual crisis response to peace-time security cooperation. As a result, the regional security environment would be improved via increased engagement with African civil and military decision makers, enhanced anticipation of impending problems and a more accurate and in-depth understanding of the needs of our African partners. The establishment of a regional unified or sub-unified command provides the United States with proactive options for crisis management and prevention. Just as importantly, it would send a powerful signal of long-term U.S. commitment to regional stability and development. The Economic Community of West African States (ECOWAS) is in particular a critical link for a successful U.S. regional security policy. U.S. diplomatic and military relationship with ECOWAS should be a priority, with a continuation and expansion of efforts such as EUCOM’s West African Stabilization Program and the appointment of a dedicated U.S. ambassador to ECOWAS. Such an approach will help all the countries of the region, producers and non-producers alike, to secure the proper political and investment climate in order to maximize their revenues for programmed economic development and democratic reforms. AOPIG offers the following recommendations for the implementation of a regional security doctrine in West Africa: 1. National Security Priority: The Congress and the Administration declare the expanded Gulf of Guinea region of western and southern Africa as an area of “vital interest” to the United States. 2. Establishment of a Regional Command: While recognizing the desirability of a new regional command, bureaucratic and budgetary realities dictate an interim measure that can satisfy many, if not most of the goals attainable through a single CINC for Africa. The establishment of a sub-unified command with exclusive responsibility for the expanded Gulf of Guinea region, or all of sub-Saharan Africa, similar to U.S. Forces Korea, is a viable alternative that can be implemented in a cost-effective and timely manner. The commander would have CINC-like rank but be subordinate to EUCOM. The formation of such a force command organization would send a powerful signal to our regional friends that the United States is making a strategic commitment. Responsibilities under such a command would include safety for U.S. citizens, a focused emphasis on improving levels of military professionalism and national security capacity across the region, improved intelligence gathering and sharing, protecting sea lanes, monitoring and preventing illicit arms traffic, maintaining the region free from weapons of mass destruction as well as threats from transnational terrorist and criminal groups. All of these responsibilities have a direct impact on trade and long-term development of African economies and will improve mutually desired levels of trade and stability. 3. Forward Military Presence and Facilities: U.S. friends and allies in West and Southern Africa largely have little or no bluewater naval capabilities, and find it difficult to survey and secure their coastal waters, whether to secure legitimate trade and sea traffic, to combat illegal arms and other transfers, or to monitor their fisheries. To assist in this capability, and to safeguard increasing volumes of petroleum shipments from producing states, the U.S. should give serious consideration to increased force presence and the establishment of a regional homeport, possibly on the islands of the Republic of Sao Tome and Principe centered in the Gulf. A forward military presence would not only help deter potential threats but also enhance U.S. credibility by facilitating increased naval visits to western and southern African ports, improving military-tomilitary contacts and building long-term and professional military capacity to secure national borders and economic zones. 4. U.S./ECOWAS Regional Security Doctrine: Many key leaders in Western Africa and the expanded Gulf of Guinea region have committed to a democratic process, rule of law and achieving smaller, more professional, capable, and civilian controlled militaries. Nigeria, Senegal and Ghana, among others, have taken a leading role in support of the American position towards the Congo, Liberia, Sierra Leone, Zimbabwe and the war on terrorism. ECOWAS’s regional peacekeeping efforts have been praised for maintaining stability in difficult circumstances. A U.S.-ECOWAS condominium on regional security issues is critical to overall regional stability and the formation of a new regional architecture. The United States should consider a security-oriented engagement with ECOWAS as the prerequisite for a strong regional doctrine that would support regional stability and economic growth. A regionally focused security assistance would include improved base and port facilities, increased support for regional defense attaché offices, enhancement of crisis response capabilities of the national and regional militaries, coastal patrol, border security, and brown water naval capabilities. The program could include significantly upgraded military to military (including pilot) training as well as the transfer of selected military hardware: coastal patrol vessels, helicopters, air transport, trucks, APCs and new surveillance platforms. This would greatly assist in the strengthening of regional capabilities, thus preempting the necessity to deploy U.S. troops when security issues arise CITA El petróleo africano: Una Prioridad para Seguridad nacional estadounidense y para el desarrollo africano. Todas las citas de este artículo, salvo que se designe de otra manera, es del 25 de enero de 2002 del simposio del Institute for Advanced Strategic & Political Studies, El petróleo africano: Una prioridad para seguridad nacional estadounidense y para el desarrollo africano. Lista de Recomendaciones Seguridad energética 1. Las naciones africanas deberían ser educadas, y las empresas implicadas animadas a conseguir técnicas de recuperación mejoradas para tener acceso a todo el petróleo disponible en la región. 2. EE UU debería animar la cooperación regional entre naciones en el sector de energía ofreciendo la condonación de la deuda exclusivamente a países que hayan demostrando compromiso y progreso en esta área. 3. La propiedad privada debería ser acentuada por EE UU como una política fundamental para ser adoptada por Estados africanos que procuran atraer inversiones de capital, en particular en el sector de energía. 4. Las empresas estadounidenses deberían ser animadas a realizar inversiones con el objeto de descubrir bolsas de gas, y países africanos para conseguir el establecimiento de una red regional de gas. Estrategias de Desarrollo 5. Se deberían establecer fondos de inversiones que recibirían los ingresos del petróleo por encima de 16 dólares por barril, y una parte de los beneficios si los ingresos del petróleo están por debajo de 16 dólares por barril. 6. Asimismo, en este sentido un porcentaje de la inversión del petróleo y del gas debería ser destinado al desarrollo económico. 7. Se debería animar a los gobiernos africanos a través del alivio de la deuda o la intensificación del AGOA (African Growth and Opportunity Act) a distribuir los ingresos tanto horizontalmente como verticalmente. 8. La cooperación entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y compañías petroleras incorporadas en el Proyecto de oleoducto Chad-Camerún debería ser redefinida y estudiada como modelo, al menos en parte para el uso a otros proyectos africanos del petróleo. 9. El Nuevo Plan Económico para el Desarrollo africano (NEPAD) es otro modelo valioso y sus provisiones deberían en lo posible ser aplicadas en la siguiente oleada de iniciativas relacionadas con el petróleo. 10. Se debería animar a las compañías petroleras estadounidenses, quizás a través de incentivos fiscales, a publicar en sitios Web públicos, todos los pagos a los gobiernos de productores de petróleo Seguridad regional 11. El Congreso y la Administración deberían declarar Golfo de Guinea un área " de Interés Vital " para EE UU. 12. Una sub-Jefatura regional, similar a las Fuerzas estadounidenses en Corea, debería establecerse en el área. 13. La sub-Jefatura regional debería considerar seriamente el establecimiento de una base naval, posiblemente a las islas de Santo Tomé y Príncipe 14. Se debería ser establecer un pacto nigeriano-estadounidense sobre cuestiones de seguridad regionales para conseguir hacer la zona más segura y en consecuencia más atractiva por la inversión directa extranjera. Introducción El petróleo africano debería ser tratado como una prioridad para la seguridad nacional estadounidense después del 11 de septiembre, y pienso que después de esta fecha las fuentes tradicionales de petróleo no son tan seguras como antaño. La energía africana es crucial para al desarrollo africano. Proporciona una corriente de ingresos que debería suministrar el capital necesario para el crecimiento de las economías africanas rompiendo el ciclo de pobreza que atenaza al continente. No hay ninguna razón para qué países productores de petróleo africanos no aprovechen el African Growth and Opportunity Act (AGOA) para diversificar sus economías. --U.S. House of Representatives Subcommittee on Africa Chairman Ed Royce (R-CA)1 La cuestión es de qué países productores de petróleo dependemos. La respuesta que sale de todas estas discusiones es que nuestros mejores aliados están en África Occidental por muchos motivos que he mencionado y por el compromiso con la democracia. Aunque pueda haber aciertos y fallos, sin embargo hay un compromiso. África Occidental es más cercana, haciéndolo más fácil mover las materias primas desde allí hasta aquí; los recursos tienen acceso al mar. Por lo general se trabaja bastante bien si se puede salir a mar abierto. --Congressman William Jefferson (D-LA) El petróleo africano es de interés estratégico nacional para nosotros, y esto aumentará y se hará más importante en lo sucesivo. ---U.S. Assistant Secretary of State Walter Kansteiner III En Washington se ha tenido durante mucho tiempo la percepción que los Estados Unidos no tienen ningún interés vital en el África Subsahariana. Nada más lejos de la realidad. Dado que la política y las condiciones de seguridad del Golfo Pérsico se deterioran, la disponibilidad de fuentes seguras y alternativas de petróleo para el mercado americano crece. El petróleo africano esta emergiendo en la política estadounidense como una alternativa que proporcione una fuente segura de energía. El 25 de enero, el Instituto para los Estudios Avanzados Estratégicos y Políticos (IASPS) sostuvo un simposio en Washington sobre la cuestión de la prioridad en la seguridad nacional de los Estados Unidos y el petróleo africano. Que una cuestión crítica se estuviera discutiendo indicaba la vuelta de expertos de la industria petrolera, la academia, think tanks, Congreso y el cuerpo diplomático. Varios oradores de diversas tendencias acentuaron la importancia estratégica de la capacidad productora de petróleo del África Occidental a las exigencias de la seguridad energética americana incrementada tras el 11 de septiembre. El simposio creó un consenso general que si la política energética americana incorporarse el petróleo africano, los EE UU conseguiría diversificar sus recursos de energía. Además, si los ingresos del petróleo eran transparentes, los ingresos generados podrían proporcionar un desarrollo sostenible a los países africanos. Fuera de este simposio surgió un grupo de trabajo llamado African Oil Policy Initiative Group (AOPIG). Este grupo incluía a representantes de la Administración, Congreso, el Senado, consultores internacionales, y compañías petroleras, y otros inversores estadounidenses. Utilizando la experiencia de los participantes, el grupo de trabajo creó las recomendaciones incluidas en el presente documento. Las estadísticas oficiales indican que el 15.3 por ciento de importaciones de petróleo estadounidenses viene de África y se estima en 10 mil millones de dólares las inversiones petrolíferas estadounidenses que fluirían hacia África occidental en 2003. Con 1.5 millones de barriles por día, la cantidad de petróleo de África occidental que fluye a los Estados Unidos se acerca o excede el volumen de las importaciones estadounidenses de Arabia Saudí. Nigeria es el sexto exportador de petróleo mundial y el quinto proveedor crudo de EE UU con más de 900,000 b/d, mientras Angola, a pesar de los años de conflicto civil, puede producir cerca de un millón de b/d en 2002. Se han producido recientes descubrimientos de importancia significativa en la costa de Guinea Ecuatorial, Congo (Brazzaville) y Costa de Marfil, así como en áreas no tradicionalmente asociadas con el Golfo de Guinea, como Sudáfrica, Namibia y Mauritania. El Vicepresidente de Vanco Energy, Janice Van Dyke Walden , describió el potencial en el exterior de su empresa: Las reservas potenciales cuentan 8 mil millones de barriles de petróleo solamente de Vanco; 1.26 mil millones de barriles podrían estar en Guinea Ecuatorial, 3.2 mil millones en Marruecos, 2.9 mil millones en Namibia, y quinientos millones en la Costa de Marfil. Si compara nuestra área explotada, y la superpone al Golfo de México vería que esto es aproximadamente el 75 por ciento de lo que se explota en las aguas profundas del Golfo de México, y esto es solamente para una sola empresa. Luego nuestro interés está claramente en África, y el potencial en aguas profundas allí es fantástico… Tal incremento en el nivel de exploración y producción representa una inversión de capital estadounidense significativa. Según la Energy Information Administration del Departamento de Energía estadounidense, importaremos en el año 2020 más de 770 millones de barriles de petróleo africano al año. Hacia 2003, la inversión en la industria petrolera africana excederá 10 mil millones de dólares por año. Entre dos terceras partes y tres cuartas partes de nuestra inversión extranjera directa en África en la próxima década estará en el sector de energía. Este extraordinario crecimiento del sector de la energía de África occidental incita Washington a reexaminar su estrategia y prioridades de seguridad en el África Subsahariana. La perspectiva que esto puede culminar en una declaración explícita americana de un compromiso múltiple (regional y seguridad energética, y estrategia de desarrollo) con la región de Golfo de Guinea rica en petróleo, podría cambiar radicalmente los tradicionales cálculos geopolíticos basados en la producción petrolífera y el suministro. Un reciente resumen desclasificado del Departamento de Defensa sobre esta cuestión sostiene: El África Occidental es una región de producción que permite a las compañías petroleras una capacidad de producción suficiente para hacer frente a las oscilaciones de la fluctuante demanda mundial… El petróleo africano es de alta calidad, de fácil acceso a cierta distancia de la costa, y esta bien situado para el suministro del mercado norteamericano. Se espera que la producción en dos de los principales estados (Nigeria y Angola) pueda doblarse o triplicarse en los próximos 5-10 años. Actualmente Nigeria y Angola proporcionan tanto petróleo a EE UU como Venezuela o México, lo que le da una gran importancia estratégica. El National Intelligence Council estima que importaciones de petróleo africanas a los Estados Unidos se elevarán al 25 por ciento de las importaciones totales hacia 2015. Como el Diputado Jefferson señala: El año pasado se descubrieron ocho mil millones de barriles del aceite en el mundo; siete fueron de la costa de África Occidental. Cuando las reservas en el Oriente Medio se comparan a las reservas en África, todo que puedo decir es que no sabemos lo bastante de qué hablamos. Nadie conoce aún cuanto petróleo hay de la Costa de Oeste de África o en África Occidental. Si usted hiciese esta pregunta hace cinco años, habríamos declarado unas reservas muy diferentes de las que declararíamos ahora, debido al avance de la tecnología. Hay una necesidad de establecer una nueva política de seguridad nacional estadounidense para África Subsahariana que facilite el desarrollo económico y político. Tal iniciativa estaría basada en un motor económico regional de África occidental conducido por los grandes ingresos de petróleo producidos por estados como Nigeria, Angola, Guinea Ecuatorial, Gabón y Congo (Brazzaville) Nigeria y, sobre todo, por Washington el mayor aliado de África, a pesar de las dificultades con los gobiernos y la transparencia, podría surgir como el actor fundamental, el motor económico regional y el agente estabilizador de la zona. Proporcionando a los Estados Unidos y otros mercados un flujo estable y seguro de alta calidad, un crudo africano a precio razonable, la dependencia de proveedores hostiles o inestables en otras partes del globo disminuiría. La conexión entre el incremento de la inversión en la exploración de petróleo y la producción y el crecimiento económico de estados africanos fue señalada por varios oradores. El profesor Terry Karl de Stanford University y John Flynn de ChevronTexaco U.K coincidieron en que las estrategias de desarrollo sacadas de ingresos del petróleo requieren un cálculo sensible para el uso de los principios de buena gobernación y la institucionalización de reformas políticas y económicas. Flynn dijo: Durante el año pasado hemos estado hablando con el State Department y el Foreign Office acerca de la introducción de principios voluntarios en la conducta de empresas que proporcionan la seguridad para las instalaciones del petróleo. A no ser que estas empresas actúen dentro de ciertas condiciones rigurosamente correctas, pueden causar problemas enormes. Tales principios apuntan a crear un ambiente favorable a la inversión económica sostenida y a los derechos humanos. Según reportajes periodísticos, ChevronTexaco, Shell, Conoco, BP, Rio Tinto and McMoran ya han aprobado estos principios conocidos como los Principios Voluntarios sobre la Seguridad y Derechos humanos desarrollados por el Ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense, por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y otros del sector privado y grupos de derechos humanos. El profesor Karl sugirió que la transparencia y la responsabilidad sean condiciones previas esenciales para el empleo eficaz de ingresos del petróleo en estrategias de desarrollo, diciendo: El petróleo puede ser una fuerza para el desarrollo o puede ser el motivo principal para la guerra... La cuestión es como asegurarse que el petróleo es una fuerza para el desarrollo más bien el excremento del diablo. Su recomendación que el petróleo nacional debe dirigirse donde los ingresos son invertidos en infraestructura, educación, salud y el bienestar de poblaciones locales fue aprobada por el Presidente Royce. Royce dijo que las compañías petroleras, las organizaciones no gubernamentales, gobiernos y agencias multilaterales podrían trabajar juntos en una alianza para vencer el problema de instituciones nacionales débiles que intentan manejar la explotación eficiente de sus recursos naturales. Como una consecuencia de la interacción inminente de intereses de seguridad energética estadounidenses y los objetivos africanos económicos del desarrollo, los Estados Unidos están al borde de una alineación estratégica histórica con África Occidental. Con las proyecciones de más de 2.5 millones de barriles por día de petróleo africano en el mercado americano hacia 2015, los ambiciosos objetivos de la política de energía nacional de la administración de Bush para la diversificación del suministro de petróleo esta al alcance de la ano. El cambio en el modelo de energía global caracterizado por nuevos niveles de producción masivos en Rusia, el Caspio, Sudamérica, y África Occidental, esta contribuyendo a una reevaluación del sistema americano de alianza global. Dentro de este contexto, AOPIG cree que África Occidental está siendo proyectada al centro de los asuntos globales. Así el Golfo de Guinea surge como un nuevo centro de gravedad de la energía y un centro de interés vital estadounidense, Washington tiene que trabajar con sus aliados regionales para desarrollar un juego práctico de iniciativas de política exterior que sostengan una alineación a largo plazo. Estas iniciativas podrían asegurar una relación de Estados Unidos-África Occidental definida por: 1. Un nuevo y vigoroso foco de la cooperación del Ejército de los Estados Unidos en África subsahariana, incluyendo el diseño de una estructura de mando subunificada que podría producir dividendos significativos en la protección de inversiones estadounidenses, mejorando el nivel profesional militar y subordinación de militares africanos al mando civil, y en cooperar en la eliminación del terrorismo global y regional; 2. Centro de inversión de capital de los EE UU en proyectos regionales de infraestructuras como el Chad-Camerún (petróleo) y África Occidental (gas) proyectos de oleoductos que conducen a la diversificación económica en el sector agrícola, hidrológico y de la fabricación; 3. Expansión de las ideas articuladas en el África Growth and Opportunity Act para efectuar la creación de un acuerdo de libre comercio de EE-UU-África; y 4. Un compromiso moderado y supervisado por el órgano estadounidense para la condonación de la deuda basado en sociedades bilaterales que promueven el libre mercado y reformas en sectores críticos como la energía, la banca, y el transporte, sobre la base de reconocer que los estados africanos tienen que hacer su parte para asegurar el alivio de la deuda. Los Estados Unidos tienen una oportunidad de romper con la política de presión geoestratégica con estados productores de petróleo inestables o poco amistosos participando activamente en la creación de una nueva zona de seguridad y prosperidad en una parte del mundo receptiva a la presencia americana. Como el Presidente Royce dijo: Deberíamos seguir sobre el éxito del Africa Growth and Opportunity Act , que ha atraído cientos de millones de dólares en inversiones directas extranjeras y creado cientos de miles de empleos.... En Lesotho, Sudáfrica y Namibia vimos fábricas que hacían crecer el empleo. Hemos visto un aumento del 17 por ciento del comercio con África en los seis meses pasados. También es impresionante la transformación en actitudes africanas. Representantes gubernamentales africanos, creen ahora que tienen una posibilidad en la economía global, hablan apasionadamente sobre la creación de mejores climas de inversión, incluyendo el combate de la corrupción, recortando la burocracia y mejorando la gobernación. El sector de energía está satisfecho con las reformas provocadas por el programa AGOA en los servicios aduaneros. AGOA debería ser usado para extender estas mejoras en todas partes del continente. Seguridad energética: Recomendaciones África proporciona el petróleo, nos ayuda con su inteligencia, ayuda con nuestro acceso al Oriente Medio luego podemos tener una presencia avanzada. Nuestra compensación debe ser ayudar a desarrollar África con lo que hace nuestro país: transporte y tecnología de la información. Es el nuevo reto espero que nosotros podamos llevarlo a cabo para África y los Estados Unidos. Es donde pienso que están nuestros intereses de seguridad nacional. --Rep. William Jefferson (D-LA) Si la historia reciente tiene una lección, es la volatilidad. Por ejemplo, pocos predijeron la caída de la Unión Soviética, el acontecimiento el más significativo geopolíticamente en al menos una generación, nadie lo predijo. Y nadie vio la llegada del 11 de septiembre. Pero en la marcha de un mundo incierto, multipolar, la geografía y la geología estabilizan influencias. En el mercado de energía, la geografía y la geología abogan por una mayor relación estadounidense en Golfo de Guinea. Como el miembro de AOPIG Robert Murphy señalo, " la mayor parte del petróleo de África es offshore, así se ve aislado de la confusión política o social doméstica, y puede ser entregado vía mar abierto desprovisto de canales o estrechos." Estos y otros motivos llevan al convencimiento de AOPIG que la seguridad energética americana esta bien servida según una estrategia coherente que reconoce y utiliza África Occidental como un medio de diversificación y la estabilización de precios en el mercado de energía mundial. Cualquier plan que pretenda dirigir la seguridad del abastecimiento de energía en el mundo posterior al 11 de septiembre debe enfrentar tanto problemas a corto como a largo plazo. Los productores de energía de África occidental ofrecen algunas ventajas únicas en ambas categorías. El problema a corto plazo esta directamente relacionado con el conflicto actual y potencial del Oriente Medio y su efecto geopolítico sobre los principales proveedores de petróleo de EE UU. Como antes se menciono, África Occidental actualmente suministra el 15 por ciento de importaciones de petróleo americanas, las previsiones del National Intelligence Council (NIC) espera una elevación del 25 por ciento hacia 2015. El establecimiento de un mejorado marco de seguridad regional acelerará la inversión de capital americano, que a su vez aumentará la capacidad de producción africana. Como la variable restrictiva en muchas ecuaciones de producción de África occidental es la infraestructura, la producción, en este entorno, podría aumentar aún más rápido que lo que el NIC prevé. Con proveedores del Medio Oriente que hablan abiertamente de la posibilidad de embargo, así como la inestabilidad política continua de Venezuela, el aumentar y diversificar el suministro es un asunto de seguridad nacional. Además, esto es un requisito previo a la libertad de acción en la política exterior estadounidense. África Occidental ofrece el potencial más rápido, más seguro y menos complicado para tal aumento. Los EE UU no deberían ser socios de regímenes impopulares, no democráticos. Al contrario, la política exterior correcta sostendría valores americanos con nuestros aliados y animaría el desarrollo democrático. Un modo de alcanzar esto es de contratar con países que producen energía y a la vez promueven y animan el desarrollo de una clase media, en vez de permitir que los petrodólares vayan a parar a las manos de un pequeño número de líderes corruptos y sus socios. Como Murphy indicado en el simposio: El petróleo es una de las pocas cosas que garantiza una transferencia de riqueza del mundo desarrollado al mundo en desarrollo. La presencia del petróleo crea oportunidades para acuerdos constructivos, transferencia de tecnología, y desarrollo de infraestructura y de capital humano. El medio específico de capitalización de estas oportunidades será discutido en la sección siguiente; aquí bastará señalar que tales consideraciones sirven a la seguridad de energía estadounidense a largo plazo así como el desarrollo africano. El petróleo africano no es el fin, sino el medio: medio tanto para una energía americana más segura como para desarrollo económico africano más rápido. El acercamiento a la energía africana debe ser realizado con una estrategia regional adaptada de forma específica para cada nación. Muchos desafíos en los países africanos, tanto en la producción de energía como en general, son comunes a la mayoría o a todas las naciones en la región. La carencia de infraestructura, instalaciones sanitarias, la privatización de tierra y el agua limpia, así como la pandemia de SIDA, son problemas que requerirán de una cooperación regional para solucionarlos. Un ejemplo es el papel de la propiedad legalmente protegida como un ingrediente clave para el desarrollo de economía de mercado. Los esfuerzos para promover el sector privado en el desarrollo económico, como el petróleo, dependen en parte sobre derechos rápidos, exactos y claramente definidos sobre la tierra y sobre la demarcación exacta, sistemática de fronteras legales entre las extensiones de tierra. Títulos fácilmente transferibles con la propiedad estimularán el flujo de capital privado para hipotecas y la financiación de desarrollo económico. Como el Presidente de Stewart Title, Malcolm Morris, dijo: Buenas e inalienables escrituras forman la base para el desarrollo de una verdadera economía sana en un país. Cuando la gente no tiene ningún lugar que considere propio, conduce al malestar y la tensión. América puede proporcionar el mando, el comercio y el apoyo para alcanzar el desarrollo de estas infraestructuras enormemente necesarias. Al mismo tiempo, determinados países tienen problemas específicos que sus vecinos no comparten; Gabón, por ejemplo, afronta el agotamiento de sus reservas de petróleo, o al menos de las reservas que son accesibles por técnicas de recuperación convencionales. Complementando propuestas regionales de iniciativas de seguridad, AOPIG ofrece las siguientes recomendaciones para maximizar el efecto de hidrocarburos africanos aumentando la seguridad de la energía americana: 1. Técnicas de Recuperación de Petróleo Mejoradas: Se debe animar a las naciones africanas productoras de petróleo y enseñar Técnicas de Recuperación de Petróleo Mejoradas. Esto maximizará con el tiempo la ventaja económica de las naciones africanas, mantendrá la diversidad de suministro, y utilizará todo el petróleo disponible. La recuperación convencional deja a menudo tanto petróleo detrás como el que obtiene; esta clase de gasto no es interesante en los países en vías de desarrollo; además, no está dentro del interés estadounidense de diversificación de suministro. Generalmente, las compañías petroleras disfrutan del factor de agotamiento para los campos que son declarados como acabados, pero que en realidad todavía contienen reservas sustanciales. La legislación debería cambiarse para dar paso a la nueva tecnología. Ciertamente, se deberían ofrecer créditos fiscales a empresas para conseguir la recuperación en el caso de" campos marrones, " o dar exenciones a otras empresas dispuestas de extraer el petróleo residual. Gabón, con su publicación de agotamiento de la reserva, sería un buen lugar para comenzar este proceso. 2. Cooperación Regional y Condonación de deuda: Proyectos fronterizos, armonización política, acuerdos de libre comercio, oleoductos integrados y redes de transmisión sobre el continente son vitales para el aumento de la cooperación en el sector de energía regional y maximizar las ventajas de productores africanos y consumidores estadounidenses. Muchos de estos objetivos también sirven a los fines de mejorar la gobernación, reforzando la estabilidad regional, y la reforma económica. Las negociaciones para la condonación de la deuda deberían estar vinculadas a estas cuestiones. Las naciones africanas que buscan el alivio de la deuda deberían estar en mejor condición cuando demuestren su dedicación y progreso hacia estos objetivos. 3. Privatización Inmobiliaria: La estabilidad social y el incremento de la prosperidad aparecen cuando los negocios y ciudadanos privados poseen sus propias casas, tierra, y edificios y tienen escrituras en regla, claras, y transferibles con su propiedad. La reunión del desafío de privatización inmobiliario del África es un paso necesario hacia la atracción de la inversión de capital para el petróleo y todos los tipos de desarrollo comercial. El titulo de la tierra y la autoridad de la ley deben ser incorporadas en el diálogo de EE-UU-África como un requisito previo para el desarrollo de exploración interior del petróleo y las estructuras de libre mercado. 4. Llamaradas de gas: En todas partes de la región, el gas natural se quema, de igual forma enormes cantidades de madera son quemadas para calentarse, causando la degradación ambiental. Mientras tanto, las proyecciones de demanda de gas estadounidense indican un déficit en el suministro. A corto plazo, los intereses estadounidenses están dirigidos a una mayor inversión en obtener flujos de gas que actualmente se quema. Tanto las empresas americanas como indígenas deberían hacer esta inversión. A largo plazo, se debe animar a las naciones africanas a trabajar juntos para establecer una red regional de gas. Tal red reforzaría la estabilidad regional y la interdependencia económica; por lo tanto, tal estímulo debería ser hecho por parte de la administración de Bush estableciendo el objetivo y limitado el apoyo exterior este año a países que persiguen la reforma económica y política. Las empresas de energía deberían ser desalentadas de quemar el gas, por la legislación y/o créditos fiscales, dado que el desarrollo económico y tecnológico permite para el empleo de gas como un combustible para calefacción. Estrategias africanas de Desarrollo: Recomendaciones ¿"Qué ocurriría si los países africanos…explotan el petróleo en el contexto de instituciones políticas y económicas muy débiles? Probablemente ocurriría que el petróleo exacerbará crisis políticas y económicas profundas. Esto conducirá a una reducción del bienestar de la gente en los países que exportan petróleo. Esto provocará violencia y malestar. Conducirá a la violación de derechos. Conducirá a la destrucción del ambiente. Protegerá regimenes autoritarios. Esto es que pasará, otra vez, si (la inversión en petróleo) se inserta en instituciones políticas, económicas y sociales débiles sin ningún control para ver que algo contrario ocurre. " - Profesor Terry Karl, Universidad de Stanford La inversión en petróleo en África no ha sido ninguna bendición a causa del desarrollo económico y político. Los ingresos del petróleo han ayudado a apoyar dictaduras (Nigeria bajo Sani Abacha), prolongan guerras (la guerra civil angoleña), devastan ambientes residenciales (el Delta del Níger), y obstruyen la transparencia en transacciones comerciales (la razón principal de la participación de Banco mundial en el Proyecto de Oleoducto de Chad-Camerún). Aunque el petróleo proporciona uno de los pocos caminos por donde la riqueza puede ser transferida de países desarrollados al Tercero Mundo. Las megaempresas como ChevronTexaco y ExxonMobil ahora se concentran en que las ventajas de petróleo lleguen a la comunidad. Empresas pequeñas, aventureras como Vanco exploran, y a menudo encuentran, situaciones favorables para el desarrollo del petróleo desde Senegal a Madagascar. Ciertos "mayores" como la Royal Dutch Shell , con su oficina de Washington ahora reclama alguna propiedad americana, para compensar su triste paso por Nigeria y otros países de África occidental poniendo en marcha programas que proporcionan ventajas sociales y económicas a empleados y otra gente africana que vive en las áreas de sus operaciones en curso. Donald Norland, ex-Embajador en Chad, indico en su testimonio el 18 de abril ante el Congreso, (mirar el Apéndice 5) el Proyecto de Oleoducto entre Chad-Camerún es la demostración del potencial de cooperación conjunta pública/privada. Norland dijo: El proyecto del Chad es un valiente nuevo modelo para la colaboración entre inversionistas privados, el Grupo del Banco Mundial y el gobierno de Chad. Pero estos no son los únicos personajes clave. De verdad, el éxito requerirá que el proyecto este bajo la atención pública así como una intervención constante y la supervisión por grupos exteriores: Organizaciones no gubernamentales, derechos humanos y organizaciones ambientales y medios de comunicación. El examen constante es la llave de la transparencia. La transparencia es, a su vez, indispensable para garantizar que los recursos de petróleo van - como esta prescrito según la ley chadiana y otros acuerdos relevantes - a los proyectos que reducen la pobreza conservando el medio ambiente y al avance de los derechos humanos. Hay que asegurarse que los ingresos van a beneficiar a la gente de Chad y no a cuentas bancarias privadas. Siendo el Chad el quinto país más pobre del mundo, el Banco mundial ha unido ExxonMobil y ChevronTexaco en la financiación del oleoducto. El Banco mundial hasta ahora ha tenido éxito convenciendo al autoritario Presidente Deby de permitir que los ingresos de la producción petrolífera puedan ser colocados en una cuenta reservada para el desarrollo educativo y social. Además, ExxonMobil y otros inversionistas del petróleo han aceptado las recomendaciones de una organización no gubernamental ecologista en el trazado del oleoducto. ExxonMobil ha incluso empleado un equipo de antropólogos para comunicarse con residentes chadianos desplazados o afectados de otra manera por el oleoducto. Los órganos financieros del sector público como el Banco Mundial no es la única forma de conseguir trasparencia, como el miembro de AOPIG Ponzi Watson, del Renaissance Management Group, dijo: Un modo de supervisar es controlar la financiación, que es el único punto de entrada que por lo general tiene el sector privado. RMG trabaja con bancos en EE UU para rehabilitar los instrumentos financieros nigerianos. De esta forma, se puede alcanzar la anticorrupción en el sector privado. 1. Fondos de inversión patrimoniales: Animar a inversionistas del sector petrolero y a los gobiernos africanos a través de incentivos fiscales y la condonación de la deuda a establecer Fondos patrimoniales que capten todos los ingresos superiores a 16 dólares (o con el tiempo con independencia del precio medio por barril). Cuando el precio del petróleo este en ese nivel o por debajo, los ingresos serían compartidos por los socios en base a los beneficios. Los ingresos encima de la cifra serían depositados en la cuenta del fondo patrimonial en un banco convenido tanto por el inversionista como por el gobierno. Los beneficios en el fondo serían usados cuando el precio del petróleo baja del promedio, y para cualquier condición económica o ecológica de emergencia. 2. Desarrollo Económico Auxiliar: Propuesto por Watson, esta propuesta destinaría un cierto porcentaje del petróleo (o el gas) a la inversión para el desarrollo económico auxiliar. Este pago inicial se dejaria en un fondo para gastos en educación, agricultura, y otras formas de asistencia social o el desarrollo económico 3. Distribución vertical y Horizontal: Los gobiernos africanos podrían transmitir ingresos del petroleo verticalmente a la administración local y/o horizontalmente dirigir ingresos del petróleo del gobierno central a un fondo en un banco convenido por el gobierno y las empresas de inversión (ver recomendaciones). Nigeria ya ha hecho una distribución vertical acertada con sus gobiernos estatales, una acción positiva dada su deuda. Este proceso puede animar al alivio de la deuda o la mejora del Africa Growth and Opportunity Act. 4. El Modelo Chad-Camerún: es muy difícil imitar este modelo en otra parte en África. Sin embargo, hay varios componentes del Modelo que beneficiaría otras situaciones de inversión/desarrollo. El Banco mundial ha declarado claramente que la unión en este proyecto se debió a la extrema pobreza de Chad; sin embargo, su experiencia con el gobierno chadiano ha sido muy difícil y el Banco tiene poco interés en otro contrato similar en un futuro próximo. Sin embargo, la cooperación eficaz entre las compañías petroleras, las organizaciones no gubernamentales preocupadas por el medio ambiente, antropólogos, académicos y sociólogos que miran para aplicar su experiencia en el desarrollo africano, y los funcionarios con poder de decisión de comunidad locales en zonas rurales augura un futuro para esta forma de cooperación en futuros proyectos de inversión. 5. El Modelo de NEPAD: El Presidente Sudafricano Thabo Mbeki anuncia el Nuevo Plan Económico para el Desarrollo africano (NEPAD) que proporciona una oportunidad de promover el apoyo regional al desarrollo a través del petróleo o del gas. El acercamiento a organizaciones regionales ha tenido en el pasado resultados dispares. Pero con el éxito popular del Africa Growth and Opportunity Act. y las nuevas iniciativas del petróleo, dan a entender que esta podía ser una buena oportunidad para extender las ventajas de programas africanos del desarrollo. 6. Asegurar la Transparencia: Los estados exportadores de petróleo no han publicado la cantidad de inversiones recibidas de las compañías petroleras extranjeras y la cantidad de ganancias generadas por la exportación del petróleo o gas. Se debería animar a las compañías petroleras estadounidenses, quizás por incentivos fiscales, revelar todos los pagos a los gobiernos productores de petróleo La presión diplomática debería utilizarse para animar a otros países a requerir tal información de sus empresas. Global Witness, una organización no gubernamental que lucha contra la corrupción, ha declarado: "Usted no sabe donde el dinero va si usted no conoce lo que ha entrado. " El Banco mundial ha requerido tal información en su participación en el Proyecto de oleoducto Chad-Camerún pero probablemente no será un actor en la mayoría de los proyectos africanos del petróleo. Las elites dirigentes hasta ahora generalmente rechazaban revelar los ingresos y la cuantía de la inversión extranjera en el sector petrolero, proclamando que tal revelación atenta contra la soberanía nacional. La mayor parte de estos programas son una mezcla de estímulos para mantener la presión sobre los inversores del petróleo y los gobiernos africanos con el objetivo de mejorar un desarrollo africano más equilibrado. La inversión del petróleo no ha tenido buenos resultados, pero hay signos que otras formas de inversión pueden ser más acertadas en la estimulación del desarrollo africano. Seguridad regional: Recomendaciones La importancia de producción petrolífera estadounidense en Golfo de Guinea lleva a desarrollar una estrategia para proteger esta producción del terrorismo, y esto levanta críticas interesadas sobre el papel del ejército de los Estados Unidos en la región y sus relaciones con militares africanos.... En cuanto a esto, la relación de los militares nigerianos y los miembros de ECOMOG es crucial. --Chairman Ed Royce El 14 de abril de 2002, el Departamento de defensa anunció su nueva organización de mando global militar. En el plan, la responsabilidad de coordinar asuntos militares con otros militares de estados africanos divididos entre el Mando Central/CENTCOM (Oriente Medio y Asia Sudoeste) y el Mando Europeo/EUCOM (Europa, Rusia, Atlántico y la mayor parte de África, incluyendo Occidental y el África austral).Esta organización no optimiza o concentra la atención diplomática y militar en África subsahariana, y la carencia de un mando regional unificado o subunificado dedicado a salvaguardar la creciente participación americana en África subsahariana es una omisión que hay que corregir ya que puede comprometer los intereses estadounidenses en África en años venideros. (Recientemente el 23 de abril de 2002, trabajadores nigerianos e internacionales fueron tomados como rehenes en una plataforma petrolera ChevronTexaco de Nigeria Occidental por los miembros de una comunidad local cercana. Aunque la situación de los rehenes se resolvió de forma pacifica y sin heridos, este tipo de acontecimientos es un problema recurrente debido a la falta de capacidad de reacción nigeriana off-shore.) AOPIG considera, que la cuenca de África Occidental del Golfo de Guinea, con un mercado potencial de 250 millones de personas con líneas de comunicación marítimas, como " un interés vital " para la seguridad nacional estadounidenses. El Golfo de Guinea, como la parte de la cuenca petrolífera Atlántica, sobrepasa al Golfo Pérsico en las provisiones de petróleo de EE UU en 2:1; además, tiene depósitos significativos de minerales estratégicos importantes incluyendo cromo, uranio, cobalto, titanio, diamantes, oro, bauxita, fosfato y cobre. La región también se caracteriza por un subdesarrollado hidrológico, agrícola y recursos de industria pesquera. El fracaso de dirigir esta cuestión y maximizar la organización de mando diplomática y militar estadounidense será percibido por muchos en África como una negligencia de la única superpotencia, y por lo tanto podría servir como incentivo para rivales de los estadounidenses como China, adversarios como Libia, y organizaciones terroristas como Al--Qaeda para asegurar la presencia política, diplomática, y económica en partes de África. Tal posibilidad expone al personal estadounidense a peligros en aumento a la vez que disminuye su posibilidad de reacción. (Una visita reciente por el presidente chino Zeming a Nigeria concluyó acuerdos sobre la ayuda china en el desarrollo de la industria nigeriana de armas ligeras, la construcción de una refinería de petróleo, centrales eléctricas, y la rehabilitación china del sistema ferroviario de Nigeria). AOPIG insta a la administración de Bush a ajustar sus cálculos de seguridad regional en África subsahariana en años venideros, a través de vías diplomáticas, nombramiento de un embajador en ECOWAS y otras organizaciones de seguridad subregionales, y por el análisis y la creación de un nuevo mando regional unificado o subunificado. El establecimiento de una nueva estructura de seguridad ya existe con el EUCOM’s Africa Engagement Plan, que comprende la libertad de navegación, respuesta rápida en caso de crisis humanitaria, legislación, militares profesionales, y la subordinación de militares africanos al mando civil. Estos principios han sido ejemplificados por la formación de African Crisis Response Initiative (ACRI), the Africa Center for Strategic Studies (ACSS), y la Joint Combined Education Training Program for small unit training. El ejercito estadounidense y la comunidad diplomática tiene la capacidad de integrar estos esfuerzos en un sistema de seguridad regional, y esto podría ser facilitado e impulsado por una organización de mando unificada o subunificada. Una decisión tendente a enfocar y organizar la seguridad estadounidense y las energías diplomáticas alrededor de la seguridad del África subsaharianas daría una sanción oficial a la realidad geopolítica surgida después del 11 de septiembre y ayudaría a resaltar la respuesta estadounidense en crisis costosas e inútiles para la cooperación en la seguridad en tiempos de paz. Por consiguiente, el ambiente de seguridad regional sería mejorado vía acuerdos con la sociedad civil y militar africana, la mejora de la anticipación ante problemas inminentes y un entendimiento más exacto y a fondo de las necesidades de nuestros socios africanos. El establecimiento de un mando regional unificado o subunificado provee a los Estados Unidos de opciones activas para la gestión y la prevención de crisis. Esto enviaría una señal poderosa de compromiso estadounidense a largo plazo con la estabilidad y el desarrollo regional. La Comunidad Económica de Estados de África occidental (ECOWAS) es en particular el eslabón principal para una política de seguridad regional estadounidense acertada. La relación estadounidense diplomática y militar con ECOWAS debería ser una prioridad, con una continuación y una extensión de esfuerzos como el Programa de Estabilización de África occidental del EUCOM y el nombramiento de un embajador estadounidense dedicado a ECOWAS. Tal acercamiento ayudará a todos los países de la región, productores y no productores, a asegurar un clima político apropiado y un clima inversor que maximice ingresos para el desarrollo económico y para las reformas democráticas programadas. AOPIG ofrece las siguientes recomendaciones para la puesta en práctica de una doctrina de seguridad regional en África Occidental 1. Prioridad de Seguridad nacional: El Congreso y la Administración declaran la región del Golfo de Guinea de África occidental y del sur como un área " del interés vital " para los Estados Unidos. 2. Establecimiento de un Mando Regional: Reconociendo la conveniencia de un nuevo mando regional, la realidad burocrática y presupuestaria dicta una medida intermedia que puede satisfacer muchos y alcanzar la mayor parte de los objetivos del CINC para África. El establecimiento de un mando subunificado con responsabilidad exclusiva en la región de Golfo de Guinea , o toda el África subsahariana, similar a U.S. Forces Korea , es una alternativa viable que puede ser puesta en práctica de una manera rentable y oportuna. El comandante estaría subordinado a EUCOM. La formación de tal organización de mando enviaría una señal poderosa a nuestros amigos regionales que los Estados Unidos desean un compromiso estratégico. Las responsabilidades bajo tal mando incluirían la seguridad para ciudadanos estadounidenses, se subrayaría el mejoramiento de los niveles de profesionalismo militar y la capacidad de seguridad nacional a lo largo de la región, servicios de inteligencia mejorados, líneas marítimas protegidas, supervisión y prevención el tráfico ilícito de armas, el mantenimiento de la región libre de las armas de destrucción masivas así como de amenazas de grupos transnacionales terroristas y criminales. Todas estas responsabilidades tienen un impacto directo sobre el desarrollo comercial y a largo plazo sobre las economías africanas y mejorarán los niveles de comercio y estabilidad. 3. Expedir la Presencia Militar e Instalaciones: Los amigos estadounidenses y aliados en África Occidental y África austral en su mayoría tienen poca o ninguna capacidad naval en aguas marítimas, y les es difícil de inspeccionar y asegurar sus aguas costeras, asegurar el comercio legal y el trafico marítimo, combatir el trafico ilegal de armas y otros tráficos, o supervisar su industria pescadera. Para ayudar en esta capacidad, y salvaguardar los volúmenes crecientes de envíos de petróleo, los EE UU deberían considerar seriamente incrementar su presencia y el establecimiento de una base naval regional, posiblemente en las islas de la República de Santo Tomé y Príncipe en el centro del Golfo. Una presencia militar avanzada no sólo ayudaría a disuadir amenazas potenciales, sino también a realzar la credibilidad estadounidense por facilitando visitas navales a puertos occidentales y del sur africanos, mejorando contactos militares y construyendo una capacidad profesional y militar a largo plazo que asegure fronteras nacionales y zonas económicas. 4. U.S./ECOWAS Doctrina de Seguridad Regional: Muchos líderes claves en África Occidental y la región de Golfo de Guinea han comenzado un proceso democrático, instaurado el imperio de la ley, alcanzando poderes civiles y militares más profesionales, capaces y controlados. Nigeria, Senegal y Ghana, entre otros, han tomado un papel principal en apoyo de la posición americana hacia Congo, Liberia, Sierra Leona, Zimbabue y la guerra contra el terrorismo. Han elogiado los esfuerzos regionales pacificadores del ECOWAS de mantener la estabilidad en circunstancias difíciles. Un condominio de EE-UU-ECOWAS sobre cuestiones de seguridad regionales es fundamental para la estabilidad regional y la formación de una nueva arquitectura regional. Los Estados Unidos deberían considerar un acuerdo orientado a la seguridad con ECOWAS como el requisito previo para una doctrina regional fuerte que apoyaría la estabilidad regional y el crecimiento económico. Una ayuda de seguridad concentrada regionalmente incluiría la base e instalaciones de puerto, aumentar el apoyo a la oficina del agregado de defensa regional, mejora de la capacidad de respuesta ante crisis militares nacionales y regionales, patrulla costera, la seguridad de frontera, y capacidad naval en aguas fluviales. El programa podría incluir militares considerablemente experimentados (incluyendo pilotos) entrenamiento así como la transferencia de hardware militar seleccionado: patrulleras, helicópteros, transporte aéreo, camiones, APCs y nuevas plataformas de vigilancia. Esto ayudaría enormemente en el refuerzo de capacidades regionales, y el despliegue de tropas estadounidenses cuando las cuestiones de seguridad surjan. |
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