Por: PELAYO SUAREZ ALEJANDRO
Junio del año 1970. Después de cinco horas de vuelo en los DC7 de la desaparecida compañía aérea Spantax , cuando miro por la ventanilla del avión, la impresión que recibí ante aquel paisaje fue impactante. El verde de la vegetación que flanqueaba por ambas márgenes la pista del aeropuerto era tan intenso que encandilaba a la vista, y que extendido hasta el infinito se veía en toda su magnitud la selva tropical. Una gigantesca alfombra verde acentuada en ese día por uno de esos tornados que en épocas de transición entre las dos estaciones que determinaban el clima de la zona ecuatorial, o sea la seca y la húmeda o de lluvias, había dejado el ambiente límpido.
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