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> La Descolonización española, ¿Qué ocurrió realmente?
Invitado_JEP_*
mensaje Jun 9 2006, 09:31 PM
Publicado: #16





Invitado






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La primera vuelta de las elecciones situó a Macías en cabeza (36.000 votos) pero sin mayoría absoluta, lo que obligaba a una segunda vuelta. Bonifacio Ondó salió en segundo lugar, con 31.000 votos. La clave del resultado final estaba en Atanasio Ndongo que por llegar tercero estaba eliminado pero que daría la victoria a aquél por quien aconsejase votar a sus secuaces.
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En una reunión con Atanasio Ndongo, en las que estaban presentes sus compañeros de partido y algunos funcionarios españoles, me dijo que daría sus votos al candidato que España quisiera. No tuve más remedio que contestarle que Madrid no podía entrometerse. Hubiese constituido gran ingenuidad, estando en Guinea observadores de las Naciones Unidas, que un representante del ministerio de Asuntos Exteriores de España indicara en público a un partido político guineano sobre a quien votar. Tengo para mí que Atanasio había decidido ya inclinarse hacia Macías y que al consultarme sólo buscaba cubrirse con aquellos de sus colaboradores que propugnaban el apoyo a Ondó.
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Los observadores de las Naciones Unidas fueron testigos de que por parte española no se hizo nada por falsear el resultado de las elecciones que, para desgracia del pueblo guineano, dieron el triunfo a Francisco Macías.
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Aconsejé a Madrid que, puesto que había sido elegido el candidato que no deseábamos -ni en la Presidencia ni en Exteriores-, hiciésemos de tripas corazón con los gestos necesarios para atenuar, en lo posible, sus recelos. Pero hubo poco que hacer porque prevalecía la idea de que, obtenida la independencia, la Guinea había dejado de ser un tema español.


Fantástico.
Está clarísmo:

Que los políticos españoles no tenían ni idea de que era eso de la democracia y por lo tanto sus reglas del juego.

Pero demonios, ¿¡porqué tenia que asesorar a Atanasio en público!?
¿No había en Fernando Poo, ningún sitio en el que charlar en privado?
(Absurda referencia e intento ingenuo de justificación, para profanos en temas guineanos, simplemente no se quiso).

Haber asesorado una serie de pactos legítimos entre candidatos, hubiera sido ¿¡falsear el resultado de las elecciones ¡? (cogido con alfileres para justificar otras razones mas infames y que, ni aún hoy se pueden confesar y menos escribir en un libro)


La verdadera razón de toda esta ignominia, estriba en que EEUU dio un ultimátum con palmadita en la espalda incluida, a España.
A EEUU le interesaba un Guinea abandonada y caótica, como bodega en la que reposara un largo sueño “su” crudo, hasta que las circunstancias del mercado, hicieran aconsejable su explotación.
El gobierno español había decidido hacia tiempo salir de Guinea a calzón bajado, en pos de un sillón recién estrenado en la ONU (que se hubiera conseguido mas honradamente en poco tiempo).
También en pos de una delirante e increíblemente ingenua quimera, como los insectos van en pos de la luz.
La quimera de la devolución de Gibraltar.
Ante estas luces de colorines, estaba claro que existían consignas de no intervenir ni por lo más sagrado en ninguna cuestión, durante las elecciones y después de ellas.
Sencillamente y a esas alturas a España, Guinea le importaba un auténtico bledo.
Con las cosas del Tio Sam, no se juega.

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Invitado_Guest_*
mensaje Jun 13 2006, 09:58 AM
Publicado: #17





Invitado






TODA LA VERDAD. MI INTERVENCIÓN EN GUINEA

ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO

Ediciones Dronte 1977
ISBN 84.366.0090.8



CARTA A LA OPINIÓN PÚBLICA


Durante cerca de cuarenta años no hemos podido conocer la verdad sobre aquellos asuntos patrimoniales y financieros del Estado que han levantado serias sospechas de corrupción, ni cómo se han enriquecido tantos y tantos prohombres del franquismo.
Ahora, cuando los órganos informativos gozan de mayores libertades de expresión, cuando la opinión pública espera de ellos que desvelen las ideas y las posiciones políticas de los distintos grupos del Régimen y de la oposición, y la personalidad de sus dirigentes, y cuando más crítica es la situación política de España ante su futuro, se organiza una gran campaña de difamación sobre mi personalidad política.
¿Quién la organiza? ¿Para qué? ¿Por qué en este preciso momento? ¿Con qué tipo de acusaciones? ¿Sobre qué fundamentos objetivos? Todos esos interrogantes, sin cuya contestación no puede haber opinión objetiva, ni siquiera han sido planteados por los medios periodísticos que desencadenaron esta campaña y que ahora la alimentan.
Se diría que la libertad de prensa para estos medios, que han podido vivir y prosperar sin ella durante el tiempo histórico de dos generaciones, consiste en abrir libremente sus espacios informativos a la injuria ya la calumnia indocumentadas, sin la más. mínima precaución acerca de la verosimilitud o probabilidad de los hechos afirmados. La imparcialidad les parece asegurada dando oportunidad (en el mejor de los casos) al injuriado para que se defienda. como si esto fuese imparcialidad!
La prensa no puede convertirse en Tribunal de justicia. La publicación de una acusación privada contra el honor de una persona, a causa de la publicidad Y difusión que lleva consigo, la deshonra inexorablemente. El derecho de réplica no puede retirar ya la imagen creada en torno a quien se ve envuelto en el escándalo. Pero en mi caso particular estos medios informativos no han funcionado ni como un juez, quien antes de admitir una denuncia o querella privada, consciente del daño que el solo hecho de su admisión puede ocasionar a la persona "tal vez» inocente, realiza un serio y debatido trabajo de investigación y, sólo cuando encuentra "indicios racionales» de verosimilitud, la admite.
En los paises occidentales que no han perdido el uso de las libertades formales durante largo tiempo, como ha ocurrido en España, no puede suceder lo que aquí está pasando: que el ansia por desvelar la corrupción, y la inexperiencia de la libertad, hagan caer a periodistas de buena fe en las trampas que le tienden los maniobreros profesionales de la política.
La prensa no ha informado a la opinión pública sobre mi actuación en Guinea ecuatorial. Tampoco me ha juzgado. Simplemente, y salvo honrosas excepciones, se ha prestado a servir de instrumento, muchas veces inconsciente, a la maquinación de un partido que, incapaz de mantener una dialéctica leal con las ideas de unidad que sostengo, acude a la difamación personal para eliminar el obstáculo político.
Determinados órganos de expresión pretenden ahora salvar su buena conciencia profesional invitándome a que me defienda. Es decir, invitándome a que cometa la indignidad de aceptar el procedimiento y el juicio previo (prejuicio), que los responsables de estos órganos informativos se han permitido hacer contra mí, al autorizar sin más la publicación gratuita de una falsa denuncia. No; ni acepto estas reglas de juego trucada, ni esta libertad de "deformación”.
Sin embargo, soy muy consciente de mis deberes ante la opinión pública y, como hombre político, no puedo limitarme a responder con el desdén.
A todos los órganos de expresión y a todas las personas privadas que me han insultado, sin excepción alguna, los llevaré ante los Tribunales.


Muy pronto, cuando pase el fragor de esta “maquinación política”, informaré a la opinión pública sobre la verdad objetiva de todas y cada una de las falsas acusaciones que se me han hecho. No para probar mi inocencia, ya que no se me acusa de ningún delito específico, sino para demostrar que mi actuación en Guinea no puede ser más que motivo de orgullo y satisfacción para todo ciudadano que sea patriota honrado, demócrata y progresista.»
El día 15 de noviembre, el encargado de Negocios de la Embajada de la República de Guinea Ecuatorial en España entregó a la prensa una declaración oficial de su Gobierno que tampoco fue reproducida en su totalidad. Por ello, incluyo ahora esta declaración oficial en este libro.
El pasado día 23 de noviembre celebré una conferencia de prensa en Madrid para dar a la opinión pública la información que le había prometido en la carta- transcrita. Asistieron a esta conferencia cerca de un centenar de periodistas. A todos ellos les entregué un informe-documento que demuestra, de forma auténtica e incontestable, no sólo la falsedad de todo lo que se ha escrito sobre mí acción en Guinea, sino además la maquinación política, el amaño y el fraude a que obedece esta inmoral campaña de difamación.
Pues bien, los medios informativos no se han dignado publicar las pruebas objetivas que les he brindado para que se conozca públicamente la verdad. Por ello me veo obligado a suspender otra conferencia de prensa que había previsto celebrar en Barcelona, y a publicar, en este librodocumento, la que celebré en Madrid.
No se trata, con esta publicación, de ofrecer al lector mi versión personal de los acontecimientos que condujeron a la independencia de Guinea y a sus posteriores vicisitudes. Este tema lo desarrollaré en un libro que se publicará tan pronto como el clima de libertad en España se haya consolidado. Es en esa próxima publicación donde abordaré los verdaderos problemas que planteó la descolonización de Guinea, tanto en el contexto internacional de los paises del mundo afroasiático, como en el contexto nacional del colonialismo español. Y dentro de esta perspectiva política y económica se comprenderá el drama y la comedia que ha sufrido Guinea. Los personajes fundamentales del drama fueron: del lado español, el almirante Carrera Blanco, el ministro Castiella y el embajador Durán; y, del lado guineano, el antiguo presidente del Gobierno Autónomo, Bonifacio Ondó; el primer ministro de Asuntos Exteriores, Atanasio N' Dongo; el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores español y periodista par la Universidad de Navarra, Saturnino Ibongo, el primer vicepresidente del Gobierno, Edmundo Bosio, y el actual presidente de la República, Francisco Macías. Los personajes de la comedia fueron los españoles Paesa, Armijo, Novais y Mariano Robles; la súbdita alemana señora Pleuger; los norteamericanos Allotey, y algunos otros más, que complicaron el prestigio de la naciente República para camuflar sus “hazañas mercantiles”.
Lo que ofrezco ahora, en este libro-documento, no es más que la prueba histórica sobre la verdad objetiva de mi intervención en los asuntos de Guinea. Se intenta silenciar esta verdad para que mis posiciones contra la política de reforma, y a favor de una alternativa pacífica, capaz de democratizar el poder político que controla al Estado, al ser envueltas en la difamación personal desencadenada, no tengan eco ante la opinión pública.
Durante el transcurso de los últimos ocho años, por no referirme sino a lo más reciente, he sufrido cuatro procesos, un encarcelamiento de tres meses, un alevoso atentado que me produjo serias lesiones, dos multas gubernativas, una importante multa fiscal, cuatro años sin pasaporte, la prohibición de todos los actos donde trataba de expresar mis ideas políticas, constantes amenazas, y, lo que es aún más grave, tres campañas de difamación pública contra la sinceridad y coherencia del sentido democrático y liberal de mi acción política.
Otros han pagado con la muerte, o con largo tiempo de prisión, el precio de la libertad para los demás. No dramatizo pues mis vicisitudes, aunque sean grandes los peligros que entraña la empresa de afrontar, desde una posición personal independiente, la negación y el desenmascaramiento de los valores sociales que han conformado a la sociedad española durante estos cuarenta años y que, desaparecida la dictadura que los consagró, continúan hoy impregnando de falsedad a la vida política oficial, como también, hay que reconocerlo, de una irresponsable artificialidad a ciertos partidos políticos de la oposición convencional.
La conciencia, los hábitos y opiniones de la mayor parte de los hombres se alimentan de las convenciones creadas por un determinado consenso social. Invertir este proceso, consultar la propia experiencia y recurrir al propio juicio, contradiciendo a los que están de moda, parecerá a muchos audaz y fútil, pero el cambio de un consenso social autoritario por otro de carácter liberal es imposible sin la concurrencia de una innovación política capaz de sugerir nuevos convencionalismos democráticos.
Soy muy consciente de los riesgos que asumo por resistirme a admitir la convencional separación entre la moralidad, normalmente exigida, en los asuntos privados y la amoralidad, normalmente aceptada, en los asuntos políticos. Por ser un demócrata resuelto ha caído sobre mí, como sobre tantos otros, la represión del autoritarismo; por querer ser un político íntegro, e innovador, atraigo, como tal vez ningún otro, los dardos de la difamación, que los poderes establecidos necesitan lanzar, contra quienes intentan realizar un ideal de vida colectiva superior, para poder permanecer en la autocomplacencia de su estéril mediocridad política. Con la represión el poder elimina físicamente a su adversario, pero no a la idea política por la que éste se sacrifica. Con la difamación, en cambio, se busca más la eliminación de la credibilidad pública en la causa que sostiene el difamado, que la propia eliminación de su persona.
El Ministerio de Asuntos Exteriores me quiso descalificar moralmente en 1968 para que no se supiera que la Independencia de Guinea Ecuatorial fue subordinada a los intereses particulares de los colonialistas españoles, y para que la opinión pública no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la descolonización responsable que yo sostenía.
El Ministerio de Información Y Turismo me quiso descalificar moralmente en 1972 para que no supiera que el periódico Madrid fue cancelado exclusivamente por razones políticas; y para que la opinión pública no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la defensa. a ultranza de la legalidad y del derecho que yo sostenía.
La dirección del PSOE me intenta descalificar moralmente, ahora en 1976, para que no se sepa su posición antiunitaria frente a las reivindicaciones específicas de los organismos democráticos de las nacionalidades y regiones, y para que la opinión pública no crea, como proyecto realizable, en la causa de la democratización del Estado y el poder político que yo sostengo.
Las tres campañas de difamación pública de que he sido objeto, basadas sobre estos tres sucesivos intentos de descalificación de mi personalidad moral, han tenido la misma génesis y el mismo montaje técnico. Primeramente se intenta paralizar la acción política que emprendo mediante la descalificación de mi competencia profesional, ante quienes me otorgan su confianza. Cuando se hace evidente la imposibilidad de que esta descalificación intelectual pueda prosperar se recurre a mi descalificación moral por medio de un lacayo acusador que fabrica y proporciona la prueba de "convicción". Enseguida una autoridad oficial del Estado, o de la oposición establecida, cubriendo la falta de credibilidad social del lacayo, asume públicamente la acusación.
Finalmente la parte de la prensa que en cada ocasión ha estado al servicio de la autoridad que me descalifica, o al de los intereses políticos que ella representa, o al servicio comercial del sensacionalismo, hace el resto. Veamos el rigor con que se produce este proceso en cada una de las tres campañas de difamación organizadas contra mi personalidad política.


1968. MI INTERVENCIÓN EN LA CONFERENCIA CONSTITUCIONAL PARA LA INDEPENDENCIA DE GUINEA.

El día 17 de Abril, el Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Castiella, inaugura la segunda fase de la Conferencia Constitucional con un discurso, en el que dice: "Al finalizar las reuniones de esta Conferencia y una vez que ustedes hayan podido llegar a un acuerdo sobre el texto de la Constitución y de la ley electoral, ambos documentos deberán ser sometidos a una consulta popular" .
El día 19 de Abril, Don Miguel Herrero de Miñón, como asesor constitucional designado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, presenta a la Delegación guineana unos "Puntos básicos para un borrador de Constitución" diciendo que "no se quiera convertirse en un acto del legislador español sino en un acto del constituyente guineano, que sería siempre el pueblo de Guinea, a partir de la decisión que sus líderes y representantes políticos adopten, reunidos en esta Conferencia.
El día 10 de Mayo, y declarado ya Secreto oficial los trabajos de la Conferencia, la mayoría absoluta de la Delegación guineana (23 miembros sobre un total de 44), asesorada constitucionalmente por mí, presenta un escrito haciendo constar que el proyecto de Constitución redactado por los técnicos designados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, señores Herrero y Condomines, ha sido rechazado por 33 miembros de la Delegación guineana; que el proyecto presentado por 10 miembros de Fernando Poó, por ser de. carácter separatista, debe ser también rechazado; y que el único proyecto de Constitución viable es el presentado con el aval de los 23 firmantes. (Documento núm. 1).
En la sesión siguiente de la Conferencia (día 13 de Mayo), la Delegación española rechaza el proyecto de constitución presentado por la mayoría absoluta de la representación guineana, en base al dictamen que sobre ella han elaborado los técnicos gubernamentales. Los señores Herrero y Condomines lo consideran inadmisible a causa de la incompetencia profesional de quien lo ha redactado, es decir, de García- Trevijano, a quien dedican el siguiente párrafo: "el Comité técnico cree su deber hacer constar que, por haber tenido el honor de trabajar en íntimo contacto con la Delegación guineana y habiendo podido apreciar la preparación técnica de muchos de sus miembros, y el buen sentido político de la totalidad de ellos, manifiesta su asombro por la redacción del actual proyecto y se resiste a creer que proceda realmente de los Delegados de Guinea. El Comité técnico -"Sugiere que -una Comisión de expertos en Gramática Castellana en Lógica, en Teoría General del Derecho y en Derecho Público dictamine sobre si el proyecto constitucional comentado reúne las mínimas condiciones de- rigor lingüístico y racional para hacerlo inteligible y poder tomarlo como base de cualquier discusión; a simple título de ejemplo, el Comité técnico quiere señalar la formulación simplemente absurda de los Art. 1°, 4°, 5°, 6°, 8°, 9°, 13º, 15°, 22°, 23°, y 31º. En algunos de estos casos las disposiciones contenidas en el proyecto dictaminado son lógicamente contradictorias . . . Se refieren a una categoría desconocida por la ciencia política y por el Derecho comparado, como es la democracia inmediata a través de elección indirecta o el llamado Plan de Acomodo Territorial. Los expertos informantes han tropezado con graves dificultades para poder emitir un notable esfuerzo de interpretación, han llegado a la conclusión de que la mayoría de los artículos del mismo contienen fórmulas improcedentes (Art. 2°, 3°, 27°, 37°,40°, Disposiciones transitorias 1, 2 y 7), exóticas. . . En aquellos casos en que el proyecto dictaminado alcanza niveles de expresión que le hacen parcialmente inteligible, el Comité técnico señala el carácter nocivo de algunas de sus instituciones". (Documento núm. 2).
A partir de este momento la mayoría de la Delegación guineana pierde su confianza en el Gobierno español y solicita, dentro de la Conferencia, que expertos de la ONU dictaminen sobre la validez de su proyecto constitucional. La Delegación española intenta romper esta mayoría por todos los medios. Pero esto no hace sino acrecentar la cohesión y la fuerza de los 23 que están dispuestos a abandonar la Conferencia. Sólo la confianza que les inspira mi asesoramiento técnico y mis consejos de no abandonar el cuadro legal de la Conferencia los retiene.

Con el consentimiento de esta mayoría me decido entonces a enviar un informe al Sr. Carrero Blanco -a quien no conocí- por medio del entonces Ministro de Comercio, Sr. García Moncó. En este informe dije: "Prescindiendo de mi ambición, como jurista, de poder contribuir a la creación de una Constitución realmente africana y moderna, y de mi orgullo, como español, de que esta creación sea una genuina aportación de la cultura española, los motivos de orden político que me han empujado a ocuparme de la Constitución de Guinea han sido los siguientes:
1.- Procurar unas nuevas relaciones, sinceras y profundas, entre el pueblo español y el pueblo guineano, de orden político, económico y cultural.
2.- Procurar la continuidad del orden existente en Guinea durante el período de organización del nuevo Estado independiente, para que la brusquedad política del salto a la independencia se lleve a cabo en un clima de confianza y de serenidad.
3.- Procurar la formación de una conciencia nacional guineana que supere las actuales tendencias tribalistas y separatistas.
4.- Procurar la creación de un marco político y jurídico que facilite el desarrollo económico y social del pueblo guineano.
Para conseguir el primer objetivo, la condición básica es que la independencia se produzca de una manera sincera, leal y generosa por parte del Gobierno español. Toda confusión o todo equívoco en este aspecto no puede más que perjudicar las futuras relaciones entre ambos pueblos y, por supuesto, sus respectivos intereses actuales.
Para conseguir el segundo objetivo, la condición básica está en la confianza y en el convencimiento de la delegación guineana de que la iniciativa constitucional está en sus manos. La creencia o el temor de que la iniciativa constitucional del Gobierno español es un recurso técnico para perpetuar la actual situación de dependencia, les empujará a la destrucción del orden existente.
Para conseguir el tercer objetivo, la condición básica está en una Constitución que no teniendo la hipocresía de ignorar las diferencias tribales, ni tampoco el cinismo de pretender aumentarlas, garantice a las minorías étnicas su derecho a participar en la construcción nacional del Estado.
Para conseguir el cuarto objetivo, la condición básica está en una Constitución que facilite la eficacia de un Gobierno fuerte dentro de una sociedad libre y democrática, y que dificulte el nacimiento de los tres grandes obstáculos contra el desarrollo: las dictaduras ideológicas, el partidismo político y la centralización burocrática. "(Diario Pueblo, 19
Cuando la Delegación española comprende que es inútil su intento de dividir a esta mayoría guineana, decide clausurar la Conferencia imponiendo un texto constitucional y una ley electoral sin someterlos a la aprobación de la Delegación guineana. El Secreto oficial oculta ante la opinión pública española la realidad de lo sucedido en la Conferencia. Pero el asunto ha trascendido a la ONU, por los telegramas enviados por esta mayoría de los 23 al Secretario General y al Comité de los veinticuatro, y a la opinión internacional, por las informaciones correctas aparecidas en Le Monde y en el New York Times. El Ministerio de Asuntos Exteriores tiene pues que defender el prestigio internacional del Gobierno. Veamos como lo hace.
Clausurada la Conferencia se convoca en el Ministerio de Asuntos Exteriores a Saturnino Ibongo, Atanasio N'Dongo y a un secuaz de estos, Armando Núñez de Balboa Dougan, que no era miembro de la Delegación guineana y que por tanto no tomó parte en la Conferencia. En esta reunión se les pide que atrasen su retorno a Guinea porque se les necesita para que defiendan en la ONU, tanto la corrección observada por la Delegación española en el desarrollo de los trabajos de la Conferencia, como el carácter negociado y acordado del texto constitucional, y para que expliquen los telegramas y protestas del Secretariado Conjunto guineano como un lamentable soborno a un grupito de guineanos. Armando Núñez de Balboa, que ya tenía prevista su salida para Guinea, escribe una cariñosa carta a su esposa, en la que habla de los "zapatitos" que ha comprado para su hijo, relatando la reunión que ha tenido en el Ministerio de Asuntos Exteriores y la misión que se les ha confiado.


El día 8 de Julio comparecen en las Naciones Unidas, ante el Comité de descolonización, Atanasio N'Dongo, Saturnino Ibongo y Armando Núñez de Balboa, manifestando que "por parte del Gobierno español no hubo ningún obstáculo" y que "las complicaciones surgieron por otra parte. No era sólo aquel pequeño grupo de cinco guineanos, sino quien estaba detrás. Alguien que les escribía las intervenciones obstruccionistas en un impecable castellano jurídico, y que les pagaba indefinidamente la estancia en Madrid". Los objetivos de este alguien en la sombra fueron expuestos así:
a) "Crear problemas al Gobierno español impidiendo una descolonización normal de Guinea. y dejándole en mala postura internacional".
b) "Representar a los grupos económicos internacionales que tienen interés en entrar en Guinea en cuanto se haga independiente".
La prueba de "convicción" estuvo constituida por las siguientes declaraciones: "Exactamente el 26 de Mayo pasado nos citaron en el Paseo de la Castellana 106, a un grupo de Guineanos participantes en la Conferencia Constitucional para ponernos sobre la mesa 216.000 pesetas, con objeto de que boicoteásemos la Conferencia” (Diario Pueblo, día 9 de Julio de 1968).
El día 10 de Julio, el Diario Pueblo publica otra crónica de su corresponsal en Nueva York, en la que Atanasio N'Dongo y Saturnino Ibongo después de referirse al "juego- siempre limpio" y "al apoyo moral profundo e ininterrumpido" del Sr. Castiella, después de ratificar la cantidad el domicilio citado ante el Comité de los veinticuatro el día anterior, como prueba del intento de soborno de que habían sido objeto, añaden: "Sospechamos que son grupos de españoles descontentos con su gobierno, que no quieren que este se apunte el tanto de la descolonización de Guinea, y, por otra parte son agentes de compañías internacionales que intentan introducirse en el territorio en cuanto éste consiga la independencia".
El día 11 de Julio, el Diario Pueblo publica una Aclaración en la que dice: "se nos ha hecho notar que el mencionado notario no está en activo, sino excedente y que solamente a título de abogado es como debe haber tomado parte".
El día 13 de Julio, el Diario "La Voz de Albacete" publica con grandes titulares en primera página una entrevista con Armando Núñez de Balboa, celebrada en el Hotel Sace de Madrid, propiedad de Bergaz Santos, concesionario en Guinea de la explotación forestal "Garitorenza", en la que dice: "El día 26 de Mayo unos señores me pusieron el dinero sobre la mesa. Fue en un edificio del Paseo de la Castellana y concretamente fueron un millón veinticinco mil pesetas. Se trata de un letrado que reside en Madrid". Estas declaraciones, distribuidas por Pyresa, fueron reproducidas el día 14 de Julio en todos los periódicos del Movimiento, y el día 15 en el periódico Informaciones.
El día 17 de Julio, el Ministro Castiella se duele ante los corresponsales españoles en Nueva York de "las fuerzas sórdidas" que han intervenido al margen de la actuación del Gobierno, con el resultado de dejar en mala postura internacional a España, publicándose este comentario en casi todos los periódicos españoles. Con esta declaración la autoridad oficial del Ministro cubre la irresponsable denuncia de sus protegidos. La campaña de difamación está oficialmente autorizada.
El mismo día 17 aparece por primera vez el nombre de García- Trevijano en la crónica que publica el diario Informaciones de su corresponsal en Nueva York, Castillo Puche.
A partir del día 19 de Julio, en el que el Diario Pueblo publica la carta que dirigí a su Director, Emilio Romero, este periódico, y toda la prensa del Movimiento, difundes los más graves epítetos contra mí: "buitre del capitalismo", "turbias maniobras", "intento de soborno", "agente de compañías internacionales", "conducta indeseable desde todos los puntos de vista", "facilitar dinero para difamar a España ante la ONU.., etc..


El Juzgado de Orden Público, a instancias del Ministerio Fiscal, inicia unas diligencias para comprobar la veracidad de mi actuación. Ante el Juzgado pruebo documentalmente dos hechos: a) que antes de comenzar la Conferencia Constitucional comuniqué al Sr. Castiella, en presencia de los diplomáticos Emilio Martín y Adolfo Martín-Gamero, mi decisión de asesorar a la Delegación guineana, ante lo cual el Sr. Ministro me felicita por ser mi criterio coincidente con el del Ministerio y contrario a la separación de Fernando Poó, que propugna la Presidencia del Gobierno; b) que aparte de 200.000 pesetas entregadas a Justino Mba a finales de 1967 para ayudar a los gastos de viaje de la Delegación guineana que había de venir a Madrid a la segunda fase de la Conferencia, sólo me había limitado a pagar facturas de los hoteles donde residían los guineanos, integrados en el Secretariado Conjunto, por un importe total algo inferior a 700.000 pesetas. En los recibos que aporto se demuestra que esta ayuda la hago por mi identificación política con la causa de la descolonización del pueblo guineano. El único que nunca me solicitó ayuda económica fue el Sr. Macías que se pagó todos sus gastos de estancia y de viaje con los ahorros que había realizado para esta eventualidad. Las diligencias, incoadas son sobreseídas sin llegar a dictarse auto de procesamiento.
Los intentos que hago ante los Tribunales de justicia y ante eL Ministerio de Información y Turismo para procesar judicialmente, o incoar expediente administrativo, a Emilio Romero se estrenan contra la inmunidad política de que goza éste, y contra la sistemática inaplicación de la Ley de Prensa por parte de su autor, el Sr. Fraga.
El resultado es que hasta hoy no he tenido la ocasión legal de demostrar públicamente no sólo la falsedad total de aquella campaña de difamación, sino lo que es aún más grave: que fue una maquinación política inspirada y dirigida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no por la Presidencia del Gobierno, como algunos círculos de la oposición sospecharon,
La prueba documental que exhibo ahora ante la opinión española para demostrar de forma inequívoca una afirmación tan grave como la que acabo de formular, es la fotocopia de los folios números 7, 8, 9 Y 24 del Acta oficial de la décima sesión plenaria de la Conferencia Constitucional, con membrete del Ministerio de Asuntos Exteriores, y de cuyo contenido da fe Don Joaquín Castillo Moreno, Marqués de Castro de Torres.
En dicha sesión, celebrada el día 17 de Mayo, el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha dicho ante la ONU que el día 26 de Mayo ha sufrido un intento de soborno en mi despacho de Castellana 106, declara que no me conoce, que le han dicho que entregué un millón veinticinco mil pesetas a los grupos que representan al Monalige, (en la ONU dijo 216.000), que le parece bien que dé dinero si lo hago por razones económicas o comerciales, como él lo recibe del Sindicato colonialista de la Madera, pero lo que no puede consentir es que preste ayuda económica por motivos políticos. (Documento núm. 3).
El Sr. Castiella, a sabiendas de que yo no conocía a su lacayo Atanasio N'Dongo, a sabiendas de que Núñez de Balboa no tomó parte en la Conferencia Constitucional, cubre las difamaciones que lanzaron sobre mí 'con una hipócrita condolencia sobre las fuerzas "sórdidas" que habían actuado al margen del Gobierno. Con este documento que aporto ahora nadie de buena fe, que quiera y busque la verdad, puede dudar que la "sordidez" solamente estuvo en el Sr. Castiella. El Secreto oficial decretado sobre Guinea antes de su Independencia permitió esta brutal violación de la verdad.
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Invitado_nado_*
mensaje Jun 13 2006, 10:13 AM
Publicado: #18





Invitado






QUOTE(malé chillida @ Jun 6 2006, 04:23 PM)
TREVIJANO tiene un blog personal, aunque no he encontrado ni una referencia a GUINEA en él. blink.gif

BLOG DE G. TREVIJANO

Dicen que la información es poder  cool.gif  cool.gif

FAVODEN COMPIS  rolleyes.gif

TODA LA VERDAD

MI INTERVENCIÓN EN GUINEA

ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO

Ediciones Dronte 1977
ISBN 84.366.0090.8


1976. MI ACCIÓN POLÍTICA POR LA UNIDAD DE LA OPOSICIÓN COMO REQUISITO PARA LA DEMOCRATIZACIÓN DEL ESTADO.

Para eliminarme de la escena política, a causa de mis firmes convicciones respecto al carácter artificial, y por tanto peligroso para la futura convivencia ciudadana, del proyecto reformista del Gobierno, y respecto a la necesidad de una verdadera alternativa democrática para superar pacíficamente la crisis del Estado autoritario, se ha vuelto a montar otra maquinación política como base de la más espectacular y grosera campaña de difamación que tal vez haya padecido un hombre político en un país "civilizado".
La preparación sicológica de la campaña la inicia el redactor jefe de la revista Guadiana, José Antonio Novais, publicando un recuadro bajo el título "Trevijano en el alero", en el que se dice que en los libros que se preparan sobre Guinea saldré "muy mal parado" y que se "revelan con documentos una serie de sucesos capaz de poner a cualquiera carne de gallina". (Guadiana, días 14 a 20 de 9 - 76). El mismo periodista, como corresponsal de "Le Monde", publica el día 9 de Octubre pasado, que el PSOE se declara moralmente incompatible conmigo por haber realizado "negocios sucios" en Guinea. Expresión que como todos los informadores saben jamás ha empleado dicho partido político.
Pero antes de demostrar la maquinación y el amaño a que obedece la actual campaña de desprestigio, que reproducen casi todos los medios informativos, sobre mi intervención en los asuntos de Guinea Ecuatorial con posterioridad a su Independencia, voy a demostrar una a una la falsedad de todas las infantiles e inverosímiles acusaciones contenidas en el dossier prefabricado por la A. N. R. D. y en las demás informaciones procedentes todas de la misma fuente, empezando por la que apareció en Diario 16 como primicia de la campaña.

ACUSACIÓN DE DIARIO 16 Y CAMBIO 16.
El día 19 de Octubre Diario 16 se estrena como publicación con una noticia escandalosa: "Por los sellos de Guinea Trevijano consiguió 45 millones". En el texto se dice: "Trevijano se llevó cuarenta y cinco millones de pesetas por firmar en calidad de árbitro un contrato suscrito entre el Ministro del Interior de Guinea Ecuatorial, Ángel Masié Ntutumu y el industrial griego Dragomir Prodanov... según una información que mañana publicará el semanario "Cambio 16"... el contrato lleva fecha de 22 de Junio de 1971 y las autoridades guineanas lo consideran rescindido desde Abril de 1976 por fallecimiento de Dragomir... sus herederos han interpuesto la correspondiente demanda ante el Juzgado núm. 12 de Madrid al estimar, por el contrario que debe considerarse vigente... A tenor de una de las cláusulas del contrato, el árbitro García Trevijano debía percibir tres millones por cuatrimestre. Los cuarenta y cinco millones recibidos por Trevijano fueron depositados en el país, banco y moneda por él designados" .
El Semanario Cambio 16 en lugar de ampliar la información prometida la resume sin añadir ni modificar nada (número del 25 a 31 de Octubre).
El mismo Semanario en el ejemplar de los días 15 a 21 de Noviembre actual, y bajo el título "Papel pringado", modifica la noticia diciendo que percibí "cuarenta y cinco millones de pesetas en nueve años" .
LA REALIDAD.
Toda la información de la empresa "16" es falsa. Ni he recibido una sola peseta por ese contrato de concesión filatélica, ni el concesionario es griego, ni sus herederos han interpuesto demanda judicial alguna, ni la cantidad devengada a favor del Gobierno de Guinea ha sido de 45 millones, ni la duración del contrato ha sido de cinco ni nueve años. La verdad es la siguiente:


En el Juzgado num. 12 de Instrucción, es decir de lo penal, un exfuncionario de la Embajada de Guinea Ecuatorial, a petición de los nuevos concesionarios filatélicos de esta República, presentó una querella contra el sucesor comercial del fallecido, Sr. Prodanov, antiguo concesionario, acusándole de continuar vendiendo o emitiendo sellos después de la caducidad del contrato. El Sr. juez antes de dictar auto de procesamiento requirió mi testimonio como árbitro del contrato de concesión a favor de Prodanov. En el contrato que figura mi arbitraje, y que obra en los archivos del citado Juzgado constan las siguientes estipulaciones:

A. PLAZO DE DURACIÓN DEL CONTRATO.
"El plazo de esta concesión será de un año, a contar desde los 90 días siguientes a la fecha en que sean aprobados los primeros temas o diseños y firmada la primera autorización a la imprenta. Cualquier retraso en la aprobación de los dibujos, así como en la aprobación de la tabla o cuadro anual para la emisión de sellos para el mercado filatélico internacional, determinará automáticamente la prórroga del presente contrato por el mismo tiempo de la demora. El presente contrato se entenderá tácitamente renovado por un plazo igual de un año, si no fuera denunciado por cualquiera de las partes con tres meses de anticipación a la fecha de su caducidad".

B. PRIMA O ROYALTIE ALZADO:
"En caso de que el Ministerio del Interior de la República de Guinea Ecuatorial no obtuviese la conformidad de la Oficina filatélica de Correos en Madrid (para que continúe la distribución de las emisiones de Guinea Ecuatorial), el pago anual que debe abonar el concesionario (fijado en 9 millones en la estipulación decimoquinta), se reducirá a seis millones de pesetas, a razón de dos millones por cuatrimestre".
Con arreglo a estas estipulaciones el contrato sólo ha tenido vigencia durante los dos años contractualmente previstos. Los atrasos ocasionados en la aprobación de las materias especificadas en la estipulación decimotercera, y el fallecimiento del Sr. Prodanov cuando ya estaba ejecutando la prórroga, explican que pese a que la fecha del contrato es de 1971, sin embargo su caducidad no se produjera hasta finales de 1974.
La cantidad abonada por el concesionario no ha sido sin embargo de doce millones, como podría deducirse, de la simple suma de las dos anualidades de seis millones (ya que la Oficina Filatélica española no continuó la distribución de las emisiones), sino de nueve millones. La razón es que al fallecer Prodanov, sin herederos, el Gobierno de Guinea que necesitaba antes que nada contar con el suministro de los sellos para el consumo interior, tuvo que aceptar la terminación de la prórroga por parte del director técnico del Sr. Prodanov, que se subrogó a estos efectos en la concesión, pero reduciendo el royaltie total de la única prórroga anual a 3 millones.
Finalmente esos nueve millones que el concesionario debía abonar según el contrato "en la moneda, país, y banco, que el árbitro Sr. García Trevijano indique", deberían ser aplicados "a los pagos previstos en este contrato", según consta en el propio contrato de concesión. Lo cual impide interpretar que yo los haya podido cobrar como honorarios ni por cualquier otro concepto en mi provecho.
Tras mi testimonio, la querella contra el director técnico del Sr. Prodanov fue retirada.


ACUSACIONES DE LA A. N. R. D. CONTENIDAS EN SU DOSSIER Y EN SUS DECLARACIONES POSTERIORES A LA PRENSA
Toda la campaña de desprestigio organizada contra mí se basa en dos tipos distintos de acusaciones: uno, de carácter político, haciéndome responsable del Régimen actual en Guinea Ecuatorial; otro, de carácter económico, atribuyéndome un afán lucrativo y unos negocios fabulosos en dicho país.

DE TIPO POLÍTICO:

PRIMERA ACUSACIÓN:
"Asesoro a los principales líderes guineanos, muy especialmente a Francisco Macías Nguema, cuya candidatura presidencial impulsó y financió con alrededor de cincuenta millones de pesetas, según los cálculos más fidedignos" .
LA REALIDAD:
Terminada la Conferencia Constitucional, aconsejé solamente a mis más íntimos amigos del partido Munge, José Nsué, Esteban Nsué y Andrés Moisés que no dividieran al Secretariado Conjunto presentando la candidatura de este último a las elecciones presidenciales, ya que todos los demás reconocían en Macías el único líder capaz de batir a las candidaturas oficiales del Régimen, Bonifacio Ondó y Atanasio N'Dongo.
A finales de Agosto de 1968, estando de veraneo en Comillas, recibí inesperadamente la visita de José Nsué y de Andrés Moisés. Me pidieron ayuda económica para encargar en una imprenta la propaganda en favor de la candidatura de Macías. Les recordé que ya había hecho un enorme esfuerzo, para mis posibilidades, pagándoles las facturas de los hoteles durante la Conferencia Constitucional, y que era imposible que yo pudiese hacer frente a un gasto tan importante. Les aconsejé la forma de desarrollar una campaña popular sin dinero, en contraste con d dinero colonialista que se estaba empleando ya a manos rotas en favor de Bonifacio Ondó y de Atanasio N'Dongo. Les convencí. Pero me pidieron un mínimo de folletos simples para llevárselos a Guinea. Les prometí entonces que llamaría a mi oficina de Madrid autorizando el pago, hasta un límite máximo de 500.000 pesetas, de las facturas de imprenta que me presentaran por orden de ellos. Cuando regresé a Madrid, a mediados de Septiembre, pagué estas facturas por un importe de 591.000 pesetas. Y este es todo el dinero aportado por mí a la candidatura de Macías.
No es extraño que para la mentalidad franquista, y para los que han vivido de la política durante cuarenta años en nombre de la idea de servicio, resulte increíble que exista objetivamente la posibilidad de que alguien viva íntegramente no de sino para la política, es decir, para sus ideales políticos. Lo extraño es que esta mezquina y corrompida idea de la humanidad esté compartida por sectores democráticos. Se dice, y en parte es verdad, que lo que no es de algún modo conocido o sentido como propio, resulte inimaginable en los demás. El escepticismo de un demócrata ante el idealismo ajeno no revela más que su propia incapacidad de sentir y vivir con nobleza. Yo no veo diferencia moral alguna entre dar ideas a los demás o dinero para realizar esas ideas, si se tiene. Por otra parte este es un rasgo permanente de mi carácter y de mi conducta. Durante estos largos años del miedo y de la clandestinidad han sido innumerables los estudiantes que han pasado por mi despacho; con tarjetas de presentación de sus profesores, hay conocidos líderes de los partidos llamados de la oposición moderada, y cuyos nombres silencio por pudor, para que les pagase multas, matrículas, y otros daños ocasionados por sus actividades políticas. Son muy pocos los que podrán decir que no les atendí. Jamás pedí nada a cambio. A la mayoría de ellos ni su nombre. También presté ayuda económica a la Escuela de ciencias sociales que dirigía el socialista José Vidal Berneyto, sin entrometerme ni pretender capitalizar políticamente esa interesante y fecunda actividad cultural. Nadie se extrañaba de mi generosidad, porque eran tiempos heroicos donde la entrega y la solidaridad eran requisito de supervivencia. ¿Por qué no iba a proceder del mismo modo ante una causa histórica y grande como es la descolonización africana?

SEGUNDA ACUSACIÓN
"A raíz de estos acontecimientos (golpe de Estado frustrado en Marzo de 1969), el Sr. García Trevijano aconsejó al Presidente Macías que la única forma de conservar el poder era eliminar a toda la oposición y desconfiar de España y de los estudiantes guineanos que estaban estudiando allí, a los que frecuentemente suele dirigirse en términos despectivos. Macías asesorado por García- Trevijano derogó aquellos de la Constitución que limitaban los poderes presidenciales, disolvió la Asamblea Nacional, se atribuyó todos los poderes y se proclamó Presidente vitalicio".
LA REALIDAD:
Desde que en Julio de 1968 despedí en el Aeropuerto de Barajas a los últimos guineanos que regresaban a su país tras la Conferencia constitucional, y entre ellos al Sr. Macías, hasta el día 12 de Octubre de 1969, en que fui por primera vez a Guinea no tuve ningún tipo de relación, ni técnica ni política, con el Gobierno del Presidente Macías. Para los que se empeñan en creer que mis motivaciones ante la Independencia de Guinea eran prioritaria o concurrentemente de tipo lucrativo, jamás podrán explicar el hecho de que Macías sea elegido libremente por votación popular (¿dónde estaba ahí mi influencia?) Presidente de la República, y yo no salga corriendo para ese país en busca de la oportunidad que nadie podría disputarme. ¿Por qué tardo quince meses en ir a Guinea? Lo normal es que hubiese asistido a la toma de posesión el día 12 de Octubre de 1968. Pero existe una razón de mucho peso para explicar esta aparente anomalía. Y ahora por primera vez la voy a decir.
Cuando el Presidente Macías constituye su primer Gobierno nombra Ministro de Asuntos Exteriores a Atanasio N'Dongo, es decir al lacayo del Ministerio de Asuntos Exteriores español que ha lanzado en la ONU y ante la prensa española la infamante injuria de que he intentado sobornarlo. Mi dignidad me impide desde ese momento tener ningún tipo de relación con un Gobierno en el que figura semejante individuo. Pero aún hay más, cuando me entero de las andanzas de Paesa, Armijo, Novais, y Mariano Robles respecto a un banco privado, emisor de moneda y depositario del Tesoro público, y respecto a fabulosas construcciones de puertos, carreteras, aeropuertos, etc . . ., con una sociedad de cien mil pesetas de capital, (documento núm. 4) la pena y la preocupación de que el recién país independiente se vea envuelto en un escándalo financiero me determina a escribir una carta al Presidente, para informarle de la realidad sobre estos señores, y a la vez, por ser la primera vez que le escribo desde que lo despedí en Barajas, para expresarle mi incomprensión respecto al nombramiento de Atanasio N'Dongo como ministro y mi seguridad de que será traicionado por éste. La carta se la envié a través del ministro José Nsué, y naturalmente en sobre cerrado. La respuesta del Presidente Macías me dejó perplejo. En primer lugar no me contestó directamente, sino a través de su jefe de la Casa Civil. La respuesta, cortés y diplomática, me reveló que el orgullo africano es de otra naturaleza que el nuestro. Me recordaba, en su respuesta, que era el jefe del Estado de un país independiente y que sólo admitía los consejos que solicitaba. En este mismo momento, Febrero de 1969, decidí no ocuparme jamás de Guinea.
EL día 5 de Marzo de 1969, Atanasio N'Dongo y Saturnino lbongo, trasladados a Guinea desde Madrid en un avión "especial”, y con la ayuda de sectores y de medios que en su día se conocerán, dan un golpe de Estado que triunfa durante cuatro horas. Atanasio desde eL sillón presidencial en Bata comunica que ha cumplido con éxito el golpe. Recibe telegramas de felicitación que llegan cuando el sillón está de nuevo ocupado por Macías, tras su asalto al Palacio presidencial. Atanasio, Ibongo, Balboa y algunos más de sus secuaces murieron en el acto, o a consecuencia de las gravísimas heridas recibidas.
Desde el mes de Mayo de 1969, todos los ministros guineanos que llegan o pasan por Madrid vienen a visitarme rogándome que vaya a Guinea. Me traen los más cariñosos saludos y recuerdos del Presidente. A ninguno de ellos le hablé de la carta que había recibido en Febrero. Pero a todos les digo que mi función en Guinea ha terminado y que no deseo ir. Hasta que en el mes de Septiembre recibo un mensaje del Presidente pidiéndome que les envíe un proyecto para la creación de un Banco Central del Estado, y anunciándome que me ha concedido una condecoración que desea imponerme personalmente en el primer aniversario de la Independencia.

Tras largas meditaciones decido enviar el proyecto del Banco Central (documento núm.5), y rechazar la condecoración. Finalmente en los días anteriores al 12 de Octubre sufro una presión tan fuerte de mis amigos en el Gobierno de Guinea, que por educación decido ir a recibir la condecoración y volverme enseguida.
Mi encuentro con el Presidente Macías fue embarazoso. Le había predicho con un mes de antelación la traición de que iba a ser objeto por parte de Atanasio, y la solvencia. financiera de "Finguinea", que había terminado en un verdadero desastre. He de reconocer que el Presidente actuó con mucha gentileza. Me agradeció y me alabó el proyecto del Banco Central que le había enviado. No me pidió nada. Pero me rogó encarecidamente que aceptara su invitación para pasar la nochevieja en Guinea, y poder comentar con tranquilidad la situación política mundial. Otra cosa fue mi relación con los Ministros que habían pertenecido al Secretariado Conjunto. Todos querían agasajarme, enseñarme su país, agradecerme lo que había hecho por ellos, pedirme consejo sobre lo divino y humano. Nunca olvidaré la emoción que sentí cuando el Presidente Macías me presentó en la Tribuna de Bata ante la muchedumbre guineana. Sólo pronunciar mi nombre el clamor impidió que siguiera hablando. Por tres veces consecutivas tuve que saludar a este pueblo, que de este modo demostraba que mi acción por su independencia era un triunfo y una conquista para la España democrática del futuro. Acepté la invitación y volví a finales de Diciembre. En esas fechas continuaba en vigor la Constitución que había sido impuesta por los técnicos del Gobierno español, continuaba la Asamblea Nacional, y la Presidencia no era vitalicia.

TERCERA ACUSACIÓN.
"Sabemos a ciencia cierta que la Ley sobre las penas de muerte a los considerados por el Régimen como subversivos fue redactada en el despacho madrileño del Sr. García Trevijano, así como la nueva Constitución y los Estatutos del Partido Único Nacional de Trabajadores (PUNT). Se acompañan, en los anexos, documentos".
LA REALIDAD:
Decir que se sabe a ciencia cierta y decir que se acompañan documentos anexos, no es lo mismo que demostrar científicamente y aportar realmente un documento. Nada se aporta, nada se demuestra, aparte de esta monstruosa acusación contra un jurista y un político que lleva más de un cuarto de siglo luchando contra toda forma de dictadura, tiranía o violación de los derechos humanos. He suscrito en España, y fuera de España, todos los documentos que han sido oportunos contra la pena de muerte. Ante una asamblea de abogados de Barcelona, leí el informe técnico que había elaborado a solicitud del propio Colegio, para la defensa legal de Puig Antich. He sido duramente criticado en algunos periódicos por haber solicitado la amnistía de todos los detenidos vascos. Y la única vez que he tenido conocimiento previo de una ejecución capital en Guinea, por un asesinato de derecho común cometido por dos nigerianos, juzgados y condenados por el mismo procedimiento y por el mismo Tribunal que los existentes antes de la Independencia, en Abril de 1971, no pude permanecer en el país, y pese que había programado y prometido una estancia de quince días, al día siguiente de conocer este hecho me fui de Guinea, vía Douala, sin despedirme de nadie, bajo el pretexto de que me habían llamado urgentemente desde mi bufete. Yo no tengo noticia de que en Guinea después de la Independencia se haya promulgado alguna ley relativa a la pena de muerte.
En cuanto a la nueva Constitución, fue aprobada y promulgada en Agosto de 1973, (documento núm. 6) y no tuve la menor noticia sobre ella hasta varias meses después. Finalmente en cuanto el PUNT, en el que tampoco he tenido la menor participación, me basta con aportar la prueba fehaciente de las propias declaraciones de mi acusador Esteban Nsué, quien el día 6 de Noviembre de 1969, después de presentar sus cartas credenciales como Embajador, reunió a los informadores y entre otras cosas, dijo: "¿Partidos políticos? No. De momento, según los anhelos del pueblo, partido único. Un partido no constituido aún. De hecho están disueltos los partidos"; "García Trevijano se ofreció incondicionalmente a asesorarles y que Guinea reconocida, le condecoró, tiene relaciones de amistad con miembros de aquel gobierno y puede prestar su asesoramiento técnico si alguno de ellos lo solicita.

El Gobierno, si lo estimase oportuno, podría recabar ese asesoramiento también". "En cuanta al Sr. Armijo tiene contactos guineanos con miras a sus facetas comerciales". (ABC, día 7 de Noviembre). En estas declaraciones el Embajador Nsué reconoce: que en ese tiempo yo no era asesor del Gobierno de Guinea Ecuatorial, contrariamente a lo que afirma en el dossier de que fui nombrado asesor en 1968; admite una diferencia entre la amistad con determinados ministros y mi actitud ante el Gobierno. Estas declaraciones de Esteban Nsué, el único firmante del dossier, son hechas después de mi primera visita a Guinea, en la que he recibido la condecoración, he dado consejos técnicos a mis amigos ministros que me lo han solicitado, pero conocen mi actitud de no asumir ni pretender ningún papel asesor ante el Gobierno, ni técnico ni político.

CUARTA ACUSACIÓN:
"El Sr. García-.Trevijano también tiene que ver, por sus consejos, en el desarrollo del tema de la "materia reservada".

Sin comentario.

QUINTA ACUSACIÓN:
“Apelamos a las fuerzas integrantes de la oposición española a que no sigan siendo cómplices del asesinato -verdadero genocidio- de más de 90.000 guineanos en siete años y del exilio de 130.000".
LA REALIDAD
Según ras cifras proporcionadas por el Gobierno español y publicadas en todos los medios informativos en las fechas anteriores a la Independencia de Guinea, la población total de este territorio era de 245.989, incluidos 40.000 nigerianos y 8.602 europeos. Luego la población guineana era de 197.387.

SEXTA ACUSACIÓN:
"Discurso presidencial en el aeropuertos de Yaounde, y discurso presidencial en la cena ofrecida a S. E. el presidente Ahidjo”.
LA REALIDAD:
En mi visita a Guinea en navidad y año nuevo de 1970 aceptando la invitación del Presidente, decido prestar mi asesoramiento al Gobierno solamente sobre asuntos técnicos de política económica ó de política internacional, y siempre que en cada caso me lo solicite. Intervengo en la redacción de estos dos discursos, cuyos textos Íntegros constituyen el documento núm. 7.

SÉPTIMA ACUSACIÓN:
"Proyecto de decreto Ley para creación de Infoge".
“Proyecto de decreto Ley para regulación del Comercio Exterior”.
LA REALIDAD:
En marzo de 1969, es decir, cuando ningún contacto tengo con Guinea, el Ministro José Nsué, presenta a su Gobierno una moción proponiendo la creación de INFOGE (documento núm. 8).

En Diciembre de 1969, unos días antes de salir para mis vacaciones de navidad y año nuevo en Guinea, el Embajador me entrega una carta del Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores, Gaudencia Asumu, en la que, considerándome asesor del Embajador (y no del Gobierno), me solicita de esta forma indirecta que prepare un proyecto de Ley que regule el comercio exterior, de acuerdo con la política económica implícita en la Exposición de Motivos de la ley creadora del Banco Central (documento núm. 9). Como yo aún no he decidido si voy o no a colaborar técnicamente con el Gobierno de Guinea, me voy a ese país sin llevar el proyecto de Ley que me solicitan.
Durante mis "vacaciones", partiendo de la realidad de Infoge que está funcionando, para huir de la burocracia, y dada la ausencia de cuadros técnicos, fundo en un solo proyecto tanto la legalización de las actividades agrícolas que venía desarrollando Infoge, como la nacionalización de las principales partidas del comercio exterior de Guinea, redactando el proyecto de decreto-ley, que se acompaña como documento núm. 10, y que justamente nunca llegó a convertirse en ley, tanto por la irregular administración económica del máximo responsable de Infoge, Andrés Moisés (hoy jefe de A.N.R.D.), como por la presión que hicieron en aquel momento sobre la Presidencia los intereses colonialistas del cacao, capitaneados por el Vicepresidente, Bossio, para evitar la nacionalización del comercio exterior.

OCTAVA ACUSACIÓN:
"Esquema preliminar para la elaboración del Plan de Desarrollo de Guinea Ecuatorial".
"Expedición científica del Doctor Montoya".
"Endoso a favor del Sr. García Trevijano del contrato de Italcambio para la financiación de los trabajos emprendidos respecto a un estudio de Guinea Ecuatorial y de la región africana circundante"
LA REALIDAD:
El día 25 de Octubre de 1969, después de mi corta visita a Guinea Ecuatorial, recibo una carta del Sr. Presidente de la República solicitando mi ayuda para emprender la elaboración de un Plan de desarrollo económico (documento núm. 11). Si la tarea de preparar una Constitución de independencia me ilusionó, la de preparar un Plan de desarrollo para la emancipación económica de un país africano era un desafío que ningún político del mundo podía rechazar.
En los medios solventes del Banco Mundial me informaron de que una financiación para este fin requería la presentación de un esquema preliminar que señala las directrices básicas y al menos un inventario elemental de los recursos naturales del país. Hablo con el Doctor Montoya, que ha realizado una expedición científica por encargo del Gobierno venezolano con la misma finalidad. Se entusiasma con la idea de realizar este trabajo en Guinea, y marcha a este país de acuerdo con el Gobierno para comprobar las posibilidades y el coste de una expedición exploratoria y evaluatoria de los recursos naturales.
Cuando me entrevisto en mis "vacaciones" con el Sr. Presidente le informo de las gestiones realizadas en el Banco Mundial y de la primera impresión del Doctor Montoya. El Gobierno de Guinea tiene urgencia de acometer este estudio pero, a causa de los acuerdos monetarios y del clearing con España, carece de una sola divisa para cubrir esta prefinanciación del Plan de Desarrollo. La única fuente de divisas inmediatas no destinada aún a ningún gasto del presupuesto es el royaltie que devengará un contrato que el Gobierno ha firmado el día 13 de Septiembre de 1969 con la firma internacional "Italcambio" para la emisión de monedas de oro y plata conmemorativas de la Independencia. El contrato prevé una emisión máxima de 127.500.000 pesetas, con un royaltie a favor del Gobierno del veinte por ciento, es decir. De 25.500.000 pesetas (documento núm. 12). Pero yo no intervine en este asunto y cuando en mi primera visita el ministro Masié consultó mi opinión hice algunas reservas de orden técnico, por no tener previsto un plazo de duración. Por eso recibo una carta del Ministro del Interior con fecha 25 de Octubre pidiéndome que trate de mejorar el contrato (documento núm. 13).

Lo intento, y consigo aumentar a 27.000.000 la cifra del royaltie para el Gobierno y establecer un plazo de duración. Es pues este contrato, en cuya concertación y firma no he intervenido, el que se tiene en cuenta como base de financiación cuando redacté en esas "vacaciones", y sin ningún libro que poder consultar, el esquema del Plan de desarrollo económico y social de Guinea Ecuatorial, que se acompaña como documento núm. 14.
Pero la crisis del dólar, y la espectacular subida del oro y la plata apenas iniciada la ejecución del contrato por Italcambio, impide a esta firma continuar su cumplimiento, ya que al estar obligada a vender las piezas por su valor nominal y haber doblado el coste de los metales preciosos para su acuñación perdería indefectiblemente realizándolo. Intento que pese a todo se cumpla, pero la firma Italcambio tiene razón, el contrato prevé una emisión máxima, pero no una emisión mínima obligatoria. Aún así intento indirectamente, a través de la cláusula nueve del contrato, defender los intereses del Gobierno, exigiendo cien series completas de las monedas de oro y doscientas de las de plata (documento núm. 15). Pero la empresa tiene razón, mi exigencia sólo estaría fundada si se realizasen las emisiones y se optasen por las monedas en lugar de los royalties. Estos documentos prueban que yo no he podido cobrar comisión alguna de una empresa que contrató durante mi alejamiento de los asuntos de Guinea, y a la que sólo le he planteado luego problemas.
Pues bien, para cubrir el hueco que deja este incumplimiento justificado de Italcambio, en la financiación de la expedición científica que ya está en marcha y comprometida, y poder hacer frente a los pagos de más de siete mil análisis completos de muestras minerales, es por lo que se firma el contrato filatélico con el Sr. Prodanov, con el fin de destinar, como así se ha hecho, aquellos nueve millones a estos pagos previstos en el contrato. El Doctor Montoya me ha enviado la carta que se adjunta como documento núm. 16.

NOVENA ACUSACIÓN:
"Informe sobre una nueva emisión de billetes guineanos”.
LA REALIDAD:
Durante mi tercera visita a Guinea, en Abril de 1971, los expertos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, destacados como asesores y técnicos del Banco Central de Guinea, llevan un informe a la Presidencia felicitando al Gobierno por el éxito del Banco Central y anunciándole la visita de una Delegación del Fondo monetario para proponer determinadas medidas de política monetaria. El Sr. Presidente aprovecha mi presencia para pedirme al instante, y sin más datos que los que me dan verbalmente el Ministro de Hacienda y el Gobernador del Banco Central, un dictamen sobre la paridad y convertibilidad de la peseta guineana, que tengo que improvisar el día 15 de Abril de 1971, elaborando el informe que se adjunta como documento núm. 17.
Sería verdaderamente absurdo que en las fechas a que se refiere la lista de asuntos contenida en el dossier (navidad de 1969 y año nuevo de 1970) pudiera pensarse en una nueva emisión de billetes cuando el Banco Central llevaba apenas un mes de funcionamiento legal, y cuando los expertos suramericanos del Fondo Monetario destacados en Guinea había ciertamente elaborado una crítica muy severa contra mi proyecto del Banco Central, por considerarlo poco ortodoxo, crítica que yo sólo conocí cuando en Abril de 1971 el Sr. Presidente, al pedirme el informe a que se hace referencia en este apartado, me enseñó con satisfacción la felicitación de los mismos expertos, que habían rectificado su primera opinión.
Las demás acusaciones contenidas en la lista de trabajos, no sé qué fundamento puedan tener. No recuerdo ni uno solo de los 52 puntos, distintos de los ya analizados anteriormente. Es muy posible que sobre algunos de ellos haya hablado con tal o cual ministro, pero de lo que estoy seguro es de que los enumerados en la hoja 2 y 3 de la lista no se refieren, en su mayor parte, a problemas existentes o planteados en mis "vacaciones" de la navidad de 1969.

La lista está fabricada a posteriori con algunos datos ciertos y con otros claramente inventados, como el de la contestación al mensaje de S. S. el Papa, (es la primera noticia que me llega de que S. S. hubiese enviado algún mensaje al Presidente de Guinea), la contestación a la nota publicada en el periódico ABC por el Ministro de Asuntos Exteriores español (el ex embajador Esteban se ha confundido, yo solamente le aconsejé en la redacción de la nota verbal de contestación al Memorandum del Ministerio de Asuntos Exteriores de 28 de Noviembre de 1969), la contratación de un Director para el Banco Nacional de Depósito y Desarrollo (que fue creado, como luego se verá, en Septiembre de 1970), la redacción de la nueva Constitución (que sólo se plantea en 1973), mi nombramiento como abogado y asesor económico (cuando en el preámbulo del mismo dossier se dice que fui nombrado en 1968), la contratación conmigo del estudio y elaboración del Plan de desarrollo (cuando en el número 9 y 11 de la misma lista no sólo se da por contratado sino además financiado), la contratación de técnicos a que se refieren los números 26, 27,29, 30, 39 y 45 de la lista (cuando en el preámbulo del dossier se dice que fueron contratados antes del golpe de Marzo de 1969, en el tiempo que yo no tenía relación alguna con el Gobierno de Guinea), etc... etc... etc...

B. DE TIPO ECONÓMICO

PRIMERA ACUSACIÓN:
“Confeccionó los Estatutos de los Bancos Central y de Comercio de Guinea Ecuatorial, de los cuales es el mayor accionista”.
LA REALIDAD:
Antes he relatado la génesis de mi proyecto que llegó a ser Ley del Banco Central, que se ha aportado como documento num. 5. Tanto en su Exposición de Motivos, como en todo su articulado, especialmente en el artículo 1, se prescribe el carácter estatal, autónomo y de derecho público de esta institución financiera, que a través de la previsión contenida en el artículo 2 asegura la nacionalización del crédito. Este Banco Central además es miembro de pleno derecho del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, cuyos expertos están permanentemente destacados en la administración técnica de su funcionamiento. Es imposible que haya accionistas porque no hay acciones.
En cuanto Banco Comercial, el dossier me confunde con Paesa, Novais, Armijo y Mariano Robles, quienes intentaron en efecto tener un Banco comercial, a través de la sociedad "Finguinea", como lo demuestra el documento núm. 4 de los aquí aportados.
El día 23 de Junio de 1970 me escribe el Ministro de Obras Públicas, Don Jesús Alfonso Oyono. Ante el fracaso de Andrés Moisés al frente de Infoge, y la paralización del proyecto que preparé para la nacionalización del comercio exterior, me solicita que redacte un proyecto para el Banco de Desarrollo (documento núm. 18). Pero antes de recibir esta carta, el día 11 de Junio de 1970, el Sr. Presidente me había enviado un anteproyecto de los Estatutos del Banco Nacional de Depósito y desarrollo de Guinea Ecuatorial redactado por no sé qué expertos o grupo financiero, pidiéndome mi opinión sobre el citado anteproyecto. Elaboro un breve informe que envío al Sr. Presidente por el conducto indicado (documento núm. 19). Y es este informe el que provoca la petición del Ministro de Obras Públicas para que proyecte un Banco de desarrollo. Redacto y envío el proyecto de Banco Nacional de Depósito y Desarrollo que se convierte en el decreto-ley de 24 de Septiembre de 1970 (documento núm. 20). El artículo 1 prescribe ya el carácter estatal, autónomo y de derecho público de esta institución financiera, que tampoco puede dividir su capital en acciones, ni por tanto tener accionistas.


SEGUNDA ACUSACIÓN:
"Actualmente el Sr. García Trevijano tiene el monopolio de la exportación y colocación en los mercados "internacionales del café y cacao guineanos, operaciones que se desarrollan principalmente en Belgrado, Zurich y Ginebra".
LA REALIDAD:
Basta repasar una a una las partidas del anuario de la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda español, y las estadísticas oficiales del comercio exterior de Guinea con el resto del mundo, para acreditar que estas operaciones continúan siendo desarrolladas por las mismas empresas y por los mismos circuitos que las realizaban antes de la Independencia. Ni una sola operación ha sido efectuada por mí, y se conoce oficialmente quienes las hacen. Por otra parte, el infantilismo y la ignorancia de los que inventan esta acusación es de tal naturaleza que ni siquiera conocen los únicos centro o mercados internacionales donde se realizan las operaciones de café y cacao, que son las bolsas de Londres, Nueva York, y el bolsín de París, sin que exista este mercado ni en Belgrado, ni en Zurich, ni en Ginebra.

TERCERA ACUSACIÓN:
"Por indicación del Sr. García Trevijano al Presidente de la República y al Ministro de Agricultura se creó el Instituto de Fomento de Guinea Ecuatorial, lNFOGE, encargado de las importaciones y exportaciones realizadas en el país. García Trevijano era su representante único en el exterior y la sede de dicha representación estaba en el madrileño Paseo de la Castellana, número 106. Cuando dicho organismo fue suprimido en Guinea Ecuatorial el Sr. García Trevijano se hizo cargo de todas sus actividades, tanto en el interior como en el exterior, con un sueldo anual de 90 millones de pesetas".
LA REALIDAD:
Ya hemos visto en la contestación a la séptima acusación de tipo político la génesis y las visicitudes de Infoge. Lo que funcionó y mientras funcionó fue ajeno a mis ideas y a mi presencia en Guinea, lo que yo proyecté para Infoge, es decir la nacionalización de los principales productos de exportación y de importación no llegó a ponerse en práctica nunca. Mi despacho de Castellana es relativamente pequeño y en él desarrollo a pleno empleo mi actividad de abogado y mi actividad política. ¿Dónde están esos servicios comerciales para desarrollar el monopolio de todo el comercio de un país? ¿Quién de los constantes visitantes de mi despacho se han cruzado o visto en mi despacho a esos servicios comerciales? ¿Con qué medios puedo hacerme cargo en el interior de Guinea de las actividades productivas y comerciales que tenía Infoge habiendo visitado el país solamente cinco veces en ocho años? ¿Dónde tengo acumulados los centenares de millones de ese fabuloso sueldo anual? Por otra parte, en el Ministerio de Comercio constan todas las estadísticas del Comercio exterior de Guinea, desde su Independencia hasta hoy. Y ahí está justificado hasta el último kilo de todo lo que ha salido y entrado en Guinea, porque la cuenta clearing con España, impedía a Guinea Ecuatorial desarrollar su comercio con otros países, por falta de divisas disponibles.

CUARTA ACUSACIÓN:
"Asimismo el Sr. García Trevijano contactó con la sociedad italiana Italcambio, para la acuñación de la peseta guineana en billetes y monedas, con una comisión sustanciosa".
LA REALIDAD:
Ya hemos visto al contestar a la octava acusación de tipo político que yo intervengo ante Italcambio después de la firma del contrato, como también hemos visto que este contrato nada tiene que ver con la emisión de billetes ni de monedas corrientes, sino simplemente con monedas conmemorativas" en oro y plata, de la Independencia.

QUINTA ACUSACIÓN:
"En 1973 fueron suprimidas las actividades comerciales privadas en Guinea Ecuatorial, siendo estatificadas, pero no por ello cambió el "status" del Sr. García Trevijano, que es el único comerciante privado que tiene abiertos comercios en ciudades guineanas (Empresa Simonet) a nombre de su cuñada Simone.

LA REALIDAD:
Desconozco que el comercio privado esté estatificado, supongo que querrán decir estatalizado, pero desde luego hago pública promesa de donación al guineano que encuentre en Guinea, o en cualquier otra parte del mundo, de todo establecimiento comercial que figure a nombre de mi cuñada Simone, sea de la empresa Simonet o de cualquier otra empresa.

OTRAS ACUSACIONES FUERA DEL DOSSIER:

ACUSACIONES DE DIARIO 16:
"Paga a la red de agentes de Macías, distribuidos por Europa. Corre con los gastos médicos de personalidades guineanas en España, incrementando considerable las facturas. Fue el proveedor exclusivo de los materiales de decoración del Palacio presidencial, falsificando también las facturas" (20 de Octubre, Pág. 12). Respecto a las facturas médicas y a la decoración, un informe atribuido a la A.N.D.R. y publicado en la página 21 del número 3165 de Blanco y Negro, correspondiente al 30 de Octubre, dice: "es él quien suele correr con todos los gastos médicos de las personalidades guineanas y sus familiares llegan enfermas a España, aumentando considerablemente la factura que presenta al Gobierno. En estas actividades cuenta quizá con la colaboración de un eminente médico español, cuyo nombre omitimos de momento. Por otra parte, se hizo con la exclusiva en la decoración del nuevo Palacio presidencia de Ekuku, en Bata, para lo que compraba los materiales en Madrid, pero falsificando etiquetas y facturas haciéndolo pasar por material francés con lo que aumentaba el coste de modo desmesurado. Con este sistema sacaba una cantidad suplementaria además de la comisión que legalmente le correspondía en virtud del contrato de exclusiva".
LA REALIDAD:
Se trata aquí de graves acusaciones de delitos perseguibles de oficio. Diario 16, y Blanco y Negro tendrán que probar lo que dicen para quedar a salvo de la querella por calumnias. Y esto le será imposible, porque ni tengo el don de la ubicuidad que me permita realizar esta hazaña, estando además sin pasaporte durante cuatro años, ni he presentado jamás factura médica al cobro de nadie, ni el Palacio presidencial ha sido decorado ni proveído de materiales de decoración, por empresa o persona relacionadas directa o indirectamente conmigo. Este último punto de la decoración lo trataré justamente al referirme a la empresa francesa que ha realizado la construcción del Palacio presidencial, que ha sido quien también lo ha decorado.

ACUSACIÓN DE GUADIANA:
En el núm. 78 de la Revista Guadiana, correspondiente a los días 26 de Octubre y 1 de Noviembre pasados, se afirma que "existe una concesión forestal "especial" de 150.000 hectáreas a favor de la Compañía Forestal de Río Muni, S. A., que maneja un técnico suizo llamado Friedizk, con un francés asociado; su representante en Madrid es García Trevijano un portavoz de la A.N.R.D. manifiesta a Guadiana que esta concesión puede estar hecha en realidad a favor de Macías".
El informe atribuido a la A.N.R.D. publicado en Blanco y Negro, a que nos hemos referido antes, añade en este mismo sentido que controlo "igualmente la empresa estatal Explotación forestal Río Muni. La última concesión especial del Presidente Macías al Sr. García Trevijano ha consistido en 100.000 hectáreas de explotación forestal en el distrito de Nsok".
Además el Sr. Javier Nart, en un artículo publicado en el núm.25 de la Revista Interviu, Pág. 13 Y 14, dice: "Punto y aparte en la lista de empresas actuando en Guinea Ecuatorial es la Compañía Forestal de Río Muni. Dejemos al propio Gobierno de Macías que nos explique qué es esta compañía: "Compañía Forestal del Río Muni es una compañía franco-Suiza. Tiene una concesión de 150.000 hectáreas de bosque virgen en la parte sur oriental de Río Muni por diez años. Cuenta extraer un millón y medio de toneladas entre olume y otras especies que demanda el mercado" (Pág. 14 del secreto informe a la ONU por el Gobierno de Guinea). ¿Quién está detrás de esta compañía, hoy la más importante explotadora de madera en Guinea?. Según Cruz Melchor Eya, la parte suiza corresponde a un supuesto millonario residente en Lausanne. La parte francesa es más fácilmente localizable. "Compañía Forestal de Río Muni pertenece en su casi totalidad a un súbdito francés llamado Jean-Pierre Noveau –afirma Cruz Melchor Eya-. En esta compañía tiene importante participación asimismo don Antonio García Trevijano''. “Tenemos confirmación oficial de que Don Antonio García Trevijano es socio de Simed y Compañía Forestal de Río Muni", ha afirmado Don Esteban Nsué y Donato F. Ndongo Bdyogo. Los métodos de explotación utilizados por esta potente compañía han sido criticados duramente por el representante del A.N.R.D. Cruz Melchor Eya: “Esta compañía al haber obtenido una concesión a plazo fijo, está acabando con el bosque de Guinea.
Lógicamente su interés es sacar la mayor cantidad de madera dentro del plazo de concesión, por lo que cortan madera a la mayor velocidad". Recientemente y debido, por lo visto, a un enfriamiento de relaciones con las autoridades, el director de la Compañía Forestal de Río Muni, Patrick Suart, propuso a su tío Jean-Pierre Noveau, la venta a la sociedad Tardiba. A tal fin, según se nos ha informado recientemente, doña Simone Chouraky ha viajado a Guinea en compañía del jefe de Contabilidad de Tardiba a fin de repasar los libros de la misma, previamente al traspaso de la propiedad. Qué intereses en la compañía quedarán del señor García Trevijano tras esta operación, es algo que ignoramos".
LA REALIDAD:
En la primavera del año 1972, el problema más acuciante para el Gobierno de Guinea Ecuatorial era el de las telecomunicaciones. No sólo la red telefónica interior estaba prácticamente sin funcionar, por anticuada y deteriorada, sino sobre todo carecía de comunicación con el mundo exterior por la ausencia de un sistema de telecomunicaciones (teléfono, radio, telex).
En una de las conferencias mundiales de telecomunicación celebrada en Berna, el representante del Gobierno guineano que asistió a la misma (Ministro Masié), recibía la promesa de una ayuda oficial para la mejora del sistema de telecomunicaciones, para lo cual era necesario que una empresa de prestigio concurriera a un concurso internacional que se abriría con este fin. El Gobierno de Guinea tenía que cubrir naturalmente la mayor parte de la financiación. El Ministro del Interior, Sr. Masié, que asistía a la Conferencia de Berna, me pidió que lo pusiese en contacto con alguna empresa de reconocido prestigio ante el organismo, para que presentara un proyecto participando en el concurso; Lo puse en contacto con la principal empresa francesa de telecomunicaciones en Gabón y Camerún, porque estaría en mejores condiciones que ninguna otra para realizar la oferta más barata.

Esta empresa aceptó el asunto, pero necesitaba garantías financieras firmes para los pagos aplazados, ya que el Gobierno de Guinea carecía de divisas para hacer frente a los mismos. El problema era insoluble. Pero la misma compañía francesa de telecomunicaciones propuso una solución. Como la única materia prima exportable de Guinea, no sometida a los acuerdos comerciales con España, era la madera, si una empresa forestal con solvencia financiera diese su garantía, con las divisas previstas en sus exportaciones, el contrato de instalación de un moderno servicio de telecomunicaciones podría ser firmado. Pero lo dramático era que no existía ninguna empresa forestal de importancia que pudiese prestar esa garantía. El Sr. Presidente me ruega entonces que le recomiende a algún financiero o industrial de prestigio en Francia para que realice una importante inversión forestal y que con la garantía de la concesión pueda facilitar la firma del contrato de instalación de las telecomunicaciones. Y es esta la primera, y única vez, que yo solicito a una empresa económica que se instale en Guinea para ayudar al desarrollo económico de ese país. No busco a ningún maderero colonialista que tenga intereses en Gabón. Busco a uno de los comerciantes de granos de mayor prestigio internacional, y a quien yo conocía por haber tenido de cliente en mi despacho de abogado a su oficina de Madrid, el Sr. Jean-Pierre Noveau. La concesión forestal concedida a este señor, se hizo en unas condiciones de protección a los intereses maderables del bosque, como quizás no exista, otra en el mundo. (Documento ,núm.21). Sin embargo, en el tiempo transcurrido con todas estas negociaciones, el Gobierno de Guinea Ecuatorial concierta un acuerdo comercial a largo plazo con el Gobierno de la Republica Popular China, en el que se incluye la instalación en Guinea por parte de este Gobierno del sistema de telecomunicaciones. Razón por la que no se llegó a firmar el contrato con la compañía francesa.
Mi intervención en este asunto se limitó a asesorar al Gobierno sobre la mejor forma técnica y fiscal defender sus intereses forestales, y a exigir al Sr. Jean Pierre Nouveau un doble compromiso que ahora hago público: uno, que jamás se inmiscuyera en problemas políticos o personales internos de Guinea. Otro, que en el momento en que un Gobierno democrático en España restableciera el clima de confianza y de cooperación con Guinea por el que yo estaba luchando, vendiera su empresa forestal a la empresa española que mejor le ofertara, y si vendía la empresa antes de que se produjera esta circunstancia, exigiría al comprador extranjero esta misma condición. Estas condiciones fueron aceptadas, y hoy el nuevo titular, a quien Nouveau ha cedido su empresa, ha asumido el mismo compromiso. Estas condiciones las puse no porque yo tenga interés personal en adquirir en el futuro una empresa forestal en Guinea, sino porque como político español consciente del enorme problema que se planteará a toda la industria europea con el agotamiento de las reservas maderables en África, deseé salvar para la España democrática la posibilidad de contar con la reserva de una fuente propia de abastecimiento de esta importante materia prima.
La empresa forestal Río Muni ha realizado una enorme inversión durante dos años y medio, sin exportar un solo tronco, preparando la infraestructuras viales que permiten una explotación racional, cosa que el colonialismo maderero en Guinea no había hecho nunca. Y desconozco las condiciones económicas bajo los que el Sr. Nouveau ha realizado la cesión de esta empresa.


ACUSACIONES APARECIDAS EN DIVERSAS PUBLICACIONES:
También se ha dicho en algunas publicaciones que tengo participación directa o indirecta, a través de mi cuñada Simone, en la empresa francesa de obras públicas que ha realizado la construcción de hospitales, viviendas, del nuevo puerto de Bata, del Palacio presidencial de Bata, y de los edificios en Santa Isabel y Bata del Banco Central y de Desarrollo. Incluso se dice que mi cuñada Simone es la principal accionista de dicha empresa francesa. (Blanco y Negro, ejemplar citado, Pág. 25 Y otras publicaciones).


LA REALIDAD:
La empresa Franco española Dragas, filial de la compañía francesa "Dragages" (una de las más importantes empresas de obras públicas y de construcción de Francia), trabajaba en Guinea antes de la Independencia. Esta empresa presentó un proyecto para la construcción del puerto de Bata el día 30 de Noviembre de 1968 (documento núm. 22). En los primeros meses de 1969 se hizo contrato de adjudicación a favor de esta empresa, a la que yo no conocía, y que ha realizado todas esas importantes obras, salvo, según mi conocimiento, los hospitales y viviendas que han sido construidos por las empresas constructoras españolas que trabajaban en Guinea, y que continúan trabajando, antes de la independencia.
En Enero de 1972, recibo la petición del Sr. Presidente de que intervenga como abogado para defender los intereses de la República ante determinadas exigencias de revisión de precios de la empresa Dragas. Con los datos que me proporcionan cálculo en 141 millones y medio aproximadamente la reclamación, en mi opinión, injustificada de Dragas, siendo así que la comisión gubernamental y los técnicos que le informan y asesoran, calculan el exceso de la reclamación en 45 millones (documento núm.:23). Es esta misma empresa la que ha realizado toda la decoración del Palacio de Bata. Mi posición como abogado del Gobierno ante dicha empresa y mis reclamaciones a la misma en nombre de los intereses que defiendo excluye toda posibilidad de connivencia o de relación económica alguna.

ÚLTIMA ACUSACIÓN:
He dejado expresamente para el final el examen de la empresa “Simed” en lña que efectivamente participa mi cuñada y secretaria, Simone Chouraki.
Mi secretaria conocía a todos los miembros del Secretariado Conjunto desde la Conferencia Constitucional Fue expresamente invitada por el Sr. Presidente a pasar unos días de descanso en Guinea. Y acompañada de Eduardo Muñoz Seca pasó allí las vacaciones de la Semana Santa de 1971. En ese momento ha caído en desgracia política el que hasta entonces era Ministro de Sanidad, Pedro Econg. Este conoce la imposibilidad de que yo pueda mezclarme en asuntos comerciales con Guinea, y sin estar yo presente, convence a mi cuñada y a Eduardo Muñoz Seca de que, para rehacer su vida, le manden un cargamento de cemento a crédito, ya que todas las obras están paralizadas por carecer de este material, y que lo pagará inmediatamente que lo venda. Mi cuñada y Eduardo Muñoz Seca me comunican el compromiso que han aceptado, y les digo que no cuenten conmigo para nada. Por esta razón, es el padre de Eduardo Muñoz Seca, quien les adelanta o garantiza la financiación de este envío de cemento, que lo realizan en Agosto de 1971. La operación se salda con una pérdida de 4.178.773 pesetas, porque aparte de atrasos enormes en la descarga del barco, Pedro Econg, no les paga. Hasta Marzo de 1974 hacen todo lo posible para conseguir el cobro de lo que se les debe. Mi cuñada en uno de sus posteriores viajes le comunica al Presidente el engaño de que ha sido objeto, y la situación en que la confianza que puso en Pedro Econg la ha colocado ante el padre de Eduardo Muñoz-Seca a quien debe esa suma perdida. Es en este momento, cuando el Presidente le dice que puede hacer un gran servicio a su país si se encarga de hacer las compras de urgencia y de artículos de primera necesidad que eventualmente tiene que hacer el Gobierno, y de las que se aprovechan entonces los comerciantes para aumentar excepcionalmente los precios, y con una pequeña comisión en cada envío podrá pagar la pérdida que ha sufrido. Desde Mayo de 1975, en que Simed realiza su primera venta al Gobierno de Guinea, hasta hoy, el volumen total de la facturación realizada ha sido de 50.501.206,76. Según los datos estadísticos de la O.C.D.E. y de la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda español, esta cifra representa, en los dos años transcurridos, el 0,83 por ciento del comercio exterior de Guinea. Los beneficios normales en las operaciones de exportación con Guinea de los comerciantes españoles son algo superiores al diez por ciento de la facturación. Como Simed ha trabajado con una pequeña comisión solamente aún no ha recuperado totalmente la pérdida que sufrió por haber querido ayudar a un hombre político que había perdido la confianza del Presidente. (Documento núm. 24).

MAQUINACIÓN POLÍTICA
En esta campaña de difamación han coincidido diversos intereses para eliminarme como obstáculo político en sus proyectos de futuro inmediato.
En primer lugar, el propio Dossier de la A.N.R.D., reconoce que: “no se nos ocultan las dificultades que a tal diálogo (con la oposición española) se ha puesto, a nuestro juicio debidos a la influencia que un hombre, Antonio García Trevijano, tiene en esos medios de la oposición española; y que: "para llegar a una mutua ayuda y a esa confianza bilateral, es preciso destruir todos los obstáculos que pudieran enturbiar dicha relación”. Resulta verdaderamente cómico que algún sector de la oposición se haya prestado a tomar en serio a una Alianza africana que comienza definiéndose a sí misma como un encuadramiento de "los sectores demócratas, liberales, democristianos y socialistas de la oposición" a Macias. Todo el mundo sabe que en África ni existen, ni puede objetivamente existir, ideologías basadas en el condicionamiento específicamente capitalista o religioso de la cultura europea. Las naciones independientes de África no cuentan más que con la instrumentalización económica del Estado para impulsar el inicio de su desarrollo. Para defender la libertad política en África no hay que acudir a la particularidad de las formas representativas europeas sino a la universalidad de los derechos humanos. La artificialidad política de la A.N.R.D. encubre en realidad otra cuestión.
Desde comienzos del año 1973 en que se creó lo que ahora se llama A.N.R.D., el gobierno español que conoce perfectamente de qué se trata, ha entretenido, pero no tomado en serio, a esta oposición guineana. La A.N.R.D. era consciente de que sin un apoyo de la oposición democrática española jamás sería tomada como una oposición legítima, dado el carácter revolucionario, desde el punto de vista nacionalista, del Régimen del Presidente Macías. Era primordial para la A.N.R.D. que alguna persona o partido de inequívoca significación democrática la apoyase. y aprovechando una circunstancia excepcionalmente difícil para la causa de la unidad de la oposición española ha conseguido, con el apoyo del P.S.O.E., una resonancia y una publicidad de la que aún están ellos mismos asombrados.
Del mismo modo que he podido probar auténticamente la maquinación política que urdió el Ministerio de Asuntos Exteriores contra mí para ocultar su actuación en la Conferencia Constitucional, y del mismo modo que la Sentencia del Tribunal Supremo a favor de mi acción sobre el Diario "Madrid", demuestra también ahora la maquinación política montada por Sánchez Bella y Emilio Romero contra mí para ocultar la verdad, ahora voy a dar a la opinión pública y al P. S. O. E. la prueba documental auténtica de la superchería y de la impostura con la que la A. N. R. D., ha fabricado ese ridículo "dossier" contra mí.
Hasta Enero de 1973 yo he seguido dando mi amistad y, en algunos casos humanitarios, mi ayuda, a los políticos guineanos que conocí durante la Conferencia Constitucional, pese a que perdieran, por unas u otras razones, la confianza política del Presidente de la República, y en consecuencia, sus puestos en el Gobierno. Siempre que respetaran mi condición de extranjero para los asuntos de su país, y mi decisión, de no mezclarme jamás en los asuntos de la política interna guineana.
Pero en Enero de 1973 recibo la visita de un guineano que me entrega una tarjeta de visita y una carta del exembajador Estaban Nsué, diciéndome que espera mi contestación. Leo atentamente la carta. Y le digo al portador que si puede aclararme algo más sobre su contenido. Este me responde aproximadamente lo siguiente: "todos los guineanos, dentro y fuera de mi país estamos convencidos de que si usted nos conduce como nuestro único jefe podremos derribar a Macías y hacer de Guinea Ecuatorial el modelo de democracia que usted pensó y que el presidente no le ha dejado. Le pedimos que nos ayude a dar un golpe de Estado. Con su ayuda estará el éxito garantizado". Le respondía que ni yo era un traidor, ni me mezclaría jamás en las cuestiones internas de Guinea, y le rogué que transmitiese a Esteban y a todos sus cómplices que mí amistad hacia ellos había terminado para siempre. Ni de esta entrevista ni de esta carta hablé nunca al Presidente Macías, primero porque no vi que este asunto pudiera llegar a constituir un serio peligro, y segundo para no contribuir a aumentar la desconfianza, y el aislamiento del Presidente respecto a sus colaboradores en el Gobierno. Acompaño la tarjeta y la carta, con la firma de Esteban Nsué, como documento número 25, cuyo texto es el siguiente:


20 de Enero de 1973
El pueblo de Guinea Ecuatorial recibió tu ayuda. La misma fracasó por la escasa orientación de sus dirigentes políticos. Dicho pueblo sigue esperando de ti en estos momentos más que antes de que lo ayudes para su salida del actual abismo.
Es preciso que nos olvidemos de las pequeñas faltas de entendimiento habidas y acudas a nuestra llamada, uniéndote al gran grupo guineano hoy existente, representativo de los Partidos y Movimientos Políticos. Grupos Económicos y Socio Culturales de nuestro país, para que, bajo tu orientación podamos trazar nuevos programas para la segunda etapa de la República.
Sólo tu tarjeta al portador haría que fijemos el lugar del encuentro.
Pendiente de una grata noticia.
Recibes un fuerte abrazo de tu siempre



La maquinación de la A.N.R.D. está probada. Pero hay otros hechos que explicar ante la opinión pública. Porque no puede ser un azar lo siguiente:
1.- Es en el mes de junio de este año, cuando yo salgo de Carabanchel, y sostengo el primer debate de importancia con el P.S.O.E. sobre su pretensión de hacer compatible pasar por la ventanilla de Fraga y permanecer en Coordinación Democrática, cuando la A.N.R.D. comienza a dar los primeros signos de actividad.
2.- Es en los días anteriores a la primera cumbre de la oposición en el Hotel Eurobuilding, el día 4 de Septiembre, cuando la A.N.R.D., visita a todos los partidos integrados en Coordinación y entrega el dossier, como la propia A.N.R.D., lo reconoce en el mismo.
3.- Es en la reunión del Pleno de Coordinación que ha de aprobar el programa político de la oposición unida y designar a los representantes de C. D. en el Comité de enlace que se ha de reunir en Valencia, cuando el P.S.O.E. exhibiendo el dossier se declara moralmente incompatible conmigo.
4.- Es después del éxito de la reunión de Valencia donde se crea la Plataforma de Organismos Democráticos, cuando el P.S.O.E. manifiesta su incompatibilidad de asistencia conjunta conmigo a las sesiones de trabajo de C.D. y cuando el primer Secretario del P.S.O.E., Felipe González, en una rueda de prensa declara que el contenido del dossier de la A.N.R.D. es cierto.
5.- Es un día antes de la segunda cumbre de la oposición cuando el Gobierno levanta la materia reservada sobre Guinea.
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Invitado_Kong_*
mensaje Jun 13 2006, 02:09 PM
Publicado: #19





Invitado






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Clausurada la Conferencia se convoca en el Ministerio de Asuntos Exteriores a Saturnino Ibongo, Atanasio N'Dongo y a un secuaz de estos, Armando Núñez de Balboa Dougan, que no era miembro de la Delegación guineana y que por tanto no tomó parte en la Conferencia.


Olé tus santas partes.

No tienes ni la mas remota idea de que era Guinea, ni la tendrás nunca.
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Invitado_Eri_*
mensaje Jun 13 2006, 02:32 PM
Publicado: #20





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El día 10 de Mayo, y declarado ya Secreto oficial los trabajos de la Conferencia, la mayoría absoluta de la Delegación guineana (23 miembros sobre un total de 44), asesorada constitucionalmente por mí, presenta un escrito haciendo constar que el proyecto de Constitución redactado por los técnicos designados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, señores Herrero y Condomines, ha sido rechazado por 33 miembros de la Delegación guineana; que el proyecto presentado por 10 miembros de Fernando Poó, por ser de. carácter separatista, debe ser también rechazado; y que el único proyecto de Constitución viable es el presentado con el aval de los 23 firmantes. (Documento núm. 1).

Con el consentimiento de esta mayoría me decido entonces a enviar un informe al Sr. Carrero Blanco -a quien no conocí- por medio del entonces Ministro de Comercio, Sr. García Moncó. En este informe dije: "Prescindiendo de mi ambición, como jurista, de poder contribuir a la creación de una Constitución realmente africana y moderna, y de mi orgullo, como español, de que esta creación sea una genuina aportación de la cultura española, los motivos de orden político que me han empujado a ocuparme de la Constitución de Guinea han sido los siguientes:
1.- Procurar unas nuevas relaciones, sinceras y profundas, entre el pueblo español y el pueblo guineano, de orden político, económico y cultural.
2.- Procurar la continuidad del orden existente en Guinea durante el período de organización del nuevo Estado independiente, para que la brusquedad política del salto a la independencia se lleve a cabo en un clima de confianza y de serenidad.
3.- Procurar la formación de una conciencia nacional guineana que supere las actuales tendencias tribalistas y separatistas.



Definitiva y presuntamente, no tiene usted, amigo de sus amigos supongo, ni la mas repajolera idea ni de la idiosincrasia africana, y de la de Guinea en particular su ignorancia es absolutamente clamorosa.

¿Quien es usted para pretender obligar a la etnia bubi, a compartir un Estado con quien no quieren?
Yo crei que esos dogmas de fe eran solo atributos de "su excelencia el jefe del estado" y del papa.
Usted mismo.

Su académico estilo es inconfundible.
Después de leer semajante pliego de descargos, sigo en la eterna duda de siempre acerca de la verdad de la descolonización de Guinea, pues no hay en el ninguna revelación y solo su visión a la defensiva de sus batallas privadas.

Sigo con mis dudas en cuanto a algunas lagunas que no acabo de explicarme, pero ninguna duda en lo que respecta a su versión, y a que esta no tiene la verdadera intención de aclarar nada.

Sus intenciones a dia de hoy,las conocerá usted solo.
Sus intenciones en el proceso de independencia de Guinea y la descalificación previa de los "colonos" que allí viviamos, puede dar alguna pista acerca de su pensamiento e intereses.
Mire usted, a los que allí vivimos y trabajamos, su personalidad, sus intenciones y su ego, nos traen absolutamente sin cuidado.

Y su opinión acerca de un territorio del que usted nunca nunca hizo su hogar, su lugar de vida, de vecindad, de conocimiento del medio, de experiencia vital compartida.
Me trae aún mas sin cuidado.
El daño, hecho estuvo y yo particularmente prefiero, que usted no colabore en intentar enmendarlo.
Sus problemas, son suyos y me importan muy poco.
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Vértigo
mensaje Jun 13 2006, 03:40 PM
Publicado: #21


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EL día 5 de Marzo de 1969, Atanasio N'Dongo y Saturnino lbongo, trasladados a Guinea desde Madrid en un avión "especial”, y con la ayuda de sectores y de medios que en su día se conocerán, dan un golpe de Estado que triunfa durante cuatro horas. Atanasio desde eL sillón presidencial en Bata comunica que ha cumplido con éxito el golpe. Recibe telegramas de felicitación que llegan cuando el sillón está de nuevo ocupado por Macías, tras su asalto al Palacio presidencial. Atanasio, Ibongo, Balboa y algunos más de sus secuaces murieron en el acto, o a consecuencia de las gravísimas heridas recibidas.


Hasta donde conozco este relato es inexacto.
Se ignora si Atanasio fue arrojado por la ventana del palacio o cayó tratando de eludir su captura. En lo que coinciden los cronistas es en que no murió por el golpe sino que murió posteriormente en prisión al serle negada asistencia médica
En cuanto a Balboa tampoco murió en el asalto a palacio, fue detenido torturado y ejecutado, sin que hubiera participado físicamente en el asalto.
Ibongo, al igual que Balboa fue asesinado en prisión, no murio en asalto alguno.
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Invitado_Eri._*
mensaje Jun 13 2006, 08:58 PM
Publicado: #22





Invitado






QUOTE
Hasta donde conozco este relato es inexacto.


Hasta donde conoce Vértigo, y un monton de personas de este foro.
Si el Sr. Trevijano posee un grado de certeza en todos los conceptos vertidos en su soflama defensiva anterior, como el que demuestra con esa afirmación, está descalificado definitivamente.

En este foro Sr. Trevijano, no se confunda, "sabemos infinitamente mas que usted" acerca de los sucesos de Guinea.
O nos cuenta algo interesante o mejor déjelo.

Y sabemos mas que usted, porque vivimos allí.
Mucho antes de que usted hiciera la mili.
No se confunda por nuestra edad media Sr.
Nuestros padres sabian hablar y hablaban.
Algunos, aunque usted no se haya parado a pensar en ello, aún viven.
Nuestros padres vieron el espectáculo en directo y algunos de nosotros, también.
Nuestros padres eran amigos de A.Balboa y de otros.
Amigos de comer con ellos y de charlar con ellos.
Amigos de verdad, no se si me entiende.

De forma, que venir aquí a contarnos a nosotros, como, cuando, donde y por que motivos murió uno de esos amigos, me parece un ejercicio de soberbia inconmensurable, además de un patinazo fantástico y de un mal gusto insuperable cuando además se miente sobre el tema.

¿Sabe usted lo que le digo?
Que no me da usted ninguna pena, sus lamentacioes acerca de su acoso me importan un pimiento.

Cuando una jauria de chacales se devoran entre si, lo mejor es seguir el camino, no mirar atrás y desear que no quede vivo ni uno solo de ellos.
El mundo habrá ganado un granito de arena de felicidad.

Saludos al señor Paesa si le ve un dia de estos.

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Invitado_ERI_*
mensaje Jun 13 2006, 09:22 PM
Publicado: #23





Invitado






Sr. García Trevijano
Muy Sr. mío:
Este foro y sin que me ampare ningún derecho de representación colectiva, está formado en parte por aquellos a los que usted se refiere en algún rincón de su prolijo escrito, como “colonos”, también por hijos de “colonos”, padres de “colonos” y otras combinaciones familiares con el concepto de “colono”como factor común.
Pero hay desde luego otro factor común infinitamente mas poderoso y emotivo que ese, y que posiblemente le deje a usted indiferente, simplemente porque no lo entenderá jamás.
Se trata del cariño y el amor hacia Guinea.
Guinea intemporal, no solo aquella de nuestros tiempos y la de nuestros mayores, que también, Guinea como idea, como territorio en el que existir, como modelo de experiencia vital, de vivencias y calidad de vida, como lugar de ubicación social y de tránsito vital.
Eso amigo mío, ese concepto, no lo veo translucir en el inconmensurable texto suyo.

Las razones que usted tuviera para incorporarse al carro de la altruista y docente labor de diseño de la Constitución Guineana en los sesenta, me traen sin cuidado, entre otras cosas porque no le concedo la credibilidad ni la cualificación suficiente para haberse atrevido a ello.
Pero varias cosas me quedan claras de su soflama defensiva.
En Guinea amigo mío, existía un país antes de que usted lo encontrara en el mapa y en las reseñas políticas de los sesenta que le debieron llevara la idea de que esa era su gran ocasión.
Un país con sus luces y sus sombras, con sus justicias e injusticias, con sus maravillas y sus paradojas.
Ni mejor ni peor que otros, era simplemente “el nuestro”. El que usted y otros mas cualificados, se tomaron la molestia de arrasar concienzudamente
Y digo bien, “el nuestro”.
Y desde luego era mejor que el que algunos diseñaron virtualmente en el papel con sus etéreos textos académicos y con la mirada puesta en el infinito.

Era el país de “todos” los que lo habitábamos y por derecho “también nuestro”.

Generaciones de españoles desde el siglo XVIII, XIX y XX, echaron raíces en el territorio, fundaron comercios, compañías, hicieron infraestructuras, dieron trabajo a las gentes que lo quisieron, fundaron familias y establecieron vínculos afectivos y vitales con la tierra.
¿En algún pasaje de sus escritos, considera usted esa nimia cuestión sin importancia?
Lo de “superar el tribalismo en Guinea” por lo que me parece, también debía ser para usted una consideración de menor importancia, baladí y que le debió asaltar a usted de madrugada, demostración evidente de que ni usted, ni ninguno de los intervinientes en la gran opereta de la independencia de Guinea, tenía la menor noción de la idiosincrasia profunda, vital y atávica del pueblo guineano y por extensión, de toda el Africa negra.
Demostración evidente también, de que a usted y al resto de los intervinientes en la tragicomedia Guineana, tal cosa les importaba un rábano.
Usted, en un alarde e iluminación demagógica súbita, decide que escribiendo unas cuartillas y pensando como nadie había sido capaz de hacerlo hasta entonces, puede acabar en dos meses con el “tribalismo” en Guinea, así, fácil. Gran prócer sin duda, lástima que no pudo ser.

Sr. Trevijano, en Guinea existía, la que podemos llamar “enésima tribu”, que fue junto con otras, víctima de un atajo de oportunistas y de un deseo vehemente de quitarse a Guinea de en medio sin mayores miramientos por parte del gobierno español de entonces y de otros.
Esa “enésima tribu” estaba formada por todos aquellos seres humanos que si bien ancestralmente no tenían orígenes étnicos en Guinea, si tenían raíces y derechos adquiridos por toda una vida desarrollada en ella, incluso a lo largo de varias generaciones, y por una implicación vital, emocional, física y mental en el territorio.
Esa “enésima tribu”, convengamos que estaría formada por ejemplo, por fernandinos y por gentes blancas diversas, para las que Guinea era “su tierra” con el mismo o más derecho que para cualquier otro habitante consolidado en el territorio.
Hay algunas etnias Fang, cuyo historial de presencia en la zona continental, era mas reciente

¿Por qué no se tuvo en cuenta esta cuestión?
¿No es una cuestión, idéntica por derecho, al caso de Sudáfrica que felizmente fue resuelto con la colaboración y el tesón de mentes desde luego mas lúcidas que en el caso guineano?

Pues mire Sr. Trevijano, le voy a explicar por qué no se tuvo en cuenta.

Básicamente había dos intervinientes de peso en todo este asunto, entre los cuales obviamente usted no se encontraba.
EEUU y el Gobierno del general Franco.
También estaban después todos los ad-láteres que queramos añadir (Carrero Blanco, Castiella, grupos yankis de presión y otros entes de mal vivir).
Desde el primero hasta el último de ellos, una cosa tenían clarísima, y que era por cierto la única sobre la que tenían consenso.

ESTA “ENÉSIMA TRIBU” DEBÍA APARTARSE DE CUAJO DE CUALQUIER OPCIÓN DE PARTICIPACIÓN, CONSULTA Y NO DIGAMOS PROTAGONISMO O RECONOCIMIENTO DE DERECHOS EN EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE GUINEA

Y no podría creer, que no sepa usted por qué.
Pues en ese caso se lo aclararé.

Porque esa enésima tribu era la que de verdad comprendía a Guinea (junto con otras tribus), con un conocimiento amplio y profundo, incluyendo el conocimiento del mundo “exterior” a Guinea por añadidura, cuestión esta última, “clave” del asunto.
Era la que poseía el conocimiento (junto con otras tribus) de lo que de verdad interesaba a “todo” el pueblo guineano y lo que era “posible” hacer en Guinea con un pensamiento cabal y racional.
Era el catalizador que hubiera permitido llevar a la práctica “otra independencia” mejor para todos, mejor diseñada y más justa.
Y era, y esta era la cualidad exclusiva suya, la”única” tribu que de verdad sabía las intenciones ocultas e inconfesables respecto a Guinea de “todos y cada uno” de los actores de la farsa.
A otras tribus, se las podía manipular, embaucar y engañar, a la enésima tribu NO.

Como consecuencia:
La ONU desaprobaba vehementemente cualquier protagonismo de la “enésima tribu” en cualquier consulta, debate, asesoramiento y no digamos nada, la posibilidad de considerarla como “entidad propia y con derechos”.
EEUU, mejor ni mentarlo, sabía perfectamente lo que había que hacer, lo que no había que hacer y dio las órdenes apropiadas para conseguirlo.
El Gobierno del general Franco, sumisamente a las órdenes de la ONU (EEUU como todos sabemos) obedecía sin más.

Así por fin se hizo, y así quedó felizmente el campo abonado para batir el record de tropelías y despropósitos en la historia reciente de España.
En eso Sr. Trevijano, si ha sido usted interviniente de última hora.
Enhorabuena.

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manolo pizarro
mensaje Jun 14 2006, 09:03 PM
Publicado: #24


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¿Sabeis si existe documentación sobre los hechos acaecidos en el derrocamiento de Macias y la influencia del Embajador de EEUU en GE sobre los mismos?

Seria interesante ver el porqué durante su mandato, EEUU no tiene el campo abierto en el tema de la explotación petrolifera y solamente despues de su derrocamiento y bajo el mandato de Obiang lo consigue.

Otra cosa, ¿Westy hay memorias de Emilio Pan de Soraluce?

Gracias.
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alicia balboa ma...
mensaje Jun 18 2006, 08:25 AM
Publicado: #25


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2320.gif Yo, como Mariasun, prefiero tomarme mi tiempo y contentar o explicar o volver a explicar, no lo sé. La memoria reciente se va pero la de hace años, vuelve. Mi padre cuando iba a Madrid para "hablar" sobre la independencia, me llamaba a Barcelona para que me reuniera con él en el Hotel en el que se hospedaba en Madrid. Vi a mucha gente. Mucha. Muchos de los que habéis nombrado. Yo no estaba presente en las reuniones, por supuesto, pero los vi. Gracias JEP, el que reclamaba a la guardia civil era mi padre, o quizás hubo más, pero si sé que él la reclamaba y quería a Guinea casi tanto como a nosotr@s. Si el hubiera pensado en algún momento que la cosa peligraba mi madre y mis herman@s se hubieran marchado conmigo en Enero de 1969, cuando acabaron las fiestas de navidad, y me tuve que volver(llorando, como siempre.....) a seguir mis estudios. Cuando le torturaban, una de las cosas que le decían es que su mujer y sus hijos estaban en la misma situacion.......él decía "mi hija Alicia está en Barcelona, a ella no le haréis daño..."Una monja, maravillosa mujer, le decía que no les creyera, que mis madre y mis herman@s estaban bien, no sé lo que él creyó, pero sí sé que sabía que yo seguiría viviendo y que si mis hermanos estaban bien, "Nuri los sacará adelante". Sabía que mi madre era fuerte y que no se acobardaría ante nada ni nadie y así fue, luchó por mis herman@s como una jabata, ella sola con la ayuda maravillosa de la Guardia Civil, que hasta les propusieron casarse con mis hermanas para que las dejaran salir de allí como esposas de guardia civilies(16 y 11 años), pero ¿y mi hermano y mi hermana de 4 años?. A mi madre la dejaban salir, era blanca, no la querían, pero sí querían a los hij@s de Armando Balboa, ¿para qué?. No lo sabemos. Y salieron. En el último barco, en el Ernesto Anastasio, de noche, corriendo, perdiendo por el camino mientras lo hacían las poquísimas cosas que habían podido sacar.....Hubo algún guardia guineano que al subir al barco, le dijo a mi madre "Buena suerte señora" . Y aquí estamos tod@s. No lo consiguieron. Ni el gobierno español ni el gobierno guineano. Mis herman@s y yo misma(lo primero que me dijeron es que estaban todos muertos) hemos tenido que superar muchas cosas. Los tres mayores nos acordamos de casi todo. Las dos pequeñas no quieren ni oir hablar. No les interesa. Saben que nacieron allí(las únicas que lo hicieron de los cinco), y que eso les ha causado más de un problema, ya que la gente no sabe que existia Santa Isabel de Fernando Poo. Somos una gran(...de numerosa y de lo otro....), que hemos luchado mucho, y que lo que tenemos(no lo material, eso no tiene importancia cuando se ha perdido tanto....) lo valoramos muchísimo. Al final Mariasun no lo he dejado para después. Lo he hecho ahora. besin.gif Pero queda mucho con contar........................


--------------------


...... lo que él hubiera querido.........

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jacamigaro
mensaje Aug 31 2006, 12:28 PM
Publicado: #26





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CITA(Jose Eduardo Padilla @ Jun 8 2006, 08:55 PM) [snapback]12393[/snapback]

FEBRERO Y MARZO DE 1969
EL TRAGICO ABANDONO A SU SUERTE DE CIENTOS DE FAMILIAS ESPAÑOLAS EN GUINEA


Dentro de la tragedia humana que supuso globalmente la indigna independencia de Guinea, uno de los capítulos mas sangrantes es el de la ingente cantidad de familias que hubieron de huir literalmente de ella, súbita, forzosamente, en trágicas circunstancias y ante la pasividad e inoperancia del gobierno español de entonces.
En la España de los sesenta, el tamaño de la familia media oscilaba entre tres o cuatro hijos, las familias en Guinea no eran una excepción y en muchos casos superaban esa cifra.
El agravamiento de la situación en Guinea después de la independencia, pasó por dos etapas claras. Una primera desde octubre de 1968 hasta diciembre, la segunda y definitiva, desde enero de 1969 hasta el 31 de marzo del mismo año.
Por increíble e ingenuo que pueda parecer ahora, nadie esperaba que la situación desembocara en el caos y el horror de los tres primeros meses de 1969, entre otras cosas porque la falta de información y el mutismo del gobierno español fueron absolutos, fuera y dentro del territorio guineano.
Entre el 12 de octubre de 1968 y el mes de enero siguiente, la población de españoles blancos en Guinea no había experimentado grandes cambios, a nadie le entraba en la cabeza que pudieran desencadenarse los hechos, el caos y el horror que inmediatamente después se sucedieron, y que la actitud del gobierno español fuera de total pasividad en ese hipotético supuesto.
Incluso algunas familias habían regresado a Guinea después de las vacaciones de navidad de 1968, en la inocente creencia de que la normalidad seria habitual y que contarían con la garantía del gobierno español si la situación lo requiriese.

Estamos hablando de familias que llevaban “toda su vida” en Guinea.
Familias, algunas de las cuales llevaban dos, tres, y mas generaciones en aquellas tierras y que por tanto, con todo derecho y legitimidad moral, la consideraban tan suya como de cualquier otro.

En otos casos como el de Sudáfrica, esa legitimidad se llevó a la práctica sin más entelequias y con el beneplácito internacional.

Familias cuyos antepasados muertos, descansaban en los cementerios de Santa Isabel, Bata o en cualquier otro bonito y cuidado cementerio guineano, bisabuelos, abuelos y padres que habían llegado a aquellas tierras a principios del siglo XX e incluso el XIX.
Se desgarraron historias personales, vivencias, estructuras familiares, raíces vitales y se produjo una diáspora humana cuyas secuelas aún no han terminado.
En Guinea había una sociedad civil organizada y una comunidad viva como en cualquier otra provincia española.
Había institutos de enseñanza media públicos, colegios y toda la infraestructura de servicios, propia de una ciudad media de provincia en aquellos años.
Cuando la situación se agravó en febrero y marzo de 1969, las familias en principio se refugiaron en las casas respetando el toque de queda impuesto por Macias desde las seis de la tarde.
La embajada española y el embajador D. Emilio Pan de Soraluce, máximas y únicas autoridades españolas en el territorio en ese momento, demostraron su falta absoluta de capacidad de salvaguardia hacia los españoles y un des-interés completo por sus vidas.
Que fuera en el mejor de los casos, obedeciendo órdenes, no me parece un eximente ante una situación de tal envergadura.
Durante los meses de febrero y marzo de 1969, se produjo por tanto un auténtico y caótico éxodo de familias españolas, que tuvieron que ingeniárselas para abandonar el territorio por sus propios medios, en unas jornadas de terror e inseguridad, en las cuales el gobierno español mantuvo una absoluta pasividad, incluyendo la orden nunca escrita a las fuerzas de la Guardia Civil allí todavía destacadas, de no intervenir.
Vergonzosamente para el Estado español, la única intervención de las mismas oficialmente permitida en Guinea, fue el acordonamiento de la carretera al aeropuerto de Bata cuando personal de la embajada abandonó el territorio guineano y para su protección, acordonamiento que se iba cerrando a medida que la comitiva pasaba, y que finalizó con el repliegue definitivo a los cuarteles una vez consumada la huida, dejando a la población absolutamente indefensa y a las fuerzas de seguridad, con la reiterada orden de no intervenir bajo ningún concepto.

Las familias tienen que huir a veces con lo puesto y abandonando sus casas, propiedades, enseres, y dejando atrás una vida entera de esfuerzos, afectos, amigos, seres queridos enterrados allí y experiencias vitales.
Los cuarteles de la Guardia Civil de Bata y Santa Isabel, se convierten en Numancias del siglo XX en las que se refugian las familias para resguardarse del terror.
La Guardia Civil, cumpliendo órdenes cobardes y muy a su pesar, se limita a defender los cuarteles y dar cobijo a madres, padres y niños, que no pueden hacer otra cosa para salvar sus vidas, gracias a ella, el terror no desembocó en una masacre a pesar de todo.
La Guardia Civil se limita a defender el cuartel de los merodeadores en el exterior y a la difícil tarea de conseguir alimentos para la gran cantidad de refugiados que se hacinan en su interior.
Tarea nada fácil por cierto.
Hay quien dice que Macias tomó medidas en un momento dado, para estrangular el suministro de víveres al cuartel de Santa Isabel.
Hay quien dice también, que un día, un comando español se personó por sorpresa en el palacio del gobierno, llegó hasta el despacho de Macias sin mayores problemas y encañonándole le dieron un ultimátum.
“Si no da la orden de suspender el bloqueo de entrada de víveres, es hombre muerto”.
Nunca más volvió a haber problemas de suministro de víveres.
No hubo necesidad de disparar un solo tiro, el respeto (miedo) profundo de las “juventudes” de Macias que promovían los altercados, hacia la Guardia Civil, era más que suficiente para ahuyentarlos al menor amago de fuerza.
Hay muchas historias de dolor y de tragedia para familias guineanas, sirvan algunas de muestra.

Bata
(¿Importa el color?)
Una, se refiere a una familia numerosa.
El padre, insigne guineano y español, es torturado por Francisco Macias de la forma más vil y sanguinaria imaginable.
Cuando al fin es atendido y aliviado por un médico español en el hospital, sus muchas heridas están gangrenadas y tiene delirios por la fiebre, su estado es terminal.
Finalmente, ya agónico en la camilla del hospital y custodiado dentro de la habitación por jóvenes armados de las “juventudes” de Macias, encuentra fuerzas para incorporar el tronco, preguntar en su delirio, “donde está la Guardia Civil” y gritar: ¡VIVA GUINEA!
El médico tiene que intervenir para evitar que le golpeen.
Consigue incorporarse y repetir la exclamación alguna vez más, hasta que muere.
Mientras tanto, las fuerzas armadas españolas permanecen sitiadas en su cuartel, siguiendo órdenes de no intervenir, emanadas “de quien corresponda”.
Supongo también que mientras tanto, Carrero Blanco pensaba en comulgar al día siguiente en su diaria misa en la Calle Claudio Coello, del embajador de España en Guinea y F. M. Castiella, no tengo idea de sus impresiones en ese momento.

Familias que consiguen la evacuación de sus hijos y esposas, mientras el padre decide a pesar de todo permanecer allí, intentando salvar algo de su patrimonio en última instancia y mantener la débil esperanza de que la situación cambie.
Hay muchas historias

Santa Isabel
A. F. P. (¿importa el color?)
Es propietario de un comercio entre el muy considerable patrimonio ganado con el sudor de su frente y la de varias generaciones de su familia, le avisan una mañana urgentemente de que le están buscando.
Se dirige apresuradamente al aeropuerto y consigue embarcar de milagro.
El resto de su familia, había salido un mes antes de allí afortunadamente.
Lo único que consigue llevarse para empezar de cero en Madrid y con ocho hijos que sacar adelante de entre 3 y 17 años, son algunos relojes Rolex de su tienda, disimulados bajo su sahariana en ambos brazos.
A las dos horas de despegar su avión, las “juventudes de Macias” entran en su comercio y al no encontrarle, saquean y destrozan todo el interior del local.
La situación en Bata es peor si cabe, ya que Iberia no puede usar el aeropuerto y por tanto la evacuación se produce por barco, agravada por helecho de que allí no había puerto y por tanto el barco ha de tomarse abordando los botes salvavidas del “Ciudad de Pamplona” desde el espigón en tierra.
Las escenas son aterradoras.

Bata
Bima Martí (¿importa el color?)
Este español, como tantos otros, tiene que pensar en salvar su vida y la de su familia.
En Bata la evacuación es mas trabajosa, porque además de la dificultad añadida de ser por barco, el territorio es muy superior en extensión y las distancias a recorrer por algunas familias son considerables y el trayecto por tanto mas peligroso.
Desde una remota finca en el interior, este hombre navega por el rió con enseres, su esposa embarazada de tres meses y trabajadores negros de la finca que huían también de una muerte cierta. Van en una barcaza por el centro de un gran río.
Desde la lejana orilla del ancho río, le dan el alto, se produce una situación de pánico, confusión, y la barcaza no puede detenerse instantáneamente.
Disparan desde la orilla y fatalmente le alcanzan y muere.
Deja una hija huérfana aún no nacida y viuda.

Santa Isabel
R.A.(¿importa el color?)
R.A. estuvo al frente del servicio de Correos durante muchos años.
La mayor parte de los empleados de correos en Fernando Poo, eran de la etnia bubi.
Una mañana, unos cuantos Land Rover atestados de “juventudes de Macias”, posiblemente ebrios, irrumpen el vestíbulo del edificio de Correos y pretenden maltratar y llevarse detenidos a los empleados bubis.
A. sale en defensa de sus empleados de “toda la vida” e intenta calmar la situación.
Le asaltan, agraden, le descalzan y le arrastran con uno de los Land Rover, por las calles de Santa Isabel, que estaban recién asfaltadas y con gravilla en la superficie.
Pudo ser evacuado ese mismo día y volver a España con heridas y desgarros en los pies y en el resto del cuerpo, además de con la vida destrozada anímica y moralmente.

Supongo que ese día también debió comulgar Carrero Blanco en Madrid, lo que hacían o pensaban mientras Pan de Soraluce y Castiella, lo desconozco y no es relevante plantear una suposición.

Para ser justos hay que decir, que el número de víctimas blancas en estos episodios trágicos es muy reducido a tenor de la situación de anarquía y confusión reinantes.
Son producto, más de una situación de caos y desorden, que de una intención premeditada.
Los objetivos de Macias eran, dar rienda suelta a su ira enfermiza, a su venganza por el desinterés de España por sus problemas y hacer demostración de su poder asesinando a sus supuestos enemigos políticos, y esos eran en general de raza negra.
También en parte fue una reacción a su propio pánico personal.

El día 31 de Marzo de 1969, sale el último vuelo de Iberia del aeropuerto de Santa Isabel, en el que consigue salir entre otros, mi padre.
Gracias exclusivamente a la providencia y al destino.

Todos estos episodios son reales y la diáspora no había hecho más que empezar.
Salvo las familias de funcionarios, que tenían asegurado un puesto de trabajo “en la península”, la mayoría de ellas tuvieron que comenzar de nuevo sus vidas desde cero y superar un trauma material y moral cuyas consecuencias fueron en demasiados casos una tragedia añadida.
A la llegada a España, tuvieron que alojarse, repartidos en casas de familiares, sin enseres, sin ropa, sin medios materiales ni económicos, en muchos casos también sin casa propia, ni trabajo.
Asumir un drama íntimo y familiar de ese calibre para seguir adelante, no fue fácil en términos generales.
Hay numerosos testimonios de que muchos padres de familia no fueron capaces de superarlo y en breve periodo de tiempo sufrierondepresiones, la enfermedad y finalmente la muerte.
Aún superándolo y dependiendo de los casos, el trauma psicológico que supuso aquella tragedia, marcó la vida de familias completas en una inmensa mayoría.
Sin llegar a los extremos mencionados, son innumerables los testimonios a día de hoy, de familias cuyos padres tuvieron una muerte natural pero prematura y que nunca pudieron superar el hecho de ser arrancados de cuajo de su tierra y dejar atrás toda una vida de trabajo, dedicación y experiencia vital.
Muchas veces a unas edades, en las que un nuevo comienzo no era vital ni emocionalmente viable.
A día de hoy, la administración española no ha hecho el menor gesto de reconocimiento público de aquellos hechos, admisión de responsabilidades, ni colaborado a resarcir en ningún aspecto las penalidades sufridas, ni los perjuicios de toda índole causados a un alto número de familias españolas.
Aunque eso no sorprende a nadie, en eso y tristemente en algunas cosas más, hay poca diferencia entre la España de los sesenta y esta, salvo en apariencias y fanfarrias.

JEP


Y es por estas y otras muchas cosas, como tener desinformadas a las familias desgarradas y separadas, que tenían que ir de peregrinación a Barajas todas las semanas, para saber si su padre había sido asesinado o no, por las que me importan un bledo las disquisiciones mentales de esta panda de sexagenarios, a saber:

Castiella
Carrero Blanco
Pan de Soraluce (Mr. ¿Florindo Mbá?)
Garcia Trevijano
Paesa
Fraga Iribarne

Y algún otro que con toda justicia olvido

No me parecen mejores que:

Francisco Macias Nguema Mbasogo

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vicente gozalves...
mensaje Sep 1 2006, 11:01 AM
Publicado: #27





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De: san juan de alicante(alicante)
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He leido tú articulo de la decolonizacion de Guinea,me ha hecho hasta llorar un poco.Mi padre estaba en Bata con mi madre y hermanos,salieron con lo puesto.Empezó de nuevo pero ya con 58 años,después de haber estado mas de 30 años en Guinea.España nunca se ha acordado de nosotros.En cambio cuando se cerro la Veja de Gibraltar a todos los españoles que salieron de alli,les dió empleo en Servicios del Estado,cómo celadores,auxiliares limpiadores etc, en la Segdad. Social.
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CELANOVA
mensaje Oct 29 2007, 08:26 PM
Publicado: #28





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CITA(Vértigo @ Jun 6 2006, 01:04 PM) *
Estoy estudiando la descolonización de Guinea.Me parece muy interesante la polémica entre Herrero de Miñón y García Trevijano. He encontrado algunos artículos que espero sean vuestro interés.

CITA
La Conferencia Constitucional y la independencia de Guinea Ecuatorial en las "Memorias de estío" de Miguel Herrero de Miñón (*).



  "En enero de 1968 terminaba los estudios de filosofía en Lovaina cuando, a través de la embajada española en Bruselas, recibí el recado de ponerme en comunicación con el ministro de Asuntos Exteriores. Castiella me pidió que volviese inmediatamente a Madrid a fin de asesorar la preparación y celebración de la segunda fase de la Conferencia Constitucional para la independencia de Guinea Ecuatorial. Su jefe de gabinete, Marcelino Oreja, le había hablado de mis investigaciones sobre el derecho constitucional de la descolonización. Así lo hice el 21 de febrero de 1968, tras despedirme apresuradamente de mis asombrados maestros Antoine Vergote y Alphonse de Waelhens, reacios a comprender aquel rápido paso de la fenomenología a la política.

  Conocía a Castiella como amigo que era de mi padre; en varios encuentros veraniegos, había tenido ocasión de charlar con él o, más bien, de escucharle; y con Marcelino Oreja tenía una buena relación que los años han transformado en respeto mutuo y amistad. Pero es claro que nunca había visto trabajar a un equipo ministerial como aquél y en el que se integraban personas de diversa valía y talante. Sin duda se puede discrepar de muchos aspectos de la política exterior de Castiella y el juicio, atendiendo a los resultados, no puede ser optimista. Pero es preciso reconocer que, merced a una tenacidad ejemplar, puesta al servicio de una altísima idea de la dignidad del Estado y de su servicio en el exterior, el ministro y su equipo consiguieron dar a luz una concepción del interés nacional todavía vigente y crear en nuestra carrera diplomática una escuela de pensamiento.

  El proyecto de Castiella, tal como, una noche de aquel mes de febrero, me lo expuso en su despacho de Santa Cruz, no carecía de cierta grandeza e indudable viabilidad, aunque hubiera requerido una política interior muy diferente. Se trataba, según el ministro, de conducir rápidamente hasta la independencia a Guinea Ecuatorial primero y al Sahara después, y establecer con ellos íntimos lazos de cooperación de modo que, asumiendo un coste económico no pequeño, España pudiera, en gran medida, determinar su política exterior. Con ello, el político bilbaíno confiaba en obtener tres objetivos: dos votos más para España en las Naciones Unidas, importante baza a jugar en contenciosos presentes y futuros; contrapesar desde el Sur las apetencias marroquíes, estableciendo una alianza entre el futuro Sahara, vinculado a España, y Mauritania, y, en fin, no sólo dar muestras de buena voluntad hacia el Tercer Mundo, sino conseguir dos vías de entendimiento con él. Sin duda el problema de Gibraltar, que ya entonces obsesionaba a Castiella, pesaba mucho en este diseño estratégico y no dejó, a mi juicio, de contribuir a su frustración. Pero si estas bazas se pensaban jugar indudablemente en pro de la reivindicación española, su alcance se pretendía mucho más permanente.

  Desde mi llegada hasta mediados de abril estuve dedicado a preparar, a más de la fórmula de acceso a la independencia (1), dos extremos claves.

  Ante todo, la elaboración de un anteproyecto de constitución donde tuve ocasión de aprovechar materiales recopilados y utilizados en las investigaciones anteriores ya mencionadas. Recuerdo que con la ayuda de hombres de buen criterio como Oreja, Cañadas y Moro conseguí descartar las peores opciones, entre otras la de exportar las instituciones del régimen español, y establecer, como postura de reserva, un texto muy simple. Sin otra parte dogmática que la Declaración Universal de Derechos del Hombre; un sistema de gobierno neoparlamentario de ejecutivo prácticamente monocrático, equilibrado por un vicepresidente del Gobierno sin específicas competencias; un gabinete dependiente del presidente; y una estructura regional con competencias autonómicas amplias y tasadas y una participación en el Gobierno, como ministros sin cartera, de los dos presidentes regionales.

  El segundo extremo, ya planteado al elaborarse la Constitución, era el sistema electoral y que, según el criterio del Gobierno, debía consignarse en una Ley Electoral a elaborar en la propia Conferencia.

  Mis conocimientos en la materia no eran grandes y comprobé que los de los supuestos expertos que se movían en torno de aquella tarea eran todavía menores que los míos. Yo conocía desde hacía años, por razones familiares y académicas, a un diplomático excepcionalmente inteligente y que había dedicado mucho tiempo y energía al estudio de los sistemas electorales, Francisco Condomines. Reclamé su venida en comisión de servicios y colaboramos íntimamente durante varios meses hasta el final de la Conferencia Constitucional.

  Condomines me convenció de las ventajas del sistema proporcional para afrontar una situación como aquélla. Yo estaba bajo la influencia de las tesis de Duverger y de Rae (2), según las cuales, mientras el sistema electoral mayoritario simple conduce al bipartidismo, el sistema proporcional fomenta la proliferación de partidos y evita las mayorías absolutas. Ahora bien, Condomines me demostró que lo primero conducía al partido único si el sistema mayoritario era de lista nacional y aun provincial, y que la alternativa no podía ser otra que los distritos uninominales, muy convenientes cuando ya existía un sistema de partidos, pero que, en caso contrario, atomizarían la representación, eliminando cualquier gran fuerza política y dando el poder a los notables locales. Por otra parte, el sistema proporcional permitía la representación de diversas minorías territoriales o étnicas, sin necesidad de acudir a la tosca fórmula de reserva de escaños, y si se exigía listas electorales completas, cerradas y bloqueadas, simplificaba extraordinariamente el escrutinio y fortalecía la estructura de los partidos.

  Todo eso nos parecía deseable para Guinea y así lo hicimos aceptar por la parte española. Pero esta opción que, al final, fue fútil en Guinea Ecuatorial resultó trascendental, y sus consecuencias llegan a la vigente Constitución y legislación electoral española, como explicaré en capítulos posteriores.

  Los instrumentos legales de la independencia estaban ya preparados y los borradores constitucional y electoral listos. Yo trabajaba en un despachito del palacio de Santa Cruz redactando una nota informativa final, cuando la puerta se abrió, con cierta violencia, y entró en mi cubil el ministro Castiella seguido a respetuosa distancia por Marcelino Oreja. Dejé de teclear y me levanté. «No soy Napoleón», dijo Castiella, y yo lo confirmé, como hubiera hecho un personaje de Wodehouse: «No, señor ministro; no lo es.» «Pero como Napoleón», continuó nuestro canciller, «condecoro a mis hombres en el campo de batalla». Abrió un estuche. Me prendió en el pecho la encomienda de número del Mérito Civil, alegando mi juventud para no darme la Gran Cruz. Me rogó continuara trabajando durante la fase de la Conferencia Constitucional que comenzaba días después. Me abrazó y se fue dejando que Oreja me felicitase y entregase un sobre con cincuenta mil pesetas.

  Para mí, aquel episodio, por minúsculo que sea, retrataba bien a Castiella y a muchos hombres de su generación. La indudable experiencia se diluía en exceso de ingenuidad. El sentimiento de la grandeza de la propia función se realzaba por una dosis de modestia que hoy es inimaginable. No creo que Castiella se sintiera importante de suyo ni por ser ministro, sino por la alta función que quería y creía ejercer.

*  *  *

  La segunda fase de la Conferencia Constitucional comenzó, formalmente, el 17 de abril con un discurso solemne de Castiella y, de hecho, en dos sesiones de mañana y tarde el día 19 del mismo mes. La mesa la constituían Sedó, en representación del ministro, Mañueco y Cañadas; la delegación española se componía de representantes ministeriales, entre los que destacaba, por vocación y dedicación, un jurista excelente, Marcelino Cabanas, los militares, siempre racionales, y el ya prometedor político Rodolfo Martín Villa, escindido entre su fidelidad a López Bravo, del que era director general, y su comprensión y simpatía hacia la política aperturista de Castiella. La delegación guineana agrupaba a representantes de las instituciones de autogobierno, organizadas desde 1963, y de las fuerzas políticas de hecho existentes. Condomines y yo asistimos desde la tarde del día 19 de abril hasta el 27 de mayo, en calidad de Comité Técnico.

  Pese a su alto nivel económico de entonces sobre la media africana, la situación de Guinea no era muy alentadora. Las instituciones de gobierno estaban desprestigiadas y sus dirigentes tachados de colaboracionistas (v. gr. el presidente Ondo Edu). Existía un movimiento nacionalista de organización prometedora e implantación global, con un programa occidentalizador y unos dirigentes y cuadros aceptables (el MONALIGE, con Atanasio Ndongo y Saturnino Ibongo a la cabeza). Había movimientos personalistas y oportunistas de todo tipo (agrupados en el MUNGE) y pseudoorganizaciones étnicas múltiples. La minoría más importante eran los bubis, autóctonos de Fernando Poo y temerosos de la mayoría pamwe del continente. Y todo ello, claro está, envuelto en una humanidad lamentable, siempre dispuesta a la corrupción y al charloteo, en la que palpitaba dramáticamente el tránsito entre la magia y la ciencia, la tribu y el partido, el oficio tradicional y la profesión occidental. Pero habituado como estaba, desde la elaboración de mi tesis doctoral, a leer-los discursos de Lumumba, no tuve por qué extrañarme demasiado de los de Macías, y si había admirado a un dogmático como Julius Nyerere, no podía dejar de hacerlo con un pragmático como Ndongo.

  Por parte española la situación no era menos compleja. En el Gobierno ya había quedado claro que España no tenía interés político, económico o estratégico alguno en permanecer en Guinea Ecuatorial. Pero sí había dos posiciones contrapuestas en el proceso descolonizador. Por un lado la de Castiella y, por sintonía con él, los ministros que pudieran ser considerados como aperturistas, inclinados a jugar la carta descolonizadora como baza, modesta pero eficaz, de transformación del régimen. En lo exterior para realinearlo en la esfera de las relaciones internacionales; en lo interior para predicar las ventajas del sufragio universal .y de los partidos políticos. En todo caso, para jugar el éxito del proceso como carta de prestigio personal en una sucesión, cuya apertura parecía cada vez más próxima. De otro lado y por razones exactamente opuestas, el almirante Carrero y su entorno, de cuyo Ministerio de la Presidencia dependía la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas.

  En este panorama incidían las fuerzas de terceros tanto interiores como exteriores. Aunque Guinea era una carga económica para el Estado, los madereros de Río Muni y los cultivadores españoles de café y cacao en Fernando Poo obtenían notables ventajas de la situación colonial y no regatearon esfuerzos para dificultar la descolonización primero y obtener, cuando ésta ya era irreversible, la secesión de Fernando Poo. A este primer factor de perturbación hay que añadir la intervención de ciertos sectores de oposición al régimen que, en connivencia con los más ultramontanos de éste, trataron de frustrar, no tanto el proceso, como el éxito gubernamental en la conducción del mismo. Por último, yo nunca descarté que algún servicio especial de los países con los que la política de Castiella había creado tensiones innecesarias e imprudentes explotara la situación para desacreditarlo y provocar la crisis, como ocurrió meses después.

  Todos estos elementos gravitaban en torno a la Presidencia del Gobierno como polo opuesto al palacio de Santa Cruz. Personajes cercanos al almirante Carrero tenían conexiones varias, sea con los madereros o con ciertos supuestos elementos de la oposición democrática. Más adelante mencionaré al notario García Trevijano y su intervención en estas cuestiones. Baste ahora relatar un episodio paradigmático.

  Carrero y Castiella no se hablaban, y menos sobre problemas como el de Guinea, en el que mantenían actitudes dispares. Sus relaciones, al menos las que yo conocí, eran por intermediario. Y una tarde de mayo de 1968, Francisco Condomines y yo mismo fuimos al despacho del primero para plantearle, por encargo del segundo, problemas surgidos en el curso de la Conferencia. En un momento dado y poniendo por delante nombres concretos, dije: «Señor vicepresidente, en el círculo de esta casa existen personas que, bajo la protección de V. E., realizan una contrapolítica que podría calificarse perfectamente de traición y que yo considero de lesa patria.» El almirante se demudó y, probablemente, yo también al repensar lo que acababa de decir. « ¿Tiene usted pruebas de lo que afirma?», me preguntó Carrero. «Sí, señor vicepresidente, las tengo y, además, plenamente documentadas.» Yo jugaba de farol a todas luces; pero el vicepresidente del Gobierno hizo un gesto ambiguo con los brazos y espetó: «Usted es muy joven, Herrero. Póngase en la piel de los demás y comprenderá.» Es claro que comprendí.

  La presión de los colonos españoles era especialmente intensa en cuanto al futuro de Fernando Poo se refería. Y efectivamente no faltaban argumentos para apoyar la separación de la isla del resto de Guinea y constituirla, de una u otra manera, en lo que, una información interesada del prestigioso Le Monde, tituló «La Canaria más al Sur». No faltó quien propusiera, ya en 1961, la proclamación del gobernador general español como rey de los bubis y, en pleno proceso de independencia, se pretendió formalmente la vinculación de la isla con España a través de la unión personal en un mismo jefe de Estado.

  Sin embargo, cuando yo llegué a ocuparme de la cuestión, aunque tales posibilidades no dejaban de plantearse por bubis, terratenientes españoles y algunos funcionarios supuestamente bien intencionados, me parecieron siempre de mayor peso los argumentos en pro de la independencia de Guinea como una sola unidad política. Así lo anunció Castiella al inaugurar la segunda fase de la Conferencia Constitucional y serví tal opción con plena convicción de que era la más conveniente a nuestros intereses nacionales.

  Las razones para ello eran varias: Los múltiples actos propios de España y las reiteradas exigencias de la ONU en línea con el respeto a las fronteras coloniales proclamado por la OUA desde 1963, como nueva versión del «uti possidetis». El coste económico que para España tenía la isla y aún lo tendría mayor por sí sola. Los problemas de su defensa militar y el hecho de que la mayoría de la población fuera nigeriana merced a los inmigrantes braceros —cuarenta mil oficialmente, setenta mil en realidad—, que la indolencia de los quince mil bubis y la voracidad de los colonos habían traído a la isla.

  El segundo de los factores de perturbación más atrás señalados lo personificó el señor García Trevijano, exótico personaje que años después consiguió romper con izquierdas y derechas, rupturistas, reformistas e inmovilistas, en los años de la transición. El citado individuo se reunió a partir del 24 de abril con los delegados continentales y, con el apoyo técnico del, después catedrático, don Jorge de Esteban, inspiró la llamada propuesta constitucional «de los veintitrés», destinada a provocar la reacción separatista de los isleños, a potenciar el liderazgo del tristemente célebre Francisco Macías y, en último término, a frustrar el proyecto de Castiella de independencia pacífica y cooperación con España. No sé si es casual que, simultáneamente a las intrigas de García Trevijano, gentes cercanas a Calvo Serer hicieron intentos vanos de atraer en la misma dirección al joven Saturnino Ibongo, la más firme promesa del nacionalismo guineano y hombre de confianza de Ndongo.

  Condomines y yo conocíamos, día a día, tales operaciones e informamos puntualmente a Castiella. Cuando pienso que nuestros adversarios consiguieron torpedear el feliz desenlace de la Conferencia, el 30 de abril, mediante un donativo de 160.000 pesetas hecho al MUNGE —el recibo lo firmó Francisco Salomé Jones— y el compromiso de llegar hasta 500.000 o que José Antonio Nováis conseguía alguna ayuda económica para el propio Macías, no comprendo cómo el Ministerio no utilizó las mismas armas, con calibre mayor y definitivo.

  Meses después, y esto enlaza con el último factor de perturbación más atrás anunciado, se decidieron las elecciones guineanas en favor del candidato Macías mediante la aportación de cinco millones de pesetas, cuyo origen extranjero, del que entonces se habló mucho, ni puedo probarlo ni lo dudo por un momento. La filatelia, en todo caso, compensó sobradamente el gasto electoral.

  El día 19 de abril de 1968 presenté, en lo que creo fue la primera intervención política de mi vida, los puntos básicos de una Constitución para Guinea. Pese a las desconfianzas iniciales, fueron tan entusiásticamente aceptados por los africanos que, a su iniciativa, se nos encargó a Condomines y a mí tomar contacto con delegados de Fernando Poo y Río Muni, primero en conjunto, después separadamente, más tarde juntos de nuevo, hasta formular un proyecto de Constitución que la parte guineana pudiera presentar como propio a la Conferencia.

  Así se hizo, si bien ya en esta fase, fines del mes de abril, una minoría de entre los minoritarios bubis boicoteó el proceso y exigió la independencia separada de la isla, a raíz de una reunión del Comité del Cacao y una cena celebrada el día 25 por sus dirigentes y los señores Watson, Maho, Bosio y Copariate.

  Con todo ello nuestro trabajo avanzó, y a comienzos de mayo existía un borrador de Constitución acordado por la inmensa mayoría de la delegación africana y del que yo era redactor. Se trataba de la elaboración de los puntos por mí expuestos el 19 de abril, resumen, a su vez, del anteproyecto preparado semanas antes y al que ya he hecho referencia.

  Fue entonces cuando se produjo la intervención de García Trevijano, más atrás mencionada. Los técnicos, como se nos llamaba, incluso oficialmente, a Condomines y a mí, conseguimos el 10 de mayo desacreditar plenamente el proyecto «de los veintitrés», con rotundidad que hirió profundamente a García Trevijano, pero que apartó de su férula a la mayoría de los guineanos. El frente se desplazó entonces de lo constitucional a lo político y las fuerzas empeñadas en frustrar el intento de Castiella consiguieron su objetivo. Meses más tarde, Gabriel Cañadas me escribió desde Nueva York con motivo del asesinato de Ndongo por orden dé Macías, lamentándose que nuestra mano hubiera sido demasiado corta para llevar a buen término la empresa en que tanto Castiella, la mayor parte de su equipo, y yo mismo estábamos empeñados.

  En efecto, más allá de la decisión en pro de la descolonización que ya pocos o nadie ponían en duda y de su articulación constitucional, era preciso saber a quién se daba la independencia. Así se había planteado en las menos malas experiencias descolonizadoras y así lo planteé al ministro en informe de 1 de mayo.

  A mi juicio lo inteligente hubiera sido apoyar al nacionalismo de MONALIGE y a sus coaligados naturales, los «fernandinos» de la isla. Las únicas fuerzas políticas con cuadros aceptables, como revelan los nombres de Wilwardo Jones, King, Morgades, Grange, Balboa, Ndongo e Ibongo, con muchos de los cuales hice sincera amistad. Más aún, Condomines y yo nos reunimos por encargo de Castiella con la plana mayor de MONALIGE el 8 de mayo y pactamos una eventual colaboración española con dicho partido a la hora de la campaña electoral, a cambio de una actitud favorable del futuro Gobierno en la cooperación con la exmetrópoli, la salvaguarda de los intereses españoles en Guinea y la línea internacional del nuevo Estado.

  Sin embargo, los plantadores españoles jamás entendieron que su mejor garantía era, una vez decidida la descolonización, entenderse con el nacionalismo, como los franceses habían hecho en Senegal y los británicos en Kenia. Traté de explicárselo a alguno de ellos, por ejemplo a Portabella, y se me rieron en las barbas alegando su confianza en las disensiones tribales que impedirían la estabilidad del gobierno nacionalista, en el prestigio del presidente autonómico Ondo Edu y en las gestiones de la, todavía, en Guinea, omnipotente Presidencia del Gobierno.

  En este departamento las fobias ideológicas del almirante Carrero y de su entorno indujeron a una opción radical contra MONALIGE y en favor de Ondo Edu y de la extraña agrupación de personas y grupúsculos locales y étnicos que era el Movimiento de Unión Nacional (MUNGE). Todo ello llevó a una radicalización en la oposición entre isleños y continentales que, en colaboración con los nacionalistas, habíamos estado a punto de superar y al creciente protagonismo de Francisco Macías, a todas luces un psicópata desalmado, como después la población guineana tuvo ocasión de comprobar.

  El resultado de este deterioro político fue un empantanamiento de la tarea constitucional. La elaboración de un texto desastroso, algunos de cuyos mayores dislates yo conseguí corregir mediante apelación directa a Castiella a mediados de junio, pero que sustancialmente fue sometido a referéndum el día 11 de agosto de 1968. Y, lo que es peor, unas elecciones en las que España no fue neutral, sino pasiva, y algunos españoles, beligerantes.

  Se enfrentaron el candidato oficial apoyado por Presidencia y los intereses madereros, Bonifacio Ondo Edu, Francisco Macías como candidato de una coalición entre MUNGE, el viejo IPGE y una fracción disidente de MONALIGE, y el propio MONALIGE con Atanasio Ndongo a la cabeza. Los dos candidatos más votados el día 22 de septiembre fueron Macías y Ondo y, siguiendo una peligrosa política de catástrofe, Ndongo dio al primero sus votos en una segunda vuelta el día 29 del mismo mes. Macías fue proclamado presidente ante la sorpresa de los españoles todos, gobernantes y colonos.

  La influencia de Trevijano en Guinea fue a continuación decisiva, y la ejecución de la política española, desastrosa. Al decir de mis amigos, nuestra representación pasaba del protocolo de escuela a la política del cañonero, y nuestros representantes en Naciones Unidas no se dignaban prestar su coche en día de lluvia al nuevo delegado guineano, al que, sin embargo, entregaban abiertos los despachos que recibía vía Madrid. La crisis con España estalló en enero de 1969. Yo estuve plenamente apartado de los últimos trámites del proceso de independencia y solamente en enero de 1969 volví a tener noticias directas de Ndongo e Ibongo. El día 30 de enero me citaron en su hotel, el Palace, para pedirme un asesor jurídico que se trasladara con ellos a Guinea, función para la cual propuse a mi buen amigo Julio González Campos, después magistrado del tribunal Constitucional, quien aceptó encantado, pero, felizmente, no llegó a embarcarse en la aventura. Un mes después, en otra reunión secreta el día 28 de febrero, me comunicaron que proyectaban la incapacitación de Macías y la formación de un gobierno de salvación nacional. Para ello pidieron y obtuvieron mi colaboración y en mi casa se ajustaron proclamas y calendarios. Todo lo comuniqué, por una no sé si excesiva fidelidad funcionarial y, más aún, nacional, al ministro Castiella, a través de su jefe de gabinete Marcelino Oreja la tarde del mismo día 28. Lo demás es sabido. Macías, alertado, se recluyó en Bata. Incomprensiblemente, Ndongo, Ibongo y algún otro conjurado, en lugar de esperarle en Santa Isabel como habíamos acordado, fueron al continente tratando de detenerlo. Ndongo fue arrojado por el balcón y apaleado en la calle hasta morir. Ibongo y Balboa fueron asesinados en prisión. Guinea se hundió en sangre y oscuridad. Un relevante ministro del Gobierno comentó, feliz, que la crisis ya estaba hecha y el cese y sucesión de Castiella garantizados.

  (1) Cf. "Autoctonía constitucional y poder constituyente", Revista de Estudios Políticos 169-170, 1970, pags. 29 y ss.

  (2) Cf. "Nacionalismo y constitucionalismo", Tecnos, Madrid, 1971, páginas 234 y ss



  (*)  Miguel Herrero de Miñón (Madrid, 1940) participó como técnico en la Segunda Fase de la Conferencia Constitucional. En sus Memorias de estío, publicadas por Ediciones Temas de Hoy en 1993, dedica unas páginas (de la 28 a la 39) poco numerosas, pero muy interesantes, a los temas relacionados con aquella experiencia y con la política española del momento hacia Guinea Ecuatorial.

Fuente ASODEGE

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John Enki
mensaje Oct 30 2007, 10:59 PM
Publicado: #29


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HOY EN "EL PAIS" INTERNACIONAL:

Garzón abre diligencias por un delito de genocidio de Marruecos contra el Sáhara Occidental •
El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha ordenado este mediodía la apertura de diligencias previas por los delitos de genocidio y torturas contra ciudadanos saharauis cometidos presuntamente por altos cargos de la seguridad marroquí en los setenta y ochenta. Garzón admite así a trámite la querella interpuesta en septiembre de 2006 por asociaciones de defensa de los Derechos Humanos y familiares de presos y de desaparecidos saharauis.

Estas organizaciones han contabilizado por el momento un total de 542 desaparecidos y culpan a 31 altos cargos de la seguridad marroquí (algunos de ellos ya fallecidos), de detención ilegal, torturas y asesinatos.
Entre la treintena de denunciados se encuentra el ex ministro de Interior marroquí Dris Bsri y el ex jefe de la Dirección General de Estudios y Documentación y consejero especial del rey de Marruecos Yassine Mansouri. También figuran otros responsables policiales y militares, entre otros el general mayor de las Fuerzas Armadas Reales, Husni Ben Sliman.

Dos de los acusados fueron condecorados por el Gobierno español
Dos de los investigados por el juez Garzón fueron condecorados por el Gobierno español en enero de 2005. El consejo de ministros otorgó entonces, en vísperas de la visita de los Reyes a Marruecos, la Gran Cruz de Isabel la Católica a Hamidou Lanigri, director general de la Seguridad Nacional marroquí, y Housni Ben Sliman, general


Mi comentario, que extrañamente, la web de El País, no me deja insertar:
Me parece loable, fantástico y de derecho, pero:

EXISTE UN PAIS LLAMADO GUINEA ECUATORIAL.

ESTE TERITORIO, FUE PARTE DEL ESTADO ESPAÑOL DURANTE DOSCIENTOS AÑOS.

EN EL, DURANTE LOS SEIS MESES POSTERIORES A LA INDEPENDENCIA, SE PRODUJERON HECHOS CRIMINALES, TORTURAS, ASESINATOS Y DELITOS DE LESA HUMANIDAD, QUE DEJAN EN MANTILLAS A LOS SUCESOS DEL SAHARA.
CON EL AGRAVANTE DE ESTAR INVOLUCRADOS EN ELLOS, POR ACCION U OMISION, LOS REPRESENTANTES DEL ESTADO ESPAÑOL DE ENTONCES, A SABER:
EL GOBIERNO DEL GENERAL FRANCO EN PLENO.

A MI, ME GUSTARIA LEVANTARME UNA MAÑANA Y LEER EN LA PRENSA, QUE EL JUEZ GARZÓN, HA DECIDIDO ABRIR DILIGENCIAS PARA LA ACLARACION DE ESOS HECHOS ABOMINABLES, MAXIME CUANDO PRESUNTAMENTE EXISTEN UNAS RESPONSABILIDADES DIRECTAS DE NUESTRO ESTADO, REPRESENTADO EN ESOS DIAS, POR LOS MIEMBROS DEL GOBIERNO DE FRANCO.

POR CIERTO, TAMBIEN ME GUSTARIA, QUE LA LEY DE LA MEMORIA HISTORICA RECOGIERA EL SUPUESTO GUINEANO, COMO MERECEDOR DE LAS SATISFACCIONES QUE ESA LEY RESARCE A LAS VICTIMAS DEL OLVIDO HISTORICO, QUE TRATA DE RESCATAR.


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maribel escolar
mensaje Oct 31 2007, 12:48 PM
Publicado: #30


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A MI, ME GUSTARIA LEVANTARME UNA MAÑANA Y LEER EN LA PRENSA, QUE EL JUEZ GARZÓN, HA DECIDIDO ABRIR DILIGENCIAS PARA LA ACLARACION DE ESOS HECHOS ABOMINABLES, MAXIME CUANDO PRESUNTAMENTE EXISTEN UNAS RESPONSABILIDADES DIRECTAS DE NUESTRO ESTADO, REPRESENTADO EN ESOS DIAS, POR LOS MIEMBROS DEL GOBIERNO DE FRANCO.

POR CIERTO, TAMBIEN ME GUSTARIA, QUE LA LEY DE LA MEMORIA HISTORICA RECOGIERA EL SUPUESTO GUINEANO, COMO MERECEDOR DE LAS SATISFACCIONES QUE ESA LEY RESARCE A LAS VICTIMAS DEL OLVIDO HISTORICO, QUE TRATA DE RESCATAR.



A mí también, John Enki, a mi también wink.gif


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por Guinea



maribel
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