REQUIEN A LA OBJECCIÓN DE CONCIENCIA.
manolo pizarro, Mar 4 2009, 12:45 AM in PENSAMIENTOS
¿Existe el derecho a la objeción de conciencia? Verdaderamente tengo mis dudas en esta “democracia” española. Recuerdo los miles de objetores de conciencia a realizar el servicio militar, que por cierto, tras acumular cerca de 200.000 hizo que éste desapareciera. En principio siempre he considerado que es imposible construir la democracia, al menos concebida como una forma de vida, sin reconocer la libertad individual que tiene su primer y último fundamento en la libertad de conciencia. Sin esa libertad, sin esa inquietud por ser libre junto a otros, sin esa indeterminación que define a la sociedad democrática y que tiene su fundamento en el derecho a la objeción de conciencia, no es viable ningún Estado de Derecho.
En este sentido tras la paciente lectura de las 102 páginas de la sentencia del Supremo sobre el caso EpC, no cabe duda de que el puzzle a los jueces no les ha cuadrado demasiado bien. Redactar a gusto de opiniones tan contrapuestas debe de ser verdaderamente difícil. Y no desautorizar al Gobierno y adláteres en este caso y a la vez no hacer el ridículo jurídico no ha debido de ser sencillo. Por eso dicen algunas medias verdades sobre la intención de la materia y contenido de esta asignatura, como si desconocieran los Reales Decretos que regulan las enseñanzas mínimas y cuál es la pretensión de esta materia en Europa, que es citada extensamente en la sentencia, una vez más, la coartada europea para imponer sandeces particulares.
Asumo la posibilidad de que el alumno de hoy estudie la organización de la Unión Europea, los contenidos de las Convenciones Internacionales y los fundamentos de los principios y valores de nuestro sistema constitucional, tal y como se hace en Europa, pero el Estado no puede invadir la esfera de la privacidad y la intimidad tratando de "formar la conciencia moral", como señala explícitamente la LOE que es el objetivo de la materia, no puede interferir en la generación de sentimientos, y utilizar las actitudes, máxime, cuando unos y otros se introducen en el análisis del comportamiento familiar.
Al final de la lectura se me queda un regusto a que esta sentencia exhala por todas partes dictadura de conciencia, pero no me extraña con estos “demócratas” que tenemos en el poder. Dicen los "jueces" del Supremo que la Objeción de Conciencia no es un derecho. ¡Mentira!. Esta falsedad los descalifica para ejercer una profesión digna de otros hombres con más deontología y, sobre todo, con cierto desarrollo de su conciencia moral. Ya sé, ya sé, que estos funcionarios al servicio de Zejas desconocen por completo lo que lleva adentro la expresión "conciencia moral".
Pero aún así, el no reconocimiento de la libertad de conciencia en general, y la objeción de conciencia en particular, los descalifica para ejercer su profesión en un Estado democrático. Carecen de autoridad y legitimidad para decidir qué es un derecho o qué no lo es. La objeción de conciencia está muy por encima de este "tribunal" político al servicio de Zejas y de un Estado que impone tiránicamente "sentimientos de sociabilidad", sería, ahora como en la época del terror de la Revolución Francesa, las bases de una "ciudadanía" de boquilla.
La energía necesaria para desarrollar una democracia, o sea, la fuerza sobreabundante de los padres que han objetado por conciencia a la imposición del Estado sobre cuáles tienen que ser sus sentimientos, ha perdido una batalla. En todo caso, creo que el Derecho de Objeción de Conciencia sobrepasa a este tribunal. Y a este Gobierno. Los hombres que componen, hoy por hoy, estas "instituciones" no tienen capacidad para entender ese Derecho; es tan grande el ejercicio del mismo y ellos tan pequeños, intelectualmente hablando, que nunca lo entenderán. La desproporcionalidad entre el derecho y estos intérpretes a palos es tal, que estamos abocados a la tragedia. Este tribunal no ha actuado con conciencia judicial y democrática, sino como funcionarios serviles de un Estado, reitero, entre comillas “democrático.”
Que será de nuestros nietos contrymanes.
en TERMINA EL AÑO Y ALGO HEMOS PERDIDO.