CUANDO LOS GRILLOS CANTAN...
manolo pizarro, Apr 16 2009, 11:36 PM in PENSAMIENTOS
Los partidos políticos con representación parlamentaria deben renovar esta legislatura el Pacto de Toledo, firmado en 1995 y que establece las bases del sistema de pensiones español. Aunque se renovó en 2002, el Gobierno y el PP quieren modificarlo. Ronda ya un borrador donde se negocia rebajar la cuantía media de las mismas en un 30%, al ampliar a toda la vida laboral el cálculo de la prestación. ya que según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo, las pensiones de los que tienen menos de 50 años no parecen estar garantizadas.
Ayer miércoles, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, admitió este hecho y afirmó del riesgo que corre la Seguridad social de entrar en déficit ante el impacto de la crisis económica que se ha dejado sentir en las cuentas de este organismo. Considera que la estrategia para mantener la sostenibilidad del sistema público de pensiones pasa por unas finanzas saneadas que no se logrará ilimitando el aumento del déficit público en la situación actual. Una de las posibilidades que puso sobre la mesa de la Comisión del Pacto del Toledo, en el Congreso de los Diputados es la necesidad de reformar el sistema de protección para la vejez.
José Blanco se olvidó hoy jueves de que ya no es el vicesecretario general del PSOE y se atrevió a opinar sobre un tema que no le compete: la reforma del sistema de pensiones. En este sentido defendió la posibilidad de retrasar la edad de jubilación para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, porque "una persona con 65 años dispone de plenas posibilidades para hacer cosas y trabajar”.
Pues bien, tan sólo dos horas después, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, mostró su enfado por el análisis de Blanco y Férnandez Ordóñez, tras firmar el Acuerdo de Solución Extrajudicial de Conflictos (ASEC) con CCOO y UGT y las patronales.
Corbacho dijo que "discrepa radicalmente" con la tesis del ministro de Fomento y del gobernador del Banco de España, según informa Europa Press. Respecto al riesgo de que la Seguridad Social vaya a entrar en défícit este año y así el ministro de Trabajo fue más contundente en su ataque a Fernández Ordóñez. "No va a ser de ninguna de las maneras, me gustaría saber de donde saca que vamos a acabar con déficit", añadió el ministro, quien reprochó al gobernador del Banco de España la inseguridad e intranquilidad que pueden traer sus declaraciones a los más de ocho millones de pensionistas españoles.
Aprovechando la cobertura mediática que tenían, los líderes mantenidos por el contribuyente de CCOO y UGT también cargaron contra el análisis del máximo responsable del Banco de España y eso que a F. Ordóñez le pasa lo que a Solbes, conoce bien los agujeros que tiene nuestra economía y aún así, ya obedeció "la voz de su amo" cuando fueron inspeccionadas las Cajas de Ahorros. En particular el secretario general de UGT, Cándido Méndez, declaró que F. Ordóñez, al contrario que el presidente del Banco de Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, presenta "un exceso de locuacidad, vanidad personal y fanatismo ideológico" y consideró que el presidente del Gobierno, que fue el responsable de su nombramiento, debería "decirle algo" al respecto, pues "los golpes más fuertes a la credibilidad de la economía española están viniendo de una institución oficial como es el Banco de España". ¿Será ese el motivo por el que a Don Cándido no se le oye últimamente ni rechistar?
Me parece contryman, que en este asunto de las pensiones, se da lo contrario del refranero español, nos va hacer falta una buena manta cuando estos grillos cantan.
manolo pizarro, Apr 18 2009, 02:52 PM
manolo pizarro, Apr 20 2009, 11:18 PM
Las pensiones de la Seguridad Social no son pensiones, puesto que no se pagan gracias al rendimiento de ningún activo acumulado por los ciudadanos. La SS no puede quebrar porque está quebrada por definición, dado que carece de capital, también por definición. Las únicas pensiones dignas de tal nombre son las privadas. Las pensiones públicas se llaman muy apropiadamente "de reparto" porque el poder político reparte las cotizaciones en cada momento para pagar las pensiones de cada momento. La izquierda, asombrosamente, aplaude este sistema de usurpación del ahorro del pueblo, y lo llama "solidaridad intergeneracional". ¡Vaya tela!. Se trata de la típica solidaridad progresista, que requiere la violación de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores. La única "seguridad" de la SS es la coacción política.
Un seguro, en cambio, sí es seguro, puesto que los cotizantes son verdaderos propietarios de su dinero, que invertido en activos a largo plazo produce finalmente unos rendimientos en forma de pensiones, de los que sus beneficiarios son también propietarios. Una crisis económica no lo afecta crucialmente, porque esos rendimientos no dependen de unos pocos años sino de un largo período de inversión.
Pero este escenario de personas que invierten por su cuenta en un seguro, de mujeres y hombres libres dueños de su destino, es justo lo que los progresistas aborrecen. Seguro contrymanes.
¿Cómo se puede criticar algo que no se entiende? Pues sólo desde la osadía y el sectarismo ideológico. De hecho, después de todo ese popurrí incomprensible de cifras, la vicepresidenta quiso dejar claro la lapidaria conclusión de su alocución: "El Gobierno no dará ni un paso atrás en su aumento del sistema de protección social". Dado que Zapatero no tendrá que enfrentarse al desplome del sistema de pensiones, a corto plazo le resulta más rentable no reformarlas y no enemistarse con la extrema izquierda que necesita para sostener su Gobierno.
Sin embargo, el Gobierno silencia que su inmovilismo está abocando al sistema a la quiebra y por tanto su “supuesta” conciencia social está condenando a millones de jubilados a padecer una gran "desprotección social". Todo a cambio de un puñado de votos.
Aunque lo cierto es que lo realmente trágico no es que la quiebra de este fraude estatal termine por materializarse. En realidad, los políticos llevan décadas imponiéndonos un sistema de jubilación que aparte de estar condenado a la suspensión de pagos es mucho más ineficiente que sus alternativas privadas, a saber, los sistemas de capitalización. En estos sistemas son los propios trabajadores quienes, gracias a la inversión de sus ahorros, se pagan sus propias pensiones, cuyas cuantías son muy superiores a las públicas.
El colapso de la Seguridad Social, por consiguiente, sólo será la última estupidez de una deliberada política de empobrecimiento de la sociedad, que han conservado en España todos los Gobiernos de la democracia aun a sabiendas del perjuicio que estaban causando a la sociedad. Ojalá la cada vez más inexorable necesidad de modificar su desastroso modelo les sirva para reformarlo de verdad y en profundidad.
Ministerio de igualdad........bibliotecaria.