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manolo pizarro

LLEGA EL CROWDING OUT

Por lo que se avanza de las presentadas y aún no cerradas cuentas de todas las entidades financieras, relativas al primer trimestre, la tendencia es clara, a España ha llegado el crowding out. ¿Que qué es eso? Vayamos traduciendo, "crowd" de la palabra inglesa (populacho, multitud, gentío) y el término "out" salida o expulsión, ósea, limitación importante para las familias que son quienes ahora se quedan fuera del flujo crediticio.

En este sentido, por dar algunos datos, el crédito a las Administraciones Públicas concedido por el Banco Popular ha crecido un 144% respecto al primer trimestre del pasado año, hasta los 568,55 millones de euros, mientras que los créditos a “otros residentes” -es decir, familias y empresas- ha repuntado solo un 4,8%.
En el caso de Banesto, los préstamos al sector público se han disparado un 50,4%, hasta 1.268,31 millones de euros, frente al tímido repunte del 0,2% de los créditos concedidos al sector privado. BBVA, por su parte, ha elevado los préstamos a las Administraciones Públicas un 11%, mientras que los concedidos a familias y empresas se reducen un 1,2%.
En el caso del Grupo Santander, la inversión crediticia del sector público repunta un 37,6%, hasta 7.514 millones de euros, una tasa de crecimiento que contrasta con el 0,6% de subida de préstamos al sector privado.

Ni que decir tiene cuando presenten sus cuentas las Cajas, las más tardías, “Montes de Piedad” de las Administraciones Publicas Locales y Autonómicas.

Según los bancos y cajas, el hecho de que el grifo del crédito se haya cerrado tiene que ver con el deterioro de la solvencia de los agentes económicos, en particular las empresas y las familias, que tienen por delante duros años de ajuste. Es decir, que se pasa de un escenario en que no existía aversión al riesgo a otro en el que las entidades se han vuelto especialmente temerosas. De esta manera se intentar limitar el impacto de la morosidad. Pero en el caso del sector público (se incluyen a los partidos políticos) las garantías no son necesarias, ya que, en último término quienes devolverán esos créditos serán los currantes con sus impuestos.

En los últimos años han sido las familias y las empresas las que se han endeudado hasta las cejas para comprar bienes y servicios y el sector público se ha limitado a poner la mano para recoger impuestos. Ahora, la tendencia se invierte. Los datos que publica el Banco de España no dejan dudas sobre el alcance que ha tomado la restricción crediticia, que se está cebando con una especial virulencia en el caso de los hogares. Si el año pasado bancos y cajas prestaron a las familias 97.497 millones de euros adicionales a las deudas que ya tenían contraídas (917.571 millones de euros), en el último año la cantidad prestada por las entidades financieras se situó en tan sólo 38.534 millones. Es decir, bastante menos de la mitad que el año anterior. Las familias y las pymes parece tienen hasta que la crisis se arregle el grifo cerrado.

Un hecho que contrasta con los mensajes políticos que están lanzando todos los partidos. PSOE, PP, IU y las formaciones nacionalistas reclaman a bancos y cajas que den crédito a los hogares y a las pymes, pero, por debajo de la mesa, el sector público es el que se come y aumenta de forma desproporcionada los préstamos recibidos.

Créete contryman los que estos "pollos" con sus medidas tan "sociales" predican. hi.gif

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