CRONICAS DE UN VIAJE MAGICO, vuelta a nuestra verdad Opciones

[Invitado_GmA_*]

Jose Eduardo.

El perfil del MPOTO MOU MASÁ, felizmente, se ha podido vislumbrar hoy viernes a eso de las 17:30.

Ya lo sabes (sabéis), si este año no es posible realizar vuestra segunda expedición entonces que la del año que viene sea a partir de febrero. Allí estará él, esperándote.

[maribel escolar]

GmA, salúdale en nuestro nombre mañana, dile que hemos vuelto y se nos ha ocultado para mantener el misterio y sembrar la vuelta... dile que todos los que aquí estamos recordamos su perfil... y tú cuídade a su lado :ph34r:
Escribir, escribiremos....cuando el torbellino cese y lo expresado vaya más allá de tópicos...
todos nos hubieramos sentido igual dadas las mismas condiciones, que han sido óptimas... el país existe al margen de nosotros y nuestros ojos, la realidad y el recuerdo se han dado la mano amistosamente...amorosamente...la naturaleza te devuelve mucho más de lo que crees...
GmA, besos mil

[Jose Eduardo Pad...]

GmA

Después de estos dias pasados entre otras en tu compañia, está claro que nada es producto de la casualidad.
Por tanto Mpoto Mou Masá tendrá sus razones para haber estado oculto a la vista de nuestros ojos, su sabiduria se me escapa pero la tengo por segura.
Es en cualquier caso un buen motivo para volver, tal vez he ahí su razón.
Gracias por la noticia, realmente ha sido casi "hace un rato".
Afortunado tú que estabas ahí para verlo, pero ahora que caigo, tu sabes que "estábamos contigo".
Abrazos, no dejes de pasar por esta página, nos ayuda.

[J.L.PEREZ DEL CA...]

ME GUSTARÍA QUE ESTA REFLEXIÓN PERSONAL NO SE MALINTERPRETE, PORQUE -OS LO ASEGURO DE CORAZÓN- LO QUE VOY A DECIR A CONTINUACIÓN ME ALEGRA COMO NO OS PODEIS NI IMAGINAR.

SE TRATA DE CÓMO PUEDE CAMBIAR LA OPINIÓN SOBRE UNA PERSONA CUANDO SE LA CONOCE "DE VERDAD".

ME REFIERO A "G.M.A.". AUNQUE NUNCA HEMOS HABLADO DE ESTO, ESTOY SEGURO DE QUE VUESTRA OPINIÓN SOBRE ÉL CUANDO SÓLAMENTE ESCRIBÍA "COSAS" EN LOS FOROS, NO ERA DEMASIADO FAVORABLE.

AHORA LO HABEIS CONOCIDO, TRATADO Y -CREO QUE ES PATENTE- APRECIADO.

EL GRADO DE COMPLICIDAD QUE SE DETECTA EN VUESTROS ESCRITOS, PARECE SER QUE REFRENDA ESTA OPINIÓN MÍA.

YA ESTÁ DICHO. ME ALEGRO INFINITO Y ME GUSTARÍA QUE -POR ELLO- ME CONSIDERASE SU AMIGO.

POR AQUELLO DE QUE "LOS AMIGOS DE MIS AMIGOS SON MIS AMIGOS".

UN ABRAZO FUERTE.

[Jose Celada Viva...]

a los nuevo expedicionarios de Guinea

Es la verdad que estamos ansiosos por leer vuestros escritos, de la vivencias que habéis tenido en nuestra querida Santa Isabel, Malabo, como me insiste Male que le debo decir, ya que Santa Isabel está debajo de lo que ahora es Malabo, o casi, , para nosotros será un esfuerzo titánico pero por lo que a mi respecta lo voy a intentar, extendiendo lo dicho con Malabo al resto de nuestr@ Fernando Poo (perdon Bioko, creo).-

José Euardo, tranquilo que sabremos esperar, tu musa volverá y tendremos esos relatos que nos mete en una jungla espesa haciendo un camino hasta el pico, entre trochas, cascadas inimaginables, con bois- cocineros que desertan por el temor a sus demonios, que todos, naturalmente tenemos y ya no digamos tus viajes a Santa Isabel, acompañado por una enigmática mujer que casualmente se sento a tu lado.............en tu tierna pubertad.

Pues eso de esa manera, esperamos que aflores al FORO donde estaremos esperando, a ti, por ser un buen relator y a todos aquellos que habiendo vuelto nos lo quieran contar , o de aquellos que siendo buenos relatores de vivencias se atrevan, les esperamos, y que sepan que es una necesidad casi fisica y eso nos dará los animos suficientes para volver, porque yo tambien pienso que HAY QUE VOLVER

Respecto a GmA, si vosotros habéis enterrado el hacha de guerra, que él desenterró injustificadamente, por mi bien enterrada está, aunque espero que quedara suficientemente informado que la inmensa mayoria estaban en Guinea por amor a ella.

Estamos viendo vuestras fotos y vuestros videos, donde los paisajes y las flora, los rincones de cada calle nos traen recuerdos del ayer. Y solo por eso, nada menos, os doy las gracias

Un fuerte abrazo

HAY QUE VOLVER

Miniatura(s) Adjunta(s)

 

[albert guineano]

HOLA CARLOS (consuerte de LOLABAL)

he visto las fotos que te han hecho y tu cara refleja un montón de nuevos sentimientos..

estoy esperando tus fotos, pues me han contado que pueden ser IM PRESIONANTES


de consuerte a consuerte............. dos favores

1.-- Deleitanos con tu arte

2.--- porfa,,, cuéntame (en publico o si lo prefieres en privado) que se siente la primera vez que se pisa esa tierra que ya todos llevamos en la sangre,,, los nacidos, los vividos y el resto de los que ""vivimos"" Guinea en este foro.

Un fuerte abrazo

[Invitado_rosen_*]

Padilla, estás "noqueado". No me extraña. Yo no sé si lo hubiera resistido. Es regresar al pasado con otra mente. habrési oido hasta voces y os habrá parecido ver escenas del pasado que no volverán. Saludos.

[Jose Eduardo Pad...]

CRONICAS DE UN VIAJE MÁGICO
DIA :
Sábado - 8 de ENERO de 2005
Madrid

Este, como todos los viajes y más si son mágicos como así ha sido, comenzó en el preciso instante en que tomamos la decisión firme de realizarlo.

La idea empezó tímidamente a formarse en mi cabeza y en la de Ely a raíz de un mensaje de Malé en nuestro FORO DE CRÓNICAS en el que dejaba entrever que tal vez se animaría a ir a Malabo, no se la fecha pero debió ser allá por finales de septiembre.

En ese momento no fue más que una ilusión intangible, un sueño, una posibilidad remota y tal vez algo alocada y como eso me lo tomé, acaricié la idea y la dejé descansar sin fecha, en el cajón de las cosas pendientes de analizar .

No lo olvidé a pesar de todo, raro era el día en que aún sin mediar palabra con Ely y supongo que viceversa, no pensara en el asunto consciente o inconscientemente y un buen día al cabo de una o dos semanas, bruscamente surgió un potente hormigueo en mi estómago cuando para mi propio asombro Ely me dijo por las buenas:

¡ ME VOY A GUINEA, tu verás lo que haces pero yo ya me he apuntado¡.

Traté de auto-analizarme un par de días, sentar la cabeza, poner los pies en la tierra, buscar excusas que no acertaba a capturar, pero no conseguía convencerme a mi mismo de que existiera alguna razón de peso en contra de la idea.

Una mañana, antes de irme al trabajo, entré en la página y tecleé en el Foro a toda prisa, como tratando de no darme la opción de arrepentirme en todo ese día por lo menos:

¡ Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.................................... CONTAR CONMIGO ¡.

Decidí aparcar mi cabecita cerebral y actuar con el corazón lanzándome a la piscina.

A partir de ahí las cosas sucedieron a veces a velocidad de vértigo, a veces con infinita lentitud, pura contradicción de emociones, dudas, asombro de familiares y amigos, introspecciones y en general incredulidad y desasosiego.

¿Podría ser cierto? ó ¿era un sueño ?
¿Me levantaría una mañana y diría: ¡ que tontería ¡, ¡ pues no he soñado que nos íbamos a Guinea ¡ ?.
En fin ¿una locura emocional ?, (demonios 37 años de ausencia son muchos años).
¿ Que sentiría al llegar ?
¿Me desmoronaría emocionalmente ?
¿Positiva o negativamente ?
¿Si la experiencia fuera negativa, seria capaz de asumirla el resto de mi vida?
¿Sentiría miedo?
¿Pánico?
¿La Guinea idealizada de mi juventud, adolescencia y fuente de inspiración de tantos relatos, a mi vuelta se desvanecería?
¿Tendrían razón los que hablaban de “solo nostalgia” en relación con nuestras vivencias Guineanas y la euforia de nuestro Foro?.

Yo tenía claro que desde luego la experiencia seria FUERTE, la única cuestión era en que sentido, positivo o negativo, pero eso era lo que tenia que averiguar ........................YENDO.

Bueno pues muy bien, ¡ Iba a averiguarlo sin duda ninguna ¡ ¡ La suerte estaba echada ¡.

Pero eso se dice muy deprisa, la verdad es que ........................................! TENIA PANICO ¡La sensación de inquietud, emoción, contradicción interna, duda y la de no tener claro que le estaba pasando a uno en las profundidades de su ser, era más intensa a cada día que pasaba.

En el ambiente del trabajo, ni os cuento, mis colegas alucinaban, las ideas absurdas y preconcebidas sobre Guinea son increíbles, a pesar de que la gente que me rodea en el trabajo me conocen y saben algo más de Guinea por la información que al cabo de los años yo mismo les he proporcionado, que la media normal.
Para colofón, las Navidades amenazaban con llegar con todo su equipaje de estrés, carga emocional añadida, idas, venidas, compras, obligaciones sociales, laborales etc......................................¡ que queréis que os cuente, que no sepáis sobre las Navidades¡.

A partir de primeros de Diciembre nuestros espíritus se aceleraban y digo nuestros porque a través del Foro intercambiábamos opiniones los futuros viajeros y todos coincidíamos en identificarnos con un estado de ánimo a medio camino entre la euforia, la paranoia y el optimismo más espectacular que yo he sentido en muchos años.
Nos intranquilizaba además el hecho de que los visados no acababan de estar a punto, se nos solicitó una serie de documentación aneja y parecía que no habría problemas, pero la verdad es que los días pasaban y los visados no estaban aún disponibles, el tiempo transcurría inexorable y otra emoción más al saco ya lleno de sensaciones fuertes, la intriga y el “suspense” de los visados.

¿ Llegarían a tiempo los visados ?.
¿Sin confirmación, deberíamos sacar los billetes de avión para aprovechar las ofertas de tarifas, sin tenerlos aún ?
¿Si no estuvieran, nos arriesgaríamos a perder el importe de los billetes sin más ?
Decidimos que si, sacaríamos los billetes y nos arriesgaríamos, o todo o nada, o todos o ninguno.

Como era de esperar, las Navidades estaban a la vuelta de la esquina, vamos la semana que viene sin ir más lejos.

¿Tenéis ya los visados?
¡ Pues no ¡
¿ Y eso?
¡ Yo que sé ¡
¿Y que vais a hacer ?
¡ Pues arriesgarnos ¡, ya tenemos los billetes, y si no pues nada, lo hemos intentado, Paris bien vale una misa.

Comenzábamos a tener un espíritu de “equipo”, de grupo, de unidad, todos los hipotéticos viajeros estábamos en las mismas circunstancias y por la noche chateábamos y todos pensábamos lo mismo, ¡ a por todas !

Y las Navidades mientras tanto, empeñadas ya mismo en hacerse un hueco en mi cabeza, en mi tiempo e inevitablemente en mi corazón.
Nunca he tenido que hacer en mi vida un acopio mayor de operatividad y coordinación, para superar tal cúmulo de trabajo, gestiones y control emocional, como en Diciembre de 2004 ( y bendito sea Dios por ello, lo juro)
Solo os diré que en estas Navidades pasadas, salvo en momentos puntuales a los que les hice el obligado hueco como es debido , desde luego mi espíritu estaba en “otra cosa” y que partimos para Guinea sin desmantelar la casa de adornos navideños por falta de tiempo.

Por mi parte además, como profesional, debía dejar ultimados un montón de asuntos para no sobrecargar a mis compañeros de trabajo en esos días de ausencia y en unas fechas bastante comprometidas en el plano del trabajo.

Si en general los días pasaban con un hormigueo creciente en el estómago y en el pecho, a partir del día 31 de Diciembre yo me sentía flotar como en una nube, la gente hablaba a mi alrededor pero yo solo me comunicaba realmente con los míos, mi familia, Ely y la gente del FORO DE CRÓNICAS, el resto eran invisibles.

No os voy a aburrir con el asunto del estrés que supuso finalmente la obtención de los visados, para muestra solo os diré que hasta el sábado día 8 de Enero de 2005 a las 10h 30m. de la mañana, los visados de la mitad de los viajeros, no estuvieron en nuestro poder, enviados por mensajeria desde Las Palmas.

Ese día 8 de Enero ,vispera de nuestro vuelo, ya habíamos acordado hacia tiempo todos los viajeros vernos por primera vez en Madrid para tomar café a las 4 de la tarde en un VIPS cerca del Paseo de la Castellana, charlar, intercambiar abrazos y compartir por fin personalmente todos los NERVIOS del universo.

........................................................................................................................................................

Y Aquí empezó por fin la parte física del viaje real.

Y no pudo empezar mejor Santo Cielo.

Yo alucinaba, tener en cuenta que salvo a Ely evidentemente y a Malé, amiga desde tiempo inmemorial, en realidad yo no conocía personalmente al resto de los miembros de la expedición “Mirupururu” y evidentemente a los demás les ocurría sin duda lo mismo.

Pero se produjo el primer chispazo de magia en el plano real y tangible.

Me sentía como en la primera cita con una chica que te gusta, aparqué el coche cerca de VIPS con la torpeza propia de un conductor novato y casi tropiezo un par de veces en el corto trayecto hasta las puertas de entrada.
Ya a través de los cristales, vislumbré la inconfundible silueta de Raimon, familiar por las fotos de la galeria.
Fuimos derechos Ely y yo hacia la mesa y fue como abrazar a amigos que conociésemos de toda la vida y con los que teníamos ganas de charlar hasta el amanecer.

Era tal la potencia y la coincidencia plena de emociones compartidas, que no había otra cuestión en la atmósfera, estábamos en un mundo paralelo al resto de la gente y el grado de comunicación verbal y no verbal era perfecto y absolutamente fluido.

Nos sentamos, pedimos no se que cosa para tomar y comenzamos a bromear, reír, contar y relajarnos como una familia especial...........................................................................y mágica, ya no había duda.

A todo esto apareció un personaje especialísimo e inolvidable, FZ .
Me habían hablado de él pero su descripción no le hacia justicia.
Extrovertido, ocurrente, mordaz, optimista y Guineano de toda la vida como colofón.
Venia a despedirnos con sana envidia y a traernos un par de cajas para Malabo.

En una tercera caja, que abrió parsimoniosamente traía un obsequio, solo para las chicas de la expedición :
Cinco SALACOTS de pura raigambre colonial, de auténticas Guineanas de toda la vida.

La algarabía que se organizó fue una pasada.

Las chicas se partían de risa y aquello no había quien lo controlara, las ocurrencias se sucedían una tras otra y la cara comenzaba a dolernos de la risa.
La gente nos miraba sin saber ni remotamente de que íbamos.

Nos imaginábamos al día siguiente en Barajas a las cinco con el salacot puesto en plan Barbis-Safari y ni os cuento la guasa de imaginar el descenso por la escalerilla del avión en Malabo (habría que pensárselo muy mucho), de las cinco exploradoras con el Salacot.
La verdad es que fue un detalle inmenso y original por parte de FZ, que dio un juego maravilloso, a partir de ese mismo momento y durante todo el viaje como se vería después.

Os diré que más de una persona sin importar color ni sexo, les pidió a las viajeras el Salacot en Malabo, se excusaron explicando que era un regalo de alguien querido y algún encargo en ese sentido hay por ahí.

En fin, una velada especialísima a la que tuvimos que poner fin porque algunos miembros como Raimon, tenían pendientes algunas compras aún de última hora y nosotros por ejemplo teníamos las maletas sin rematar, tuvimos que pasar por Carrefour en última instancia a comprar no se que historias que se sugirieron y que venia bien tener.

Nos despedimos hasta el domingo con el corazón que se nos salía del pecho y mil cosquilleos en todo el cuerpo, incluso quedamos en vernos para cenar con Raimon y Malé, si era posible nos llamaríamos al móvil.

La verdad es que no pudo ser, había cosas que hacer, más de las que quisiéramos, así es que compramos las cosas de última hora y fuimos a casa a rematar el día.
Entramos en casa, pusimos música, terminamos de ubicar cada cosa en las maletas y me di una ducha caliente hasta que quedé saciado y relajado, o ..................................................................eso creía yo.

Fui incapaz de relajarme y el caso es que estaba físicamente cansado.
Vimos algo de televisión, charlamos con nuestro hijo Diego, le dimos instrucciones para esos días de ausencia nuestra y daba lo mismo, tenia físicamente sueño pero no tenia “ganas” en absoluto de dormir.
El vuelo salía de Barajas a las 8h 55m. del Domingo día 9 y había que estar allí a las 7h, de forma que habría que salir de casa lo más tarde a las 6h 15m.
Eso quería decir que el despertador debería sonar como muy tarde a las 5h o 5h 30m.

Quién iba a dormir?

Al menos nos acostaríamos e intentaríamos relajarnos un poco.

Yo no conciliaba el sueño, el torbellino de ideas, sensaciones y razonamientos no cesaba.
Se acercaba el “punto de no retorno” y eso me recordaba una experiencia similar pero de hacia nada menos que 38 años y que relaté en el Foro (Crónicas de viajes en avión).

No salía de mi asombro, si hacia tres meses alguien me hubiera dicho que iba a volver a Guinea le hubiera mirado con un gesto que no soy capaz de imaginar.
Y sin embargo “ESTABA PASANDO”, ..............................................................................................ERA REAL.

Me iba a Guinea.

¿Era lícito llorar por eso?
¿Estaba yo en mi sano juicio?
¿Ocurriría algo que lo impediría a última hora?

Que más da................................................................................................ME IBA A GUINEA Y PUNTO.

No mucho pero mi cuerpo finalmente me pasó factura y a no se que nivel de profundidad pero algo dormimos.

A las 5h del día 9 de Enero de 2005................................................................ sonó el despertador.



(Madrid 4 de Febrero de 2005)
(Como dice Malé..............................HAY QUE VOLVERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR)

[Jose Eduardo Pad...]

CRONICAS DE UN VIAJE MÁGICO
DIA :
Domingo – 9 de ENERO de 2005
Madrid

(PRIMERA PARTE)

A las 5h del Domingo día 9 de Enero de 2005.......................................................... sonó el despertador.

Habitualmente soy persona de perezoso despertar, me resisto, me hago un ovillo y trato de convencerme de que puedo aguantar en la cama un ratito más.
Esta vez no, mi cuerpo y mi mente ocupaban el mismo espacio – tiempo, pero sus circunstancias eran opuestas, mientras mi cuerpo estaba exhausto mi mente estaba alerta, de forma que salté de la cama y como un autómata comencé a hacer toda la serie de rutinas propias en estas ocasiones, ducharme otra vez, afeitarme y vestirme con la ropa que para no tener que pensar, había dejado lista hacia 4 o 5 horas solamente.
Ely hacia lo mismo y pudimos articular alguna palabra cuando en un breve rato ya en la cocina, improvisábamos un desayuno más por costumbre que por apetito real.
Me tomé un café bastante generoso un poco cortado con leche para espabilarme.

Mi hijo Diego había vuelto hacia un par de horas de dar una vuelta y prácticamente no había dormido pero nos tenía que llevar a Barajas en coche

Mari la hermana de Ely que vive en el mismo rellano de nuestra escalera, ya estaba lista, se sumaba a la expedición a Barajas para despedirnos no solo a nosotros sino al grupo completo.
No había más que pensar, estaba todo hecho y bajamos los bultos a la calle.
Hacia un frío bastante respetable y una noche estrellada, como decimos por estos lares, caía “una rasca” de cuidado.

Es curioso como la mente elige los momentos más extraños para detenerse en detalles, en ese momento, mientras trataba de ubicar los bultos en el maletero del coche, me vino a la memoria una llamada muy cariñosa de Alicia Balboa el día anterior.
Me sorprendió en la A-1 volviendo a casa, ya con los visados de algunos miembros del grupo en mi bolsillo y fue una agradable sorpresa, me impresionaron sus palabras.
Le brindé mentalmente a ella el inicio del viaje y a todos los amigos de “CRÓNICAS”, porque la verdad es que...............................................ahora si que, sin duda NOS ESTABAMOS YENDO.

Según un termómetro de Barajas, estábamos a –4º cuando llegamos, nos detuvimos un momento descargamos los bultos y mientras mi hijo aparcaba el coche, entramos en la terminal.
El hormigueo de estómago y pecho, ya era un estado habitual en los últimos dos meses de mi vida y en estos momentos no podía sentir más que lo mismo, la diferencia era que ahora podría compartirlo con otras personas que sin duda sentirían lo mismo y a las que estaba deseando encontrar “por segunda vez” en mi vida, mi hijo apareció y nos dirigimos a facturar.

Divisé a lo lejos la espigada silueta de Raimon y al “torbellino” Malé, fuimos a su encuentro, ellos ya habían facturado y nos pusimos en la cola.
Encuentro con los primeros Guineanos de color compartiendo cola y acopio de paciencia en facturación, nervios en general, comentarios, miradas, complicidades......
Fue un fallo no facturar en bloque porque hubiéramos podido pasar el vuelo agrupados en asientos cercanos.
No fue así, quedamos dispersos. Maribel, Geluca, Carlos y Lolabal tardaron algo en aparecer o ya habían facturado antes que nosotros, no lo recuerdo muy bien.
El caso es que en breve, el grupo se completó.

Presentaciones de mi cuñada y su marido a los demás, vueltas, paseos cortos, nervios y más nervios, bromas y alguien sugirió ¿tomamos un café?.
Pues vamos.

Ya en ese momento habíamos detectado que el consulado había cometido un error y los visados de seis de nosotros era solo para 10 días en lugar de los trece que realmente necesitábamos, además el día anterior se comentó la necesidad de llevar fotos de carnet para los permisos de desplazamientos turísticos.
Raimon y Carlos no tenían fotos, así es que estuvieron jugueteando con una máquina que en teoría revelaba al instante fotos hechas con una cámara digital que se hicieron allí mismo, digo en teoría porque al final no consiguieron doblegar el aparato y solo consiguieron sacar una plancha de fotos muy pequeñitas, como 20 más o menos pero minúsculas, pequeñas pegatinas que luego dieron mucho juego.
La cuestión sirvió de excusa para tirar las primeras fotos de grupo, una recogía al grupo de las cinco chicas posando con sus salacots inmaculados, empezábamos a llamar la atención de la gente que pasaba por allí, las fotos quedaron muy bien y la gente aburrida que deambulaba por las cercanías se encontró una distracción de agradecer, incluyendo Guineanos y Guineanas próximos que trataban de hacerse una idea de la situación con cierta curiosidad.

Según los monitores, debíamos de plantearnos ya el paseo a la sala de embarque, alguien lo comentó y como autómatas, comenzaron las despedidas de los que se quedaban, mis cuñados, la pareja de Geluca y mi hijo...........................................................................................................( ¡ SUBIDA DE ADRENALINA ¡).

Paso de controles, documentación, tarjeta de embarque, último repaso a la lista de papeles y por fin la última cola para embarcar.
Nos retuvieron ante una puerta grande totalmente abierta a la orilla de la pista por la que entraba un frío del demonio.
Al cabo de un buen rato de tedio, aburrimiento y después de escudriñar con curiosidad a las personas cercanas que serian nuestras compañeras de vuelo, nos dijeron que la espera se debía a que el avión “se tenia que calentar”, no me extrañaba, yo me había despojado ya de mi cazadora y llevaba una camisa de manga corta con una prenda ligera de manga larga que reservaba para cuando subiéramos a Moka, evidentemente aquello no era suficiente y parecíamos tigres enjaulados y muertos de frio.

Aquello llegó a su fin y comenzamos a salir, rumbo al avión.

Al subir comprobamos que estábamos bastante desperdigados unos de otros,
Creo recordar que Maribel y Geluca tuvieron que reclamar la presencia de una azafata porque un Yanqui bastante ineducado ocupaba sus asientos y opinaba que él era el imperio y que no se movía, Malé también tuvo unas palabras con otra persona a la que le resultaba imposible entender que ese no era su sitio, cosa evidente porque como sabe todo el mundo los billetes tienen su numerito inequívoco, en fin ..........................................................?.

Tonterías que se solucionaron, como no podía ser menos en breve.

Al fin ubicados, quietos y unos instantes de inactividad, previa al DESPEGUE, al punto auténtico de NO RETORNO, el próximo suelo que pisáramos............................................................................................ seria............................................................................................................................................MALABO.

Introspecciones, bostezos, colocación de bultos de mano, un vistazo para situar donde estaban los demás, miradas por la ventanilla, nervios, risas, saludos, un beso a Ely, las alas del avión con una capa de dos dedos de hielo, los motores discretamente sonando, idas y venidas del personal de abordo, guiños entre unos y otros, algunas con el salacot puesto o a la vista en mano.

En fin ..............................................................!VAMONOS YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ¡.

Como ocurre siempre, después de intuirlo por la actitud del personal de abordo, el avión comenzó a ronronear con más energía y con gran torpeza a rodar por la pista lentamente.
Yo sabia que la ampliación de Barajas había sido considerable, pero os aseguro que el avión rodó por la pista un rato interminable, no se acababa nunca.

Hasta que por fin enfiló la pista, se detuvo y.................................................................................................

Malé que estaba tres o cuatro filas delante de nosotros al lado de Raimon, se incorporó un poco, yo hice lo mismo e intercambiamos el gesto de la V de VICTORIA, Lola y Carlos estaban tres o cuatro filas atrás y creo que también fueron cómplices del ritual

Los motores rugieron como dragones, el cuerpo se aplastó contra el respaldo y salimos disparados hacia el cielo en un despegue verdaderamente precioso.

Normalmente los despegues son un tiempo que me clava al asiento y me producen una cierta tensión de espera hasta que el avión se estabiliza un poco, en esta ocasión estaba pasando de todo, absolutamente rutinario y dispuesto a comenzar a disfrutar de cada instante del vuelo.
Libre de preocupaciones, empezaba otra fase, atrás las dudas, atrás las compras, atrás las Navidades, atrás todo, delante..........................................................................................................................GUINEA.

Os podrá parecer extraño pero bastante de las personas guineanas de color que iban en el avión, casi lleno por cierto, me resultaron ya en la terminal como amigos, “de casa”, “mi gente”.
Con algunas ya habíamos intercambiado algún esbozo de charla en la espera de embarque y era una sensación curiosa, personas evidentemente desconocidas pero con las que se producía una chispa especial, eso no me hubiera pasado en otro vuelo cualquiera y por lo que percibí no me pasaba a mi solo.

En fin, preparativos de desayuno, curioseo de la prensa y paz, mucha paz, misión cumplida puñetas.

La verdad es que tenia apetito, me daba igual con que tipo de desayuno nos amenazasen, estaría buenísimo seguro.
Y así fue.

Después llegó la rutina, la calma, el tiempo estático y apacible, el vuelo suave, ligero sopor pero imposible dormir, solo cerrar los ojos y reposar, de vez en cuando ojeada por la ventanilla.
Una monada de chica guineana que tenia originalmente asiento de ventanilla a nuestro lado, nos lo había cedido a Ely y a mi cuando le contamos que éramos guineanos antiguos que regresábamos después de 37 años y se había acurrucado en el asiento contiguo al mío lindando con el pasillo, Ely ocupó su ventanilla y quedamos definitivamente colocados.

En nada de tiempo cruzamos el Estrecho y por tanto comenzamos a sobrevolar AFRICA, no pudimos divisar más que una hora o dos a lo sumo, de tierra firme porque al rato comenzamos a volar por encima de una masa infinita de nubes bajas de color terroso, fue el anticipo de la gran invasión de harmatán que como veríamos después, llegaba hasta Guinea y nos acompañó durante toda nuestra estancia allí.

Yo sabia que a cada minuto de vuelo estaríamos mas cerca de Guinea, el vuelo era largo pero inexorablemente llegaría el momento y seguía sin intuir que sentiría, que podría observar por la ventanilla, que ideas pasarían por mi mente y que sensaciones por mi corazón, el hormigueo de estómago, pecho y alma, lentamente regresaban cada vez que lo pensaba y seguro que en cualquier momento se volverían a instalar en mi para no volver a desaparecer.

Yo elucubraba a cerca del día tan singular que estábamos viviendo, seguía sin hacerme a la idea pero tal y como lo veía, había dormido en nuestra casa de Madrid, pasado unos momentos intensísimos en Barajas y llegaríamos a Malabo sobre las tres de la tarde de forma que prácticamente quedaría medio día nueve de Enero de 2005 que no podría ser más radicalmente diferente del medio día transcurrido hasta entonces.

Posiblemente seria el día de mi vida con las dos mitades más absolutamente contrapuestas que yo hubiera vivido hasta entonces (la mente no descansaba de imaginar, incansable, curiosa y yo creo que.................................................................................................................................................. FELIZ)

Sin saber describir como, algo nos avisó de que aquello ya estaba “A PUNTO DE OCURRIR”, descensos leves del avión, y yo que se que otros síntomas percibidos por algún componente de mi ser, porque la verdad es que fue algo súbito.
De pronto una extraña agitación corrió por el grupo y comenzamos a hacernos señas.

A la derecha del avión se percibía sobresaliendo de un océano de nubes sepias la silueta de una gran montaña, en mi excitación “quería ver” el Pico Basilé (desde ahora para mi, Mpoto mou masá), pero la ilusión se desvaneció, no, la cima del Pico a pesar de mi deseo vehemente, era inconfundible y aquella no era “mi cima”, era la de un vecino entrañable, el monte Camerún.

Los ojos desobedeciendo cualquier orden de control por mi parte se llenaron de tensión, aquello era ya el VESTÍBULO DE CASA y por lo visto yo no tenia las riendas de mi control emocional.
A partir de ahí, se acabó la suave calma disfrutada hasta ese momento en el vuelo y me convertí en vigía permanente de cualquier novedad a babor del avión.
Por nuestra situación, estaba claro que el aparato iba en dirección sur, bordeando el monte Camerún por la izquierda, con lo cual, la isla quedaría a nuestra derecha y por tanto el avión debería tomar en cualquier momento una suave curva en ese sentido para enfilar la isla desde el sur en su aproximación al aeropuerto.
Esta maniobra ya nos la había contado alguien y a mi me parecía distinta a la de “nuestros tiempos”, pero estaba claro que así era.

Efectivamente la curva se comenzó a percibir y el descenso también, del Mpoto mou masá ni rastro, eso me desconcertaba pero la verdad es que la visibilidad era prácticamente 0, la masa de harmatán era inescrutable.
Le concedí un cierto margen de error, pero era clarísimo que a esas alturas, no solo debería verse YA la isla, sino por supuesto Mpoto mou masá y el Bosque, la presión del descenso lo dejaba claro y los motores también variaban su potencia lo cual inequívocamente indicaba que el aterrizaje estaba materializándose........................................................................................................YAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

Fue entonces cuando por primera vez ! LO VI ¡, el Bosque enseñaba las copas de los árboles que casi se podían tocar, había aparecido de repente y el contacto con tierra era inminente.
El trayecto a baja altura duró algo más de lo que me imaginaba, supongo que por seguridad ante la escasa visibilidad y el mar verde del Bosque discurría majestuoso, eran fincas con Ceibas aquí y allá, ...........................................................................................................................................era GUINEA.

37 años coño, ERA NUESTRA CASA, yo era un León enjaulado, eso si con los ojos rojos y el alma no sé donde pero donde fuera que estuviera no cabía entera.
Las copas de las Ceibas estaban ya casi a la altura de la horizontal y en cualquier momento..........................................................................................................................................Un leve encontronazo rompió el suave deslizamiento que hasta entonces discurría, un suave bamboleo, otro pequeño traqueteo agradable y familiar.................................................... .............................ESTA TIERRA QUE TOCABAN YA LAS RUEDAS, ERA NUESTRA TIERRA.

ERA REAL Y ESTABA ALLI...........................................................................................................................

Di las gracias mentalmente a un montón de gente:

A mi madre por parirme.
A Raimon por ser tan genial y gran tipo, sin el cual yo no estaría en ese momento allí.
A Ely por decidir que ¡ Se iba a Guinea ¡
A Malé por tentarnos meses antes con un cebo irresistible.
A Dios por crear Guinea ( y que conste que desde hacia mucho, tenia ciertas cosas pendientes de aclarar con él).
A nuestra compañera Guineana de asiento.
Y hasta al Demonio si hacia falta ese trámite.................................................................................
.......................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................



(Madrid 5 de Febrero de 2005)

(HAY QUE VOLVERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR)

[malé chillida]

A las 5h del Domingo día 9 de Enero de 2005 .................................. sonó el despertador

A las seis y media de la mañana venían a recogernos en taxi para ir a Barajas ..... no me costó levantarme aún a pesar de que tan sólo hacia unas horas que el agotamiento físico y emocional me había vencido. Eran las tres de la madrugada cuando me encontré enviando mensajes a mis compañer@s de viaje, de los que me había despedido tan sólo hacía unas horas, para compartir mi insomnio .... << SOS ... no puedo dormirme !! >> .... todavía hubo quien me contestó y todo ... no estaba sola. Esa ha sido una constante en los previos de este viaje ... no estabamos jamás sol@s ... esos moviles !!! ... como se han ganado un retiro digno !!!

El día anterior había sido el colofón de unas semanas de infarto ... teniamos comprados los billetes para GUINEA desde hacia tiempo ... en parte porque queriamos aprovechar una oferta ..... en parte porque era una manera como otra cualquiera de afirmarnos en nuestra voluntad de volver, ...... y lo hicimos sin tener los visados. Las fechas para vacunarse se nos echaban encima, no podiamos demorarnos más .... y no teniamos los visados. Las cosas imprescindibles que había que llevar: mosquitera; Relec; impermeables; linternas frontales ; medicamentos; etc ... tenían que adquirirse ... y no teniamos visados ..... cada día nos levantamos con la incertidumbre de saber si porfin hoy sería el dia en que nos los darian ..... y cada dia nos sorprendian con un nuevo requisito ..... finalmente aceptamos que nuestro "cara a cara" con el ritmo de Guinea habia empezado aqui mismo ... desde el momento en que tuvimos que desprendernos de nuestros pasaportes y más .. para solicitar los visados. Aquella certeza nos ayudó a no caer en la renuncia.


Porfin llegó el mensaje definitivo ....

<< .. TRES ERAN TRES LOS VISADOS MALDITOS .... TRES ERAN TRES PERO YA ESTÁN BENDITOS ... y en MI MANO .... Ely ... >> .... cuando lo recibí me puse a dar saltos como una niña ... SI .. SI ... SI ...SI ..... ahora si que estabamos en marcha .... alegria, nervios, extrañeza, los moviles echaban humo .... << NOS VAMOS >> .... << AHORA SI QUE SI >> .... << PORFIN >> .... << VAMONOS QUE NOS VAMOSSSS >> ... los mensajitos volaban cruzando el mapa .... de Madrid a Barcelona .. de Barcelona a Murcia .. de Murcia a Logroño ... de Logroño a Madrid otra vez .... y aunque no nos veiamos .. sabiamos que tod@s si excepción estabamos bajo el mismo estado de ánimo ..... euforía y vértigo .... nos ibamos .... ya no había vuelta atrás. La tensión de las últimas semanas no nos había permitido pararnos a pensar en otra cosa que no fuera en hacer el seguimiento de los visados. Una vez conseguidos, cada cual volvió la vista a si mism@ ... a preguntarse .... pero ya no había tiempo .... en unas horas debiamos estar en Barajas list@s para volar a Guinea.

A las seis y media de la mañana estaba montada en un taxi camino de Barajas .... y de pronto vino la pregunta ... "qué haces????" ... "donde vas?" ... de pronto quise volverme a casa ... de pronto me pareció que no había medido bien mis fuerzas y que me había dejado llevar por un sentimiento adolescente que no tenía nada que ver conmigo .... << espera .. espera ... socorro .. quiero volver a casa .. espera .. porfavor .. >> .... Raimón compartía el taxi conmigo ... iba en el asiento del copiloto .... casí ni se volvía ... y cuando lo hacía sonreía ... y no me hacía ningún caso.

Llegamos a Barajas y sin pensarlo dos veces facturamos .. habiamos llegado muy pronto y casí no tuvimos que esperar .... eramos los primeros. Más tarde nos recordaron que habiamos quedado en esperarnos para facturar a la vez y así conseguir asientos contigüos ... lo olvidamos ... yo sabía que estaba fuera de control ..pero él amigo Raimón no debía estar mucho mejor ... tampoco lo recordó.

Una vez hubimos pasado los controles de la policía ... volvió a darme el bajón .... estaba aterrada ... miraba a mis compis de viaje y no podría decir cual era su estado de ánimo ... yo estaba un poco zombie ... les escuchaba como en la distancia ... les buscaba todo el rato .. no podía perderme de ell@s ... aún cabía la posibilidad de que saliera corriendo .... deambulamos un tanto desorganizadamente por las salas y pasillos de embarque buscando nuestra puerta y buscando un sitio para fumar ... finalmente nos decidimos a tomar un café y encender el que sería nuestro último cigarro en las próximas seis horas .... ese fue el momento en el que enviamos los últimos mensajitos de despedida ... y en ese preciso momento sonó mi movil ...... << .. si?? ..... HOLA !!! ...... creiais que os ibais a marchar sin que os despidiera ?? ... estais fresc@s .... .. >> ... era NINETA !!!!! ... activé el altavoz del movil y lo coloqué en el centro de la mesa .... su llamada fue definitiva .. reimos, hablabamos tod@s a la vez ... ella era la última persona de esta inmensa locura que desde su casa en España nos decía .. << ... volamos junt@s ..... os queremos y nos llevais agarrad@s de los bajos de los pantalones >> .... estabamos emocionad@s y llorabamos .......

Y de pronto alguien dice ... VUELO A MALABO .. EMBARCANDO ... y nosotr@s que ni siquiera sabiamos por donde teniamos que hacerlo, tras un momento de desconcierto . echamos a correr. El Raimón abría brecha .. el resto detrás ... era lo que nos faltaba ..... no llegabamos nunca ..... yo pensaba .. << ... perdemos el vuelo; ... j......rrrr ..... ; donde está la puerta de embarque???? ... >> .... miraba para detrás y les veía venir corriendo ..... una locura. Porfin llegamos .... podiamos habernos ahorrado la carrera .... aún tuvimos que esperar un buen rato ... estaban "calentando" el avión ..... una vez más nos habiamos olvidado de que Guinea ya había empezado unas semanas antes.


........................

HAY QUE VOLVER ............. VAMOS A VOLVER !!!!

[Jose Eduardo Pad...]

ely pinto


A LAS SIETE DE LA MAÑANA, EL AEROPUERTO DE MADRID-BARAJAS ESTABA BASTANTE TRANQUILO. ACOSTUMBRADA A VIAJAR EN FECHAS ESTRATÉGICAS, AQUELLO SE ME HACÍA EXTRAÑO.

ME REPETÍA A MÍ MISMA: NOS VAMOS, LOS 8, TÚ TAMBIEN TONTA, YA NO HABRÁ MÁS CONTRATIEMPOS. LAS 48 HORAS ANTERIORES HABÍAN SIDO COMO SUBIR A UNA MONTAÑA RUSA Y ME ENCONTRABA EN UN ESTADO QUE PASABA DEL "COLOCÓN EUFÓRICO A LA RESACA", ALGO AGOTADOR.

Y DE REPENTE LA CALMA.

PERO POR POCO TIEMPO. MI HIJO NOS HABÍA LLEVADO AL AEROPUERTO Y HABÍA QUE DESPEDIRSE..........., EL HUBIERA QUERIDO VIAJAR CON NOSOTROS, Y SABÍA LO QUE SIGNIFICABA ESE VIAJE PARA EL FUTURO DE NUESTRA FAMILIA.

CREO QUE ME ESTOY PONIENDO "SENSIBLERA", PERO ES QUE LO SOY, Y LO HE DESCUBIERTO A PUNTO DE CUMPLIR 48 AÑOS. ESTOY DESCUBRIENDO ULTIMAMENTE TANTAS COSAS SOBRE MÍ, QUE ALUCINO CONMIGO MISMA.

DE REPENTE ....., A CORRER SEÑOR@S. IBERIA ANUNCIA EL ÚLTIMO AVISO PARA LOS PASAJEROS DEL VUELO 3724 CON DESTINO MALABO. ME CAGO EN.........A QUÉ LO PERDEMOS................
Y AL LLEGAR A LA PUERTA DE EMBARQUE: FRENAZO EN SECO Y OTRA VEZ LA MONTAÑA RUSA. DE NUEVO SE IMPONÍA OTRO RITMO QUE YA NO NOS IBA A BANDONAR HASTA NUESTRO REGRESO.

ES EL RITMO AFRICANO, EL QUE A MÍ ME MOLA, VAYA, TAN DIFERENTE AL EUROPEO.

EN GUINEA EL TIEMPO NO CORRE, EL TIEMPO SIMPLEMENTE "VA".

ely pinto

[Jose Eduardo Pad...]

VOLVEREMOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

[Jose Eduardo Pad...]

CRONICAS DE UN VIAJE MÁGICO
DIA :
Domingo 9 de ENERO de 2005
(SEGUNDA PARTE)

“MALABO”
.....................................................................................................................................................................
(Un leve encontronazo rompió el suave deslizar que hasta entonces llevábamos, un suave bamboleo, otro pequeño traqueteo agradable, familiar y...............ESTA TIERRA QUE TOCABAN YA LAS RUEDAS, ERA NUESTRA TIERRA, ERA REAL Y ESTABA ALLI..................................................................................................................)



Eran aproximadamente las 15h y 15m cuando el avión como cansado, con suavidad exquisita se detuvo finalmente al lado de una coqueta y moderna terminal.
Mi vista escrutaba cada milímetro cuadrado del campo de visión a través de la ventanilla con una especie de ansiedad por no perderme el más mínimo detalle de lo que estaba sucediendo fuera, como queriendo grabar cada imagen en un archivo secreto para poder degustar en un futuro cualquier matiz, cualquier sonido o sensación.

Siempre pensé que bajaríamos por la escalerilla del avión como antaño y nuestros sentidos se sorprenderían con la avalancha de calor, humedad, olor, sonidos y murmullos de Guinea.
Pero no fue así, salimos por un “finger” acristalado sin aire acondicionado, que parecía un microondas, menos mal que era relativamente corto y sin más entramos en el interior de la terminal, las piernas parecían tener vida propia, dudaban, esperaban órdenes de una mente que estaba en otra cosa, casi tropiezo un par de veces

Amigos míos, esto ya era otra cosa.

La sala era de dimensiones proporcionales a la escala del aeropuerto, familiar y a rebosar de gente pero sin hacinamientos.
Los pasajeros del vuelo estábamos en la primera mitad de la sala, en espera de pasar el control de pasaportes en dos filas más o menos definidas.
Nos reunimos todo el grupo y esperamos a que el personal de las cabinas de control nos hicieran señas de ir pasando.
Ya nos resultaban familiares algunos de los compañeros de viaje e intercambiábamos gestos y algunas frases. Algunos saludaban a quienes habían venido a esperarles y nosotros también tratábamos de vislumbrar a través de la cristalera del final de la sala a alguien conocido.

Veíamos que al otro lado del control de pasaportes, si que había un cierto caos en la zona de inspección de equipajes, no recuerdo si había coincidencia con algún vuelo de Bata o de donde fuera, pero el caso es que si había aglomeración de gente en espera.
Miré a las pistas durante el trayecto por el “finger” y además de nuestro avión, pude ver dos o tres más de menor tamaño que luego supe, eran de varias compañías y hacían los trayectos a Bata, Douala etc.

Como comprenderéis, nuestro grupo no pasaba desapercibido, a pesar del lleno general de la sala.
No es que fuéramos los únicos blancos, había bastantes, pero ningún grupo tan numeroso, compacto como el nuestro y sobre todo emitiendo vibraciones tan intensas y ostensibles.
Estábamos como en casa, alegres, inquietos, optimistas, deambulando de acá para allá en los límites que la obligada espera en la cola nos permitía, risas, bromas, las chicas con los salacots puestos y a la vista, ¿una pasada?, pues no estoy seguro a estas alturas, pero entonces si nos lo parecía o tal vez es posible que fuesen prejuicios nada más, exteriorizábamos simplemente todo lo que llevábamos dentro que en definitiva se podría resumir como una alegría incontenible y compartida.

Pasamos el control de pasaportes en un tiempo razonable y de forma fluida, una vez que empezó a moverse la cola.
Ya en la zona de control de equipajes si que hubo un cierto caos, la sala se había quedado pequeña, el avión venia casi lleno y solamente los equipajes y los pasajeros de nuestro vuelo la ocupaban casi entera.
Había que aproximarse con los carritos de las maletas a un par de mostradores bajos, relativamente pequeños y eso provocaba un cierto colapso, un cuello de botella.
(Pero demonios, no se de que estaba pretendiendo quejarme, en Barajas nuestro vuelo salía a las 8h 55m y tuvimos que estar allí a las 7h , desde luego ya había cola en facturación y no tardamos menos que aquí solamente en facturar, además esto era infinitamente más divertido).

Yo me fijaba en las caras de las personas, en las de nuestro grupo y en las del personal del aeropuerto, por razones diferentes.
En las de nuestro grupo, tratando de entrever si sentían lo mismo que yo, que estaría pasando por sus cabecitas, recuerdo particularmente la cara de Maribel en un momento dado, desde luego me pareció que estaba impregnada de las mismas sensaciones que yo mismo.
En las del personal del aeropuerto, porque eran Guineanos, trataba de encontrar “el punto” de familiaridad, un gesto, un acento, una frase familiar.
Y si, encontré muchas cosas, ya en ese momento en el que nuestra estancia daba sus primeros pasos “en casa” aunque fuera enjaulados en aquel palacete moderno de cristal, reconocí gestos, ademanes tanto tiempo extrañados pero agazapados en los archivos más recónditos de mi memoria, entonaciones en el habla, maneras de mirar, posturas y actitudes que instantáneamente me resultaron familiares.

Los carros con el equipaje ya estaban al mando de chavales que se dedicaban a eso, se mantenían a nuestro lado buscando el hueco para agilizar la inspección.
Conseguimos acceder con los carritos a tope hasta el borde del mostrador y Raimon creo que fue el primero en conseguir pasar la inspección , una vez ya al otro lado trataba de apilar todo otra vez en el carro. Con un aliado en la otra orilla, empezó aquello a moverse con una cierta fluidez, además el personal que ojeaba el equipaje ya estaba un poco desbordado y era más un vistazo simbólico que otra cosa, una marca con tiza y punto.

A duras penas conseguimos abrir brecha y lentamente franquear la puerta que conducía al “EXTERIOR”.

AHORA SI.....................................................................................................................................................

Ahora el denso y oloroso aire Guineano me llenó los pulmones y el cerebro, había un harmatán bastante considerable y a pesar de la hora, el sol no se sentía a plomo.
A escasa distancia se veía la muralla de bosque de fincas, un pequeño aparcamiento, coches aquí y allá arrancando, deteniéndose y cargando maletas, coches particulares, todo-terreno, turismos, taxis ofreciendo sus servicios.
Hacia calor, pero ni con mucho el calor agresivo de un Madrid en Agosto por ejemplo, la piel diría que se estaba dando una ducha de humedad tonificante.
No podía apenas apartar la vista de las Ceibas que se divisaban, mis oídos, a pesar del caos de sonidos próximos, escuchaban ya la música que provenía del bosque que se veía tiro de piedra.
Vi pasar a dos cuervos, hacia treinta y siete años que no los veía, grandes, negros y con collares generosas de plumas blancas, solo los había visto allí y “ENTONCES”, habían venido seguramente a recibirnos también y volaban en dirección a las Ceibas.

Estaba eufórico, parecía como si estuviera obligado a mirar los cuadros de una exposición que me gustaba a rabiar y tuviera cronometrado el tiempo para hacerlo, la verdad es que esa sensación, salvo veladas muy concretas, me acompañó todo el viaje

En esto apareció un amigo que habia vendo a recbirnos y al instante un segundo amigo.

No se conocían entre ellos así es que se produjeron presentaciones, satisfacciones, abrazos y emociones como no, muy esperadas.
Había comenzado nuestra estancia en Malabo, me sentía como un corredor de los 100m. lisos esperando el pistoletazo de salida pero sin renunciar a digerir el más mínimo detalle de cada olor, sensación, sonido o matiz especial.
Nuestros anfitriones traían sendos vehículos, un Land Rover largo y un 4x4 más al gusto europeo, no recuerdo el modelo.
Cargamos como pudimos el equipaje y nos repartimos entre los dos vehículos.
Quedamos en el Impala y enfilamos la “autopista” hacia ............................................................."MALABO”

Durante los dos o tres primeros días de estancia, en Malabo sobre todo, me resultó muy positivo observar y “sentir”, impregnarme de todo con avidez, era como una esponja, tuve que aprender a darme un descanso y creo que los demás también.
Me dejaba llenar de sensaciones, imágenes, conversaciones y dejaba para otro momento las reflexiones y las inevitables “comparaciones” entre “Ayer y hoy”.
En los primeros momentos ese ejercicio de observar-comparar, simultáneo a la propia percepción, me distraía la capacidad de integración y asimilación de todo lo que pasaba por mi vista, el resto de sentidos y mi propio cerebro.
Decidí por tanto solo observar, VIVIRLO y cuando fuera el momento ya juzgaría si me apetecía y viniese al caso.

Evidentemente claro que llegaría el momento de analizar, pero el propio viaje se encargó de ofrecernos las oportunidades para hacerlo, ( yo diría que nos lo exigió) prácticamente todos los días y lógicamente esas ocasiones fueron las que se propiciaban cuando al final de cada jornada, ya más relajados y después de un buen aseo, encontrábamos los momentos para intercambiar sensaciones, recuerdos, comparaciones Hoy-Ayer, conclusiones etc..
Funcionábamos como una máquina perfecta, había un espíritu de UNIDAD, al mismo tiempo libertad de acción individual en su caso y desde luego convergencia de emociones a raudales.
Por tanto, ya enfilada la autopista a Malabo decidí allí mismo no juzgar, solo DISFRUTAR, escudriñar, emocionarme, ENCONTRAR, buscar , vivirlo y REVIVIRLO....................................................¿porqué no?.

Sorpresa, a mitad de trayecto resulta que había un ¡ Peaje ¡, será posible, pues si, es posible, alguien pagó casi sin detenernos y continuamos. La cantidad no la recuerdo pero era poca cosa desde luego, más simbólica que otra cosa.

Comenzamos a entrar en la ciudad, se percibía mucha vida, movimiento y circulación relativamente abundante, al principio no reconocía ningún edificio, sabía donde estaba por pura lógica de los recuerdos, pero había cantidad de edificaciones nuevas.
Pero al cabo de unos pocos metros “nuestra” Malabo comenzó a mostrarse, casas conocidas, familiares, la zona de la gasolinera de Alada, el Impala, Transportes reunidos, MI CASA, la casa de Maribel Escolar, la entrada a Construcciones Urbanas.........................................., demasiadas cosas para contarlas todas.

Os preguntareis porqué pasamos olímpicamente del Impala, pues se trata de que todos a una, incluidos nuestros anfitriones, habíamos decidido sin demora dar una vuelta inaugural por Malabo antes de cualquier otra cosa, lo que os decía antes, no estábamos dispuestos a desperdiciar ni un solo instante de nuestro tiempo, y a fe que así lo hicimos.

El grupo se había dividido en dos, una parte en cada vehículo y salimos separados, cuando nos encontramos después en el hotel, los dos grupos habíamos tenido la misma idea y experiencia, recorrer Malabo antes de nada.

Recuerdo que yo iba con Ely, Raimon, y creo que con Geluca y Lola, no estoy seguro de más porque no era posible prestar atención a tal cantidad de sensaciones a la vez.

El Land Rover continuó por la calle de la Cámara de comercio, Correos, El Instituto...................
Las vibraciones, emoción y cosquilleo nos sobrepasaban, unos lo llevábamos más discretamente y otros no pudieron contenerse. Giramos en la esquina de la Policía, casi en la Rosaleda y enfilamos la calle del cine Jardín, llegamos al cruce de Vila y Morante, Elecpint y casa Pinto.
Ely estaba con los ojos hechos polvo, a los demás no tenia tiempo de observarles y yo mantenía el tipo como podía, nuestro amigo y conductor charlaba y comentaba con nosotros lo que íbamos viendo, para él aquello era “su” Guinea de todos los días, para nosotros aquello era, ................................................................................................................................muy difícil de explicar.
Las lágrimas y la emoción no eran de tristeza, eran eso, emoción, encontrarse con aquello “tan tuyo”, tanto tiempo ausente, vivo y también “nuevo”.....................................“ESTÁBAMOS ALLÍ”.
Muy fuerte la experiencia y sirvió para descargar una tensión acumulada de muchas horas, muchos días, muchos años...............................................................................................................................................
Pero aquello no había hecho más que empezar.
Aquella rauda y fugaz experiencia había sido "LA PRIMERA VEZ QUE" veíamos Malabo, pero a partir de ese momento y cada día por venir, habría muchas “PRIMERAS VECES QUE"......................................................
pasarían cosas nuevas a diario, unas previstas o casi previstas y otras que nos sorprendieron sin previo aviso.

Llegamos finalmente al Impala, descargamos el equipaje y lo llevamos al vestíbulo del hotel.
Pregunté por el gerente pero no estaba en ese momento, el encargado que estaba allí era un hombre joven que resultó ser desde ese mismo momento y el resto del tiempo una persona estupenda y servicial, nos repartió las llaves y se encargó de que subieran las maletas a las habitaciones que estaban en la quinta planta ....................................................¡ Y SIN ASCENSOR!.

Mientras las subían, curioseamos por allí y muchos de nosotros salimos otra vez al umbral de la puerta porque al entrar habíamos visto que allí mismo había un Haussa con un montón de cosas para ver.
Le saludamos o nos saludó él, no recuerdo de quién partió la iniciativa y rápidamente percibí que era un tipo afable, confiado y abierto.
Era un hombre mayor desde luego, su edad era difícil de calcular pero era mayor.
Comenzamos a charlar y alguien, como siempre ocurría y ocurrió a partir de ese momento, siempre en situaciones parecidas, comenzó a contarle que éramos guineanos antiguos, alguno de los cuales habían incluso nacido allí.
La cara del hombre cambió radicalmente, su expresión era digna de verse, una sonrisa primero incipiente y al momento de oreja a oreja, amabilidad y ternura en su expresión, unos ojos ávidos de saber más, de preguntar.
Nos presentamos uno a uno.
Cuando yo le dije quién era, no daba crédito a lo que le decía, me observaba atentamente buscando el parecido con mi padre, retrocedía, volvía a mirarme, exclamaba, me describía sus recuerdos de mi padre, gesticulaba y no salía de su asombro, así estuvimos un rato hasta que nos dimos un fuerte abrazo.
La cosa fue por turnos, en el caso de Ely, recordaba a su padre, a su tío, a alguien más seguro y a su madre por el apellido de soltera, no en vano había subido a casa de Ely un montón de veces y la “jefa” era a quién tenia que convencer de que comprara las cosas, pongamos por ejemplo............................“EN EL AÑO 66”.

Las presentaciones se sucedieron, identificando y ubicando a cada uno de nosotros, por entonces el rellano de acera en el umbral del hotel, parecía una sala de espera, el haussa además explicaba a otros guineanos que estaban por allí lo que sucedía, en fin el recibimiento no podía ser más entrañable y familiar, nos apretamos las manos al estilo guineano, cosa que yo no recordaba pero que aprendí intuitivamente a la primera ocasión, que fue esa precisamente.

.........................................................................................................................................................
(En España un apretón de manos es más brusco, escueto y breve.
En Guinea nada que ver, es más mantenido, comienza con una presión de la misma intensidad que aquí, pero no se suelta abiertamente, se afloja gradualmente, se desliza la mano para separarla lentamente y finalmente se mantienen unos instantes los últimos dedos en contacto un breve tiempo.
Parece un simple formalismo, pero encierra mucho significado creo yo, tampoco sé si el gesto es con todo el mundo o se reserva para los amigos “de verdad”, el caso es que yo lo he practicado y sentido así en todas las ocasiones en Guinea durante este viaje cuando se trataba de “guineanos de verdad”, fuesen de color oscuro o claro y siempre ha sido recíproco).
.......................................................................................................................................................

Subimos por fin a las habitaciones, había que descansar, cambiarse de ropa e instalarse.
Ya habíamos acordado con nuestro anfitrión pasar por su casa esa noche, que quedaba cerca del hotel pero antes había cosas que hacer, bajar un poco la guardia porque el ritmo del día había sido trepidante y .....................................................................¡ aún faltaba parte del día 9 de Enero de 2005 por consumir ¡.

Las habitaciones eran amplias y estaban limpias.
Tenían un dormitorio espacioso con una cama doble enorme, un baño, un salón nada pequeño, una cocina americana y una terraza.
Había aire acondicionado y dos ventiladores de techo, uno en la habitación y otro en el salón, un lujo vaya.
Recorrimos una por una las habitaciones, todas estaban en la misma planta y “solo” las nuestras de forma que “la planta entera” era nuestro feudo, la base de operaciones de la expedición “Mirupururu”, podíamos dejar tranquilamente las puertas abiertas que aquello era nuestro reino privado, que chulada.
Era como estrenar casa, las chicas entraban en una habitación, salían, entraban en otra y nos ubicamos como nos apeteció.
Nos reunimos en la habitación de Geluca y Maribel porque su terraza tenia unas vistas impresionantes.
Raimon creo que fue el que sugirió hacer la primera foto en Malabo-ciudad, que con un poco de suerte podríamos colgar en la página esa misma noche desde la casa de nuestro amigo.
Es la foto de las chicas con su flamante salacot en la terraza, con Sta. Isabel al fondo.
Fueron para variar, momentos de euforia, alegría y esperanza ante lo que nos quedaba por disfrutar y de recuerdos para este foro.
La foto está colgada desde ese día 9 de Enero, prueba de que los miembros de este foro han estado presentes donde quiera que fuéramos, os lo aseguro.

Cuando nos aseamos y nos dimos un rato de descanso, acordamos bajar tranquilamente y reunirnos en el vestibulo para ir a casa de nuestro amigo.

Nos pusimos nuestras mejores “galas” y allí estábamos listos para la aventura.

La casa . estaba al lado y fuimos dando un paseo, la casa es una casa de esas casas de antes, perfectamente conservada por fuera y por dentro.

Su interior es alucinante para alguien como nosotros que llevaba 37 años sin ver algo así, es una casa amplia, de techos altos, de dos plantas y con un olor y sabor guineanos que te transportaba en el tiempo.
Decoración africana en cada detalle, confortable, cómoda, fresca y agradable.
Una ancha puerta de las típicas lamas de madera, daba acceso a un pequeño jardín con piscina.

Teníamos una vez más la sensación de estar “como en casa” y eso en este caso era mérito exclusivo de nuestro perfecto anfitrión.
Una de las cosas que me sorprendió la primera y el resto de las noches en Malabo – Sta. Isabel, es la delicia de temperaturas nocturnas, era una gozada, pura vida.
En fin en este ambiente maravilloso y con un anfitrión espléndido pasamos un buen rato intercambiando opiniones, “relajándonos a tope” y analizando lo vivido hasta ese momento.
Al instante la casa nos protegió, nos envolvió y nos proporcionó una intimidad y ocasión para serenarnos y charlar.
La mitad del grupo que también había recorrido Malabo directamente desde el aeropuerto, nos contaron su itinerario y sus sensaciones.

Nuestro anfitrión nos contaba a su vez como era su vida allí y como estaba el país en general.
Nosotros le explicábamos quién era cada uno, nuestras vinculaciones en el pasado con Guinea, quiénes eran nuestros padres etc.
Sus padres conocían a los nuestros por regla general y de una forma u otra, nos situamos en el tiempo, aclarando y recorriendo la tupida malla de relaciones mutuas, familias, lugares de trabajo, fechas y todo tipo de datos e Inter.-relaciones del pasado y el presente.
Como una gran familia cuyos miembros hacia tiempo que no sabían unos de otros y tenían infinidad de cosas de que hablar.

Yo caí en la cuenta además de que casi estábamos aún en Navidades, de hecho en todo Malabo, aún colgaban adornos navideños aquí y allá, iluminaciones, letreros, la gente al saludarse añadían la coletilla de “feliz año” ................................................................................ "igualmente, "feliz año".
Es decir la gran familia que estábamos reunidos en ese momento, estábamos teniendo una especie de velada navideña en cierto sentido, desde luego en la afloración de afectos por ejemplo había mucho de Navidad, en un marco excepcional como era Guinea y la casa én la que estábamos.

Sin saber como, empezamos a pasar un rato en el que las risas, carcajadas y ocurrencias de unos y otros, fueron aumentando de intensidad.
Recuerdo que llegó a dolerme la mandíbula de tanto reír, fue un rato en el que decidimos no poner límites a cualquier expresión que desatara hilaridad, la adrenalina generada y las emociones vividas en todo ese memorable día, necesitaban una válvula de escape sin cortapisas, en privado y entre amigos personales.

Cuando volvimos a recuperar una situación normal, acordamos ir al Centro Español a tomar algo juntos para despedir este primer día, llamamos a nuestro segundo amigo. y quedamos con él allí directamente.

Llegamos en el Land Rover a pesar de que estaba bastante cerca, se trataba de un restaurante que tenia un jardín exterior con mesas y nos acomodamos.
Llegó nuestro segundo amigo reciente y también se sentó con nosotros.

La verdad es que yo al menos estaba algo cansado, eso me ocurrió casi a diario durante el resto del viaje y no me importó nada, el día no podía haber sido más intenso, física y emocionalmente.
El sitio era tranquilo y pedimos cosas para picar entre todos, recuerdo que por primera vez en los años que ya sabéis, probé “angulas de Riaba”, estaban de muerte y el resto de platos a base de pescado igual.

En la acera de la calle, que estaba a la orilla, yo no dejaba de oír un ruido curiosísimo que parecía provenir de un enorme árbol tipo ficus que allí había.
Nos contaron que se trataba de un murciélago martillero. Yo no había oído en mi vida semejante cosa, ni el nombre del animal ni mucho menos el ruido que hacia el cabrito de él.
Era como su nombre indica un ruido parecido al que se produciría tratando de clavar un clavo en una chapa, no se si alguno de vosotros ha oído alguna vez por la noche el ruido que hacían las ranas gigantes cuando se pasaba por las cercanías del río tiburones, pues algo así pero mucho mas potente e intenso.
La verdad es que amenizaba la velada y desde luego ponía el toque definitivamente exótico al lugar, no se podía negar que estábamos en un sitio “diferente”, pensé : bienvenido camarada, por mi puedes continuar tu serenata toda la santa noche, no me importa ( y así fue desde luego).

Charlamos hasta la saciedad, intercambiamos ideas, anécdotas, nos contamos, o empezamos a hacerlo, nuestras vidas, como surgió la idea del viaje, en fin os lo podéis imaginar.
Supongo que para nuestro anfitrión, además de evidentemente amigos, seriamos un grupo desde luego algo “atípico” y en cierto modo sorprendente por las circunstancias. Gente que en general no nos conocíamos previamente entre nosotros y que sin embargo rodábamos como una perfecta máquina engrasada, que éramos con la excepción de Carlos, antiguos guineanos y volvíamos al cabo de 37 años, en fin que se nos podía calificar de cualquier cosa menos de “convencionales”.

Con nuestro otro amigo guineano teníamos menos grado de confianza, parecía observar todo y a todos con cierta curiosidad y atención, intercambié algunas impresiones con él a modo de “avanzadilla”.
Yo tenia una cierta curiosidad por aclarar con él algunas cosas pendientes, pero ese no era el momento ni el lugar.
En cualquier caso me dejé impregnar de su actitud personal y escuchar lo que quisiera decir, me interesaba porque antes o después tendría una charla en mayor profundidad, pero eso seria otro día.

No se como fue ni quién lo sugirió pero de pronto estaba decidido, acabaríamos el día yendo a una “disco”.
Pues si, había oído bien ¡ la gente quería conocer la noche de Malabo ya mismo ¡.
A mi aquello no me cuadraba, era algo absolutamente ajeno a mis recuerdos guineanos y la verdad es que a mi no se me hubiera pasado por la cabeza y menos esa primera noche.
En cualquier caso, al rato ya estaba mentalizado y divagando acerca de algo que ya os habré mencionado sin duda.
Este viaje era especial para todos los que participábamos en el, eso ya lo sabíamos antes de partir, pero se había confirmado en las solo 15 horas más o menos que llevábamos juntos.
Parecía como si hubiera una especie de”conciencia de grupo”, un ente supra-individual que de alguna forma tomaba decisiones propias de forma sutil.
Parecía como si algo tomara decisiones por nosotros con algún fin que a priori desconocíamos.
Sentía curiosidad por esa idea y desde luego hasta ahora había funcionado bien, de manera que..........................................................................................¿porqué no, ir a una “disco” ?, ! pues vamos ¡.

Era de noche y en ese momento no sabia por donde nos movíamos, además nuestros dos amigos. nos llevaron en los coches, pero como otro día comprobamos, estaba por el centro del Malabo de siempre.

La fachada del local a calle, no tendría más de 4 o 5m. de anchura y se entraba por una puerta de madera oscura algo destartalada.
Nada más cruzar la puerta se avanzaba por una especie de pasillo ancho, flanqueado de biombos o algo así, con luces acá y allá, el paso era al aire libre y desembocaba en otra pequeña puerta que daba acceso al interior.
La disco” no era más que una sala única de no más de unos 5m x 7m. como máximo.
La puerta se situaba en una de las esquinas y nada más entrar a la derecha, en el lado menor del rectángulo estaba la minúscula barra y a continuación la minúscula cabina del “pincha”.

Al entrar estaban:
El pincha a lo suyo.
Una chica agradable y joven atendiendo la barra, o más bien se dispuso a ello al vernos entrar.
Alguna otra chica sentada en algún tipo de banco o algo así pegado a la pared de la izquierda.
Alguna otra chica sola bailando.
Algún chico por allí.
Al menos así aproximadamente era el panorama tal y como lo recuerdo.
......ahhhhhhhh y la música y el sonido de lujo, a toda pastilla, lo que se podía oír aquí en cualquier parte, vamos que .............................................estaban en la onda.

Imaginaros que acabáis de llegar a Malabo a las 3h 15m. de la tarde y a eso de la 1h de la mañana, estáis en una discoteca en el centro.
Yo trataba de asimilarlo, además como es lógico, veníamos de “la península” (ese sustantivo, hizo su aparición espontáneamente sin saber como, hacia años que yo no lo usaba) y traíamos un cierto prejuicio acerca de la “seguridad” en las calles de Malabo.
Al final resultó ser nada más que eso, “un prejuicio” al menos en lo que el grupo vivió y hasta donde yo sé.

No se si estaban desde el principio pero había dos chicas muy jóvenes, creo que eran de Camerún que tenían unas figuras de revista y sobre como bailaban, creo que os lo podéis imaginar.
El pincha de vez en cuando salía de su cabina y se marcaba unos pasos, solo, con las chicas camerunesas o con las “nuestras”, el lugar no daba para amplitudes y apartados, el ritmo que los guineanos llevan en la sangre, no os lo voy a contar yo ahora, pero si os diré, que también eso era algo que no veía hacia....................y no es lo mismo recordarlo........................ que REVIVIRLO.

No se cuanto tiempo estuvimos allí, pero al final hubo que salir y enfilar hacia el hotel porque estábamos realmente cansados, eufóricos pero cansados.

Subimos las cinco plantas y como autómatas nos encaminamos cada cual a su habitación, yo quedé con Raimon en que a la mañana siguiente llamaríamos a un tercer amigo guineano para darle una sorpresa y a continuación resolveríamos la cuestión de la ampliación del visado.

Cuando la quietud de la habitación nos ayudó a relajarnos a Ely y a mi después de asearnos, me acerqué a la ventana y miré la calle.

Apagamos el aire acondicionado y dejamos el ventilador de techo a mínimo con las ventanas cerradas.

La calle estaba en calma total, la iluminación más o menos como era “entonces” y por primera vez desde que llegamos, sentí una especie de paz e intimidad a la que di la bienvenida para al menos unas cuantas horas.

Me tumbé todo lo largo que era en la cama, tenía en la cabeza un torbellino de ideas, recuerdos del día y creí que no seria capaz de dormir esa noche tampoco.
Trataba de analizar y poner en orden aquel caos de sensaciones de todo tipo, pero era complicado, no quería dormirme, quería apurar aún más ese día.
No me apetecía todavía despedir ese mágico día, me preguntaba que nos esperaría al día siguiente, lo que haríamos, desde luego seria difícil superar la marca y el listón en intensidades vividas de este 9 de Enero de 2.005.

Debí entrar en el reino de los sueños manejando esas ideas y divagaciones y debí tener sueños de los que el subconsciente decide no compartir con nadie , porque al día siguiente no recordaba haber soñado absolutamente nada ni movido un solo músculo en ningún momento de la noche.
Al fin y al cabo el subconsciente también tendría mucho que asimilar y analizar, como yo mismo, pero yo no podía más y él reclamaba su tiempo.




(Madrid 8 de Febrero de 2005)



(HAY QUE VOLVERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR)

[Maritere Luque]

Acabo de leer la descripcion de Jose Eduardo Padilla del viaje a Guinea, la llegada y descendimiento .... y estoy llorando como una tonta!!!!! hize ese trayecto tantas veces cuando era una ni~a volviendo cada verano del internado en Madrid..... el ver el pico desde el avion... la media vuelta del avion en la bahia para aterrizar.... hacia a~os que no lo sentia... y hoy... como por magia tengo 7, 8, 9, 10...a~os ....estoy deseando que aterrize el avion para ver a mis padres, sentir el calor....estar en casa!

Gracias

Maritere


Ps. A ver si dejo de llorar caramba!!!!! - perdonar mi espa~ol, aunque gracias a vosotros lo estoy recuperando.

[ISABEL DIEZ ABAU...]

GRACIAS