En una de nuestras visitas a Alicante, mi mujer me comentó lo bien que lo pasaban las alumnas de su colegio, el de las Teresianas, donde ella estudió interna hasta los trece años.
Las Hermanas Teresianas, por aquellos entonces, eran unas adelantadas, no llevaban hábito.Iban de mujeres con vestimenta normal.
A las niñas, las llevaban los Domingos al cine, el mismo que iban los de los Jesuitas y a pasear por el centro de Alicante , ellas estaban en Benalúa, un Barrio de la Ciudad.
Un sitio que frecuentaban mucho, era la Rambla.
La Rambla, para los recuerdos de mi mujer, era una calle muy grande,ancha, llena de edificios muy altos....Enorme en suma.
Paseando, como digo, por la Explanada...mi mujer me dijo : Quiero volver a ver la Rambla, tengo muy buenos recuerdos , lo pasábamos muy divertido el paseo de los Domingos por allí..
Cruzamos la Explanada y veinte metros más arriba le dije : Estamos en la Rambla.
¿ Como..” esto” es la Rambla ¿¿¿¿¿¿¿ ¡¡ No me lo puedo creer ¡!! No puede ser ¡!...Preguntemos, me dijo.
Pasó un viandante y le dijo : Esto es la Rambla ..? Sí Sra, están Vds en La Rambla.
¡¡¡ Madre mía, que desilusión..Yo me acordaba de esta calle y era enorme, ancha, espectacular......!!!!...Me miró muy extrañada.
Sin duda, amigos, mi mujer sintió lo que yo llamaría el mito de la adolescencia..
Aquellos recuerdos que tenemos de cuando éramos unos niños, aquellas aventuras, aquellos conocimientos, aquellas vivencias....... Tras la perspectiva de los muchos años e influidos por la nostalgia de volver a tener trece años.....Mitificamos, aún sin querer, los tamaños, las cosas,las alegrías y las penas..casi todo en suma.
La Rambla era como había sido siempre, una calle normal, como casi todas las que desembocan en la Explanada y el mar.
Mbueti.
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