Un matrimonio británico perdió el recurso contra el veredicto pronunciado el jueves por un juez que dictaminó que lo mejor que se podía hacer en favor de su hijo era retirarle el sistema que le mantenía artificialmente con vida, según informó este sábado la BBC.
Los padres se declararon "profundamente acongojados" por la decisión judicial y se mostraron convencidos de que valía la pena preservar la vida del muchacho. "Estamos y seguiremos estando siempre convencidos de que, a pesar de los gravísimos problemas que sufre, su vida es valiosa y merece la pena conservarse mientras sea posible y siempre que no le cause dolor indebido", afirmaron en un comunicado.
Señalaron sus diferencias con los médicos que atienden al niño y el juez: "Ellos creen que su vida es insoportable y que su incapacidad es tal que no tiene sentido que siga vivo, pero nosotros, y algunas de las enfermeras, creemos que es capaz de experimentar placer y que hay momentos prolongados en los que no sufre dolor y está relajado".
Los padres que apesadumbrados reconocieron que los médicos han decidido poner fin al tratamiento en las próximas veinticuatro horas, ahora sólo quieren disfrutar con su único hijo "el poco tiempo" que le queda. Un tribunal medico del hospital donde es tratado el niño llegó a la conclusión de que éste sufría dolores intolerables por culpa del tratamiento al que está sometido y que no tenía posibilidad alguna de recuperación.
Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar contryman.
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