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[Jose Eduardo Pad...]

CRÓNICAS DE VIAJES EN AVION
1ª Navidades de 1966


Mis dos últimos cursos de bachillerato los estudié en Madrid, por una serie de razones mis padres lo creyeron oportuno y así fue.
Los cursé interno en un colegio seglar de Madrid y los fines de semana los pasaba con unos tíos míos haciendo la vida de familia que la situación me permitía y yo necesitaba.
Yo pasaba los tres meses de verano en Sta. Isabel y también los 15 o 20 días de vacaciones de Navidad.
En esta ocasión os hablo de las Navidades de 1966.
Yo hacía ya un mes que miraba con ansiedad el calendario y mentalmente tachaba cada día que faltaba para “irme a Guinea”, lo cual no tenia otro efecto que hacerme más larga la espera.

A pesar de todo, afortunadamente el día llegó, yo era en aquellos tiempos un buen estudiante (¿qué otra cosa se puede hacer estando interno en un colegio en las largas tardes de invierno?) y había aprobado todo con holgura, faltando ya pocos días para partir mi estado de animo era absolutamente eufórico y le hubiera perdonado la vida al asesino más sádico de la historia si hubiera dependido de mi.
La vida era una maravilla y si a los demás no les parecía lo mismo, peor para ellos, yo ¡me iba a Guinea¡ y posiblemente ¡subiría a Moka!.

Mi familia política no entendía gran cosa de esto, para ellos que yo prefiriese irme a Guinea antes que disfrutar de la “Navidades Madrileñas” les sonaba a no estar bien de la cabeza y yo sencillamente no me veía capacitado ni tenía ganas ni fuerzas como para sacarles de su error.
Como mucho, entendían que quisiese estar con mis padres, pero más allá de eso sus cabezas no comprendían que para mi Guinea era mi tierra, tan maravillosa y distinta de Madrid que no se podía explicar con palabras y más a Madrileños recalcitrantes como eran ellos.
Para ellos, Madrid era el ombligo del mundo y su idea de Guinea, mejor ni intento describírosla porque habría material para una monografía sobre el tema, digamos escuetamente que su concepto de Guinea era absolutamente delirante, incompatible con la realidad y la antítesis del mío.
A pesar de estas cosillas, la verdad es que les quería y me hacían compañía emocional, se trataba de “evitar ciertos temas”y todo rodaba bien.

Esos días yo tenia un catarro de caballo, como casi siempre en invierno, pero ni eso era suficiente para amargarme la vida lo más mínimo, “peor para él”.

Por fin llegó el gran día, la maleta hecha dos o tres días antes y la noche anterior durmiendo más bien poco por la excitación y la ansiedad.
En el colegio al tratarse de un caso “especial” y por mi buena reputación, me habían permitido salir dos o tres días antes que los demás.

Y en marcha.
Atravesamos Madrid casi al alba en el “600” de mis tíos y llegamos a Barajas, entonces el aeropuerto de Barajas era otra cosa, casero, modesto y recoleto, a escala humana, nada que ver con el monstruo de ahora.
Facturamos y con mucha más agilidad que ahora nos llamaron para embarcar, a penas dio tiempo para deambular un rato y tomar un cafetito caliente.

Abrazos, besos, recuerdos, recomendaciones, miradas, agitar de brazos y ..................................................

Subimos en un autobús de Iberia, hacía un frío del demonio y yo no sin gran esfuerzo, había convencido a mis tíos de que me dejaran ir sin el abrigo hasta el avión porque era un trayecto corto y una vez dentro, ya no hacia frío.
La realidad fue muy distinta la gente tardó bastante en subir al autobús, que a su vez tardó mucho en arrancar y el trayecto hasta el avión fue como para congelarse.
La verdad es que de todas formas yo era feliz de haberme despojado de la última prenda que me vinculaba con el invierno y ahí me veis en Diciembre con manga corta y una camiseta de cierto grosor debajo por toda prenda de abrigo, pensé que mi catarro iba a tomar represalias, pero mi mente ya estaba en “otra cosa”, me importaba un rábano todo lo que no fuera “que me iba a Guinea”.

El autobús llegó por fin al pie de la escalerilla del DC-.7, yo estaba literalmente muerto de frió, me castañeteaban los dientes, la parafernalia de la bajada del autobús y la lenta y parsimoniosa subida de la escalerilla me pareció interminable, lo cual por otra parte me producía un cierto morbo porque mi aventura ya había empezado sin punto de retorno, estaba dispuesto a saborearla hasta el más mínimo detalle aunque fuera negativo y si el frió quería formar parte de mis sensaciones , pues era inevitable.
Por fin traspasé la portezuela del avión y una azafata me acompañó hasta mi asiento, los ojos debieron brillarme cuando comprobé que me había tocado asiento de ventanilla y además del lado izquierdo y para más felicidad, cerca del ala un poco adelantado, yo sabia que era el mejor sitio porque se divisaba mejor la llegada a Santa Isabel y me permitiría observar los motores, cosa que entonces me fascinaba.
Cuando me indicaron cual era mi asiento respiré de satisfacción y simplemente me dejé caer en el como un fardo muerto, ¡ ya estaba allí !, me soné la nariz y entré en un estado de relajación aislándome del mundo mientras el resto del pasaje se acomodaba, quedé “tirado” observando todo el trajín de los operarios de mantenimiento del avión que ocurría en el exterior, mangueras de combustible, vehículos de acá para allá y una mañana neblinosa de frío desapacible que ya solo veía a través de la ventanilla.
Aquello me interesaba mucho más que lo que ocurría dentro del aparato y quedé absorto.

De repente, algo me sacó de mi estado, un pasajero debía sentarse en el asiento contiguo al mío, pensé que tendría que volver a la realidad, controlar la situación, ser posiblemente sociable y cortés con alguien, no tenia la menor gana de charlas ni de tener que prestar atención a nadie pero como mínimo tendría que reconsiderar mi postura física que era poco “adecuada” y enderezarme un poco.
La operación “vecino” fue sorprendentemente breve.
Se trataba de una mujer, a mi en aquella época con mis 16 años me pareció “mayor”, con los ojos actuales yo diría que andaba por los cincuenta pasados.
Era una mujer alta, de pelo abundante pero recogido, controlado y con alguna cana, de buena estatura y porte, austera en el vestir, ni delgada ni gruesa y para mi “felicidad” de pocas palabras.
El ritual fue corto nos dimos los buenos días y poco más, yo adopté una postura más “correcta” en mi asiento, ella simplemente se sentó casi con la misma filosofía con la que yo lo hice al llegar, no me sometió a ninguna parafernalia de colocación de bolsos, acomodos, búsqueda interminable de posturas, control de objetos, ni nada parecido, se dejó caer, reclinó la cabeza en el reposacabezas del asiento y permaneció en silencio y “en su mundo”.
Yo no me lo podía creer, era mi vecina ideal, ¡ que maravilla ¡, así es que volví a despreocuparme y concentrarme con la observación del exterior y las maniobras que allí ocurrían.

En el transcurso de ese rato que debió ser más largo de lo que yo creía, casi no ocurría ya nada especial a fuera, todo parecía terminado y poco había que ver, de manera que indagué lo que pasaba dentro.
Las azafatas también habían terminado de dar sus charlas (que yo me había perdido sin más) y todo parecía estar ya listo para comenzar a movernos.

Así fue, antes de que pudiera predecirlo, uno de los motores del lado derecho comenzó a desperezarse, hizo algunos amagos y al final comenzó a bramar expulsando una humareda plomiza al principio que poco a poco se tornó gris claro y algo más ligera.
El ruido aceleró mi vuelta al mundo real, físico, me abroché el cinturón no sin dificultad y estando en ello uno de los motores de mi banda, comenzó con su despertar, en ese momento el ruido ya era una pasada y yo pensaba hasta donde llegaría el volumen.
Me di cuenta a todo esto de que mi compañera de asiento, también se había colocado en posición de “conciencia” y aunque serena y relajada, también estaba en “este mundo”.
Con la misma cadencia, se encendió el tercer motor del ala derecha y en breve, el cuarto del ala izquierda, a partir de ahí ya no me preguntaba hasta donde llegaría el volumen del ruido, sino ¿sería capaz de soportarlo sin quedarme sordo durante tantas horas?.

Comenzamos a movernos muy despacio, los motores aumentaron el volumen de sus rugidos y aquello parecía un monstruo que se preparaba para cargar contra algún enemigo que yo desconocía. Esa sensación me gustaba porque yo formaba parte del monstruo y para enemigos, se me ocurrían imaginariamente más de un candidato, era divertido.
Parecía que caminásemos por un camino de cabras, el avión se resentía de cada imperfección de la pista pareciendo que iba a desmontarse de un momento a otro convirtiéndose en chatarra, íbamos lentamente avanzando, girando a derecha e izquierda, buscando la cabecera de pista.
Al final de una serie de giros y vericuetos nos detuvimos, señal inequívoca de que solo faltaba el pistoletazo de salida.

Transcurrieron unos instantes que no sabría traducir a unidades de tiempo hasta que en un momento dado los motores empezaron a bramar a toda potencia, el avión a vibrar hasta el último tornillo y el avance fue volviéndose impetuoso, decidido e imparable.
La pista pasaba velozmente bajo las alas y los edificios relativamente cerca, pasaban rápidamente por la ventanilla, el ruido era ensordecedor.
Algo pareció tirar del avión hacia arriba lentamente y al menos el traqueteo desapareció, estábamos en el aire, ¡ ahora si que habíamos traspasado el punto de “no retorno”!, respiré profundamente, me dispuse a observar Madrid desde el aire y para mi asombro noté que la congestión nasal que me había mortificado casi durante un mes, parecía haber desaparecido.
Madrid se veía a la perfección, aquel avión ascendía tan lentamente que se podía observar hasta el más mínimo detalle a pesar de la neblina invernal, comenzamos a dar un elegante giro a la izquierda y el avión se inclinó majestuoso hasta un punto que comenzó a preocuparme.
Yo por entonces no tenía el más mínimo miedo a volar y la preocupación pasó solo fugazmente por mi cabeza, el espectáculo que estaba presenciando era más atractivo que un estúpido miedo.

Poco a poco una vez enderezado el avión y alcanzada la altura de crucero, entramos en una cierta rutina.
La emoción del viaje y la noche anterior con el sueño alterado me pasaron factura y debí caer en un agradable sopor, un “estar entre dos mundos” a veces mas allá y otras más o menos alerta.

Un rumor de idas y venidas fuera de lo normal me sacó de mi somnolencia de un modo acelerado, semidormido percibí dos preguntas que inconscientemente escuchécasi encadenadas, 1ª¿tomará té o café? y 2ª¿estabas cansado?.
Por un momento aquello me parecía de locos, ¡ maldita sea de repente todo el mundo quería algo de mi ¡ .
Contesté como un robot, café. La segunda respuesta me costó algo mas de esfuerzo, primero tuve que detectar de quién provenía y luego razonar la contestación.
Provenía de mi compañera de asiento y una vez averiguada esta cuestión la respuesta fue escueta y corta,.......... pues si he madrugado bastante.
La situación era de lo más normal pero cuando uno está plácidamente semidormido, la vuelta a la realidad fue bastante sorpresiva, se trataba simplemente de que se estaban sirviendo sin más los desayunos, la primera pregunta era de la azafata y mi vecina de asiento debió interpretar que yo no estaba tan profundamente adormilado como para no escuchar bien la segunda pegunta, que era suya.
Comenzó la rutina del desayuno, abatir la bandeja, colocar las viandas etc...... afortunadamente en breve tiempo yo estaba como si hubiera dormido 8 horas, fresco y descansado.
Mientras nos servían observé fugazmente a mi vecina de asiento y le obsequié con una leve sonrisa de aceptación en respuesta a un gesto suyo similar, comenzamos a desayunar y de cuando en cuando iniciamos un esbozo de conversación acerca de la calidad de los alimentos , su aspecto, en fin cosas intrascendentes y rutinarias.
En un momento dado, cuando una vez finalizado el desayuno comenzó el rato de espera hasta que retiraran el servicio, ella me preguntó si mi destino era Las Palmas, yo le contesté simplemente que no, en cortés reciprocidad le hice la misma pregunta y la respuesta fue algo así como : “no, yo continuo”.

Ahora sé que de repente algo cambió drásticamente la atmósfera y que nuestras mentes ebieon aprovechar la pausa que siguió para deducir algo simplísimo, si ninguno de los dos bajábamos en Las Palmas y la siguiente escala era Accra, dado que la posibilidad de que alguno de los dos bajara allí se podía calificar de remota, estaba claro que los dos “íbamos a Guinea”.
Aquel dato, cambió mentalmente la actitud mutua del uno hacia el otro, “éramos compis”.
Esto lo deduzco “ahora”, entonces simplemente “me sentí mejor”en lo que respecta a mi actitud hacia ella y supongo que viceversa.
Comenzamos a charlar de forma espontánea y fluida, se que comentamos si en Las Palmas nos permitirían bajarnos del avión o nos tendrían en el interior mientas se producía el cambio de pasajeros y se repostaba, en caso de bajar, ella se ofreció a invitarme a algo en la terminal.

En fin, que en poquísimo tiempo, aquella persona en contra de toda previsión, se convirtió en una agradable y amena compañía.
Y digo en contra de toda previsión, porque los perfiles de cada uno no podían ser más opuestos.
Yo me conocía y por aquellos días era un “proyecto de persona” bastante introvertido, poco sociable y porqué no decirlo, tímido.
Si un día antes me hubieran dicho que iba a charlar animadamente con una mujer, adulta, que pasaba e los cincuenta y desconocida, me lo hubiera tomado como una penitencia o como una broma, pero así estaba ocurriendo.

Los vaivenes y hormigueo de tripa, eran síntomas inequívocos de que estábamos aproximándonos a Las Palmas, eso nos ralentizó la tertulia, la verdad es que estábamos ya prácticamente sobre la isla y el trayecto había pasado en un suspiro.
En el rato de conversación que habíamos tenido, habíamos intercambiado datos personales, confesiones intrascendentes y de ella, además de otras cosas, ya sabia que vivía en Rio Muni, por eso evidentemente no la conocía ni me sonaba su cara ya que yo era “isleño” .

Antes de que nos diéramos cuenta, estábamos rodando por la pista del aeropuerto de Gando.

Se nos comunicó que no habría necesidad de abandonar el avión, salvo las personas cuyo destino fuera Las Palmas.
El avión hasta entonces debía ir al 60% de su capacidad de pasaje.
Aprovechamos la parada para ir al aseo, estirar algo las piernas y pedimos algo caliente a las azafatas.

El rato de parada fue breve y la verdad es que se agradecían unos momentos de “silencio”, sin el atronar de motores.
Hasta ese momento, mi “amiga”, no se había desprendido de una especie de gabardina ligera que llevaba puesta, se la quitó y la colocó en el maletero superior de los asientos, nos volvimos a sentar y mientras tomábamos algo caliente, continuamos charlando.
Cuanto más tiempo pasaba, iba aumentando en mi el grado de admiración, curiosidad y respeto hacia mi vecina.
Era una mujer sin tapujos, directa, educada y se adivinaba con toda una vida a sus espaldas sin concesiones a lo superfluo ni a dejarse intimidar por ningún tipo de contratiempo.
Su cabeza a mi entender estaba muy bien amueblada y era de esas personas que cualquier cosa que dijera tenía interés y lo hacia con las palabras adecuadas y justas.
Su aspecto físico denotaba agilidad, caminaba con determinación y al mismo tiempo elegancia, sin concesiones a formas gratuitas de coquetería y al mismo tiempo era, al menos a mi en aquellos momentos me lo pareció, enormemente atractiva en el sentido más integral de la palabra.
Su cuerpo en general y su cara, enseñaban toda una experiencia vital que debía haber sido dura y pasaba factura, pero al mismo tiempo eran enormemente dignos , armoniosos y austeros.

La escala debió ser o al menos a mi me lo pareció, muy breve, cuando quise darme cuenta el avión ya estaba maniobrando para el despegue y la verdad no me di cuenta de ningún detalle de lo ocurrido en tierra, ni siquiera de recuerdo curiosear a cerca de los nuevos pasajeros que se incorporaron al vuelo.

Nos quedaba el trayecto más largo hasta Accra y la sensación de que la próxima vez que pusiésemos el pié en tierra seria tierra africana, me hizo sentir un hormigueo especial en el estómago, en otras ocasiones la escala había sido en Lagos pero que más daba, “era Africa”.
Además volando a no más de 3000m. se percibía bastante bien el paisaje y a partir de entrar en la costa de Africa se iría notando gradualmente el cambio de vegetación de desierto a selva, comenzarían a verse las zonas de bosque poco a poco y empezaría todo a resultar “familiar”, en definitiva el viaje empezaba su fase para mi más bonita y emocionalmente gratificante.

Sin darnos cuenta estábamos mi compañera de viaje y yo, otra vez enfrascados en una charla pausada relajada y con un “feeling” especial que en ocasiones me parecía algo extrañísimo en mi, de vez en cuando pensaba en ello tratando de analizar el porqué.
Estaba claro que ella tenia una serie de valores clarísimos que yo apreciaba y me interesaban , como toda una vida en Guinea a sus espaldas y otras muchas cosas más pero, ¿ que podía ver una persona de esas características en un chaval de 16 años como yo? , porque lo que estaba claro es que su interés en la conversación era auténtico, si no hubiera sido así mi vecina podía haber pasado el vuelo sin decir una palabra sin más, estoy seguro de eso, su perfil no respondia al tipo de pasajero que yo hubiera temido tener a mi lado antes de subir al avión, (conversaciones forzadas para matar el rato, banalidades etc....que no me hubieran permitido hacer lo que en principio yo imaginaba que haria en vuelo, enfrascarme en mi mundo y divagar mentalmente escudriñando el paisaje).

A esas alturas, yo ya le había contado mi corta vida , mis proyectos de estudiar Arquitectura, mis modestas experiencias en Guinea, quienes eran mis padres etc...
Ella supongo que también me contaría un extracto de su “currículum” y digo supongo porque lamentablemente y después de 39 años me queda de ella una imagen de la esencia de su personalidad y su perfil como ser humano pero ningún dato especifico que me permita identificarla, ni siquiera su nombre, muchas veces he lamentado ese hecho como por ejemplo en este momento.
Podría darse el caso de estar describiendo algún familiar directo de alguno de vosotros, si es así, enhorabuena porque fue una de las personas más interesantes que he conocido en mi vida y con una categoría personal a mi juicio, excepcional. Gracias a su compañía en aquel vuelo, mi autoestima que andaba un tanto tambaleante, recibió una inyección de fortaleza y optimismo que más adelante fui capaz de comprender.
Dicho esto no me importaría recibir algún dato de quien pueda creer saber de quién estoy hablando.

Como extracto de las cosas apasionantes que mi compañera de vuelo me contó sobre su vida y a falta de datos exactos, ella parece ser que era de la vieja guardia Guineana en Rio Muni, habiendo llegado a Bata hacia los años treinta.
Parece que su vida transcurrió en alguna finca digamos, en el “interior”.
Había multitud de cosas que yo comprendía a la perfección y supongo que cualquiera de los que aparecéis por estos foros, como son las penurias que pasó nada más llegar a Guinea en una finca perdida del interior de Rio Muni, sin luz eléctrica, con aljibes por toda reserva de agua potable, rodeada de espesos bosques hasta donde la vista podía atisbar, escuchando en las largas noches la orquesta de infinitos ruidos de la selva , tornados arrasadores, lluvias interminables, caminos intransitables, insectos etc...........................

Me relató expediciones por el bosque, acompañada de uno o dos pamues y de cómo ellos le enseñaron la sabiduría y la técnica como para encontrar agua limpia para beber en plena selva.

Como en más de una ocasión los pamues le habían salvado la vida por picaduras de serpientes a base de hacerle incisiones, succionar el veneno y colocarle emplastes de hierbas.
Otras veces la sabiduría de los pamues le había salvado también la vida a base de hierbas para curar disenterías y todo un abanico de enfermedades, ya que el trasladarse al hospital en aquellos tiempos era toda una expedición.
Me fascinaron los relatos a cerca de las noches en la finca y de cómo en infinidad de ocasiones había tenido que hacer guardia muchas horas armada con un rifle porque estaba claro que un leopardo merodeaba a escasos metros de la casa.
Encuentros con gorilas, elefantes y todo tipo de aventuras.

Había presenciado ceremonias y bailes auténticos en poblados perdidos en el interior y de otras ceremonias aún más primitivas, repulsivas a los ojos occidentales y terribles como el “M´bueti”,
tenia referencias periódicamente y a escasa distancia.

También me quedaba claro que ella había sido capaz, no solamente de hacer frente a todas esas cosas sino que se había ganado el respeto y la admiración de la gente de todos los colores que la conocían, el respeto de los europeos no me extrañaba en absoluto pero me estoy refiriendo más, al respeto de los pamues que para mi tiene más valor .Esta reflexión evidentemente es de mi cosecha, ella no se hubiera vanagloriado de una cosa así y mucho menos me lo hubiera mencionado
Lo alucinante es que entonces a mi aquellas cosas no me sorprendía lo más mínimo, era “natural” , me gustaba oírlo de alguien que lo había vivido en primera persona, pero eran cosas que formaban parte de las experiencias hasta cierto punto similares de mucha gente que yo conocía, mis padres sin ir más lejos.

Ni por asomo se me ocurría en cambio relatar cosas de ese tipo a mis compañeros de estudios en Madrid por ejemplo, te tomaban por poco menos que pretencioso, por decirlo con palabras suaves y al final no podías tener una comunicación fluida con prácticamente nadie.
Hoy en día sin embargo a mi mismo me producen una sensación de “exotismo”, que no os oculto que me rebela.

Finalmente os diré que el motivo de su viaje a Bata parece ser que era el liquidar de alguna forma sus “asuntos” en Guinea, vagamente podría decirse que la sensación que me queda era que iba a vender las fincas y dejar los papeles en orden

De ella no recuerdo absolutamente nada más, no se si estaba casada, viuda o soltera, ni idea, lo lamento pero así es, la memoria es selectiva y solo me ha permitido conservar esencia de la persona, su perfil humano.

Ni que decir tiene que no presté más que esporádicamente, atención al paisaje, el trayecto pasó sin darme tiempo a otra cosa que conversar, de forma que nos vimos inesperadamente aproximándonos a Accra sin ser conscientes de los pormenores del vuelo , el aterrizaje fue suave y esta vez si nos bajamos del avión.

Ella me sugirió tomar algo en la terminal y por primera vez en el viaje, la vi hablar con alguien que no fuera yo.
Mientras caminábamos al edificio del aeropuerto, saludó a alguien que yo no conocía y que evidentemente debía haber embarcado en Las Palmas, no fue más que eso, un saludo cortés y breve.

Llegamos a la cafetería, nos acomodamos en la barra en sendos taburetes y ella pidió algo creo que en francés al camarero.
Visitamos los aseos y disfrutamos observando “AFRICA”, sin habernos percatado, de repente
“estábamos allí”, olores, humedad, colores, calor, sonidos, aire, era otro mundo y éramos bienvenidos, la cabeza me daba vueltas y los pensamientos se atropellaban para aflorar.
Me sentía “adulto”, estaba en Africa, a tiro de piedra de Santa Isabel, con una compañía maravillosa, ¿qué demonios más quería ?.
¿ Mi catarro madrileño ?, ¡ ni rastro !.

Me empezó a rondar una sensación que hasta entonces no había percibido, al llegar a Santa Isabel mi compañera seguiría ruta y era probable que no volviese a verla, pero era tal el cúmulo de sensaciones e ideas que me venían a la cabeza que no pude concederle demasiado tiempo a esa cuestión.

Lo que recuerdo del resto del viaje son emociones aceleradas en progresión geométrica, la sensación una vez que despegamos de Accra, de que Santa Isabel se acercaba inexorablemente, me producía una especie descarga de adrenalina, euforia y al mismo tiempo tristeza por el hecho de tener que despedirme de aquella persona que se había convertido en alguien tan especial para mi en un tiempo tan breve.
Hablamos de ello unos instantes y ahora se que esa fue la verdadera y formal despedida a nivel mental.
Mis ideas surgían en cascada pero el avión iba más rápido, charlábamos pero creo que compartíamos las mismas clases de emociones aceleradas.
Se palpaba una atmósfera distinta que no permitía pausas relajadas y un diálogo tranquilo, ni ella ni yo queríamos perdernos la aparición de Fernando Poo y quién sabe si la silueta brumosa del Pico en el horizonte del mar, le ofrecí mi asiento pero declinó la oferta, podíamos haber buscado otro asiento de ventanilla porque los había libres en la misma banda pero ahora soy consciente de que aquello no ocurrió, seguimos en nuestros lugares “de siempre”, estaba claro que los momentos mágicos de comunicación verbal habían pasado pero no nos apetecía cambiar más cosas de las inevitables.

Me sentía como en esas escenas de película en las que el protagonista, en un alarde de heroicidad debe abandonar a un amigo herido de muerte en el campo de batalla, contando con su complicidad y en aras de avatares del destino .

Sobre la aparición efectivamente del Pico, en la lejanía del horizonte de forma que a cada instante se hacía más nítido, brillante , cercano y más alto por el descenso del avión.

Sobre como el mar empezó a verdear y casi a parecía poder tocase.

Sobre como apareció algún cayuco a la vista, diminuto, perdido, familiar.

Sobre como apareció la bahía y la ciudad..................................................

Sobre como al final parecía que podíamos rozar las copas de los árboles y saludar a la gente que circulaba en sus coches...........................................................................................

Sobre esas cosas prefiero no hablaros.

Los motores se detuvieron, el silencio solo roto por el murmullo de la gente que parecía hablar en voz baja, se abrió paso.
Es de suponer que me despediría de ella, estoy seguro, pero creedme que no me acuerdo.
Si recuerdo cederle el paso para salir por la portezuela del avión y descender por la escalerilla.
Demonios ¡ no recuerdo que pasó en lo que a ella respecta a partir de ese instante¡
Se me ocurre razonar que lo lógico habría sido suponer de antemano que nos despediríamos como Dios manda en la terminal de Santa Isabel, pero el destino y mi torpeza posiblemente, creo que me jugaron una “mala pasada”.

Nada más asomar la cabeza al exterior ( ni os cuento las sensaciones, vale.................), lo primero que vi fue a mi padre que como la mayor parte de nuestros padres, era un enchufado que consiguió esperarme al pié de la escalerilla en contra seguramente de un montón de normas, unos metros más allá localicé con la vista a mi madre que después de hacerme una seña con los brazos charlaba con alguien.

Mi padre - después de darnos varios besos : ....................................¿Qué tal el vuelo?
Yo - seguramente con brillo en los ojos :............................................................¡ Bién!

Os puedo asegurar que pocas veces, mi contestación a alguna pregunta que alguien me haya hecho, habrá sido mas escueta, exacta, espontánea y haya encerrado mayor verdad.
Los nervios de la llegada, mi padre que se ocupó de las maletas, el coche que ya estaba allí mismo, casi en la pista, los saludos y abrazos a no se cuanta gente, asumir que estaba en Santa Isabel, mi corazón estaba a tope...................................................................................

No tuve ni ocasión de pasar por la terminal, no volví a ver a aquella persona , lo lamenté mucho tiempo, mi única excusa es que yo era un adolescente inexperto y no supe “estar”.

Estoy convencido de que ella lo entendió así.

Mis recuerdos, sea cual sea el lugar donde esté.

Feliz Navidad a todos.

:ph34r:

[guibubi]

....amigo mio cosmopolita;

este gran y sincero relato hubiese deseado egoistamente que formara parte de " Magia y Amistad Africana"... pues la hubiera enriquecido ... lugar donde se precisan autores con firma que hablen de pasiones e ilusiones...pero todo no se puede tener en la vida...
...siempre han existido otras "perlas" aparte de las raras negras, que motiven estas confesiones.........
Un fuerte abrazo
guibubi

[okangon]

Guibubi :

Somos cuatro o cinco el resto del rebaño.....Se agostó el pasto.........Se quedaron yermas las ubres del recuerdo y la imaginación......A ver si con las lluvias renacen las hierbas...
Y nazcan más fritambos, que con sus balidos refresquen las memorias.....Y recarguen las Parker...

M ´bolo amui

[okangon]

Amuis :

El relato tan entrañable, de nuestro contrimán Jose Eduardo Padilla, me ha hecho recordar un suceso muy singular , acaecido por los años cuarenta y nueve, casi cincuenta...

Cantan los tamtanes de la selva, que por aquellos lejanos años, en los cuales muchos no habíais nacido...Que una familia en Bata, por causas de salud, pensó mandar a la Península a un niño de año y medio...

Se preparó el largo viaje de tres dias que era lo que se tardaba en el trayecto de avión Bata-Barajas, en varias escalas intermedias...En aquellos años, el viaje simulaba el recorrido de un autobús...

Se preparó al Infante con lo necesario y preciso para la época y al encargo de las Azafatas, quedó la criatura en sus cuidadas y respetadas manos...

En el transcurrir de las setenta y dos horas de la navegada..Hubo, naturalmente de todo y por todo...Imaginaos a la tierna criatura ayuno de padres y hermano y desconociendo al resto del pasaje...

Las entonces, míticas Azafatas, al igual que el resto de pasajeros,creo que mitigaban los llantos del chiquillo con chocolatinas y mil carantoñas y caramelos...

Tras el mucho caminar por el aire..posíblemente alterando los ciclos digestivos del niño por las muchas "chuches" , llantinas y soledades infantiles...aterrizó el gran pájaro metálico en Barajas...

Como quiera que es histórico... Se consideró, por aquellos entonces, que este jovencísimo pasajero fué el viajero más joven,al cuidado de las Azafatas, que viajó solo, transportado por Iberia...

Apareció en una luminosa mañana, por la escalerilla del avión, con el billete prendido, con un imperdible en su blanco pecho...

Cosa remarcable fué, y cuentan las viejas crónicas...que el hecho lo recogieron para la posteridad, el NODO y publicadas las imágenes en cines ,del descenso de la escalerilla acompañado por sus madres de fortuna,durante tres largos dias y noches : las siempre bellas y serviciales Azafatas...

Ya en tierra, pasados los trámites administrativos y apagados los flashes de la noticia, el abuelo y el tio del niño pasajero ,que valientemente,viajó solo..se hicieron cargo del jovenzuelo y su hatillo, dándo gracias mil a todos por lo bien que habían tratado al pasajero del billete prendido , con un imperdible, a su blanca pechera...

.............Han pasado muchos años y lo puedo decir......El joven pasajero que fué el primero, en aquellas calendas, en viajar solo y al atento cuidado de las Azafatas de Iberia...Fué mi hermano de "un padre y un madre " : Guille "Guibubi"

Siempre fué un valiente.

[Invitado_FOX._*]

OKAN:

¡QUE TE GUSTA EMOCIONARNOS! ¿O " ACONGOJARNOS"?

ABRAZOTES PARA TI Y EL "SUPERVIVIENTE" DE Fernando.

[José Mª Balboa]

Para Jose Eduardo Padilla.

Jose, a mi no me la das, tu en el fondo, siempre fuiste un ligón.

Muy bonito tu relato.

Un abrazo

[L. Mariano Sánch...]

Muy bonito y entrañable tu relato José Eduardo, a mi tambien me hubiera gustado conocer a esa mujer tan interesante. Pero por otra parte, debo recordarte, en honor a la verdad, que la compañía Iberia nunca tuvo en su flota los DC-7.

Un fuerte abrazo y feliz Navidad

Mariano

[Jose Eduardo Pad...]

Amigo Mariano

Esa controversia ya la tuvimos, con la excusa de una foto de un DC-7 en la galeria.

Tengo la seguridad de que era un DC-7 porque a mi entonces me fascinaban los aviones, con lo cual probablemente la compañia seria Spantax, que si no recuerdo mal, por aquel entonces era una filial de Iberia.
También recuerdo con claridad que el autobús que nos llevó a pié de escalerilla era de Iberia, porque supongo que al igual que ahora, en Barajas era dominante y Spantax no tendria autobuses propios.

No es merito de mis dotes de observación, simplemente al igual que para los nombres soy un desastre, tengo en cambio una memoria fotográfica bastante buena y no se me despista una cara o una imagen.

Entre todos los datos cruzados que tenemos todos los Guineanos, se podria reconstruir la historia de nuestra tierra hasta el más minimo detalle.

Saludos y muchas gracias por tus comentarios.

Felices fiestas

[J.L.PEREZ DEL CA...]

AYER, CUANDO LEÍ LA OBSERVACIÓN DE MARIANO, IBA A RESPONDER QUE EN NINGÚN LUGAR DEL ESCRITO DE JOSE EDUARDO HABÍA YO DETECTADO QUE SE HABLASE DE "UN AVIÓN DE IBERIA". SÍ MENCIONÓ "EL AUTOCAR".

RECUERDO QUE LOS AVIONES QUE HACÍAN EL SERVICIO COMENZARON SIENDO DC-4, LUEGO DC-6 Y FINAL Y POSIBLEMENTE DC-7.

LO QUE NO RECUERDO BIEN ES SI EL AVIÓN QUE NOS TRAJO AL MATRIMONIO Y A NUESTRAS HIJAS (FINALES DE MARZO DE 1969) ERA DE IBERIA. PUEDE SER QUE SÍ... ¡ERAN UNOS TIEMPOS TAN LOCOS...!

BUENO, EL CASO ES QUEYA NO HACE FALTA MI ACLARACIÓN, PORQUE EL PROPIO JOSE EDUARDO HA INTERVENIDO. PERO, UNA VEZ ESCRITO TODO ESTO, ¿PARA QUE LO VOY A BORRAR?...

UN ABRAZO PARA TODOS.

[L. Mariano Sánch...]

Amigo José Luis:

Como tu bien dices, en el relato de José Eduardo solo se mencionó el autocar de Iberia.
Los recuerdos son una parte muy importante de nuestra vida, pero en este caso van acompañados del rigor de la información a la cual tengo acceso, por prestar mis servicios como técnico en la compañía Iberia.
Efectivamente Iberia comenzó sus vuelos con DC-4, prosiguió con Super Constellation, luego con DC-8/53 y algun que otro Caravelle. Nunca hubo DC-6 ni DC-7.
Mas tarde utilizó un bimotor del tipo Convair Metropolitan, el cual pasó a integrar la compañía LAGE (Lineas Aereas de Guinea Ecuatorial).
Respecto a la compañía Spantax, quisiera matizar a nuestro común amigo José Eduardo, que esta solo voló a Guinea Ecuatorial despues de la Independencia, nunca antes. Como mucho, volaba hasta El Aiun, antiguo Sahara Español, desde Las Palmas de Gran Canaria, entre otros.

Me ocurrió lo mismo que a ti José Luis, ¿para que lo voy a borrar?


Abrazos.

Mariano

[Jose Eduardo Pad...]

Amigo Mariano.

Esto es una investigación en toda regla.

No me mueve más que la curiosidad y ese rigor que mencionas.

Yo hace tiempo que dejé de interesarme por los diseños de aviones civiles (lo dejé de hacer a partir del 747 porque después parece haberse agotado la imaginación), pero entonces me apasionaban y recuerdo que en ese viaje en concreto, me hubiera gustado subir a borde de un Superconstellatión en lugar del DC-7
( estoy casi seguro de esa sensación aunque 38 años son muchos para los cerebros y puede ser un fallo de memoria).

Nunca dije que fuera Iberia, pero que era un DC-7 lo tengo como seguro en un 75% y que era Spantax parece la única opción.

Te adjunto una foto de nuestra galeria, que es un archivo histórico increible.
El avión es con seguridad (?).un DC-7 - el aeropuesto es el "nuevo" de Sta.Isabel - la fecha es indeterminada pero desde luego muy anterior a la "independencia" y la compañia no parece Iberia y aunque no estoy familiarizado con el logotipo de Spantax de la época los indicios son muchos.
Si introduces la palabra "aeropuerto" en la opción "buscar" de la galeria de fotos, te aparecerá esta misma imagen pero con la opción de cliquearla y agrandar su tamaño.

Investiguemos y se hará la luz

Hazlo si te apetece y me cuentas tu opinión.

Abrazos

Miniatura(s) Adjunta(s)

 

[L. Mariano Sánch...]

Amigo José Eduardo:

Efectivamente, el avión que se puede ver al fondo de la fotografia es sin duda alguna un DC-7. Si esa foto fuera en color, es posible que pudiera proporcionarte información de la compañia a la que pertenece. Lo contrario serían elucubraciones y conjeturas.
No se si lo sabrás, pero durante la Guerra Civil que se libró en el cercano continente, el aeropuerto fue en algunos momentos el lugar de paso de armas y mercenarios, en no se que extrañas rutas. Quiza se tratase de uno de esos transportes. Lo se por mi padre, el trabajaba tambien en Iberia, y hay cosas que es mejor no saber...
Si quieres investigar, puedes hacerlo, pero de cualquier forma te diré que este tema ya empieza a aburrirme.

Gracias por tus comentarios e interés.

Aeronáuticos abrazos

Mariano

[Paco el Moro]

Yo volé en 1966 en ese avión que era de la compañía Spantax una filial de Iberia

[L. Mariano Sánch...]

Lamento mucho quien no pueda leer en inglés, pero estos son los datos de que dispongo:


Spanish Air Taxi, later SPANTAX SA was founded on October 6, 1959 by the Iberia seniorcaptain Rodolfo Bay Wright and his partner ex Iberia stewardess Marta Estades Saez who held 20% of the stock. Captain Rudi Bay passed away on 1st October 2000, 89 years old.

The airline had two Austers, two Airspeed Consuls, one Airspeed Oxford and one Avro XIX. The airline got a successful start due to the oil-fields in Sahara transporting cargo and personnel. During the seccond year, the fleet was extended by three Douglas DC-3. The airline was based at Gando Airport near Las Palmas and started to transport tourists around the island group and also to El Auin in Spanish Sahara.

The company decided to change the name to SPANTAX S.A. in 1963 due to the airline´s development within the charterbusiness. In 1966 the airline had a fleet of five Douglas DC-7, two DC-6 and thirteen DC-3. Fokker F27´s were also similary used for a time when aquired in 1966, but the whole fleet of five was subsequently leased and more recently sold to Aviaco.

During 1967 the company introduced the Convair 990A Coronado and was an immediate success. Gradually there were twelve Coronados in the fleet each accommodating 139 seats, a 30% incease over the airlines DC-7C.

Further diversification of the Spantax fleet occured in 1969 when a Twin Otter Srs 200 was acquired to operate (under contract to Iberia) a scheduled service across the Mediterranean from Malaga to Melilla. A second Twin Otter was subsequently acquired and these have been flying up to ten roundtrips a day on the Trans-Mediterranean services.

During 1967 the company introduced the Convair 990A Coronado and was an immediate success. Gradually there were twelve Coronados in the fleet each accommodating 139 seats, a 30% incease over the airlines DC-7C.

Early this year, the company took a somewhat unusual step of ordering from de Havilland Canada a single Dash- STOL airliner as a replacement for one of the Twin Otters (which was being traded.in), while the other remained as a back-up for the Dash-7. Spantax thus became the only the fifth airline and the first in Europe to order Dash-7 which was delivered in June 1978. In advantage, however, is that it could double the number of seats of the Twin Otter whilst remaining capable of operating from the very short and often very hot fiels of Melilla.

Transatlantic charters were begun by Spantax in 1972. As an adjunct but an important one to its charter, Spantax provided scheduled inter-island and feeder services in the Canary and Balearic Islands.

Two DC-9-14 (ex. Southern Airways) were purchased from McDonnell Douglas and jouined the fleet in April 1974 and were used prinipally for local scheduled flights. The Coronados were refurbished and reconfigurated to accomodate 149 seats.

Spantax´s head office and administartive headquarters was located on Avenida Generalisimo in Madrid.The fleet headquarters was based at Son San Juan Airport, Palma between April and October and moved to the Gando Airport, Las Palmas during the winter season.

In 1985 Spantax decided to get a facelift for its fleet. The new blue and red cheat-line made the aircrafts looked very smart.
In keeping with their operation primarily on long-haul routes, the DC-8´s were most utilised of the Spantax fleet, with an average annual utilisation of 2,670 hrs each.
The policy was to expand slowely. One Douglas DC-10- 30CF was introduced to operate in the services as well as Boeing 737, DC-8 and DC-9. The airline was seen in many countries, USA, South America, Canada, Asia, Scandinavia and Finland, alltogether in twentyone countries. During 1984 the airline transported some 1,6 million passengers.



Captain Rodolfo Bay Write retired from Spantax presidency in 1986, and the de facto bankrupt company was passed to the state´s holding company, Patrimonio Nacional.In May the, a fourth DC8-61 and two 737s took over for withdrawl of two more Coronados plus the twp 737s that were scheduled for return to their lessor.

In June both the pilots and maintenance crews went on strike for two weekends. The airline was forced to charter in aircraft from other companies to cover their commitments during the strike. The staff wanted a pay-rise and a guarantee for security of employment. They felt that this could be achieved by a sale of a share of the company. It was rumoured that Frank Lorenzos Texas Air Group was interested in taking a stake in the airline. The strike was resolved when management agreed to the unions demands.
In April 1987 the company was sold in its entirety to Luxembourg based Aviation Finance Group. They aimed to revamp the service offered by the airline. Spantax recently won the lead balloon on customer service in a survey carried out by Holiday Which magazine. The finances were also going to be revamped. Spantax had a debt of $50million at this stage. The Aviation Finance Group proposed spending $40 million on acquiring new aircraft for the airline.

In October 1987, the revamp of the fleet began with the leasing in of two DC9-83 aircraft.These were to replace the Boeing 737 and the CV990 in service. A revised livery was also introduced with the DC9-83s. Spantax was also in negotiations with China Airlines about the purchase of two Boeing 767s. However before the deal could be finalised, talks aimed at refinancing the carrier broke down and Spantax collapsed on March 29 1988. Some of the 815 workers of Spantax staged a blockade of Palma airport to highlight their plight.


Dreams

Captain Rodolfo Bay Wrigh gave serious consideration to operate the Concorde on the route from Nothern Scandinavia to the Canaries, the Concorde could have been flown supersonically, over water, almost all the way, passing to the west of Ireland. The idea was to lease Concorde time from one of the present operators, to have become the first company to offer supersonic IT packages, would indeed have been a major coup, but the economics just didn´t quite come out right. About 30 more seats in the Concorde was needed for the economics to look sensible stated Captin Bay in an iterview.
In April 1987 the company was sold in its entirety to Luxembourg based Aviation Finance Group. They aimed to revamp the service offered by the airline. Spantax recently won the lead balloon on customer service in a survey carried out by Holiday Which magazine. The finances were also going to be revamped. Spantax had a debt of $50million at this stage. The Aviation Finance Group proposed spending $40 million on acquiring new aircraft for the airline.

In October 1987, the revamp of the fleet began with the leasing in of two DC9-83 aircraft.These were to replace the Boeing 737 and the CV990 in service. A revised livery was also introduced with the DC9-83s. Spantax was also in negotiations with China Airlines about the purchase of two Boeing 767s. However before the deal could be finalised, talks aimed at refinancing the carrier broke down and Spantax collapsed on March 29 1988. Some of the 815 workers of Spantax staged a blockade of Palma airport to highlight their plight.


One aircraft of Captain Rodolfo Bay Wright and his partner Senora Marta Estades Saez masterpiece, Spantax SA remains at Son San Juan Airport , Palma de Mallorca, the Convair Coronado EC-BZO, now parked in the "Corrosion Corner"!

Sources:

José Manual Santaner, Keith DÁrcy, Caz Caswell, Javier Rodriguez and Daniel GonzaloFischer

Best Regards

Mariano

[Jose Celada Viva...]

Año de 1961, a Santa Isabel en Avion?


Alguien nos comunico en nuestra casa en Alconchel (Badajoz) que mi padre nos reclamaba para irnos para Fernando Poo, donde él había partido dos meses antes con la 2º Compañia Movil de Instructores de la Guardia Civil, con sede, esa Compañia, en Santa Isabel.-

Yo con 12 años había escuchado hablar de Fernando Poo a algun "rojillo" del pueblo (entonces tenian rabo y cuernos, cosas de los pueblos de mi España ), de que algún Italiano había terminado en Fernando Poo, como consecuencia de una batalla de la Guerra Civil, (sin mencionar bandos, que en aquel entonces todo era pecado), en la que no salieron muy bien librado, o sea bien lejos, por que YO lo relacionaba con lejania.-

El caso que empezamos a preparar el viaje, y para ello teniamos que desplazarnos a Madrid, ya que el mismo era en avion ¿avion que es un avión?), , bueno pues ya más enterado de todo, una mañana del mes de Septiembre, montamos en la Estellesa (Linea de autocares entonces), mi madre, mi hermana y yo (despues naceria un Posguineano), dejaba atras el pueblo que nos acogia, en el cual habiamos vivido "toda una vida", con un Castillo en un cerro donde yo había ganado mil batallas.

Llegamos a Badajoz, (40 kms.) donde yo había estado ya varias veces (lo más lejos), y muy juntitos a mi madre, preguntamos por la estación del Tren, "esta al otro lado del rio, pasando el puente del Guadiana", nos dijeron, el Guadiana me era muy familiar ya que yo había nacido en Cheles (me llevarón a nacer), y dicho pueblo esta junto al Guadiana, y como tambien era el pueblo de mi madre iba con frecuencia.

El caso es que cogimos un Taxi , y nos desplazamos a la estación del tren que nos llevaria a Madrid, yo pensaba que aquello era una ristra (posiblemente mi madre y hermana tambien)de trenes que salian costantemente para esa ciudad, pero no para Madrid a las 11 de la noche informarón a mi madre, total que dejamos los mil trastos que llevamamos en una consigna ¿consigna? y en autobus de vuelta hacía el centro de Badajoz una vez comprados los billetes del tren. Recuerdo una calle con toldos y al final de la misma el mercado, según se subia una cuesta.

Llego la hora de cojer el tren, ¿tren?, silbando aparatosamente y echando humos por todos lados, llego hacía nosotros, nos "acomodamos" en unos asientos de maderas, que así eran los trenes de nuestra querida España, para casi todos, atestado iba el tren, la gente de pie en los pasillos, tantos como cabieran.

Llegamos a Madrid sobre las 9 de la mañana, allí nos esperaban varios familiares de mi madre que previamente les habiamos avisado cuando llegábamos, con ese cariño de la gente de entonces, nos acogieron y todo fue un camino de rosas, en Madrid, quede impresionado de la cantidad de coches que había, bajando Santa María de la Cabeza.-

Despues de descansar del "tremendo" viaje que habiamos realizado y aclimatandonos a los "nuevos" paisajes, a los pocos días acompañados siempre por un familiar, en metro,
llegamos a Iberia, en la Plaza de Neptuno (creo), con unos papeles que mi madre llevaba y despues de dar mil vueltas nos dieron tren billetes de avión PARA SANTA ISABEL, ya no había marcha atras, a primero de octubre de 1961, nos ibamos para Santa Isabel.

Llego el gran día, José eduardo, Mariano, el avion tenía prevista su salida a la 10 de la noche del Aeropuerto de Barajas, salimos de la calle Arquitectura, donde habiamos estado más de 15 dias, y previsora mi madre creo que a las 8 de la tarde ya estábamos en Barajas, toda la familia a despedirnos, más de 10 seguro, que tiempos

Escucho por unos grandes altavoces "señores pasajeros con destino a la Habana pasen por la puerta X", yo pense con mi alma pueblerina que los aviones los tendrian metido en grandes habitaciones y cada uno tenia una puerta asignada, aunque rapidamente un primo mio me saco de error, era la puerta por donde teniamos que salir para ir a la pista (yo no cogi autobús como vosotros, yo andando, hasta el avion). Serian sobre las 9 y poco cuando la misma cantinela sono para nosotros, despedidas ardorosas y camino del avion, en cola con otras personas, muchos iban a Las Palmas.-

Llegamos a la escalerilla del avión y nos esperaba (a todos) los pilotos y alguna azafata, iban tres, nos acomodamos en magnificos sillones, yo como José Eduardo en ventanilla, hasta las Palmas, a mi izquierda estaba mi madre y mi hermana, empezo el viaje tal como lo describe José Eduardo y en periquete estabamos en el aire, era como un sueño, hacia quinces dias en un pequeño pueblo de Badajoz y ahora en un avion hacia lo desconocido, cuantas sensaciones nuevas, mis ojos miraban hacia todos lados, intentando comprender bien lo que pasaba , sobre las 12 de la noche, llegamos a Las Palmas, bajamos como todo el mundo y tome un refresco, de vuelta al avion, nuevas caras mucha gente se había quedado en la Isla, salimos dirección Bata, eso creia yo, en todo momento atendidos por las azafatas que estaban todo el tiempo pendiente de nosotros, :ph34r: , que bien, empezo a amanecer y nos comunican por los altavoces del avion que van a realizar una parada "tecnica" en Accra, despues me entere que aquello era la capital del Ghana y despues de más de una hora, otra vez a pie hacía el avion, llegamos por la tarde a Bata, en Accra, no me había enterado de nada, no había visto africa, la verdad, pero en Bata SI, una vegetación expectacular, con mucha humedad un dia gris y lluvioso, comimos en el aeropuerto y bastante tarde salimos en un pequeño avion de dos motores hacia el de Santa Isabel, segun nos comunicaban, pero a la mitad del trayecto nos informaron que aterrizariamos en Douala, una ciudad del Camerún, (el aeropuerto de Santa Isabel no tenia iluminación para aterrizar por las noches), total que nos quedamos en un Hotel, aquí si que nos llevaron en Taxis hacia el mismo, cenamos y nos asignaron una habitación con tres camas, la cual tenia un artefacto que hechaba aire frio, nos estabamos quedando helados, con lo cual mi madre tuvo que salir y mandar que apagaran aquello que tanto nos molestaba por el ruido que hacía y encima helaba el ambiente

A la mañana siguiente, otra vez al avión, estabamos rodeados de grandes montañas, ocultas por nubes y todo verde, era como un sueño, despegamos de Douala y en un momento estabamos en Santa Isabel, o Fernando Poo, alli estaba mi padre al cual no veia hacia casi tres meses, y vi algo que tengo marcado para siempre en mi corazón: EL PICO DE SANTA ISABEL, más de 3000 metros de altura, virgen, semioculto por las nubes, como queriendo ocultar tanta belleza, una ciudad que me parecio la más bonita del mundo, todo en mi mundo nuevo era maravilloso, que cambio más radical en poco más de 15 días...........y esa es la Historia Sonia, Macu. :ph34r: , tan identica como la de miles de Españoles que llegamos a la Isla.

No se, ni me importo, si era un DC-6,7,8, o 25 lo cierto es que me llevo sin prisas, al lugar más bello de la tierra una tierra mágica para un niño, en los albores de la adolecencia, sacado de un pueblo de la dura Extremadura, de aquel entonces.

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