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Y va de cuento ...

ukolanguma, Jun 30 2007, 06:02 PM

Ante todo quiero daros las gracias a cuantos me habeis dado la bienvenida a este, para mi, nuevo mundo de los blogs. Mi poca soltura me impide hacerlo uno por uno, por lo que pido disculpas por lo que pudiera juzgarse una falta de cortesía y es, simplemente, el desconocimiento de toda esta enrevesada selva informática.
Vamos ahora con mi primera y osada incursión en este mundo de las letras. Y me parece que conviene empezar por lo que es el escalón inicial de la literatura, el cuento, y dentro de los cuentos por el primero y más antiguo de todos, que es el infantil. Perdonadme si os aburre, pero quizás entretenga a vuestros hijos.

HISTORIA DE LA RANITA QUE NO ENCONTRÓ SU VOZ


Érase una vez - y hay que empezar así porque ya sabeis que no existe cuento bonito que no tenga este principio - érase una vez, como digo, una ranita que vivía a las orillas de un gran río.

Esta ranita, al igual que todas las ranas, tenía una piel verde y brillante, unos ojos redondos y saltones que lo miraban todo con curiosidad y tenía también, cómo no, unas patas traseras muy fuertes que le permitían dar enormes saltos. Tanto y tanto saltaba que, de habérselo propuesto, hubiera llegado a lo más alto del más alto árbol, ¡qué digo yo!, acaso a la luna, que tan alta está, podría haber brincado sin esfuerzo.

Frog, que así se llamaba nuestra rana, vivía, pues, feliz y contenta. Veía pasar las aguas de aquel inmenso río, unas veces tranquilas y muy claras, otras, cuando las nubes negras de la tormenta cubrían todo el cielo, llenas de espuma y barro que traía la lluvia. Frog, de vez en cuando, saltaba sobre una gran hoja y, como si de un barco se tratase, se dejaba llevar por la corriente hasta muy lejos. Veía así cosas nuevas y descubría aquí una extraña flor de todos los colores, allá un cristal de roca brillando como un pequeño sol, y después las raíces gigantes del árbol de la selva, y más tarde, ¡miedo me da decirlo!, la entrada de esa cueva donde vive un dragón.

Se me olvidó contaros que todo esto pasaba muchos años atrás, en el tiempo de las primeras ranas, y que éstas, entonces, podían cantar. Y era cosa de maravilla escucharlas por las noches, cuando su dulce voz y el violín del viento componían la más bella de todas las músicas.

Una de aquellas noches entonaron su canto y todos los grandes y todos los pequeños animales del bosque acudieron a las orillas del gran río. Allí estaban, en paz, el león de fieras melenas junto al cervatillo de asustados ojos, el oso sombrío de las cavernas y la juguetona ardilla, la araña de mil patas con la pintada mariposa, y la fría serpiente, el veloz conejo, el Padre Elefante, Mamá Hiena y hasta un bebé canguro. Todos, como digo, hermanados y sin hacerse daño, porque es bien conocido que la música amansa a las fieras y me cuenta, quien lo sabe y por fortuna pudo oirlo, que nunca hubo voces tan armoniosas como las de aquellas ranas.

De pronto un ruiseñor, el más humilde hasta entonces de todos los pájaros, quiso también cantar. Y escondido en el hueco de la rama más vieja, casi sin darse cuenta


y sin saber cómo hacerlo, dejó salir un trino de su garganta. Aquel trino, que empezó muy bajito, muy suave, sin apenas oírse, fué haciéndose más fuerte, fué creciendo, y creciendo, y subió hasta las nubes como el rumor de unas gotas de agua jugando con campanas de cristal, y fué por fin más perfecto y sonoro que el canto de las ranas.

Una a una las ranas se callaron, y una a una murieron de tristeza por no ser ya los mejores cantores que en el mundo había. Sólo Frog, entre todas sus hermanas, quiso igualar al menos al pequeño ruiseñor, y tanto y tanto cantó, y se esforzó tanto y tanto, que nuestra pobre amiga se quedó sin voz.

Por eso desde entonces todas las ranas, cuando sale la luna, se ponen a croar mirando al cielo y esperan que algún día, de forma milagrosa, encontrarán la voz maravillosa que a Frog se le perdió.

Aquí termina este cuento, que empezó con ranas cantoras y ruiseñores mudos y concluye así:

Con el croc, croc de las ranas
y elk pit, pit del ruiseñor
os vais, niños, a la cama.
Mañana un cuento mejor.



  moloko, Jun 30 2007, 06:16 PM

Frog..... con voz o sin ella..... era muy tierna....

  gudea de lagash, Jul 2 2007, 03:31 PM

Un cuento realmente encantador. No pares.

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  causa, Oct 22 2007, 10:55 AM

Gracias, ukolanguma…, solemos tildar de insignificante todo lo que no está a la altura de nuestro supremo puesto en la escala existencial. Todo es importante, la rana , la hormiga, incluso un grano de arroz...(algún día te enviaré el cuento de la hormiga y el grano de arroz..) En realidad el universo se conforma de seres vivos excepcionales y únicos. Como dice Whitman ?Creo que una hoja de hierba no es menos que la jornada laboral de las estrellas, y que la hormiga es igual de perfecta, y un grano de arena, y el huevo del reyezuelo...?

Un abrazo.
causa

  ukolanguma, Nov 14 2007, 06:59 AM

Gracias, Causa, por tu comentario. Efectivamente en las pequeñas cosas estriba siempre la belleza de las grandes. Espero tener el privilegio de que sigas leyendo lo que se me ocurra escribir. Un abrazo

 
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