LA SOCIEDAD y LA AGRICULTURA EN GUINEA ECUATORIAL    

 

Buenas tardes( ….) Soy Fernando García Gimeno. A los 9 años en 1942, llegué a Guinea allí pasé mi niñez y  juventud, estudié los siete años de Bachiller, trabajé como empleado  y volví a España en 1964. En esas tierras están enterrados mi abuela, mi cuñada y 2 primos hermanos. Éramos entre treinta y cuarenta de familia en la colonia.

            A última hora tuve la dicha de enterarme de este maravilloso encuentro de escritores guineanos y estudiosos del tema y la directora de este proyecto doña. Benita Sampedro, ha tenido la gentileza de invitarme. Para corresponder a este honor, me he permitido escribir unas líneas que además de ser testimonio de mis vivencias en esa tierra que amo de todo corazón, pueda ser un homenaje a uno de mis compañeros de Instituto que  nunca olvidaré, Manuel Kombe.

 

España, cuando le fue cedida esa posesión en África, pensó en que tener un punto de depósito de esclavos para sus territorios americanos le venía muy bien, pero la cercana abolición de la esclavitud y la presión de los navíos ingleses le obligó a firmar un convenio en 1817 renunciando a ese despreciable comercio, por lo que tuvo que seguir la política de las potencias europeas y dedicarse a encaminar su política a extraer materias primas de las que Guinea, salvo la madera, carecía. Con los ejemplos de Santo Tomé y otras colonias carentes de minerales estratégicos, transformó la explotación de materias primas en un vergel agrícola. Se probaron diversos productos, como la caña, el algodón, abacá, planta del caucho, el tabaco, el aceite de palma, incluso especies, pero algunas no fructificaban bien y la mayoría precisaban mucha mano de obra de la que escaseaban. La práctica y la experiencia de otras zonas cercanas les hicieron profundizar en las plantaciones de café, cacao y banana. El cacao, que en Méjico había sido usado como moneda para pagar los tributos al emperador de los aztecas, se daba mejor en la isla de Fernando Poo y el café en la zona continental.

 El cacao en los primeros tiempos se secaba al sol lo que  dado el régimen intenso de lluvias de la isla, producía un secado deficiente y una profusión de hongos propios de la humedad. Posteriormente se pasó al secadero bajo techado con planchas de pizarra calentadas por hornos de leña, en ese caso los granos se movían con grandes rastrillos a mano. Eso presentaba el problema de que la distracción del operario quemaba el cacao. Unos avispados vascos, creo se llamaban Hermanos Vizoso, mecanizaron todo el proceso, incluso con rastrillos movidos por motores de gas-oil y se logró el cacao de máxima calidad el llamado 5 Superior. Ya en 1903 se convoca un concurso de cacao para fomentar su calidad, el premio de 500 pesetas que entrega el gobernador don José Ibarra, recae en la firma inglesa John Holt, que presenta en sus muestras una bondad de grano, manteca muy aromática y buena conservación. El padre Armengol Coll inventa una despulpadora de cacao en 1896, que gana la medalla de oro en la Exposición internacional de Calabar en 1909. De nuevo el cacao de la firma John Holt se lleva un diploma de honor y un toro semental de la ganadería que la Cia. Trasatlántica tiene en Moka, el primer premio en su clase.    

Por esas fechas un número interesante de guineanos solicitan al gobierno terrenos para cultivar el cacao, que les cobra 9 duros por hectárea a cultivar, cuando pocos años antes no encontraba voluntarios pese a pagar 5 pesos por dedicarse a esa actividad. Ese año de 1903 ya se embarcan 20.000 sacos del producto.  

España estuvo casi un siglo sin aparecer de una forma significativa por Guinea Ecuatorial, ya que los blancos no soportaban las enfermedades tropicales y la carencia y desconocimiento de los antídotos para sus dolencias. Para dar unos apuntes, diremos que cuando los ingleses decidieron establecer el Tribunal para la represión de la esclavitud en aquella isla abandonada por España. De la primera expedición de 1830, escogida entre hombres de fuerte complexión murieron 150 de 200 que llegaron. De los 547 expedicionarios que bajo el mando del conde Argelejo en 1778 tomaron posesión de la isla, en breve tiempo fallecieron 370. En un artículo aparecido en la revista La Guinea Española en su número 3 de fecha 28 abril de 1903, se lee: “La plaga mortífera de una enfermedad propia de la zona convertía Fernando Poo en un gran cementerio.” A tal grado que se pensaba que los condenados a muerte en España, pudieran conmutar la pena por la deportación a la isla, aunque parecía peor esta segunda sentencia que la primera.

 

Por esos manejos de las grandes potencias que en muchos casos desconocían totalmente los territorios, se adjudicaron zonas de diferentes etnias que incluso estaban enfrentadas en luchas territoriales. Por ejemplo España, hasta 1930 no se concreta que hubieran pisado toda la parte Continental que le había sido adjudicada, e incluso en la isla actual de Bioko, en 1900 los transportes de Luba a Malabo se hacían por lancha ya que no estaba terminada la carretera, tanto es así que en  1930, el vapor Plus Ultra desembarcó en las playas de Aleñá, presumo que con gabarras, 14.000 sacos de cemento para finalizar la carretera de Santa Isabel a San Carlos. Igualmente el 29 de mayo el vapor Fernando Poo sale con rumbo a San Carlos, Príncipe y Santo Tomé conduciendo a bordo a don Fernando Pescador que ese mismo día tomó posesión de su cargo de delegado del gobierno en la Bahía de San Carlos. En la parte este de la isla se comercia con lancha, en febrero de 1907 un violento tornado hace volcar la lancha que llevaba personal a Concepción hoy Riaba a la altura de Laka y perecen 3 de los 18 pasajeros.   

 

Para la producción agrícola se pensó en los bubis pero estos preferían trabajar sus huertas, plantar sus clásicos, como eran el ñame, la yuca, la malanga, y obtenían su bebida, el topé de la palmera, sus necesidades eran mínimas y no precisaban un salario y menos de jornadas laborales de 10-12 horas agotadoras. El Gobierno cuando vio que las primeras plantaciones agrícolas y el esfuerzo que se había efectuado se iban a perder, presionó a los isleños, ya que con los curtidos krumanes traídos desde Liberia y Sierra Leona no eran suficientes. No se logró nada y no se podía controlar a unos habitantes escasos en una isla muy montañosa, donde los poblados estaban todos lejos de la playa, seguramente ubicados en época de la trata de esclavos, con sendas escondidas para dificultar su hallazgo. Las poblaciones playeras eran la antigua Clarence (actual Malabo), llamada por los bubis Ripotó y San Carlos( Hoy Luba)que los misioneros protestantes bautizaron como West Bay, allí cerca en el sitio denominado por los nativos Ratcha de Ombori. Hasta 1887 no llegaron a esta zona los misioneros españoles que en las playas de Mosobbe (Batete) lograron por mediación del fernandino Williams Vivour  que el gran muchuku Biebedda les diera permiso para establecer una Misión.  El proyecto de traer gente de la etnia fang, creando el  poblado de Sácriba cercano a Banapá, donde los religiosos podían ir encauzándolos hacia la agricultura, no funcionó. En mayo de 1903 se trajeron 200 braceros procedentes de Bata, la mayoría bujebas y fang, igualmente se seguían haciendo gestiones en Monrovia por el comisionado Miguel Chacar, a tal fin en la prensa local se encarecía a los propietarios y encargados de las fincas, que cumplieran lealmente sus contratos para evitar las quejas del personal. En junio de ese año, el vapor San Francisco trae 72 braceros procedentes de Monrovia y el carguero alemán Marsha Woerman otros 17.

El Tratado con la colonia inglesa de Nigeria ya bien entrado el siglo XX, fue todo un éxito. Gente muy trabajadora, con ganas de venir a Guinea. Se les daba casa, comida, el 50% de su sueldo y el resto a cobrar en divisas al finalizar su contrato de dos años. Como siempre hubo abusos de horario y de comida, pero ya en los años 45-49, se estableció en toda la isla de Bioko el trabajo a destajo, que se demostró era la mejor manera para las dos partes. Lo que permitía a muchos trabajadores terminar la jornada al mediodía.

Concretando, en Guinea se formó un conglomerado social compuesto de:

las etnias nativas: bubi, fang, annobones, ndowé,  los blancos básicamente españoles, algunos portugueses, alemanes y otras minorías como libaneses y sirios, que destacaban en el comercio en toda la costa africana. Los nigerianos después de 2 contratos, el primero de 2 años, el 2º de 18 meses, podían renunciar a ir a Nigeria y quedarse definitivamente. A ellos hay que sumar los hausas dedicados a la venta de marfil y ébano, que en los años 40 tenían hasta un rey que se paseaba por la ciudad a caballo y con su guardia de honor con sombrillas para protegerlo del sol. Los llamados fernandinos o criós, descendientes de los funcionarios que trajeron los ingleses, era una  élite que adquirió muchas propiedades. Su figura más conocida es don Maximiliano Cipriano Jones que pese a que figura nacido en la calle Jesús de Santa Isabel el 21 de noviembre de 1870, e incluso en su testamento redactado un día antes de su fallecimiento consta que es natural de la Isla, su familia confirma que había nacido en Sierra Leona y llegó a Santa Isabel con el oficio de carpintero aprendido, pasando a ser maestro de tal actividad en la Escuela de Artes y Oficios que los Misioneros tenían en Banapá. Falleció en su domicilio de San Carlos el 14 de mayo de 1944, declarando  en su testamento que era inglés de nacionalidad por ser esa la nacionalidad de su padre, además de protestante metodista, y padre soltero de diez hijos. Figura que su actividad se inició en 1887. Trabajó en el montaje del Pontón La Ferrolana, y las casas del Gobierno en Elobey y Basilé.

  Hizo mucho por la isla, instalando la primera central eléctrica, la traída de aguas a San Carlos en colaboración con el padre  Luis Sagarra, y la primera lancha a motor para el transporte de mercancías desde Luba a Malabo. Tuvo la habilidad de hacerles muchos favores a los misioneros claretianos y estos lo protegían. En la revista la Guinea Española se escribe que el 15 de septiembre de 1921 su hija Mabel Jones se casa en la Catedral de Barcelona con el fernandino Esteban Rodes y se ofrece a los invitados un lunch  en el lujoso hotel Majestic del Paseo de Gracia, lo que nos indica que su nivel económico era muy alto, tanto en la colonia como en la Península. En noviembre de 1906 es nombrado representante de la Cámara Oficial Agrícola en San Carlos, de la que era socio fundador. En 1910 en los enfrentamientos con los bubis de Balachá en que murió Luba, el teniente Dámaso Rodriguez y el sargento Cabero guiados por un hijo de Luba, precisan los trabajadores de las fincas cercanas a la zona y entre esas fincas destacan la de los fernandinos Brown y Maximiliano Jones. En 1916 termina en plena ciudad de Santa Isabel una magnífica casa de 3 plantas, que da un nuevo aspecto de modernidad a la ciudad, adornando el jardín con pérgolas, dejando un cierto estilo victoriano al conjunto. El 21 de enero de 1930 llega en el vapor Montevideo a la bahía de San Carlos el director general de Marruecos y Colonias don Diego Saavedra y Magdalena lo traslada a la playa con su lancha don Maximiliano Jones y después de inaugurar una segunda fase del alumbrado público de la ciudad, le ofrece un fastuoso festejo en su casa llamada Olusville. Don Diego alaba la labor de don Maximiliano de acuerdo con el gobernador Miguel Nuñez de Prado. La familia Jones en julio de ese año pierde a un hermano de Maximiliano conocido como Joe Brown lo que confirma que era hijo de su madre, la fernandina Julia Brown, pero no de su padre Alfredo José Jones natural de Sierra Leona. Maximiliano además de las fincas tiene comercio y compra de cacao de los pequeños agricultores en sus factorías de Santa Isabel, Musola y Tuplapla, en su testamento deja entre otras cosas acciones de empresas en Méjico, Japón, Inglaterra y Sierra Leona, por eso tal vez conserva su nacionalidad inglesa. 

 Hubo otro hacendado fernandino con mucho poder que fue Williams Vivour, que emparentó con los Barleycorn. En la revista La Guinea Española, de fecha 12 de diciembre de 1903, aparece: Ha regresado en el vapor correo San Francisco la acaudalada señora doña Amelia Barleycorn, viuda de Vivour, después de un feliz viaje a Inglaterra. “De vuelta ha sorprendido gratamente a los misioneros españoles de esta ciudad, regalándoles un precioso harmonio de nogal primorosamente tallado, en el que abundan los registros de la voz humana, el eco y la dulzaina.” No hay que olvidar que su religión no era la católica. Dña Amelia que era hermana del pastor protestante de Baney, así mismo donó 100 pesetas para la suscripción de la compra de 2 imágenes para la iglesia de Santa Isabel en 1904, cuando el gobernador solo dió 50 pesetas. En las esquelas de octubre 1936, aparece el fallecimiento de María Lucrecia de Kinson nacida el 15 de febrero de 1875 en Santa Isabel hija de don Nataniel Kinson caballero Gran Cruz de la orden de Isabel II y de dña. Juliana Bishop, dicha señora se había educado en  Sierra Leona y casó con José Walterio Dougan con quien tuvo 9 hijos entre ellos Teofilo, del que comentaremos más tarde.  Generalmente los enlaces matrimoniales se efectúan entre estas familias de influyentes fernandinos. En 1930 llega a Santa Isabel el primer universitario que con brillantes notas se ha licenciado en derecho en la Universidad de Barcelona, don Teofilo Dougan, hijo del hacendado José Dougan, con lo que automáticamente se le nombra secretario del único Juzgado que existe en la Colonia. Igual que los europeos concentran en el Casino la flor y nata del poder económico y político de la colonia, así los fernandinos crean el Club Fernandino donde solo se les permite la entrada a los blancos influyentes. 

En la isla de Fernando Poo, los nativos tanto bubis como otras etnias incluidas, crean un  proceso de adjudicación  de labores. Policía y Ejercito fang y ndowe, oficinistas oficios manuales como carpinteros, conductores, mecánicos y administrativos, dominan los bubis, annoboneses y en menor medida los fang y ndowe. Agricultura y trabajos domésticos nigerianos. Eso provoca que como lengua habitual todo el mundo habla piching, incluso los bubis con fernandinos, o blancos con fernandinos, aparte de que hay diferencias notables entre la lengua bubi del norte a la del sur. No pasa lo mismo en el Continente, hay bastante mano de obra agrícola fang y en los trabajos de casa lo que se conoce como boy, está casi controlado por los Continentales, por eso los europeos que han vivido en el Continente todos chapurrean el fang en cambio los de la isla desconocemos el bubi. Las mujeres tanto en la isla como en el Continente, no hacen trabajos caseros en general, más bien cuidan de pequeñas huertas para su familia.

Los blancos podríamos decir que se dividían en dos grupos, los funcionarios que gozaban de ciertos privilegios como mejores viviendas y menos tiempo de campaña y el resto de trabajadores que tenían seis meses más de contrato.

Había una élite negra que eran los fernandinos  a la que se fueron sumando los nativos que terminaban una carrera y llegaban para incorporarse a la vida social, los llamados emancipados que gozaban de los mismos derechos que los blancos, los otros tuvieron que esperar el proceso de cambio en las mentalidades del Gobierno Central.

 

España en los primeros tiempos aplicó las Leyes de Indias y hasta el dinero de las Indias, ya que el presupuesto de Guinea iba a cargo del Gobierno de Cuba, por eso cuando los barcos ingleses liberaban en su territorio los esclavos capturados a un barco y les daban la libertad, el gobernador de Cuba los mandaba si podía a Fernando Póo para no tener libertos que presionaran a los que en Cuba se consideraban esclavos. El Gobierno español miraba con afán paternalista a los negros, tanto es así que creó el Patronato de Indígenas para que los blancos  avispados no les compraran las tierras a los nativos, engañándolos con el justiprecio, para ello si no eran emancipados el Patronato tenía que dar su aprobación.

Los trabajadores europeos que llegaban allí, debían venir con un contrato de trabajo, un certificado médico y un certificado de penales impoluto, pero la espada de Damocles del artículo V de la ley de administración local, Estatuto orgánico de fecha 13 de diciembre de 1858, le permitía al Gobernador actuar y expulsar de los Territorios a cualquiera que él creyera que podía perturbar la paz social sin tener que dar explicaciones a nadie.

 

El inicio de las independencias de otros países africanos y la presión latente en la colonia, hizo que el Estado fuera comprendiendo que aquellos negros que llegaban a  Europa terminaban su carrera con notas brillantes y querían en su tierra gozar del mismo trato que obtenían en España. España pasó a considerar aquellos territorios como provincias y después autonomías que aceleraron la Independencia.

 

En los siete años de Bachiller  tuve de compañero a Manuel Kombe que fue en la Independencia, médico director del Hospital de Santa Isabel. Estudió medicina en la Facultad de Medicina de Madrid licenciándose en la de Salamanca. Fue acusado por el régimen de Macias de  apoyar la Unión Bubi, encarcelado el día 1 de junio de 1972 en la famosa cárcel de Black Beach y posteriormente trasladado a la de Bata, donde lo mataron en 1974 sin saber nunca su familia donde están sus restos.

Lamento tal vez no haberle demostrado el afecto que sentía por él, como amigo, y compañero, pero especialmente me embarga la tristeza que tantas personas competentes se perdieran en la demencia de Macias.

Muchas gracias y buenas tardes