Tus días de luz y olas conmigo los pasas,
entre sombrillas y silletas  en la playa,

...juega niño con tu cubo y tu pala
entre la multitud de piernas, muslos y toallas,
pero no salpiques... cuidado con los que vagan,
no tengas miedo a las aguas,
que ni suben ni son bravas,
son plácidas y tranquilas como el viaje
del barquito que se ve en  lontananza,
como la “rolliza” que chapotea a braza,
como mis días que contigo pasan...
...¡ponte el gorrito y la protectora crema... !
...¡no chupes la arena que eso es caca... !
...haz un flan, un pez, una estrella con molde,
...un castillo con cañones, foso y almenas.

Viéndote pienso:
¿donde estarán mis días, aquellos
de las inmensas playas...?,
los de palmeras inclinadas adorando volcánicas arenas,
de azules aguas y altas mareas,
de adolescentes sirenas negras,
sólo rocas, troncos, ramas y maleza,
sin castillos, sin cañones, sin fosos, ni almenas,

Vente niño donde yo te diga,
no te fíes de tus padres, “sabelotodo”;
hazle caso a este Quijote con Dulcinea;
en mi inmensa playa de volcánica arena,
no necesitas armas, ni utensilios, ni moldes,
ni castillos, ni cañones, ni almenas;
sólo cayucos, redes y atarrayas...
en las playas que yo te digo, te contará
cuentos y aventuras este abuelo loco,
...pero libre y sin condenas.

n’kué