A rescatarme del recuerdo, he viajado a los confines
benevolentes del ayer; vacÃo donde conviven mis sombras irredentas, contradictorio y errático viaje, cuando el ir, es también volver, y el estar, es haberse ido.
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Borrosas estelas mÃas; flotaban cautivas en las brumas de Moka presas de los Morimos, bajaban a dejar señales blancas en las arenas de Aleña y recorrÃan nocturnas, como almas en pena la bahÃa, condenadas a encontrarme, todas se negaron a perecer; cómplices y acérrimas, esperaron siempre mi regreso que les traerÃa, su liberación y el perdón.
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Viaje de ida o vuelta, búsquedas del que pude haber sido, el hoy, el mañana y el siempre... libres quedan ya, como legatarios de mi ayer.
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Guillevaldo Hidalgo
Madrid a 18 de agosto 2010
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