Escrito por Ramón Núñez
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Música ocupa El espacio que queda entre las cosas,
las esquinas internas del especio dándole forma. Iluminándolo. Llenándolo de paz. Pacificando a los hombres que poseen las imposibles almas de las cosas.
Música es La precisa frontera que rodea al hombre cuando huye de los hombres, refugiado en soledades y levanta las transparentes barreras de la música. ¿ Quién, qué, las traspasa -?.
Música suena con lejanas resonancias religiosas de atávicas plegarias por la vida, disfrazada de caza o lluvia o llanto o dÃa o calma o descendencia o ausencias, temidas como ahora.
Música acaricia como la amada amante de los sueños con las manos tendidas y vacÃas recorriendo el hundido sendero de la espalda sin llegar. Erizando la piel de frÃo y nada.
Música espera colgada del deseo de los hombres, de la fiesta onomástica del tiempo, de las ramas enhiestas de los árboles tocados por el viento de la tarde y el gemido del hombre cuando nace.
Ramón Núñez 1982
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