Está Vivaldi sonando pareados, ya es el dÃa que quise que viniera,
en violines, oboes, violonchelos, para ser el que quise que existiera, diciéndome estaciones, en mà mismo.
Voy en nubes de cuerdas, vibraciones, he matado muy dentro la rutina, más allá del entorno, geometrÃa, he dicho no y no quiero repetirlo, ocho esquinas, sencillamente no.
Tengo dos primaveras, dos inviernos, soy libre. He masticado polvo de cadenas, tengo otoños cuajados de aleluyas, hasta crear mi propia circunstancia, los veranos son mÃos, y las sendas que trazar, deslumbrantes, serán mis pasos.
Ramón Núñez
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