Escrito por Francis Gracián
|
Faro que, amante, vigila desde el tiempo más ignoto;
de su cuerpo un trozo roto que al océano cayó.
La luna tiene una herida en su corazón, un hueco; y aún late en su recoveco el ser que se desprendió.
Lleva en sus ojos de dama una tristeza serena; y en su faz tiembla una pena con lágrimas de oro y luz.
Lanzarote, piedra huida, traviesa niña del cielo; volvióse en fuego aquel hielo que persigue tu soñar…
Pues desde abajo suspira plantada en el mar, tu roca. Y sabe a luna tu boca. Y sabe a llanto tu mar.
---oooOOOooo---
Francisca Gracián Galbeño. 14 de abril de 2011
A Lanzarote, corazón de la luna.
Â
Â
Â
|