Escrito por Francis Graci谩n
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En la torre inasible de tu mente, al son de cantilenas inaudibles,
se gesta el esperado desde siempre; el inefable, ins贸lito milagro que saca de este barro nuestra herencia.
Y las burdas palabras que recoges, de la noche dolidas reptadoras, pones con mano calma en tu mortero.
El fuego espera oculto; tiembla el crisol con gozo anticipado; y el viento tiene el eco centelleante de un refulgir de estrellas.
Y t煤 esperas de pie que un canto nuevo surja de la negrura de las letras; que la esencia de sol deje la noche, y un nuevo y elevado pensamiento venga a la luz y d茅 brillo a la vida...
Y al fin llega, esplendente y transformada la expresi贸n que, al nacer, vibra sonora; y a帽ade voz de paz y amor eterno, y su hermosura es digna corona de un poema
Inerte escoria queda en la distancia; y sube hacia el azul, majestuosa, la palabra, vestida de belleza.
Francis Graci谩n
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