Escrito por Moncho Núñez
|
Dehesas extremeñas, encinares, alcornoques aislados en el verde
del cereal granado, generoso y en la viña brotada y exultante. Las nubes resbalando por el cielo que mira a Portugal camino del océano a lo lejos. Hay aroma de aceites en el aire, alpechines y vinazas desecadas. Las espadañas señalan caserÃos allá en el horizonte. Ciega la luz. Hay amarillos, violeta, azul y púrpura de minúsculas flores que se mecen, alfombrando los bordes del sendero. Las cigüeñas presagian al milano, de vuelo irregular, contorsionado. Dejo pasar el tiempo ensimismado. Se va a morir la tarde despacito. Se va a venir la noche rumorosa. Tengo grabado ese recuerdo en la memoria. Tengo anotado ese detalle en mi cuaderno.
Moncho Núñez.
Â
Â
Â
|